Ya verás la que se monta aquí con
los “cambios paramétricos”. Ojo con tocar las pensiones, no vaya a ser que la
caguemos del todo. Dos millones de parados viven gracias a la pensión de los
abuelos, que bastante hacen. De no ser así, muchos ya se habrían quemado a lo
bonzo. Eso de un sistema de pensiones solidario, sostenible y transparente es
otro timo para asustar a sietemesinos. España se ha convertido en una olla a
presión sin válvula de seguridad y el resultado puede ser la hostia. El Rey
dice que ya está en condiciones de “volver a dar guerra”, pero en la praxis no
ha asistido a la entrega del “Cervantes”. Recibió la víspera a Caballero Bonald
en su despacho y eso fue todo. Tiene que seguir haciendo reposo. Pues nada, que
siga reposando. Rajoy no se atreve a
hacer crisis de Gobierno y enviar a freír churros a la mitad de los ministros,
que han demostrado ser unos auténticos marmolillos además de haber demostrado
ser peligrosamente gafes. La gente harta pretende rodear el Congreso de forma
pacífica hoy 25 de abril, día en el que se conmemora la Revolución de los
Claveles en Portugal. Algo hay que cambiar en este país en el que,
vergonzosamente, hay abiertos 1661 casos de corrupción, pero casi nadie va a la
cárcel ni devuelve lo robado. Los datos de la EPA son estremecedores. La mitad de España
alcanza el 27’1% de paro. ¿De qué ha servido la reforma laboral? ¿Por qué el
Gobierno no recorta gastos? Ahora resulta que Cristina de Borbón considera que
dar el IRPF al juez Castro vulnera su intimidad. Su marido ya presentó otra
declaración de rechazo a esa diligencia de investigación. Pero, ¡en qué país
vivimos! La olla a presión está a punto del estallido. Grándola, Vila Morena…
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