lunes, 3 de agosto de 2015

Sobre el callejero madrileño





Si les digo la verdad, en algo estoy de acuerdo con el general Juan Chicharro en lo que respecta a su artículo “A vueltas con Vázquez de Mella” publicado en el periódico digital República de las Ideas.  No hacía falta sustituir el nombre de la plaza Vázquez de Mella por el de Pedro González Zerolo en el barrio de Chueca. Antes había sido Plaza de Bilbao y Plaza de Ruiz Zorrilla, desde 1931. Fue cambiada de nombre en 1944, después de haberse llamado Plaza de  Onésimo Redondo y Plaza de los Capuchinos de la Paciencia. Bueno, Bilbao cuenta con una glorieta donde, por cierto, estaba hasta hace unos días asentado el Café Comercial. Y  Manuel Ruiz Zorrilla fue un  destacado político que, entre otras cosas, participó en 1866 en el pronunciamiento del Cuartel de San Gil, por lo que tuvo que marchar al exilio, y en el Pacto de Ostende de ese mismo año, que supuso la alianza de progresistas y demócratas para derrocar a Isabel II y convocar Cortes constituyentes, como así  sucedió en septiembre de 1868. A aquel Pacto también acudieron Prim, Sagasta y Becerra. No volvió a España hasta el triunfo de La Gloriosa. Y en el primer gobierno del general Serrano fue nombrado ministro de Fomento. Con la orientación liberal de su ministerio se decretó la libertad de la enseñanza primaria y de los demás grados; se controló los bienes artísticos de la Iglesia; se liberalizó la creación de bolsas de comercio; se suprimió la Facultad de Teología, dejando la enseñanza religiosa a cargo de los seminarios; se instó a los ayuntamientos a colaborar en la difusión de la enseñanza aplicada a la agricultura e industria, mediante la creación de sociedades científicas, escuelas de arte y oficios, y la preparación básica para adultos; y se repuso en sus cátedras a los catedráticos defenestrados: Sanz del Río, Salmerón, García Blanco, Giner de los Ríos, Castelar, etc. En 1869 se le encargó la cartera de Gracia y Justicia, donde se aprobó el matrimonio civil. Ya reinando Amadeo de Saboya, presidió el Congreso de los Diputados y formó parte de la comisión que marchó a Florencia para comunicar a Amadeo su elección para ser rey de España. En aquel viaje murió en Génova el 13 de diciembre Pascual Madoz, que era otro de los comisionados. En el primer gobierno del reinado de Amadeo de Saboya presidido por Serrano se le volvió a nombrar ministro de Fomento y a partir de 1872, también la cartera de Gobernación. Por su iniciativa se creó el Banco Hipotecario. Tras la abdicación de Amadeo de Saboya se declaró republicano y siempre trató de evitar el regreso de los Borbones. No lo consiguió. En febrero de 1875 fue obligado a exiliarse en Francia. Junto a Salmerón fundó el Partido Reformista Republicano. A la muerte de Alfonso XII intentó un nuevo movimiento republicano. Fracasó. Murió en Burgos  el 13 de junio de 1895. Vázquez de Mella, germanófilo, católico y carlista achacó los males patrios a la Masonería, que fue su obsesión hasta el día de su muerte. Como decía al principio, a Pedro González Zerolo podría haberle puesto el Ayuntamiento de Madrid su nombre a cualquiera otra calle o plaza. Se hubiese evitado Carmena muchos comentarios poco favorables a tal decisión.

No hay comentarios: