viernes, 10 de mayo de 2019

Viernes doloroso



Hoy se encontraba  Pablo Casado en Zaragoza. Y ha dicho:  “No sé si estamos en el centro, en la derecha o en el centroderecha. Que cada uno nos ubique”. A mi entender, eso sí es perder el norte. Imaginen que me subo en un taxi para ir a  Santa María de Huerta, el taxista se mete en una carretera, y cuando llevamos un largo rato circulando por no sabemos dónde me dice que no sabe si está camino de Barcelona, de Madrid, o de Bilbao. La inmediata es ordenarle que pare, apearme e intentar saber dónde me encuentro antes de buscar un vehículo con conductor que tenga las ideas claras. Pues algo parecido le sucede a Casado. En lugar de enfrentarse al PSOE, como parece que sería lo razonable, arremete contra Ciudadanos empujándole con su neoliberalismo de pacotilla hacia un cantil preñado de cardos borriqueros y ortigas. Casado estaba acompañado de Dolors Montserrat en la presentación de las candidaturas del PP para la Unión Europea. En otro momento de su intervención, “ha pedido a los ciudadanos (y así lo cuenta El Español) que valoren la irresponsabilidad que ha supuesto que tanto el partido de Santiago Abascal como Ciudadanos estuvieran en una campaña de competición en el centro derecha”. Mientras, en España pasaban otras cosas: moría Pérez Rubalcaba y sus restos mortales se depositaban en el Congreso al caer la tarde. El Gobierno declaraba luto oficial desde las 20 horas de hoy, viernes, hasta las 24 horas de mañana, sábado. También, el ministro Borrell, con el visto bueno del Consejo de Ministros de hoy, daba luz verde a la compra de un vehículo acorazado para proteger la embajada de España en Venezuela. Ya en febrero pasado se adquirieron 20  walkie-talkies con sistema de encriptación para esa embajada, y el mes pasado, se adquirieron unos generadores eléctricos para evitar los múltiples apagones que se producían en la capital de Venezuela. Pero aquí quedan muchas cosas por dilucidar. Como recuerda Javier Pérez Royo hoy en eldiario.com, “en la noche del 28 de abril fueron proclamados diputados electos Oriol Junqueras, Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Sànchez, y senador electo Raúl Romeva. Desde ese mismo momento están en posesión de la prerrogativa conocida como inmunidad parlamentaria, que se traduce en que no podrán ser inculpados ni procesados sin la previa autorización de la Cámara respectiva (artículo 71.2 de la Constitución Española). El Tribunal Supremo, en consecuencia, debería suspender de inmediato los juicios y esperar para reanudarlo a que el Congreso y el Senado aprueben los respectivos suplicatorios”. A mi entender, no le queda otra.

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