jueves, 5 de noviembre de 2015

Sistema y antisistema







El ministro de Defensa, Pedro Morenés está haciendo bueno algo que en su día dijera Groucho Marx: “Inteligencia militar son dos términos contradictorios”. A Morenés, como al resto del Ejecutivo, le ha sentado como pedrada en ojo de boticario el fichaje del exJEMAD José Julio Rodríguez por Podemos, y ha advertido en Onda Cero que “está sometido a la disciplina militar”, para poco después aclarar que “el exjefe de Estado Mayor de la Defensa  ya le ha solicitado su pase a retiro y su cese en una conversación telefónica como vocal de las reales y militares órdenes de San Fernando y San Hermenegildo, pero que no le contó los motivos”. Un poco más adelante, en aquella entrevista, Morenés dijo una perogrullada: “Los partidos hacen lo que pueden para tratar de conseguir votos y gobernar el país”,  para poco después tachar a ese partido (Podemos) de “antisistema”. ¿Y cuál es para Morenés “sistema”? ¿El bipartidismo corrupto? Yo le recomendaría a Morenés que cuando quiera decir algo en profundidad, simplemente diga una sola palabra: subsuelo. Todos le entenderemos a la perfección. Morenés le debe la cartera al rey Juan Carlos. Él sabe que ese puesto de ministro, el de Defensa, lo llevaba pensado Rajoy para que fuese ocupado por Alberto Ruiz-Gallardón, pero una “sugerencia” del entonces Jefe del Estado al pusilánime Rajoy determinó que Gallardón pasase a Justicia. Y Gallardón, por aquel cambio de escaque en el tablero, consiguió a pulso llegar a ser el peor ministro de Justicia que ha tenido la Democracia. En septiembre de 2014, Gallardón dejaba el Gobierno tras la decisión adoptada por el Gobierno de dejar en el cajón de los olvidos el anteproyecto de su reforma de la Ley del Aborto. Dijo que se marchaba de la política, que abandonaba su escaño en el Congreso de los Diputados y el Comité Ejecutivo del PP. Cuentos chinos. Cuarenta y ocho horas más tarde de su renuncia solicitaba el ingreso en el Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid con un sueldo vitalicio de 8.500 euros brutos mensuales, de acuerdo con el artículo 7 de la Ley 6/2007. Ese, sin duda, es el “sistema” que le gusta a Morenés, es decir, el bipartidismo crónico siempre en poder de la cuerda de trenzado y el engrase y puesta a punto de la puerta giratoria. Hace pocos días, el 20 de octubre pasado, la Asociación Unificada de Militares Españoles, mayoritaria en los ejércitos, pedía su dimisión por varios motivos: el “obstruccionismo” al funcionamiento de las asociaciones; su “falta de sensibilidad y empatía” hacia los problemas de los uniformados; y la reforma del régimen transitorio de la Ley de la Carrera. En fin, le queda poco tiempo de ministro de Defensa y hasta puede que, como los cínifes, “muera” políticamente entre aplausos.

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