miércoles, 16 de octubre de 2013

La segunda aparición de Aznar





Pues no sé, tal vez tenga razón Xavier Horcajo, al referirse a las últimas apariciones de Aznar. Dice: “Llega Aznar, como el macho alfa de la manada con las tablas de la ley bajo el brazo. Suelta unas letanías cada vez más sincréticas, como si fueran de San Lucas o de San Mateo, que sólo por el tono severo y grave nos gustan y vuelve a desaparecer sin desenfundar la tizona. No se extrañen de que, al final, el personal diga aquello de 'Pues vaya mierda de Cid”. Por estos pagos dinero no habrá, pero hay más libertadores patrios que cañamones daban por un duro en los lejanos tiempos de mi niñez. Ahora me entero de que un puñado de cañamones al día basta para cubrir las necesidades básicas de proteínas y ácidos grasos esenciales de una persona adulta. Creo que ya es la segunda vez que Aznar asoma la punta de tarjeta amarilla a Rajoy del bolsillo superior de su americana. Amaga pero no da. La roja está todavía por llegar, pero seguro que Aznar la enseñará como si se tratara de las Tablas de la Ley el día que Cataluña reciba, si es que los recibe, que no creo, los casi 10.000 millones que dice Mas que le debe Madrid. De ser así, no cabe duda de que seguiría dándole cuerda al manubrio de la gramola con el erre que erre de la consulta soberanista. En soltar la mosca a grifo abierto para amansar a la fiera de la barretina  debe consistir el meollo de la cuestión, es decir, la “financiación singular” y ese “hecho diferencial” que propugna Alicia Sánchez-Camacho; o dicho en román paladino, en la limitación de la solidaridad interregional; en la sujeción del modelo al principio de ordinalidad; y al hecho de que los fondos implicados en el trasiego de recursos entre las comunidades sean finalistas. A los alumnos de Primaria deberían enseñarles en las escuelas en qué consiste eso del “hecho diferencial”, para que más tarde esos niños lo explicasen en casa a la hora del postre y pudiesen enterarse sus progenitores de que hay vida después del fútbol. A los niños hay que adoctrinarles desde pequeños, para evitar que más tarde viren a la herejía y a la perdición. La vida te da sorpresas, ¡ay, Dios! Jamás pensé que alguna vez el actor y trigésimo octavo exgobernador de California, Arnold  Schwarzenegger, pudiese ir de visita al Valle de los Caídos y ver la losa bajo la que reposan los restos de otro Cid, aprovechando su breve estancia en España.

No hay comentarios: