martes, 29 de diciembre de 2009

MIRADOR CON ESCOTILLAS

Un observatorio zaragozano formado por no sabemos qué sabios, señala que “los zaragozanos visitan poco sus museos y apenas van a conciertos de música clásica”. Pero vamos a ver: en Zaragoza disponemos de un Museo Provincial que cobra 6 euros por hacer una visita a un recinto donde se “vende” como algo excepcional unas litografías de Goya (“los disparates”) con una historia rocambolesca. Durante la II República, a instancias de Fernando de los Ríos, siendo embajador en Francia, se editó una colección litográfica de estampas goyescas, de las que se hicieron treinta y tantas copias. La finalidad no era otra que la de poder obsequiar con un juego completo a cada persona de prestigio internacional que visitara España. Me consta que sólo se hicieron entrega de cinco o seis juegos. La Guerra Civil cortó de raíz el obsequio de Estado. Terminada la guerra, no se supo el destino de aquellas joyas litográficas. Supongo que pasarían a manos de particulares ramplones. El caso es que una de aquellas copias llegó hasta Zaragoza y es la que hoy se conserva en el Museo Provincial. En el apartado de “Bellas Artes” poco hay que destacar, salvo el retrato de Goya a Fernando VII pintado en 1814 y otro retrato al duque de San Carlos. Y poco más a añadir: unas piezas de terracota del Paleolítico, otras de los árabes y una muestra de trajes populares aragoneses de hace cien años. El mismo observatorio zaragozano formado por la flor y nata de pitiminí tampoco comenta lo que cobran por visitar La Seo, cuya restauración salió del bolsillo de todos los aragoneses; y también por visitar el “Pablo Gargallo”, el “Pablo Serrano”, el Foro Romano, el Teatro Romano, las Termas Públicas”, el museo Paleontológico...
El tema de la música clásica tiene su intríngulis. En Zaragoza se hizo un Auditorio en 1994, siendo alcalde Antonio González Triviño y que, según el entonces concejal de Urbanismo, “no iba a costar un duro a los zaragozanos”.¡Y nos costó 45 millones de euros! Las dos mil butacas siempre están ocupadas por los mismos, o sea, por aquellos que se “retratan” en taquilla y por el resto, es decir, periodistas de temas locales a los que se les ha regalado la entrada, y concejales y familiares, que van de regaliz. Algo parecido a lo que sucede en el Teatro Principal y en el Teatro del Mercado. Y semejante, también, a lo que sucedió durante la Exposición Internacional de 2008, siendo alcalde Belloch, donde a cada concejal se le entregaron más de trescientas entradas de pase gratuito. Una Expo, por cierto, de poca aceptación internacional y de la que todavía se adeudan a proveedores más de cincuenta millones de euros. Aquí el único observatorio que ha funcionado ha sido el de mirar al cielo por ver las nubes que pasan. Y un importante observador, Mariano Castillo Ocsiero con su “calendario zaragozano”, donde asegura que en invierno hará frío y en verano, calor.

No hay comentarios: