En los Presupuestos Generales del
Estado disminuye el número de funcionarios en el 2’2% y aumenta el número de
altos cargos en el 4’3%, es decir, que esta guerra de cifras disminuye el
número de soldados de tropa y aumenta el de jefes y oficiales. Todo para el
pueblo pero sin el pueblo. Y la Guardia
Civil, en un arranque de fiebre mística y de hiperdulía, acaba
de conceder la Gran Cruz
de la Orden del
Mérito a la Virgen
del Pilar. Yo ya no sé si es que les aprieta el tricornio y no les deja pensar
con coherencia, o es que es el mundo al
revés. Lo que ya no sabemos es si tal distinción es pensionada y, en caso de
serlo, si se enviará el dinero al cielo por medio del deán de la Basílica aragonesa o,
simplemente, pasará a beneficio de inventario de los funcionarios del cielo,
que no sufren recortes. Por otro lado, Juan Alberto Belloch, alcalde de
Zaragoza, desea que este año las flores que conformen el manto de la Pilarica en la
Ofrenda del 12 de octubre sean de color rojo. Esa medida ha
sido razón suficiente como para que hayan puesto el grito en el cielo los floristas, que ya
tenían sembrados para la ocasión gran cantidad de gladiolos de color albo.
Nadie entiende ese cambio de color. Para mí que es una cortina de humo para que
no se hable de otra cosa, es decir, de los recortes municipales en asuntos
sociales. El lector de un periódico local, en la sección de “opinión”, se
preguntaba hoy: “¿No hay un ser de carne y hueso o una organización que por sus
méritos se haga acreedor a tal distinción? Ese lector, con los debidos
respetos, no debe ser creyente, porque, de serlo, estaría obligado a creer de
forma irrevocable en el dogma de fe que señala que “la Virgen está en carne mortal
en el cielo”. El culto de hiperdulía
está asignado al culto que se rinde a la Virgen y se diferencia del
culto de dulía, que se emplea para venerar a los santos o a sus reliquias. De
ahora en adelante sería bueno que las casas-cuartel de la Guardia Civil cambiara en su
fachada el “Todo por la Patria”
por el “Todo por la hiperdulía”. La gente de los pueblos se acostumbraría al
nuevo rótulo de los cuarteles una vez que conocieran su verdadero significado.
Y eso, con dos homilías del párroco bien explicadas, listo.
sábado, 29 de septiembre de 2012
jueves, 27 de septiembre de 2012
Intereses de vuelo corto
Cuando escribe Marcello, ese
perrillo blanco y canela que asoma por una ventanita sobre su columna en
“República.com”, el Gobierno aguanta la
respiración. Marcello no da puntada sin hilo y los ciudadanos hartos, esos que Rajoy pretende que se queden en casa
con el chándal puesto, viendo “Sálvame” y bebiendo con avidez y a morro un
botellín de cerveza como si en ello les fuese la vida, salen a la calle para
manifestarse un día sí y otro también. Sólo faltaría que en este país se prohibiera
el derecho al pataleo. Y Marcelo, que diariamente afina y templa su pluma antes
de ponerla sobre el papel, o sobre la pantalla del ordenador, no se corta un
pelo al referirse a los sucesos en Neptuno el pasado martes: “Dice Rajoy desde
Nueva York que da las gracias a los españoles que no ejercen su derecho
constitucional a manifestarse. Sin duda una declaración insólita por parte de
un dirigente político que no se conforma con su mayoría absoluta en el
Parlamento, ni con el control de gran parte de las Comunidades Autónomas y
Ayuntamientos, así como en los medios de comunicación públicos y privados.
Rajoy quiere más: silencio general y todos en su casa a verlas venir en pos de
una idílica paz social que acepte sin rechistar los ajustes y las reformas del
Gobierno, y que soporte en su casa las inclemencias de la crisis, el paro y la
ausencia de un futuro de crecimiento que el Gobierno promete pero que no se
ve”. Y como postre, Marcello hace referencia a una Corona que está necesitando
ser frotada con “sidol”: “TVE pretende
promocionar un programa semanal relativo a la Familia Real, dando
con ello la impresión de que la
Corona está más tocada de lo que parece e intenta rehacer su
imagen a toda velocidad”. Vamos, que no debemos estropear con “intereses de
vuelo corto” el ágil revoloteo acrobático de la gaviota el PP en una
Legislatura que empieza a oler a muerto.
miércoles, 26 de septiembre de 2012
Horizontes de pobreza
Lo sucedido en Portugal, donde
una ciudadanía harta ha obligado al Gobierno de Pedro Passos Coelho a dar
marcha atrás en sus planes de recorte, puede ser un juego de niños si lo
comparamos con la que se puede armar en este país el día menos pensado. El
Gobierno que preside Mariano Rajoy está demostrando una incapacidad casi
absoluta para sacar a España del atolladero. En el caso portugués, el papel
moderador del presidente de la
República, Aníbal Cavaco Silva, ha evitado males mayores tras
convocar al Consejo de Estado y frenar en seco algo que hubiese podido tener
consecuencias imprevisibles. Ayer en Madrid, las cargas policiales en Neptuno
fueron de una absoluta desproporción. Sesenta y cuatro heridos y treinta y
cinco detenidos son la prueba evidente de una acción represiva que nos
retrotrae a los peores tiempos del franquismo. Cristina Cifuentes, delegada del
Gobierno en esa Comunidad y María Dolores de Cospedal, secretaria general del
Partido Popular, compararon la manifestación ciudadana de ayer con el intento
de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. ¡Hace falta estar indocumentadas!
Hay que tener cuidado con lo que se dice. Ayer ninguno de los manifestantes
pretendió entrar en Congreso pistola en mano ni se esperaba a la “autoridad
militar, por supuesto”. Ayer se
pretendía mediante un acto de protesta de ciudadanos, hartos de mantener a
políticos incompetentes y a gobernantes ineficaces, rodear el edificio del Congreso
por las calles periféricas y, todo lo más, lanzar unos gritos y enseñar
determinadas pancartas. La soberanía, como señala la Constitución, reside
en el pueblo. Y el pueblo soberano tiene derecho a manifestarse y a exponer sus
protestas en la calle cuando su futuro se reduce, en el mejor de los casos, a
tener un trabajo precario; y en el peor, a rebuscar en los cubos de basura. Se
ha arruinado un pueblo a costa del Estado. A mi entender, el Congreso no
representa la voluntad popular en un Estado donde existen listas cerradas y disciplina
de voto. El ciudadano tampoco termina de entender que sólo existan ayudas, y mediante
“rescate”, para una banca avariciosa y culpable por los préstamos al ladrillo.
La marca España hay que “venderla” en el exterior cuando se tienen los
horizontes despejados. Empecinarse en tratar de convencer al “The New York
Times” de nuestras bondades como país, produce en los americanos la misma risa
que ver a un burro comiendo higos. Una cosa es vender “talgos” y líneas de alta
velocidad (como España, gracias al Rey y su amistad con los árabes, ha
conseguido con el tramo Medina-La Meca) y otra cosa muy distinta impartir
clases de democracia al resto del mundo.
martes, 25 de septiembre de 2012
Una pistola de goma
A todos los niños de mi época nos
regalaban el día de Reyes, o por nuestro cumpleaños, algún arma de juguete. Era
normal que los niños recibieran escopetas que disparaban corchos sujetos con un
hilo y las niñas recibieran muñecas y cocinitas. En mi infancia, hice acopio de todo un arsenal de pistolas, carabinas y
puñales de plástico. Recuerdo que en las tiendas de chucherías vendían unas
pistolas con culata de goma en forma de pera, para que su interior pudiera
llenarse de agua. Jugar a policías y
ladrones equivalía a pasarlo de lo lindo. Hoy, en la madrileña Plaza de Callao,
un agente ha sacado la pistola al tiempo que un grupo de manifestantes que se
dirigía a la Carrera
de San Jerónimo increpaba a la
Policía que guardaba el orden entre el Fnac y Preciados. Pero
la pistola que ha sacado el agente no era la reglamentaria sino una pistola de
goma. Se la ha enseñado a los revoltosos y la ha vuelto a guardar ante la
juerga generalizada y el aplauso de los concentrados. Este es un país que bebe
en las fuentes del esperpento y así no vamos a ningún sitio. De nada sirve que
el Rey intente “vender” en Estados Unidos la marca España y visite el “The New
York Times” para explicar nuestra situación económica si aquí, en la capital
del Reino, desenfunda un policía una pistola de goma en una manifestación
reivindicativa; si Artur Mas adelanta
elecciones al 25 de noviembre mientras
achucha a catalanes y charnegos para que Cataluña se parezca a Puerto
Rico; y si Rajoy se dedica en cuerpo y alma, mientras tanto, a pedir en la ONU que España esté presente
de forma permanente en el Consejo de Seguridad (ya lo hizo Aznar en su último
año de mandato cuando apoyó la invasión de Iraq), y a vender humo a los
miembros de la eurozona, como hacía con las estilográficas y las cuchillas de
afeitar aquel charlatán de la zaragozana Plaza del Carbón. Ramonet, Mingorance
o José Luís Pérez Olmedo fueron destacados charlatanes que se ganaron la vida
vendiendo pelapatatas, colchas magnéticas, instrumentos para masajes y
productos de todo tipo. Con su palabrería nos convencían de que al llevarnos el
artículo nos estábamos llevando una ganga. Lo malo es que Rajoy ya no convence
a nadie y Merkel ha vuelto a poner a España como modelo de lo que no se debe
hacer. Vamos que aquí, de triunfar alguien, serán las chirigotas de Cádiz.
La Iglesia Católica, el IRPF y el otro mundo
José Pablo Jofré, corresponsal en
Berlín del diario ABC, comenta que “los católicos alemanes que no paguen
el impuesto a la Iglesia quedarán excluidos
de los sacramentos. El sistema estatal fiscal alemán solo permite que no se
abone esa contribución a la
Iglesia si se dice que ya no se es católico”. La medida, en
principio, parece lógica. Lo que sucede
es que tal consideración de la Conferencia
Episcopal alemana resultaría de difícil aplicación en España.
Alemania carece de Concordato y, por
tanto, su financiación va en función del “pase por taquilla” en el sistema
fiscal de los fieles. En España, en cambio, además la asignación tributaria a la Iglesia Católica a la que el Estado destina el 0’7 por 100 de la cuota
íntegra del el IRPF para su sostenimiento de los que así lo deciden, existe una
importante exención de impuestos y goza de otros muchos beneficios como
consecuencia de ese trasnochado e incomprensible Concordato en un Estado no
confesional, como es el nuestro. La “apostasía fiscal” en Alemania, sin
embargo, de ninguna manera lleva automáticamente aparejada la excomunión. Según
la Conferencia Episcopal
alemana, el individuo que se resista a sostener a la Iglesia Católica “será invitado por carta por
el párroco competente a una cita, en la que se les tratará de
‘convencer’ de que ‘reconsidere’ ese paso”. Según el diario ABC, “el detonante
de ese decreto (de esa medida unilateral por parte de los obispos, diría yo) es
el caso de un jurista experto en Derecho Canónico, Hartmut Zapp, quien tras
apostatar en 2007 y quedar por tanto exento del pago del impuesto eclesiástico,
ha reclamado sin embargo su derecho a seguir siendo miembro de la Iglesia. El obispado
de Friburgo presentó demanda contra Zapp ante el Tribunal Federal
Administrativo, que se espera aborde el caso el próximo miércoles 26 de
septiembre”, es decir, mañana. Lo mejor, supongo, será no dar ideas. En España,
pese a recibir la Iglesia Católica
alrededor de 6.000 millones de euros anuales, estar exenta de impuestos y
controlar ( y “adoctrinar”) en gran parte la educación de casi todos los
colegios concertado, se ha sacado de la manga cobrar entrada por visitar
catedrales y museos diocesanos. Un ejemplo es Zaragoza, donde se cobra entrada
por visitar La Seo y el recientemente
inaugurado Museo Diocesano, después de que sus obras de restauración y
creación, respectivamente, hayan sido sufragadas en buena parte por la Diputación General
de Aragón y por otros organismos oficiales con el dinero de todos los
ciudadanos aragoneses. Pues bien, como se sigan dando ideas, a este paso pedirá
el cura ecónomo comprobar la
Declaración del IRPF por ver si se puso la “equis” en la
casilla correspondiente del Impuesto antes de proceder a dar la comunión,
casarse, o poder recibir un parroquiano enfermo los óleos y la recomendación
del alma. Aunque parezca una astracanada, hasta para ir al Más Allá se deben
tener los papeles de la contribución en orden. El latín es sagrado, el trigo es
sagrado.
domingo, 23 de septiembre de 2012
Sardinas en lata
Hoy, como ayer, me veo obligado a
tener que hacer referencia a algo leído en ABC de Sevilla. No sé por qué razón
tengo una cierta querencia a ese diario. De él, como se decía del cochino, me
gusta hasta los andares. Ya perdonarán que sea tan insistente. Son rarezas de
senectud difíciles de corregir. Pues bien, el ABC de Sevilla cuenta que “los
pescados azules y las almejas mejoran con los años de enlatado”. A Peter Durand le tengo que estar muy agradecido. Dispongo de una minúscula
despensita y en sus dos o tres alacenas hay una serie de latas de conservas de
distinta procedencia sobre las que llevo un “control de stock” mental casi
perfecto. También tengo alguna lata de sardinas, las “picantonas” de Albo.
Siendo adolescente recuerdo que solía ir a comprar a un economato que había en
la fábrica en la que trabajaba mi padre. Por aquellos años, las latas de
conservas no disponían, como ahora, de fecha de caducidad. Existía un troquel
en la tapa, con una letra, pero que nadie entendía sobre su significado. Y en
aquel economato de mi juventud perdida para siempre solía comprar, entre otras
cosas, latas de sardinas en aceite. Ni sé el tiempo que llevarían en la tienda.
Algunas latas ya tenían hasta algo de oxidación en el nervio que circundaba la
base. Era necesario abrirlas aplicando una llave con ranura sobre una lengüeta.
Pues bien, el recuerdo de aquellas sardinas entre pan a media mañana, o el de
las agujas en escabeche, me resulta entrañable. Las agujas iban dentro de unas
latas redondas enormes, como las de bonito del Norte. Ambos pescados solían
venderse en las tiendas de ultramarinos al peso. Pero, sí, me parece que es
verdad que mejoran con los años las sardinas en lata. Las almejas no lo sé.
Pero a las alabanzas a los vinos de reserva, a los quesos curados y a los
jamones de cebo será necesario añadir, a partir de ahora, ciertas latas de
conserva, o sea, las de las latas de pescados azules y las de almejas olvidadas
en las estanterías de la viejas tienda
de ultramarinos. ¡Quién lo iba a decir¡ Viniendo de la mar, todo es posible. Lo
decía Ramón en una de sus greguerías: “El día del Juicio Final las estrellas de
mar volverán al cielo”.
Puente de plata
Cristina López, en La Razón, hace una
adulación casi vergonzosa de Esperanza
Aguirre. La compara con Merkel y Thatcher, sobre las que dice: “Es curioso que
las grandes jefas de Estado europeas hayan sido de derechas. Dice poco de la
izquierda”. Dentro de su “particular” consideración, respetable por mi parte
aunque no la comparta, también hace referencia a Luisa Fernanda Rudi, sobre la
que cuenta que “mandó en la
Cámara, pero sin apenas protagonismo en la política real”.
Hombre, Rudi ha sido varias veces
diputada a Cortes, eurodiputada, alcaldesa de Zaragoza, presidenta del PP en
Aragón y presidenta de la Diputación General
de Aragón. Si eso no es tener protagonismo en la política real, que venga Dios
y lo vea. En otro apartado de su artículo, López remata faena hincando el
estoque al volapié: “Es curioso que en los casos citados –Merkel, Thatcher,
Aguirre– se repitan las biografías. El padre como modelo; cierta falta de
atractivo físico y un predominio de la capacidad de trabajo y de estudio. Aquí
ya no sé qué decir. ¿El padre como modelo, pero modelo de qué? Eso ya roza lo
freudiano. Merkel, hija de un pastor luterano llamado Horst Kasner, tomó el
apellido actual de quien fuera su primer marido, Ulrich Merkel, del que se
divorció en 1982. Thatcher, de apellido de soltera Roberts, es hija de un
propietario de dos tiendas de comestibles y predicador del Metodismo. Como
puede comprobarse, los apellidos paternos, tanto de Merkel como de Tharcher, desaparecieron
y no precisamente por arte de magia sino por propio deseo de ellas. Vamos al
caso de Aguirre. Es hija de José Luis Aguirre Borrell, procurador en Cortes durante la etapa
franquista por el tercio sindical nada menos que siete legislaturas. Aquellos
procuradores sí que se lo llevaban crudo: chaquetilla blanca, cuatro aplausos
de adhesión a Franco en la
Cámara y a pasar por caja, que en cobrar es donde está la
ganancia Y, ¡oh, casualidad!, ocupó la jefatura de Publicidad de Turismo
precisamente cuando su tío, Ignacio Aguirre Borrell, era Secretario de Estado
de Turismo—, donde permaneció tres años, hasta 1979. Después, con UCD, ocupó
diversos cargos administrativos de designación directa (es decir, sin opositar)
en el Ministerio de Cultura: en 1979, jefe del Gabinete Técnico del director
general del Libro y la
Cinematografía; en 1980, subdirectora General de Estudios en la Secretaría General
Técnica del Ministerio de Cultura; en 1981, subdirectora General de Estudios en
la Secretaría
General Técnica del Ministerio de Cultura; y, en 1982, subdirectora
general de Fundaciones y Asociaciones Culturales, y bla, bla, bla… En 1995,
siendo concejal del Ayuntamiento, fue nombrada consejera de Caja Madrid en
representación del PP. Ahí me detengo. Esperanza Aguirre y José María Aznar
tuvieron mucho que ver en el nombramiento de Miguel Blesa como presidente de
Caja Madrid. Y de aquellos polvos vienen estos lodos. Ahora Esperanza Aguirre
acaba de dimitir de la presidencia de la Comunidad, aunque no de la presidencia del PP en
Madrid, donde todavía se tienen que producir muchas batallas internas. ¿Será por problemas de salud? ¿Será por haber
reflexionado sobre las teorías de “El principio de Peter” y dar por hecho haber
alcanzado su nivel de incompetencia? ¿Será por algo “muy serio” que todavía no
ha trascendido? Qué será, será… En fín, para algunos “amigos incondicionales”
de la calle Génova, y para quiénes le han concedido con prisas la Medalla de Oro de Madrid,
Aguirre se ha marchado con presteza por la puente, que está seco. Cuatro
lágrimas, sí, pero de cocodrilo. A enemigo que huye, puente de plata.
jueves, 20 de septiembre de 2012
Un rayo de luz
Leo en ABC de Sevilla algo que
“ocurre sólo una vez
al año. Cada 19 de septiembre, a las 19.35 horas -según la hora del Gobierno- un rayo de sol accede
por uno de los ventanales de San Juan de la Palma y va recorriendo el retablo mayor del templo
hasta alcanzar el rostro de la Virgen de la Amargura”. Bueno
tal “milagro” sucederá año tras año y siglo tras siglo siempre que la talla
artística no sea movida medio metro de
su sitio, siga existiendo la holgura en la ventana que da a la calle Feria que
permite la entrada de luz solar y, lo más importante, que no salga el día
nublado. Ese mismo día, en Nápoles, se licúa cada año la sangre de san Genaro.
Es costumbre que en fecha tan señalada acudan muchos hispalenses a contemplar
el resplandor sobre la faz. Algunos ciudadanos se arrodillan a la espera de ese
momento y hasta sienten un fervorín difícil de explicar. Onubenses, hispalenses
y gaditanos ocupan esa “tierra de María Santísima” que hacen suya cada año,
tanto en el Rocío como en los actos procesionales en los que la saeta cantada
desde un balcón de Sierpes o de La
Campana rompe la noche morada con “sonios negros” y elocuentes. La fe mueve
montañas y, tal vez, la Virgen
de la Amargura
representa hoy mejor que nadie ese clavo ardiendo en el que agarrarse. Cáritas
detecta que la crisis está afectando gravemente a familias “normalizadas” en la
disyuntiva de comer o pagar la hipoteca. Se necesita ese rayo de luz, aunque
sea una vez al año.
miércoles, 19 de septiembre de 2012
El chacachá del tren
No cabe duda de que el Gobierno
pretende privatizar Adif, Renfe Operadora y todo lo que se mueve por la red
ferroviaria. A nadie se le escapa que en el ejercicio de 2011 se cerró el
balance de la empresa pública con unas pérdidas de 130 millones de euros y que sólo tuvo beneficios el tren de
alta velocidad. Pero no estoy refiriéndome a una empresa de chicha y nabo, sino
a una sociedad estatal que mueve más de 2.000 millones de euros sólo en venta
de billetes, que dispone de 14.000 empleados y que opera una red de 13.996 kilómetros
de extensión, lo que equivale en costes reales a un empleado por cada
kilómetro de trayecto. Es decir, que pierden dinero los trenes de larga
distancia, de media distancia, de cercanías y de mercancías. Hoy Julio
Gómez-Pomar, presidente
de Renfe, presenta en Madrid un Talgo (“Avril”) capaz de circular a más de
trescientos kilómetros por hora con mayor capacidad de asientos en clase
turista, lo que supone que favorecerá el abaratamiento del billete para la
“clase de tropa”. La oferta de billetes 'low cost',
algo similar a lo que desde hace tiempo se hace en los vuelos infumables, puede
que reduzca en algo el precio de un billete que hoy resulta nada asequible para
el bolsillo de los españoles, pero no cabe duda de que bajará considerablemente
la calidad de un servicio hasta ahora aceptable. Viajar como sardinas en lata
en clase “turista” por el hecho de añadirse otra fila de asientos (tres a un lado y dos al otro), puede que
ayude a equilibrar en algo la hasta ahora vergonzosa cuenta de resultados. No
olvidemos que las abultadas pérdidas de Renfe las asumimos todos los ciudadanos.
Pero, para intentar equilibrar esas penosas computaciones, me parece una perversa
solución transportar a los viajeros apiñados como si se tratara de borregos en
jaulas de “Transfesa”. Y eso lo debería entender la ministra de Fomento, Ana
Pastor, no por el hecho de ser ministra de un Gobierno neoliberal que sólo
apuesta por las privatizaciones, sino por ser médico.
martes, 18 de septiembre de 2012
Se les ve el plumero
Esta tarde ha muerto en Madrid
don Santiago Carrillo Casares, un político
que ya forma parte de la historia de España. Fue el único diputado que no se
metió debajo del escaño ni demostró cobardía la malhadada tarde del 23 de febrero de 1981.
Tampoco lo hicieron Adolfo Suárez ni el general Gutiérrez Mellado. Ya he
contado alguna vez que en cierta ocasión cené con Santiago Carrillo en un
restaurante de Zaragoza junto a un grupo de sindicalistas de Comisiones
Obreras. No recuerdo lo que sirvieron en aquella ocasión, que todos pagamos a
riguroso escote. Pero sí recuerdo lo que cenó don Santiago: una sencilla tortilla
francesa y un vasito de agua. A los postres me acerqué a saludarle. Nunca más tuve el honor de poder hablar con
él. Carrillo hablaba pausado y tenía la cabeza muy despejada. Le recordé una
vieja fotografía en la que él estaba cogido del brazo de Largo Caballero. “Sí
-me dijo sonriente-, aquel día cumplía veintiún años”. Los compañeros de
sindicato le tuteaban: “Santiago por aquí, Santiago por allá”. Yo desde el
primer momento le traté con un gran respeto y siempre de usted, no sólo por la
edad sino por lo que representaba para los españoles que no vivimos la guerra.
En cierta ocasión me regalaron el libro “Carrillo miente”, escrito por Ricardo
de la Cierva. Es
infumable. Me consta que su padre, el abogado y miembro de Acción Popular Ricardo
de la Cierva Codorníu, fue asesinado en Paracuellos
de Jarama tras haber sido capturado en Barajas por la delación de un
colaborador, cuando trataba de huir a Francia para reunirse con su mujer y sus
seis hijos pequeños. Pero de ninguna de las manera puede hacer responsable de
ese vil asesinato a Santiago Carrillo, como hace a lo largo de buena parte del
libro. El historiador solo tenía 10 años cuando se enteró de la muerte de su
padre: “Lo supe justo al día siguiente -cuenta De la Cierva-. Estaba en
San Sebastián y me lo comunicó Fernando Roldán, un teniente de artillería que
estaba al tanto de todo lo que sucedía en la capital porque tenía hilo directo
con Manuel Gutiérrez-Mellado, quien dirigía la quinta columna. Mi padre llegó
en la primera madrugada al arroyo de San José, pero que no lo fusilaron hasta
las cuatro de la tarde. La tardanza se debió a que los verdugos ejecutaban a
los prisioneros en grupos de diez. La angustia tuvo que ser interminable”. Hoy,
con el cadáver de don Santiago todavía caliente, determinada prensa de la
derecha más rancia vuelve a la carga con el tema de Paracuellos. Y machacan, y
machacan… Deberían enterarse quienes hacen este tipo de prensa panfletaria que
una mentira mil veces repetida no se convierte en verdad. La expresión “ni
hablar del peluquín” sirve de rechazo categórico a lo que otros afirman. Y está claro que con determinadas cosas que
algunos afirman y publican sin pruebas, aparte de no ser ciertas, sirven para
que se les vea el plumero. Se puede hacer bromas recordando el tema de la
peluca. A mí también me hizo gracia en su día ver a Carrillo por las calles de
Madrid con aquella peluca oxigenada al estilo de Lauren Postigo y que, pasado
el tiempo, se la devolvería con todos los honores Rodolfo Martín Villa. Pero no
se debe acusar a nadie sin pruebas de las matanzas de Paracuellos. Espero que
el tiempo y la historia pongan las cosas en su sitio. Descanse en paz don
Santiago Carrillo Solares, amigo y
maestro.
¡Ay, llora mi nena!
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, le ha dicho a Joaquín Almunia que “el rescate se decidirá cuando las cosas estén atadas y bien atadas”. ¿De qué me suena eso? Ah, sí, de Franco. Joaquín Almunia desea que Mariano Rajoy pida el rescate cuanto antes y Merkel le ha dicho a Rajoy que no lo pida, al menos de momento. Me viene a la mente la canción cubana que canta Elíades Ochoa acompañado del Cuarteto Patria: “Enrique aconseja a d’Ors, / Torres me quiere dejar; / yo metida en la sabana / por culpa de otra mujer/ Torres me quiere dejar, / ¡Ay, llora mi nena!...”. Esperanza Aguirre, la condesa consorte, se marcha de la Comunidad de Madrid a la francesa y como alma que lleva el diablo, con las mismas prisas que las de aquel día en que salió de Bombay con los calcetines puestos y dejando a su suerte al resto de la comitiva que la acompañaba. ¿Se acuerdan de Pimentel? Cerró la puerta de su despacho sin molestarse en apagar la luz, tomó un taxi, se despidió de los lideres sindicales y hasta luego, Lucas. El Rey, en la página web de la Casa Real, lanza un mensaje en relación con las pretensiones secesionistas de Artur Mas: “No son estos tiempos buenos para escudriñar en las esencias ni para debatir si son galgos o podencos”; y Pérez Rubalcaba, en el Ente Público (quién te ha visto y quién te ve, Bernabé), afirmaba anteayer por la noche que “el Estado dejó las cuentas impecables” a la salida de los socialistas del Gobierno. Pero lo más importante, si cabe, de todo lo que aclaró el jefe de la Oposición, fue que “en Cataluña hay una situación difícil, pero no es un ‘lío’ ni una ‘algarabía’ sino un problema político”, y yo añadiría que de complicada solución. Ya ven cómo está el patio. Ahora resulta que cobran a un euro la entrada al Santuario de la Misericordia de Borja por visitar el eccehomo y los abogados de Cecilia Jiménez, la autora del desaguisado, ya estudian pedir derechos de autor. Y el pensador francés Jean-Luc Nancy, que ha abierto las III Jornades Filosòfiques de Barcelona, nos dice que La Sagrada Familia no es un templo, que es Disneylandia. Sí, creo que es mejor no escudriñar en las esencias.
lunes, 17 de septiembre de 2012
No perder la cara al toro
Es una simpleza decir que todo en
esta vida tiene su riesgo. ¡Pues claro! Cuando al torero le mata el toro, el
albañil se cae del andamio, el guardia recibe un tiro de un quinqui, o el
pescador se engancha en el anzuelo, se inscribe todo ello dentro de los gajes
del oficio. Lo que no resulta normal es que el amo muerda al perro, o que
cierre una funeraria por falta de clientes. No cabe duda de que hay que
prevenirse de tales circunstancias. Cuando el torero le pierde la cara al toro
acostumbra a ir derecho a la enfermería, cuando el albañil se cae del andamio
suele ser por falta de protección, cuando el pescador se engancha en el anzuelo
conviene saber que tal garfio debe extraerse siempre al revés, o sea, por la
parte en que se ata al sedal, etcétera. Los gajes del oficio comienzan desde el
mismo instante de nacer, a esa hora indefinida que sólo interesa a los
confeccionistas de horóscopos y cartas astrales. El español, que es sabio ante
la desgracia y la muerte, acostumbra a quitar penas durante los velatorios. Por
eso en los pueblos se inventó la mesa camilla, el ojén, las pastas y la boina
sobre las rodillas. Aquí, a Dios gracias, hay recursos para todos los eventos y
se suele caminar por la vía de lo práctico. Las lágrimas, sin embargo,
necesitan de su onomatopeya para ser creíbles, de la misma manera que para bailar con la negra
rumbita en noche carnavalesca hay que echar toda la carne al asador y se requiere
cimbreo de cintura en el ritmo del mambo, la conga, la samba y me voy a la
pachanga.
domingo, 16 de septiembre de 2012
Mendicidad y mendacidad
Hoy Elvira Lindo, en El País,
pone el dedo en la llaga: “Asistimos, hasta el momento con inusitada y
misteriosa calma, a la adopción de una política económica brutal, consistente
en arreglar el desaguisado que la misma clase política provocó con medidas que
agobian y humillan. (…) Y si el sacrificio sirviera para algo, si alguien
supiera a qué conduce, pero de momento lo único que se está provocando es
miedo, paralización del riesgo creativo y una especie de desánimo colectivo que
degenera ya en un profundo resentimiento”. Elvira Lindo me recuerda la
desesperanza de Miguel de Unamuno ante el devenir caótico de una España adormecida y silente que no terminaba de
entender. El llano inhóspito de la altiplanicie castellana, donde la resignación
general era manifiesta entonces, es hoy como una capa que lo envuelve todo,
como una inmensa duna que se desplaza de un lado para el otro de forma lenta
aunque inexorable y que produce una tormentosa zozobra para el que la padece,
en este caso para la inmensa mayoría de los ciudadanos que conforman el Estado.
En aquella situación histórica insoportable,
hacía referencia Unamuno con estas palabras: “Atraviesa la sociedad
española honda crisis; hay en su seno reajustes íntimos, vivaz trasiego de elementos,
hervor de descomposiciones y recombinaciones”. En la situación actual, el
Gobierno que preside Mariano Rajoy, obsesionado con unos ajustes económicos de
caballo para cumplir el objetivo de déficit del 4’5% fijado por la Unión Europea, está asfixiando
a los más desfavorecidos, que ya son legión. Los españoles de a pie estamos
entre el Pinto de la mendicidad por exigencias del guión y el Vademoro de
la mendacidad de un Gobierno neoliberal que todo lo pretende
cimentar sobre mentiras mil veces repetidas.
sábado, 15 de septiembre de 2012
Oxidación
Le preguntaba Mariló Montero a
Anne Igartiburu si creía que se encontraba un poco oxidada. Está claro que esa
impertinencia está fuera de lugar. Montero, en horas bajas, lo que desea es que
se hable de ella, aunque sea para mal. Sabe que se le acaba el contrato
televisivo en diciembre y que su pareja pinta menos en el Ente Público que el
tonto del paseo en las fiestas patronales.
Les sucede lo mismo a los políticos que han hecho de la política su
forma de vida y a todo ese “duquesío” (como decía el mayordomo de los marqueses
de Urquijo, según Ussía) que anda suelto y sin collarín por Madrid y que no sabe cómo “robar escena”
y en qué postura dejarse fotografiar y
llamar la atención con tal de que en una reunión sobre lo que sea se sirvan
canapés y vino de Rueda. Da igual que se trate de la exposición de pintura de
un pintor pijo y amanerado residente en el Barrio de Salamanca; de una conferencia sobre la importancia del
subfusil naranjero en la toma de Bilbao por el Tercio navarro de requetés
“María de las Nieves”, creado por el teniente coronel Utrilla; o de los efectos
perniciosos sobre la salud por la mordedura de la mosca negra. El caso es que haya
fotógrafos, que se aparezca días más tarde en
las revistas de la bragueta
haciendo el sándwich, o sea,
entre algún banquero, aunque haya sido degradado por su nefasta gestión
en la Caja de
Pensiones de Medinaceli, y algún cursi emperifollado y con ventanas a la calle
que siempre está presente, saluda a todo el mundo, besa la mano a las señoras
y “hace bolos” en las discotecas vips
hasta las siete de la mañana. La oxidación está haciendo estragos en la
política, en las finanzas, en los medios informativos, en la Iglesia y en comercio al
por mayor y al detall. Sólo se salva de la herrumbre, del cardenillo y del orín
el “duquesío” madrileño campante y rampante, aunque más empobrecido y ramplón
que nunca. Ese “duquesío” madrileño es de acero inoxidable y, aunque sabedor de
sus miserias e incapacidades, a
diferencia de políticos, banqueros, cardenales, empresarios y determinadas
rosas de pitiminí, se resiste a morir en la folla.
viernes, 14 de septiembre de 2012
Ir por atún y ver al duque
Escribe José Oneto: “Desde luego
el jefe de gabinete de un presidente de la República nunca hubiera hecho algo semejante, en
una situación similar”, refiriéndose a la presencia de Rafael Spottorno “en la
reaparición de Artur Mas en Madrid tras su desafío a España, la Constitución y la
ley”. Ni José Oneto ni nadie que tenga dos dedos de frente puede entender la
presencia del representante de la
Zarzuela en un desayuno en el que el Presidente de la Generalidad de
Cataluña decía ayer jueves que “hay una cierta fatiga entre Cataluña y España”,
precisamente al día siguiente de una Diada inolvidable, es decir, ayer, y cuando
Cataluña se encuentra sumida en una profunda recesión económica y necesita más
que nunca la ayuda del Estado para salir de su marasmo. Entre sus perlas
cultivadas, Artur Mas, señaló que “la
España del norte se ha cansado de la España del sur, y la Europa del norte también se
ha cansado de la Europa
del sur”. Al presidente catalán se le ha olvidado que gracias al esfuerzo de
los andaluces y de los extremeños en Cataluña, los conocidos como “charnegos”,
esa Comunidad Autónoma prosperó de forma considerable durante la dictadura de
Franco. Sigue contando Oneto que “la posición del Rey ante la anunciada por Mas
independencia de Cataluña no permite equívocos de ningún tipo, ni como Jefe del
Estado que es, ni como Comandante en Jefe (buenos estarán los militares con
todo esto) que sabe que la
Constitución otorga a las Fuerzas Armadas la defensa de la
unidad nacional. Entonces, ¿a cuento de qué viene la presencia del Jefe del Rey
en la conferencia desafiante a España de Artur Mas? No se sabe, pero alguien lo
debería explicar o se debería disculpar”. Argumenta Mas que Cataluña aporta
16.000 millones de euros más al Gobierno español de los que recibe. ¿A ese
cansancio se refiere? El 20 de septiembre se reunirá con Rajoy en la Moncloa. ¿Aprovechará el
viaje para ver al Rey? Ya conocen el viejo
dicho de “ir por atún y ver al duque”. Mas ahora va a por todas. Está pillado
en su propio laberinto y no hay vuelta
atrás. Ya dijo Azaña hace más de ochenta años que el problema de España
no era el País Vasco sino Cataluña. Rajoy, que está enredado en un lío
tremendo, siempre podrá echarle la culpa de los males de Cataluña a Felipe V, o
sea, al primer Borbón coronado en España.
Un poco de por favor
Con la que está cayendo, a
ciertos taxistas madrileños les ha dado por poner un pictograma en el coche de
alquiler donde prohíbe al cliente que se tire pedos; y Mariló Montero, exmujer
de Carlos Herrera, se enfada por su rebaja de sueldo (400.000 euros anuales) en
la televisión del Estado y carga en directo contra Anne Igartiburu, a la que los
nuevos directivos del ente público le han dado un programa de la tarde. Teniendo
en cuenta que Santiago González – actual pareja de Montero– ya no es director
de TVE es normal que sucedan estas cosas, con lo que se demuestra que Anne
Igartiburu no está oxidada ni enmohecida sino que goza de una lozanía que otras
presentadoras quisieran. De
cualquier manera, si Montero se enfada por su rebaja salarial, puede probar
suerte de cajera en Mercadona. Vamos, que ya está bien de tonterías. Lo de los
taxistas tiene su guasa. Oiga, ¿y si a mí no me agrada que el taxi esté sucio,
o que el taxista vaya desaseado, con el
palillo en la boca y con barba de dos días? Otros taxis de Madrid llevan una
pegatina donde puede leerse ese tópico de “Un poco de por favor”. ¡Por favor,
qué! En fín, lo que procede es que el taxista, antes de bajar la bandera, le pregunte al cliente si ya ha comido. Y en
caso afirmativo, asegurarse mediante una declaración jurada, cuyo impreso puede
estar ya confeccionado a falta de la firma, que no ha probado la fabada
asturiana ni los garbanzos de Fuentesaúco ni las lentejas del Hijo de Macario
Marcos. Otra cosa es que el cliente haya sido recogido en las proximidades del
Ikea. Ahí no caben dudas. Sólo ha podido comer codillo asado o albóndigas con
salsa de arándanos. En “La Divina Comedia” en la última línea del capítulo 21
del “Infierno” se lee un ejemplo del uso demoníaco de una función natural del
cuerpo: “Ed elli avea del cul fatto
trombetta”. Seguro que algún
taxista madrileño sabrá italiano y se lo traducirá sin problemas a sus
compañeros que hacen corro en las cabeceras de la Estación de Atocha o en la Plaza de Castilla. Todo sea
por la buena educación, que exige al cliente pedir perdón después de tirarse un
pedo. En absoluta reciprocidad, el taxista debe abrir de inmediato la
ventanilla de su lado en evitación de que conductor y conducido puedan palmar
como Caryl
Chessman.
jueves, 13 de septiembre de 2012
Un Gobierno de medias tintas
Ya no cabe duda de que la
televisión del Estado ha vuelto a los tiempos de Urdaci. En España las cosas no
van bien. La televisión oficial infravaloró la Diada dando la noticia en quinto lugar, fichan en
los “Desayunos” a la mujer de Wert, regresan las corridas de toros y, ahora, TVE prepara un programa semanal centrado en la
figura del Rey.
El Gobierno, que no hace cosa distinta que dar palos de ciego, pretende influir
sobre nuestra vida y nuestro futuro a base de persecuciones ideológicas y
sociales. Deja a los “sin papeles” sin derecho a Sanidad; humilla a los parados
con cursillos que no sirven para nada; quita la paga de diciembre a los
funcionarios; mantiene la congelación de las pensiones, pasándose por el arco
del triunfo el Pacto de Toledo; es manifiestamente incapaz de resolver
mínimamente el problema del desempleo; se niega a practicar “drásticas rebajas”
a ese 0’7 % de la cuota íntegra en las declaraciones del Impuesto sobre la Renta destinada al
sostenimiento económico de la Iglesia Católica; etcétera. Y para más inri, se
han cargado el Estado de bienestar del conjunto de los españoles en beneficio
de una Banca irresponsable y avariciosa; la Sanidad Pública, en beneficio
de la sanidad privada; la Educación Pública,
en beneficio de la concertada; el Estatuto de los Trabajadores, en beneficio de
una Patronal amodorrada y torpe a la hora de hacer inversiones y de invertir en
I+D+i, asunto sobre lo que no tienen ni puta idea. El resultado es que la Conferencia Episcopal
calla maliciosamente; la
Patrona, enmudece por su impericia; y la
Banca continúa sin conceder créditos de “andar por casa” a
los ciudadanos corrientes. Decía Alejandro Muñoz Alonso que “la mentalidad
conservadora no ha logrado nunca ver al pueblo sino como un enemigo al que hay
que domar, o como un débil de espíritu al que hay que guiar”. La picaresca de
ciertos “Lazarillos de Tormes” metidos a políticos por “la gracia de dios” de
estar dentro de unas listas cerradas lo impregna todo en este país. Los ciudadanos,
misteriosamente, se han resignado con su suerte aún sabedores de que, la
política que ejercen aquellos que disponen de “mayoría absoluta” para sacar
adelante leyes neoconservadoras, les conducen directamente a vía muerta. Lo más
triste, si cabe, es la persistencia en esa resignación; la creencia de que la
política es patrimonio de unos pocos, de ese “deus ex machina” cuyas decisiones marca el destino colectivo de
todos los ciudadanos que conforman el Estado y para los que sólo existe un
consuelo: saber que “hecha la ley, hecha la trampa”.
miércoles, 12 de septiembre de 2012
Pavana para un ministro difunto
El ministro de Economía, De
Guindos, ha dicho hoy en el Pleno del Congreso de los Diputados, y así lo
señala el diario “El País”, tres cosas que merecen consideración: 1. “Si en los
próximos trimestres no se consigue modificar la situación económica de los
últimos cinco años será imposible que se sigan manteniendo las prestaciones
sociales”. 2. “La falta de crecimiento económico y de empleo pone en riesgo el
Estado de bienestar, y no las medidas del Gobierno”; y, 3. Que “las condiciones
que se han negociado con Bruselas -refiriéndose al rescate del sistema
financiero- son "extremadamente favorables" para los intereses
españoles”. Empecemos por el final, por la número 3. No hay que ser un experto
en Economía para poder entender que el borrador del “Memorando de Entendimiento” exigido por la Comisión Europea,
el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional exige 32
condiciones de “abrigo”, entre las que se encuentran quitar la deducción por
vivienda y el aumento del IVA, que ya estamos padeciendo. Es decir que tales
condiciones favorables, de serlo, sólo lo son para los bancos, auténticos responsables
directos de haber estado revolcados en el merengue del ladrillo. Claro, Mariano
Rajoy también está en la creencia de que “debemos celebrar que los socios
europeos nos ‘estén ayudando’ con un crédito que va a pagar la Banca”, o al menos eso
ha respondido en una sesión de control Rajoy al diputado de ICV Joan Coscubiela. Y
pocas horas más tarde, encantado de haberse conocido y en un acto de vergonzosa
desfachatez, tomó un avión de ida y vuelta a Polonia (con cargo al Estado) para ver un
partido de la Eurocopa
en el que jugaba España. Lo que no dijo Rajoy es que el préstamo europeo (el
rescate financiero) se le concedía al FROB y que, por lo tanto, la deuda con
Europa la contraía España, no la
Banca responsable del desaguisado, beneficiaria de unos
fondos que no sabemos si devolverá alguna vez. Por otro lado, es evidente de
que este Gobierno ya se ha cargado el Estado de bienestar, las prestaciones
sociales, la televisión pública, la Educación, la Sanidad y todo lo que tanto costó conseguir. No
ha sido necesario esperar a los próximos trimestres para, por ejemplo, saber
que Edurne Uriarte, mujer de Wert y
tertuliana en Intereconomía y en la
COPE, ya ha sido
fichada como tertuliana en el programa “Los desayunos” de TVE. Primero se
“cargaron” a Ana Pastor, para que se cumpliese la “profecía” que el portavoz
del PP le hiciera el 12 de agosto de 2011 (por la entrevista que meses antes le
había hecho a De Cospedal). El portavoz del Aparato y profeta menor, o sea, La Voz de su Amo, le dijo aquel
día de ferragosto que “había hecho un trabajo sesgado y nada imparcial”. A Ana,
le ha hecho un favor sin pretenderlo ese profeta menor al que algún día se lo
tragará el pez gordo, como a Jonás. En mi punto 2, (la falta de crecimiento
económico y de creación de empleo) me produce risa. ¿No iba a ser Rajoy el
encargado de crear empleo? Era su mayor prioridad, ¿se acuerdan?
--Anda, niño, déjame pasar.
martes, 11 de septiembre de 2012
Chicharro tiene razón
He leído despacio, en evitación
de que se me pudiese pasar algún detalle, el artículo “Del servicio militar
obligatorio”, parte I y parte II, publicado en “República.com” por el general
Chicharro. Estoy de acuerdo con él en todo su contenido. Pero, además, he
releído “España indefensa”, de Amadeo Martínez Inglés, donde ese coronel
analizaba la situación en la que se encontraba el Ejército a finales de los
años 80, cuando todavía existía en España la recluta obligatoria. Ignoro cómo se
encuentran hoy las fuerzas operativas encargadas de salvaguardar nuestro
territorio. Pero sí conozco, por haber sido publicada, la actual deuda viva del
Ministerio de Defensa, cifrada en 26.000
millones de euros, es decir, un 3% del PIB, como consecuencia de la
modernización sin precedentes llevada a cabo en su día por el Gobierno Aznar.
En ese sentido, señalaba ya en agosto de
2011 el diario “El País” que “si se
tratara de un problema coyuntural, bastaría con posponer los pagos. Pero la
situación no será mejor sino que se agravará en el futuro. El programa de pagos
se diseñó de tal forma que en los primeros años, los de bonanza económica, las
cuotas eran reducidas; mientras que ahora, en plena crisis, su cuantía se
multiplica, hasta el punto de que a partir de 2014 será superior a la suma de
todo el capítulo de inversiones del ministerio: 1.005 millones en 2011. Según
fuentes de Defensa, mantener los plazos previstos supondría que en 15 años las
Fuerzas Armadas no podrían hacer ninguna nueva inversión y aun así no
bastaría”. En el último Consejo de Ministros se otorgó hacer entrega a las FA’s
de un suplemento de crédito de 1.782 millones de euros para atender la deuda
acumulada de proveedores por de entregas realizadas en 2010 y 2011 y, además,
poder hacer frente a los compromisos de 2012. La mayor parte del crédito
corresponde, (según “diariocrítico.com”) “al consorcio europeo para el avión de
combate ‘Eurofighter’, el helicóptero de ataque ‘Tigre’ y los buques de acción
marítima, entre otros”. El panorama, a mi entender, es desalentador. En la
página 23 de su libro, el coronel Martínez Inglés cuenta: “Estos cincuenta años
de pasividad han traído, además, otras consecuencias. El militar profesional
español del año 89, yo diría desde general a sargento, no cree en la guerra.
Tantos años de tranquilidad, de aislamiento, de volcarse al interior, de
pluriempleos, de destinos más o menos cómodos, le han deformado de tal manera
que hoy día para cualquier profesional de la milicia, honrosas excepciones
aparte, la guerra es una entelequia, un suceso ciertamente desgraciado que
ocurre en otras latitudes, que afecta a otras naciones con menos suerte que la
nuestra”. Bueno, soy consciente de que nuestra entrada en la OTAN ha hecho que cambie
sustancialmente el panorama, puesto que España cumple con honor ciertas
misiones en el exterior, por ejemplo en Afganistán. Otra cosa distinta es que
España, dado el momento actual de crisis en la que está sumida, pueda hacerse
cargo del “brutal” coste económico que supone estar a la altura de las
circunstancias. Además, existe una situación paradójica. Rodríguez Zapatero
anunció por sorpresa poco antes de
su salida del Gobierno (ver “Publico” 11.9.12) que “España será una pieza clave del escudo antimisiles aliado y que
la base naval de Rota albergará a 1.300 militares y cuatro buques de guerra de
EEUU, en cumplimiento de un programa suscrito entre los dos países en 1988
sobre ‘cooperación de la defensa’ y modificado en 2002”. La paradoja radica en que ni Ceuta ni Melilla quedan bajo el
paraguas del Tratado del Atlántico Norte. Y eso no se entiende. Pido perdón al general Chicharro por
“haberme salido por los cerros de Úbeda”. Pero hay cosas que merecen
comentario.
sábado, 8 de septiembre de 2012
Homenajes
Se dice “quedar como Cagancho en
Almagro” cuando se hacen las cosas verdaderamente mal y en público. En agosto
de 1927, Joaquín Rodríguez, Cagancho, no cumplió con las exigencias de unos
aficionados que había llegado a Almagro hasta subidos a los estribos de los
trenes y que habían pagado en Ciudad
Real auténticas fortunas en la reventa por ver una corrida donde, a la postre,
el torero se mostró distante y cobarde con los toros que le habían caído en
suerte. Casi noventa años más tarde ha sido Rafael Soto Moreno, Rafael de Paula,
quién ha dado la “espantá”. Sucedió el pasado jueves en el Parador de Ronda.
Ciertos clientes del Parador, que forman la peña “Los amigos de la Goyesca”, quisieron
homenajear al torero jerezano retirado otorgándole la llave de oro del Parador.
Pero De Paula, en vez de agradecer el reconocimiento, arremetió contra todo lo
que se movía, o sea, contra Gonzalo Fernández, director del Parador; contra el
extorero y pintor Humberto Parra, creador de la imagen que sirvió para ilustrar
la carta de la invitación a la gala; contra la alcaldesa, Maria Paz Fernández,
que había llegado al acto unos minutos tarde, y contra su propio hijo, Jesús
Soto, que había presentado momentos antes su libro “"Entre clamores y
espantás. El soplo del toreo". Decía Curro Romero en una entrevista al
Diario de Jerez: “"La reacción del toro no la sabe nadie. Un toro es
imprevisible”. La reacción de Rafael de Paula en el Parador de Ronda también
fue imprevisible. Los presentes, que sólo deseaban agradar al torero, se quedaron
con un mal sabor de boca. La “espantá” de Paula no estaba en el guión. Pese a
haber visto el video, ahora no recuerdo si éste recogió de la mesa la llave de oro del Parador para
llevársela a Jerez. Da igual. Va a ser difícil que esa llave le pueda abrir las
puertas en otros homenajes. Ya lo dijo Cagancho aquel malhadado día: “Lo que no pue zé, no pue zé”.
viernes, 7 de septiembre de 2012
Historias de la Historia
Pido perdón a Carlos Fisas, (q.e.p.d.)
por haber tomado un título para mi “post” que sólo a él le pertenece. Fisas se
fijaba en lo chico, en esas anécdotas que no se cuentan en los libros de
historia escritos con rigor. Él las desmenuzaba y sazonaba al gusto de todos,
incluso de aquellos que sienten aversión a la lectura. Un ejemplo: “Un criado
del duque del Infantado sirviendo a la mesa vertió la salsa en el mantel. “Lo
que es eso -dijo el duque- también lo sé hacer yo”. “Pues ¡vaya gracia!
-contestó el criado-, porque me lo ha visto hacer a mí”. Algo parecido hizo
Natalio Rivas con su “anecdotario”. Es importante que la labor de investigación
de los historiadores se detenga en las minucias, ya que tirando del hilo de lo
nimio se suele dar con el ovillo, que es lo que de verdad interesa a los
expertos. Ello viene a cuento con algo que parece rozar el esperpento. Resulta
que el canal Historia, de Canal +, ha descubierto que Daoíz, uno de los leones del Congreso, carece
de escroto. Velarde, el otro león, está completo. La razón habría que habérsela
preguntado a Ponciano Ponzano, que en 1866 fundió dos cañones tomados al
enemigo en Wad-Ras para hacer esas esculturas en la Real Fábrica de Artillería de
Sevilla. Carolina Godayol, directora del programa en cuestión, cuenta que la
noticia le llegó por casualidad, leyendo un blog. Godayol ha señalado en El
País que “será el propio canal Historia quien correrá con todos los gastos de
la construcción y reposición de la pieza”. Uno, cuando visita ciudades, se suele parar a
contemplar aquellos monumentos y estatuas que encuentra a su paso, como los
leones del zaragozano Puente de Piedra, obra de Francisco Rallo, o el caballo
de Espartero, en el Paseo del Espolón de Logroño, de Pablo Gibert Roig. Pero no
parece normal que alguien, como en este caso, se haya dedicado a mirar por
retambufa a Daoíz y a Velarde (para los castizos, Benavides y Malospelos) en la Carrera de San Jerónimo,
intentando comprobar el tamaño de sus respectivos atributos sexuales. En el
diseño original de Narciso Pascual Colomer para las esquinas de las
escalerillas al Congreso de los Diputados iban unas farolas. No gustaron y fueron sustituidas por unas
estatuas de leones. Hecho el encargo a Ponzano sin apenas recursos económicos,
éste se limitó a colocar en 1851 dos esculturas en yeso pintado al bronce. Pero
al poco tiempo, por efectos de la intemperie, se deterioraron y hubo que
quitarlas de su emplazamiento. Se hizo un segundo encargo a Ponzano que pareció
excesivamente costoso. José Bellver Collazos hizo una oferta de menor cuantía,
que fue aceptada, y diseñó dos leones pequeños en piedra. Tampoco gustaron,
siendo retirados al poco tiempo ante las protestas de los madrileños. Hoy se
encuentran en los jardines de Monforte, en Valencia. En un tercer intento por
conseguir algo duradero, volvió a encargarse las esculturas de los leones a
Ponzano, esta vez en bronce, como ya se ha dejado señalado. Se colocaron en el
frontispicio definitivamente en 1872. Y ahora alguien ha descubierto que a Daoíz
le falta la bolsa escrotal. Parece raro que Ponciano Ponzano se olvidase de ese
detalle. Tal vez se quedó sin el bronce necesario, aunque parece raro. Los leones
fueron retirados de la puerta del Congreso en 1985 para proceder a una
restauración. Podría ser que se encuentre ahí la clave de esa carencia ahora
descubierta por un bloguero “voyeur”.
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