sábado, 23 de mayo de 2015

Cuando el despilfarro se troca en doctrina




Hoy, en jornada de reflexión, Antonio Burgos desde su espacio en ABC de Sevilla cuenta que “Estos del PP son tan torpes que han programado un calendario electoral perfecto para que de aquí a las generales los vayan echando de todos los sitios en plan cordón sanitario y Pacto del Tinell, y se vaya cimentando el Frente Popular, que es la máxima amenaza para España en esta grave hora. No se olvide que la II República vino con unas elecciones municipales...”. Y yo añado que, también, por unas municipales salió Alfonso XIII hacia Cartagena camino del exilio. A Antonio Burgos debo recordarle que “cuando Alfonso XIII desembarcó en Marsella –como recuerda Pilar Eyre- en el muelle tan solo lo esperaba el embajador Quiñones de León, que le dijo que la reina iría directamente a París. Un taxi lo condujo al hotel, pero don Alfonso prefirió pasar esa noche en Hotel de París, de Montecarlo, en cuyo bar lo fotografiaron los periodistas franceses degustando el cóctel Alfonso XIII que ha inventado el barman Emile y  la composición del brebaje era ginebra, dubonet y un chorrito de angostura”. Con el tiempo, aquel exrey “se convirtió en un nómada de lujo, dedicado a deambular por París, Roma, la Riviera, Cannes, los cotos de caza europeos, el Hotel Semíramis de Egipto o Deauville, en cuyo casino jugaba a le chemin de fer cuya apuesta mínima eran 80 libras. Era una figura decadente y patética, con los ojos tristes de todos los desterrados”. En los diarios de Niceto Alcalá Zamora, perdidos durante 70 años, al hacer referencia al golpe de Miguel Primo de Rivera de 1923, éste ve un culpable de aquella interrupción constitucional: “Fue el monarca quien concilió y acarició el plan, contando siempre con utilizar el Ejército, su debilidad y su temor, pero sin pensar en Primo de Rivera como caudillo. El rey vio al final a Primo de Rivera como un elemento indispensable por su mando sobre la inquieta guarnición de Barcelona y su carácter ambicioso”. El resto ya es sabido por todos. Agradezco a Burgos que recuerde a los lectores de ese diario que la II República vino con unas elecciones municipales. Y yo, desde mi modesto blog, aprovecho para recordar a ese articulista que la II República supuso una bocanada de viento fresco, que terminó cuando un  grupúsculo de militares africanistas apoyados por un ramillete de burgueses de mierda mandó cerrar la ventana mediante un golpe de Estado y una posterior guerra civil entre hermanos que todos tenemos todavía muy presente. Si las coaliciones de la izquierda de hoy formasen un nuevo Frente Popular que luchase contra la presunta corrupción política instalada como por ósmosis en determinadas instituciones del Estado, bienvenido sea. El bipartidismo, como ha quedado patente, sólo beneficia a aquellos que tienen la vida resuelta a costa de meter mano en la caja común y de crear pobreza. Es bueno aprender de los fracasos. No se puede ni se debe arruinar a un pueblo a costa de un gobierno, como el Gobierno que preside Mariano Rajoy, que ha hecho del despilfarro público doctrina y de los recortes  sociales su extravagante victoria.
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