lunes, 30 de septiembre de 2013

El pernil marciano, la santa mano y un milico con baraka





El ABC de Sevilla nos recuerda hoy la tienda de ultramarinos “Casa Marciano”, fundada en 1928 por Marciano Díaz Vázquez, y el famoso pernil momificado que estuvo colgado en esa tienda del número 6 de la sevillana calle Lineros durante más de cincuenta  años. Tal pernil momificado me recuerda aquella mano izquierda de Santa Teresa (no el brazo, como se ha contado muchas veces en diversos medios) que estuvo durante casi  cuarenta años en el dormitorio de Franco en El Pardo. Se conservaba bajo una manopla de plata y decía el dictador que le traía suerte. Aquella mano tuvo una historia rocambolesca. El 4 de julio de 1583, unos meses después de la muerte de la monja, se procedió a exhumar sus restos. El cuerpo apareció incorrupto. Uno de los párrocos presentes en la exhumación, Gracián de Dios, decidió cortarle la mano derecha, entregándola a las Carmelitas Descalzas de Ávila. También le amputó el dedo meñique, que lo guardó hasta ser hecho prisionero por los turcos, que se lo arrebataron. Más tarde lo consiguió recuperar a cambio de entregar unas sortijas y 20 reales de la época. Años después, la reliquia de la mano incorrupta aparecería en el convento de carmelitas de San Alberto, en Lisboa. Posteriormente pasó a otro convento carmelita en Olivais y allí estuvo depositada hasta 1910, año de la revolución que terminó con Manuel II y la Monarquía portuguesa. La reliquia regresó a España aquel año. En 1924 fue trasladada desde el desconocido lugar en donde se encontraba hasta el convento de las carmelitas de Ronda. Con la Guerra Civil, Ronda quedó en zona republicana y el 29 de agosto de 1936 la reliquia fue requisada. Las monjas regresaron a Lisboa y en febrero de 1937, al ser tomado Málaga por las tropas de Franco, unos soldados encontraron la mano en una maleta olvidada entre las pertenencias del coronel José Villalba Rubio, tras su huida apresurada. Pero no fue devuelta  a las monjas sino trasladada a Burgos, donde estaba el Cuartel General de los rebeldes. Franco no dudó en apropiarse de ella. Posteriormente, Balbino Santos, obispo de Málaga, escribió una carta a Franco solicitando la devolución de la reliquia en nombre de la comunidad religiosa carmelita. Franco se negó a su devolución mediante  carta escrita por su secretaría particular: “…he de exponerle –decía el texto- que el Caudillo, que tiene una acendrada devoción a la Santa más española y que ha visto palpablemente su constante protección en todas las empresas de la guerra (se tomó Madrid el día del natalicio de Santa Teresa 28 de marzo), tiene vivísimos deseos de conservar bajo se custodia la Reliquia insigne de la Mano de la Santa, para seguir venerándola, al propio tiempo que ruega a la sin par Teresa de Jesús que vaya poniendo SU MANO (sic) en las árduas (sic)  tareas como lo hizo en las de la guerra…”. A la muerte de Franco la reliquia con la mano izquierda de la santa fue entregada de nuevo por Carmen Franco al convento de la Merced de las carmelitas de Ronda. Y dicho esto, sugeriría a Isidoro Martínez, antiguo empleado de “Casa Marciano” y actual propietario de famoso pernil casi incorruptible, que se lo enviase a portes pagados a Mariano Rajoy para que lo colgase en su dormitorio de La Moncloa y lo pudiera trasladar en todos su desplazamientos al extranjero. Se matarían dos pájaros de un tiro: le daría suerte al político, que buena falta le va a hacer; y se fomentaría la Marca España, enseñándole a los colegas de otros países, incluida Merkel, un jamón momificado al estilo de los faraones. Un jamón con el que los españoles (que rebuscan en los cubos de basura) sueñan a diario con la misma fijación que tenía Carpanta con un pollo asado.




sábado, 28 de septiembre de 2013

Milagrosos vaqueros




Hoy “La Razón” comenta sobre  “los vaqueros milagrosos de doña Letizia”. La noticia me ha parecido tan ordinaria que he decidido leerla por ver si era capaz de entender algo sobre esos pantalones que se ha puesto la consorte del príncipe de Asturias en su visita al Rey en la Clínica Quirón, o sea la clínica de los herederos de Publio Cordón. Resulta, según voy leyendo, que “tales pantalones llevan el sistema ‘push up’ y ayudan a realzar los glúteos y a esculpir unas formas más redondeadas de la persona que los porta”. ¡Toma ya! Pero la noticia no que da ahí: “Para la ocasión, optó por un ‘look’ informal y chic formado por una chaqueta estampada de ‘Mango’ y una pieza de la colección ‘bottom up’ de la firma italiana Liu Jo. Se trata, en concreto, del modelo Standard, el favorito también de otras damas fans de la casa, como Marina Danko, Carmen Lomana e Isabel Preysler, y cuyo precio es de unos 126 euros”. ¡Jo, que liu! Vamos a ver si empezamos a ser serios. Con la que está cayendo, tanto a la Casa Real como a los españoles en general, lo que menos nos importa en estos momentos es el tipo de “blue jeans” que utiliza la consorte del Príncipe para visitar a su suegro en el hospital o la chamarrilla de cuero que se pone cuando sale de concierto con sus amigas. Por cierto, gastarse 126 euros en unos pantalones vaqueros se me antoja una frivolidad por más que resalten el trasero, por muy principesco que sea, de aquel que se los pone con calzador. Y ahora vayamos al “milagro” de esos pantalones. Cuenta el periódico que dirige Marhuenda que esa prenda (el pantalón, no quién lo porta) tiene su miga: “Si nos fijamos en la parte trasera -cuenta-, la costura debajo de la cinturilla, normalmente recta y denominada ‘canesú’, está trabajada de forma redondeada e invertida, hacia arriba. Un truco que, unido al hecho de que los bolsillos tampoco se cosen rectos, y al complicado juego de costuras y pespuntes, hace que se cree un efecto óptico rotundo: los glúteos ganan volumen, no sólo vistos desde atrás, sino también de perfil, lo que convierte a esta prenda (el pantalón, no quién lo porta) en un aliado perfecto para cualquier tipo de acto o celebración”. Servidor de ustedes, que nació en un pueblo pequeño, rodeado de tipos con trajes de pana y boina, tuvo el primer pantalón vaquero allá por la adolescencia. Era  - aún lo recuerdo-  un blue jeans “Pitusa Rock”, comprado en “Confecciones Gallego” de Calatayud, y que mis padres me habían regalado el día de mi santo. Desteñía un poco y, cuando me lo bajaba para poder exonerar el vientre, o meterme en la cama, notaba que las rodillas y las piernas viraban al color azul Lufthansa, o al color azul campánula, o al azul lapizlázuli, que ya no sé muy bién a cuál. ¿Se me estaría volviendo la sangre de color azul como a los borbones? ¿Estaría enfermo de cuidado? Menos mal que por aquellas fechas no se conocía la enfermedad de las vacas locas, que de haber sido así, al verme casi añiles las extremidades inferiores hubiese pensado que me quedaba poco tiempo de vida. El caso es que desteñían. Tampoco sé si con la enfermedad de las vacas locas se ponen las piernas azules. Se lo preguntaré, si tengo ocasión, a Juan José Badiola, que tan bien conoce la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, o al ministro Arias Cañete, que igual se come un par de yogures caducados que un  chateaubriand” de kilo con patatas a la pastora. Desde entonces, y a eso iba, opté por los pantalones de “tergal”, a ser posible de color gris. Este es un país de vergonzosos cortesanos y de acendrado plebeyismo. Sólo hay que observar en las audiencias reales las raras genuflexiones que practican determinadas damas y ministras asistentes a tales actos. Un día, alguna de ellas se hará un nudo difícil de desatar. Algo así como el nudo de Lambán. Ese día me desternillaré de risa. Lo que ya no me parece normal, ni siquiera noticia, es que determinada prensa de la derechona más fosilizada dé más importancia a los pantalones de la consorte del príncipe de Asturias en su visita privada a un hospital que a la salud del Jefe del Estado, por mucho que esos “milagrosos” pantalones redondeen su principesco trasero.

viernes, 27 de septiembre de 2013

El Club de la Comedia




Desde 1942, cuando Franco intentó agradar a Hitler cambiando el huso horario, a nadie se le ha ocurrido racionalizar tal desatino. Desde 1884, el meridiano de Greenwich quedó fijado como referencia para establecer los husos horarios en todo el mundo. Como no podía ser de otra manera, España se ubicó en el huso europeo occidental, el mismo que Portugal, Reino Unido y Francia, con una hora de diferencia respecto a los países de Europa central. En 1942 Alemania impuso el huso central en Francia y  Portugal, Reino Unido y España se apuntaron de forma voluntaria al nuevo horario francés. En 1945 Portugal y Reino Unido rectificaron. Ahora el Gobierno pretende racionalizar los horarios de los españoles, enseñarnos geografía y recordarnos que en Londres pasa el mismo meridiano que en Caspe, en la provincia de Zaragoza. Eso ya lo sabíamos. Los que no lo sabían, por lo visto, son ellos, que se pasan la vida dando bandazos. ¿Ah, no? Sí, hombre, sí. Ahora resulta que la Alianza de Civilizaciones que defendía Zapatero y que tanto denostó la derechona, la acaba de hacer suya Rajoy en Nueva York, en la cumbre anual de la ONU. Pero como se puede leer en “El Confidencial”,  “no lo hizo por convicción o por una repentina ‘conversión’, sino para allanar el camino al objetivo de que España obtenga un asiento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en el bienio 2014-2016”. Rajoy definió en una ocasión (ahí están las hemerotecas) la Alianza como  “cantos de sirena que no importan a nadie”. Y los diputados de su grupo parlamentario rieron en el Congreso aquella “sandez” con la risa floja del lerdo. Y como si Rajoy fuese un monologuista de “El Club de la Comedia”, todavía tuvo arrestos para describir desde la tribuna de oradores,  refiriéndose a uno de los encuentros presididos por  su antecesor, como “una reunión a la que asisten mandatarios importantes: los presidentes de Eslovenia, de Malasia, de Argelia y el propio señor Rodríguez Zapatero”. Siguieron las risas flojas y Rajoy se sintió reina por un día. Pues bien, ahora el Gobierno intenta imponernos un horario que entiende “racional”; o sea, que almorcemos a las doce del mediodía, cenemos a las ocho y nos vayamos a dormir a eso de las diez. Lo que ya no sabemos es si nos aparará la televisión oficial a las once tras escuchar a un cura  aquello de “El alma se serena” y el posterior Himno Nacional. O si a las diez de la noche aparecerán en la pantalla de TVE los dibujos animados con la familia Telerín, es decir, a Cleo, Teté, Maripí, Pelusín, Coletitas y Cuquín, creados en 1964 por los hermanos Moro. Rajoy recordaba en la ONU que “hemos perdido demasiados años” en el tema de la descolonización de Gibraltar y en la libre determinación del pueblo saharaui de acuerdo con los principios de la Carta de las Naciones Unidas. Lo primero que se lo pregunte a  Felipe V; y, lo segundo, a José Solís. Se le olvidó comentar algo sobre la revisión de los husos horarios en España, quizás por estar a la espera de que el planeta Tierra pueda cambiar el movimiento de rotación sobre su eje en los próximos días, como cuentan que le ha asegurado a Rajoy su primo, no el condenado por secuestro sino el otro, el catedrático de Física Teórica en la Universidad de Sevilla, el que en 2007 le enmendó la plana a Al Gore sobre el cambio climático.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Entre pillos anda el juego





La respuesta de la ministra Mato al diputado José Martínez Olmos el pasado viernes en el Congreso sobre el asunto de los casinos se me antoja poco coherente con su función al frente de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Respondió Mato que “sería una perfecta insensatez rechazar proyectos como Eurovegas”. El Gobierno, de ninguna de las maneras puede primar los intereses económicos por encima de la protección de la salud cambiando la ley antitabaco a petición de los promotores de ese proyecto. Por otro lado, los responsables de la Comunidad de Madrid están  presionando al Gobierno de Rajoy para que modifique la  Ley 42/2010, de 30 de diciembre, que había modificado otra, la Ley 28/2005 de 26 de diciembre, sobre venta, suministro, consumo y publicidad de los productos del tabaco. La nueva ley entró en vigor el 2 de enero de 2011. A mi entender tiene razón José Martínez Olmos al afirmar que  “en el fondo es un enorme pulso de un promotor al Gobierno, un pulso que pretende cambiar la legislación sobre el juego y la legislación fiscal en beneficio propio, ya que el proyecto se basa en el juego, en la prostitución y en el blanqueo de dinero negro”. También Ana Botella se mostró a favor de modificar la ley antitabaco para zonas reservadas. Claro, todavía no había leído su panfleto en Buenos Aires y suponía que a la tercera iba la vencida. Pero el “cuento de la lechera” puede repetirse una y mil veces, como sucedió con el Gobierno de Aragón y aquel macrocasino que se iba a construir en medio de Los Monegros. Gran Scala (Las Vegas de Europa) iba a ser el relevo de la Expo y se iban a crear el triple de empleos que los disponibles en la planta Opel de Figueruelas. Pero, para llevar a cabo el proyecto, resultaba imprescindible cambiar la Ley del Juego. En la presentación del 12 de diciembre de 2007, ante el Gobierno autonómico en pleno, los ejecutivos de Internacional Leisure Development (ILD) anunciaron la construcción de 32 casinos y 18 parques temáticos en un gran espacio lúdico-cultural, en el que  se iban a invertir 7.255 millones de euros y crear 26.000 empleos. El entonces vicepresidente de la DGA, Biel, comparó el proyecto con un maná caído del cielo. Ese señor del PAR, hoy presidente de las Cortes de Aragón, es el mismo tipo que antes de “soñar despierto” había puesto como modelo de bienhacer político el trabajo de la alcaldesa Pinilla en La Muela. Y Pinilla terminó en la cárcel. El Ayuntamiento de Ontiñena (Huesca) ofreció los terrenos, pero la crisis económica difuminó la alegría inicial. Los parques temáticos fueron reducidos a 8, los casinos a 10 y los empleos a 15.000. Al final, “rien de rien”, que diría un crupier. Y, también, como sucedió en 2005 en Ciudad Real con el fallido Reino de Don Quijote, donde operaría el gigante Harrah’s. Pero el principal inversor, Gedeco Avantis, entró en concurso de acreedores en 2011 y Caja Castilla-La Mancha, presidida por el socialista Juan Pedro Hernández Moltó, aquel de “¡míreme a la cara señor Rubio, míreme a la cara!” cuando Mariano Rubio declaraba el 15 de abril de 1994 en la Comisión de Economía del Congreso por el caso Ibercorp, terminó siendo intervenida por su mala gestión. Hernández Moltó se convirtió, casi quince años más tarde, en el primer cadáver de la crisis financiera en España. ¿Fue la venganza póstuma de Rubio? Puede. Como en la canción de Makinavaja, ladrón de esquinas: “Sorpresas te da la vida, ¡ay Dios!”. Ahora, la concesión de los Juegos Olímpicos de 2020 a Japón ha abierto la caja de los truenos en Alcorcón, en la Alcaldía de Madrid y en la Comunidad Autónoma sobre el futuro incierto de Eurovegas. Algunos buitres carroñeros de la construcción y de la política ya empiezan a ponerse el esparadrapo antes de que se produzca la herida y a llorar por la leche derramada. Del “qué hay de lo mío” de los amos del ladrillo se está pasando al cante de “soníos negros”, como hacía Manuel Torre. Adelson no es de fiar y determinados tahúres de la antigua Real Casa de Correos, menos. Visto lo visto, entre pillos anda el juego.

martes, 24 de septiembre de 2013

Educandos de fiambrera





A nadie se le escapa que, por causa de la crisis económica, en España aumenta el consumo de pan (por cierto, de una masa incomible) en detrimento del consumo de carne y de pescado. Cambian los hábitos alimentarios, disminuyen los restaurantes y aumentan las bocaterías (palabra no registrada en el DRAE) y los “fast foods”, que son esos lugares en los que te sientas donde puedes con una hamburguesa y una “coca-cola” sobre una bandeja y casi siempre cerca de un maleducado que eructa, se estira perezosamente y jamás se quita de la cabeza una gorra con la visera en la nuca. No cabe duda de que se ha acrecentado el consumo de latas de sardinas, casquería, alas de pollo, patatas, pastas y aceite de semillas, y se han reducido considerablemente las ventas de aceite de oliva, ternera, pescado y fruta. La deficiente alimentación actual ya queda muy distante de aquel “milagro” contenido en la dieta mediterránea y que tantos beneficios produjo en nuestra salud. Seguir falsos mitos alimenticios, abusar de la bollería industrial y de un excesivo consumo de refrescos endulzados y la carencia de variedad en los productos en la mesa, harán posible que España sea un país de obesos e hipertensos a corto plazo. Digo más, a este paso pronto dejarán de tener utilidad los cubiertos y el mantel. Volveremos al uso exclusivo de los dedos, como en la Edad Media. Tristemente, a día de hoy, muchos niños sólo hacen una comida de fuste al día: la que reciben en los comedores escolares, eso sí, aquellos que pueden costearla a lo largo del curso académico. Otros niños, como consecuencia de los recortes en servicios públicos y la falta de recursos para vivir con un mínimo de dignidad, se han tenido que dar de baja en esos refectorios y limitarse a llevar al colegio, además de los libros, un “tupper” con la comida de casa sin que en demasiados casos, por desgracia, se tenga mucho en cuenta el equilibrio nutricional. En España, si hacemos caso a los datos que ofrece Cáritas, hay en la actualidad entre 3 y 4 millones de ciudadanos que pasan hambre y un importante número de ellos se alimenta con productos que extraen de los contenedores de basura de los supermercados. “Aquí –como dijo Mafo, después de haber cesado como gobernador del Banco de España- se han hecho muy mal las cosas". Cierto. En gran medida por su negligencia manifiesta. Pero lo peor de todo es que nadie se ha hecho responsable de ello. Como decía David Jiménez en su blog, “hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más populares en el colegio, los primeros en ser ascendidos en la oficina, los que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los únicos que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan. Porque son de los nuestros. Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas”. Pues nada, es lo que hay. De aquellos polvos (es decir, descuidos, errores y desórdenes previos) vienen estos lodos.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Marejada en un vaso de agua




A nadie se le debe juzgar por sus ideas, sea civil o militar. Leo hoy en la prensa que “Defensa promueve a un  juez militar ultra que cuestiona la Constitución”. Militares ultras en España ha habido más que piojos en costura. Miguel Ayuso Torres es discípulo de Eugenio Vegas Latapié, un intelectual monárquico que el 14 de abril  de 1931 formó parte del reducidísimo grupo de personas que en Galapagar rindió homenaje a Victoria Eugenia de Battenberg al abandonar España; que a los 18 años terminó la carrera de Derecho, que un año más tarde ganó oposición al Cuerpo Jurídica Militar y tres años después, al Cuerpo de Letrados del Consejo de Estado; que fue perseguido por sus ideas y arrestado en el castillo de Badajoz; que fundó la revista ultracatólica “Acción Española”, que bajo la dirección del marqués de Quintanar sirvió como órgano de oposición a la República; que se incorporó a la secretaría de Juan de Borbón, primero en Lausana y después en Estoril; y, que fue preceptor de su hijo don Juan Carlos. Sobre el discípulo de Vegas, Miguel Ayuso, se sabe que, además de militar de graduación, es catedrático de Ciencia Política y Derecho Constitucional en la Universidad de Comillas. Y, además de ello, uno de los representantes más destacados del pensamiento ultraconservador español, culto y brillante, que ha escrito una veintena de libros, ha impartido conferencias en muchos países y es doctor “honoris causa por la Universidad de Udine. La diferencia entre Vegas Latapié y Ayuso Torres es que el primero de ellos fue monárquico “juanista” convencido; y el segundo, está alineado en la Comunión Tradicionalista y fue jefe entre 2004 y 2010 de la secretaría de Sixto de Borbón, heredero carlista al Trono de España. Pero no creo conveniente ni necesario remontarme a los acontecimientos de Montejurra, donde la Hermandad de Excombatientes, Unión Nacional Española y Fuerza Nueva, junto a un grupo de nostálgicos carlistas alineados con Sixto de Borbón-Parma, terminaron con la vida de dos asistentes al acto en la primavera de 1976. Mantiene “El País” que “las ideas de Miguel Ayuso Torres, aunque minoritarias, entrarían dentro de la libertad de cátedra si fuese solo un profesor o un jurista, pero Ayuso es también un teniente coronel en activo de las Fuerzas Armadas españolas y su primera obligación es defender la Constitución que menosprecia”. A mi entender, ni la Constitución Española es  dogma de fe ni nadie merece la hoguera, como en tiempos de Torquemada, por defender sus ideas,  ya sea civil o militar. Tampoco se le puede “culpar” a Ayuso por lo que expresó García Trevijano en un programa televisivo el pasado 20 de enero, ni se debe hacer un silogismo aristotélico en base a que “Ayuso tampoco reconoce al Rey, ya que se alinea con la Comunión Tradicionalista”. Entiendo que se trata de un silogismo falaz y carente de rigor. Es como decir que, si don Juan Carlos de Borbón juró los Principios Fundamentales del Movimiento en vida de Franco, no puede ser demócrata. Nada más falso.



domingo, 22 de septiembre de 2013

Zarzuela de corbatas





Tiene razón Antonio Burgos hoy en ABC, cuando hace referencia al sincorbatismo. De aquel “los rojos no usaban sombrero” hemos pasado “a Zarzuela no se va sin corbata”, referido a los periodistas que acudieron a la rueda de prensa de Rafael Spottorno que debía informar sobre la salud del Rey. Spottorno, con aquel tapiz detrás, parecía la estampa de un mayordomo de película de Hitchcock sobre fondo de una cortina de cretona. Todavía hay quien entiende que a determinadas reuniones, aunque ejerzas de don Tancredo, se debe ir de corbata, de la misma manera que a la playa se debe llevar el albornoz, a ser posible de color granate como hacía el marqués de Casa Riera en la playa de Zarauz. Un albornoz que debió ser la herencia a su hija Mercedes, “la mayor, más paciente cariñosa y atenta de los 14 hermanos”, si hacemos caso a María Eugenia Yagüe (“Crónica”, suplemento dominical de “El Mundo”, 15/6/08). Escribía Yagüe, digo, que Mercedes de Mora y Narváez visitaba a su padre cada mañana y le llevaba fresas de Aranjuez y un chocolate negro especial, el favorito de la familia. De nada sirvió tanto cariño y sincera devoción. Don Gonzalo, hermano de la reina Fabiola de Bélgica, murió en octubre de 2005, a los 87 años, y cuando se hizo público su testamento, de la cuantiosa herencia familiar a Mercedes sólo le quedó la legítima”. Bueno, la legítima, el albornoz de la playa de Zarauz  y alguna concha de berberecho en sus bolsillos. Pero a lo que iba. En la nota de prensa posterior de ABC se decía –y así lo cuenta Burgos- que a la rueda de prensa “habían asistido 110 periodistas de 70 medios. Algunos periodistas y cámaras tuvieron que aguardar a la puerta a que les enviaran corbatas y chaquetas para poder acceder a Zarzuela. Algunas prendas llegaron por mensajero”. No se dice nada sobre si hubo que llevarles pantalones grises, que casan bien con todas las chaquetas,  calcetines negros y crema “canfor” para dar lustre a los zapatos. Queda bien eso de guardar las formas, que ya ni en los “telediarios” se cumple a rajatabla. A Zarzuela, de soltera La, no se puede ir vestido de mercadillo, con barba de varios días, vaqueros raídos y zapatillas blancas de “adidas” con la parte de atrás vuelta, como si fuera el cuello de una gabardina solo que tapando el talón. Esas prendas hay que dejarlas para otra ocasión, como sucede con la chamarrilla de cuero que Letizia  usa cada vez que sale de concierto con sus amigas. Hasta Marcelino Camacho se quitaba el cuello vuelto del jersey y se ponía corbata anudada cuando era recibido por el Rey. El problema de hoy es que las nuevas generaciones, pese a ser las mejor preparadas, no saben hacerse el nudo de la corbata ni encuentran el libro de instrucciones para lograr el nudo simple, o el doble, o el Windsor, o el medio Windsor, o el pequeño, o el de mariposa, o el ascot, o el shelby, o el four in hand, o el grammichele, o el cape knot, o el trinity, o el  truelove, o el pratt, o el eldredge, etc. Hay más variaciones de nudos corbateros que posturas en el Kamasutra. Habrá que empezar a vender en las tiendas de moda las corbatas ya anudadas y con una discreta gomita, como aquella que nos prestaban en la mili a las que, sin que nunca supiese la razón, obligaban meter su punta entre el cuarto y quinto botón  de la camisa, conforme al reglamento. Si no se le ocurre algo a Isidoro Álvarez,  pronto venderán corbatines anudados en las tiendas de los chinos, que lo mismo te fríen una corbata que te planchan un huevo frito.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Cantantes callejeros diplomados





Pues nada, el que quiera cantar en las aceras de las calles del distrito Centro madrileño, sacar la cabra para subirse a una escalera al son de una trompeta cíngara o puntear la guitarra en los interiores del metro deberán antes pasar una prueba de idoneidad para poder ejercer. A ese acuerdo llegaron hace ya un año la Alcaldía y la Comunidad Autónoma. Aquí ya no vale eso de acercarse a una terraza con un acordeón y luego pasar la gorra. Ni que sea rumano ni que venga desde Betanzos con su gaita gallega a cuestas. El concejal que preside ese distrito, David Erguido, que con su aspecto de seminarista rebotado ya ha anunciado que la puesta en vigor de la normativa será inminente. Este erguido personajillo de la cosa pública pretende regular el “ruido” en el Casco Histórico, después de haber sido declarado el Casco Viejo como Zona de Protección Acústica Especial. En resumen: los que quieran cantar o tocar sus instrumentos (con perdón) en la vía pública deberán examinarse y marcar un horario de actuaciones, a fin de proteger ese “escaparate turístico” de la capital de la Villa y Corte que rige Ana Botella, no por haber sido la más votada para ser alcaldesa sino por la espantada de Ruiz-Gallardón, que se está conviertiendo en el renovador del Código Penal a mayor gloria del Opus Dei y de la Conferencia Episcopal. El concejal Erguido ya ha manifestado que se realizará una audición y se pedirá la presentación de un currículo para conocer qué tipo de espectáculo desarrolla el aspirante a la flamante autorización. También dijo  que el jurado calificador estará formado por técnicos de la Dirección General de Museos y Música del Ayuntamiento, que son como el consejo de sabios del merengue y el cha cha chá. Lo que no cuenta el edil es cuánto habrá que pagar en concepto de tasas municipales el diplomado músico callejero. A mi entender, a la que habría que pedir el título de idoneidad para ser alcaldesa es a la pijoflauta Ana Botella, una vez  conocido el ridículo tan espantoso que hizo en Buenos Aires con su inglés macarrónico y la lectura de un discurso hecho en su integridad por Terrence Burns, sobre el que se cuenta que cobró casi dos millones de euros con cargo al maestro armero. Días pasados ya comenté que el discurso de Terrence Burns en boca de Botella fue como el corte de la mayonesa en un examen culinario. Ahora mantengo que pretender examinar a aquellos que necesitan unas monedas para comprar una barra de pan con algo dentro es, como diría Cela, como meneársela con goma higiénica. Me hubiese gustado saber qué hubiera pensado el Viejo Profesor sobre el absurdo proceder de esta advenediza.

jueves, 19 de septiembre de 2013

El Toro de la Vega




Mariló Montero se refirió ayer en TVE a la, según ella, “maravillosa fiesta tradicional” que representa el Torneo del Toro de la Vega, en Tordesillas, de origen medieval. La fiesta, por llamarla de alguna manera, consiste en perseguir a un toro por cientos de lanceros (en 2011 más de quinientos) montados a lomos de caballos hasta darle muerte, después de que el astado hubiera sido soltado por las calles del pueblo y conducido por  corredores y aficionados a la tragedia hasta campo abierto. Es una fiesta que se celebra el segundo martes de septiembre en honor de la Virgen de la Peña. En 1966 se suspendió el rejoneo hasta dar muerte al toro en campo abierto, pero en 1970, tal vez por influencias de Gregorio Marañón Moya siendo éste Director del Instituto de Cultura Hispánica y su influencia sobre Antolín de Santiago Juárez, entonces subdirector general de Cultura Popular y Espectáculos, aprovechando un encuentro entre ambos en las Semanas Internacionales del Toro de Lidia en Salamanca, volviéndose a autorizar el macabro y bochornoso espectáculo. De nada sirvió que Jorge Javier Vázquez le reprochase a Montero que “desde la televisión pública no se puede defender un espectáculo de esas características. Pero lo cierto es que el toro “Vulcano” murió de la forma más vil y despreciable. Parece mentira que la televisión pública, que se la coge con papel de fumar y prohíbe, por ejemplo, emitir veladas de boxeo, no considere el Torneo del Toro de la Vega como algo miserable que insulta a la inteligencia. Algo tan disparatado como aquella otra “maravillosa fiesta tradicional” consistente en la costumbre de los quintos de  lanzar al vacío desde el campanario de la torre de su iglesia románica a una cabra viva en Manganeses de la Polvorosa, en la provincia de Zamora.  Los defensores de aquel dantesco espectáculo afirmaban que la cabra caía sobre una lona sujetada por decenas de personas y que no sufría daño. La polémica que despertó el tema en los medios de comunicación (donde rara vez se enseñaba dicha lona y en multitud de ocasiones se hizo creer a los lerdos que la cabra aterrizaba en el suelo) fue causa de que el alcalde prohibiera la fiesta en 2002. La tradición del Toro de la Vega es, en efecto, originaria de la Edad Media, cuando era  costumbre que los nobles celebraran las bodas invitaban a la gente de más alta cuna a realizar torneos de justas y a despeñar a animales (generalmente vacuno) por los cantiles en las lindes de los ríos. En la actualidad, el toro es soltado cerca de la plaza mayor  y corre escoltado por la multitud, bajando por la Calle del Empedrado hasta el puente sobre el Duero. Pasado el puente, alcanza la zona del Cristo de las Batallas donde centenares de corredores tratan de citarlo y recortarlo. Allí le esperan los caballistas  para proseguir con el recorrido hasta el Campo del Honor, zona donde comienza el torneo y el toro es alanceado hasta su muerte. Pero lo más triste, si cabe, es que el Torneo del Toro de la Vega fue declarado Fiesta de interés turístico de España por Resolución de la Secretaría de Estado de Turismo de 18 de enero de 1980 (BOE de 16 de febrero). ¿Alguien entiende tal sinrazón? Tampoco entiendo la razón por la que a María Dolores Montero Abárzuza, Mariló para sus íntimos, le siguen renovando contrato en el programa “La Mañana de la 1” de una televisión estatal que pagamos todos los ciudadanos a través de nuestros impuestos.

Navíos reales





La imagen que nos ofrece el Diario de Cádiz de la Reina, con motivo de la entrega de la Bandera de Combate al navío “Juan Carlos I” en el muelle gaditano, es una imagen de soledad por mucho que la Reina estuviese arropada por el ministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor de la Armada. Es tradición en la Armada asignar con el nombre del monarca reinante uno de sus barcos de guerra, tradición que se cumple aunque no siempre, desde la llegada a España del primer Borbón, Felipe V, en 1700. “De entonces a  ahora, como bien nos recuerda hoy Diario de Cádiz, le han precedido los navíos Real Felipe, construido en los astilleros de Guarnizo (Santander) en 1732, el Real Carlos,  en los astilleros de La Habana en 1787; el Fernando VII, botado en Ferrol en 1791 [aquí hay un error], el  Isabel II, en La Carraca en 1892, el crucero Alfonso XII, realizado en los astilleros de Ferrol en 1892, el acorazado Alfonso XIII en 1913 y  ahora el buque de proyección estratégica LHD Juan Carlos I”. Y quiero aprovechar  la información de Diario de Cádiz para recordar que el “Real Príncipe” fue el primer navío español con tres puentes,  desplazaba 1965 toneladas y poseía 114 cañones. Tras duras batallas fue desguazado en Cartagena en 1750. El navío “Real Carlos”, en honor de Carlos IV, fue botado el 4 de noviembre de 1787. El 8 de abril de 1799 zarpó de Ferrol una escuadra compuesta por el "Real Carlos",  "Argonauta",  "Monarca",  "San Agustín",  "Castilla", además de dos fragatas y un bergantín.  Llevaba 2.000 soldados de tropa de desembarco al mando del general Ricardo O'Farril. El objetivo de esta escuadra era reunirse con otra francesa y desembarcar en Irlanda para promover una rebelión de los irlandeses contra los ingleses.  El 2 de julio, los británicos realizaron un ataque a los buques españoles con una escuadra al mando del contralmirante Berkeley. En 1800 participó en la batalla de Brión En 1801, y en aguas del Estrecho, participó en el rescate de la escuadra francesa que previamente había combatido contra los británicos en Algeciras. El “Real Carlos” navegaba con otros buques españoles en dos líneas paralelas cuando, de noche, el navío británico “Superb” de 74, que navegaba sin luces, disparó al “Real Carlos”, alcanzando varios tiros al “Hermenegildo” que navegaba a babor del “Real Carlos”, ocasionando por confusión el cañoneo de ambos buques hasta que explosionaron al comunicarse las llamas, muriendo la mayoría de las dos tripulaciones, casi 1.700 hombres. La adquisición del navío “Fernando VII” fue todo un fiasco. Ya he dicho líneas más arriba que aquí había un error de ese periódico. Me consta que fue botado en 1813 con el nombre de “Lybek” y más tarde comprado de segunda mano y en muy mal estado por España en 1817. Al zarpar rumbo a nuestro país, llegó a Cádiz el 27 de febrero de aquel año y fue rebautizado como “Numancia”. Más tarde pasó al astillero de La Carraca, siendo desguazado en 1823  sin haber navegado ni un solo día. El “Isabel II”, mejor dicho, el “Reina doña Isabel II” fue uno de los últimos navíos de vela. Disponía de 86 cañones y era similar a otro, el “Rey don Francisco de Asís”, de 84. Ambos se realizaron con los planos de otro, el “Soberano”. El coste de cada uno de ellos fue de 4.975.000 reales de vellón. El primero de ellos entró en servicio en 1852; y el segundo, al año siguiente. El primero de ellos bombardeó la costa de África en 1860. Ese mismo año se pondría la quilla de un nuevo navío de vela de 100 cañones, que debía llamarse “Príncipe Alfonso”, paralizándose la obra al advertirse que se trataba de un proyecto totalmente obsoleto, para convertirlo en la fragata blindada y de hélice que posteriormente se llamaría “Sagunto”. En 1870 ya estaban dados de baja ambos navíos. El “Alfonso XII” fue hundido en Mariel tras ser perseguido por la escuadra estadounidense el 5 de julio de 1898. Y, finalmente, el acorazado “Alfonso XIII”, más tarde llamado “España”, tuvo un final rocambolesco al chocar contra una mina “sembrada” por el minador “Júpiter”  y hundirse en la bahía de Santander poco después de las 7 de la mañana del 30 de abril de 1937.




miércoles, 18 de septiembre de 2013

Gustavo Alcalde





Las organizaciones políticas CHA e IU, los sindicatos CGT y OSTA y la asociación 15M, todos juntos en unión, entregarán el próximo viernes un escrito al delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, pidiéndole su dimisión por haber permitido actos fascistas en Zaragoza. Según el diario Heraldo de Aragón, los hechos son los siguientes: en el pasado mes de enero, el Movimiento Social Republicano realizó una campaña en diversos barrios zaragozanos en la que se colgaban carteles xenófobos; en febrero, tuvo lugar la III edición de las Jornadas Antiglobalización en la que participaron dirigentes de ultra derecha nacionales e internacionales y, por si ello fuera poco, uno de los representantes se reunió ese mes con el líder del partido neonazi griego Amanecer Dorado, Nikolaos Machaloliakos; en marzo, se autorizó un mitin de Falange Española de las JONS en un centro cívico del barrio de Delicias, donde un energúmeno golpeó a un inmigrante al grito de "y tú qué miras, negro de mierda"; en mayo, Falange Española fue autorizada a concentrarse en la Plaza del Pilar contra el aborto;  en junio aparecieron pintadas con esvásticas y lemas como "seig heil" en el barrio de San José durante la manifestación del orgullo gay; y, finalmente, el pasado 21 de ese mes se  permitió por parte de la Delegación del Gobierno otra manifestación en la que se exhibieron banderas con simbología neonazi. Veamos: sabido es que en España existen grupos involucionistas y que algunos de esos grupos, por ejemplo Falange Española, protagonizaron trágicos episodios durante la pasada Guerra Civil. Y conocido es, también, que a partir de los 80, los llamados “skins neonazis” encontraron en el fútbol un  ámbito donde proyectar su violencia. Pero hubo otros ámbitos de actuación de esos grupos minoritarios en las últimas décadas. Así, por ejemplo, el 13 de noviembre de 1992, un grupo de skins neonazis se trasladó desde Madrid hasta Aravaca para atacar a ciudadanos de color; asesinando a Lucrecia Pérez Matos; al día siguiente, otro grupo mató a golpes en Majadahonda al marroquí Hassan el Yahaqui; el 5 de octubre de 1991, otro grupo de skins neonazis asesinó en Barcelona a Juan José Rescalvo e hirió de gravedad a cuatro mendigos y un transexual, etcétera. Pero, al margen de esos sonrojantes hechos dolosos, en España existe libertad de expresión, de manifestación y de reunión pacífica y sin armas tal y como está contemplada en los artículos 20, 21 y 22 de la Constitución Española y, por consiguiente, no necesitan autorización ni comunicación previa a la autoridad. Pero del mantenimiento del orden público de esas reuniones y/o manifestaciones serán responsabilidad de sus organizadores. Sólo se dará cuenta a la autoridad en el caso de que tales manifestaciones, o reuniones, se celebrasen en lugares de tránsito público y, debido a esa circunstancia, se impidiese el normal desenvolvimiento ciudadano. Gustavo Alcalde, por tanto, se limitó en todos los casos descritos por la prensa aragonesa a respetar la Constitución, tanto en enero, como en febrero, en marzo… y en el resto de los meses del año, como era su deber. Estaría bueno que se prohibiese un partido de fútbol porque un energúmeno vociferara contra el árbitro. Las organizaciones políticas, los sindicatos y esa asociación concreta, que se “escandalizan” viendo ondear en determinados actos banderas de Falange, deberían caer en la cuenta de que ellos, a la menor ocasión que se les brinda, ondean la bandera tricolor. Y no pasa nada. Gustavo Alcalde Sánchez, bilbilitano de nación, médico de profesión y político por devoción, que tomó el testigo del doctor en Derecho Javier Fernández López, es una persona que merece todos mis respetos y que ejerce el mandato encomendado por el Gobierno de España de forma ejemplar. Nada más que añadir.

martes, 17 de septiembre de 2013

Hatajo de mangantes




Hoy, martes, la reina Sofía entrega en Cádiz la bandera de combate al buque de proyección estratégica "Juan  Carlos I", una vez que Cataluña se negase a que en Barcelona tuviese lugar esa ceremonia. Y mañana, miércoles, llegará a Madrid Guillermo, el nuevo rey de los Países Bajos, acompañado de Máxima, su consorte. Será una visita oficial de sólo unas horas. Qué quieren que les diga. Tanto la entrega de la bandera de combate hoy, como la llegada de los reyes holandeses mañana, son cuestiones que sólo interesan a las revistas de papel couché que se hojean en las peluquerías y donde doy por hecho que se destacará la deslumbrante belleza de las reales consortes del nuevo rey y del príncipe de Asturias. Dice Peñafiel que “mientras Letizia es fría, distante, de agresiva mirada y mandona; Máxima es la máxima expresión de la naturalidad, de espontánea y fácil sonrisa, hedonista, vital, mira con ojos vivos, inmensamente inteligente y divertida”. Como diría José Plá, ¿y todo eso, quién lo paga? Supongo que los mismos que pagamos los langostinos de Sanlúcar  de Barrameda que Borbolla y su comparsa se metieron entre pecho y espalda en París, durante los 80, siendo éste presidente de la Junta de Andalucía, a bordo de un “bateau-mouche” por el Sena; los mismos que corrimos con los gastos de aquel concejal de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, que presuntamente pagó una mariscada el 22 de abril de 2008, durante la European Seafood Exposition de Bruselas, el mismo día que la comitiva de Mercasevilla llegaba a la capital de Bélgica. Se sabe que él y otros seis (cinco miembros de la cúpula directiva de Mercasevilla y dos mayoristas de pescados) se acercaron hasta el restaurante “La Bergerie -Mare Nostrum”, situado a 7’4 kilómetros de distancia. Según afirmaba Libertad Digital (21 abril, 2013), “tras la gran comilona, ni siquiera fueron a visitar la feria, motivo del gasto de dinero público de viajar a Bruselas tan amplia comitiva. Se subieron al furgón alquilado y se fueron a Brujas, donde habían reservado las habitaciones, concretamente en el hotel NH. El resto del viaje consistió en acudir dos horas al recinto ferial el miércoles 23 de abril al mediodía, vuelta a Brujas para pasear por uno de sus canales en barca y desplazamiento a Gante para conocer la ciudad y cenar en el restaurante “Brasserie Pakhuis”, especializado en ostras, otro ágape que costó 539,50 euros. En esa ocasión pagó el mayorista José María Morillo”. Por cierto, la factura de “Bergerie- Mare Nostrum” misteriosamente desapareció. Y ahora nos enteramos de que UGT pagó una mariscada de 2.047 euros en 2009 durante una comida navideña de 20 dirigentes de ese sindicato (a 100 euros por cubierto) con cargo a una ayuda anual que le concedió la antigua Consejería de Empleo para “sufragar costes de los representantes del sindicato en procesos de negociación colectiva”; y así todo. Pero eso no importa. Aquí lo que interesa al Gobierno es el factor corrector de las pensiones, a las que se les ha puesto suelo, como a las hipotecas de los bancos, en función de la esperanza de vida. Ya no se tendrá en cuenta el IPC. Hay que cuidar el factor de sostenibilidad, según la ministra Báñez, que aún no es consciente de que muchas familias “sobreviven” con la ayuda que prestan los abuelos a sus descendientes con prestaciones agotadas y sin visos de poder encontrar trabajo, mediante la entrega desinteresada de su exigua pensión. El hartazgo de langostinos de unos miserables, llámense miembros de la Patronal, políticos o sindicalistas, no es más que una gota de agua en este océano de despropósitos. Arruinar al pueblo a costa de un Estado parece algo “normal” en un país manejado por una oligarquía de partidos que, según se desprende, no tiene otra aspiración política que la de cambiar la sangre azul que representa la Monarquía Parlamentaria por el ácido úrico de no sabemos qué otra forma de Estado que destila un hatajo de mangantes.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Autopista de facilidades





Ya sabemos que en España el trabajo es un bien escaso, pero existen anuncios de ofertas de lo más pintorescas. Así, en Murcia, apareció días pasados una oferta de trabajo en un portal de empleo (“Infojobs”)  que pone en evidencia cómo comienzan a asomar los primeros brotes verdes en los sobacos y en las ingles de la ministra  Fátima Báñez de la Blanca Paloma y de los Grandes Expresos Europeos. Pero a lo que iba, moreno. Reza el anuncio: “Se busca repartidor de bollería en Murcia. Requisitos: licenciado en Empresariales, dispuesto a comenzar la jornada laboral a las 4 de la mañana de lunes a sábado, con carné de conducir y una antigüedad superior a dos años. Sueldo: entre 12.000 y 15.000 euros brutos anuales”. Pues nada, según leo, para esa oferta se han presentado más de 600 candidatos. Soy consciente de que estamos pasando por la peor crisis económica desde la Guerra Civil, como bien señala Iñigo de Barrón  hoy en El País, donde sigue informando de que “Este tsunami se traduce en seis millones de parados, recortes brutales en la inversión pública en sanidad, educación y servicios sociales; una caída del crédito bruto en 350.000 millones, (nunca en toda la serie histórica del Banco de España, que arranca en 1995, se había registrado un ritmo de caída igual); una deuda pública del 92,4% del PIB, la desaparición de millones de empresas y la transformación radical del sistema financiero. La banca (sobre todo el sector de cajas) ha recibido ayudas de capital de 61.366 millones, que ascienden a 167.460 millones si se incluyen los apoyos en avales, liquidez, el banco malo y la protección ante morosos”. Ante este panorama desolador, en el que la CEOE propone un día sí y otro también seguir dando vueltas a la misma tuerca contra los pocos  trabajadores que van quedando, su presidente, Juan Rosell, con un cinismo impresionante, se permitió cuestionar los datos de la EPA, o sea, que durante 2012 no hubo una caída del 1’4% y una destrucción de 850.000 puestos de trabajo. Y Arturo Fernández, su mano derecha, llegó a decir en la Cadena Ser en noviembre de 2011: “No es verdad que queramos despedir. Lo que más nos gusta a los empresarios es contratar, pero para ello se nos tiene que poner una autopista de facilidades”. Pero la realidad es que dos años más tarde de esas indecentes declaraciones; es decir, en febrero de 2013, Arturo Fernández, presidente de la patronal madrileña y propietario del grupo hostelero Arturo Campoblanco, se sabe que tenía unas deudas de nueve millones de euros con las arcas públicas. De estos, más de cuatro millones de euros correspondían a deudas con la Seguridad Social y Hacienda, y el resto a incumplimientos de contratos con entes públicos. El grueso se lo llevaba Turespaña, que tenía una deuda acumulada de 3,1 millones de euros. Adeudaba otro millón de euros a Ifema, la empresa que preside Álvarez del Manzano y que tan rumboso aparecía días pasados por Buenos Aires junto a la alcaldesa Botella, mientras ésta vendía humo olímpico, o café con leche, o sabe Dios qué. Y este es el paisaje que podemos observar en España, donde la Patronal desea la construcción de una “autopista de facilidades” en beneficio propio, y donde en Murcia, a este paso, habrá que opositar a notarías para poder optar al puesto de repartidor de cruasanes en un motocarro por carreteras secundarias.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Terrence Burns, el especialista




Ya se conoce el autor del discurso olímpico de Ana Botella. Se trata de Terrence Burns, lo escribió en Londres, es norteamericano y dice ser especialista en discursos olímpicos. Pues el bueno de Terrence se ha lucido. Para mí que ser especialista en discursos olímpicos es como ser probador de escabeches, o probador de bidés. Ahora me gustaría saber cuánto cobró el especialista por escribir aquello de “relaxing cup of café con leche” que dijo Botella en Buenos Aires sin despeinarse una ceja. Eso, en todo caso, debería haberlo dicho Alberto Ruiz-Gallardón, que, además de tener las cejas muy pobladas, es el verdadero artífice del faraónico gasto madrileño que ahora deberemos pagar todos, o sea, los madrileños y los que somos de provincias, que algo de ese gasto olímpico habrá corrido por cuenta de los Presupuestos Generales del Estado, en esa ensoñación más propia de Luis II de Baviera que de unos españoles a los que nos clarea la raspa de tanta sopa de conventos. Pero aquí, según parecer, nadie es responsable de nada, nadie dimite de su cargo político ni nadie se avergüenza de hacer el ridículo más espantoso. Lo del Hilton lo pagará el maestro armero, como los “yintonis”, los vuelos, los cócteles y el resto de las gabelas, que fueron abundantes. “Tengo miedo al avión / también tengo miedo al barco, / por eso quiero saber lo que debo hacer / pa’cruzar el charco. / Será maravilloso / viajar a Buenos Aires/ sin necesidad de tomar el barco o el avión / sólo caminando en bicicleta o autostop…”. El especialista en discursos olímpicos, el señor Burns, se olvidó tomar el “Fosglutén" o confundió esa toma con otra de “Laxén Busto” y la cagó del todo. Esas cosas no hubieran pasado de haber hecho el discurso Pedro Arriola, el marido de Celia Villalobos, que para eso es sobrino de Juan Ramón Jiménez y en su día supo dar en el clavo cuando le escribió a Aznar aquello de “¡Váyase señor González!”. Pero no, Ana Botella prefirió encargar su discurso olímpico a un anglosajón y los resultados no pudieron ser más catastróficos. Tampoco hubiera fracasado Botella de haber encargado el discurso a García Margallo que, como dice lo que se le ocurre aunque no sea de su competencia, igual hubiese producido risa en el comité olímpico y hasta nos hubiese beneficiado. Nunca se sabe. Pero el discurso de Terrence Burns en boca de Ana Botella ha sido como el corte de la mayonesa en un examen culinario. Vamos, un desastre que sólo beneficiará a Esperanza Aguirre, que permanece silente y expectante sobre una rama del madroño a la espera de acontecimientos, es decir, a echarle a Botella un pulso por la Alcaldía.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Viernes, 13




Hoy es viernes, 13, día de mala suerte en las cultura anglosajona. El 13 de octubre de 1307 un grupo de templarios fue llevado ante la Inquisición por orden de Felipe IV de Francia sin que pusiera impedimento alguno el papa Clemente V, que ya había decretado la bula “Pastorales praeminen” donde se animaba a perseguir a los templarios en todos los territorios católicos. Ese sería el principio del fin de la Orden del Temple. El último gran maestre, Jacques de Molayos, emplazó antes de morir en la hoguera en 1314 tanto al Papa como al Rey francés ante el tribunal de Dios: “A ti, Clemente,  dentro de cuarenta días, y a ti, Felipe, dentro de este año”. El Papa murió a los treinta días en Roquemaure-sur-Rhone, un 20 de abril; y el Rey capeto en Fontainebleau, antes de cumplirse un año, es decir, el 29 de noviembre. Cinco años antes de aquel “emplazamiento” de Jacques de Molayos, es decir, en 1309, el papa Clemente V había trasladado la sede papal a Avignon, que aunque ahora es territorio francés por aquel entonces pertenecía al Reino de Nápoles. Las siniestras profecías de san Malaquías al hacer referencia a este papa lo define como “De fasciis Aquitanicis”. Y dicho eso, pisemos en el suelo. El diario “El Mundo” cuenta que “mientras la juez Alaya investiga si el PSOE de Sevilla usó facturas falsas para financiarse, Griñán se hace senador sin el voto de Susana Díaz”. En este sentido, comenta Pilar Díez en “Libertad Digital” que “ha estado rápido el pájaro. Ha saltado del burladero del escaño del parlamento de Andalucía al del Senado sin pisar tierra para que Alaya no le cazase entremedias”. En fin, así están las cosas. Ya saben, viernes con sol no llega a domingo.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Plaza Mayor



Hoy he pegado un brinco al leer en ABC de Sevilla un titular. Era el titular de un artículo de Antonio Burgos, mi maestro. Ahí es nada “Soy racista”. Luego, una vez que lo he leído, ya más sosegado, he comprendido que Burgos tiene razón sobre los “untos en la manteca colorá”. Pero esas cosas suceden en Sevilla, en Valencia y en Madrid, que es la capital de España y que está regida por una alcaldesa que sabe decir en inglés macarrónico “relaxing cup of café con leche in the Plaza Mayor”. Aquí todos tenemos que relajarnos y mirar las cosas desde otra perspectiva. Lo de Buenos Aires y los tropecientos invitados a saltar El Charco a gastos pagados con cargo al maestro armero ya lo asentarán los Mas Altos y Severos Organismos en sus libros de teneduría. La alcaldesa Botella debería darse una vuelta por la Plaza Mayor de Madrid todas las mañanas para que viese “in situ”  cómo deambula por sus alrededores una legión de parados sin esperanza, manteros llegados en patera y moritos de la morería: “Ay, mora, morita, mora, / morita de Tetuán…/ La luna enamora al río, / al río, al río, / y las estrellas al olivar”. Aquí se unta la manteca colorá  en el café con leche con y sin IVA. Lo del Madrid olímpico ha salido mal (ahora todos buscan al gafe), el gasto sideral del exalcalde Ruiz-Gallardón  ya está hecho y, como recuerdo de lo que pudo haber sido y no fue, siempre quedará La Peineta, que es un campo de fútbol que sugiere la peineta de carey que se pone en la cabeza De Cospedal en Toledo el día del Corpus. La otra Peineta, o sea, el campo de fútbol, también es de “carey” por la pasta gansa que ha costado a los ciudadanos madrileños. Lo de dar con el gafe que aguachinó la fiesta de Buenos Aires no es del todo difícil. Sólo habría que releer las listas de embarque de los aviones, de los apuntes de “yintonis” en el Hilton, etc.  Yo me inclino por Álvarez del Manzano, que fue inspector técnico de Timbre del Estado y ahora preside la Junta Rectora del IFEMA, pero no me hagan mucho caso. Lo del timbre es lo de menos. Lo importante es la bicicleta, a la que le faltan radios, el piñón, el manillar, el sillín y hasta una rueda. Pero no pasa nada. Como dijo Santiago Amón, “en España no cabe un tonto más”. Pero no pasa nada, y si pasa, ¿qué pasa? “¡Rico parisién!”



lunes, 9 de septiembre de 2013

El nefasto Ruiz-Gallardón





En un editorial de El País de hoy  se comenta que tal y como entiende el Consejo de Estado (órgano consultivo), “la reforma de la ley del aborto y su propuesta de suprimir la indicación por malformación congénita del feto, tiende más bien a contentar a sectores extremistas del PP que a la sociedad en su conjunto. La prisión permanente revisable refleja un autoritarismo penal que puede llegar a confundir la justicia con la venganza”. Ruiz-Gallardón, el peor ministro de Justicia de los últimos tiempos, se equivocó con la nueva aplicación de las tasas judiciales, que favorecen a los más pudientes y perjudican al resto de ciudadanos. Y ahora se equivocará llevando a unas Cámaras con mayoría absoluta de su partido y donde existe una vergonzosa disciplina de voto (digo vergonzosa porque los diputados se deben a los votantes que confiaron en ellos y no a los partidos-pesebre que los colocaron en las listas electorales) su propuesta de modificación de la Ley del Aborto, así como la prisión permanente revisable para determinados supuestos de delitos A Ruiz-Gallardón le sale la vena fascistoide y, al igual que utiliza un baremo la Iglesia Católica para señalar qué pecados son veniales o mortales, este ministro, digo, pretende separar a los ciudadanos entre conversos e inicuos en función de los criterios de no sabemos quién. Unos, los conversos, a los que se les pueden revisar los casos y acortar las penas en su día impuestas por los Tribunales de Justicia; y otros, los inicuos, sin redención posible. Sigue contando El País, a mi entender con acertado criterio, que “un gobernante prudente y sensato no debería echar en saco roto los dictámenes preceptivos aunque no vinculantes de los órganos consultivos del Estado y pensárselo dos veces antes de poner en marcha una medida sobre la que aquellos hayan constatado su falta de justificación e incluso su posible inconstitucionalidad”. Lo peor que sucede en la actual Derecha española es que engloba a todo un amplio espectro, que va desde los más moderados, donde personalmente incluiría a Mariano Rajoy, hasta aquellos militantes que siguen instalados en la nostalgia del franquismo, al estilo del dos veces exministro de Franco y falangista José Utrera Molina, suegro del actual ministro de Justicia, que se permitió escribir en su biografía “Sin cambiar de Bandera” (Ed. Planeta): “Franco nunca fue totalitario, yo soy testigo”; o del alcalde de Beade, Senén Pousa, en Orense; o del alcalde de Moraleja de Enmedio, en Madrid, que “no se dio cuenta” de que en la calle se cantaba el “Cara al Sol” durante el desfile de carrozas y se colocaba la bandera preconstitucional en el balcón del Ayuntamiento durante las fiestas patronales; o de Manuel González Capón, otro alcalde del PP, en este caso de Baralla (municipios lucense de Los Ancares que abarca 32 aldeas) que hizo apología fascista en otra fiesta local y dijo  que  “las víctimas del franquismo se lo merecían”, etcétera. Ruiz-Gallardón debería  dejar el Gobierno por vergüenza torera. No le queda otra a un ministro, en este caso Ruiz-Gallardón, cuando pretende que el ciudadano comulgue con ruedas de molino.