viernes, 8 de junio de 2018

"Al agua"



Leo con atención un artículo que, bajo el título “Benlliure y el Conde de la Patilla”, publica en La Opinión. El Correo de Zamora José Ignacio Primo, catedrático de Literatura y experto en el arte del flamenco. Primo hace referencia a una pieza escultórica de Benlliure (“Al agua”) desaparecida tras un incendio. La obra fue expuesta en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1887. Esa obra artística de mármol fue comprada durante la Exposición por veinte mil pesetas, cantidad respetable para la época, por Enrique de Tordesillas y  O’Donnell,  II conde de la Patilla. También adquirió la acuarela “Tendido en la plaza de toros”. Era conocida su afamada ganadería que había comprado a Vicente Romero, cuyo ganado procedente de Jerez de la Frontera fue trasladado a sus fincas de Benavente, Santa Cristina de la Polvorosa y Manganeses. Como bien señala Primo, llegaron a pastar 600 vacas, más añojos, erales y utreros en El Mosteruelo, la Vega de Requejo, El Tamaral, el Prado de Enmedio y Cejinas, donde estaba el caserío con una plaza de toros en la que llegó a tentar el mismísimo Lagartijo. La ganadería sería vendida a  Esteban Hernández por su esposa,  Sofía Fernández-Casariego, al enviudar del conde  en 1893. La escultura recién adquirida fue a parar a su domicilio madrileño, (calle del Prado, 4) donde permaneció hasta la muerte de Sofía, en 1928. A partir de entonces, los herederos vendieron la casa al Banco Hipotecario para saldar unas deudas contraídas. Pero antes, tuvieron que sacar del domicilio todas las pertenencias, incluida la escultura y trasladarlas al Guardamuebles Central, situado en la calle Cadarso, 14.  El 14 de abril de 1931 el convento de los Carmelitas  ardió por los cuatro costados, afectando a la calle Cadarso y al guardamuebles  donde se encontraba la escultura. La acuarela, también hoy día sin poder ser localizada, se salvó de la quema  por hallarse en Benavente. A mi entender, la pieza escultórica “Al agua” es la conocida como “La fuente de los niños”.  Benlliure  y Lucrecia Arana (por entonces su matrimonio ya había fracasado con Leopoldina Tuero) adquirieron en 1908 un chalé con terrenos entre La Castellana, José Abascal, Zurbano y Bretón de los Herreros y en el centro de la manzana construyó su estudio (descrito al detalle y con fotografías en La Esfera, 7 de febrero 1914). Repasando una excelente recopilación bibliográfica de Mercedes Gómez (Lucrecia Enseñat Benlliure. “La Fuente de los Niños, de Mariano Benlliure”, y en “Renacimientos: la cerámica española en tiempos de Ruiz de Luna”, Actas del XII Congreso de la Asociación de Ceramología celebrado en Talavera de la Reina en 2008, Ed. Universidad de Castilla-La Mancha, octubre 2010) encuentro y resumo lo siguiente: “Benlliure decoró la fachada con elementos cerámicos relativos a la infancia. Contó con la colaboración de la Fábrica Nuestra Señora del Prado, fundada por Juan Ruiz de Luna y Enrique Guijo en Talavera de la Reina. La fachada fue decorada con un friso, un zócalo y una fuente. El friso contenía parejas de niños que portaban guirnaldas de flores. La fuente consistía en un luneto en forma de media luna, también en cerámica. Siete niños jugando, empujaban a otro que caía al agua en una taza de mármol semicircular. Fue instalado en 1912. En 1914 el chalé fue reformado por el arquitecto Enrique María Repullés Vargas. La reforma incluyó la creación de nueva fachada que daba al jardín, decorada con cerámica hecha en la fábrica de Juan Ruiz de Luna, con frutas, guirnaldas, niños, cisnes… Y una segunda Fuente de los Niños con figuras de color blanco monocromo, y la taza era rectangular y revestida de azulejos. Benlliure encargó otras a Ruiz de Luna a cuenta de sus clientes. Y, de esa guisa, hubo réplicas de esa fuente a Cádiz, Santander, y en Madrid a la familia Bauer; y, otra (en 1923) a Traumann, cónsul de Guatemala, que vivía en una finca de Chamartín. Y ahora es cuando me viene a la cabeza José Ignacio Primo, que hace referencia en su artículo de El Correo de Zamora  y donde solo aparecen dos niños. Se trata de la fuente que hizo Ruiz de Luna para su casa de Talavera. A la muerte de Benlliure en 1947 su casa madrileña fue derribada y muchos elementos decorativos se perdieron. Otros, fueron a parar a museos o colecciones particulares. La primera Fuente de los Niños se conserva completa en una finca de Ciudad Real, adonde llegó procedente de un chalé del Viso madrileño. La fuente de Traumann pasó por varios propietarios y fue localizada en los años 60 del siglo XX en un vivero de Chamartín bastante dañada. Estaba puesta a la venta. Existen otras reproducciones hechas después que sólo son copias, sin ningún valor. En 2001 la Fundación del Canal Isabel II adquirió una Fuente de los Niños para su sede de la plaza de Castilla. Se trataba de la Fuente que había pertenecido a Traumann. Una vez restaurada, se colocó en la Sala de Exposiciones (Mateo Urrutia, 2) sobre una lámina de agua rectangular. Una placa al pie señala que era la fuente que estuvo en el jardín de Benlliure. Falso. Debería ser rectificado”.

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