domingo, 28 de julio de 2013

Ron con coca-cola





El diario El País le hace una entrevista a Francisco Gómez, que es la coca-cola del Ron, es decir, el consejero delegado del Banco Popular, después de haber presentado resultados (170 millones en el primer semestre). Leo atentamente. A la pregunta de Iñigo de Barrón: “El ministro de Economía compara la recuperación con una flor de invernadero”, Gómez responde: “Hay síntomas buenos, como el turismo, pero hay que ser moderadamente optimistas”. Toco madera y me agarro a las orejas del sillón. Si la recuperación de este país depende del número de turistas que nos visiten, apaga y vámonos, salvo que el futuro de España esté destinado a ser un país de camareros y de echadoras de cartas. Un poco más adelante, Gómez cuenta que “tenemos un sistema financiero muy sólido, muy solvente y de los más capitalizados de Europa”. Bueno, puede que así sea, pero se olvida añadir que ello se debe al “rescate” europeo a la banca española por medio del FROB y que acabaremos pagando todos los ciudadanos en beneficio de bancos y cajas, donde incluyo al Banco Popular, quienes cegados por la avaricia, no supieron prever las consecuencias de la burbuja inmobiliaria. Gómez dice al entrevistador que “seguimos volcados con las pymes, los comercios, los autónomos y las familias para darles el mejor servicio. Es nuestro compromiso”. Vamos, esa respuesta me recuerda aquel eslogan de una determinada entidad de ahorros, cuyo nombre omitiré por sentir vergüenza ajena, cuando en su publicidad se decía: “nunca hubo un interés tan desinteresado”. ¿Está seguro Gómez que las pymes, los comercios, los autónomos y las familias están recibiendo créditos de los bancos? Ayer ese mismo señor declaraba en “El Mundo”: “Daremos créditos pero con prudencia, ante el entorno complejo”. Francisco Gómez debería llamarse Francisco Alegre ¡y olé!, Francisco Alegre ¡y olá!, yo estoy rezando por él con la boquita cerrá. Pero volvamos a “El País”. A la pregunta: “¿Cree que el Gobierno tiene una actitud contraria a los bancos, como dicen algunos?”, la respuesta no pudo ser más contundente: “No. El Gobierno gobierna y ejerce su acción legisladora”. Aquí, Gómez ha tenido un lapsus. La mayoría absoluta en las dos Cámaras a favor del PP no significa que el Gobierno ejerza su “función legisladora”. Este consejero delegado del Banco Popular, o del Pim, Pam, Pum, se ha hecho un lío con la separación de los tres poderes y ya no sabe si el Gobierno es el que legisla, el Parlamento el que ejecuta y el Poder Judicial el que tiene que bailar con la más fea la pieza más larga. Francisco Alegre y Olé todavía no sabe si este año cobrarán dividendos los accionistas. No sé, a mí me da que un banco que no permite “cortar el cupón”, como se decía antes a lo que ahora es “deuda anotada”, sin títulos físicos, no me interesa como inversión, por más que hace seis meses se hiciera una ampliación de capital de 2.500 millones de euros y que en junio pasado esa entidad bancaria practicara un “contrasplit” (de 1x5) para que,  psicológicamente, diera la sensación de que tenían más fuerza los títulos en el Mercado de Valores. Estos días las acciones del Popular suben en Bolsa. ¿Seguro que no asoma la punta de la alargada sombra de Caixabank como si fuera la sobra de Belfegor? Él afirma que no, que seguirán siendo independientes. Mire, Gómez, tome nota: tras finalizar “Diamantes para la eternidad”,  Sean Connery aseguró a su esposa que no volvería a interpretar al agente británico James Bond  nunca jamás” y ella le replicó: “Nunca digas nunca jamás”. ¿Se ha enterado bien? Pues, ¡hala!, espabilando, que es gerundio. 

No hay comentarios: