sábado, 29 de septiembre de 2012

Hiperdulía patriótica




En los Presupuestos Generales del Estado disminuye el número de funcionarios en el 2’2% y aumenta el número de altos cargos en el 4’3%, es decir, que esta guerra de cifras disminuye el número de soldados de tropa y aumenta el de jefes y oficiales. Todo para el pueblo pero sin el pueblo. Y la Guardia Civil, en un arranque de fiebre mística y de hiperdulía, acaba de conceder la Gran Cruz de la Orden del Mérito a la Virgen del Pilar. Yo ya no sé si es que les aprieta el tricornio y no les deja pensar con coherencia, o es que  es el mundo al revés. Lo que ya no sabemos es si tal distinción es pensionada y, en caso de serlo, si se enviará el dinero al cielo por medio del deán de la Basílica aragonesa o, simplemente, pasará a beneficio de inventario de los funcionarios del cielo, que no sufren recortes. Por otro lado, Juan Alberto Belloch, alcalde de Zaragoza, desea que este año las flores que conformen el manto de la Pilarica en  la Ofrenda del 12 de octubre sean de color rojo. Esa medida ha sido razón suficiente como para que hayan puesto  el grito en el cielo los floristas, que ya tenían sembrados para la ocasión gran cantidad de gladiolos de color albo. Nadie entiende ese cambio de color. Para mí que es una cortina de humo para que no se hable de otra cosa, es decir, de los recortes municipales en asuntos sociales. El lector de un periódico local, en la sección de “opinión”, se preguntaba hoy: “¿No hay un ser de carne y hueso o una organización que por sus méritos se haga acreedor a tal distinción? Ese lector, con los debidos respetos, no debe ser creyente, porque, de serlo, estaría obligado a creer de forma irrevocable en el dogma de fe que señala que “la Virgen está en carne mortal en el cielo”. El culto de hiperdulía  está asignado al culto que se rinde a la Virgen y se diferencia del culto de dulía, que se emplea para venerar a los santos o a sus reliquias. De ahora en adelante sería bueno que las casas-cuartel de la Guardia Civil cambiara en su fachada el “Todo por la Patria” por el “Todo por la hiperdulía”. La gente de los pueblos se acostumbraría al nuevo rótulo de los cuarteles una vez que conocieran su verdadero significado. Y eso, con dos homilías del párroco bien explicadas, listo.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Intereses de vuelo corto




Cuando escribe Marcello, ese perrillo blanco y canela que asoma por una ventanita sobre su columna en “República.com”,  el Gobierno aguanta la respiración. Marcello no da puntada sin hilo y los ciudadanos hartos,  esos que Rajoy pretende que se queden en casa con el chándal puesto, viendo “Sálvame” y bebiendo con avidez y a morro un botellín de cerveza como si en ello les fuese la vida, salen a la calle para manifestarse un día sí y otro también. Sólo faltaría que en este país se prohibiera el derecho al pataleo. Y Marcelo, que diariamente afina y templa su pluma antes de ponerla sobre el papel, o sobre la pantalla del ordenador, no se corta un pelo al referirse a los sucesos en Neptuno el pasado martes: “Dice Rajoy desde Nueva York que da las gracias a los españoles que no ejercen su derecho constitucional a manifestarse. Sin duda una declaración insólita por parte de un dirigente político que no se conforma con su mayoría absoluta en el Parlamento, ni con el control de gran parte de las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, así como en los medios de comunicación públicos y privados. Rajoy quiere más: silencio general y todos en su casa a verlas venir en pos de una idílica paz social que acepte sin rechistar los ajustes y las reformas del Gobierno, y que soporte en su casa las inclemencias de la crisis, el paro y la ausencia de un futuro de crecimiento que el Gobierno promete pero que no se ve”. Y como postre, Marcello hace referencia a una Corona que está necesitando ser frotada con  “sidol”: “TVE pretende promocionar un programa semanal relativo a la Familia Real, dando con ello la impresión de que la Corona está más tocada de lo que parece e intenta rehacer su imagen a toda velocidad”. Vamos, que no debemos estropear con “intereses de vuelo corto” el ágil revoloteo acrobático de la gaviota el PP en una Legislatura  que empieza a oler a muerto.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Horizontes de pobreza




Lo sucedido en Portugal, donde una ciudadanía harta ha obligado al Gobierno de Pedro Passos Coelho a dar marcha atrás en sus planes de recorte, puede ser un juego de niños si lo comparamos con la que se puede armar en este país el día menos pensado. El Gobierno que preside Mariano Rajoy está demostrando una incapacidad casi absoluta para sacar a España del atolladero. En el caso portugués, el papel moderador del presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, ha evitado males mayores tras convocar al Consejo de Estado y frenar en seco algo que hubiese podido tener consecuencias imprevisibles. Ayer en Madrid, las cargas policiales en Neptuno fueron de una absoluta desproporción. Sesenta y cuatro heridos y treinta y cinco detenidos son la prueba evidente de una acción represiva que nos retrotrae a los peores tiempos del franquismo. Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en esa Comunidad y María Dolores de Cospedal, secretaria general del Partido Popular, compararon la manifestación ciudadana de ayer con el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. ¡Hace falta estar indocumentadas! Hay que tener cuidado con lo que se dice. Ayer ninguno de los manifestantes pretendió entrar en Congreso pistola en mano ni se esperaba a la “autoridad militar, por supuesto”.  Ayer se pretendía mediante un acto de protesta de ciudadanos, hartos de mantener a políticos incompetentes y a gobernantes ineficaces, rodear el edificio del Congreso por las calles periféricas y, todo lo más, lanzar unos gritos y enseñar determinadas pancartas. La soberanía, como señala la Constitución, reside en el pueblo. Y el pueblo soberano tiene derecho a manifestarse y a exponer sus protestas en la calle cuando su futuro se reduce, en el mejor de los casos, a tener un trabajo precario; y en el peor, a rebuscar en los cubos de basura. Se ha arruinado un pueblo a costa del Estado. A mi entender, el Congreso no representa la voluntad popular en un Estado donde existen listas cerradas y disciplina de voto. El ciudadano tampoco termina de entender que sólo existan ayudas, y mediante “rescate”, para una banca avariciosa y culpable por los préstamos al ladrillo. La marca España hay que “venderla” en el exterior cuando se tienen los horizontes despejados. Empecinarse en tratar de convencer al “The New York Times” de nuestras bondades como país, produce en los americanos la misma risa que ver a un burro comiendo higos. Una cosa es vender “talgos” y líneas de alta velocidad (como España, gracias al Rey y su amistad con los árabes, ha conseguido con el tramo Medina-La Meca) y otra cosa muy distinta impartir clases de democracia al resto del mundo.

martes, 25 de septiembre de 2012

Una pistola de goma




A todos los niños de mi época nos regalaban el día de Reyes, o por nuestro cumpleaños, algún arma de juguete. Era normal que los niños recibieran escopetas que disparaban corchos sujetos con un hilo y las niñas recibieran muñecas y cocinitas.  En mi infancia, hice acopio de  todo un arsenal de pistolas, carabinas y puñales de plástico. Recuerdo que en las tiendas de chucherías vendían unas pistolas con culata de goma en forma de pera, para que su interior pudiera llenarse de agua. Jugar a  policías y ladrones equivalía a pasarlo de lo lindo. Hoy, en la madrileña Plaza de Callao, un agente ha sacado la pistola al tiempo que un grupo de manifestantes que se dirigía a la Carrera de San Jerónimo increpaba a la Policía que guardaba el orden entre el Fnac y Preciados. Pero la pistola que ha sacado el agente no era la reglamentaria sino una pistola de goma. Se la ha enseñado a los revoltosos y la ha vuelto a guardar ante la juerga generalizada y el aplauso de los concentrados. Este es un país que bebe en las fuentes del esperpento y así no vamos a ningún sitio. De nada sirve que el Rey intente “vender” en Estados Unidos la marca España y visite el “The New York Times” para explicar nuestra situación económica si aquí, en la capital del Reino, desenfunda un policía una pistola de goma en una manifestación reivindicativa; si Artur Mas  adelanta elecciones al 25 de noviembre mientras  achucha a catalanes y charnegos para que Cataluña se parezca a Puerto Rico; y si Rajoy se dedica en cuerpo y alma, mientras tanto, a pedir en la ONU que España esté presente de forma permanente en el Consejo de Seguridad (ya lo hizo Aznar en su último año de mandato cuando apoyó la invasión de Iraq), y a vender humo a los miembros de la eurozona, como hacía con las estilográficas y las cuchillas de afeitar aquel charlatán de la zaragozana Plaza del Carbón. Ramonet, Mingorance o José Luís Pérez Olmedo fueron destacados charlatanes que se ganaron la vida vendiendo pelapatatas, colchas magnéticas, instrumentos para masajes y productos de todo tipo. Con su palabrería nos convencían de que al llevarnos el artículo nos estábamos llevando una ganga. Lo malo es que Rajoy ya no convence a nadie y Merkel ha vuelto a poner a España como modelo de lo que no se debe hacer. Vamos que aquí, de triunfar alguien, serán las chirigotas de Cádiz.


La Iglesia Católica, el IRPF y el otro mundo





José Pablo Jofré, corresponsal en Berlín del diario ABC, comenta que “los católicos alemanes que no paguen el  impuesto a la Iglesia quedarán excluidos de los sacramentos. El sistema estatal fiscal alemán solo permite que no se abone esa contribución a la Iglesia si se dice que ya no se es católico”. La medida, en principio,  parece lógica. Lo que sucede es que tal consideración de la Conferencia Episcopal alemana resultaría de difícil aplicación en España. Alemania carece de Concordato  y, por tanto, su financiación va en función del “pase por taquilla” en el sistema fiscal de los fieles. En España, en cambio, además la asignación tributaria a la Iglesia Católica a la que  el Estado destina el 0’7 por 100 de la cuota íntegra del el IRPF para su sostenimiento de los que así lo deciden, existe una importante exención de impuestos y goza de otros muchos beneficios como consecuencia de ese trasnochado e incomprensible Concordato en un Estado no confesional, como es el nuestro. La “apostasía fiscal” en Alemania, sin embargo, de ninguna manera lleva automáticamente aparejada la excomunión. Según la Conferencia Episcopal alemana, el individuo que se resista a sostener a la Iglesia Católica “será invitado por carta por el párroco competente a una cita, en la que se les tratará de ‘convencer’ de que ‘reconsidere’ ese paso”. Según el diario ABC, “el detonante de ese decreto (de esa medida unilateral por parte de los obispos, diría yo) es el caso de un jurista experto en Derecho Canónico, Hartmut Zapp, quien tras apostatar en 2007 y quedar por tanto exento del pago del impuesto eclesiástico, ha reclamado sin embargo su derecho a seguir siendo miembro de la Iglesia. El obispado de Friburgo presentó demanda contra Zapp ante el Tribunal Federal Administrativo, que se espera aborde el caso el próximo miércoles 26 de septiembre”, es decir, mañana. Lo mejor, supongo, será no dar ideas. En España, pese a recibir la Iglesia Católica alrededor de 6.000 millones de euros anuales, estar exenta de impuestos y controlar ( y “adoctrinar”) en gran parte la educación de casi todos los colegios concertado, se ha sacado de la manga cobrar entrada por visitar catedrales y museos diocesanos. Un ejemplo es Zaragoza, donde se cobra entrada por visitar  La Seo y el recientemente inaugurado Museo Diocesano, después de que sus obras de restauración y creación, respectivamente, hayan sido sufragadas en buena parte por la Diputación General de Aragón y por otros organismos oficiales con el dinero de todos los ciudadanos aragoneses. Pues bien, como se sigan dando ideas, a este paso pedirá el cura ecónomo comprobar la Declaración del IRPF por ver si se puso la “equis” en la casilla correspondiente del Impuesto antes de proceder a dar la comunión, casarse, o poder recibir un parroquiano enfermo los óleos y la recomendación del alma. Aunque parezca una astracanada, hasta para ir al Más Allá se deben tener los papeles de la contribución en orden. El latín es sagrado, el trigo es sagrado.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Sardinas en lata




Hoy, como ayer, me veo obligado a tener que hacer referencia a algo leído en ABC de Sevilla. No sé por qué razón tengo una cierta querencia a ese diario. De él, como se decía del cochino, me gusta hasta los andares. Ya perdonarán que sea tan insistente. Son rarezas de senectud difíciles de corregir. Pues bien, el ABC de Sevilla cuenta que “los pescados azules y las almejas mejoran con los años de enlatado”.  A Peter Durand le tengo que estar muy agradecido. Dispongo de una minúscula despensita y en sus dos o tres alacenas hay una serie de latas de conservas de distinta procedencia sobre las que llevo un “control de stock” mental casi perfecto. También tengo alguna lata de sardinas, las “picantonas” de Albo. Siendo adolescente recuerdo que solía ir a comprar a un economato que había en la fábrica en la que trabajaba mi padre. Por aquellos años, las latas de conservas no disponían, como ahora, de fecha de caducidad. Existía un troquel en la tapa, con una letra, pero que nadie entendía sobre su significado. Y en aquel economato de mi juventud perdida para siempre solía comprar, entre otras cosas, latas de sardinas en aceite. Ni sé el tiempo que llevarían en la tienda. Algunas latas ya tenían hasta algo de oxidación en el nervio que circundaba la base. Era necesario abrirlas aplicando una llave con ranura sobre una lengüeta. Pues bien, el recuerdo de aquellas sardinas entre pan a media mañana, o el de las agujas en escabeche, me resulta entrañable. Las agujas iban dentro de unas latas redondas enormes, como las de bonito del Norte. Ambos pescados solían venderse en las tiendas de ultramarinos al peso. Pero, sí, me parece que es verdad que mejoran con los años las sardinas en lata. Las almejas no lo sé. Pero a las alabanzas a los vinos de reserva, a los quesos curados y a los jamones de cebo será necesario añadir, a partir de ahora, ciertas latas de conserva, o sea, las de las latas de pescados azules y las de almejas olvidadas en las estanterías de la  viejas tienda de ultramarinos. ¡Quién lo iba a decir¡ Viniendo de la mar, todo es posible. Lo decía Ramón en una de sus greguerías: “El día del Juicio Final las estrellas de mar volverán al cielo”.

Puente de plata




Cristina López, en La Razón, hace una adulación  casi vergonzosa de Esperanza Aguirre. La compara con Merkel y Thatcher, sobre las que dice: “Es curioso que las grandes jefas de Estado europeas hayan sido de derechas. Dice poco de la izquierda”. Dentro de su “particular” consideración, respetable por mi parte aunque no la comparta, también hace referencia a Luisa Fernanda Rudi, sobre la que cuenta que “mandó en la Cámara, pero sin apenas protagonismo en la política real”. Hombre, Rudi  ha sido varias veces diputada a Cortes, eurodiputada, alcaldesa de Zaragoza, presidenta del PP en Aragón y presidenta de la Diputación General de Aragón. Si eso no es tener protagonismo en la política real, que venga Dios y lo vea. En otro apartado de su artículo, López remata faena hincando el estoque al volapié: “Es curioso que en los casos citados –Merkel, Thatcher, Aguirre– se repitan las biografías. El padre como modelo; cierta falta de atractivo físico y un predominio de la capacidad de trabajo y de estudio. Aquí ya no sé qué decir. ¿El padre como modelo, pero modelo de qué? Eso ya roza lo freudiano. Merkel, hija de un pastor luterano llamado Horst Kasner, tomó el apellido actual de quien fuera su primer marido, Ulrich Merkel, del que se divorció en 1982. Thatcher, de apellido de soltera Roberts, es hija de un propietario de dos tiendas de comestibles y predicador del Metodismo. Como puede comprobarse, los apellidos paternos, tanto de Merkel como de Tharcher, desaparecieron y no precisamente por arte de magia sino por propio deseo de ellas. Vamos al caso de Aguirre. Es hija de José Luis Aguirre Borrell,  procurador en Cortes durante la etapa franquista por el tercio sindical nada menos que siete legislaturas. Aquellos procuradores sí que se lo llevaban crudo: chaquetilla blanca, cuatro aplausos de adhesión a Franco en la Cámara y a pasar por caja, que en cobrar es donde está la ganancia Y, ¡oh, casualidad!, ocupó la jefatura de Publicidad de Turismo precisamente cuando su tío, Ignacio Aguirre Borrell, era Secretario de Estado de Turismo—, donde permaneció tres años, hasta 1979. Después, con UCD, ocupó diversos cargos administrativos de designación directa (es decir, sin opositar) en el Ministerio de Cultura: en 1979, jefe del Gabinete Técnico del director general del Libro y la Cinematografía; en 1980, subdirectora General de Estudios en la Secretaría General Técnica del Ministerio de Cultura; en 1981, subdirectora General de Estudios en la Secretaría General Técnica del Ministerio de Cultura; y, en 1982, subdirectora general de Fundaciones y Asociaciones Culturales, y bla, bla, bla… En 1995, siendo concejal del Ayuntamiento, fue nombrada consejera de Caja Madrid en representación del PP. Ahí me detengo. Esperanza Aguirre y José María Aznar tuvieron mucho que ver en el nombramiento de Miguel Blesa como presidente de Caja Madrid. Y de aquellos polvos vienen estos lodos. Ahora Esperanza Aguirre acaba de dimitir de la presidencia de la Comunidad, aunque no de la presidencia del PP en Madrid, donde todavía se tienen que producir muchas batallas internas.  ¿Será por problemas de salud? ¿Será por haber reflexionado sobre las teorías de “El principio de Peter” y dar por hecho haber alcanzado su nivel de incompetencia? ¿Será por algo “muy serio” que todavía no ha trascendido? Qué será, será… En fín, para algunos “amigos incondicionales” de la calle Génova, y para quiénes le han concedido con prisas la Medalla de Oro de Madrid, Aguirre se ha marchado con presteza por la puente, que está seco. Cuatro lágrimas, sí, pero de cocodrilo. A enemigo que huye, puente de plata.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Un rayo de luz




Leo en ABC de Sevilla algo que “ocurre sólo una vez al año. Cada 19 de septiembre, a las 19.35 horas -según  la hora del Gobierno- un rayo de sol accede por uno de los ventanales de San Juan de la Palma y va recorriendo el retablo mayor del templo hasta alcanzar el rostro de la Virgen de la Amargura”. Bueno tal “milagro” sucederá año tras año y siglo tras siglo siempre que la talla artística  no sea movida medio metro de su sitio, siga existiendo la holgura en la ventana que da a la calle Feria que permite la entrada de luz solar y, lo más importante, que no salga el día nublado. Ese mismo día, en Nápoles, se licúa cada año la sangre de san Genaro. Es costumbre que en fecha tan señalada acudan muchos hispalenses a contemplar el resplandor sobre la faz. Algunos ciudadanos se arrodillan a la espera de ese momento y hasta sienten un fervorín difícil de explicar. Onubenses, hispalenses y gaditanos ocupan esa “tierra de María Santísima” que hacen suya cada año, tanto en el Rocío como en los actos procesionales en los que la saeta cantada desde un balcón de Sierpes o de La Campana rompe la noche morada  con “sonios negros” y elocuentes. La fe mueve montañas y, tal vez, la Virgen de la Amargura representa hoy mejor que nadie ese clavo ardiendo en el que agarrarse. Cáritas detecta que la crisis está afectando gravemente a familias “normalizadas” en la disyuntiva de comer o pagar la hipoteca. Se necesita ese rayo de luz, aunque sea una vez al año.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

El chacachá del tren




No cabe duda de que el Gobierno pretende privatizar Adif, Renfe Operadora y todo lo que se mueve por la red ferroviaria. A nadie se le escapa que en el ejercicio de 2011 se cerró el balance de la empresa pública con unas pérdidas de 130 millones de euros y que sólo tuvo beneficios el tren de alta velocidad. Pero no estoy refiriéndome a una empresa de chicha y nabo, sino a una sociedad estatal que mueve más de 2.000 millones de euros sólo en venta de billetes, que dispone de 14.000 empleados y que opera una red de 13.996 kilómetros de extensión, lo que equivale en costes reales a un empleado por cada kilómetro de trayecto. Es decir, que pierden dinero los trenes de larga distancia, de media distancia, de cercanías y de mercancías. Hoy Julio Gómez-Pomar, presidente de Renfe, presenta en Madrid un Talgo (“Avril”) capaz de circular a más de trescientos kilómetros por hora con mayor capacidad de asientos en clase turista, lo que supone que favorecerá el abaratamiento del billete para la “clase de tropa”. La oferta de billetes  'low cost', algo similar a lo que desde hace tiempo se hace en los vuelos infumables, puede que reduzca en algo el precio de un billete que hoy resulta nada asequible para el bolsillo de los españoles, pero no cabe duda de que bajará considerablemente la calidad de un servicio hasta ahora aceptable. Viajar como sardinas en lata en clase “turista” por el hecho de añadirse otra fila de asientos  (tres a un lado y dos al otro), puede que ayude a equilibrar en algo la hasta ahora vergonzosa cuenta de resultados. No olvidemos que las abultadas pérdidas de Renfe las asumimos todos los ciudadanos. Pero, para intentar equilibrar esas penosas computaciones, me parece una perversa solución transportar a los viajeros apiñados como si se tratara de borregos en jaulas de “Transfesa”. Y eso lo debería entender la ministra de Fomento, Ana Pastor, no por el hecho de ser ministra de un Gobierno neoliberal que sólo apuesta por las privatizaciones, sino por ser médico.

martes, 18 de septiembre de 2012

Se les ve el plumero




Esta tarde ha muerto en Madrid don Santiago Carrillo Casares, un  político que ya forma parte de la historia de España. Fue el único diputado que no se metió debajo del escaño ni demostró cobardía la  malhadada tarde del 23 de febrero de 1981. Tampoco lo hicieron Adolfo Suárez ni el general Gutiérrez Mellado. Ya he contado alguna vez que en cierta ocasión cené con Santiago Carrillo en un restaurante de Zaragoza junto a un grupo de sindicalistas de Comisiones Obreras. No recuerdo lo que sirvieron en aquella ocasión, que todos pagamos a riguroso escote. Pero sí recuerdo lo que cenó don Santiago: una sencilla tortilla francesa y un vasito de agua. A los postres me acerqué a saludarle.  Nunca más tuve el honor de poder hablar con él. Carrillo hablaba pausado y tenía la cabeza muy despejada. Le recordé una vieja fotografía en la que él estaba cogido del brazo de Largo Caballero. “Sí -me dijo sonriente-, aquel día cumplía veintiún años”. Los compañeros de sindicato le tuteaban: “Santiago por aquí, Santiago por allá”. Yo desde el primer momento le traté con un gran respeto y siempre de usted, no sólo por la edad sino por lo que representaba para los españoles que no vivimos la guerra. En cierta ocasión me regalaron el libro “Carrillo miente”, escrito por Ricardo de la Cierva. Es infumable. Me consta que su padre, el abogado y miembro de Acción Popular Ricardo de la Cierva  Codorníu, fue asesinado en Paracuellos de Jarama tras haber sido capturado en Barajas por la delación de un colaborador, cuando trataba de huir a Francia para reunirse con su mujer y sus seis hijos pequeños. Pero de ninguna de las manera puede hacer responsable de ese vil asesinato a Santiago Carrillo, como hace a lo largo de buena parte del libro. El historiador solo tenía 10 años cuando se enteró de la muerte de su padre: “Lo supe justo al día siguiente -cuenta De la Cierva-. Estaba en San Sebastián y me lo comunicó Fernando Roldán, un teniente de artillería que estaba al tanto de todo lo que sucedía en la capital porque tenía hilo directo con Manuel Gutiérrez-Mellado, quien dirigía la quinta columna. Mi padre llegó en la primera madrugada al arroyo de San José, pero que no lo fusilaron hasta las cuatro de la tarde. La tardanza se debió a que los verdugos ejecutaban a los prisioneros en grupos de diez. La angustia tuvo que ser interminable”. Hoy, con el cadáver de don Santiago todavía caliente, determinada prensa de la derecha más rancia vuelve a la carga con el tema de Paracuellos. Y machacan, y machacan… Deberían enterarse quienes hacen este tipo de prensa panfletaria que una mentira mil veces repetida no se convierte en verdad. La expresión “ni hablar del peluquín” sirve de rechazo categórico a lo que otros afirman. Y  está claro que con determinadas cosas que algunos afirman y publican sin pruebas, aparte de no ser ciertas, sirven para que se les vea el plumero. Se puede hacer bromas recordando el tema de la peluca. A mí también me hizo gracia en su día ver a Carrillo por las calles de Madrid con aquella peluca oxigenada al estilo de Lauren Postigo y que, pasado el tiempo, se la devolvería con todos los honores Rodolfo Martín Villa. Pero no se debe acusar a nadie sin pruebas de las matanzas de Paracuellos. Espero que el tiempo y la historia pongan las cosas en su sitio. Descanse en paz don Santiago Carrillo  Solares, amigo y maestro.

¡Ay, llora mi nena!



La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, le ha dicho a  Joaquín Almunia que “el rescate se decidirá cuando las cosas estén atadas y bien atadas”. ¿De qué me suena eso? Ah, sí, de Franco. Joaquín Almunia desea que Mariano Rajoy pida el rescate cuanto antes y Merkel le ha dicho a Rajoy que no lo pida, al menos de momento. Me viene a la mente la canción cubana que canta Elíades Ochoa acompañado del Cuarteto Patria: “Enrique aconseja a d’Ors, / Torres me quiere dejar; / yo metida en la sabana / por culpa de otra mujer/ Torres me quiere dejar, / ¡Ay, llora mi nena!...”. Esperanza Aguirre, la condesa consorte, se marcha de la Comunidad de Madrid a la francesa y como alma que lleva el diablo, con las mismas prisas que las de aquel día en que salió de Bombay con los calcetines puestos y dejando a su suerte al resto de la comitiva que la acompañaba. ¿Se acuerdan de Pimentel? Cerró la puerta de su despacho sin molestarse en apagar la luz, tomó un taxi, se despidió de los lideres sindicales y hasta luego, Lucas. El Rey, en la página web de la Casa Real, lanza un mensaje en relación con las pretensiones secesionistas de Artur Mas: “No son estos tiempos buenos para escudriñar en las esencias ni para debatir si son galgos o podencos”; y Pérez Rubalcaba, en el Ente Público (quién te ha visto y quién te ve, Bernabé), afirmaba anteayer por la noche que “el Estado dejó las cuentas impecables” a la salida de los socialistas del Gobierno. Pero lo más importante, si cabe, de todo lo que aclaró el jefe de la Oposición, fue que “en Cataluña hay una situación difícil, pero no es un ‘lío’ ni una ‘algarabía’ sino un problema político”, y yo añadiría que de complicada solución. Ya ven cómo está el patio. Ahora resulta que cobran a un euro la entrada al Santuario de la Misericordia de Borja por visitar el eccehomo y los abogados de Cecilia Jiménez, la autora del desaguisado, ya estudian pedir derechos de autor. Y el pensador francés Jean-Luc Nancy, que ha abierto las III Jornades Filosòfiques de Barcelona, nos dice que La Sagrada Familia no es un templo, que es Disneylandia. Sí, creo que es mejor no escudriñar en las esencias.


lunes, 17 de septiembre de 2012

No perder la cara al toro




Es una simpleza decir que todo en esta vida tiene su riesgo. ¡Pues claro! Cuando al torero le mata el toro, el albañil se cae del andamio, el guardia recibe un tiro de un quinqui, o el pescador se engancha en el anzuelo, se inscribe todo ello dentro de los gajes del oficio. Lo que no resulta normal es que el amo muerda al perro, o que cierre una funeraria por falta de clientes. No cabe duda de que hay que prevenirse de tales circunstancias. Cuando el torero le pierde la cara al toro acostumbra a ir derecho a la enfermería, cuando el albañil se cae del andamio suele ser por falta de protección, cuando el pescador se engancha en el anzuelo conviene saber que tal garfio debe extraerse siempre al revés, o sea, por la parte en que se ata al sedal, etcétera. Los gajes del oficio comienzan desde el mismo instante de nacer, a esa hora indefinida que sólo interesa a los confeccionistas de horóscopos y cartas astrales. El español, que es sabio ante la desgracia y la muerte, acostumbra a quitar penas durante los velatorios. Por eso en los pueblos se inventó la mesa camilla, el ojén, las pastas y la boina sobre las rodillas. Aquí, a Dios gracias, hay recursos para todos los eventos y se suele caminar por la vía de lo práctico. Las lágrimas, sin embargo, necesitan de su onomatopeya para ser creíbles, de  la misma manera que para bailar con la negra rumbita en noche carnavalesca hay que echar toda la carne al asador y se requiere cimbreo de cintura en el ritmo del mambo, la conga, la samba y me voy a la pachanga.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Mendicidad y mendacidad




Hoy Elvira Lindo, en El País, pone el dedo en la llaga: “Asistimos, hasta el momento con inusitada y misteriosa calma, a la adopción de una política económica brutal, consistente en arreglar el desaguisado que la misma clase política provocó con medidas que agobian y humillan. (…) Y si el sacrificio sirviera para algo, si alguien supiera a qué conduce, pero de momento lo único que se está provocando es miedo, paralización del riesgo creativo y una especie de desánimo colectivo que degenera ya en un profundo resentimiento”. Elvira Lindo me recuerda la desesperanza de Miguel de Unamuno ante el devenir  caótico de una España  adormecida y silente que no terminaba de entender. El llano inhóspito de la altiplanicie castellana, donde la resignación general era manifiesta entonces, es hoy como una capa que lo envuelve todo, como una inmensa duna que se desplaza de un lado para el otro de forma lenta aunque inexorable y que produce una tormentosa zozobra para el que la padece, en este caso para la inmensa mayoría de los ciudadanos que conforman el Estado. En aquella situación histórica insoportable,  hacía referencia Unamuno con estas palabras: “Atraviesa la sociedad española honda crisis; hay en su seno reajustes íntimos, vivaz trasiego de elementos, hervor de descomposiciones y recombinaciones”. En la situación actual, el Gobierno que preside Mariano Rajoy,  obsesionado con unos ajustes económicos de caballo para cumplir el objetivo de déficit del 4’5% fijado por la Unión Europea, está asfixiando a los más desfavorecidos, que ya son legión. Los españoles de a pie estamos entre el Pinto de la mendicidad por exigencias del guión y el Vademoro de la  mendacidad de un  Gobierno neoliberal que todo lo pretende cimentar sobre mentiras mil veces repetidas.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Oxidación




Le preguntaba Mariló Montero a Anne Igartiburu si creía que se encontraba un poco oxidada. Está claro que esa impertinencia está fuera de lugar. Montero, en horas bajas, lo que desea es que se hable de ella, aunque sea para mal. Sabe que se le acaba el contrato televisivo en diciembre y que su pareja pinta menos en el Ente Público que el tonto del paseo en las fiestas patronales.  Les sucede lo mismo a los políticos que han hecho de la política su forma de vida y a todo ese “duquesío” (como decía el mayordomo de los marqueses de Urquijo, según Ussía) que anda suelto y sin collarín  por Madrid y que no sabe cómo “robar escena” y en qué postura dejarse fotografiar  y llamar la atención con tal de que en una reunión sobre lo que sea se sirvan canapés y vino de Rueda. Da igual que se trate de la exposición de pintura de un pintor pijo y amanerado residente en el Barrio de Salamanca;  de una conferencia sobre la importancia del subfusil naranjero en la toma de Bilbao por el Tercio navarro de requetés “María de las Nieves”, creado por el teniente coronel Utrilla; o de los efectos perniciosos sobre la salud por la mordedura de la mosca negra. El caso es que haya fotógrafos, que se aparezca días más tarde en  las revistas de la bragueta  haciendo el sándwich, o sea,  entre algún banquero, aunque haya sido degradado por su nefasta gestión en la Caja de Pensiones de Medinaceli, y algún cursi emperifollado y con ventanas a la calle que siempre está presente, saluda a todo el mundo, besa la mano a las señoras y  “hace bolos” en las discotecas vips hasta las siete de la mañana. La oxidación está haciendo estragos en la política, en las finanzas, en los medios informativos, en la Iglesia y en comercio al por mayor y al detall. Sólo se salva de la herrumbre, del cardenillo y del orín el “duquesío” madrileño campante y rampante, aunque más empobrecido y ramplón que nunca. Ese “duquesío” madrileño es de acero inoxidable y, aunque sabedor de sus miserias e incapacidades,  a diferencia de políticos, banqueros, cardenales, empresarios y determinadas rosas de pitiminí, se resiste a morir en la folla.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Ir por atún y ver al duque




Escribe José Oneto: “Desde luego el jefe de gabinete de un presidente de la República nunca hubiera hecho algo semejante, en una situación similar”, refiriéndose a la presencia de Rafael Spottorno “en la reaparición de Artur Mas en Madrid tras su desafío a España, la Constitución y la ley”. Ni José Oneto ni nadie que tenga dos dedos de frente puede entender la presencia del representante de la Zarzuela en un desayuno en el que el Presidente de la Generalidad de Cataluña decía ayer jueves que “hay una cierta fatiga entre Cataluña y España”, precisamente al día siguiente de una Diada inolvidable, es decir, ayer, y cuando Cataluña se encuentra sumida en una profunda recesión económica y necesita más que nunca la ayuda del Estado para salir de su marasmo. Entre sus perlas cultivadas, Artur Mas, señaló que “la España del norte se ha cansado de la España del sur, y la Europa del norte también se ha cansado de la Europa del sur”. Al presidente catalán se le ha olvidado que gracias al esfuerzo de los andaluces y de los extremeños en Cataluña, los conocidos como “charnegos”, esa Comunidad Autónoma prosperó de forma considerable durante la dictadura de Franco. Sigue contando Oneto que “la posición del Rey ante la anunciada por Mas independencia de Cataluña no permite equívocos de ningún tipo, ni como Jefe del Estado que es, ni como Comandante en Jefe (buenos estarán los militares con todo esto) que sabe que la Constitución otorga a las Fuerzas Armadas la defensa de la unidad nacional. Entonces, ¿a cuento de qué viene la presencia del Jefe del Rey en la conferencia desafiante a España de Artur Mas? No se sabe, pero alguien lo debería explicar o se debería disculpar”. Argumenta Mas que Cataluña aporta 16.000 millones de euros más al Gobierno español de los que recibe. ¿A ese cansancio se refiere? El 20 de septiembre se reunirá con Rajoy en la Moncloa. ¿Aprovechará el viaje para ver al Rey? Ya conocen  el viejo dicho de “ir por atún y ver al duque”. Mas ahora va a por todas. Está pillado en su propio laberinto y no hay vuelta  atrás. Ya dijo Azaña hace más de ochenta años que el problema de España no era el País Vasco sino Cataluña. Rajoy, que está enredado en un lío tremendo, siempre podrá echarle la culpa de los males de Cataluña a Felipe V, o sea, al primer Borbón coronado en España.

Un poco de por favor




Con la que está cayendo, a ciertos taxistas madrileños les ha dado por poner un pictograma en el coche de alquiler donde prohíbe al cliente que se tire pedos; y Mariló Montero, exmujer de Carlos Herrera, se enfada por su rebaja de sueldo (400.000 euros anuales) en la televisión del Estado y carga en directo contra Anne Igartiburu, a la que los nuevos directivos del ente público le han dado un programa de la tarde. Teniendo en cuenta que Santiago González – actual pareja de Montero– ya no es director de TVE es normal que sucedan estas cosas, con lo que se demuestra que Anne Igartiburu no está oxidada ni enmohecida sino que goza de una lozanía que otras presentadoras  quisieran. De cualquier manera, si Montero se enfada por su rebaja salarial, puede probar suerte de cajera en Mercadona. Vamos, que ya está bien de tonterías. Lo de los taxistas tiene su guasa. Oiga, ¿y si a mí no me agrada que el taxi esté sucio, o que el taxista vaya  desaseado, con el palillo en la boca y con barba de dos días? Otros taxis de Madrid llevan una pegatina donde puede leerse ese tópico de “Un poco de por favor”. ¡Por favor, qué! En fín, lo que procede es que el taxista, antes de bajar la bandera,  le pregunte al cliente si ya ha comido. Y en caso afirmativo, asegurarse mediante una declaración jurada, cuyo impreso puede estar ya confeccionado a falta de la firma, que no ha probado la fabada asturiana ni los garbanzos de Fuentesaúco ni las lentejas del Hijo de Macario Marcos. Otra cosa es que el cliente haya sido recogido en las proximidades del Ikea. Ahí no caben dudas. Sólo ha podido comer codillo asado o albóndigas con salsa de arándanos. En “La Divina Comedia en la última línea del capítulo 21 del “Infierno” se lee un ejemplo del uso demoníaco de una función natural del cuerpo: “Ed elli avea del cul fatto trombetta”. Seguro que algún  taxista madrileño sabrá italiano y se lo traducirá sin problemas a sus compañeros que hacen corro en las cabeceras de la Estación de Atocha o en la Plaza de Castilla. Todo sea por la buena educación, que exige al cliente pedir perdón después de tirarse un pedo. En absoluta reciprocidad, el taxista debe abrir de inmediato la ventanilla de su lado en evitación de que conductor y conducido puedan palmar como Caryl Chessman.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Un Gobierno de medias tintas




Ya no cabe duda de que la televisión del Estado ha vuelto a los tiempos de Urdaci. En España las cosas no van bien. La televisión oficial infravaloró la Diada dando la noticia en quinto lugar, fichan en los “Desayunos” a la mujer de Wert, regresan las corridas de toros y, ahora, TVE  prepara un programa semanal centrado en la figura del Rey. El Gobierno, que no hace cosa distinta que dar palos de ciego, pretende influir sobre nuestra vida y nuestro futuro a base de persecuciones ideológicas y sociales. Deja a los “sin papeles” sin derecho a Sanidad; humilla a los parados con cursillos que no sirven para nada; quita la paga de diciembre a los funcionarios; mantiene la congelación de las pensiones, pasándose por el arco del triunfo el Pacto de Toledo; es manifiestamente incapaz de resolver mínimamente el problema del desempleo; se niega a practicar “drásticas rebajas” a ese 0’7 % de la cuota íntegra en las declaraciones del Impuesto sobre la Renta destinada al sostenimiento económico de la Iglesia Católica; etcétera. Y para más inri, se han cargado el Estado de bienestar del conjunto de los españoles en beneficio de una Banca irresponsable y avariciosa; la Sanidad Pública, en beneficio de la sanidad privada; la Educación Pública, en beneficio de la concertada; el Estatuto de los Trabajadores, en beneficio de una Patronal amodorrada y torpe a la hora de hacer inversiones y de invertir en I+D+i, asunto sobre lo que no tienen ni puta idea. El resultado es que la Conferencia Episcopal calla maliciosamente; la Patrona, enmudece por su impericia;  y la Banca continúa sin conceder créditos de “andar por casa” a los ciudadanos corrientes. Decía Alejandro Muñoz Alonso que “la mentalidad conservadora no ha logrado nunca ver al pueblo sino como un enemigo al que hay que domar, o como un débil de espíritu al que hay que guiar”. La picaresca de ciertos “Lazarillos de Tormes” metidos a políticos por “la gracia de dios” de estar dentro de unas listas cerradas lo impregna todo en este país. Los ciudadanos, misteriosamente, se han resignado con su suerte aún sabedores de que, la política que ejercen aquellos que disponen de “mayoría absoluta” para sacar adelante leyes neoconservadoras, les conducen directamente a vía muerta. Lo más triste, si cabe, es la persistencia en esa resignación; la creencia de que la política es patrimonio de unos pocos, de ese deus ex machina” cuyas decisiones marca el destino colectivo de todos los ciudadanos que conforman el Estado y para los que sólo existe un consuelo: saber que “hecha la ley, hecha la trampa”.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Pavana para un ministro difunto




El ministro de Economía, De Guindos, ha dicho hoy  en el  Pleno del Congreso de los Diputados, y así lo señala el diario “El País”, tres cosas que merecen consideración: 1. “Si en los próximos trimestres no se consigue modificar la situación económica de los últimos cinco años será imposible que se sigan manteniendo las prestaciones sociales”. 2. “La falta de crecimiento económico y de empleo pone en riesgo el Estado de bienestar, y no las medidas del Gobierno”; y, 3. Que “las condiciones que se han negociado con Bruselas -refiriéndose al rescate del sistema financiero- son "extremadamente favorables" para los intereses españoles”. Empecemos por el final, por la número 3. No hay que ser un experto en Economía para poder entender que el borrador del “Memorando  de Entendimiento” exigido por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional exige 32 condiciones de “abrigo”, entre las que se encuentran quitar la deducción por vivienda y el aumento del IVA, que ya estamos padeciendo. Es decir que tales condiciones favorables, de serlo, sólo lo son  para los bancos, auténticos responsables directos de haber estado revolcados en el merengue del ladrillo. Claro, Mariano Rajoy también está en la creencia de que “debemos celebrar que los socios europeos nos ‘estén ayudando’ con un crédito que va a pagar la Banca”, o al menos eso ha respondido en una sesión de control Rajoy al diputado de ICV Joan Coscubiela. Y pocas horas más tarde, encantado de haberse conocido y en un acto de vergonzosa desfachatez, tomó un avión de ida y vuelta  a Polonia (con cargo al Estado) para ver un partido de la Eurocopa en el que jugaba España. Lo que no dijo Rajoy es que el préstamo europeo (el rescate financiero) se le concedía al FROB y que, por lo tanto, la deuda con Europa la contraía España, no la Banca responsable del desaguisado, beneficiaria de unos fondos que no sabemos si devolverá alguna vez. Por otro lado, es evidente de que este Gobierno ya se ha cargado el Estado de bienestar, las prestaciones sociales, la televisión pública, la Educación, la Sanidad y todo lo que tanto costó conseguir. No ha sido necesario esperar a los próximos trimestres para, por ejemplo, saber que Edurne Uriarte,  mujer de Wert y tertuliana en Intereconomía y en la COPE,  ya ha sido fichada como tertuliana en el programa “Los desayunos” de TVE. Primero se “cargaron” a Ana Pastor, para que se cumpliese la “profecía” que el portavoz del PP le hiciera el 12 de agosto de 2011 (por la entrevista que meses antes le había hecho a De Cospedal). El portavoz del Aparato y profeta menor, o sea, La Voz de su Amo, le dijo aquel día de ferragosto que “había hecho un trabajo sesgado y nada imparcial”. A Ana, le ha hecho un favor sin pretenderlo ese profeta menor al que algún día se lo tragará el pez gordo, como a Jonás. En mi punto 2, (la falta de crecimiento económico y de creación de empleo) me produce risa. ¿No iba a ser Rajoy el encargado de crear empleo? Era su mayor prioridad, ¿se acuerdan?
--Anda, niño, déjame pasar.

martes, 11 de septiembre de 2012

Chicharro tiene razón




He leído despacio, en evitación de que se me pudiese pasar algún detalle, el artículo “Del servicio militar obligatorio”, parte I y parte II, publicado en “República.com” por el general Chicharro. Estoy de acuerdo con él en todo su contenido. Pero, además, he releído “España indefensa”, de Amadeo Martínez Inglés, donde ese coronel analizaba la situación en la que se encontraba el Ejército a finales de los años 80, cuando todavía existía en España la recluta obligatoria. Ignoro cómo se encuentran hoy las fuerzas operativas encargadas de salvaguardar nuestro territorio. Pero sí conozco, por haber sido publicada, la actual deuda viva del Ministerio de Defensa, cifrada en  26.000 millones de euros, es decir, un 3% del PIB, como consecuencia de la modernización sin precedentes llevada a cabo en su día por el Gobierno Aznar. En ese sentido, señalaba  ya en agosto de 2011  el diario “El País” que “si se tratara de un problema coyuntural, bastaría con posponer los pagos. Pero la situación no será mejor sino que se agravará en el futuro. El programa de pagos se diseñó de tal forma que en los primeros años, los de bonanza económica, las cuotas eran reducidas; mientras que ahora, en plena crisis, su cuantía se multiplica, hasta el punto de que a partir de 2014 será superior a la suma de todo el capítulo de inversiones del ministerio: 1.005 millones en 2011. Según fuentes de Defensa, mantener los plazos previstos supondría que en 15 años las Fuerzas Armadas no podrían hacer ninguna nueva inversión y aun así no bastaría”. En el último Consejo de Ministros se otorgó hacer entrega a las FA’s de un suplemento de crédito de 1.782 millones de euros para atender la deuda acumulada de proveedores por de entregas realizadas en 2010 y 2011 y, además, poder hacer frente a los compromisos de 2012. La mayor parte del crédito corresponde, (según “diariocrítico.com”) “al consorcio europeo para el avión de combate ‘Eurofighter’, el helicóptero de ataque ‘Tigre’ y los buques de acción marítima, entre otros”. El panorama, a mi entender, es desalentador. En la página 23 de su libro, el coronel Martínez Inglés cuenta: “Estos cincuenta años de pasividad han traído, además, otras consecuencias. El militar profesional español del año 89, yo diría desde general a sargento, no cree en la guerra. Tantos años de tranquilidad, de aislamiento, de volcarse al interior, de pluriempleos, de destinos más o menos cómodos, le han deformado de tal manera que hoy día para cualquier profesional de la milicia, honrosas excepciones aparte, la guerra es una entelequia, un suceso ciertamente desgraciado que ocurre en otras latitudes, que afecta a otras naciones con menos suerte que la nuestra”. Bueno, soy consciente de que nuestra entrada en la OTAN ha hecho que cambie sustancialmente el panorama, puesto que España cumple con honor ciertas misiones en el exterior, por ejemplo en Afganistán. Otra cosa distinta es que España, dado el momento actual de crisis en la que está sumida, pueda hacerse cargo del  “brutal” coste económico que supone estar a la altura de las circunstancias. Además, existe una situación paradójica. Rodríguez Zapatero anunció por sorpresa poco antes de su salida del Gobierno (ver “Publico” 11.9.12) que “España será una pieza clave del escudo antimisiles aliado y que la base naval de Rota albergará a 1.300 militares y cuatro buques de guerra de EEUU, en cumplimiento de un programa suscrito entre los dos países en 1988 sobre ‘cooperación de la defensa’ y modificado en 2002”. La paradoja radica en que ni Ceuta ni Melilla quedan bajo el paraguas del Tratado del Atlántico Norte. Y eso no se entiende. Pido perdón al general Chicharro por “haberme salido por los cerros de Úbeda”. Pero hay cosas que merecen comentario.                                      

sábado, 8 de septiembre de 2012

Homenajes



Se dice “quedar como Cagancho en Almagro” cuando se hacen las cosas verdaderamente mal y en público. En agosto de 1927, Joaquín Rodríguez, Cagancho, no cumplió con las exigencias de unos aficionados que había llegado a Almagro hasta subidos a los estribos de los trenes y  que habían pagado en Ciudad Real auténticas fortunas en la reventa por ver una corrida donde, a la postre, el torero se mostró distante y cobarde con los toros que le habían caído en suerte. Casi noventa años más tarde ha sido Rafael Soto Moreno, Rafael de Paula, quién ha dado la “espantá”. Sucedió el pasado jueves en el Parador de Ronda. Ciertos clientes del Parador, que forman la peña “Los amigos de la Goyesca”, quisieron homenajear al torero jerezano retirado otorgándole la llave de oro del Parador. Pero De Paula, en vez de agradecer el reconocimiento, arremetió contra todo lo que se movía, o sea, contra Gonzalo Fernández, director del Parador; contra el extorero y pintor Humberto Parra, creador de la imagen que sirvió para ilustrar la carta de la invitación a la gala; contra la alcaldesa, Maria Paz Fernández, que había llegado al acto unos minutos tarde, y contra su propio hijo, Jesús Soto, que había presentado momentos antes su libro “"Entre clamores y espantás. El soplo del toreo". Decía Curro Romero en una entrevista al Diario de Jerez: “"La reacción del toro no la sabe nadie. Un toro es imprevisible”. La reacción de Rafael de Paula en el Parador de Ronda también fue imprevisible. Los presentes, que sólo deseaban agradar al torero, se quedaron con un mal sabor de boca. La “espantá” de Paula no estaba en el guión. Pese a haber visto el video, ahora no recuerdo si éste recogió de  la mesa la llave de oro del Parador para llevársela a Jerez. Da igual. Va a ser difícil que esa llave le pueda abrir las puertas en otros homenajes. Ya lo dijo Cagancho aquel malhadado día: Lo que no pue zé, no pue zé”.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Historias de la Historia




Pido perdón a Carlos Fisas, (q.e.p.d.) por haber tomado un título para mi “post” que sólo a él le pertenece. Fisas se fijaba en lo chico, en esas anécdotas que no se cuentan en los libros de historia escritos con rigor. Él las desmenuzaba y sazonaba al gusto de todos, incluso de aquellos que sienten aversión a la lectura. Un ejemplo: “Un criado del duque del Infantado sirviendo a la mesa vertió la salsa en el mantel. “Lo que es eso -dijo el duque- también lo sé hacer yo”. “Pues ¡vaya gracia! -contestó el criado-, porque me lo ha visto hacer a mí”. Algo parecido hizo Natalio Rivas con su “anecdotario”. Es importante que la labor de investigación de los historiadores se detenga en las minucias, ya que tirando del hilo de lo nimio se suele dar con el ovillo, que es lo que de verdad interesa a los expertos. Ello viene a cuento con algo que parece rozar el esperpento. Resulta que el canal Historia, de Canal +, ha descubierto que  Daoíz, uno de los leones del Congreso, carece de escroto. Velarde, el otro león, está completo. La razón habría que habérsela preguntado a Ponciano Ponzano, que en 1866 fundió dos cañones tomados al enemigo en Wad-Ras para hacer esas esculturas en la Real Fábrica de Artillería de Sevilla. Carolina Godayol, directora del programa en cuestión, cuenta que la noticia le llegó por casualidad, leyendo un blog. Godayol ha señalado en El País que “será el propio canal Historia quien correrá con todos los gastos de la construcción y reposición de la pieza”.  Uno, cuando visita ciudades, se suele parar a contemplar aquellos monumentos y estatuas que encuentra a su paso, como los leones del zaragozano Puente de Piedra, obra de Francisco Rallo, o el caballo de Espartero, en el Paseo del Espolón de Logroño, de Pablo Gibert Roig. Pero no parece normal que alguien, como en este caso, se haya dedicado a mirar por retambufa a Daoíz y a Velarde (para los castizos, Benavides y Malospelos) en la Carrera de San Jerónimo, intentando comprobar el tamaño de sus respectivos atributos sexuales. En el diseño original de Narciso Pascual Colomer para las esquinas de las escalerillas al Congreso de los Diputados iban unas farolas.  No gustaron y fueron sustituidas por unas estatuas de leones. Hecho el encargo a Ponzano sin apenas recursos económicos, éste se limitó a colocar en 1851 dos esculturas en yeso pintado al bronce. Pero al poco tiempo, por efectos de la intemperie, se deterioraron y hubo que quitarlas de su emplazamiento. Se hizo un segundo encargo a Ponzano que pareció excesivamente costoso. José Bellver Collazos hizo una oferta de menor cuantía, que fue aceptada, y diseñó dos leones pequeños en piedra. Tampoco gustaron, siendo retirados al poco tiempo ante las protestas de los madrileños. Hoy se encuentran en los jardines de Monforte, en Valencia. En un tercer intento por conseguir algo duradero, volvió a encargarse las esculturas de los leones a Ponzano, esta vez en bronce, como ya se ha dejado señalado. Se colocaron en el frontispicio definitivamente en 1872. Y ahora alguien ha descubierto que a Daoíz le falta la bolsa escrotal. Parece raro que Ponciano Ponzano se olvidase de ese detalle. Tal vez se quedó sin el bronce necesario, aunque parece raro. Los leones fueron retirados de la puerta del Congreso en 1985 para proceder a una restauración. Podría ser que se encuentre ahí la clave de esa carencia ahora descubierta por un bloguero  “voyeur”.