lunes, 30 de julio de 2018

Cuidado con hacer el primo



Hasta 1998, la ley no permitía a las instituciones de la Iglesia Católica inscribir sus edificios de culto. A partir de entonces, ya pueden hacerlo; acogiéndose a este derecho, numerosas diócesis han solicitado la inmatriculación de iglesias, ermitas y edificios que consideran de su propiedad. ¿A cuento de qué digo eso? Leo un correo electrónico del PSOE del municipio de Terrer (Zaragoza) de 496 habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística en 2016, donde se ha presentado una moción el pasado viernes y donde se muestra la intención de llevar a cabo un convenio con la Parroquia para determinadas actuaciones, entre ellas la construcción de un órgano en el interior de la iglesia parroquial de la Asunción con un coste de 95.085 euros, un plazo de ejecución de 10 meses y fabricado por Carlos M. Álvarez Ramírez, Organeros S.L. en Villel (Teruel). Ignoro si, de llevarse a cabo el ambicioso proyecto,  se cuenta de inicio con ayudas de la Diputación Provincial o se recurrirá a suscripción popular. Ignoro, de la misma manera, si esa iglesia parroquial está inmatriculada a nombre de la Archidiócesis de Zaragoza o de la Diócesis de Tarazona. Porque, de ser así, el órgano instalado no sería nunca propiedad del pueblo sino de la Iglesia. El grupo socialista de Terrer se ampara en lo dispuesto en el artículo 42.2n de la Ley 7/1999 de 9 de abril de Administración Local de Aragón, y con el alcance que determina la Ley de Turismo de Aragón, donde se pretende resaltar el valor histórico-artístico de esa parroquia del siglo XVIII, a mi criterio sin especial interés salvo un tramo de la torre con dos cuerpos diferenciados; el de escaleras y el de campanas. La torre, en parte mudéjar, está inclinada y termina en un chapitel de color azul. El órgano proyectado sería de estilo barroco, con caja neoclásica fabricada en madera de pino, cañutería, teclado de 51 notas, fuelle y ventilador. El cubano Carlos Manuel Álvarez Ramírez goza de excelente reputación. A él se debe, entre otros muchos trabajos, la reforma del órgano de la madrileña Iglesia de San Ginés, y en Zaragoza la restauración del órgano de la parroquia de San Gil Abad. Me parece interesante esa iniciativa socialista. Choca que no esté acompañada en su proyecto por el Partido Popular, al que pertenece el alcalde. Luego, de llevarse a cabo esa iniciativa socialista, habría que buscar a un “maese Pérez” que interpretase con aseo piezas de Antonio de Cabezón, Antonio Soler, Bach, Messiaen, Frescobaldi o Händel en las visitas turísticas guiadas. La idea es aceptable, pero antes hay que asegurarse de no hacer el primo. No hay nada peor que la sumisión consentida.

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