jueves, 25 de febrero de 2016

Inventores de palabras



En La colmena hay un personaje inventor de palabras. Y en la película de Mario Camús, según guión escrito de José Luis Dibildos, el inventor de palabras, es decir, Matías Martí, no es otro que Camilo José Cela (en la secuencia número 34 y en el interior del café de doña Rosa). Luis Escobar (don Ibrahim de Ostolaza, un jurista que tiene ya preparado su discurso de ingreso en la Academia de Jurisprudencia) saluda a Cela: “Encantado de conocer a otro poeta”. Y Cela responde: “¿Poeta yo...? ¡Por favor! Nunca he escrito tres palabras juntas. Yo invento palabras, pero una a una. Y se las entrego a los demás. Jamás las uso yo. Me limito a enriquecer el léxico patrio. ¡Es mi misión!”. A su lado está don Ricardo Sorbedo (Francisco Rabal). Don Ibrahim está desconcertado. Interviene don Ricardo: “Matías es un suministrador de materia prima del lenguaje. Lo que hizo Isaac Peral con el submarino, Matías Martí lo hace con las palabras”. Entra en escena otro de los poetas de la mesa, Maello (Francisco Algora), para añadir: “Ya lleva inventadas más de mil”. Y Rubio Antofagasta (Mario Pardo), otro de los contertulios, agrega: “Por favor, Matías. Dále la última a Don Ibrahim”. Camilo José Cela tiene su segunda intervención: “¡Bizcotur!”. Luis Escobar, asombrado, pregunta: “¿Cómo dice?”. Y Cela explica: “Bizcotur. Dícese de aquel que, amén de bizco, es atravesado, ruin y turbulento. Se la regalo”. Cela, por su cuenta y riesgo, añade una “morcilla” no prevista en el guión: “Usase también como sustantivo”. ¿Por qué cuento yo ahora todo eso? Sencillamente, por asociación de ideas. Resulta que Matteo es un niño italiano de ocho años que durante un examen se inventó la palabra “petaloso”, haciendo referencia a una flor repleta de pétalos. Margherita, su maestra, quedó prendada con esa palabra. Y animó a Matteo que  la consultase con la Academia de la Lengua Italiana. La Academia le contestó en Twitter y mandó una carta a su escuela para indicarle que la palabra estaba perfectamente construida para ser integrada en el idioma y que si conseguía que su uso se extendiera, la incorporaría al diccionario. EL Corriere Della Sera transcribía la carta enviada a su escuela por la Academia: “Querido Matteo. La palabra que has inventado es una palabra bien formada y podría ser usada en italiano, como son usadas otras palabras formadas de la misma manera. Tú has puesto juntas pétalo+oso=lleno de pétalos, con muchos pétalos”. Según parece, dicha palabra, “petaloso”, ha sido trending toppic en Twitter, y hasta Matteo Renzi le ha mostrado su apoyo.

4 comentarios:

Eugenio Orellana dijo...

Melissa Edith Chau Castillo, joven escritora y diseñadora gráfica peruana ya fallecida, inventó la palabra Palabarista. Palabarista es el que hace malabarismo con las palabras.
Eugenio Orellana, periodista y escritor chileno, inventó la palabra literaturalista. Literaturalista es el que interpreta literalmente lo que lee.
Melissa publicó un librito al que tituló, precisamente, Palabarista.
Eugenio inventó su palabra como consecuencia de su diálogo con un teólogo sobre el texto bíblico. Eugenio interpreta literalmente lo que lee; el teólogo, en cambio, se sumerge en los idiomas originales, en las fechas y épocas, en las diversas traducciones, busca los origenes y las causas y se detiene en las diferencias que exhiiben los diversos escritores cuando describen situaciones sobre un mismo asunto.

José Ramón MIRANDA dijo...

Tomo nota de lo que me cuenta Unknown. Me parece muy interesante.Gracias por leerme.

Eugenio Orellana dijo...

Gracias, José Ramón por tu reacción. En ocasiones, cuando tú estás convencido de algo, no solo disfrutas -en este caso escribiendo- sino que persistes en darle seguimiento a la iniciativa. Es lo que me mueve a tratar de "doblarle la mano" a la RAE pero no solo como un moderno llanero solitario, sino animando a otros que encuentren válido el empeño. Como soñar no cuesta mucho, sueño con formar el Club de los Literaturalistas. A partir de ahí, no se sabe hasta dónde se puede llegar. Me identifico: soy Eugenio Orellana, periodista chileno radicado en Miami, Florida, pasando antes durante algunos años en Costa Rica. Si otros quieren unirsemos a esta "locura", bienvenidos.

José Ramón MIRANDA dijo...

Encantado de conocerle, Eugenio.Estoy abierto a cualquier iniciativa relacionada con la Literatura. Escribir me reconforta, es como la purga de mi corazón. Un abrazo en la lejanía, amigo.