jueves, 5 de enero de 2017

Paradojas





Trillo, el actual embajador de España en el Reino Unido, exministro de Defensa, que no pertenece a la carrera diplomática ni sabe inglés, dice ahora (así lo contaba él en un programa de la COPE) que pidió antes del pasado verano ser relevado de su puesto en Londres para ingresar en el Consejo de Estado, precisamente el órgano que acaba de señalar en un dictamen sus responsabilidades en el Yak-42, donde murieron 62 militares. Yo no creo que este político esté en condiciones de aconsejar a nadie, menos aun al Estado, que bastante tiene con pagarle un abultado sueldo que no merece. Si Federico Trillo tuviese un mínimo de dignidad debería dimitir de inmediato de su puesto, dejar la política y dedicarse al cultivo del champiñón. Este país no puede soportar tanta indecencia. El PP supone que los votos de los ciudadanos que dieron mayoría a Mariano Rajoy en los últimos comicios “diluían” la tremenda corrupción, de la misma manera que meses más tarde pretende “diluir” el ‘caso Trillo’ incluyendo su necesario cese entre los 72 cambios previstos para embajadores de carrera. Puede que el tema del Yak-42 se haya sustanciado judicialmente, como dice Fernando Martínez-Maíllo, vicesecretario de Organización de ese partido, pero aquí quedan muchos cabos sueltos de difícil atadura y falta por dar muchas explicaciones a los familiares de los fallecidos. Es necesario asumir responsabilidades, saber pedir perdón a los ciudadanos que pagan los sueldos de los políticos y saber cesar de los cargos encomendados cuando se cometen negligencias. Algo tendría que decir Aznar y Rajoy, por aquellos días de hace casi catorce años presidente del Gobierno y  vicepresidente, respectivamente. Se hizo todo mal entonces y se sigue haciendo todo mal ahora. El actual Gobierno desea quitar hierro, alejando el barco de la vergüenza para que no se vean los “hilillos de plastilina” de las responsabilidades políticas. La paradoja es que, cuanto más la cagan, más les votan. ¿Alguien lo entiende? ¡Pobre España!

No hay comentarios: