lunes, 11 de febrero de 2013

Presuntas malas prácticas



En cierta ocasión llamaba un ciudadano zaragozano muy indignado a la Cadena Ser diciendo que le había informado mal una funcionaria de Turismo de la DGA cuando solicitó ayuda para acercarse al Monasterio de Rueda. La funcionaria en cuestión le aclaró con rotundidad que el citado monasterio se encontraba en el pueblo de Rueda de Jalón, a  42 kilómetros al suroeste de Zaragoza, donde están los restos de un castillo medieval y los famosos  Ojos de Pontil, manantial de agua termal de gran interés ecológico. El ciudadano se acercó con el coche junto a su familia al pueblo señalado y pudo comprobar estupefacto que allí no se hallaba el Monasterio, que debería retomar la carretera y marchar a Sástago. Comprendan su indignación. Pues bien, el Monasterio  cisterciense de Rueda se encuentra a 74 kilómetros de Zaragoza, cerca de Escatrón y en dirección a Castellón de la Plana. El monasterio, que había sufrido graves daños con la Desamortización de 1836, fue cedido por el Estado al Gobierno de Aragón en la década de los 90 con el compromiso formal de impulsar su restauración; y en 2003, ya concluidas las obras, se abrió al público mediante visitas guiadas. Entre los equipamientos, existe un hotel de 4 estrellas, “Hospedería del Monasterio de Rueda”, que cuenta con 35 habitaciones, 4 suites y la majestuosa “suite del Abad”, gestionado por la empresa Cantoblanco, del Grupo Arturo, que lo formó en 1898 partiendo de una  tienda, “Armería Arturo”, propiedad de Arturo Fernández Iglesias, situada en la madrileña calle de Hortaleza. Posteriormente, ese comerciante adquirió unos terrenos en el Monte de Cantoblanco y fundó a principios del siglo XX el “Club de Tiro de Cantoblanco” en la carretera de Colmenar, inaugurado por Alfonso XIII. De ahí partió su actividad hostelera. Pues bien, ahora su nieto, Arturo Fernández, número dos de la CEOE, que gestiona entre otras las actividades hosteleras del Monasterio de Rueda, ha sido acusado por varios trabajadores de sus empresas de pagarles parte de sus sueldos con dinero negro durante años, con el correspondiente fraude a la Seguridad Social y a Hacienda, según informa  la Cadena Ser y refleja diario El País en sus páginas. El Grupo Arturo, que cuenta en la actualidad con unos 2.500 empleados, tiene entre las concesiones públicas el Congreso de los Diputados, la Asamblea de Madrid, RTVE, el Ministerio de Economía, el Ministerio de Industria, AENA, el Teatro Real y el Hospital Infanta Leonor. También, y como señalaba al principio, la Hospedería del Monasterio de Rueda, dependiente del Gobierno de Aragón. Parece ser, según se desprende, que en hostelería todo vale. A mi entender, Luisa Fernanda Rudi, presidenta de la DGA debería dar una explicación al respecto, en el supuesto de que puedan ser demostradas esas malas prácticas en la región donde pago mis impuestos.

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