miércoles, 19 de agosto de 2015

El Apocalipsis, según Rajoy







Me entero de que ha fallecido el pintor Ángel Aransay y los zaragozanos nos quedamos un poco más huérfanos de cultura. Acababa de cumplir 72 años el pasado sábado. Y  Mariano Rajoy, de vacaciones en Galicia, ha hecho en Celanova buenas las profecías de García-Margallo de hace pocos días, o sea, que “un pacto entre Podemos y el PSOE sería una catástrofe bíblica”. Se debe referir a que se acabaron  los siete años de bonanza para los mangantes y corruptos y ahora toca esperar a los comicios de otoño/invierno (no confundir con la moda otoño/invierno de El Corte Inglés) para, si ellos pierden, que perderán, poder ver cabalgar a otros siete jinetes del Apocalipsis en forma de plagas como las de Egipto, pero con más cachondeo, clamor y murga. Y Rajoy aprovechó para decir que “la reforma de la Constitución es un asunto complicado, difícil y delicado”. No sé, pero con la reforma del artículo 135 su grupo parlamentario del PP no se anduvo con tantos triquismiquis a la hora de apoyar a un acojonado Rodríguez Zapatero al que le acababan de leer, no la revelación de Jesucristo a san Juan acerca de los acontecimientos futuros, sino la revelación de Markel al Listillo de la Ceja de la cesión de soberanía española a la Bestia de Siete Cabezas, es decir, al sistema político que habíamos aceptado sin rechistar tras la firma de los Acuerdos de Maastricht, y que fue nuestra particular rendición de Breda, a unos tipos que poseen autoridad, tronío y poder (revelación 13.2); que no es gobierno de un solo país, pues se le dio autoridad sobre toda la tribu, pueblo, lengua y nación (revelación 13.7).O dicho de otro modo, es una combinación de las cuatro bestias descritas en las profecías de Daniel 7:2-8, con apariencia de leopardo, patas de oso, fauces de león y diez cuernos. De modo que la Bestia de Siete Cabezas del capítulo 13 del Apocalipsis representa un sistema político compuesto por más de un gobierno. Rajoy, que estos días de asueto tiene tiempo para pensar, debería leer el Apocalipsis y reflexionar sobre los diez cuernos de la bestia escarlata. Tiempos duros para el tancredismo. El que vale y no sabe lo que vale, no vale.

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