miércoles, 23 de marzo de 2016

Mojitos





Recomiendo la lectura del blog “Salseando en la cocina”, de Maduixa. El 13 de septiembre de 2010 me sorprendía con algo tan simple como el mojito, esa exquisitez que yo acostumbro a tomar en las cálidas noches de verano en la terraza de un pequeño bar existente en Zaragoza, en la calle Palafox, próximo a La Seo. Es placer de dioses. Pues bien, Maduixa cuenta que el mejor mojito cubano es el servido desde 1942 en La Habana, en La Bodeguita del Medio. Lo que yo no sabía es que aquel año Ángel Martínez decidió abrir  un negocio de comestibles y productos típicos adquiriendo La Complaciente, situada en el número 207 de la calle Empedrado, en la Habana Vieja, y la convirtió en Casa Martínez. Terminó sirviendo comidas. En 1949 entró a trabajar como cocinera Silvia Torres, alias  “La China”, subiendo el negocio de forma espectacular:

“Su especialidad  era la comida típicamente criolla: arroz blanco, frijoles negros, pierna de cerdo, yuca con mojo, masas de puerco, pierna de puerco asada en su jugo, chicharrones y tostones…, y todo acompañado por bebidas típicas cubanas, como el mojito,  y tabacos. Entre las personas que se acercaban a la Bodega de la calle Empedrado a comer se encontraba Feliz (Felito) Ayón, un editor de La Habana que vivía ceca del local y que conocía a Ángel Martínez desde 1946. Este carismático editor, que se codeaba con los artistas más vanguardistas de La Habana, dio a conocer Casa Martínez entre sus amigos, indicándoles, además, que la bodeguita estaba situada “en medio de la calle”, con lo que el 26 de abril de 1950, Casa Martínez pasa a llamarse “La bodeguita del medio”. Pronto se convirtió en el centro del auge cultural de La Habana y Ángel Martínez en algo similar a un mecenas. Su agradable ambiente y la gente que lo frecuentaba hizo que otros escritores, coreógrafos, periodistas, músicos y todo tipo de personalidades se dieran cita allí atraídos por el encanto del lugar”.

La firma de Ernest Hemingway aún permanece en sus paredes, hoy enmarcada. Por cierto, mi padre nació en la Avenida del Capitolio, muy cerca de ese lugar.

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