domingo, 30 de junio de 2013

El vuelo del moscardón




Un plumilla de “La Razón”, cansino hasta la grosería y ofuscado con lo que pudo haber sido y no fue, recuerda hoy a Santiago Amón Castellano en el vigésimo quinto aniversario de su muerte en trágicas circunstancias. Y aprovecha la triste efeméride de tan desgraciado accidente de helicóptero para ir adonde él quería llegar, es decir, a su morbosa fijación  por la figura de Juan de Borbón. Este plumilla, digo, podía haber aprovechado su artículo para recordar, también, a Rosa de Lima Manzano, licenciada en Derecho por Deusto y directora general de Tráfico, a Alberto Acitores, periodista y diputado socialista por Palencia, y a los pilotos  Santiago Aizpurúa y Manuel Moratifia. Pero no, el gacetillero de la morbosa fijación, que doy por hecho que siempre sacaría a relucir al padre de Rey aunque escribiera sobre libros de cocina, no tiene en su ánimo recordar a los dos pilotos y los dos políticos socialistas que, junto al intelectual Amón, se estrellaron en los riscos de La Cabrera, cerca del pueblo de Valdemanco. Curiosamente, de esa zona se extrajo el granito que utilizó Salvador Dalí para que sirviera de base a la estatua de Felipe II, en la plaza  de su mismo nombre y en sustitución de la de Álvaro de Bazán, tras consulta popular a los madrileños por parte del Ayuntamiento. La escultura es una reproducción en bronce de otra de Leone y Pompeo Leoni que se conserva en el Museo del Prado. La estatua de Álvaro de Bazán fue trasladada a la calle de Montalbán, cerca del Cuartel General de la Armada. Pero a lo que iba.  El plumilla utiliza la figura de Amón como soporte de sus raras fijaciones: “En los años sesenta, convocó elecciones [el profesor Amón] en la clase de ‘Preuniversitario Letras’ del Colegio Alameda de Osuna para votar a quien había de presidir el aula. Anunció solemnemente el resultado: ‘Manuel Azaña, un voto; Francisco Franco, cuatro votos; Don Juan De Borbón, diez votos’. Y Don Juan presidió la clase, lo que dio lugar a una irascible reacción del profesor de Formación del Espíritu Nacional, que se quejó ante el Director del colegio y el Ministerio de Educación. Con el Director no hubo problema porque se trataba de don José Garrido, monárquico hasta las cachas. Pero el Ministerio obligó a retirar la fotografía de Don Juan y sustituirla por la de Franco”. La niebla, a veces, impide que los helicópteros lleguen a su destino, en aquel caso a Aguilar de Campoo, donde aquel triste jueves se iba a celebrar un acto presidido por la reina Sofía, para hacer entrega de la medalla de honor de Europa Nostra al arquitecto José María Pérez, Peridis, otorgada por su trabajo en la rehabilitación del monasterio de Santa María la Real. La anécdota del Colegio Alameda de Osuna, la sustitución de la foto de Franco por la de Juan de Borbón, etcétera, no sirve ni como chascarrillo de café. Aburre.

sábado, 29 de junio de 2013

Sobre tornillos, tuercas y todo eso




Tras su viaje a Botsuana, el Rey tuvo que pasar por el quirófano. Posteriormente afirmó, con motivo de otra operación de artrosis, en tono jocoso: “Voy a pasar por el taller”. Y el Príncipe, tras esa segunda operación del Rey, señaló a la prensa: “El taller es muy bueno, los mecánicos también”. Y, ayer, con motivo de presidir el acto de clausura del XIV curso de Estado Mayor y la entrega de los diplomas correspondientes, el Rey dijo estar muy recuperado de la operación de columna a la que fue sometido el pasado 3 de marzo, y aprovechó para recalcar de modo informal a los periodistas presentes al acto: “Aunque algunos mientan y digan que estoy enfermísimo, estoy estupendamente. Es un asunto de tornillos”. Como español, me alegra saber que el Jefe del Estado goza de una excelente salud, pese a que todavía deba moverse ayudado de muletas. Yo no sé quiénes dicen que el Rey está enfermo. Ya quisiera yo llegar a su edad con ese estado de salud. Pero lo que personalmente no me ha gustado de la foto de prensa es algo totalmente ajeno a la salud del Rey. Me refiero a la sonrisa de todos los acompañantes, que son legión. Cuando alguien cuenta un chascarrillo, a unos les puede hacer gracia y a otros no. No cabe duda de que los asuntos de tornillos tienen su importancia. Y la sonrisa de todos los asistentes presentes en la foto se me antoja más propia de personal doméstico que de sujetos con pensamiento propio. El Ejército español tiene en la actualidad unos graves problemas de sostenibilidad con los actuales presupuestos y arrastra 30.000 millones de euros de hipoteca hasta 2030. Hasta el ministro Morenés es consciente, y así lo aseguró, de que “el gasto del país en Defensa es similar al de Luxemburgo, y estamos a la cola de los países miembros de la OTAN”. (…) “El plan ‘Visión 2025’ quedó en un cajón y no hay un modelo a largo plazo”. (“Periodista Digital”, 16.06.13). Con estos mimbres ya me contarán  cómo saldrá el cesto. Por eso digo que sobran carcajeos en la foto publicada.

viernes, 28 de junio de 2013

Raro, muy raro todo




A propósito de si Rajoy niega, o no, que esté preocupado por el encarcelamiento del extesorero Bárcenas, hay una viñeta hoy de Postigo en “El Periódico de Aragón” donde se ve al presidente del Gobierno con cierta preocupación y de la izquierda de la viñeta sale una voz  en off que dice “Cartas desde mi celda”. Rajoy, al borde de un ataque de nervios, piensa en voz alta: “Por favor, que sean las de Bécquer”. No cabe duda de que Luis Bárcenas vale más por lo que calla que por lo cuenta, que es ciertamente poco. Pero en el Partido Popular sí hay nervios y rabos entre las piernas. Hay demasiados “recibí” en la manga del mangante. Temen que el inquilino de Soto del Real pueda “tirar de la manta” y llevarse por delante a un buen número de altos cargos del partido. Entre tanto, Beatriz Viana, directora general de la Agencia Tributaria acaba de “dimitir” por los supuestos errores  respecto a las fincas atribuidas a  Cristina de Borbón, y Montoro ha aprovechado para destituir de sus cargos a cinco jefes de inspección de la Oficina Nacional de Investigación de Fraude  Le ha sustituido un tal  Santiago Menéndez y Menéndez y de segunda ha nombrado a Pilar Valiente como directora adjunta, la misma que en 2001 tuvo que abandonar la presidencia de la Comisión Nacional de Marcado de Valores por el escándalo del “caso Gescartera”. Eso se llama tropezar dos veces en la misma piedra. Para el que no lo recuerde, en 1999, la CNMV sancionó a Gescartera con una multa por resistirse a ser inspeccionada. La sanción, por valor de siete millones de pesetas, no se hizo pública. El 13 de julio de 2000 la CNMV autorizó su conversión en agencia de valores. El 14 de junio de 2001 la CNMV decidió intervenir Gescartera por la imposibilidad de conocer la situación económico-financiera y el destino de los fondos de sus clientes. Según el fiscal, durante nueve años Gescartera se dedicó a realizar actividades para lucrarse defraudando a sus clientes y desviando dichos fondos hacia sociedades de constitución fraudulenta para hacerlos suyos. Tras la instrucción de Teresa Palacios, el juicio oral comenzó el 17 de septiembre de 2007 con 14 imputados, entre ellos Antonio Camacho Friaza presidente de Gescartera. La Audiencia Nacional le condenó el 27 de marzo de 2008 a 11 años de prisión (8 de ellos por apropiación indebida y 3 por falsificación de documentos) y 3 a Pilar Giménez-Reyna, y en 1912 la Audiencia Nacional obligó a pagar 12’2 millones a Caja Madrid. Pues bien, en 2004 Teresa Palacios rechazó imputar a Valiente por el “caso Gescartera” a pesar de que las acusaciones particulares consideraban que tuvo una actuación decisiva a la hora de paralizar o flexibilizar varias inspecciones para tratar de favorecer a los implicados. No se entiende. El recién nombrado, Santiago Menéndez Menéndez fue delegado especial de la Agencia Tributaria en Asturias durante 1998 y 1999 y  director de Recaudación de Hacienda durante la etapa Aznar. Es hermano de Anselmo y de Adolfo Menéndez, secretario de la Fundación Príncipe de Asturias, sí, eso he dicho, y ex secretario de Estado de Fomento y Defensa también con el gobierno Aznar. Los tres hermanos son sobrinos de Aurelio Menéndez, ministro de Educación con UCD y uno de los fundadores del prestigioso bufete de abogados Uría y Menéndez. Con este cambio en la Agencia Tributaria, también ha sido destituido Víctor de la Morena, el jefe de investigación que se venía ocupando del “caso Gürtel”, relativo a la supuesta trama de corrupción que se ha relacionado con el PP. Raro, muy raro todo.

miércoles, 26 de junio de 2013

Deslealtades aparte



Lo de Iñaki Urdangarín es de libro. Como está excluido de los actos protocolarios de la Casa Real, aprovechó el acto oficial en conmemoración del centenario de Juan de Borbón, el pasado día 20, para marcharse a Londres. Y por aquello de “ir por atún y ver al duque”, aunque más correcto hubiera sido decir “ por aquello de ir a gastarse la pasta gansa en la ruleta del casino, como ya hacía con Torres, y tratar de pedir una ocupación bien remunerada y de poco esfuerzo al amigo de su suegro”, aprovechó la estancia en Londres para acercarse a Aspinalls, casino de élite, y apostar miles de libras esterlinas, según cuenta “El Confidencial”, diario digital que añade “iba acompañado de una mujer joven y de aspecto elegante y de dos guaraespaldas” que, aunque no lo señala, pagamos todos los españoles con nuestros impuestos. Este duque consorte, que supuestamente no ha podido pagar varios plazos de la hipoteca de su casa de Pedralbes por su presunta “asfixia financiera” y que en la actualidad se encuentra mano sobre mano, al haber terminado su contrato con Telefónica y no haber prosperado su traslado laboral a Qatar como ayudante de Valero Rivera para entrenar a la selección nacional de balonmano de ese país, parece ser, y así se especula en “círculos generalmente bien informados” (como decía el ABC en tiempos de Luis María Anson cuando se quería lanzar una noticia sin “mojarse” por no haber contrastado la fuente) que busca en Londres lo que no consigue en España, es decir, intentar ser incorporado a la cadena “Duty Free Shops”, del millonario inglés Robert Warrent Miller, padre de Marie Chantal, mujer del hijo de Constantino, ex rey de Grecia y hermano de la reina Sofía. La cadena “Duty Free Shops”, curiosamente, también es propiedad del francés Bernard Arnault, amigo del rey Juan Carlos y dueño de “Louis  Vuitton”. Un intento que lleva las trazas de ser harto dificultoso, o sea, más difícil que aquella “aventura” de Anson, otra vez vuelvo a Anson, de conseguir aquella mañana del 17 de marzo de 1984 la exclusiva de los inéditos “Sonetos del amor oscuro” de Lorca, partiendo de un “chisme” que le había contado Pablo Neruda años antes. (“Anson”. D. Forcada y A. Lardiés. La Esfera de los libros. Madrid 2010. pp. 837-838). Obvio los detalles. Si Iñaki Urdangarín tuviese algo de decencia, debería intentar pasar inadvertido por la vida, como una estrella fugaz, deslealtades aparte.

martes, 25 de junio de 2013

Lerdas explicaciones



La Agencia Tributaria se está cubriendo de gloria. Lean la explicación sobre las trece fincas atribuidas a la infanta Cristina, según el diario El País: “La Agencia Tributaria ya tiene una explicación con la que intenta aclarar la falsa imputación a la infanta Cristina de la propiedad de 13 fincas que supuestamente había vendido en varias provincias. La culpa la tiene el número 14. Hacienda ha hecho publico un comunicado en el que asegura que en el informe que remitió al juez José Castro se atribuían once de las fincas a doña Cristina porque “en la información sobre dichas fincas y terrenos recibida en la Agencia Tributaria con origen en Notarios y Registradores figuraba erróneamente atribuida al DNI ‘14’ sin letra de control. Esto provocó la imputación al único DNI ‘14’ que figuraba en la base de datos. De los otros dos fallos la culpa es de la propia Agencia porque se produjo error en el proceso desarrollado por la AEAT al incorporar estas operaciones en sus bases de datos”. Sigue comentando El País que  “lo que no aclara es por qué solo ponía un 14”. Vamos a ver,  aquí el caso es echarle el muerto a alguien. ¿Acaso existen dos números idénticos en los documentos nacionales de identidad? Se supone que no y menos aún con sólo dos dígitos. El número de DNI de la infanta es 00000014Z. ¿Dónde está el problema? El ministro Montoro sigue sin dar una explicación convincente y eso empieza a mosquear a los españoles que pagamos impuestos. ¿Acaso nos toman por lerdos? ¿Por qué razón no se hicieron en la Agencia Tributaria declaraciones paralelas? Las mentiras tienen las patas muy cortas, Montoro no es capaz de dar una explicación entendible y la Agencia Tributaria no convence a nadie con esas lamentables explicaciones. Los ciudadanos tenemos derecho a que se cuente la verdad sin fisuras y que se dejen de contar patrañas de país bananero. La persona del Rey es inviolable, según la Constitución Española de 1978 en su artículo 56.3. Pero esa inviolabilidad no engloba ni a la Reina ni al príncipe Heredero ni al resto de su familia. Que lo sepa la Agencia Tributaria, Eduardo Torres-Dulce, Agamenón y su porquero.

Luces de indecencia




José Manuel Nieves, que es periodista y responsable de la sección de ciencia y tecnología del diario ABC cuenta que la Península Ibérica se “tragará” el Atlántico dentro de 220 millones de años; es decir, que dentro de nada podremos ir en bicicleta desde la Fuente del Gallo de Orihuela del Tremedal, que es un pueblo de Teruel donde Franco desterró a más de un político, hasta el Gran Cañón del Colorado o hasta Las Vegas sin el Océano de por medio. Las placas tectónicas se mueven como la nata sobre la leche y dentro de 220 millones de años, digo, 220 millones de años no es nada, Europa y América serán un solo continente y podremos mezclar churras con merinas sin que haga aspavientos el ministro Montoro, que se ríe hasta de su sombra. Estamos asistiendo al nacimiento de una zona de subducción que no te quiero contar. Es como cuando el pez gordo se come al chico, o como cuando los ordenadores de la Agencia Tributaria no detectan los documentos de identidad de los primeros cien números y, en consecuencia, no se pueden practicar declaraciones paralelas para comprobar si es cierto lo que escrituraron trece notarios y asentaron trece registradores de la Propiedad respecto a determinadas compraventas. La Agencia Tributaria, que se nos come por los pies, como parece ser que sucederá con Andrómeda cuando succione a la Vía Láctea dentro de unos pocos  miles de millones de años, tiene sus agujeros negros y nadie sabe aún lo que pasa dentro de ellos. Tanto es así que, cuando el ministro de Hacienda trata de explicarlo, lo complica hasta límites sorprendentes. Galicia y Portugal cerrarán el Océano como Santiago Matamoros cerró España con aquella arenga medieval en la Batalla de las Navas de Tolosa, en la provincia de Jaén, y que está en contraposición con el “Santiago y abre España, a la libertad y el progreso” que gritaba el feo, burlesco y chepudo Dorio de Gádex en “Luces de Bohemia”. En este espejo cóncavo en el que nos miramos los españoles mientras hacemos aspavientos, observamos una televisión en la que aparece todo un teatro de títeres tratando de quitarle importancia a lo importante, a lo que nos afecta de lleno. Y hasta nos asusta que dentro de 220 millones de años la Tragantúa Europa se coma a la imponente América con patatas fritas. Cada día que pasa, los españoles nos parecemos más al asustadizo perrillo de Max Estrella. Pero todos nuestros espantos se disipan cada vez que gana nuestro equipo de fútbol un partido de liga. Es como si los barruntos de tormenta y de granizada gorda desaparecieran de repente por el hecho de encomendarnos con fervor al Guerrero del Antifaz o al Capitán Trueno.

lunes, 24 de junio de 2013

Wert para creer




De entre todos los ministros de Educación que ha tenido el Gobierno de España, hay dos de ellos que tienen ciertas peculiaridades. Me estoy refiriendo, por un lado, a  Julio Rodríguez Martínez, nombrado por el almirante Carrero Banco. Fue un ministro fugaz pero que, pese al poco tiempo de su mandato, revolucionó las aulas con la famosa “reforma juliana”, o sea, una reforma de calendario consistente en que los cursos debían comenzar el 7 de enero para terminar el día de san Silvestre. Aquello produjo un gran rechazo en toda la comunidad universitaria; aunque, pese a ello, se aplicó en 1973, o sea, que los alumnos tuvieron que esperar desde octubre de 1973 hasta enero de 1974 para dar comienzo al curso en primero de carrera de todas las universidades españolas. El asesinato de Carrero, el 20 de diciembre de aquel año, mandó al traste el peculiar calendario del ferviente seguidor del las ideas de Blas Piñar. Por otro lado, a José Ignacio Wert Ortega, actual ministro de Educación, Cultura y Deporte, que ha recortado 1000 millones de euros por mes en los presupuestos de Educación y ha provocado el despido masivo de profesores interinos para “alcanzar -según afirmaba- los objetivos de déficit público impuestos por la Unión Europea”, a base de aumentar el ratio de alumnos por aula de hasta un 20%, de ampliar el número de horas lectivas del profesorado, del recorte de sus salarios, de la no cobertura de las bajas de profesores de una duración inferior a los 15 días; del aumento de las tasas universitarias; y de la introducción de tasas de hasta 350 euros en la Formación Profesional de Grado Superior. Y este señor Wert, al que una decena de excelentes alumnos le negaron el saludo a principios de mes y  que sufrió la mayor pitada recibida por un ministro en democracia el pasado viernes mientras acompañaba a la Reina a un concierto, se permite el lujo de cuestionar hoy lunes que un estudiante que no saque un 6’5 de media en sus estudios deba seguir en la Universidad. Si la inteligencia es la velocidad de reacción para percatarse de que uno está equivocado, Wert debería hacérselo mirar. El ministro Wert se ha convertido en el ministro peor valorado por la ciudadanía, según Metroscopia, por debajo de las ministras Mato y Báñez. Mato no da la cara en público desde el “affaire” de su exmarido, y Báñez confía en la disminución del desempleo mediante un milagro de la Blanca Paloma. Apañados estamos.

domingo, 23 de junio de 2013

Dígame Anson, ¿a qué jugamos?





Hoy domingo,  Luis María Anson, en "El Imparcial", bajo el titulo “Juan Carlos I escribe sobre su padre Juan III”, reproduce una carta que el Rey envió a ese periodista con motivo del 75 aniversario del nacimiento de Juan de Borbón muy bien redactado para lo que Anson denomina como “ABC verdadero”. El diario ABC era verdadero ayer y lo es hoy. Lo que sucede es que antes ese diario estuvo en manos de Prensa Española y ahora es un periódico del Grupo Vocento. Pues bien, como decía, aquella carta del Rey al diario ABC a instancias de Ansón comienza: “La víspera del día en que juré bandera, mi padre me escribió una carta en la que subrayaba que mi vida iba a consagrarse al servicio de España, con espíritu de sacrificio, hasta la muerte, si preciso fuera, en defensa de la patria y su bandera” (…) “No me olvidaré nunca de aquella mañana de invierno en que se cuadró ante mí, con la fiebre alta y el tumor enroscado a la garganta, para pedirme la venia y enterrar a su padre, el gran Rey Alfonso XIII, en el lugar que le correspondía, en el panteón de El Escorial, en una de las más emocionantes ceremonias a las que he asistido en mi vida”. Y terminada la carta, y ahora, con motivo del centenario del nacimiento de Juan de Borbón, Luis María Ansón aprovecha para “arremeter” contra la persona que hizo posible que Juan Carlos fuera Jefe del Estado a título de rey. Dice Anson: “Mientras las estatuas del dictador Franco han desaparecido de las ciudades españolas, en una de las plazas más bellas del Madrid moderno, los españoles pueden contemplar el monumento que se levantó, por suscripción popular, en recuerdo de Don Juan”. Anson no perdona a Franco que, en su día, no cediese la Jefatura del Estado a  Juan de Borbón. Y no sólo eso, sino que tampoco permitiese que su barco “Giralda” pudiese atracar en aguas españolas. Anson debería saber a estas alturas de la Historia que, el hecho de que Juan de Borbón esté enterrado en el pudridero del Monasterio de El Escorial y que se le tenga previsto un sarcófago en el Panteón Real con la inscripción “Ioannes III, Comes Barcinonae, Juan III, Conde de Barcelona”, en nada significa que este señor fuese rey de España ni de hecho ni de derecho. Juan Carlos es rey, que no lo olvide Anson, por el expreso deseo del dictador, no por sus derechos históricos. Alfonso XIII, que en nada fue un buen rey, perdió todos los derechos históricos el día que abandonó España con demasiada prisa y por el puerto de Cartagena. El pasado día 20 de junio, hace tres días, se celebró un funeral de Estado en el Palacio Real en memoria de Juan de Borbón. Esas cosas, con la que está cayendo en España, deberían haberse hecho en privado y en un ámbito más sencillo, por ejemplo en el Palacio de la Zarzuela y dentro del núcleo familiar. Nadie olvida los pitidos y gritos con los que el viernes pasado fue recibido el ministro Wert cuando acompañaba a la Reina al concierto-homenaje a la mezzosoprano Teresa Berganza en el Teatro Real de Madrid. Pues bien, esos mismos pitidos se han repetido ayer sábado, cuando la Reina asistía al Auditorio Nacional de Madrid donde se celebra un maratón sinfónico dirigido por Jesús López Cobos. Esas cosas entran dentro de los sueldos, pero no cabe duda de que existe un creciente malestar entre la ciudadanía, agobiada por los impuestos y empobrecida por la falta de trabajo. No termina de entender la caza de elefantes del Rey en Botsuana ni la extraña “misión” que tuvo la falsa princesa Corinna ni los presuntos casos de corrupción de Iñaki Urdangarín ni los presuntos “agujeros negros” existentes en la Agencia Tributaria a la hora de confeccionar declaraciones paralelas a la infanta  Cristina. Los estudiantes observan estupefactos cómo les suprimen becas de estudio, los padres de familia  no entienden que las empresas les rebajen los sueldos, los parados no ven luz al final del túnel… Y mientras esas cosas suceden, Luis María Anson se empecina en tratar de convencernos de las virtudes que adornaron a Juan de Borbón y de todo lo que sufrió por su amor a España. Oiga, amigo, cambie el disco y pise en el suelo. Los españoles pueden vivir sin rey y sin aspirantes que no pudieron llegar a serlo, pero un rey no puede ejercer de Jefe del Estado si no cuenta con el respaldo popular. O se hace en España una ley de transparencia como se hizo en Reino Unido, donde la democracia es indiscutible, o dígame usted, señor Anson, a qué jugamos. Basta ya de marear la perdiz. 

sábado, 22 de junio de 2013

Sobre mapas, hules y botijos




No sé cómo se les ocurre a los vecinos del Condado de Treviño decir  que quieren ser alaveses. ¡Hombre, por Dios! Plantearon mal la reivindicación y de eso no cabe la menor duda. A mi entender, deberían haber propuesto que querían ser de Bilbao, porque los de Bilbao nacen donde les da la gana. Claro, como lo plantearon de forma deficiente, llegó la Junta de Castilla y León y señaló que, de eso nada, que tenían que ser burgaleses por encima de todo. Es decir, por arraigo. Castilla no es menos que las provincias Vascongadas y aquí nadie es menos que nadie.  Y si los de Treviño se enfadan, que se lo cuenten al espectro de Enrique II de Trastámara, que entregó la plaza a Pedro Ruiz de Manrique, Adelantado Mayor de Castilla y duque de Nájera; o a Javier de Burgos, que en 1833, cuando hizo la división territorial primó el criterio jurídico ante el geográfico. Javier de Burgos, secretario de Estado de Fomento, se limitó a cumplir los deseos de Cea Bermúdez. Es decir, que si invocan a su espectro, y si es que se manifiesta, dirá que él era un mandado, que sólo le interesaba Horacio. Y lo que sucede  con el espectro de Enrique II  es que no se sabe muy bien dónde se encuentra, porque sus restos mortales anduvieron errantes como la maleta del loco, estuvieron en Burgos, después en Valladolid y más tarde, ya definitivamente, en Toledo, enterrado sobre la sillería del coro de la Catedral, aunque en la Catedral de Santo Domingo de la Calzada están depositadas sus entrañas. Vamos, un lío si es que alguien pretendiese ir a contarle el motivo de su enfado. De nada sirvió que ya en el s.XX el exjesuita Javier Arzalllus, del PNV, y Juan María Bandrés, de EE, a quien Dios tenga en su gloria, por aquello del Estatuto de Guernica, pensaran que el artículo 8 contemplaba que el Condado de Treviño debía pasar a Álava; y el Valle de Villaverde, que está en Cantabria, a Vizcaya. Yo tuve un abuelo materno que nació en Lanestosa (Vizcaya) y nunca deseó ser de Soba, en el partido judicial de Laredo. Tampoco cuajó que Lanestosa se llamase Isasti, como pretendían algunos discípulos aventajados de Sabino Arana; ni La Nestosa, como refiere  Pérez Galdós en “Vergara”, el séptimo episodio de la tercera serie de los “Episodios Nacionales”,  o sea, en el tiempo que va desde la Primera Guerra Carlista hasta la Regencia de María Cristina. Mejor dejar las cosas como están. Los mapas sólo quedan lustrosos si se plasman sobre esos hules colocados a modo de mantel y cuando cubren las mesas-camilla con el botijo asentado sobre la provincia de Oviedo. Como decía Juan Ramón Jiménez: “No la toques más, / que así es la rosa”.

viernes, 21 de junio de 2013

Treviño seguirá en Burgos




El Condado de Treviño pertenece a Burgos, el Rincón de Ademuz, a la Comunidad Valenciana, el pueblo Petilla de Aragón, a Navarra y Villaverde de Trucíos,  a Cantabria aunque esté dentro de Vizcaya. Da igual que los municipios deseosos de segregarse se encuentren enclavados dentro de otro territorio. El Condado de Treviño lleva unido a Castilla desde 1200 y en la división territorial de 1833 no se modificó. En 1200, Alfonso VIII de Castilla conquistó el territorio de Álava y negoció la adhesión del Condado de Treviño a la Corona de Castilla; a cambio, entregaba a Navarra Miranda de Arga, Mendavia y Larraga. Desde entonces, el Condado de Treviño no participó de los fueros alaveses. El Rincón de Ademuz es valenciano desde 1210, cuando Pedro II de Aragón lo conquistó al tomar los castillos  musulmanes de Ademuz y Castielfabib y  si hijo Jaime lo incorporó al Reino de Valencia. El pueblo de Petilla, patria chica de Santiago Ramón y Cajal, se encuentra en la merindad de Sangüesa y pertenece al Reino de Navarra desde que los apuros económicos de Pedro II de Aragón obligaran a éste a pedir un fuerte préstamo a Sancho el Fuerte de Navarra. A cambio de 20.000 maravedíes de oro, el rey de Aragón tuvo que pignorar Petilla, Peña, Escuo y Gallur, dejándolos en depósito en manos de Jimeno de Rada. Al no poder devolver el préstamo el rey de Aragón, castillos y villas pasaron a manos del rey de Navarra. Pero en 1312 Petilla sufrió el cerco de los aragoneses y los de Sangüesa pidieron al rey navarro “un cabdillo que les cabdillase, et alguna poca gente”. Y, en consecuencia, en ese año de 1312 tuvo lugar la batalla del Vado de San Adrián, ganando los de Sangüesa una bandera al rey aragonés. Petilla pagaba al Rey su pecha -50 cahíces de trigo-, que le fue perdonada a perpetuo por Carlos II en 1.366, teniendo en cuenta su pobreza, no quedando obligados a dar más que los 30 que pagaban por el molino y horno.( Florencio Idoate: “Rincones de la Historia Navarra”, Tomo I). En lo que respecta a Villaverde de Trucíos, durante la década de los ochenta y principios de  los noventa del s.XX se realizaron varios intentos para integrar ese municipio en Vizcaya. Así, el 26 de septiembre de 1986 seis de los siete concejales del ayuntamiento (tres socialistas, uno del Partido Demócrata Popular, uno de Coalición Popular y uno del Partido Regionalista de Cantabria), presidido por Piedad González (PSC-PSOE), acordaron solicitar la incorporación de ese municipio al País Vasco y, por consiguiente, el abandono de la Comunidad de Cantabria. La Diputación Foral de Vizcaya apoyó la resolución municipal, pero la Asamblea de Cantabria, en sesión plenaria celebrada el 20 de octubre de dicho año, rechazó totalmente tal petición. Por todas esas razones, no resulta extraño que el Condado de Treviño y La Puebla de Arganzón sigan  integrados dentro de la provincia de Burgos, habida cuenta de que la Junta de Castilla y León se ha opuesto frontalmente a tales pretensiones. Roma locuta est, causa finita est.

jueves, 20 de junio de 2013

El rescate que necesita Wert




Hay que rescatar del olvido la Formación del Espíritu Nacional y darle un nuevo enfoque, o sea, adaptarlo a los tiempos actuales, donde se dé una clara explicación de la realidad económica de España, la realidad social, la misión de España en el mundo, lo antiespañol en la Historia y todas esas zarandajas que se estudiaban, no ya en los cursos de Bachillerato, sino en la Universidad, con aquella asignatura que se llamaba “Formación política” obligatoria para los tres primeros cursos de todas las carreras desde 1944. Lo que se estudiaba en Bachillerato, Plan 1957, se fue degenerando progresivamente hasta terminar con la lectura de “Luiso, María matrícula de Bilbao”, de José María Sánchez Silva y Luis de Diego, que consiguió el Premio Virgen del Carmen y fue publicado por la Delegación Nacional de Juventudes en la Editorial Doncel. La asignatura de “política” la solía dar un señor entrado en años, de fino bigote y que lucía en la solapa de la americana la galleta reducida de alférez provisional (estrella de seis puntas sobre fondo negro). Ese mismo señor del bigotillo también solía dar Gimnasia. Era una forma de recolocar a muchos alféreces provisionales en tiempo de paz. A otros se les daba una poltrona en los sindicatos verticales, en el SOVI, o se les ponía al frente de un estanco para vender pólizas y cigarros “ideales”. Aquella historia de la famila Urteche, todos navieros bilbaínos, serviría de guión para una película de Ladislao Vajda, el mismo director que había rodado años atrás “Marcelino, pan y vino”, también de Sánchez Silva, y que obtuvo un gran éxito de taquilla. Parece ser que aquel viejo barco mercante con el que se rodó la película se había botado en Reino Unido en 1890 con el nombre de “Robín” y que sería comprado diez años más tarde por el naviero vasco Eduardo de Aznar y de la Sota, marqués de Bérriz (título concedido por María Cristina en 1900), y le cambió el nombre por “María”. Eduardo de Aznar, sevillano de nacimiento aunque su abuelo era de Búbal (en el oscense Valle de Tena), fue un gran impulsor de la revolución industrial en el País Vasco a finales del s.XIX. Su biografía daría pie para escribir un interesante libro. Como decía, habría que  rescatar del olvido la Formación del Espíritu Nacional. Lo malo es que la realidad social y económica de España no da para mucho. Pero tal vez, de ser escrita al alimón entre Luis Bárcenas y Carlos Fabra, con ilustraciones de Miguel Blesa al estilo de como las hacía Gustave Doré y prólogo de José María Aznar la cosa cambiaría. No sé si le concederían el Premio Virgen del Carmen, como sucedió con “Luiso”, pero les aseguro a ustedes que sería todo un bestseller. Habría que hablar con Lara de inmediato.

Benditos andaluces




Un hijo de la duquesa de Alba, Cayetano Martínez de Irujo  y Fitz-James Stuart, duque de Arjona y conde de Salvatierra, jinete y terrateniente, vino a decir en el programa televisivo “Salvados”, en la “Sexta”, que la Andalucía rural es un vivero de vagos. Cayetano dijo que  “lo que pasa en Andalucía a nivel laboral  no sucede en ningún sitio de España” y  que “los agricultores andaluces tienen pocas ganas de trabajar”. El hijo de la Duquesa de Alba, la mujer que más subvenciones agrícolas recibe de la UE, describía una Andalucía rural “de pana y ajo” como si estuviéramos en la España de los años 30 del siglo pasado. Pero yo me pregunto: ¿qué hubiera sido de la economía catalana sin los andaluces y los extremeños durante el desarrollismo? La integración de los andaluces en Cataluña durante los 50/60  fue una aventura penosa y llena de tropiezos. Subirse al tren para marchar a una tierra para ellos desconocida y con una lengua y unas costumbres diferentes no fue fácil. Cataluña, con sus 840.000 andaluces desplazados, llegaría a ser considerada, y no es exageración, como  la “novena” provincia andaluza. Según el profesor Marín Corbera, “las autoridades les acogieron con recelo y los alojaron en infraviviendas, los empresarios estaban satisfechos de poder pagarles poco, y los obreros catalanes llegaron a desconfiar de la dura competencia”.  Aquellos, para muchos catalanes  “malditos charnegos”, fueron capaces de lograr el milagro de hacer de Cataluña una región privilegiada. Algo parecido sucedió en el País Vasco con el refuerzo impagable de castellano-leoneses en la proyección internacional de sus empresas siderúrgicas. Ello viene a cuento con algo que acabo de leer en el diario ABC de Sevilla. Resulta que un empleado de Bodegas Caballero, en El Puerto de Santa María, “desde los 14 años no ha parado de trabajar, y tiene ya 84”. Francisco Parra García, que así se llama este inagotable trabajador, lleva cotizados a la Seguridad Social  70 años ininterrumpidamente y ha comentado a ese medio que seguirá trabajando “mientras el cuerpo aguante”. Que se entere la ministra Báñez.

miércoles, 19 de junio de 2013

A buey viejo, cencerro nuevo




Como la Generalidad Valenciana no paga ni a dios, los enfermos de la unidad de Cirugía del Hospital General de Castellón, para sustituir los timbres de aviso a la enfermera por parte de los pacientes, les han hecho a éstos entrega de unos vasos de plástico de los que se utilizan en la recogida de orina con unos clips en su interior, para que tintineen a modo de sonajero. “La Consejería de Sanidad asegura –según comenta El País hoy- que solo faltan por pagar 1.500 euros, que se abonarán en breve” y parece ser que las piezas necesarias para la corrección de esa pintoresca anomalía en los timbres  se arreglará cuando lleguen unas piezas desde Barcelona”. Díganme ustedes si no es para llorar. Yo propongo que, a partir de hoy, a los enfermos citados para abrirles las tripas les obliguen a llevar al hospital, además de los adminículos de aseo personal, una campanilla como las que usan los monaguillos o la carraca que guardan en el armario desde el último desfile procesional. Así, un toque puede indicarle a la enfermera que se le está acabando el gotero; dos, que acaba de devolver la cena; tres, que si debe tomar la pastilla verde o la roja; y, cuatro, que orina oscuro. Lo malo será si tocan varios enfermos a la vez la campanilla o la carraca y se produce un jeroglífico de lenguas como se cuenta en el Génesis que sucedió mientras construían la Torre de Babel para alcanzar el cielo. Porque en Castellón está siendo difícil alcanzar no ya el cielo sino las nubes, si tenemos en cuenta que el aeropuerto de Fabra no dispone de aviones aunque se pagan más de 7.700 euros al mes de luz y lleva gastados otros 30 millones en publicidad. Se da la paradoja de que, mientras los institutos no podían pagar la calefacción el aeropuerto tenía una gran iluminación, se supone que para iluminar las pistas a los coches de carreras, o para que los paseantes de la zona pudieran ver el monumento a Fabra, esa cabeza enorme desde la que despega un aeroplano.  En fin, no deseo meterme ahora con la señora Mato, ya que las competencias de Sanidad están transferidas. Pero al ministro Wert sí le recriminaría que el aprendizaje de toque de campanilla no esté contemplado en la nueva  LOMCE, que es como una campana sin badajo. Todo el mundo debería conocer el lenguje de la campanilla para salvarnos de situaciones no deseadas, como sucede ahora en ese Hospital General de Castellón. Al menos la técnica básica, los patrones rítmicos, los compases, las combinaciones de duraciones de las notas y el control de la reverberación. Existe un “Entrenamiento básico para campanas”, de Venita MacGorman, que podría practicarse a la hora del recreo, o al tiempo en el que los que mean agua bidestilada asisten a clases de Religión.

martes, 18 de junio de 2013

Matar dos pájaros de un tiro




El Gobierno quiere volver a gravar el precio del tabaco como medida recaudatoria. Posiblemente cometa un error garrafal, si se tiene en cuenta que sólo durante el primer trimestre del año el consumo de tabaco de contrabando ha aumentado en España el 11’7% como consecuencia de su encarecimiento progresivo y de la falta de poder adquisitivo de los ciudadanos. Las estadísticas son tercas y reflejan que ha disminuido el número de fumadores y el resultado lo relaciona con la concienciación de los efectos nocivos del tabaco para la salud. Algo de ello hay de cierto, pero no todo. Existen otros factores que determinan tales estadísticas. Andorra, por ejemplo, ha duplicado entre 2006 y 2012 las importaciones de tabaco; y en Cádiz se han cerrado cuarenta estancos por su proximidad con la bahía de Algeciras. Y no digamos con lo que acontece en Galicia, que es de libro. Eso algo querrá decir. Es curioso, el Estado comenzó a alarmar al ciudadano con los peligros del tabaco cuando Tabacalera dejó de ser monopolio. Mientras lo era, hasta en las cartillas de racionamiento se determinaba el cupo de “picadura” de tabaco que podía adquirir con esa libreta el padre de familia. Tanto es así que los más selectos cigarrillos de aquellos oscuros tiempos tenían el nombre de “Ideales” y  que los españoles devorados por la hambruna bautizaron como “caldo de gallina”. Eso fue así hasta que apareció otro “caldo”, ahora en forma de cubitos y que mataba el hambre con sólo añadir al agua caliente la milagrosa pastilla que fabricaba “Gallina Blanca” y unos fideos. Ya sólo falta que alguien demuestre que la pastilla de “avecrem” rallada y mezclada con el tabaco de hebra cumple dos fines, calmar el mono de fumar y comer a un mismo tiempo. Se acabará eso de recoger colillas del suelo y acudir a comer por cuenta de la beneficencia.

lunes, 17 de junio de 2013

José de la Cavada y de los grandes expresos europeos




A José de la Cavada, que tiene apellido de enterrador, y que es el responsable de relaciones laborales de la CEOE, le parece fatal que los trabajadores de acuerdo con el Estatuto, tengan derecho a cuatro días de permiso por fallecimiento de un familiar de primer grado porque, según dice, “los viajes no se hacen en diligencia”. José de la Cavada, que además de tener apellido de enterrador es un auténtico lerdo, entiende que con los vehículos actuales los trayectos se hacen en una hora o dos  todo lo más, como así lo puso de manifiesto durante la clausura de la presentación del ‘II Informe Adecco sobre Absentismo’, celebrada este lunes en Madrid. Es decir, por poner un ejemplo, que yo vivo en Leitza (no confundir con Letizia, la antigua presentadora de un telediario) que está en la merindad de Pamplona y en el valle de Leizarán y debo desplazarme pongamos por caso hasta Ayamonte, que está en Huelva y junto a la desembocadura del Guadiana. El motivo es que se me ha muerto la madre política y pensamos enterrarla en esa ciudad a los acordes del pasodoble del mismo nombre interpretado por la Banda del Empastre. Pues nada, como no tengo coche propio y la vieja “lambretta” lo más que llega sin que la bujía haga la perla es hasta Larráun, me monto en autobuses de línea y en menos que canta un gallo puedo estar perfectamente del mundo al otro confín, como se cantaba en aquel relato radiado de mi infancia: “Mañana podré tener / un príncipe que me sirva / del mundo al otro confín / nadie sabrá que me llaman / el enano saltarín”. José de la Cavada es un tipo que, además de tener apellido de enterrador y ser un auténtico lerdo, es un acosador laboral, como quedó demostrado en 2010 por la Inspección de Trabajo, que le impuso una multa de 25.000 euros por acoso laboral. Según especificaba el acta: “cometió una infracción “muy grave” por el “trato humillante” y las prácticas “irrespetuosas”, “ofensivas” y hasta “intimidatorias” a las que sometió a sus empleados durante más de un año, además de detectarse indicios de acoso por razón de género”, (“elEconomista.es”, de fecha  4.10.10). A José de la Cavada, en fin, habría que enviarle a cavar sepulturas a pleno sol en el desierto de los Monegros. Es lo que se merece este cretino.

Y Teruel, ¿cuándo?




Luis Racionero, a propósito del supuesto cáncer contraído por  Michael Douglas por practicar el sexo oral, cuenta algo que me ha hecho mucha gracia, o sea, aquello que le dijo el cura al pecador: “Aquí venimos a confesarnos, no a presumir”. Algo parecido le sucede a Rajoy que, por un lado, proclama su “mea culpa” en su política neoliberal desde la coletilla “yo no quiero hacerlo, pero me lo manda Europa”; y, por el otro, anda presumiendo en los foros de los logros conseguidos por él en Bruselas, después de haber sacado que España reciba algo menos de 2.000 millones del Banco Europeo de Inversiones para  fomentar políticas activas de empleo en lo que respecta al paro juvenil. Lo que se calla son las condiciones impuestas; es decir, que el Gobierno, a cambio, se compromete a  modernizar los servicios públicos de empleo, reducir el abandono escolar prematuro y potenciar la educación permanente. Lo de la “generación perdida” es un hecho incontrovertible, pero el pusilánime Rajoy, hoy lunes, mira por la ventanilla del AVE entre la  Estación de Atocha y Alicante, con una parada intermedia en Albacete para que pueda subirse María Dolores de Cospedal, y otra en Villena, para que el príncipe pueda descubrir una placa y, de paso, por aquello e ir por atún y ver al duque, pueda subirse al tren Alberto Fabra y otras autoridades de medio pelo. Y todo eso para inaugurar el tramo Alicante-Albacete. No sé qué pensarán los de Teruel, la única capital de provincias que, vergonzosamente, no tiene línea directa con Madrid. Posiblemente pasarán de esa excursión por los campos de La Mancha. Están acostumbrados a la resignación y al olvido. Saben que nadie les puede impedir, al menos de momento, mirar las nubes que pasan. Algunas de ellas hasta con formas de siluetas conocidas por mor de lo que algunos expertos, como Jeff Hawkins, definieron como pareidolia. Ya lo decía un baturro: “De lo que tenemos, no nos falta de nada”. Sí, ya, ya, pero con eso nos quedamos.

domingo, 16 de junio de 2013

Sobre becerros y fetiches




Mientras unos se pasan el día sobando la bandera y otros escribiendo sobre la “decencia” de los militares, los partidos políticos mayoritarios, PP y PSOE, “se ponen de acuerdo para sortear la ley y beneficiarse de una financiación suplementaria a la de las subvenciones directas o indirectas del dinero público”, según comentaba días pasados Luis María Anson en su columna de “El Imparcial”. “Los dos grandes partidos –cuenta Anson- se han puesto de acuerdo para garantizar que el dinero de las empresas siga llegando a sus fundaciones y contribuya a la financiación de sus agrupaciones”. Mientras, como digo, Carmen Farreras comenta hoy en  “El Correo de Zamora”: “Mañana si Dios lo quiere  -refiriéndose a hoy-, cientos de ciudadanos zamoranos la acariciaremos [la bandera] con nuestros labios, la besaremos, inclinaremos la cabeza con respeto y la honraremos como corresponde, como hacen en cualquier país todos los ciudadanos que se precien”. El otro plumilla, el que acostumbra a escribir sobre la “decencia” de los militares hasta producir nauseas en el lector, ha preferido hoy explayarse sobre “El oro del becerro” y relacionarlo con la familia Del Pino. “Hoy se ha sabido –escribe- que la familia del Pino (sic), que es riquísima y no necesita ganar más dinero ni arriesgarse a quedar mal ante la sociedad, ha estado sobornando al partido del independentista Mas a cambio de concesiones de obras en Cataluña”. Farreras ha hecho de la bandera de España una especie de fetiche, como sucede con algunos tipos raros cuando acarician un zapato de mujer con delectación. Anson, por otro lado, deja en paz por un día al juez Torres, al que tiene martirizado por cumplir con su deber en el caso Urdangarín, no por lo descubierto sobre el duque consorte hasta ahora, del que echa pestes, sino por las sombras de duda que pesan sobre la presunta  actuación de  infanta en esos raros “negocios”. Y Ansón hoy entra a la carga con algo parecido a lo que cuenta el otro plumilla innombrable, el de “La Razón”. Y partiendo de la presunción de inocencia, arremete sin piedad contra la constructora Ferrovial y señala que “el fiscal subraya el ‘pacto criminal’ entre la empresa y el partido político que engrosó su caja con 6,6 millones de euros. A cambio de tan suculenta cantidad, la empresa de Rafael del Pino se beneficiaba de continuos contratos pagados con dinero público”. Menos mal que Anson parte de la presunción de inocencia para Del Pino; que si no, lo manda a galeras.

sábado, 15 de junio de 2013

Las verdades de Aristóbulo




Aristóbulo de Juan no es un profeta mayor sino exdirector general del Banco de España. Y Aristóbulo de Juan es, también, un divieso en el trasero de Miguel Ángel Fernández Ordóñez, aquel gobernador que batió todos los récords de desfachatez, incluso superando a Caruana, al no ver que los bancos y cajas se habían sentado sobre un barreno. Aristóbulo de Juan, que ha participado en el  Encuentro Alumni La Comercial, en Bilbao, cuestionó el FROB por considerarlo inoperante, e hizo  referencia a la mala gestión y peor supervisión bancaria y al desencadenante de la debacle, o sea, las hipotecas subprime de EE.UU. de 2007. Aprovechó la reunión para criticar  que la dirección del Banco de España (léase Mafo) se dejara llevar por el poder político para no actuar porque “no había que incordiar a los banqueros” y afirmó que “alguien inoculó en la cúpula del Banco de España que los precios del sector inmobiliario se iban a recuperar en un par de años”. Mostró su desconfianza “ante el anuncio de que el crédito va a fluir a partir de ahora”. En fin, con estos mimbres habrá que hacer un cesto que no soportará el peso de un kilo de higos. Aristóbulo de Juan fue en los años 80, además de director general del B.de E., uno de los hombres clave del Opus Dei, como también lo fueron José Maria Aristraín, Emilio Ibarra, Alberto Ullastres y José Joaquín Sancho Dronda, que defendieron a capa y espada los intereses terrenales del Opus en aquella década. Escrivá era listo y sabía que los pobres no tienen capacidad para hacer "obras de caridad”. No sé por qué, tal vez por asociación de ideas, siempre me viene a la cabeza Francis Ford Coppola y la III parte de “El Padrino”. No tengo nada contra Aristóbulo de Juan. Aristóbulo, cuya onomástica es el 15 de marzo, es nombre de origen griego y significa “el gran consejero”. Pero ya decía Séneca que dar consejo al hombre avisado es supérfluo y darlo al ignorante es poca cosa.

viernes, 14 de junio de 2013

Ante el centenario de Juan de Borbón





Pretender hacer un acto oficial de lo que es sólo una ceremonia de familia se me antoja  fuera de lugar. Ello viene a cuento con las exequias que el próximo día 20 de junio se celebrarán en el Palacio Real con motivo del primer centenario del nacimiento de Juan de Borbón Battemberg, hijo de Alfonso XIII y padre del actual monarca. La prensa comenta que será el primer acto oficial de Cristina de Borbón desde el 12 de octubre de 2011, con motivo del desfile militar por la Fiesta Nacional, en aquella ocasión acompañada de su marido Iñaki Urdangarín. A mi entender, la familia del Rey puede organizar todos los actos conmemorativos familiares que considere oportunos. Pero de eso, a transformar el centenario del padre del rey en un acto oficial, va un trecho. Juan de Borbón, tercer hijo de un rey exiliado, no representa nada para el común de los españoles. En 1977 renunció a sus derechos dinásticos a favor de su hijo Juan Carlos, pero hubiese sido lo mismo de no haberlo llevado a cabo. Juan Carlos era Rey de España desde el 22 de noviembre de 1975 y los derechos dinásticos del hijo de un rey que había dejado de serlo en 1931 sólo importaban, si acaso, a diversos sectores monárquicos de nula trascendencia en el devenir histórico, puesto que el nuevo reinado no era una restauración borbónica sino una instauración por la merced de Francisco Franco. Pretender, como algunos pretendieron, que a Juan de Borbón le reconociera la Historia como Juan III es el mismo dislate que el pretendido en su día por José María de Areilza, al que más tarde algunos le consideraron como uno de los artífices de la Transición Española, de  procurar en Roma que al dictador se le nombrase cardenal. Juan de Borbón pudo haber sido rey en esa instauración de haberlo querido Franco, de la misma manera que lo pudo haber sido el marqués de Villaverde, el Borbón casado con su nieta o vaya usted a saber… Pero ser rey de España no quiere decir que lo hubiese sido de todos los españoles. A media España, a la España que perdió la Guerra Civil, no le hubiese gustado tener como Jefe del Estado  a aquel “Juan López”, supuesto trabajador del “Hotel La Perla”, que con el apoyo de su exiliado padre pretendió unirse a los sublevados contra la Segunda República el 1 de agosto de 1936, cuando cruzó la frontera española por Dancharinea. Cristina de Borbón, y a eso iba, séptima en la línea de sucesión, puede asistir a “elogios funerales” de sus parientes. Nada se lo impide. Pero convertir en acto oficial lo que sólo está en la memoria de su familia me parece inoportuno y fuera de lugar.  Entre los supuestos asistentes  al acto regio se encontrará el Fiscal General del Estado, ese señor que entiende de cine y al que se le recordará en el futuro por el presunto “mérito” de haber conseguido que determinados fiscales aparezcan a ojos de gran parte de la ciudadanía harta como abogados de los ricos.