martes, 21 de abril de 2015

Cacao maravillao



El PP reprocha al aspirante a la Alcaldía de Zaragoza,  Carlos Pérez Anadón, “gastos vergonzosos” en comidas, bebidas o traslados a costa del erario público, según leo en Heraldo de Aragón. Ese mismo periódico señala que “desde 2011 hasta 2014, ese aspirante [de la familia de los damascos] ha comido a costa de los ciudadanos de Zaragoza 208 veces con al menos tres personas, lo que supone  886 menús y un coste de 18.816 euros”, lo que sale a 90’46 euros de media cada cubierto. Pero no pasa nada. Javier Fernández, exdelegado del Gobierno,  teniente coronel del Ejército de Tierra en la reserva, licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza, educador en la AGM del entonces Príncipe de Asturias (hoy Felipe VI) en la asignatura de Transmisiones, doctor en Derecho y profesor de derecho Constitucional en la Universidad de Zaragoza, pretendió en su día aspirar a la Alcaldía de Zaragoza, pero el rodillo del aparato socialista se encargó de que ello no ocurriera, al entorpecer el primer requisito que tenía que lograr que no era otro que el de obtener las firmas suficientes de militantes para concurrir a las primarias. Al final se decidió que no habría primarias. ¡Toma democracia! Pérez Anadón, que no logró más allá del “paso del ecuador” en la carrera de Derecho y que lleva más de treinta años comiendo de la política, controla orgánicamente el partido socialista en Zaragoza y es el único aspirante “al puesto que tengo allí. Volverán banderas victoriosas...”. Y como resulta que las municipales están ya a la vuelta de la esquina, apuesto doble contra sencillo a que Pérez Anadón acudirá al Parque de Tío Jorge el próximo día  23 de abril para estrechar manos a jubilados y a todo aquel sansirolé que se le acerque creyendo que así tiene su “minuto de gloria”. Aquí de lo que se trata es que el PSOE se perpetúe tras la marcha de Alberto Belloch, que ha dejado un “cacao maravillao” para desgracia de los zaragozanos. El día 23, san Jorge, está prevista una jornada campestre,  la cincomarzada, que no pudo celebrarse en su día por cuestiones climáticas. Espero y deseo que Carlos Pérez no alcance la Alcaldía. Los zaragozanos todavía tenemos presentes en la memoria los adefesios de González Triviño, el tremendo coste de la Exposición Internacional en 2008 de Belloch, que dejó un legado de infraestructuras inútiles (todavía tuvimos que escuchar en su día al presidente de Expoagua que “el objetivo no se cuenta por la gente que acuda, sino por la calidad de lo que se ofrece”. Nunca se alcanzaron las visitas previstas y Roque Gistau, con aquellas declaraciones, se cubrió de gloria. Hizo bueno lo dicho por la ministra de Rodríguez Zapatero, Carmen Calvo Poyato, de que “el dinero público no es de nadie”. Esa ministra de Cultura socialista, además de esa perla cultivada, tuvo otras. Destaco una: “Me gusta madrugar para poder pasar más rato en el baño: allí leo el periódico, oigo la radio, oigo música y hablo por teléfono con alcaldes en bragas.” Y ahora falta saber lo que nos costará la línea 1 del tranvía. Ya pueden ver cómo anda el aceite del candil de estos mandamases a la violeta. Pero, ya digo: no pasa nada. El zaragozano es, en general, olvidadizo y todo lo perdona. ¡Con decirles que todavía entienden que el PSOE es un partido de izquierdas…!

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