sábado, 7 de junio de 2014

Los nuevos marcos




Leo en la prensa que ahora surge un nuevo problema, o sea, que resulta que nadie sabe si se podrán aprovechar los marcos de la foto oficial del Jefe del Estado con  la llegada del nuevo rey. Pues hombre, la cosa es simple en el supuesto de que la foto oficial sea igual o inferior a los marcos ya existentes en salones de plenos municipales, en los despachos oficiales, en las salas de vistas de los juzgados, etc., que correrá a cargo de Patrimonio del Estado. También se podría hacer otra cosa: convertir los despachos oficiales y las salas de vistas de los juzgados en galerías de retratos desde el invento del daguerrotipo hasta nuestros días, incluidas, claro está, las fotos que J.Laurent hizo de la pícnica Isabel II junto a su escuchimizado y enteco marido, la de los dos Alfonsos,  la de don Amadeo, la de don Niceto, la de Manuel Azaña y las que el zaragozano Jalón Ángel plasmó de un Francisco Franco de cuerpo entero apoyado en su mesa de despacho. Se podría incluir la foto de la Monja de las Llagas, la del gobierno relámpago, y otra de la señora madre de Letizia copiando en un examen, que esas cosas dan mucho juego en esta España de Frascuelo y de María. De esa guisa, cada vez que el ciudadano corriente visite los juzgados por haberle pegado un cate a la suegra, pongo por caso, podría ilustrarse amén de hacer didácticas comparaciones. El problema de cambiar las fotos de los retratos oficiales en los marcos existentes no constituye problema alguno, salvo que el espabilado de turno, que haberlos haylos, haga las copias de las fotos de un tamaño muy superior a los rancios marcos existentes a fin de intentar conseguir, de paso, el monopolio de la fabricación de los nuevos marcos y forrarse. A una mala, cabe la posibilidad de hacer unas fotos adhesivas por detrás que puedan pegarse sobre los cristales de las fotos existentes, como sucede con las placas de carretera y los cambios de velocidades en determinados tramos. Que viene un nuevo rey, se pone su pegatina encima del anterior, que viene otro, lo mismo, o sea. Si ese es el aparente problema que ahora surge, asunto resuelto.

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