jueves, 9 de octubre de 2014

¿España?, bien, gracias





No sé por qué tanto alboroto con la aparición de ébola en Madrid cuando a lo que verdaderamente hay que temer es a la caída de ramas y de árboles. Pasear por El Retiro sin casco protector tiene más peligro que observar a Aznar haciendo footing. De momento ya hay dos muertos y otros dos heridos por causa de la floresta. Ana Mato está en política como podría estar de dependienta en una mercería de barrio y Ana Botella es alcaldesa de Madrid sin que nadie la haya elegido. Aquí se trae a dos frailes de la orden de los Hospitalarios de San Juan de Dios a morir en España en sendos aviones medicalizados, cuyo coste todavía nadie desde el Gobierno ha cuantificado, al tiempo que se niega el suministro de “sovaldi” a los enfermos de hepatitis C por su alto precio. A mí, personalmente, me hubiese gustado que los costes de tales repatriaciones hubiesen corrido por cuenta de esa orden religiosa, que  mantiene 13 millones de euros a través de una sicav y  un abultado fondo del Banco de Santander. Pero no, aquí todo lo paga el ciudadano por la vía de impuestos. Rajoy ya ha conseguido que en el resto del mundo se hable de España, aunque sea para mal. Pero respiramos, eso sí, más tranquilos una vez conocido que se ha desarticulado la banda de Blesa. Como suele ocurrir en estos casos, el que la hace, la paga, pero en este país el que la está pagando es el juez Elpidio Silva, que ha sido condenado a más de 17 años de inhabilitación por delito de prevaricación en las encarcelaciones del expresidente de Caja Madrid. A Blesa se le estaba investigando por el crédito de 26 millones de euros concedido a Gerardo Díaz Ferrán y por la compra del City National Bank de Florida. ¡Minucias! Y por ahí anda tan campante el del safari y los vinos más galán que Mingo. ¿También tú, Spottorno? Ahora que tenga cuidado el juez Fernández Andreu, que aquí ya se sabe, cuando hay un accidente de trenes o derroches de mágicas tarjetas, la culpa siempre será para el maquinista o para un señor de gabardina y paraguas que pasaba por allí. Cajamadrid ha costado a los españoles hasta el momento más de 24.000 millones de euros, el equivalente a cuatro billones de las antiguas pesetas. ¿Se han depurado responsabilidades? ¿Están Fernández Ordóñez, Blesa y Rato en la cárcel? No me consta.

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