sábado, 28 de junio de 2008

El ruedo de aquí

Recomendaba san Ignacio de Loyola no hacer mudanza en tiempos de tribulación. Ya en tiempos del alcalde Atarés, parece ser que éste no estuvo dispuesto a dejarse guiar ni por los buenos consejos del fundador de la Compañía de Jesús ni por ningún otro. Por aquellos días, según Belloch, las arcas municipales estaban en situación de "quiebra técnica" y Teruel, presidente de la Cámara de Comercio, entendió como acertada idea la supresión del Impuesto de Actividades Económicas para la mayoría de los pequeños y medianos empresarios. También por aquellos tiempos, el ministro Trillo, no sabemos si aconsejado por el sargento Conejero, dejó claro que no iba a haber compensaciones económicas ni por terrenos militares ni por cuarteles. Pero el entonces alcalde Atarés, que templaba con naturales, hacía el salto de la rana como el mismísimo Cordobés y ahormaba pablorromeros, declaró a los medios informativos que aspiraba a seguir presidiendo la Alcaldía hasta el año 2011, tras taparse con el capote de brega, tomar un sorbito de agua en vasito de plata, escupirlo sobre la arena y escuchar las recomendaciones que le susurraba su mozo de estoques, Ricardo Mur, y en un arranque de valentía, que aquí no hay plaza ni nombre, ni traje, tabaco y oro, que aquí hay un niño muy hombre que está delante de un toro, el matarme no repares, te concedo hasta el perdón, y como no tengo madre, la Macarena me ampare si me cuelga de un pitón.
Entonces, el torero lanza una rebolera con el salero de una abuela de las Tenerías cuando se ponía la chía sobre los hombros, mira hacia la andanada, que es donde se sientan los serios aficionados del picarral mientras piensa que estudiará la fórmula para incrementar las tasas municipales y poder compensar las carencias de cash flow. Y en un soberbio acto de matar a volapié alzahonado y corniveleto bovino, echó la casa por la ventana y regaló sesenta mil euros del contribuyente a la Kournikova y treinta mil a la Martínez por una exhibición de tenis. En fin, que el maestro Atarés estuvo en el pináculo de la gloria, cortando orejas y cintas sin temer ni rey ni roque. Finalmente fue derrotado en las urnas por un Belloch que, desde el primer día de su mandato ha estado tirando salvas con pólvora del rey, y que hoy, pasados algunos años, sigue creyendo que su finca, o sea Zaragoza, es suya, que las cuentas de la Expo se arreglarán cuadrando las cuentas a martillazos, aumentando las tasas municipales hasta la grosería y haciendo bueno al pobre Atarés, que no sé donde anda, ni me importa. Mañana seguiré con Belloch.

2 comentarios:

Prince Of The Rodeo dijo...

Muy buenos dias!
Me he encontrado navegando por la red con este blog por casualidad, y no salgo de mi asombro por las opiniones vertidas por usted en el mismo.
Mencionando con una desfachatez supina asuntos que a usted se le escapan por completo.
Una cosa es opinar y otra estar en misa y replicando, sobre asuntos locales y nacionales.
El señor Trillo-Figueroa, al que usted se refiere con mucha sorna, es un patriota que ha sido crucificado por servir lealmente a la Patria; y que ha sido vilmente traicionado por sus suboordinados.
Otra cosa es el trato dispensado al señor Atares, que fue victima del populismo contrario al legitimo trasvase del Ebro a tierras levantinas. Este populismo, unido a los factores derivados del famoso 11-M, le despojo de la alcaldia. Un cargo que no tendria que haber abandonado por el bien de Zaragoza.
¿Mejor nos va con el Señor Belloch?
Tiemblo por los tiempos futuros que nos esperan, despues del fracaso Expo y el derroche en oropel del consistorio.
¡Que el Santo Padre nos de su protección!
En estos tiempos que se pueden casar los gays,en el que los jovenes derrochan su juventud en el botellon y el sexo desenfrenado.
Qué seria de nosotros si no hubiese personas de moral tan recta, como las vilipendiadas por usted en esta especie de panfleto al que usted llama blog.
Por lo menos me queda el consuelo de que no ha gastado una sola hoja en redactar esta chuminada al que usted llama articulo de opinión.

José Ramón MIRANDA dijo...

Chafarinas: ¿Cómo sabe usted que a mí "estas cosas se me escapan por completo"? ¿Acaso me conoce? ¿Por qué estoy en misa y repicando? Yo no dudo del patriotismo del señor Trillo-Figueroa, como tampoco dudé nunca del "patriotismo" de su padre, cuando fue Gobernador Civil de Zaragoza. Pero una cosa es el patriotismo, y otra muy distinta las equivocaciones. El señor Trillo-Figueroa se equivocó en el tema del Yak-42 y en otros a los que no voy a hacer alusión.
Sepa usted, señora mía, que al señor Belloch lo tengo en observación. Estoy de acuerdo con el derroche en oropel que usted afirma en lo que respecta al Ayuntamiento de Zaragoza.
No tiemble, señora, por los tiempos futuros. Después de usted y yo, el diluvio, aunque, si le digo la verdad, personalmente preferiría no tener la bendición de Ratzinger.