viernes, 7 de agosto de 2015

Rafael Zornoza rectifica





Menos mal que ser transexual no es obstáculo para ser padrino de un bautizo. El obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza Boy, al fin se ha dado cuenta de que el padrino, en este caso Álex Salinas, es el pariente que sostiene una vela junto a la pila bautismal mientras se cristianiza al neonato y el que paga las peladillas. Parece ser que existen unos requisitos en el Derecho Canónico (art. 874.3) para poder ejercer de padrino en los bautismos: ser católico, estar confirmado, haber recibido la comunión y llevar una vida ordenada. Debemos ir perdiendo el miedo a poder ir a la caldera de Pedro Botero si no cumplimos los mandamientos de la S.M.I, que son unos mandamientos que no aparecieron nunca publicados en el BOE. Lo que sí aparecen publicados cada año son lo presupuestos destinados a la IC, que este 2016 serán equivalentes a algo más de 13.000 millones de euros mensuales, para unos funcionarios del Cielo que jamás pidieron perdón por haberse puesto al lado de los golpistas durante la Guerra Civil y que conservan en la basílica de Cuelgamuros los fiambres de de José Antonio y de Franco, y  en La Macarena el de Queipo de Llano, el individuo que, en palabras de Preston,  “animó y celebró sus atrocidades en sus charlas radiofónicas nocturnas, las cuales eran una incitación a la violación y al asesinato en masa; y sus discursos radiados estaban repletos de referencias sexuales, las cuales, dada su naturaleza espontánea, arrojan luz reveladora sobre su estado psicológico”. En suma, se puede ser transexual y a la vez representante de zapatos “El Gorila”, maquinista de locomotora, camarero de mesas de velador o padrino en un acto litúrgico. Lo cortés no quita lo atahualpa.

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