miércoles, 2 de diciembre de 2015

Vinos




Leo en La Comarca de Calatayud que “el cava catalán sigue pagando el conflicto político y se benefician el aragonés y el extremeño”. Y hace referencia al “glorioso” Reyes de Aragón, de Bodegas Langa, que está haciendo furor en medio mundo y que tiene previstas sacar este invierno al mercado 600.000 botellas frente a las 400.000 del año pasado. Algo parecido sucede –según La Comarca- con los cavas extremeños. Según contaba Evaristo de la Vega, gerente de las bodegas Vía de la Plata situadas en Almendralejo (Badajoz), la más antigua de la región y primera extremeña en conseguir la denominación de origen Cava, que contará este año con una producción de 500.000 botellas, todas ellas procedentes de viñedos de la Ribera del Guadiana. Unas bodegas que en 2013 cambiaron de dueños, cuando su creador, Aniceto Mesías vendió el negocio al bodeguero Francisco Escaso, de Fuente del Maestre y a un bodeguero de Badajoz. Se trata del primer cava que fue elaborado en Extremadura a principios de la década de los 80 en Almendralejo por tres amigos, Aniceto Mesías junto a otros enólogos como el fallecido Pablo Juárez y el empresario Marcelino Díaz, que poco después sacó al mercado el cava Bonaval y ahora elabora el Puerta Palma y el Vía de la Plata. Si les digo la verdad, nunca fui gran aficionado a los vinos espumosos. Y con la edad he descubierto que los vinos tintos tampoco me producen gran satisfacción. A mi entender, resulta difícil encontrar un tinto “decente” salvo, claro está, que te gastes una pasta en vinos de Rioja, Ribera del Duero o Somontano. De la misma manera, he descubierto mi interés por los blancos, donde por menos dinero encuentras botellas del año con agradables matices. Y dentro de ellos, me quedo con el vino elaborado con uva verdejo de Rueda, que hay que tomarlo frío y a ser posible acompañado de una buena nécora. Eso se me antoja como placer de dioses.

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