jueves, 31 de octubre de 2013

Esquelas




Octubre termina con un puente, que será aprovechado por muchos españoles para visitar cementerios y depositar flores en memoria de los familiares ausentes de este mundo, o para hacer excursiones por carreteras secundarias. Otoño se viste de gala en las ramas de los árboles, en los paisajes y en las melancólicas puestas de sol. El diario ABC resalta una esquela de don Miguel Ángel Morata Galarza, que falleció en Madrid el pasado día 29. Debajo de la lista de familiares que lamentan su ausencia, pone textualmente: “Fue un buen hombre, un buen esposo, un buen padre, un buen abuelo, y amigo de sus amigos, y también un gran cocinero. ¡¡¡Te vas sin dejarnos la receta de la paella de escabeche!!!”. Alguien dijo que “uno no se muere si su esquela no aparece en ABC”, diario que lleva publicadas más de 400.000 desde su fundación en 1903. Todo aquel que haya visto la película “La escopeta nacional” recordará al marqués de Leguineche, interpretado por Luis Escobar, leyendo en la cama las esquelas de ABC. Las hay muy curiosas: la esquela de Soledad Hernández Rodríguez, viuda del coronel Honorio García Polo, fallecida el 2 de septiembre de 2012, rezaba: “Quiso en sus últimos momentos de vida dejar encargada la publicación de esta esquela para manifestar el perdón a sus familiares que la abandonaron cuando más la necesito (sic), sus hermanos Juan Hernández Rodríguez y Manuel Hernández Rodríguez y su hija María Soledad García Hernández por su absoluta falta de cariño y apoyo durante su larga enfermedad…”. Pues bien, como recordaba Santiago Castelo pocos días más tarde (ABC, 7/10/12) de aquella curiosa esquela, “aquí (refiriéndose al diario ABC) se han publicado el mismo día dos esquelas, del número 3, que son muy nobles, de un ilustre prócer. En la de arriba aparecía la esposa y los hijos legítimos. Y en la de abajo la de la querida -como se decía entonces- y la de los hijos habidos con ella. No hace tantos años. Y no es cuestión de reproducirlas porque los hijos de una y otra coyunda viven todos”. En fin, nos quedamos sin conocer la receta de la paella de escabeche y bien que lo siento. Será cuestión de escribir a doña Imelda Moreno de Arteaga, marquesa de Poza y presidenta de la Cofradía de la Buena Mesa, o sea, a Zenón, la hija de Sivarín, o sea del  conde de los Andes, a quién sirvió el cocinero Teodoro Bardají, que vaya lío que me estoy haciendo a cuenta de una receta que Miguel Ángel Morata (q.e.p.d.) se llevó a la tumba. Aquí lo dejo. Me voy de Halloween, que es como decir que me voy de de jálogüin, que ya tengo alquilado el traje de gala de Maximiliano de Habsburgo-Lorena y un montón de entorchados para la guerrera. Un amigo me ha prometido que ira disfrazado de Benito Juárez. Ya veremos como acaba la perfomance si abusamos de la improvisación y de las jarras de cerveza.

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