jueves, 2 de octubre de 2014

Doncellas, peregrinos y almas en pena





El Gobierno, al no tener –según se ve- otro pito que tocar, dedica 30’1 millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado a financiar la Obra Pía de los Santos Lugares, una fundación nacida para “dotar a doncellas en apuros, socorrer a los peregrinos y auxiliar las almas de los difuntos”. ¡Toma, moreno! ¿Pero no quedamos en que España es un Estado aconfesional? España es un país laico de “separación mitigada”, donde todavía están en vigor los Acuerdos entre España y la Santa Sede de 1977; donde todavía los ministros de la derechona juran el cargo frente a un crucifijo; donde algunos ministros todavía se encomiendan a la Virgen y a los santos en público para que solucionen los problemas que deben resolver ellos, que para eso cobran: Fátima Báñez implorando a la Blanca Paloma para salir de la crisis, Fernández Díaz pidiendo a Teresa de Cepeda que interceda en la recuperación económica, Mariano Rajoy jurando el cargo sobre la Biblia, o sea. Este es un país donde aún se hacen funerales de Estado y donde en esas exequias al más alto nivel, los poderíos presentes en los actos se han visto obligados a tener que soportar en demasiadas ocasiones los desaires y las torpezas del cardenal Rouco Varela, felizmente desaparecido de escena. No hay voluntad ni por la derecha ni por la izquierda, o sea, ni por el PP ni por el PSOE, (ese bipartidismo decimonónico que persiste en el siglo XXI como el bacilo de Koch y que tanto quebranto está causando a los españoles), para hacer una “separación absoluta”, como es el caso de Francia. El artículo 16 de la Constitución Española, consensuado tras la muerte de Franco por unos diputados cagados de miedo, debería ser reformado con valentía si queremos ser considerados como un Estado serio dentro de la UE. En rigor, en un país donde hay miles de niños que sólo hacen una comida diaria, la que reciben en los colegios públicos; donde existen casi 6 millones de parados, de los que dos millones  tienen agotadas todas sus prestaciones por desempleo; donde la corrupción política es un hecho palpable; donde acaba de salir a flote la mierda de Caja Madrid, en la que unos directivos malgastaron en asuntos propios más de 15 millones de euros; donde ningún responsable de las cajas de ahorro están en prisión pese al rescate europeo por medio del FROB; donde nadie sabe cómo gastan el dinero recibido de Europa para hacer cursos de formación Patronal y Sindicatos; en un país, digo, donde se repite mil veces una gran mentira, la de la mejoría económica al más puro estilo del ministro de Propaganda nazi Joseph Goebbels, dando por hecho desde el Gobierno que una mentira mil veces repetida en los medios se convertirá en verdadera, no se explica que se destine en los PGE 30’1 millones de euros para la Obra Pía de los Santos Lugares. Hoy, sin ir más lejos, la prensa aragonesa comenta que el órgano del Pilar acaba de ser restaurado y que se han limpiado de polvo sus casi 6.000 tubos, que resultaron afectados –cuentan- por la explosión producida por un artefacto casero de baja intensidad, que colocaron varios tipos el 2 de octubre de 2013. A mi entender, vistas las fotos aparecidas en su día en  prensa y televisión sólo se desarmaron tres o cuatro bancos. Pero el Cabildo, con ocasión de la explosión de la pequeña bombona de “camping gas” que no produjo ni un solo desconchado en las paredes del templo, ha aprovechado para efectuar la limpieza de unos tubos que tenían polvo desde la Guerra de la Independencia. ¿Quién pagará la factura de ese cepillado? Eso es lo que no cuenta la presa local como sería mi deseo, aunque lo intuyo.

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