miércoles, 27 de julio de 2011

CREAr mal ambiente


El presidente de la Patronal aragonesa, eso que aquí llaman CREA, en cuyas propuestas posiblemente no creen ni esos 100 “alarmantes” economistas de prestigio que predicen todas las catástrofes, ha hablado. Jesús Morte Bonafonte, que así se llama este encantador de serpientes, en unas declaraciones a la prensa aragonesa ha señalado: "Que nadie piense que al día siguiente de que el presidente cambie –refiriéndose a Rajoy- habrá un millón de parados menos ni se habrá solucionado la crisis”. Este hombre, que da la sensación de colocarse un peluquín sobre el colodrillo para ponderar su autoridad al estilo de los obispos cuando se encasquetan el solideo, se ha debido de quedar calvo detrás de las orejas. Sus deseos, como no podían ser de otra manera en el talante de un acendrado neoliberal con ventanas a la calle, son que se reforme el mercado laboral y el sistema de negociación colectiva. Y justifica esas “necesarias reformas” porque –según afirma- “el principal beneficiado no es el empresario ni el trabajador, sino España”. Cuando Morte, destacado en sus quehaceres por haber ocupado la presidencia de un Parque de Atracciones de Zaragoza a todas luces ruinoso nombra la palabra España, el currito tiembla. Este personaje, como brotado de entre las bambalinas de un castizo corral de comedias, cada vez que señala la bicha de esas “necesarias reformas”, quiere decir que se impone (supongo que por el bien de España) una mayor flexibilidad y una reducción de costes en los despidos y en la objetivación de sus causas. Y para su consecución, nada mejor que olvidarnos de los Tribunales de Justicia, ya que –como apunta- “el 85 por ciento de las sentencias son favorables a las peticiones de los trabajadores”. Morte entiende, como la mayoría de los empresarios de este país, que les beneficia más la mediación como alternativa a los juzgados. Y para poner la guinda a su pastel, aprovecha no sabemos qué encuestas para afirmar que “no sería bueno una participación más activa de los sindicatos en la gestión de las empresas”. Bueno, pues nada, nos olvidamos del artículo 28.1 de la Constitución Española y de la Ley Orgánica 11/1985, de 2 de agosto, y asunto resuelto.

No hay comentarios: