lunes, 25 de agosto de 2014

Repulsión




El alcalde de Valladolid tiene su clientela y le seguirá votando pese a sus ramalazos machistas. Posiblemente se le haya entendido mal, pero a ese ginecólogo no llevaría a mi mujer o a mi hija para que le hiciese una citología. León de la Riva, que así se llama este alcalde grosero y esperpéntico, recuerda a aquellas películas de la España del destape donde se veía como algo “normal” soltar chistes machistas en las tabernas. Nuestro país ha cambiado a mejor, pero todavía queda un amplio sector de la población insensibilizada con la igualdad de género y continúa haciendo “gracietas” de baja estofa en los corrillos de amigos. Cuarenta años de represión franquista, con el apoyo incondicional de la Iglesia Católica, que todo sea dicho, han dejado un marchamo difícil de superar, como lo han demostrado con sus ramalazos intolerantes el alcalde de Toledo, el de Valladolid o el exministro Arias Cañete. La Coordinadora de Mujeres de Valladolid ha reaccionado con una manifestación de indignación colectiva, pero corresponde a los partidos políticos, que pusieron en su día como cabeza de lista a tales mamarrachos, cesar de inmediato a todo aquel que todavía entiende que existe en nuestro país derecho de pernada. La portavoz de esa Coordinadora vallisoletana, Marisol Morais, ha recordado “que se asesinan a muchas mujeres por violencia de género y que el propio Ministerio del Interior contabiliza más de 1.000 violaciones al año denunciadas”. Ante tal turbio panorama, sobran excusas de mal pagador. A la mierda con ellos.

No hay comentarios: