martes, 27 de marzo de 2012

El políglota Rajoy


A los niños de mi generación se les machacaba en las parroquias, cuando asistían para el repaso del catecismo Astete, la peregrina idea de que el día más feliz de su vida era el de su primera comunión. Personalmente descubrí que eso no era cierto. Pero, ¿qué diría Rajoy? En su fuero interno sabe que el día más feliz de su vida tuvo lugar el pasado 20 de noviembre, cuando ganó por mayoría absoluta las elecciones generales después de dos intentos fallidos. Y ahora, como es el primero de la clase (política), ha tocado el cielo con la mano al saludar a Obama en Seúl. Se le veía radiante de felicidad, con su traje azul, su corbata color gaviota y su insignia de “nitrato de Chile” en la solapa de la americana. Y como es el primero de la clase (política), le ha dicho a Obama: “Mis hijos estudian inglés. Y yo también”. Y Obama le ha sonreído, con el aspecto de un misionero con rostro de niño de hucha del Domund. Detrás de ellos, y en medio de ambos, una señora rubia y bajita ejercía de intérprete.
--Mis hijos estudian inglés. Y yo también.
--Ya, ya…
El políglota Rajoy habla inglés en la intimidad. Como parece ser que hace Aznar con el idioma catalán.
--This is a table. This is a window. This is a door… ¿Me escucha usted?
--Bueno, amigo, te invito a visitarme a la Casa Blanca.
--Yes, yes… Thank you. I'll visit.
Decía Benjamín Disraeli que “los viajes enseñan la tolerancia”. Y una anciana de mi pueblo afirmaba que “viajeando” se “dislustra” una mucho. Pues eso.

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