martes, 31 de enero de 2017

El órgano de santa Inés




Si el lector decide acercarse a Sevilla, le recomiendo la visita al convento de Santa Inés, también llamado Convento de Hermanas Franciscanas Clarisas, cuyo acceso es gratuito todos los días entre las diez de la mañana y las ocho y media de la tarde. El convento está situado en el número 5 de la calle de doña María Coronel, a mitad de camino entre la calle Imagen y el Palacio de las Dueñas. Un convento que fue fundado en 1374 y reformado en 1630 por Francisco Herrera el Viejo. En el trascoro, tras una reja, se encuentra la momia de María Fernández Coronel, fallecida el 2 de diciembre de 1411, y el órgano al que hace referencia Gustavo Adolfo Bécquer en su leyenda Maese Pérez el organista. Sobre la reja hay un retrato de la ilustre dama realizado por Valeriano Bécquer y que Maria Luisa, esposa de Antonio de Orleáns, donó a las clarisas. Gloria Gamito señalaba en ABC de Sevilla (02/12/11) que “María Coronel era hija de Alfonso Fernández Coronel, copero del rey Pedro I, y estaba casada con Juan de la Cerda. En el enfrentamiento que Pedro I tuvo con sus hermanos bastardos, los Trastámara, cayeron en desgracia Alonso Fernández Coronel y Juan de la Cerda. El rey los mandó matar y se quedó con sus posesiones. Pedro I, llamado el Cruel, se enamoró locamente de María Coronel, que al enviudar se retiró al convento de Santa Clara para evitar el acoso al que la sometía. Un día los soldados del rey se presentaron en el monasterio para llevársela. María se hizo enterrar a los pies de la Torre de don Fadrique para que no la encontraran. Cuenta la leyenda que los esbirros no dieron con ella porque sobre la tierra crecieron como por ensalmo matas de perejil. Dice también la leyenda que luego fue el mismo rey a buscarla y que en la cocina del monasterio María se desfiguró el rostro con una sartén de aceite hirviendo”. Bueno será recordar que en 1357, Pedro entró en tierras de Aragón y se apoderó del Castillo de Bijuesca y de Tarazona el 9 de marzo. En aquel tiempo hizo ejecutar a Juan de la Cerda, esposo de María y, por tanto, yerno del anteriormente decapitado señor de Aguilar de la Frontera, Alfonso Fernández Coronel. También mató, entre otros muchos, a su hermano  Fadrique y al infante Juan, hijo de Alfonso IV de Aragón. Pedro I regresó a Sevilla y preparó las fuerzas que debían continuar la lucha contra Aragón. Para obtener recursos, profanó los sepulcros de Alfonso X el Sabio y de la reina Beatriz de Suabia, despojándolos de las joyas de sus coronas; tuvo amores con Aldonza Coronel y trató de seducir a su hermana María. Muerto Pedro I de Castilla [Montiel, 23/03/1369] y reinando ya su hermanastro Enrique el de las Mercedes, María recuperó sus casas y sobre ellas fundó en 1374 el convento de santa Inés y fue su primera abadesa. Pues bien, hoy leo en El Correo de Andalucía que el órgano del Convento de Santa Inés se está restaurando en Alcalá del Río por Jorge Anillo y el organista Abraham Martínez. La intervención comprende limpieza, tratamientos curativos y preventivos frente a pérdidas por ataques de insectos y fijación de la policromía. Cuentan para su restauración con un presupuesto de 50.000 euros.

lunes, 30 de enero de 2017

Elogio del blue jeans





Ya no se estila el reloj de bolsillo y pronto dejará de utilizarse el reloj en la muñeca. Me he fijado que la gente joven no suele usar reloj y que ve la hora en el móvil. Tampoco la ciudadanía utiliza el chaleco, salvo en ocasiones, donde los viejos roscos se guardaban sujetos a una leontina en uno de sus bolsillos. El pantalón vaquero, en cambio, sigue conservando ese pequeño bolsillo delantero derecho desde que comenzaron a usarse en Génova por los pescadores hace más de 500 años. Los barcos ingleses que hacían escala en este puerto exportaron a todo el mundo ese resistente  tejido azul, que paso a conocerse como blue de Genes (azul de Génova), una denominación que en los países anglófonos derivó al término blue jeans. Lo que hizo Levi Strauss en 1873 fue patentar el patrón de ese tipo de pantalón reforzado con pequeños remaches de cobre en los bolsillos. Era un pantalón muy resistente que se adaptaba a los mineros. Strauss, judío alemán y sastre se había trasladado a San Francisco en 1846 para proveer de tiendas de campaña y ropa a los buscadores durante la “fiebre del oro”. Y aprovecho para confeccionarlos con velas de barcos inutilizadas desde la llegada de las máquinas de vapor. Eran de color café, llevaban tirantes y no disponían de bolsillos traseros. El color  índigo, más sufrido, llegaría más tarde, en 1880, cuando el químico Adolf von Baeyer obtuvo un colorante azul a partir del ácido antranílico. En realidad se trataba de tela blanca y urdimbre azul, como puede comprobarse si se mira la tela por el revés. Al agotarse las lonas de las velas de los barcos los pantalones serían elaborados con fibra de sarga y fueron adquiridos por granjeros y obreros en general. Costaban 1’50 dólares. En la actualidad, los blue jeans se fabrican con tela de algodón con entretejido muy resistente llamado denim o mezclilla (tejido de Nîmes). Fue al sastre que confeccionaba los vaqueros para Strauss, Jacob Davis (también judió) al que se le ocurrió la idea de colocar lo remaches en los bolsillos para hacerlos más resistentes. Pues bien, a lo que iba, aquellos primeros vaqueros tenían en la parte de atrás dos trabillas para sujetar el pantalón sin la ayuda de cinturón. Y es ahí donde se sujetaba la leontina del reloj, que terminaba en el interior de ese pequeño bolsillo delantero derecho que se sigue conservando en las confecciones actuales. Un bolsillo que personalmente utilizo para poner las llaves, un billete de metro o alguna moneda suelta.

domingo, 29 de enero de 2017

Así es, si así os parece





Tomo el título de una obra de Pirandello. En cuestiones de higiene doméstica, acabo de leer algo que no sabía. Por ejemplo, que la toalla de baño hay que lavarla cada tres usos, que los bastoncillos dentro del oído pueden producir trastornos serios, que orinar sentados mejora la salud sexual de los hombres y orinar de pie es recomendable para las mujeres, que es mejor defecar de cuclillas en la letrina que sentado en la taza, etcétera. Son cosas que no se estudian en las escuelas de primaria y que, a mi entender, ni las saben ni los maestros ni están en los planes de estudio. Hacemos las cosas por rutina, como las hemos hecho siempre. A ver quién es el guapo que conoce que un tal Seth Wheeler patentó en 1871 el rollo de papel higiénico perforado. Son cosas que no se cuentan en ninguna academia, ni tan siquiera en el libro El hombre fino, traducido del francés al castellano por Mariano de Rementería y Fica en 1837. En las escuelas tampoco se enseña cómo hacer el nudo de corbata ni se informa convenientemente de que sus extremos nunca deben quedar por debajo de la hebilla del pantalón, o cómo se debe utilizar la pala de pescado, o cómo distinguir un tenedor de pescado o de mesa, o que los cubiertos de empiezan a utilizar de fuera hacia adentro. En la mesa del pobre no se utilizan cubiertos de pescado. Es más, no siempre se puede comer pescado. Pero existen nuevos ricos que tampoco saben cómo utilizarlos ni hacerse el nudo de la corbata. Y allí donde van hacen el ridículo más espantoso. Los buenos modales se adquieren desde la cuna. Pasa como con los libros. Suele ser mejor lector aquel que desde la infancia ha visto muchos libros en casa y a sus padres dedicar tiempo a la lectura. Sin embargo, sobre la buena educación escribía Ángeles Caso en La Vanguardia en 2012: “La gente más grosera que conozco forma parte de ese grupo social de la élite al que se le suponen las mejores formas. Son esos que saben manejar perfectamente todos los cubiertos, los que conocen de memoria todas las normas de cortesía y se portan como auténticos caballeros o damas entre sus iguales, pero muestran un desdén absoluto hacia quienes consideran inferiores. El comprador de tienda de lujo que no da los buenos días al dependiente, la rica empresaria que se permite tratar de tú a un camarero obligado a tratarla a ella de usted o el tipo aquel de tan buena familia al que vi con mis propios ojos quedarse dormido como un tronco en un velatorio que le resultaba ajeno”. No es oro todo lo que reluce.

viernes, 27 de enero de 2017

Pagar la novatada





Por todos es bien conocida la trufa de Teruel. Pero un suelto en El Español me ha dejado bastante preocupado. Hace referencia a las trufas en frasco que se venden en algunos supermercados. Lo cierto es que ese hongo comestible alcanza un valor de mercado cercano a los 6.000 euros el kilo. Ya hace sospechar que el contenido del frasquito del supermercado, que no llega a los 10 gramos, señale un precio de venta de alrededor de 3 euros. Una sencilla operación matemática demuestra que el kilo sale a unos 300 euros. Pero lo peor llega cuando al probar la trufa se descubre que es insípida. No cabe duda de que nos acaban de vender una Tuber Indicum, o sea, una trufa china. Por esa razón recomiendo leer la letra pequeña del tarrito antes de adquirirlo. Recuerdo cuando mi hija Edurne regresó de un viaje a Estambul. Entre otras cosas, me trajo de Turquía un paquetito de plástico que le habían vendido en un zoco como azafrán. Hice un arroz y eché unas hebras. El resultado fue parecido. Aquello sólo tenía de azafrán la apariencia. Pase que el azafrán que aquí nos venden como español proceda en muchas ocasiones de Irán, Marruecos, India o Grecia, y es de peor calidad. A nadie se le escapa, por otro lado, que el 90% de las exportaciones españolas son fraudulentas, dato confirmado por ASAJA. Y para colmo de males, el envasador no está obligado a especificar su procedencia. Y sobre los aceites, el jamón ibérico, los pimientos de piquillo, los cacahuetes, los berberechos, los espárragos, etcétera,  habría mucho que contar. Pues bien, como dato curioso, en 2010 España produjo unos 1.500 kilos pero, según el Ministerio de Industria se exportaron bajo marca española casi 190.000 kilos. La explicación es que la ley permite no indicar la procedencia, como señalaba antes, siempre que el envasado se haga en el país de origen. Estoy convencido de lo que a mi hija le había vendido en Estambul eran hebras de cártamo (Carthamus tinctorius), más conocido como “azafrán bastardo”, cuya flor aparece en la foto. Sencillamente, pagó la novatada.

jueves, 26 de enero de 2017

El brujo Rajoy




Ya no hace falta que acudamos a Nostradamus  ni a san Malaquías para repasar las posibles las predicciones que se ciernen sobre nuestras cabezas. Basta con escuchar a Mariano Rajoy en Onda Cero para conocer nuestro próximo futuro. El presidente del Gobierno contaba a Carlos Alsina que bajará el precio de la luz porque va a llover. Quiere decir el precio de la parte variable, porque la parte del precio fijo va a continuar igual. Rajoy a vaticinado que “en Francia no va a gobernar Marie Le Pen, que lo hará François Fillon y que las elecciones en Alemania también irán bien”, y ha recomendado la lectura de Patria, el libro de Fernando Aramburu, “para saber lo que ha pasado en los últimos 30 años en el País Vasco”. Esas cosas sería mejor preguntárselo a los vascos, que fueron los protagonistas. En resumidas cuentas, que Mariano Rajoy ya no va a necesitar retomar su plaza de registrador de la propiedad en Santa Pola el día que abandone la Moncloa. Será suficiente con que abra un guariche en una zona pija de Madrid para que pueda despachar consultas a las aburridas damas de la alta sociedad sobre astrología, tarot, lectura de manos y adivinación por los posos del café. La Bruja Lola, Aramis Fuster, Rappel, Octavio Aceves y Esperanza Gracia, la astróloga de Telecinco, son videntes de prestigio, pero ninguno de ellos sabe que puede bajar el recibo de la luz en el supuesto de que llueva. Rajoy les lleva ventaja gracia  a la ayuda de su primo. Recuerden cuando en 2007, gobernando Rodríguez Zapatero, Rajoy restaba importancia al cambio climático en la Cadena Ser. Y trajo a colación a su primo, entonces catedrático de Física de la Universidad de Sevilla: "Yo sé poco de este asunto, pero mi primo supongo que sabrá. He traído aquí a diez de los más importantes científicos del mundo y ninguno me ha garantizado el tiempo que hará mañana en Sevilla. ¿Cómo alguien puede decir lo que va a pasar en el mundo dentro de 300 años?".Ahora, en cambio, Rajoy es capaz de saber como va a ir el futuro de Francia, como van a marchar las elecciones en Alemania y cuándo lloverá en España y en qué medida. Lo dicho: Rajoy tiene estilo de chamán. Debemos estar muy atentos a sus sortilegios. Toquemos madera.

martes, 24 de enero de 2017

Desagradable sorpresa





Yo siempre tomé colacao en desayunos y meriendas porque lo toma el ciclista y se hace amo de la pista y lo toma el boxeador, pin, pon, boxea que es un primor, pero desde que tengo dos preciosas nietas he cambiado al nesquik por la simple razón de que les gusta más a ellas y, también, porque se disuelve mejor en la leche fría. Pero creo que de ahora en adelante no tomaremos ni una cosa ni la otra. Imaginen que llego del supermercado con mi bote y lo coloco en la alacena a la espera de que vengan mis nietas del colegio. Y cuando llega el momento de la merienda, abro el bote y me encuentro dentro una sorpresa como en los huevos kinder, cuyo creador, William Salice, mano derecha de Michele Ferrero, murió a finales del pasado año en Pavia, no atragantado por uno de sus juguetes sorpresa sino de un derrame cerebral. Pues bien, la sorpresa llega cuando abro el bote y me encuentro junto al polvo del cacao maravillao un paquetito con un polvo blanco, es decir, con 250 gramos de cocaina. Pues eso mismo le sucedió estas navidades al cliente de un supermercado de Zaragoza, que al descubrir la “sorpresa” tomó el bote y el recibo de la compra y se marchó directamente a la comisaría de Policía más próxima. Todo apunta a que el precinto del bote de nesquik  estaba manipulado por un traficante.

lunes, 23 de enero de 2017

Quieda claro: es un charrán





Bueno, pues ya ha quedado claro. El logotipo del PP es un charran y no una gaviota. Así lo ha confirmado el concejal del Ayuntamiento de Madrid, Fernando Martínez Vidal, que lo creó hace 28 años. La imagen corporativa de ese partido vuela alto y no come carroña. La mayoría de las especies son gris pálido con blanco en áreas inferiores, con un parche negro contrastante en la cabeza. Y los charranes, como el PP, tienen una alta esperanza de vida. Lo que ya no sabemos es si el logo representa a un charrán blanco, a un charrán sombrío o a un charrancito común, por decir algunos de ellos. Los charranes tienen un amplio repertorio de vocalizaciones. Por ejemplo, el charrán común tiene un aviso de alarma distintivo, kee-yah que se utiliza como advertencia a intrusos, y un aviso más corto, kyar, que se presenta cuando un individuo emprende el vuelo en respuesta a una amenaza más seria; esto generalmente calla a una colonia ruidosa mientras los residentes evalúan el peligro. Otros llamados incluyen un keeur arrastrado, que es realizado cuando un adulto se acerca al nido con un pescado, y un kip que emiten durante el contacto social. Lo importante es tener a la nidada unida en torno a Mariano Rajoy para seguir saliendo en la foto. El kee-yah lo utilizan frente al PSOE, cuando no le ayuda a sacar leyes adelante en la Cámara Baja, y el kyar cada vez que José María Aznar aparece en escena y le hace la cobra a Rajoy. El keeur, en cambio, lo hacen contra Bárcenas como lo hicieron contra Rita Barberá en su última etapa de vida pública. Luego está la pagaza piconegra que es un depredador oportunista, y no quiero mirar a nadie.

Santisteve, insensible





Curioso. Existe una churrería en el barrio zaragozano de Casetas que lleva funcionando desde hace 32 años. Y, ahora, Concha Guisado, que así se llama la churrera, recibe una carta del Ayuntamiento donde se le indica que debe cesar en el negocio “por carecer de la preceptiva licencia que autorice el ejercicio de la actividad”. Hay cosas que no se entienden. Esta es una de ellas. Concha no sale de su asombro. El Derecho consuetudinario, que es un derecho no escrito, es una norma jurídica continua, uniforme y racional practicada durante un periodo largo de tiempo sin ser contraria a las leyes. El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, de Zaragoza  en Común, que llevó como lema de su campaña municipal el “sí se puede” podemita, es abogado en ejercicio y, por tanto, debería saber que el Derecho debe ser equitativo, universal, consuetudinario y progresivo. En tiempos de crisis galopante (y ahora la crisis económica, los impuestos estatales y las tasas municipales se nos come por los pies) exigirle a una señora que ahora cuenta con más de setenta años de edad y treinta y dos en ejercicio que cierre su chiscón de churrería en un barrio rural por carecer de la preceptiva licencia se me antoja  una cacicada de libro. El alcalde Santisteve debería saber, como es su obligación, que gran parte de los bares zaragozanos sólo disponen de licencia de apertura provisional y que sacan a la calle mayor número de mesas de velador de las que tienen contratadas. El alcalde de Zaragoza debería saber, de la misma manera, que los vecinos llevamos muchos años sin que se poden los árboles de las calles de la margen izquierda del Ebro, que muchas baldosas están sueltas, que la vigilancia por parte de la Policía Municipal es escasa, que las aceras están muy sucias, que la basura rebasa los contenedores, que en muchos casos no se cumplen los horarios de apertura y cierre en los negocios, que hay excesivo ruido en la puerta de los establecimientos hosteleros y no se respetan los aforos en el interior de los mismos, que se aparca en doble fila, etcétera, etcétera. Sería larga la lista de malas prácticas ciudadanas a las que los responsables municipales encargados de la buena convivencia no ponen coto. El Alcalde de Zaragoza debería ser conocedor de que un centenar de vecinos de Casetas se han concentrado ayer domingo junto a la churrería en apoyo a Concha. El diario Heraldo de Aragón así lo plasma hoy entre sus páginas. Y cuenta que Concha “estaba visiblemente emocionada por esta muestra de cariño”. A Concha le desearía que se jubilase y viviese tranquila, que bien se lo tiene ganado. Y a Pedro Santisteve le recordaría una frase de Martín Luther King que, ¡oh casualidad!, aparece hoy en la hoja de mi taco de calendario: “Si  ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano”.

domingo, 22 de enero de 2017

Soníos degollados




Antes de ayer, 20 de enero, se cumplieron ochenta y seis años de la muerte de Antonio Chacón, como bien recuerda Manuel Bohórquez en El Correo de Andalucía: “Aunque nació en Jerez, en la calle Sol, en 1869, se hizo figura del cante en Sevilla, adonde llegó por primera vez en 1885. Según declaró él mismo, el año en el que mataron a El Canario, el cantaor de Álora que fue asesinado por el padre de la Rubia de Málaga, el catalán Lorenzo Colomer Ricard, la noche del 13 de agosto de aquel año, a las puertas de La Nevería de El Chino, local que el Café de El Burrero solía utilizar en verano y que estuvo en el Paseo Colón esquina al puente de Triana, donde hoy está el monumento a Antonio Mairena”. Bohórquez, en su libro “El cartel maldito. Vida y muerte del Canario de Álora” (Pozo Nuevo, 2009) desvelaba datos hasta entonces difuminados a base de rebuscar en legajos, padrones y periódicos de la época. Tras el asesinato de Juan de los Reyes Osuna, El Canario, su imitador, Manuel Reina, El Canario Chico, murió asesinado de dos disparos en la espalda. Todo apuntaba a un asunto de celos. Y Concha La Peñaranda, también presente aquella noche, de un tiro en la cabeza. El Canario tenía 28 años cuando fue asesinado de una puñalada. El arma del crimen se encontró entre unos arbustos próximos y, en el momento de su detención, a Colomer se le intervino una navaja y una pistola. Colomer fue detenido, juzgado y sentenciado a una pena de doce años y un día de reclusión, y a pagar 2.500 pesetas como indemnización a la familia del fallecido. Colomer se benefició de un indulto general con motivo del nacimiento de Alfonso XIII en 1886 y sólo cumplió tres años de prisión. Bohórquez, al referirse a Chacón, señala: “Un hijo de Manuel Cagancho, Antonio, confesó en un diario sevillano que Chacón se iba a Triana en compañía del torero Fuentes y del guitarrista Miguel Borrull para escuchar en la intimidad al gitano herrero, a su padre, Tío Antonio Cagancho, y, sobre todo, al martinetero Juan Pelao. También buscaba a Ramón el Ollero, una especie de catedrático del cante sevillano, con quien luego cantaría en el Café de Silverio. Y a La Serneta, paisana suya aunque afincada en Triana durante algún tiempo, a la que llamaban la Reina de la Soleá, cuyos cantes grabó Chacón”. Al libro de Bohórquez le acompañaba un CD con una recopilación de malagueñas de El Canario en las voces de  Chacón, Niña de los Peines, Sebastián el Pena, Manuel Escaena o Vallejo, y una colaboración especial de Arcángel con la guitarra de Miguel Angel Cortés.

sábado, 21 de enero de 2017

Veneros incógnitos




Cuando necesito viajar sin salir de casa acudo a los viejos libros que ya casi me sé de memoria de tanto repasarlos. Cuenta Gregorio Marañón en su prólogo a Nuevo viaje de España, de Víctor de la Serna, que “si no fuera por la Cueva de Montesinos, la Mancha no sería un país inmortal, sino una estepa como cualquier otra”. (…) “Hay varias Españas y no una sola: la España hidalga, la España negra, la del sol, la de la pandereta. Todas son verdaderas”. Pues bien, en ese viaje de los foramontanos al que hace referencia De la Serna existe un recorrido, el que partiendo de Santander baja por Luzmela hasta Reinosa y continúa por Frómista, Palencia y Valladolid, hasta llegar a Toro. Pero en la Ciudad de doña Elvira no se detiene. Aquel “vergel”, como le llamara Lope de Vega, ya había abandonado por aquellos años 50 del siglo XX el cultivo del vino para dedicarse a otros más intensivos como la remolacha o el maíz. Pero los vinos, sin embargo, de los que dejó constancia el Arcipreste de Hita, que protegieron los reyes con Cartas y los demandaban los monasterios norteños de la Península para el consumo, siguen siendo hoy fuente de ingresos, como bien señala Miguel Hernández Caballero en su libro Toro, ciudad de realengo. De la identificación de Toro con su vino queda constancia en la Crónica de Alfonso XI:

“En Toro cumplió su fin / e derramó la su gente. / Aquesto dixo Merlin, / el profeta de Oriente. / Dixo: el león de Espanna/ de sangre fará camino. / Matará el lobo de la montanna / dentro de la fuente del viño. / El león de Espanna / fue el buen rey ciertamente. / El lobo de la montanna / fue don Johan el su pariente. / E el rey cuando era ninno / mató a don Johan el Tuerto; / Toro es la fuente del vino / a donde don Johan fue muerto”.

Pues bien, De la Serna prefiere acercarse hasta Florencia, a unos 16 kilómetros de Toro, una explotación agrícola de 700 hectáreas perteneciente a una fundación en la que se forman capataces en régimen de internado. Y en la cocina se encontraba Flora, que, como cuenta De la Serna, inventó un gazpacho. Y así lo describe:

Para cuatro personas: pélense y píquense un pepino bien maduro terciado, un pimiento verde tierno y carnoso del tamaño de una naranja, tres tomates gordos apunto de madurez. Aparte, póngase a remojar durante una hora, en una mezcla de agua y vinagre (no muy fuerte) por mitades, una barra de buen pan. Cuézase una remolacha bien roja, gorda y sana. Unido todo, por el orden expuesto, bátase en una licuadora, añadiendo dos o tres cucharadas de aceite de oliva virgen y una pizca, como de un cuarto, de diente de ajo. Añádase agua en una sopera hasta darle una consistencia de puré ligero, y sírvase con un cubito de hielo en cada taza.

 En su prólogo, Marañón dice, y dice bien, que el primer viajero español, de España, es Antonio Ponz Piquer, que firma en 1772 con el pseudónimo de Pedro Antonio de la Puente su primera edición:

VIAGE/ DE ESPAÑA, / O CARTAS, / EN QUE SE DA NOTICIA/ De las cosas más apreciables. / Y DIGNAS DE SABERSE/ QUE HAY EN ELLA, / SU AUTOR / DON PEDRO ANTONIO DE LA PUENTE. / MADRID, MDCCLXXII. / Por DON JOACHIN IBARRA…


El libro de Víctor de la Serna (Prensa Española, Madrid, 1959) lleva un epílogo de su hijo, Alfonso de la Serna. Entiende que su padre fue un zahorí:

“Su pluma era como un breve tirso de avellano e iba tocando con ella veneros incógnitos, como con una vara mosaica”.

Como decía al principio, estoy convencido de que se puede viajar sin salir da casa. Y terminaré como había empezado: con la Mancha, con una crónica que Víctor de la Serna escribió para ABC:

“Te digo, compañero, que el agua que no se ve y se presiente duele como un mal amor…”.

En suma, hay que saber viajar a nuestra particular cueva de Montesinos, donde don Quijote se quedó dormido por espacio de una hora y que a él le parecieron tres días. Allí se encontraba el sepulcro con el cuerpo de Durandarte. Las páginas de los libros arrastran oro en forma de letras como las aguas del Sil lo lleva en forma de pepitas. No es necesario poner el pie en el pescante del vagón de tren y esperar a que silbe. La lectura viajera no necesita cabalgadura.

jueves, 19 de enero de 2017

Inventos y patentes





Todos sabemos que en invierno suele hacer frío y que en unos lugares hiela y nieva más que en otros, como en la canción de Adamo. Pero lo que no entiendo es que los telediarios dediquen media hora de su tiempo para darnos la noticia de lo que ya sabemos. Los cronistas, micrófono en mano, asoman de pueblo en pueblo preguntando a los lugareños sobre el frío que se deja notar. Unos cuentan que el frío es insoportable, y otros, los de más edad, están convencidos de que años atrás el frío era más intenso. Todo ese despliegue de medios me recuerda cada 22 de diciembre tras el sorteo de la lotería, cuando los reporteros se acercan a los ciudadanos para que cuenten cuánto dinero les ha tocado; mientras un corro de acompañantes, entre risotadas, menean botellas de cava barato, beben a morro su contenido y sueñan despiertos con lo que desean hacer con ese dinero. Los tiempos cambian. Recuerdo todavía cuando, de niño, hacía gimnasia en el patio del colegio con el abrigo puesto. Era una asignatura obligatoria en el Bachillerato del Plan del 57, como las matemáticas, la geografía, la religión o la formación del espíritu nacional. En aquel colegio, que era una mierda, la gimnasia y la formación del espíritu nacional eran dos asignaturas que daba el mismo profesor, un antiguo alférez provisional que nunca llegó a ser cadáver efectivo, pero que nos contaba pasajes heroicos de aquella epopeya, de la Guerra Civil quiero decir, con el supuesto ardor que habría puesto, pongamos por caso, el coronel Moscardó, cuando el comandante Cartón, jefe de las fuerzas republicanas en Toledo, le llamó por teléfono y él coronel contestó: “Al aparato”. Aquello de “al aparato” sonaba como muy patriótico. Vamos, que el Alcázar no se rendía. Y los educandos imaginábamos, mientras aquel profesor a la violeta platicaba con los ojos casi fuera de sus órbitas, a Alonso Guzmán el Bueno, la amenaza benimerí y el ofrecimiento del puñal. Guzmán el Bueno no pudo decir “al aparato” porque todavía no había teléfonos y faltaban muchos años para que naciera Antonio Meucci, que fue su inventor aunque Alexander Graham Bell lo patentase. Unos llevan la fama y otros cardan la lana. Hace unos meses, sentado en una silla de velador en la Plaza de Zocodover contemplaba el Alcázar y recordé al viejo profesor de gimnasia y formación del espíritu nacional. Tenía un bigote como un rastrillo y una insignia en la solapa de su americana muy patriótica. Me consta que no inventó aquella guerra pero estoy seguro que la patentó. No me cabe la menor duda.

martes, 17 de enero de 2017

Nebraska





Los empleados de las cinco cafeterías madrileñas Nebraska han decidido revelar un secreto de la salsa de los perritos calientes que tenían guardado desde su fundación en 1955 por un ganadero del pueblo asturiano de Naviego, el mismo año que en Zaragoza la familia García fundó Las Vegas en el Paseo de la Independencia. Uno de los hijos del fundador Juan Ramón Blanco Sierra contaba a los medios que su padre “quiso construir la cafetería que se veía en las películas de Wollywood”. La fórmula secreta no era otra cosa que la mezcla de la mostaza alemana Kühne Senf y mayonesa casera. Cada maestrillo tiene su librillo y cada cocinero siempre se guarda en la manga un secreto que consigue que el producto que guisa tenga un sabor agradable aunque distinto al habitual. Ahora, cuando las cafeterías Nebraska han sido vendidas a la sociedad de gestión de activos Corpfin Capital y se han ido a la calle 92 empleados, éstos han revelado el  misterioso secreto, sencillo a más no poder, guardado celosamente. La proporción de la salsa era la siguiente: 10 kilos de mostaza por cada 25 kilos de mayonesa casera. Para la mayonesa: 2 cartones de huevos, 1 kilo de sal, 25 litros de aceite de girasol y ½ litro de vinagre. Llegaron a vender 1.000 perritos al día.

lunes, 16 de enero de 2017

Las otras vírgenes






Me ha sorprendido leer en Heraldo de Aragón que en nuestra región “residen cinco vírgenes consagradas”. No se trata de las vírgenes vestales de la antigua Roma encargadas de mantener el fuego sagrado de Vesta, fundadas por Numa Pompilio. Aquellas debían ser vírgenes por 30 años. Leyendo a fondo la noticia, descubro que son mujeres dedicadas por entero a una parroquia, ayudan al cura ecónomo y dirigen coros parroquiales. Según cuenta ese periódico aragonés “estas mujeres, que en un momento de sus vidas decidieron entregarse a Cristo a través de la vida consagrada, pertenecen al Orden de las Vírgenes, la más antigua de las formas de consagración femenina” (…) “Sin embargo, la vida de virgen consagrada -sigue contando el diario- no es exactamente la de una monja o una religiosa”. La principal diferencia consiste en la falta de votos de pobreza y obediencia. Son seglares que se sostienen por sus propios medios y carecen de una organización jerárquica, no pueden contraer matrimonio, hacen voto de castidad y sólo tienen obediencia al obispo de la diócesis a la que pertenecen. Hasta aquí, nada que objetar. Pero ese periódico, al referirse a las vírgenes consagradas, saca la palestra el caso de una ginecóloga de 44 años, María Victoria Mena, que se “afilió” a la Orden de las Vírgenes en 2012 en la iglesia de santa Engracia. Y desde entonces ha cambiado, según se señala, el modo de ejercer la Ginecología, siendo “completamente fiel a la doctrina moral de la Iglesia”.Ello equivale a decir que ha dejado de prescribir anticonceptivos y ha apostado por el método Creighton Model Fertility, versión parecida a aquel método Ogino que fallaba como una escopeta de feria. La tal Maria Victoria Mena puede, a mi entender, pertenecer a la Orden de las Vírgenes, al Brahmanismo o al Judaísmo, que me da igual, pero como licenciada en Medicina debe ser consciente de que los anticonceptivos, cuando son necesarios para la salud de la mujer, tiene obligación de prescribirlos. El Tribunal Constitucional ya dejó claro que “del artículo 16 de la Constitución que regula la libertad ideológica de los españoles no puede deducirse que nos encontremos ante una pura y simple aplicación de dicha libertad. La objeción de conciencia con carácter general, es decir, el derecho a ser eximido del cumplimiento de los deberes constitucionales o legales por resultar ese cumplimiento contrario a las propias convicciones, no está reconocido ni cabe imaginar que lo estuviera en nuestro Derecho o en Derecho alguno, pues significaría la negación misma de la idea del Estado”. Decía san Agustín que “en el jardín de la Iglesia se cultivan: las rosas de los mártires, los lirios de las vírgenes, las yedras de los casados y las violetas de las viudas". Ya ven…

Avanza enero





Hoy me entero de que el pelo de los osos polares es bruno aunque lo veamos blanco, como sucede con la nieve, que tampoco es blanca, y las nubes… Ya lo dijo Antonio Machado: “El ojo que ves no es/ ojo porque tú lo veas; / es ojo porque te ve”. Si esas cosas suceden en la Naturaleza, ¿qué habrá de cierto en el resto de las cosas que vemos pero no son como las vemos? Honorato Paracebe intentaba, a la hora del bocadillo, explicarle a su compañero de tajo, Acursio Ramírez de la Piscina, cosas que había leído en el libro “La pequeña industria al alcance de todos”. Lo de la nieve, que no es blanca, y los pelos del oso polar, tampoco, sólo eran comentarios que no venían a cuento pero que hacían pasar por el garganchón con más suavidad el piscolabis de pan con mortadela. José Poch Noguer, autor del libro, tenía soluciones mágicas para casi todo: brillantinas, dentífricos, licorería, cremas vainilladas, etcétera. También tenía una receta para el champú, que el libro denominaba como champoing, a base de alcohol de 90 grados, agua, jabón blando y carbonato potásico, en las debidas proporciones; y de un dentífrico a base de cochinilla de nopal, alumbre calcinado y esencia de menta. Acursio Ramírez de la Piscina prestaba mucha atención a lo que le contaba su compañero Honorato y todo lo apuntaba en una libretilla que guardaba en un bolsillo del mono de trabajo. Honorato frecuentaba los domingos por la mañana la cuesta de Moyano y casi siempre se hacía con algo de utilidad. Lo último, “Explosivos, pirotecnia, cerillas”, (precio: 1’50 en rústica. Bailly-Baillière, editor, Madrid). En el libro, entre sus precauciones estaba la de no fumar durante las manipulaciones. “La base de tales compuestos –señala el manual- es una mezcla parecida a la pólvora, que obra, según sus componentes, como detonante, como impulsiva simplemente, o causante de larga trayectoria”. Aquí, evidentemente, evito por seguridad la sencilla fórmula. Honorato tenía pensado hacer uso de la pirotecnia por él confeccionada durante la hoguera de san Antón, ya que ese santo varón conserva todavía poderes para sanar la peste, la lepra, la sarna, las erecciones violentas, las purgaciones de garabatillo, el ergotismo, también llamado culebrilla, y todas aquellas enfermedades que requieren el uso de lavativas alcanforadas.

sábado, 14 de enero de 2017

Fosforito el de Cádiz





En el libro “Poder y prostitución en Sevilla. (Siglos XIV al XX)”, de Francisco Vázquez García y Andrés Moreno Mengíbar (Tomo II. Universidad de Sevilla. Secretariado de Publicaciones. 1998), se cita en varias ocasiones el sevillano Café del Burrero, donde acudía Fosforito el de Cádiz, sobre el que se cuenta que encendía los cigarros al sol. Francisco Lema Uller (1869?-1940) que tal era su nombre, al que no hay que confundir con Antonio Fernández Díaz, nacido en Puente Genil en 1932 (y que también se hizo llamar Fosforito, actualmente retirado y con residencia en Málaga) era muy alto y de extrema delgadez. Fosforito comenzó a cantar en el café El Palenque de Jerez de la Frontera, fue discípulo de Enrique Jiménez “El Mellizo” y casi siempre actuó a la vez que Antonio Chacón en los más diversos escenarios, aunque no en el mismo espectáculo. Entre ellos existió una gran rivalidad, hasta el punto de que los respectivos empresarios (del Café de Silverio, donde actuaba Chacón, y  del Café del Burrero, donde actuaba Fosforito) hicieron lo posible para que ambos cantaores no coincidiesen a la misma hora en sus respectivos negocios, para que el público amante del cante jondo pudiese asistir a los dos espectáculos la misma noche. Fosforito, que había dejado de cantar en los años 20, murió en la mayor pobreza en una pensión de la madrileña calle Mesón de Paredes en 1940. Francisco Lema Uller estuvo casado con la bailaora jerezana María Pilas Malvido (“Mariquita Malvío”). Existe una entrevista que Antonio V. de la Villa le hizo el 13 de noviembre de 1929 para Heraldo de Madrid. Fosforito compartió tablao y fue amigo de Rita la Cantaora, o  sea, de Rita Giménez García, nacida en Chichana de la Frontera en 1859. Fue figura destacada en los cafes cantantes madrileños. Algún día espero escribir algo sobre ella. Lo último que se sabe de Rita es que en 1936, en plena Guerra Civil, por motivos de seguridad, muchos ciudadanos de Carabanchel Alto fueron evacuados de Madrid. Y Rita, junto a su familia, fue acogida en Zorita del Maestrazgo (Castellón), donde murió el 26 de enero de 1937, a los 78 años. Para quien no lo sepa, la foto que se acompaña (arriba, a la izquierda) está tomada en el  Café del Burrero en 1888.

viernes, 13 de enero de 2017

Gripe





Mal empezamos el año. Como escribe Juan José Millás en su artículo “Tiene chispa”, “aumentará el copago, que, como se nos advirtió en su día, es un repago. La nueva ministra de Sanidad quiere alcanzar la fama cuanto antes y sale en todos los telediarios, sea para bien o para mal, para decirse o para desdecirse. No solo no tiene miedo a quemarse, sino que vuela, enloquecida, hacia la llama como mariposa en medio de la noche oscura del alma”. Dolors Montserrat cuenta las cosas en catalán, pero los telediarios nos las traducen con unas letras pequeñas a pie de pantalla. Lo cierto es que los hospitales públicos tienen a los enfermos en los pasillos, entre corrientes de aire y gente que circula. Señalan los medios que  la gripe es la causante de esa masificación. Y las autoridades sanitarias, esas que afirman que “el tabaco produce impotencia”, admiten que la vacuna con antivirales no está funcionando este año. Pero podemos estar tranquilos: existe un sistema de vigilancia de gripe en España que avisa cuándo va a llegar, como si se tratase de los altavoces de un andén ferroviario: “Próxima llegada del tren rápido procedente de Galicia por vía 2”. Ahora afirman esas autoridades sanitarias, quiero decir, los responsables del Centro Nacional de Epidemiología, que “la epidemia de gripe alcanzará su pico la próxima semana”, lo que ya no sabemos es si ayudada por un sherpa.

jueves, 12 de enero de 2017

¿Cuál es la fórmula de Mafo?





Ahora, cuando se nos ha muerto Manolita Chen, aparece en la escena de este Ruedo Ibérico el hijo de Isabel Pantoja, Paquirrín, ofreciéndose para entrenar al devaluado Valencia C F y meterlo en la UEFA. Nunca se sabe. Este es un  país de sorpresas, donde el más tonto hace relojes. Como muestra, ahí tienen a Miguel Ángel Fernández Ordóñez, el hombre que no se enteró de nada sobre los desastres de las cajas de ahorro, de las tarjetas black de Caja Madrid o de la burbuja inmobiliaria, y que ahora se permite el lujo en una “Tribuna” de El País,La inaplazable reforma del Parlamento”, de escribir lo siguiente: “A diferencia de otros Parlamentos de países más desarrollados, el Parlamento español ha funcionado hasta ahora sin llamar a expertos para obtener su opinión, sin apoyo de estudios de los servicios del propio parlamento, sin poder exigir a los Gobiernos los trabajos preparatorios y, lo que es más importante, sin debatir en profundidad las políticas y sin evaluar las distintas propuestas de los grupos políticos. La Oficina Presupuestaria fue creada hace dos legislaturas pero no se sabe que haya servido para nada”. (…) “El salario mínimo ha aumentado pero sin que se haya debatido. ¿Si es tan bueno subir el salario mínimo, por qué no se sube más? ¿Por qué no se resuelven los problemas de los ingresos más bajos con otras instituciones como los complementos salariales, como hacen otros países?”. Si Fernández Ordóñez tuviese un mínimo de dignidad, debería callarse y esconderse debajo de las piedras. Y si no, que se ofrezca para entrenar al Valencia, como ahora pretende Paquirrín. Si ese equipo bajase a Segunda División, la culpa sería de los jugadores; si permaneciera en Primera, todo sería debido a su buenhacer, es decir, todo lo contrario a lo que hizo como gobernador del Banco de España. Por culpa de no haber ejercido el Banco de España  en su día de banco de banqueros como era su obligación, y como quedó demostrado con el rescate bancario al que se vio forzado el Gobierno por las malas prácticas de sus responsables (sirvan como ejemplos vergonzosos los alzamientos judiciales por los impagos, al no poder hacer frente a las hipotecas contraídas por causa de la tremenda depresión económica de las clases medias, y las “cláusulas suelo” abusivas) nos vemos como nos vemos: enseñando la raspa. Y el responsable del Banco de España era entonces Fernández Ordóñez, siempre más preocupado con la reforma laboral en detrimento de los trabajadores que en ejercer las funciones en las que era competente. Posiblemente sea necesario reformar las Cámaras, que no lo sé. “El Parlamento que ha surgido de las últimas elecciones –señala Mafo-- no debe solo cambiar las políticas sino, antes que nada, cambiar la forma de hacer las políticas. Y la razón por la que la reforma del Parlamento es la más importante de todas es el corazón de la democracia y aunque no es el único, es el lugar clave para decidir las políticas. Antes de pensar que la democracia representativa ya no sirve y que hay que reemplazarla por algo distinto, sería aconsejable intentar que funcionase mejor, o sea, que funcionase como en los países más avanzados. Con ello a lo mejor acabamos adoptando reformas que nos permitan tener sus moderadas tasas de paro, su menor despilfarro de recursos públicos, su mayor productividad y su mayor igualdad de oportunidades” ¿Cuál es la forma de hacer política, según Mafo? Si lo sabe, que lo diga y deje de marear la perdiz.

miércoles, 11 de enero de 2017

Algo sobre Joaquín el de la Paula





Ayer hacía referencia a Joaquín Fernández Franco, más conocido como Joaquín  el de la Paula, muerto en 1933 sin haber editado un solo disco. En referencia a que no se quitaba el abrigo ni en agosto desde que llegó de la Guerra de Cuba, hay una anécdota que relata Manuel Díaz Vargas (Candil, número 14 marzo-abril 1981) que confirma lo que digo. “Se dedicaba, como casi todos los gitanos de la época, a pelar ganado. Estando en la Plazuela tomando el sol, se le acercó un panadero diciéndole: «Joaquín, ¿cuánto me vas a llevar por pelarme al burro?»; a lo que contestó, «un duro, como a to er mundo». «Ea, pues toma el dinero y te llegas a mi casa, en la calle Marea Chica número 12». Y, devolviéndole el duro, le contestó: «Coge tu dinero, que yo allí no voy, que esa es la calle donde jase más frío der mundo». Según certificado de defunción, murió de tuberculosis pulmonar fibrosa, siendo costeado su entierro por el alcalareño Agustín Alcalá  Henke, dueño de la empresa de pan en la que trabajaba su hija, el 10 de junio de 1933. Tenía entonces 58 años. Contaba Manuel Beca Mateo, de cuando lo llamaron para una fiesta en casa de “La Coneja”, cantó durante toda la noche y, cuando el que tenía el dinero hizo ademán de marcharse sin satisfacerle, le dijo: “Pero, ¿Te vas sin darme na?”, acusándolo el señorito de haber comido y bebido en abundancia, a lo que Joaquín respondió: “Pero ¿Tú crees que mis hijos son camaleones?”. El caso es que no cobró, pero se despachó a gusto: “Vete con Dios, y quiea Él, que cuando otra ve te metas en juerga y se te antoje cante… te canten los curas”. Joaquín se había casado con Caridad Vargas Carrillo “La Cholona”, siendo padre de dos hijos: Enrique e Hiniesta. El prematuro fallecimiento de su esposa y la necesidad de contar con una madre para sus hijos, le llevaron a juntarse con otra gitana: Rosario Jiménez García, de la familia de Mairena, que aportó otra hija: Mercedes. Joaquín el de la Paula fue tío de dos grandes cantaores: Juan Talega, tratante en ganado y de Manolito el de la María, jornalero, primo a su vez de Antonio Mairena.