martes, 7 de mayo de 2019

¿El sevillano es triste?


Ramón Reig, en El Correo de Andalucía, afirma: “No creo en la alegría del andaluz ni en la del sevillano, eso lo dejo para los tópicos de por ahí pero a mí no me la dan. Creo que son más alegres los vascos y los cántabros que los andaluces”; para, a continuación, añadir: “Hay un tipo de sevillano que parece como si se viera obligado a hacerse el gracioso y a destacar por allí donde vaya. Una vez vi a un grupo de sevillanos bailar sevillanas bajo la Torre Eiffel y sentí vergüenza ajena. Otras veces los veo por ahí, viajando en avión, y hablan muy alto, como para hacerse notar. ¿Tan poco se quieren? En otro artículo del mismo diario, pero del día anterior, el mismo autor señala que el sevillano es triste. Cita textual: “El 20 de septiembre de 2015 el periodista Luis Sánchez-Moliní entrevistó en Diario de Sevilla al que fuera catedrático de psiquiatría de la Universidad de Sevilla, asesor de la Unesco y autor del libro ‘La psicología del sevillano’, Jaime Rodríguez Sacristán, quien, a la pregunta ‘¿Cómo es la psicología del sevillano actual?’, declaró lo siguiente: ‘Es una persona muy conflictiva interiormente, muy complejo, que no se conoce bien a sí mismo y que tiene más problemas de autovaloración y de valoración de su entorno de lo que parece. Desde luego, es muy complicado. La tristeza y la melancolía es algo que tantos poetas sevillanos han expresado. No es casual que Bécquer, Machado y Cernuda sean sevillanos. Ahí hay mucho de genético”. Antonio Burgos, en ABC entiende que hay dos Ferias de Abril en Sevilla: “la del señorío de siempre, de los clubes de abolengo, la de los trajes color garbanzo en los señores y las muchachas lindísimas vestidas de flamenca, y las señoras guapas y con estilo; y la de las trastiendas,  de gente zarrapastrosa, mal vestida, llena de turistas en calzones cortos y con gorra de béisbol, muchos con mochila a la espalda. De gente ordinaria y mal educada; además con mal vino, siempre en riesgo de bronca”. (…) Continúa sosteniendo Burgos: “Y la cuestión es que de las dos Ferias, la de la elegancia y la de la ordinariez, esta última es mucho más extensa, ocupa más espacio y la vive mucha más gente. ¿Y los coches de caballos? Aparte del turista en el taco que se alquila un pesetero para estar en el paseo de coches y su aquí-mi-señora se pone una flor horrorosa y un como mantoncillo que nada pega por la tarde, en la mayoría de los coches va gente mal arreglada, descamisada, sin el menor estilo. Gente fea, en suma. Gente ordinaria. Chusma. Sudorosa y bebiendo con muy mal estilo allí arriba, ¡botellines de Cruzcampo a morro! Y los cocheros, vestidos de cualquier manera, nada de catites o chaquetillas: en mangas de camisa”. Sólo le ha faltado decir que todos ellos, los componentes de esa chusma, son los seguidores de Podemos en precampaña electoral haciendo afición y proselitismo entre el populacho, dispuestos  a montar una guillotina en la calle del Infierno, donde antaño estuvo el Teatro Chino de Manolita Chen (muerta en un asilo de Espartinas) para acabar con la Casta que todo lo entristece.

No hay comentarios: