sábado, 10 de junio de 2017

La curiosidad mató al gato





En Arahal (Sevilla) se están celebrando anticipadamente las fiestas en honor de san Antonio de Padua. Pero la hermandad ha decidido que las mujeres este año no porten al santo en andas a su regreso desde la ermita alegando varios motivos. En su lugar lo harán costaleros.  Es decir, lo podrán llevar a la ida pero no a la vuelta. El año pasado se llevaron flores, velas y hasta cometieron el indecoroso acto de levantarle el hábito para verle las pantorrillas. En ese sentido, el cofrade mayor, José Luis Fernández, ha señalado sobre el hábito de san Antonio que “como está a su altura, hemos observado por algunas personas que se levanta el ropaje para asomarse a la imagen”. A san Antonio suelen pedirle las mozas que les mande un novio. También se le reza para encontrar algo perdido. Personalmente, a las mujeres que levantaban el hábito de san Antonio por ver si tenía partes pudendas les obligaría a aprenderse de memoria la letra de “San Antonio y los pajaritos” y a que la cantasen a coro al regreso de la procesión desde la ermita: “Divino Antonio precioso/ suplícale al Dios  inmenso/ que por su gracia divina/ alumbre mi entendimiento. / Para que mi lengua/ refiera el milagro/ que en el huerto obraste/ de edad de ocho años...”/, etcétera, como desagravio. Los cataplines en una imagen de escayola, como el valor del soldado, se le suponen.

No hay comentarios: