miércoles, 10 de febrero de 2016

Sostiene Burgos




Hoy el título parece sacado de una novela de Antonio Tabucchi. Vamos, lo que decía ayer en mi chat “Disparando con la lupara”, ese arma que se ha inventado Jiménez Losantos y que no encuentro en el Diccionario de la RAE. Según sostiene hoy un columnista diario de ABC de Sevilla que ya me tiene hasta el moño (aunque puede seguir diciendo las tonterías que desee, porque si le pagan por escribir chorradas, hace bien), los titirimundis políticos son los amos del cotarro. “Sánchez -según sostiene ese genio de la columna salomónica- se ha convertido en marioneta de Pablo Iglesias, quien para que quede claro el respeto que le tiene a la Monarquía Constitucional se presenta en Palacio a ver al S.M. El Rey vestido como el camarero de Casa Manolo, en camisa arremangada, y en cambio para acudir a cumplimentar a los Subvencionados Titiriteros de la Ceja en los Goya se disfraza de metre (sic) del Palace”, sostiene. (…) “Así que nosotros debatiendo sobre el encarcelamiento de unos titiriteros de quinta contratados por una alcaldesa de tercera, mientras los titiriteros de verdad y peligrosos tela son otros: los que han convertido en marionetas de su ambición y sus locuras al partido ganador, a sus votantes y, sobre todo, a la Unidad de la Patria”. A ese columnista le recordaría, y desde aquí lo hago, que de ninguna de las maneras está en peligro la unidad de España. Si alguien ha puesto en peligro nuestra unidad son los corruptos que se lo han llevado crudo y que no son capaces de formar Gobierno por tener el rechazo de casi todos los miembros de la Cámara Baja, sostengo. De hecho, sólo hay a día de hoy un partido investigado, el Partido Popular, también lo sostengo. Y el que desee saber por qué, que consulte las hemerotecas. No sé si “Sánchez & Iglesias, S. en C.” parece nombre de ferretería –como sostiene el columnista-, de zapatería de la sevillana calle Puente y Pellón, o de fabricante de mantecadas de Astorga. Pues nada, Burgos, a sostener la caña. Pero los votantes del PSOE y de Podemos también merecemos respeto. Un respeto que ese columnista nos niega, sostiene Pereira, sostengo yo y sostiene el sursum corda, que traducido al español significa “arriba los corazones”. Por cierto, a “S.M. EL Rey” le sobran mayúsculas, sigo sosteniendo. El jefe del Estado merece el respeto debido, pero no es el Sumo Hacedor, al menos de momento. “¿El padre es rey?”, “sí, padre”; “¿el hijo es rey?”, “sí, padre”… Joder, ahora me voy al Ripalda. Ya perdonarán, pero eso del ayuno y la abstinencia por ser Miércoles de Ceniza he ha dejado débil y ya empiezo a confundir la Unidad de la Patria (donde también sobran mayúsculas) con los Titiriteros de Binéfar, que sí llevan mayúsculas y hasta consiguieron el Premio Nacional de Teatro para la Infancia y la Juventud en 2009, o sea.

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