sábado, 26 de octubre de 2013

Sonar a hueco




Sólo los periódicos “La Razón” y “ABC” llevan en portada la imagen de la Reina y de los Príncipes en Oviedo. Lo cierto es que tuvieron que escuchar abucheos y cánticos no gratos a su salida del Hotel Reconquista. La alocución del Príncipe estuvo trufada de alusiones al esfuerzo colectivo. Y también, que “la sociedad exige una reflexión rigurosa para nunca más volver a caer en errores y excesos inadmisibles, con la firme aspiración de construir un futuro basado en el rigor, la seriedad, el esfuerzo y la honradez”. Pues nada, si queremos, como dijo el Príncipe, no volver a caer en excesos inadmisibles, que empiece este ciudadano, por muy príncipe que sea, por contarle esa “milonga” a su padre, a su hermana menor y a su cuñado. ¿O es que en su familia no se han cometido excesos inadmisibles? Una cosa es predicar y otra dar trigo. El que sí estuvo en su sitio y contó las verdades del barquero fue Antonio Muñoz Molina, al tomar la palabra en nombre de los galardonados. Al hacer referencia a estos “tiempos tan amargos”, Muñoz se refirió a España como “un país asolado por una crisis cuyos responsables quedan impunes, mientras sus víctimas no reciben justicia”.”Consejos vendo que para mí no tengo” es un  viejo refrán referido a alguien que no sabe aplicar sus propias recetas, o para aquel al que parece sobrarle tanto algo, que puede sacar a la venta sus excedentes. El Heredero de la Corona es persona seria que sabe estar en su sitio. Nada que objetar. Pero, a mi entender, decir ciertas cosas durante la entrega de unos premios, en este caso de los Premios Príncipe de Asturias, estando presente en el acto el ministro Wert, responsable de las últimas huelgas en Educación, del malestar generado en los docentes, de la falta de consenso en los programas educativos y de su vergonzosa genuflexión ante los dictados de la poderosa Conferencia Episcopal, suenan como a hueco.

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