sábado, 19 de diciembre de 2009

MEAR FUERA DEL TIESTO

Ahora comprendo la ayuda recibida en el Hemiciclo por parte del PNV al PSOE para sacar adelante la modificación de la Ley sobre el Aborto. Sólo hay que leer el BOE de fecha 31 de octubre. En ese ejemplar, viene reflejada la aprobación de 7.000.000 euros para la puesta en marcha de la Basque Culinary Center Fundazioa que, de forma textual “tiene como objetivo ser un referente internacional en la formación, investigación, innovación y la transparencia de conocimientos y tecnología de diferentes áreas de las ciencias gastronómicas”. Y ya tiene socios fundadores: la Cooperativa Mondragón Unibertsitatea y los cocineros Pedro Subijana, Andoni Luis Adruiz, Juan María Arzak, Martín Berasategui, Eneko Atxa, Hilario Albelaiz y Karlos Arguiñano.
A la señora Garmendia, responsable del Ministerio de Ciencia e Innovación, se le ha ido el tarro. O sea, ha recortado subvenciones destinadas a las Universidades del Estado, a becas de post-grado y a laboratorios de investigación, para dar un dinero tan necesitado (con la excusa del I+D+I, que a este paso justificará no tardando mucho hasta la subvención de una boda gitana por el rito del puchero) a un grupo de cocineros endiosados y que nadan en la abundancia. Quienes acuden a sus elegantes restaurantes no son precisamente trabajadores. El otro día, en Copenhague, dijo Zapatero que “el planeta Tierra pertenece al viento”. Y se quedó tan fresco. Pero lo que no dijo es que el dinero de los Presupuestos Generales del Estado pertenece a todos los españoles y que la obligación del Gobierno es aplicarlo de forma equitativa en función de las necesidades y con un orden lógico de prioridades. Ya hubo otra ministra, Magdalena Álvarez, quien dijo que “el dinero público no era de nadie”. Desde luego, utilizar el dinero público para priorizar el “club de gourmet” se me antoja como frívolo y fuera de lugar. El Tesoro Público, por otro lado, no debe constituirse en moneda de cambio para la solapada compra de votos en el Congreso de los Diputados. Se criticaba a Romero Robledo por aquello de que un voto valía un duro. La ministra Garmendia, la ministra que más fortuna personal declaró en su día, no tiene ningún derecho a empobrecer las Universidades a costa de los manteles blancos. Posiblemente, para la ministra, la nueva gastronomía será una ciencia digna de ser protegida. Pero para los españoles es todo un arte el hecho de poder llegar a fin de mes. No se puede arruinar un pueblo a costa de un Estado. Tampoco se debe mear fuera del tiesto.

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