Me entero de que existe un pueblo de la provincia de
Valladolid que está en la de León y que sus vecinos utilizan el prefijo telefónico 980,
de Zamora. Se trata de Roales de Campos, en la Tierra de Campos, y posee 165
habitantes. Junto a Quintanilla del Molar
forma del Enclave de Roales y Quintanilla.
Dicen que tiene su origen en un error cartográfico de Javier de Campos sucedido durante la división
provincial de 1833. Pese a encontrarse en la provincia de León su
administración se adjudicó a Villalón de Campo, en Valladolid. Además de todo ello, los
niños asisten a colegios de Valderas, las amas de casa suelen hacer las compras en
Benavente, provincia de Zamora, las
consultas hospitalarias las tiene en Valladolid y pertenecen a la diócesis es
la de León. Se da el caso de que un pueblo
contiguo a Roales y a Quintanilla, San Miguel del Valle, en la provincia de
Zamora, estudia llevar a cabo los trámites correspondientes para segregarse de
Zamora y pertenecer también a la
provincia de Valladolid. El motivo que alegan es que al arreglar alumbrado y
red de tuberías en el vallisoletano Enclave de Roales y Quintanilla no se tuvo
en cuenta a San Miguel del Valle, en el partido judicial de Villalpando, por
pertenecer a Zamora, “donde no llega un
duro para nada”, en palabras de su alcaldesa, Ángela Morán Astorga. En San Miguel del Valle se celebra hoy, 7 de
junio, una de sus principales fiestas en honor de la Virgen de la Torrica, por ser el sábado anterior al lunes de Pentecostés, donde es costumbre
ancestral procesionar la imagen de esa virgen protectora hasta las orillas del rio Cea en romería. Posteriormente es costumbre celebrar una comida de hermanamiento. El año pasado cada residente recibió un pan y una botella de vino, cortesía de la generosidad de la Comunidad Autónoma como símbolo de abundancia y fraternidad. Por cierto, pasado mañana se celebra una fiesta parecida en Toro (Zamora) en honor del Cristo de las Batallas alrededor de una ermita de ladrillo del siglo XII. Ese cristo estuvo presente en la Batalla de Toro, que tuvo lugar el 1 de marzo de 1476 y que consolidó el trono de Castilla en la persona de Isabel I en detrimento de su sobrina Juana de Trastámara, la legítima heredera e hija de Enrique IV. Lo que no termino de saber es la razón por la que en el cartel oficial de esa fiesta toresana, con actos para tres días, aparezcan unos sobaos pasiegos. Miren, eso ya no hay quien lo entienda.
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