jueves, 28 de julio de 2011

Despelotes aparte


La Policía Nacional en Madrid a las órdenes de la delegada del Gobierno, Dolores Carrión, está harta, según ha expresado el sindicato UFP. Este es un país de ciudadanos hartos, con derecho al pataleo pero incapaces de entender la democracia representativa, o sea, cuando la decisión es adoptada por personas reconocidas por el pueblo como sus representantes. En un comunicado a Europa Press, UFP señala que “los policías estamos hartos, irritados, rabiosos, furiosos, coléricos, sulfurados, crispados y como no, indignados, (…) hemos aguantado escupitajos, peinetas en las narices y despelotes de algunas de las chicas de estos grupos -refiriéndose a los manifestantes del movimiento 15-M- que no parecían personas civilizadas”. Pues nada, machotes, ajo y agua, que todo no va a consistir en el tunda, tunda, caiga quien caiga. Si queréis, amigos policías, os cuento lo que debe soportar cualquier ciudadano que trabaje para un patronzuelo de mierda, uno de esos semianalfabetos que conforman las pymes, cuando éste llega por la mañana hecho un basilisco al despacho, baja a los tajos, comienza a dar gritos al primer obrero que se cruza en su camino con una absoluta falta de respeto y, en el supuesto de que el obrero trate de ponerse en su sitio ante la ferocidad de ese energúmeno, en un tremendo acto de cobardía el patrono le humilla hasta la grosería con un enfermizo rencor, y así día tras día, sabedor éste de que el obrero en cuestión debe callar ante sus atropellos si quiere llevar un sueldo de limosna a casa todos los meses. Al sindicato UFP lo que le sucede es que respira por la herida. Tiene dos multas de 6.000 euros por pedir en la Castellana un Plus de Capitalidad para los Policías de Madrid, por cortar la vía de servicio al Ministerio del Interior. Esa es la cuestión. Aguantar escupitajos y peinetas y despelotes, como afirman, entra dentro de sus sueldos. También, Dios no lo quiera, exponerse a recibir un tiro y morir en la refriega de un atraco. Lo más triste, llegado el caso, es que la prensa del día siguiente comentaría el suceso, pero del policía sólo se acordaría su familia. Cuando Alfonso XIII salió ileso el día de su boda, tras lanzar Mateo Morral desde un balcón de la madrileña calle Mayor un ramo de flores con bomba incluida, se limitó a decir: “Son gajes del oficio”. Claro, aquella mañana murieron 28 ciudadanos, posiblemente simples curiosos del magno evento, y cuyos nombres no han pasado a la Historia. Ese detalle nadie lo recuerda. Algo parecido a lo que les sucede a los representantes del Pueblo una vez conseguido su ansiado escaño. Siempre se olvidan de aquellos que le apretaron la mano y le vitorearon durante la campaña electoral. Es triste, pero cierto.

El amuleto de la suerte


Lo cierto es que cuando se viaja en tren, el viajero tiene la sensación de que el paisaje también se mueve. Es un simple efecto óptico. Y cuando escuchamos eso de “gobierno crepuscular”, que dice Rajoy, los ciudadanos que ya tenemos algunos años asociamos la expresión a aquella canción de Jorge Sepúlveda, “Mirando al mar”, que tanto gustaba a nuestras madres: “Bajo el palio de la luz crepuscular / cuando el cielo va perdiendo su color / quedo a solas con las olas espumosas / que me mandan su frescor”. Rajoy ve el país paralizado por una simple razón, porque él no se mueve. No está en la inercia de la política. Espera sentado en la silla que le asignó Aznar bajo la higuera a que caiga el “gran payé” por la fuerza de gravedad. Pero Rajoy debería saber, que para eso es gallego, que la sombra de la higuera trae mal fario. Si hacemos caso a lo que cuenta Félix Molina-Téllez en su libro “El mito, la leyenda y el hombre”, parece ser que los guaraníes, esos respetables habitantes de la Indias Occidentales a quienes los advenedizos españoles, siempre propensos al menosprecio del semejante que considera inferior por su raza, apodaron como carios, chandules, chandrís y landules, vieron que en la higuera habitaba una especie de alma o fantasma que periódicamente producía quejidos. Todavía mantienen que florece en Viernes Santo y que da una sola flor muy codiciada como gran payé, especie de amuleto para la suerte. Pero Rajoy que, atribuyéndolo a un “efecto estadístico”, desprecia las últimas encuestas del barómetro del CIS en lo que respecta al otro efecto, el “efecto Rubalcaba”, todavía no se ha enterado de que el “gran payé” florecerá, si el calendario no cambia, el próximo Viernes Santo, es decir, el 6 de abril; y que para entonces ya habrá pasado su cáliz, o sea, las elecciones generales. La idiotez política, si hacemos caso a Voltaire, es una enfermedad extraordinaria, ya que no es el enfermo el que la sufre, sino los ciudadanos. En consecuencia, deberíamos aplicarnos el cuento.

miércoles, 27 de julio de 2011

CREAr mal ambiente


El presidente de la Patronal aragonesa, eso que aquí llaman CREA, en cuyas propuestas posiblemente no creen ni esos 100 “alarmantes” economistas de prestigio que predicen todas las catástrofes, ha hablado. Jesús Morte Bonafonte, que así se llama este encantador de serpientes, en unas declaraciones a la prensa aragonesa ha señalado: "Que nadie piense que al día siguiente de que el presidente cambie –refiriéndose a Rajoy- habrá un millón de parados menos ni se habrá solucionado la crisis”. Este hombre, que da la sensación de colocarse un peluquín sobre el colodrillo para ponderar su autoridad al estilo de los obispos cuando se encasquetan el solideo, se ha debido de quedar calvo detrás de las orejas. Sus deseos, como no podían ser de otra manera en el talante de un acendrado neoliberal con ventanas a la calle, son que se reforme el mercado laboral y el sistema de negociación colectiva. Y justifica esas “necesarias reformas” porque –según afirma- “el principal beneficiado no es el empresario ni el trabajador, sino España”. Cuando Morte, destacado en sus quehaceres por haber ocupado la presidencia de un Parque de Atracciones de Zaragoza a todas luces ruinoso nombra la palabra España, el currito tiembla. Este personaje, como brotado de entre las bambalinas de un castizo corral de comedias, cada vez que señala la bicha de esas “necesarias reformas”, quiere decir que se impone (supongo que por el bien de España) una mayor flexibilidad y una reducción de costes en los despidos y en la objetivación de sus causas. Y para su consecución, nada mejor que olvidarnos de los Tribunales de Justicia, ya que –como apunta- “el 85 por ciento de las sentencias son favorables a las peticiones de los trabajadores”. Morte entiende, como la mayoría de los empresarios de este país, que les beneficia más la mediación como alternativa a los juzgados. Y para poner la guinda a su pastel, aprovecha no sabemos qué encuestas para afirmar que “no sería bueno una participación más activa de los sindicatos en la gestión de las empresas”. Bueno, pues nada, nos olvidamos del artículo 28.1 de la Constitución Española y de la Ley Orgánica 11/1985, de 2 de agosto, y asunto resuelto.

martes, 26 de julio de 2011

La figura del Justicia, hoy


Fernando García Vicente, actual Justicia de Aragón, con motivo de haber presentado un informe sobre la situación y estado de los depósitos para detenidos en municipios cabecera de los partidos judiciales de la Comunidad Aragonesa, en una posterior rueda de prensa hizo referencia a Tohuami Hamdaoui, el recluso recientemente fallecido por huelga de hambre en la Prisión de Teruel. El recluso había mantenido su inocencia en la participación de los hechos de agresión sexual a una menor y robo con violencia, pese a que la víctima le reconoció como el autor de la agresión sexual, que unos testigos le vieron en la zona y que un amigo negó una de sus coartadas, por lo que fue condenado a 16 años de internamiento en 2009. A Fernando García Vicente, que ocupa un puesto político en la Comunidad de Aragón de buen acomodo, mejor retribución y con una casi nula responsabilidad en sus quehaceres de Justiciazgo, le recordaría que en Aragón me consta que desde 1990 hasta 2008 existen 18 crímenes sin resolver. Los cito por ver si así se entera de lo que puede sucederle al ciudadano corriente, que paga su abultado sueldo, cuando éste no dispone de coche oficial ni de escoltas. Cinco de marzo de ese año: Andrés Cocián Guerrero, repartidor de cervezas, muerto de un navajazo en el Parque del Tío Jorge de Zaragoza. Dos de abril de 1991: Pascual Garrido, guarda forestal de 28 años, asesinado en Arguís (Huesca) con una motosierra. Seis personas fueron juzgadas y absueltas. Cinco de marzo de 1992: Mercedes Lázaro Sanmiguel, de 25 años, asesinada en un garaje de la calle Fueros de Aragón, de Zaragoza. Dieciséis de abril: Eva María Álvarez, de 22 años, muerta a golpes por un militar estadounidense en la puerta de su casa, en la zaragozana calle de Gómez Laguna. Ocho de mayo: Emilio Borgoñón del Pozo, de 24 años, asesinado a balazos en un pinar de Borja (Zaragoza). Quince de agosto de 1993: El taxista Vicente Domínguez Ortega, de 46 años, recibió 13 puñaladas en la zaragozana calle de Julián Sanz Ibáñez. Trece de octubre de 1994: Francisco Javier Astiz, lotero de Pamplona, apareció muerto en una balsa de purines en Sariñena (Huesca). Seis de noviembre: el cadáver del industrial vasco Juan Sáez Rubio, de 42 años, es hallado en el Ebro, maniatado y con signos de violencia. Veintiocho de diciembre de 1995: Carlos Viscasillas Coronas, de 24 años, desaparecido y encontrado muerto a tiros tres días más tarde en un pozo de Ainsa (Huesca). Quince de septiembre de 1996: Eduardo Montón Sanz, de 34 años, encontrado decapitado en su casa de Ejea de los Caballeros (Zaragoza). Quince de noviembre: Teodomiro Chumillas, de 23 años, conserje del Hotel Oriente, de Teruel, es acuchillado en su puesto de trabajo. Nueve de abril de 1997: el profesor de griego Antonio Catarroso muere apuñalado en su casa e Zaragoza. Veintiuno de noviembre: el auditor Javier López Aldea es asesinado en un ascensor en el zaragozano barrio del Actur. Doce de enero de 1998: Roberto Corella, dueño del Bar Europa, es asesinado en su local de La Almozara (Zaragoza). Veintitrés de septiembre de 2002: Joaquín Esteruelas es apuñalado cuando trabajaba en una gasolinera de Maella. Dos de enero de 2006: Mykhaylina T., de 43 años, es encontrada muerta por apaleamiento en un arcén de la Nacional II, a la altura de La Almunia de Doña Godina (Zaragoza). Veinticuatro de enero de 2007: Francisco Lázaro Gaceo, albañil, muere brutalmente acuchillado en su casa de la zaragozana calle Moncasi. Y, finalmente, el veintiséis de enero de 2008, Abass Seaser, de Ghana, es apuñalado en el portal de su casa, en la calle Capitán Godoy Beltrán, de Zaragoza. A mi entender, la figura política de la tercera autoridad de Aragón, que tiene como función principal la de proteger y defender los derechos individuales y colectivos de los ciudadanos frente a las actuaciones irregulares de las Administraciones Públicas, pese a estar amparado por la Constitución de 1978, debería desaparecer por su evidente inoperancia, como ya hizo con muy buen criterio Felipe V, en 1711, por medio de los Decretos de Nueva Planta. Los floreros, en las estanterías y a ser posible con flores.

domingo, 24 de julio de 2011

Aragón en la encrucijada


El aeropuerto de Huesca es fiel reflejo de lo que no debe ser. Mantener 17 empleados en plantilla para nueve pasajeros al mes es algo que excede a toda lógica. Un aeropuerto fantasma gestionado por AENA y propiedad del Ministerio de Fomento a todas luces ruinoso que, aunque en principio supuso el deseo de Aramón (empresa pública participada a partes iguales por el Gobierno de Aragón e Ibercaja) de atraer esquiadores de Londres para esquiar en el Pirineo, se ha convertido finalmente en un auténtico fiasco. Un aeropuerto que se gestó de forma insensata en tiempos de Rodolfo Ainsa, del PP, siendo presidente de la Diputación de Huesca, sin ningún tipo de estudio previo serio y con una previsión de vuelos incompatible con el desarrollo del AVE. Algo parecido a lo que acontece desde abril de 2006 con la Televisión Autonómica de Aragón, al servicio del gobierno de turno y con unas ridículas cuotas de pantalla. Como dato curioso, las empresas públicas del Gobierno de Aragón pasaron de 19 a 45 en sólo siete años, o sea, desde la coalición PSOE-PAR en 1999 hasta 2006. De hecho, Aragón se ha convertido en la sexta comunidad autónoma con más entidades de carácter público o mixto que escapó al control del Parlamento. En la actualidad constituye todo un laberinto. Un informe del Ministerio de Economía y Hacienda de aquel año (2006) sitúa a Aragón en una de las comunidades que más competencias ha externalizado. Según contaba J. Morales para El Periódico de Aragón, en la edición del 2 de noviembre de 2008, “los sectores en los que el Ejecutivo PSOE-PAR ha optado por evadirse en lo posible del transparente control público son principalmente medio ambiente, obras públicas, industria, turismo y promoción económica. Es decir, las áreas en las que se mueve más dinero y en las que la corrupción, si no se consigue imponer un severo control parlamentario –decía por aquel entonces el periodista- más presencia puede tener”. Curiosamente, de las sociedades creadas ese 2006, las que tuvieron un origen más polémico fueron Aragersa y Sodiar. La primera fue la entidad que montó el Gobierno de Aragón para la gestión de residuos junto a unos socios privados. Sodiar era un “instrumento concebido para dinamizar la actividad empresarial" del Departamento de Economía que contó con un 25 por ciento de accionariado de Savia, un 6 % de Suelo y Vivienda y con participación privada. A esa lista de 2006 hubo que sumar la sociedad anónima Pabellón de Aragón Expo 2008 y otra sociedad para crear la plataforma logística de Huesca. En este caso, ni siquiera se hizo que dependiese directamente del Gobierno sino que el capital saliera de otra empresa pública, Suelo y Vivienda, lo que la alejaba aún más del posible control parlamentario. En fin, algo sabrá al respecto Marcelino Iglesias y su socio José Ángel Biel, presidente del PAR y actual presidente de las Cortes de Aragón, ahora coaligado al PP con Luisa Fernanda Rudi, una gestora de la Cosa Pública que ya arde en deseos de externalizar todo lo habido y por haber de acuerdo con su acendrado estilo neoliberal. Ya veremos. En cualquier caso, entiendo que en Aragón se deben hacer los recortes necesarios derivados de derroches pasados. Y habrá que hacerlos de inmediato, pero sin tratar de ser cicateros en Sanidad ni en Educación. Sería, además de un grave error político, una falta de sensibilidad para con los ciudadanos.

jueves, 21 de julio de 2011

Chupar del frasco


Si Mariano Rajoy entiende que el “sacrificio” de Francisco Camps deja desarmado a Alfredo Pérez Rubalcaba, Mariano Rajoy es un incauto que merece que le apliquen el conocido timo de la estampita. Si Rajoy piensa que esto es el juego de los barcos, está en edad escolar. Si Rajoy supone que ahora Rubalcaba va a ser llevado a la pira de los sacrificios para satisfacer los deseos de su dios Aznar en forma de humo, este hombre detenta un preocupante infantilismo a escala de sus fantasías. Rajoy no quiere hablar con los periodistas para dar las oportunas explicaciones. Prefiere permanecer quieto en la mata, sin despeinarse. Opta por mantenerse lejos de la prensa, ese Cuarto Poder que todo lo magnifica pero, también, que todo lo destruye. La honradez a los presidentes de Comunidades se les supone como el valor, a los soldados de leva. Rajoy tiene un ojo puesto en las urnas y otro ojo en una Trama Gürtel que no ha hecho más que empezar. Lo de los trajes es lo de menos. Lo otro que está por salir a flote, es lo que pone nerviosos a tirios y troyanos. Soraya Sáenz de Santamaría y Esteban González Pons sólo tienen en la cabeza una figura fija, la figura del faisán, no sabemos si con cola larga o guisado. Son los nuevos discípulos de Carpanta, ese símbolo del hambre insatisfecha, creado por Escobar para revistas de Bruguera. Ese acto de “generosidad infinita” a la hora de dimitir queda muy bien para las leyendas de don Rodrigo Díaz de Vivar, pero la realidad es que tanto las llamadas de Rajoy como la presión de Trillo le obligaron a dimitir. No podían permitir los del dobladillo en el pantalón y los gemelos en los puños de las camisas de Génova que Camps fuese juzgado, aunque de momento sólo de cohecho impropio, siendo presidente de la Comunidad Valenciana. Ya se encargará el diputado del PP por Valencia, Ignacio Gil Lázaro, de recetar “esa medicina” que debería chupar del frasco Rubalcaba (según cuenta Sáez de Santamaría, y que tan bien le ha ido a Camps) en el programa ultra “El gato al agua”. Hombre, a Camps le suelen sentar bien las medicinas porque consulta con su farmacéutica, que la tiene en casa. Sí, a grandes males, grandes enfermos y a grandes penas, pañuelos gigantes. ¡Ay, mi niña, qué veranito nos espera…!

miércoles, 20 de julio de 2011

Sufrir en silencio


Dice el corrido mexicano “Rosita Almirez” lo siguiente: “el día que la mataron/ Rosita estaba de suerte, / de tres tiros que le dieron/ nomás uno era de muerte”. Valeriano Gómez, ministro de Trabajo, se felicita por algo que es como para echarse las manos a la cabeza. Según esta lumbrera de la Cosa Pública, hay que congratularse porque “sólo uno de cada cuatro desempleados investigados ha estado cobrando una prestación que no le corresponde”. Y así se lo ha transmitido a Juan Rosell, un presidente de la CEOE más pendiente de meter en cintura a los funcionarios públicos, que ni le va ni le viene, que a ayudar al Gobierno a conciliar puestos de trabajo en la empresa privada. Juan Rosell es el mariachi que toca el guitarrón con traje charro de caporal cada vez que Gómez canta un huapango, “Cielito Lindo”, o “Que te vaya bonito”. A mí, que la cuarta parte de los desempleados investigados por los inspectores de Trabajo estén en situación de fraude, me parece una desventura. Es como lo de los trajes de Camps, pero trincando otra tela marinera, la de la Caja Única. Ahora comprendo la razón por la que Juan Rosell no quiere que los parados se apunten al desempleo “porque sí”. Preferiría, supongo, que, como en el anuncio de “Hemoal”, esa pomada rectal contra las almorranas, los parados sufrieran su cesantía en silencio. Ya ha quedado claro con tanto corrido mexicano que en este país se nos meterá a todos en cintura salvo si pertenecemos a la clase política, incluido el exsenador socialista Casimiro Curbelo, el autor tardofranquista de la expresión “Usted no sabe con quién está hablando”. En tales circunstancias, todo cambia. En ese sentido, cuenta hoy en el diario ABC Fernando Iwasaki que “a los políticos se les permite acumular distintos sueldos y pensiones, mientras que a los demás ciudadanos nos imponen límites, recortes y renuncias de todas clases. Si alguien crea riqueza pública con dinero personal me parecerá estupendo, pero promover la riqueza personal con dinero público se me antoja obsceno”. Esos tipos indecentes ya me tienen hasta los huevos.

martes, 19 de julio de 2011

La magrura de Rocinante


Hoy martes he visitado en La Lonja de Zaragoza una exposición de fotografías de Jacques Henri Lartigue (1894-1986) hechas con la serenidad y la “elegancia despreocupada” del artista a lo largo de casi todo el siglo XX. En muchas de esas fotografías, sobre todo en las de la primera época, reside toda la melancolía, plasmada en unos instantes de encuadres fugaces, de luz y belleza irrepetibles. Sólo escuchar el sonido de una caracola nos puede retrotraer a aquellas playas de Hendaya casi vacías en la atardecida, a las carreras de coches donde el bólido “Delage” hacía furor, y a la ciudad de Niza inundada de esplín, en cuyas calles y sobre un “bugati” dio su último paseo Isadora Duncal, la bailarina de los pies descalzos, un 14 de septiembre de 1927. Nada que ver con esta época de economía global, de crisis del euro y de hambruna, con Merkel dirigiendo una orquesta de insensatos, en la que Rosell pretende terminar con los funcionarios incumplidores en sus funciones sin que nadie le haya dado vela en ese entierro y, también, donde el Pazo de Meirás dicen que se cierra en agosto al público visitante para que puedan veranear los herederos de Franco. A los españoles se nos está quedando cara de suela de alpargata con tanta salsa de san Bernardo y de perenne bula de carne, tanto viaje papal para bendecir nuestro infortunio español y tanto cierzo a campo traviesa en un vano intento mañanero de buscar un trabajo en lo que sea menester. A cinco millones de ciudadanos ya se nos trasluce esa magrura del caballo de don Quijote, o las hechuras de la cimbreante y galana hoja de culantrillo, como acontecía con aquel maestro de escuela al que de tanta vigilia se le salía del cuello el corbatín.

lunes, 18 de julio de 2011

18 de julio


Que yo recuerde, el festivo 18 de Julio, de descanso obligatorio y “no recuperable” durante los casi cuarenta años que duró el franquismo, era el único día de año que no entraba dentro de las catalogadas por la Iglesia Católica como fiestas de precepto, o sea, en el que no existía “obligación” de oír misa. Por aquellos años, las misas sólo se oían. El único que contestaba al cura oficiante, siempre dando la espalda, era el monaguillo y lo hacía de carrerilla y sin saber lo que contestaba. Por ejemplo, el cura decía: “Et introibo ad altare Dei”, y el monaguillo, como quien se arregla el tupé frente al espejo, contestaba: “Ad Deum qui laetificat juventutem meam”. Y los asistentes oyentes ni se inmutaban. Daban por hecho que aquel lenguaje, para ellos misterioso, no lo entendía ni Dios. Los asistentes a tales ceremonias de rito católico no podían leer pasajes bíblicos ni recibir la hostia en la mano. Sólo, si acaso, los fieles señalaban el “agnus Dei” a golpes de pecho y nunca despreciaban echarse a los adentros una profunda inhalación, que “colocaba” lo suyo, de espesas nubes de incienso, que galopaban hasta perder de vista las lámparas y las pechinas del templo. Aquellos 18 de Julio de mi infancia notaba más alegría en casa. Mi padre había cobrado la “paga extraordinaria” y ello conllevaba mejor propina para poder al cine si la película era tolerada, o comprar petardos para asustar a los pollos del corral. Los chavales de entonces no disponíamos de juguetes a pilas, esos cacharros que tantas frustraciones originaron años después en los niños pudientes cuando éstas se agotaban. Los niños de posguerra pasábamos más tiempo en la calle que en casa. Para nosotros, Franco había existido desde la época de los dinosaurios y era un tipo de baja estatura y lleno de fajines y medallas, que en el No-Do inauguraba pantanos y que entraba en las iglesias bajo palio para escuchar aquello de “et introibo…”, etcétera, en lugar preferente.

domingo, 17 de julio de 2011

Así de patético


En “El uso perverso de las palabras”, Ignacio Escolar recuerda, entre otras cosas, que Italia comenzará en breve a aplicar el “copago” sanitario, o sea, 25 euros por acudir a urgencias y 10 por ir al especialista. Miedo me da la medida. De ganar las próximas elecciones Mariano Rajoy, su política neoliberal nos puede conducir a una circunvalación en el procedimiento italiano. O sea, se pueden dar muchos rodeos, para llegar a alcanzar los fines deseados por todas las Autonomías, que prácticamente están en manos del PP desde el pasado 22 de mayo. De trece Comunidades participantes en los comicios, once de ellas han quedado en poder del Partido Popular. El mapa de España, con albatros volandero y unos aires de triunfalismo que recuerdan épocas pasadas, se ha trocado más azulón que la camisa de un falangista. Pero, ¿dónde podría radicar la circunvalación en el procedimiento? Parece sencillo: desde las transferencias del Estado, las Comunidades han aumentado su población inmigrante, que ahora alcanza alrededor del 12 por ciento del conjunto ciudadano. De entonces a acá, la cifra de déficit reconocido que existe en el sistema sanitario español es de 15.000 millones de euros. Una cantidad ya de por sí preocupante, pero a la que los expertos afirman que habría que sumar una segunda bolsa de déficit sin contabilizar en varias Comunidades Autónomas. Según esos cálculos, el déficit no aflorado podría estar en torno a los 22.000 millones de euros. El crecimiento demográfico y el envejecimiento (en los últimos 10 años, el número de españoles protegidos por el Sistema Nacional de Salud ha crecido en siete millones y la cifra de mayores de 65 años lo ha hecho en un millón) constituyen la causa principal del disparo de ese endeudamiento. Pues bien, la circunvalación en el procedimiento a la que hago referencia, de llevarse a cabo, comenzaría por aligerar las actuales vergonzosas listas de espera creadas por una mala gestión de recursos; es decir, comenzaría por concertar traslados de enfermos de la Seguridad Social a determinadas mutuas de accidentes y a hospitales privados. Tal aligeramiento de camas hospitalarias en recintos públicos conllevaría un aumento espectacular positivo en la cuenta de resultados de las sociedades beneficiadas, frente la contrapartida de una disminución de recursos económicos en todos los hospitales dependientes del Sistema Nacional de Salud. En consecuencia, aumentaría el déficit público de forma proporcional al enriquecimiento de los empresarios aliados, al tiempo que las Comunidades ahogadas en su propia salsa por la aplicación de tales medidas neoliberales, podrían intentar “justificar” a los ciudadanos que les dieron su apoyo en las urnas la adopción de nuevos impuestos en su Comunidad, imprescindibles para poder acometer un problema “heredado” de los manirrotos socialistas. Y ahí entraríamos en la pícara espiral del copago sanitario; o, mejor dicho, del repago. ¿Cuál sería el resultado? Parece sencillo: enriquecimiento de las sociedades sanitarias privadas (léase Adeslas, Quirón, Montpelier, etcétera) en detrimento del sistema Nacional de Salud. Y ante una consecuente situación de descalabro en los presupuestos, los presidentes de esas Comunidades Autónomas pondrían toda su atención en la aplicación del nuevo modelo italiano. No se equivoca Escolar, a mi entender, cuando afirma que “el llamado copago consiste, para entendernos, en que paguen más por la sanidad los enfermos, y no los que más ganen. Es un impuesto indirecto que grava a la enfermedad y a la vejez”. Así de patético.

sábado, 16 de julio de 2011

El ruido de los tontos


La física del café con leche nos informa de que soplar sobre el café para enfriarlo no sirve, porque la espuma hace de aislante. Algo parecido sucede con Francisco Camps, flamante presidente de la Comunidad Valenciana, impasible el ademán, al que el juez ya ha acusado formalmente de que tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados por un presunto delito de cohecho impropio. Como bien señala hoy Manuel Martín Ferrand en las páginas del diario ABC, “la rotunda mayoría absoluta con la que Camps ha revalidado su condición presidencial en la Comunidad Valenciana no aminora la gravedad procesal de su situación”. El famoso “El bigotes”, o sea, aquel Álvaro Pérez engominado que hizo el paseíllo más galán que Mingo por El Escorial la tarde de la boda de la hija de Aznar, le ha salpicado de mierda. Y la mierda es difícil de limpiar. Llega un momento, ahora, en el que la prensa de la Derecha no puede mirar para otro lado en el Caso Gürtel, un pulpo cuyos tentáculos se extienden por las comunidades de Madrid, Valencia y Galicia. Ni tampoco Rajoy, que ya el 12 de marzo de 2009 insistía en desvincular a su partido político de la trama corrupta, asegurando que la gente de Correa no había entregado ni un sólo euro al PP, además de defender a ultranza a Camps. También, aquel 12 de marzo dijo Rajoy que “habrá que demostrar” que Correa regaló un “jaguar” valorado en ocho millones de pesetas al exalcalde de Pozuelo de Alarcón, marido de Ana Mato. Pero, lo más curioso si cabe es que, un día, Ana Mato vió en la puerta de su casa un flamante coche y lo encontró como “algo normal”, o sea, que ni siquiera se paró a pensar, según afirmó en unas declaraciones a televisión, de dónde había salido el dinero para la adquisición de aquel “utilitario”. Vamos, que yo adquiero una bicicleta sencilla, sin cambio de marchas ni ná de ná, como dicen los sevillanos, de esas que casi te regala el vecino de escalera que ha dispuesto comprarse una “montambay” para hacer cicloturismo con dos cojones, o sea, con chándal de siete colores, mariconera rosa neón al cinto y casco protector, sin decírselo antes a mi mujer, y tengo que salir por la ventana. Esa es la diferencia. Lo que sí ha quedado claro es que aquel 12 de marzo de 2009, Rajoy demostró con sus declaraciones que estaba en la inopia. Lo que ya no sé es si ahora continúa pensando igual que hace dos años. Machaca en el Congreso, cada vez que tiene oportunidad de salir al estrado, el bombo de Manolo. Como las encuestas le ayudan, desea un adelanto de los comicios. Debería leer a Mestrio Plutarco, autor de “Vidas paralelas”, que dejó escrito antes de que se inventara el botijo que “nada hace más ruido que un tonel vacío y que un tonto”.

viernes, 15 de julio de 2011

Miedo escénico


Ussía miente. Su artículo en La Razón, “¿A qué?”, está lleno de malevolencia. Insinúa que le gustaría ver a Alfredo Pérez Rubalcaba en la cárcel. La razón él la sabrá. A Pérez Rubalcaba se le podrán achacar errores políticos, pero a nadie se le escapa que jamás ayudaría a un grupo terrorista. En el caso Faisán, que la Derecha escupe a la rosa de los vientos para desprestigiar al PSOE, habría que conocer las causas de aquel “posible aviso”. ¿Ha pensado Ussía que el Estado posiblemente deseaba salvar de una “ejecución” segura a un policía infiltrado en la banda jugándose el tipo? Es sólo un supuesto. Ussía debería saber, y lamento que no lo sepa, que aquellos terroristas que, según él, escaparon de su previsible captura por un chivatazo, ya están entre rejas. En cualquiera de los supuestos, por aquello de que pensar es libre, no se puede ni se debe desde las páginas de un diario, en este caso de corte conservador, escribir lo que sigue: “La Policía avisa a los terroristas para que se pongan a salvo a cambio de una negociación política con la banda impulsada por el Gobierno. La Policía colabora con los asesinos, con los delincuentes, con los terroristas. Semejante podredumbre, tan inmunda porquería, se expande desde el Ministerio del Interior. Rubalcaba y Camacho no pueden permanecer ni un minuto más, por decencia, por ética y estética ni en la candidatura a la presidencia del Gobierno el primero, ni en el Ministerio del Interior el segundo”. ¡Pero, cómo se puede ser tan ligero de pluma! Que yo sepa, el juez Ruz ya ha procesado al inspector José María Ballesteros, al jefe superior de Policía en el País Vasco, Enrique Palies y al exdirector general de la Policía, Víctor García Hidalgo. El equipo policial, por otro lado, ya controlaba el operativo contra bar Faisán, al mando del inspector Carlos Germán, el día del chivatazo, 4 de mayo de 2006. En este sentido, tal y como relata El País, “a la defensa de Ballesteros le llama la atención de dicho operativo contra Joseba Elosúa, dueño del bar Faisán donde se entregaba dinero a ETA, que en el día que se va a proceder a su detención, resulta que un hombre de avanzada edad, frágil de salud, delicado en lo que a memoria se refiere, despistado donde los haya, manifiesta que sale hacia la Lonja [oficinas donde supuestamente ocultaba el dinero de la extorsión], campa a sus anchas y, nadie, absolutamente nadie le controla”. En este sentido, El País sigue diciendo lo siguiente: “El recurso insiste en que no hay una sola prueba que acredite el hecho de que Ballesteros entregase a Elosúa el móvil a través del cual recibió el chivatazo, algo que reiteradamente ha negado también el citado presunto colaborador de la banda. Ni lo detectan las cámaras de vigilancia, ni el equipo de Germán. Por todo ello, el SUP entiende que el auto adolece del mínimo rigor jurídico, no existiendo un solo hecho objetivo, más allá de elucubraciones”. Al PP le ha entrado miedo escénico. Se siente ganador de las próximas generales pero tiene miedo a no conseguir los votos necesarios que le concedan una mayoría absoluta, de acuerdo con las actuales encuestas. Sabe de antemano que no va a conseguir que disminuya el paro, que las medidas que está tomando Rodríguez Zapatero, aún reconociéndolas como necesarias, tampoco ayudan demasiado a bajar esos índices, que a Telefónica, por ejemplo, se le permite que pueda desprenderse de 6.500 trabajadores con tal de que la empresa se haga cargo de los ERE; que la cadena de electrodomésticos Miró ya anuncia otro ERE para 493 trabajadores; que Eroski comienzan a cerrar tiendas en Madrid; que Citibank anuncia recortes de personal en España; etcétera. Y falta conocer cuántas personas se irán a casa antes de la edad reglamentaria por la reestructuración de las cajas de ahorro; cómo se hará frente al stock de 750.000 viviendas vacías y sin compradores a la vista, ni se sabe cuándo se recuperará el sector inmobiliario; etcétera. Por otro lado, el Congreso ya ha aprobado el límite de gasto no financiero del Estado para el año próximo, que se sitúa en 117.353 millones de euros, lo que representa una caída del 3,8% en comparación con el año anterior. Y Salgado ya ha dicho que ese gasto, que se presentará en la Cámara en septiembre, (refiriéndose al debate sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2012), podría ser “ligeramente inferior”. Lo dicho. Rajoy ya se ha hecho la foto con las tres presidentas de Aragón, Madrid y Castilla-La Mancha. Quedan bonitos en ese “streap tease” sentimental, pero, de entre esos cuatro presentes en la foto, uno de ellos no gobierna en ningún sitio. Y tiene miedo escénico. Yo diría que un miedo insuperable.

jueves, 14 de julio de 2011

La cosa tiene guasa


Una ley impulsada por el Gobierno y aprobada hoy en el Parlamento nos lleva al envase retornable. Se acabó eso de usar y tirar. De ahora en adelante pagaremos un poco más por el casco y ese importe se nos devolverá cuando lo retornemos a la tienda. Vamos, que eso de ir al super con el carrito vacío se va a terminar. Saldremos de casa con el carro lleno de botellas vacías y regresaremos con cualquier cosa para llevarnos a la boca, ya que dado el actual panorama económico la despensa no está para mucho almacenaje. En suma, volvemos a los tiempos de la penuria, cuando se buscaban en los basureros botellas de champaña una vez pasadas las navidades, para devolverlas no recuerdo dónde a cambio de una o dos pesetas por casco útil. Las que no servían, o sea, las que no podían devolverse, eran las de sidra “El gaitero”, por ser un poco más estrechas que las de cava y llevar grabado a relieve su nombre en el cristal. Siempre hubo excepciones a la regla general. Pasaba algo análogo con la chatarra. Cada vez que aparecía por el barrio un minorista en un destartalado carricoche dispuesto a pagar a peso de romana todo tipo de cachivaches de hierro o metal, siempre ponía la condición de que esos hierros no fueran de la Renfe, por estar muy penalizado. Por esa razón, cerca de las estaciones siempre había tirafondos, placas y trozos de carril olvidados entre la maleza aledaña a los andenes como si se tratase de pedruscos. Nadie les hacía el menor caso a aquellos tornillos y tuercas por su carencia de valor para el chatarrero ambulante. O sea que, con la nueva ley que impulsa el envase retornable, pronto veremos por las calles al buscador de botellas de vidrio de la misma manera que ahora nos hemos habituado a ver a los rebuscadores de cartones, de ropa vieja y hasta de comida caducada en los cubos de basura próximos a los supermercados. La implantación en España del SDDR, siglas de Sistema de Depósito, Devolución y Retorno, me recuerda el dicho de Groucho Marx: “Partiendo de la nada, hemos llegado a alcanzar las más altas cimas de la miseria”. Se nos han secado los brotes verdes y, pese a que las agencias de rating casi han triplicado sus beneficios en España desde el 2006, como decía el eslogan de la sidra “El gaitero”, nuestra desesperanza ya es “famosa en el mundo entero”. Sólo nos falta volver al estraperlo, a las sardinas en salazón, al pan negro, a las alpargatas y a los cursillos de cristiandad, que ayudan mucho a poner la otra mejilla a cambio de un “Dios se lo pague”.

martes, 12 de julio de 2011

Una mujer de Palencia


Ya sabemos que con el verano las noticias escasean. La prensa adelgaza en su número de páginas y hasta los columnistas diarios nos invitan a leer historias de butacón, esas historias que nunca comprometen a aquel que las redacta ni indigna a aquel que las lee en horas de modorra. Francisco Robles, por ejemplo, en el ABC de Sevilla nos cuenta que la Ciudad del NO-Do con el verano cambia aunque no cambia: “«Los fines de semana de julio y agosto –señala- Sevilla no se queda vacía: se queda sola, que es distinto». Después de leer su artículo con detenimiento en un velador de los chinos, saboreando una caña de cerveza y frente a un platillo de pipas de girasol, que es el regalo que dan los chinos al cliente para que le aumente la sed, he llegado a la conclusión de que no es lo mismo que una ciudad se quede sola a que se quede vacía, aunque siga dándole vueltas a la cabeza. Sevilla –continúa diciendo Robles- “nos deja encerrados en el exilio interior de la casa donde encontramos el frescor que no existe en las calles tomadas por la llamarada inmisericorde del calor”. Sin embargo, en España siguen sucediendo cosas. Se ha resuelto la crisis de Gobierno tras la marcha de Pérez Rubalcaba, se ha disparado la prima de riesgo hasta los 370 puntos, acaba de llegar a Madrid el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy y en El Norte de Castilla, el jefe de la sección de Cultura ha tenido que salir al paso ante una noticia aparecida en ese diario y redactada por una becaria, donde daba la noticia de que una mujer de Palencia había sufrido un leve mareo en su casa. Reconozco que la noticia sobre la indisposición transitoria de esa señora es a todas luces banal e insignificante, pero se agradece por parte del lector, harto de politiqueo, trapicheo de la SGAE y colapso del Estado. Si les digo la verdad, personalmente estoy muy interesado en saber si ese mareo de la señora de Palencia fue debido a encontrarse en estado de gestación, si le dio un golpe de calor, o si le había sentado mal al cuerpo el cruasán del desayuno. Las calores no son buenas ni en la tierra de las mantas.

domingo, 10 de julio de 2011

Flaco servicio


Señala Pablo Molina en un artículo algo que ya todos sabíamos, o sea, que “hay ayuntamientos que han tenido que negociar sus deudas con las compañías de agua, gas y electricidad para que no les corten el suministro, lo que da una idea bastante aproximada de la forma en que han sido gobernados en los últimos tiempos”.Tiene razón en lo que cuenta. Molina se refiere al llamado “cinturón rojo de Madrid” Queda claro que uno se debe al medio donde publica sus colaboraciones. ¿Por qué no comenta lo que sucede con las corrupciones en la Comunidad Valenciana, o con la deuda viva existente en el Ayuntamiento de Madrid? A mi entender, un columnista, al margen de la línea editorial del medio para el que trabaja, debe tener libertad para expresarse y llamar a las cosas por su nombre, aunque no gusten. Pero el que sólo escribe sus comentarios en función de lo que unos posibles lectores del medio “quieren” leer cuando abren sus páginas o cuando teclean en el ordenador, hace un flaco servicio a la información. Sucede algo parecido a lo que acontece con determinados “charlatanes” en diversos programas de radio con rancio tufillo a sacristía y alcanfor y con algunos tristes “cómicos” en una determinada televisión de la ultraderecha más retrógrada. Estos días estoy comprobando que la carga artillera de lenguaraces y plumíferos de medio pelo va dirigida contra Alfredo Pérez Rubalcaba. Pretenden sembrar desprestigio de cara a las generales. Y de esta guisa, la derechona incombustible, desde las rendijas del búnker, se afana en malmeter y en crear opiniones distorsionadas a una ciudadanía, en su mayoría joven, a fuer de hablar de faisanes y de no se qué estupideces del pasado. Son los mismos patrioteros que con cuarenta años menos llenaban la Plaza de Oriente cuando a Franco le empujaban para que saliese al balcón del Palacio Real mientras Europa nos cerraba las puertas. En efecto, determinados ayuntamientos y autonomías detentan deudas insoportables, pero por causa de derroches innecesarios y de una pésima administración. Al César lo que es del César.

sábado, 9 de julio de 2011

Pasar página


Aunque hoy tenía intención de continuar en mi blog con la tercera etapa de ese “Rol de mequetrefes”, que tanto daño causó tanto a la economía de España como a nuestra dignidad como españoles durante la etapa de Felipe González, he decidido no tocarla más, que así es la rosa. Ahí están las hemerotecas para que puedan servir de análisis de un personaje con claroscuros, responsable final subsidiario de aquella vergonzosa situación, que ahora se permite prescribir consejos al presidente Rodríguez Zapatero como si fueran las “píldoras del doctor Negrín”, pero sin admitir la reciprocidad, o sea, sin permitir en ningún caso críticas a su persona. Como en el dicho, consejos vendo, que para mí no tengo. Pero el plato del día es que Alfredo Pérez Rubalcaba deja el Gobierno y será hoy proclamado aspirante del PSOE para las próximas elecciones generales a la presidencia del Gobierno. Supongo que en el ánimo de Pérez Rubalcaba no está intentar ganar a Mariano Rajoy al “sprint”, cosa que parece casi imposible, sino que tratará de “amortiguar” el descalabro socialista mayor de su historia, que ya se ve venir. Los socialistas, ahora con vino peleón y rosas degolladas, se han querido subir al carro de los “indignados” en un vano intento de tratar de “amarrar” los futuros votos de una famélica legión desesperanzada. Pero el PSOE poco puede ofrecer en la actualidad a esos cinco millones de desesperados que desean un cambio, por supuesto que a peor, y que, paradójicamente, algunos de ellos entienden como “Ejecutivo salvador”. Doy por hecho, en el supuesto de que se acabe la Legislatura con los idus de marzo, que una política de corte neoliberal amansará a unas “fieras de tienda de campaña” y a unos incautos del “vuelva usted mañana” en los tajos a fuer de humillaciones. Ya lo hizo Franco cuando a los supervivientes del Naufragio Nacional, pese a aquel claro secuestro de las libertades que duró casi cuarenta años, les entró un “síndrome de Estocolmo” generalizado de difícil entendimiento, como quedó demostrado con los vítores en todas las plazas públicas a aquel dictador y asesino de mierda. Los errores siempre se pagan a muy alto coste. Conviene tener cuidado con los cantos de sirena, semejantes a los que salen del interior de ese búnker que abandera un tal Aznar desde la sombra y a los corifeos de determinados medios de comunicación (más pendientes del “OJD” que del respeto a los lectores, a los que se deben) aunque, eso sí, siempre interesados en hacer labor de zapa; donde se antepone el provecho de unos pocos a lo que debería ser evidente, es decir, el interés social generalizado.

viernes, 8 de julio de 2011

Rol de mequetrefes (II)


Sigo: Juan García Vargas, ex ministro del PSOE, acusado de espiar a la Oposición, Sindicatos y demás partidos políticos. Fue obligado a dimitir; Narcís Serra, ex ministro y exvicepresidente del Gobierno, obligado a dimitir por escándalos en las escuchas; Emilio Alonso Manglano y otros miembros del CESID, ídem del lienzo, como dirían los castizos. Al final, exonerado de responsabilidad por las escuchas ilegales realizadas en el centro de inteligencia entre 1983 y 1991, dejando con el culo al aire a Juan Alberto Perote. Otro asunto con muchos protagonistas fue la Exposición Universal que tuvo lugar en Sevilla, en 1992. La Sociedad Estatal Expo’92 camufló las pérdidas derivadas de una mala gestión con un cambio radical, en 1992, de los criterios contables para comenzar a incluir como ingresos propios las subvenciones de capital que llegaban desde el Estado y posteriormente detectados por el Tribunal de Cuentas. Así, donde se dijo que había unos beneficios de 17.930 millones de pesetas, lo que había en realidad eran unas pérdidas de 11.971 millones. Realizados los correspondientes ajustes, el Tribunal de Cuentas cuantificó que los resultados totales de la sociedad Expo’92 en el periodo transcurrido entre la fecha de constitución y el 31 de diciembre de 1992 daban como resultado en las cuentas de una pérdida total de 35.258 millones de pesetas. Implicados y condenados: Isidoro Garcés, abogado socialista; Jacinto Pellón, expresidente de la Exposición; Juan Piña Oliver, abogado vinculado al PSOE y directivo de Viajes Ceres, empresa relacionada con los viajes del IMSERSO, además de representante de la empresa Foxglove, sociedad ubicada en Jersey, un paraíso fiscal localizado en las islas del Canal de la Mancha, receptora de cientos de millones de pesetas en comisiones procedentes de la Expo-92 de Sevilla, pagadas a través de Telemundi y del AVE Madrid-Sevilla, pagadas a través de Alstom; y, también, Luis Oliveró Capellades, que, además de ser condenado por el tema Expo 92, el Tribunal Supremo le condenó a 10 años de prisión por el caso FILESA (financiación ilegal del PSOE) y el caso del AVE. En el caso FILESA nos topamos con los condenados siguientes: Aída Álvarez, Alberto Flores, Diego Ramos, Eugenio Marín, Francisco Javier Iglesias, Guillermo Galeote, José María Sala, Juan Antonio Molina (expresidente de ENASA), Julio Calleja, Luis Oliveró (también condenado por el tema de la Expo de Sevilla), y, finalmente, Luis Sánchez Marcos, Miguel Guillermo Molledo (marido de Aída Álvarez). Se da la circunstancia de que hubo un indulto parcial con el Gobierno presidido por José María Aznar, que redujo a la mitad las condenas. Un indulto que se extendió a nada menos que 1.443 condenados. El resto de los procesados (referidos al caso FILESA) pagaron una multa y cumplieron penas menores. Y aquí lo dejamos por hoy. Mañana más.

jueves, 7 de julio de 2011

Rol de mequetrefes (I)


Tenía razón Alfonso Guerra cuando en tiempo de vino y rosas, o sea, cuando tomó un «Mystère» para ir a los toros, afirmó aquello de que “a España no la va a conocer ni la madre que la parió”. ¿No lo recuerdan? Sí, hombre, sucedió el 3 de abril de 1988. Después de haber disfrutado de unos días de descanso en El Algarve, Guerra se disponía a regresar a Sevilla en el coche oficial para ver una corrida de toros en La Maestranza. Pero al toparse con una caravana de coches en Vila Real de Santo Antonio dispuesta a pasar el puente sobre el Guadiana hacia Ayamonte, no dudó en solicitar los servicios de la policía lusa para que le situasen en primera fila, ante la recriminación airada de los pacientes conductores. Pese a ello, Guerra regresó a Faro y solicitó el avión de las Fuerzas Aéreas Españoles para poder llegar a tiempo a la corrida de toros. Años de vino y rosas, digo, donde la desfachatez política alcanzó unos límites difíciles de superar: Aída Álvarez, condenada por el caso Filesa; Carlos Navarro, Florencio Ornia, Francisco Francés, Juan Carlos Mangana, Mario Huete, Valentín Medel y Sotero Jiménez, todos ellos condenados por falsedad en documentos mercantiles; Julián García Valverde, ex ministro de Transportes y presidente de RENFE, acusado de cobros de comisiones ilegales en la adjudicación del AVE Madrid-Sevilla; Mariano Rubio, gobernador del Banco de España, condenado por amasar una gran fortuna gracias a la práctica del “insider trading”, que equivale a utilizar en su provecho información privilegiada; Francisco Palomino, cuñado de Felipe González, imputado en la “operación cementeras”, controladas por Banesto; Carmen Salanueva y Julio Fernández, condenados por el “caso BOE”; Carlos Soto, gerente de IGS, condenado por apropiación indebida en el “caso de los pisos de UGT”; Eduardo Martín Toval, acusado de espionaje a la Oposición, Sindicatos y demás partidos políticos. Al final no hubo encarcelados. Curiosamente, el magistrado del juzgado de instrucción número 21 de Madrid, Vázquez Honrubia, llegó a la conclusión de que las órdenes de espionaje partían de la cúpula del PSOE y del Gobierno. Apuntaba a tres aforados. Cuando se elevó el suplicatorio al Tribunal Supremo la respuesta fue corta y sencilla: "Aquí no hay nada que investigar”. “Y entre tanta polvareda, perdimos a don Beltrane”, describe en un estilo muy conceptista Vélez de Guevara en la trama de “El diablo cojuelo”; que, dicho sea de paso, murió de calenturas malignas y de “un aprieto de orina”, si hacemos caso a las crónicas. En fin, como la lista es extensa y queda aún mucho verano por delante, he pensado en dejar para mañana la continuación de este rol de mequetrefes. Es saludable refrescar la memoria en tiempos de tribulación, cuando acaba de desaparecer el Códice Calixtino de la Catedral de Santiago; cuando España paga por su deuda a cinco años el precio mal alto desde 2002; cuando la tasa de nacimientos baja a registros de 2003; cuando nos acaba de caer encima la tormenta de la SGAE mientras la ministra de Cultura mira a las nubes que pasan; y, cuando nos enteramos por Andrés García Torres, sacerdote de Fuenlabrada, de que el obispo de Getafe, Joaquín María López de Andujar, le obligó a visitar a un psiquiatra y a asistir a terapia al ser acusado de gay. Uno, en su modestia, considera que el obispo López es quien debería ir al psiquiatra sin pérdida de tiempo. Bueno, a un psiquiatra que no se llame Aquilino Polaino. Y después de la visita en el diván, le invito a que tome unas copas por los bares de Chueca, por ver si entiende de una puta vez dónde reside la pederastia y, de paso, que pueda comprobar sin la ayuda de su dios que los gigantes no son tales, sino molinos de viento. Lo dicho, mañana más.

miércoles, 6 de julio de 2011

Juan Karlos, alcalde


Juan Karlos Izaguirre, actual alcalde de San Sebastián, es un saco de sorpresas. Nada más llegar al Ayuntamiento, lo primero que hizo fue quitar de en medio el retrato del Rey que presidía la Sala de Plenos. Ahora ha comentado que pedirá un informe jurídico para saber si tal retirada es o no es legal. Hombre, no sé, pero lo normal en cualquier Estado de derecho es que el retrato del jefe del Estado esté presente, tanto en las instituciones como en los organismos dependientes de éstas. Lo mismo puede decirse de la bandera. Pero Juan Karlos entiende que el retrato de don Juan Carlos expuesto en esa Sala de Plenos, hasta la llegada de Bildu como un elefante en una cacharrería, es de la época de cuando era Príncipe de España. ¡Chupa del frasco! Si esa es la causa, la solución es sencilla. Se coloca un retrato actualizado del monarca y punto en boca. Se le puede poner con barba, con muletas, vestido de capitán general, de sport a bordo del Fortuna… ¡Será por retratos! Lo que le sucede al tal Juan Karlos Izaguirre es que entiende que el Rey “no es un símbolo que represente a la mayoría de los donostiarras”. El alcalde Juan Karlos debería saber que la relación del Rey con San Sebastián se remite a sus años de estudiante; que el palacio Miramar acogió a don Juan Carlos cuando aún era un niño; y que fue en plena bahía y a bordo del Azor donde Juan de Borbón pidió a Franco en agosto de 1948 que permitiera a su hijo estudiar en España. Me alegro como español de que en 2016 San Sebastián se convierta en Capital Cultural Europea. La bella ciudad de San Sebastián que gobierna Juan Karlos Izaguirre se lo merece por bonita. Pero al nuevo alcalde de Bildu desearía, si es que pudiese hacerlo, susurrarle al oído algo que no debe olvidar nunca: que incluso en apuestas separatistas, como la de Companys en 1934, no se abandonó la idea de España. De otra idea de España, sin duda, pero de España.

lunes, 4 de julio de 2011

Catarsis


Cuenta el refrán castellano que más vale pájaro en mano que ciento volando. Y es cierto. Me entero de que el importe de los “planes de pensiones” recuperados en 2010 por quienes perdieron su trabajo ascendió a 320 millones de euros, frente a los 219 millones del 2009. En dos años, los rescates anticipados suman más de 530 millones de euros. Comprendo la preocupación de los bancos, que evidentemente disminuyen sus recursos, pero tal circunstancia coyuntural no me produce nada de pena. Pensar ahora en un futuro a todas luces incierto cuando el presente se exhibe más chungo que la boda del príncipe de Mónaco, conduce a esos resultados. De cualquier modo, he llegado a la conclusión de que no hay que invertir en planes de pensiones ni, tampoco, cotizar mucho a la Seguridad Social, visto lo visto, o sea, conocedores de que las únicas pensiones que el Gobierno tiene en cuenta para revalorizar cada año, sin duda por aquello de quedar bonito de cara a la galería, son las pensiones mínimas y las no contributivas. La reforma de las pensiones anunciada por el Gobierno ya ni siquiera produce malestar en los futuros jubilados. El ciudadano ya está involucrado en la trama de la tragedia española, ese novelón por entregas que vergonzosamente nos están concediendo los Tres Poderes. Pero distinguimos nuestras bajas pasiones proyectadas en los personajes que conforman el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial en el centro del proscenio y ese castigo merecido e inevitable que debemos soportar al tener que sufrirlos ya nos han vacunado contra sus terribles efectos. Es la catarsis, como en la tragedia griega. La compasión y el miedo (eleos y phofos) nos purifican y nos hacen fuertes, y somos conscientes de que los verdaderos efectos de la perfidia acumulada se volverán contra aquellos que la producen mientras se aferran al sillón de las vanidades.

sábado, 2 de julio de 2011

¡Chupa la gamba, Maripuri!


El Ministerio de Sanidad y Consumo nos avisa de que es malísimo chupar las cabezas de las gambas por su contenido en cadmio. Queda claro que lo único que todavía no es letal es chupar del bote. Los peces azules contienen mercurio, las gambas poseen cadmio, las espinacas de Popeye y las acelgas son malísimas para la salud si se toman en demasía o en niños menores de tres años, los filetes de ternera pueden producir encefalopatía espongiforme… A este paso, la ministra Pajín, nuestra Cornelia Prüfer-Storcks particular, a fuer de meter la gamba, sólo nos va a permitir comer castañas de Doncos, madrillas del Jalón y almendras garrapiñadas. A la oleada de recortes sociales europeos habrá que añadir, de ahora en adelante, la poda despiadada en las ofertas de platos ofrecidos en las cartas de los restaurantes y la ilegalización en la escucha de la canción “Buen menú, señor” cantada a capella por Los Xey. Además, deberemos tocar madera cada amanecer ante el misterio que encierra la frase de Rubalcaba: “Sé lo que tengo que hacer y cuándo”. Para mí, eso es lo que más miedo me produce. Lo de no poder chupar las cabezas de las gambas fastidia, aunque nos resignaremos. A la fuerza ahorcan. Estaremos obligados, no sé si por ley, a tener que salir a la calle a lamerlas con fruición, de la misma manera que ya estamos obligados por ley a tener que fumar el cigarrillo de después del café casi a escondidas y lejos de la civilización. Presiento que a no tardar veremos en los bares de Zaragoza, “Belanche” incluido, un cartelito colgado en la pared que señale: “Prohibido chupar las cabezas de carabineros, gambas y langostinos dentro de este establecimiento”, de la misma manera que ahora se prohíbe fumar. Recuerdo que, durante el franquismo, en las tabernas estaba prohibido blasfemar, cantar y hablar de política. Ahora todo ha cambiado. Se pueden decir tacos y hasta acordarse uno de la madre del que asó la manteca. También, hablar de política. Lo de cantar ya no lo sé. Pero parece inevitable que el cliente tenga que soportar el martirio de una música ratonera a tan alto volumen que impida que se pueda mantener una conversación. Este es un país donde existe la creencia generalizada de que sembrando mucha bulla se cosechan amigos.