miércoles, 24 de septiembre de 2014

Andar al raque





Dimitió Ruiz Gallardón y aquí no ha pasado nada. Ayer por la noche, Rajoy se marchaba a China buscando acuerdos económicos y sin hacer crisis de Gobierno. A rey muerto, rey puesto. Rafael Catalá, el ministro entrante, es un todoterreno, hasta ahora secretario de Estado de Infraestructuras, Transportes y Vivienda del Ministerio de Fomento y que ya fue secretario de Estado de Justicia con José María Michavila. Ya veremos ahora cuál será el futuro de AENA También hoy aparecía en rueda de prensa el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, para comunicar que había sido detenido en Santander el presunto  pederasta de Ciudad Lineal, para lo que se había contado hasta con la ayuda del FBI. Tenía entendido que el pederasta al que se buscaba no tenía antecedentes penales y de ahí la dificultad policial para detenerlo. Resulta que el presunto pederasta detenido, un hombre de 42 años, sí tenía antecedentes penales por violencia de género y abusos a menores. Y la pregunta que ahora  muchos ciudadanos nos hacemos es la siguiente: ¿El hoy detenido es la persona buscada? Personalmente tengo mis dudas. Espero que así sea. La verdad es que había  psicosis entre los vecinos de esa zona madrileña. El pasado fin de semana tuvieron que actuar los antidisturbios para evitar el linchamiento de un ciudadano al que los vecinos habían confundido con el pederasta buscado. Y hoy miércoles el asunto ha quedado supuestamente resuelto. Muy raro todo. Pero, como decía al principio, Ruiz Gallardón se ha marchado a su casa y ha dicho que deja la política aunque no deja la militancia en el PP. No pasará nada. El anteproyecto de la reforma de la ley del aborto no era de Gallardón sino de Rajoy, que la llevaba en su programa político. Y Rajoy puso como excusa que “no pensaba seguir adelante con un  proyecto de ley que pudiese ser derribada por otro Gobierno en el primer cuarto de hora de su mandato”. Hombre, eso pasará con un montón de leyes en vigor que no gustan a nadie. Quienes no han dimitido son los 50 diputados que firmaron el recurso para modificar la Ley. Los que sí están cabreados son los miembros de la Conferencia Episcopal y un grupúsculo de carcamales que se la cogen con papel de fumar. Pero todo tiene arreglo en política: a los de la Conferencia Episcopal concediéndoles más privilegios; a Gallardón, dándole una embajada, como ya se hizo con el Terror de Perejil el día que lo facturaron a Londres con valija diplomática. Me huelo que habrá más dimisiones, pero en los puestos de segunda línea en el staff. Los políticos que aspiran a carguillo ya asoman las orejas por el despacho de Pedro Arriola, como diciendo: “¿Qué hay de lo mío?”. Es una pena que todos anden al raque.

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