El Gran Wyoming,
en Infolibre, al referirse a Pedro Sánchez y su pequeño combo, que
parecen los componentes de Buena Vista
Social Club para bodas y eventos, comenta: “Y
todavía, capullo en puño, algunos reivindican la herencia de sus antepasados.
Pago una cuota y heredo los años de lucha y cárcel de los que me precedieron
defendiendo estas siglas. Qué fácil se hereda el sufrimiento y el sacrificio de
los que dedicaron su vida a la conquista de derechos fundamentales, pero qué
difícil es recoger el testigo de la ética, el coraje y la honradez de aquellos
hombres que hoy sentirían nauseas al comprobar el entreguismo y vasallaje al
poder de este invento del mestizaje político”. El cóctel de PSOE con Ciudadanos
y unas gotas de angostura ha sido un fracaso estrepitoso. Y ellos lo sabían de
antemano. Pero les bastaban unas horas de gloria para sentirse felices, como
aquellas “reinas por un día” en los
tiempos de Mario Cabré, con una televisión en blanco y varios tonos de
grises que los paletos veían en los teleclubes de los pueblos. Lo cierto es que
los partidos políticos siguen bloqueados. Y ese gran atasco va a ser difícil
que se supere con Laxen Busto. El
expresidente de Murcia Alberto Garre y el exdiputado Juan
Ignacio del Burgo piden a Rajoy que tire la toalla en un intento, no sé si vano, de
poder desbloquear esta situación enquistada. Claro, lo dicen dos tipos que ya
no están en la pomada. El resto hace mutis por el foro. Saben que si se mueven,
como dijo Guerra, no el torero sino el otro (el que dijo aquello de
que “Soledad Becerril es Carlos III vestido de Mariquita
Pérez”), no salen en la foto, se evaporarán sus nombres en posibles futuras
listas y se verán obligados muchos de
ellos a mendigar una subvención del Congreso para diputados en paro, como han
hecho Ana Mato y otros 62 exdiputados de diferentes pelajes. En
fin, ante este desolador paisaje aquí sólo falta un telegrama de Barcenas a Rajoy diciéndole:
“Mariano, sé fuerte”.
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