jueves, 12 de enero de 2017

¿Cuál es la fórmula de Mafo?





Ahora, cuando se nos ha muerto Manolita Chen, aparece en la escena de este Ruedo Ibérico el hijo de Isabel Pantoja, Paquirrín, ofreciéndose para entrenar al devaluado Valencia C F y meterlo en la UEFA. Nunca se sabe. Este es un  país de sorpresas, donde el más tonto hace relojes. Como muestra, ahí tienen a Miguel Ángel Fernández Ordóñez, el hombre que no se enteró de nada sobre los desastres de las cajas de ahorro, de las tarjetas black de Caja Madrid o de la burbuja inmobiliaria, y que ahora se permite el lujo en una “Tribuna” de El País,La inaplazable reforma del Parlamento”, de escribir lo siguiente: “A diferencia de otros Parlamentos de países más desarrollados, el Parlamento español ha funcionado hasta ahora sin llamar a expertos para obtener su opinión, sin apoyo de estudios de los servicios del propio parlamento, sin poder exigir a los Gobiernos los trabajos preparatorios y, lo que es más importante, sin debatir en profundidad las políticas y sin evaluar las distintas propuestas de los grupos políticos. La Oficina Presupuestaria fue creada hace dos legislaturas pero no se sabe que haya servido para nada”. (…) “El salario mínimo ha aumentado pero sin que se haya debatido. ¿Si es tan bueno subir el salario mínimo, por qué no se sube más? ¿Por qué no se resuelven los problemas de los ingresos más bajos con otras instituciones como los complementos salariales, como hacen otros países?”. Si Fernández Ordóñez tuviese un mínimo de dignidad, debería callarse y esconderse debajo de las piedras. Y si no, que se ofrezca para entrenar al Valencia, como ahora pretende Paquirrín. Si ese equipo bajase a Segunda División, la culpa sería de los jugadores; si permaneciera en Primera, todo sería debido a su buenhacer, es decir, todo lo contrario a lo que hizo como gobernador del Banco de España. Por culpa de no haber ejercido el Banco de España  en su día de banco de banqueros como era su obligación, y como quedó demostrado con el rescate bancario al que se vio forzado el Gobierno por las malas prácticas de sus responsables (sirvan como ejemplos vergonzosos los alzamientos judiciales por los impagos, al no poder hacer frente a las hipotecas contraídas por causa de la tremenda depresión económica de las clases medias, y las “cláusulas suelo” abusivas) nos vemos como nos vemos: enseñando la raspa. Y el responsable del Banco de España era entonces Fernández Ordóñez, siempre más preocupado con la reforma laboral en detrimento de los trabajadores que en ejercer las funciones en las que era competente. Posiblemente sea necesario reformar las Cámaras, que no lo sé. “El Parlamento que ha surgido de las últimas elecciones –señala Mafo-- no debe solo cambiar las políticas sino, antes que nada, cambiar la forma de hacer las políticas. Y la razón por la que la reforma del Parlamento es la más importante de todas es el corazón de la democracia y aunque no es el único, es el lugar clave para decidir las políticas. Antes de pensar que la democracia representativa ya no sirve y que hay que reemplazarla por algo distinto, sería aconsejable intentar que funcionase mejor, o sea, que funcionase como en los países más avanzados. Con ello a lo mejor acabamos adoptando reformas que nos permitan tener sus moderadas tasas de paro, su menor despilfarro de recursos públicos, su mayor productividad y su mayor igualdad de oportunidades” ¿Cuál es la forma de hacer política, según Mafo? Si lo sabe, que lo diga y deje de marear la perdiz.

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