El ABC de Sevilla nos recuerda
hoy la tienda de ultramarinos “Casa Marciano”, fundada en 1928 por Marciano
Díaz Vázquez, y el famoso pernil momificado que estuvo colgado en esa tienda
del número 6 de la sevillana calle Lineros durante más de cincuenta años. Tal pernil momificado me recuerda
aquella mano izquierda de Santa Teresa (no el brazo, como se ha contado muchas
veces en diversos medios) que estuvo durante casi cuarenta años en el dormitorio de Franco en
El Pardo. Se conservaba bajo una manopla de plata y decía el dictador que le
traía suerte. Aquella mano tuvo una historia rocambolesca. El 4 de julio de
1583, unos meses después de la muerte de la monja, se procedió a exhumar sus
restos. El cuerpo apareció incorrupto. Uno de los párrocos presentes en la
exhumación, Gracián de Dios, decidió cortarle la mano derecha, entregándola a
las Carmelitas Descalzas de Ávila. También le amputó el dedo meñique, que lo
guardó hasta ser hecho prisionero por los turcos, que se lo arrebataron. Más
tarde lo consiguió recuperar a cambio de entregar unas sortijas y 20 reales de
la época. Años después, la reliquia de la mano incorrupta aparecería en el
convento de carmelitas de San Alberto, en Lisboa. Posteriormente pasó a otro
convento carmelita en Olivais y allí estuvo depositada hasta 1910, año de la
revolución que terminó con Manuel II y la Monarquía portuguesa. La reliquia regresó a
España aquel año. En 1924 fue trasladada desde el desconocido lugar en donde se
encontraba hasta el convento de las carmelitas de Ronda. Con la Guerra Civil, Ronda quedó en
zona republicana y el 29 de agosto de 1936 la reliquia fue requisada. Las
monjas regresaron a Lisboa y en febrero de 1937, al ser tomado Málaga por las
tropas de Franco, unos soldados encontraron la mano en una maleta olvidada
entre las pertenencias del coronel José Villalba Rubio, tras su huida
apresurada. Pero no fue devuelta a las
monjas sino trasladada a Burgos, donde estaba el Cuartel General de los
rebeldes. Franco no dudó en apropiarse de ella. Posteriormente, Balbino Santos,
obispo de Málaga, escribió una carta a Franco solicitando la devolución de la
reliquia en nombre de la comunidad religiosa carmelita. Franco se negó a su
devolución mediante carta escrita por su
secretaría particular: “…he de exponerle –decía el texto- que el Caudillo, que
tiene una acendrada devoción a la
Santa más española y que ha visto palpablemente su constante
protección en todas las empresas de la guerra (se tomó Madrid el día del
natalicio de Santa Teresa 28 de marzo), tiene vivísimos deseos de conservar
bajo se custodia la Reliquia
insigne de la Mano
de la Santa,
para seguir venerándola, al propio tiempo que ruega a la sin par Teresa de
Jesús que vaya poniendo SU MANO (sic) en las árduas (sic) tareas como lo hizo en las de la guerra…”. A
la muerte de Franco la reliquia con la mano izquierda de la santa fue entregada
de nuevo por Carmen Franco al convento de la Merced de las carmelitas de Ronda. Y dicho esto,
sugeriría a Isidoro Martínez, antiguo empleado de “Casa Marciano” y actual
propietario de famoso pernil casi incorruptible, que se lo enviase a portes pagados
a Mariano Rajoy para que lo colgase en su dormitorio de La Moncloa y lo pudiera
trasladar en todos su desplazamientos al extranjero. Se matarían dos pájaros de
un tiro: le daría suerte al político, que buena falta le va a hacer; y se
fomentaría la Marca España,
enseñándole a los colegas de otros países, incluida Merkel, un jamón momificado
al estilo de los faraones. Un jamón con el que los españoles (que rebuscan en
los cubos de basura) sueñan a diario con la misma fijación que tenía Carpanta
con un pollo asado.
lunes, 30 de septiembre de 2013
sábado, 28 de septiembre de 2013
Milagrosos vaqueros
Hoy “La Razón” comenta sobre “los vaqueros milagrosos de doña Letizia”. La
noticia me ha parecido tan ordinaria que he decidido leerla por ver si era
capaz de entender algo sobre esos pantalones que se ha puesto la consorte del príncipe
de Asturias en su visita al Rey en la Clínica Quirón, o sea la clínica de los herederos
de Publio Cordón. Resulta, según voy leyendo, que “tales pantalones llevan el
sistema ‘push up’ y ayudan a realzar los glúteos y a esculpir unas formas más
redondeadas de la persona que los porta”. ¡Toma ya! Pero la noticia no que da
ahí: “Para la ocasión, optó por un ‘look’ informal y chic formado por una
chaqueta estampada de ‘Mango’ y una pieza de la colección ‘bottom up’ de la
firma italiana Liu Jo. Se trata, en concreto, del modelo Standard, el favorito
también de otras damas fans de la casa, como Marina Danko, Carmen Lomana e
Isabel Preysler, y cuyo precio es de unos 126 euros”. ¡Jo, que liu! Vamos a ver
si empezamos a ser serios. Con la que está cayendo, tanto a la
Casa Real como a los españoles en general,
lo que menos nos importa en estos momentos es el tipo de “blue jeans” que
utiliza la consorte del Príncipe para visitar a su suegro en el hospital o la
chamarrilla de cuero que se pone cuando sale de concierto con sus amigas. Por
cierto, gastarse 126 euros en unos pantalones vaqueros se me antoja una
frivolidad por más que resalten el trasero, por muy principesco que sea, de
aquel que se los pone con calzador. Y ahora vayamos al “milagro” de esos
pantalones. Cuenta el periódico que dirige Marhuenda que esa prenda (el
pantalón, no quién lo porta) tiene su miga: “Si nos fijamos en la parte trasera
-cuenta-, la costura debajo de la cinturilla, normalmente recta y denominada
‘canesú’, está trabajada de forma redondeada e invertida, hacia arriba. Un
truco que, unido al hecho de que los bolsillos tampoco se cosen rectos, y al
complicado juego de costuras y pespuntes, hace que se cree un efecto óptico
rotundo: los glúteos ganan volumen, no sólo vistos desde atrás, sino también de
perfil, lo que convierte a esta prenda (el pantalón, no quién lo porta) en un
aliado perfecto para cualquier tipo de acto o celebración”. Servidor de ustedes,
que nació en un pueblo pequeño, rodeado de tipos con trajes de pana y boina,
tuvo el primer pantalón vaquero allá por la adolescencia. Era - aún lo recuerdo- un blue jeans “Pitusa Rock”, comprado en
“Confecciones Gallego” de Calatayud, y que mis padres me habían regalado el día
de mi santo. Desteñía un poco y, cuando me lo bajaba para poder exonerar el
vientre, o meterme en la cama, notaba que las rodillas y las piernas viraban al
color azul Lufthansa, o al color azul campánula, o al azul lapizlázuli, que ya
no sé muy bién a cuál. ¿Se me estaría volviendo la sangre de color azul como a
los borbones? ¿Estaría enfermo de cuidado? Menos mal que por aquellas fechas no
se conocía la enfermedad de las vacas locas, que de haber sido así, al verme
casi añiles las extremidades inferiores hubiese pensado que me quedaba poco
tiempo de vida. El caso es que desteñían. Tampoco sé si con la enfermedad de
las vacas locas se ponen las piernas azules. Se lo preguntaré, si tengo
ocasión, a Juan José Badiola, que tan bien conoce la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, o al
ministro Arias Cañete, que igual se come un par de yogures caducados que
un “chateaubriand” de kilo con patatas a la
pastora. Desde
entonces, y a eso iba, opté por los pantalones de “tergal”, a ser posible de
color gris. Este es un país de vergonzosos cortesanos y de acendrado
plebeyismo. Sólo hay que observar en las audiencias reales las raras
genuflexiones que practican determinadas damas y ministras asistentes a tales
actos. Un día, alguna de ellas se hará un nudo difícil de desatar. Algo así
como el nudo de Lambán. Ese día me desternillaré de risa. Lo que ya no me
parece normal, ni siquiera noticia, es que determinada prensa de la derechona
más fosilizada dé más importancia a los pantalones de la consorte del príncipe
de Asturias en su visita privada a un hospital que a la salud del Jefe del Estado,
por mucho que esos “milagrosos” pantalones redondeen su principesco trasero.
viernes, 27 de septiembre de 2013
El Club de la Comedia
Desde 1942, cuando Franco intentó
agradar a Hitler cambiando el huso horario, a nadie se le ha ocurrido
racionalizar tal desatino. Desde 1884, el meridiano de Greenwich quedó fijado
como referencia para establecer los husos horarios en todo el mundo. Como no
podía ser de otra manera, España se ubicó en el huso europeo occidental, el
mismo que Portugal, Reino Unido y Francia, con una hora de diferencia respecto
a los países de Europa central. En 1942 Alemania impuso el huso central en Francia
y Portugal, Reino Unido y España se apuntaron
de forma voluntaria al nuevo horario francés. En 1945 Portugal y Reino Unido
rectificaron. Ahora el Gobierno pretende racionalizar los horarios de los
españoles, enseñarnos geografía y recordarnos que en Londres pasa el mismo
meridiano que en Caspe, en la provincia de Zaragoza. Eso ya lo sabíamos. Los
que no lo sabían, por lo visto, son ellos, que se pasan la vida dando bandazos.
¿Ah, no? Sí, hombre, sí. Ahora resulta que la Alianza de Civilizaciones
que defendía Zapatero y que tanto denostó la derechona, la acaba de hacer suya
Rajoy en Nueva York, en la cumbre anual de la ONU. Pero como se puede
leer en “El Confidencial”, “no lo hizo
por convicción o por una repentina ‘conversión’,
sino para allanar el camino al objetivo de que España obtenga un asiento en el
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en el bienio 2014-2016”. Rajoy definió en una
ocasión (ahí están las hemerotecas) la Alianza como
“cantos de sirena que no importan a nadie”. Y los diputados de su grupo
parlamentario rieron en el Congreso aquella “sandez” con la risa floja del
lerdo. Y como si Rajoy fuese un monologuista de “El Club de la Comedia”, todavía tuvo
arrestos para describir desde la tribuna de oradores, refiriéndose a uno de los encuentros
presididos por su antecesor, como “una
reunión a la que asisten mandatarios importantes: los presidentes de Eslovenia,
de Malasia, de Argelia y el propio señor Rodríguez Zapatero”. Siguieron las
risas flojas y Rajoy se sintió reina por un día. Pues bien, ahora el Gobierno
intenta imponernos un horario que entiende “racional”; o sea, que almorcemos a
las doce del mediodía, cenemos a las ocho y nos vayamos a dormir a eso de las
diez. Lo que ya no sabemos es si nos aparará la televisión oficial a las once
tras escuchar a un cura aquello de “El alma
se serena” y el posterior Himno Nacional. O si a las diez de la noche
aparecerán en la pantalla de TVE los dibujos animados con la familia Telerín,
es decir, a Cleo, Teté, Maripí, Pelusín,
Coletitas y Cuquín, creados en 1964 por los
hermanos Moro. Rajoy recordaba en la
ONU que “hemos perdido demasiados años” en el tema de la
descolonización de Gibraltar y en la libre determinación del pueblo saharaui de
acuerdo con los principios de la
Carta de las Naciones Unidas. Lo primero que se lo pregunte
a Felipe V; y, lo segundo, a José Solís.
Se le olvidó comentar algo sobre la revisión de los husos horarios en España,
quizás por estar a la espera de que el planeta Tierra pueda cambiar el
movimiento de rotación sobre su eje en los próximos días, como cuentan que le
ha asegurado a Rajoy su primo, no el condenado por secuestro sino el otro, el
catedrático de Física Teórica en la Universidad de Sevilla, el que en 2007 le enmendó
la plana a Al Gore sobre el cambio climático.
miércoles, 25 de septiembre de 2013
Entre pillos anda el juego
La respuesta de la ministra Mato
al diputado José Martínez Olmos el pasado viernes en el Congreso sobre el
asunto de los casinos se me antoja poco coherente con su función al frente de
Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Respondió Mato que “sería una perfecta
insensatez rechazar proyectos como Eurovegas”. El Gobierno, de ninguna de las
maneras puede primar los intereses económicos por encima de la protección de la
salud cambiando la ley antitabaco a petición de los promotores de ese proyecto.
Por otro lado, los responsables de la Comunidad de Madrid están presionando al Gobierno de Rajoy para que
modifique la Ley 42/2010, de 30 de diciembre, que había modificado otra, la Ley 28/2005 de 26 de
diciembre, sobre venta, suministro, consumo y publicidad de los productos del
tabaco. La nueva ley entró en vigor el 2 de enero de 2011. A mi entender tiene
razón José Martínez Olmos al afirmar que “en el fondo es un enorme pulso de un promotor
al Gobierno, un pulso que pretende cambiar la legislación sobre el juego y la
legislación fiscal en beneficio propio, ya que el proyecto se basa en el juego,
en la prostitución y en el blanqueo de dinero negro”. También Ana Botella se
mostró a favor de modificar la ley antitabaco para zonas reservadas. Claro,
todavía no había leído su panfleto en Buenos Aires y suponía que a la tercera
iba la vencida. Pero el “cuento de la lechera” puede repetirse una y mil veces,
como sucedió con el Gobierno de Aragón y aquel macrocasino que se iba a
construir en medio de Los Monegros. Gran Scala (Las Vegas de Europa) iba a ser
el relevo de la Expo
y se iban a crear el triple de empleos que los disponibles en la planta Opel de
Figueruelas. Pero, para llevar a cabo el proyecto, resultaba imprescindible
cambiar la Ley
del Juego. En la presentación del 12 de diciembre de 2007, ante el Gobierno
autonómico en pleno, los ejecutivos de Internacional Leisure Development (ILD)
anunciaron la construcción de 32 casinos y 18 parques temáticos en un gran
espacio lúdico-cultural, en el que se
iban a invertir 7.255 millones de euros y crear 26.000 empleos. El entonces
vicepresidente de la DGA,
Biel, comparó el proyecto con un maná caído del cielo. Ese señor del PAR, hoy
presidente de las Cortes de Aragón, es el mismo tipo que antes de “soñar
despierto” había puesto como modelo de bienhacer político el trabajo de la
alcaldesa Pinilla en La
Muela. Y Pinilla terminó en la cárcel. El Ayuntamiento de
Ontiñena (Huesca) ofreció los terrenos, pero la crisis económica difuminó la
alegría inicial. Los parques temáticos fueron reducidos a 8, los casinos a 10 y
los empleos a 15.000. Al final, “rien de rien”, que diría un crupier. Y,
también, como sucedió en 2005 en Ciudad Real con el fallido Reino de Don
Quijote, donde operaría el gigante Harrah’s. Pero el principal inversor, Gedeco
Avantis, entró en concurso de acreedores en 2011 y Caja Castilla-La Mancha,
presidida por el socialista Juan Pedro Hernández Moltó, aquel de “¡míreme a la
cara señor Rubio, míreme a la cara!” cuando Mariano Rubio declaraba el 15 de
abril de 1994 en la Comisión
de Economía del Congreso por el caso Ibercorp, terminó siendo intervenida por
su mala gestión. Hernández Moltó se convirtió, casi quince años más tarde, en
el primer cadáver de la crisis financiera en España. ¿Fue la venganza póstuma
de Rubio? Puede. Como en la canción de Makinavaja, ladrón de esquinas:
“Sorpresas te da la vida, ¡ay Dios!”. Ahora, la concesión de los Juegos
Olímpicos de 2020 a
Japón ha abierto la caja de los truenos en Alcorcón, en la Alcaldía de Madrid y en la Comunidad Autónoma
sobre el futuro incierto de Eurovegas. Algunos buitres carroñeros de la
construcción y de la política ya empiezan a ponerse el esparadrapo antes de que
se produzca la herida y a llorar por la leche derramada. Del “qué hay de lo
mío” de los amos del ladrillo se está pasando al cante de “soníos negros”, como
hacía Manuel Torre. Adelson no es de fiar y determinados tahúres de la antigua
Real Casa de Correos, menos. Visto lo visto, entre pillos anda el juego.
martes, 24 de septiembre de 2013
Educandos de fiambrera
A nadie se le escapa que, por
causa de la crisis económica, en España aumenta el consumo de pan (por cierto,
de una masa incomible) en detrimento del consumo de carne y de pescado. Cambian
los hábitos alimentarios, disminuyen los restaurantes y aumentan las bocaterías
(palabra no registrada en el DRAE) y los “fast foods”, que son
esos lugares en los que te sientas donde puedes con una hamburguesa y una
“coca-cola” sobre una bandeja y casi siempre cerca de un maleducado que
eructa, se estira perezosamente y jamás se quita de la cabeza una gorra con la
visera en la nuca. No cabe duda de que se ha acrecentado el consumo de latas de
sardinas, casquería, alas de pollo, patatas, pastas y aceite de semillas, y se
han reducido considerablemente las ventas de aceite de oliva, ternera, pescado
y fruta. La deficiente alimentación actual ya queda muy distante de aquel
“milagro” contenido en la dieta mediterránea y que tantos beneficios produjo en
nuestra salud. Seguir falsos mitos alimenticios, abusar de la bollería
industrial y de un excesivo consumo de refrescos endulzados y la carencia de
variedad en los productos en la mesa, harán posible que España sea un país de
obesos e hipertensos a corto plazo. Digo más, a este paso pronto dejarán de
tener utilidad los cubiertos y el mantel. Volveremos al uso exclusivo de los
dedos, como en la Edad
Media. Tristemente, a día de hoy, muchos niños sólo hacen una
comida de fuste al día: la que reciben en los comedores escolares, eso sí,
aquellos que pueden costearla a lo largo del curso académico. Otros niños, como
consecuencia de los recortes en servicios públicos y la falta de recursos para
vivir con un mínimo de dignidad, se han tenido que dar de baja en esos refectorios
y limitarse a llevar al colegio, además de los libros, un “tupper” con la
comida de casa sin que en demasiados casos, por desgracia, se tenga mucho en
cuenta el equilibrio nutricional. En España, si hacemos caso a los datos que
ofrece Cáritas, hay en la actualidad entre 3 y 4 millones de ciudadanos que
pasan hambre y un importante número de ellos se alimenta con productos que
extraen de los contenedores de basura de los supermercados. “Aquí –como dijo
Mafo, después de haber cesado como gobernador del Banco de España- se han hecho
muy mal las cosas". Cierto. En gran medida por su negligencia manifiesta. Pero
lo peor de todo es que nadie se ha hecho responsable de ello. Como decía David
Jiménez en su blog, “hemos creado una cultura en la que los mediocres son los
alumnos más populares en el colegio, los primeros en ser ascendidos en la
oficina, los
que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los
únicos que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan. Porque son de
los nuestros. Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos
terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas”. Pues nada, es lo
que hay. De aquellos polvos (es decir, descuidos, errores y desórdenes previos)
vienen estos lodos.
lunes, 23 de septiembre de 2013
Marejada en un vaso de agua
A nadie se le debe juzgar por sus ideas, sea
civil o militar. Leo hoy en la prensa que “Defensa promueve a un juez militar ultra que cuestiona la Constitución”.
Militares ultras en España ha habido más que piojos en costura. Miguel Ayuso
Torres es discípulo de Eugenio Vegas Latapié, un intelectual monárquico que el
14 de abril de 1931 formó parte del
reducidísimo grupo de personas que en Galapagar rindió homenaje a Victoria
Eugenia de Battenberg al abandonar España; que a los 18 años terminó la carrera
de Derecho, que un año más tarde ganó oposición al Cuerpo Jurídica Militar y
tres años después, al Cuerpo de Letrados del Consejo de Estado; que fue
perseguido por sus ideas y arrestado en el castillo de Badajoz; que fundó la
revista ultracatólica “Acción Española”, que bajo la dirección del marqués de
Quintanar sirvió como órgano de oposición a la República; que se
incorporó a la secretaría de Juan de Borbón, primero en Lausana y después en
Estoril; y, que fue preceptor de su hijo don Juan Carlos. Sobre el discípulo de
Vegas, Miguel Ayuso, se sabe que, además de militar de graduación, es
catedrático de Ciencia Política y Derecho Constitucional en la Universidad de
Comillas. Y, además de ello, uno de los representantes más destacados del
pensamiento ultraconservador español, culto y brillante, que ha escrito una
veintena de libros, ha impartido conferencias en muchos países y es doctor
“honoris causa por la
Universidad de Udine. La diferencia entre Vegas Latapié y
Ayuso Torres es que el primero de ellos fue monárquico “juanista” convencido; y
el segundo, está alineado en la Comunión Tradicionalista
y fue jefe entre 2004 y 2010 de la secretaría de Sixto de Borbón, heredero
carlista al Trono de España. Pero no creo conveniente ni necesario remontarme a
los acontecimientos de Montejurra, donde la Hermandad de
Excombatientes, Unión Nacional Española y Fuerza Nueva, junto a un grupo de
nostálgicos carlistas alineados con Sixto de Borbón-Parma, terminaron con la
vida de dos asistentes al acto en la primavera de 1976. Mantiene “El País” que
“las ideas de Miguel Ayuso Torres, aunque minoritarias, entrarían dentro de la
libertad de cátedra si fuese solo un profesor o un jurista, pero Ayuso es
también un teniente coronel en activo de las Fuerzas Armadas españolas y su
primera obligación es defender la Constitución que menosprecia”. A mi entender, ni la Constitución
Española es dogma de
fe ni nadie merece la hoguera, como en tiempos de Torquemada, por defender sus
ideas, ya sea civil o militar. Tampoco
se le puede “culpar” a Ayuso por lo que expresó García Trevijano en un programa
televisivo el pasado 20 de enero, ni se debe hacer un silogismo aristotélico en
base a que “Ayuso tampoco reconoce al Rey, ya que se alinea con la Comunión Tradicionalista”.
Entiendo que se trata de un silogismo falaz y carente de rigor. Es como decir
que, si don Juan Carlos de Borbón juró los Principios Fundamentales del
Movimiento en vida de Franco, no puede ser demócrata. Nada más falso.
domingo, 22 de septiembre de 2013
Zarzuela de corbatas
Tiene razón Antonio Burgos hoy en
ABC, cuando hace referencia al sincorbatismo. De aquel “los rojos no usaban
sombrero” hemos pasado “a Zarzuela no se va sin corbata”, referido a los
periodistas que acudieron a la rueda de prensa de Rafael Spottorno que debía
informar sobre la salud del Rey. Spottorno, con aquel tapiz detrás, parecía la
estampa de un mayordomo de película de Hitchcock sobre fondo de una cortina de
cretona. Todavía hay quien entiende que a determinadas reuniones, aunque
ejerzas de don Tancredo, se debe ir de corbata, de la misma manera que a la
playa se debe llevar el albornoz, a ser posible de color granate como hacía el
marqués de Casa Riera en la playa de Zarauz. Un albornoz que debió ser la
herencia a su hija Mercedes, “la mayor, más paciente cariñosa y atenta de los
14 hermanos”, si hacemos caso a María Eugenia Yagüe (“Crónica”, suplemento
dominical de “El Mundo”, 15/6/08). Escribía Yagüe, digo, que Mercedes de Mora y
Narváez visitaba a su padre cada mañana y le llevaba fresas de Aranjuez y un
chocolate negro especial, el favorito de la familia. De nada sirvió tanto
cariño y sincera devoción. Don Gonzalo, hermano de la reina Fabiola de Bélgica,
murió en octubre de 2005, a
los 87 años, y cuando se hizo público su testamento, de la cuantiosa herencia
familiar a Mercedes sólo le quedó la legítima”. Bueno, la legítima, el albornoz
de la playa de Zarauz y alguna concha de
berberecho en sus bolsillos. Pero a lo que iba. En la nota de prensa posterior
de ABC se decía –y así lo cuenta Burgos- que a la rueda de prensa “habían
asistido 110 periodistas de 70 medios. Algunos periodistas y cámaras tuvieron
que aguardar a la puerta a que les enviaran corbatas y chaquetas para poder
acceder a Zarzuela. Algunas prendas llegaron por mensajero”. No se dice nada
sobre si hubo que llevarles pantalones grises, que casan bien con todas las
chaquetas, calcetines negros y crema
“canfor” para dar lustre a los zapatos. Queda bien eso de guardar las formas,
que ya ni en los “telediarios” se cumple a rajatabla. A Zarzuela, de soltera
La, no se puede ir vestido de mercadillo, con barba de varios días, vaqueros
raídos y zapatillas blancas de “adidas” con la parte de atrás vuelta, como si
fuera el cuello de una gabardina solo que tapando el talón. Esas prendas hay
que dejarlas para otra ocasión, como sucede con la chamarrilla de cuero que
Letizia usa cada vez que sale de
concierto con sus amigas. Hasta Marcelino Camacho se quitaba el cuello vuelto
del jersey y se ponía corbata anudada cuando era recibido por el Rey. El
problema de hoy es que las nuevas generaciones, pese a ser las mejor
preparadas, no saben hacerse el nudo de la corbata ni encuentran el libro de
instrucciones para lograr el nudo simple, o el doble, o el Windsor, o el medio
Windsor, o el pequeño, o el de mariposa, o el ascot, o el shelby, o el four in
hand, o el grammichele, o el cape knot, o el trinity, o el truelove, o el pratt, o el eldredge, etc. Hay
más variaciones de nudos corbateros que posturas en el Kamasutra. Habrá que
empezar a vender en las tiendas de moda las corbatas ya anudadas y con una
discreta gomita, como aquella que nos prestaban en la mili a las que, sin que
nunca supiese la razón, obligaban meter su punta entre el cuarto y quinto
botón de la camisa, conforme al reglamento.
Si no se le ocurre algo a Isidoro Álvarez, pronto venderán corbatines anudados en las
tiendas de los chinos, que lo mismo te fríen una corbata que te planchan un
huevo frito.
viernes, 20 de septiembre de 2013
Cantantes callejeros diplomados
Pues nada, el que quiera cantar
en las aceras de las calles del distrito Centro madrileño, sacar la cabra para
subirse a una escalera al son de una trompeta cíngara o puntear la guitarra en
los interiores del metro deberán antes pasar una prueba de idoneidad para poder
ejercer. A ese acuerdo llegaron hace ya un año la Alcaldía y la Comunidad Autónoma.
Aquí ya no vale eso de acercarse a una terraza con un acordeón y luego pasar la
gorra. Ni que sea rumano ni que venga desde Betanzos con su gaita gallega a
cuestas. El concejal que preside ese distrito, David Erguido, que con su
aspecto de seminarista rebotado ya ha anunciado que la puesta en vigor de la
normativa será inminente. Este erguido personajillo de la cosa pública pretende
regular el “ruido” en el Casco Histórico, después de haber sido declarado el
Casco Viejo como Zona de Protección Acústica Especial. En resumen: los que
quieran cantar o tocar sus instrumentos (con perdón) en la vía pública deberán
examinarse y marcar un horario de actuaciones, a fin de proteger ese
“escaparate turístico” de la capital de la Villa y Corte que rige Ana Botella, no por haber
sido la más votada para ser alcaldesa sino por la espantada de Ruiz-Gallardón,
que se está conviertiendo en el renovador del Código Penal a mayor gloria del
Opus Dei y de la Conferencia
Episcopal. El concejal Erguido ya ha manifestado que se realizará una audición y se pedirá la
presentación de un currículo para conocer qué tipo de espectáculo desarrolla el
aspirante a la flamante autorización. También dijo que el jurado calificador estará formado por
técnicos de la Dirección General
de Museos y Música del Ayuntamiento, que son como el consejo de sabios del
merengue y el cha cha chá. Lo que no cuenta el edil es cuánto habrá que pagar en
concepto de tasas municipales el diplomado músico callejero. A mi entender, a
la que habría que pedir el título de idoneidad para ser alcaldesa es a la
pijoflauta Ana Botella, una vez conocido
el ridículo tan espantoso que hizo en Buenos Aires con su inglés macarrónico y
la lectura de un discurso hecho en su integridad por Terrence Burns, sobre el
que se cuenta que cobró casi dos millones de euros con cargo al maestro armero.
Días pasados ya comenté que el discurso de Terrence Burns en boca de Botella
fue como el corte de la mayonesa en un examen culinario. Ahora mantengo que
pretender examinar a aquellos que necesitan unas monedas para comprar una barra
de pan con algo dentro es, como diría Cela, como meneársela con goma higiénica.
Me hubiese gustado saber qué hubiera pensado el Viejo Profesor sobre el absurdo
proceder de esta advenediza.
jueves, 19 de septiembre de 2013
El Toro de la Vega
Mariló Montero se refirió ayer en
TVE a la, según ella, “maravillosa fiesta tradicional” que representa el Torneo
del Toro de la Vega,
en Tordesillas, de origen medieval. La fiesta, por llamarla de alguna manera,
consiste en perseguir a un toro por cientos de lanceros (en 2011 más de
quinientos) montados a lomos de caballos hasta darle muerte, después de que el
astado hubiera sido soltado por las calles del pueblo y conducido por corredores y aficionados a la tragedia hasta
campo abierto. Es una fiesta que se celebra el segundo martes de septiembre en
honor de la Virgen
de la Peña. En
1966 se suspendió el rejoneo hasta dar muerte al toro en campo abierto, pero en
1970, tal vez por influencias de Gregorio Marañón Moya siendo éste Director del
Instituto de Cultura Hispánica y su influencia sobre Antolín de Santiago
Juárez, entonces subdirector general de Cultura Popular y Espectáculos, aprovechando
un encuentro entre ambos en las Semanas Internacionales del Toro de Lidia en
Salamanca, volviéndose a autorizar el macabro y bochornoso espectáculo. De nada
sirvió que Jorge Javier Vázquez le reprochase a Montero que “desde la
televisión pública no se puede defender un espectáculo de esas características.
Pero lo cierto es que el toro “Vulcano” murió de la forma más vil y
despreciable. Parece mentira que la televisión pública, que se la coge con
papel de fumar y prohíbe, por ejemplo, emitir veladas de boxeo, no considere el
Torneo del Toro de la Vega
como algo miserable que insulta a la inteligencia. Algo tan disparatado como
aquella otra “maravillosa fiesta tradicional” consistente en la costumbre de
los quintos de lanzar al vacío desde el
campanario de la torre de su iglesia románica a una cabra viva en Manganeses de
la Polvorosa,
en la provincia de Zamora. Los
defensores de aquel dantesco espectáculo afirmaban que la cabra caía sobre una lona
sujetada por decenas de personas y que no sufría daño. La polémica que despertó
el tema en los medios de comunicación (donde rara vez se enseñaba dicha lona y
en multitud de ocasiones se hizo creer a los lerdos que la cabra aterrizaba en
el suelo) fue causa de que el alcalde prohibiera la fiesta en 2002. La
tradición del Toro de la Vega
es, en efecto, originaria de la
Edad Media, cuando era costumbre que los nobles celebraran las bodas
invitaban a la gente de más alta cuna a realizar torneos de justas y a despeñar
a animales (generalmente vacuno) por los cantiles en las lindes de los ríos. En
la actualidad, el toro es soltado cerca de la plaza mayor y corre escoltado por la multitud, bajando
por la Calle
del Empedrado hasta el puente sobre el Duero. Pasado el puente, alcanza la zona
del Cristo de las Batallas donde centenares de corredores tratan de citarlo y
recortarlo. Allí le esperan los caballistas
para proseguir con el recorrido hasta el Campo del Honor, zona donde
comienza el torneo y el toro es alanceado hasta su muerte. Pero lo más triste,
si cabe, es que el Torneo del Toro de la Vega fue declarado Fiesta de interés turístico de
España por Resolución de la
Secretaría de Estado de Turismo de 18 de enero de 1980 (BOE
de 16 de febrero). ¿Alguien entiende tal sinrazón? Tampoco entiendo la razón
por la que a María Dolores Montero Abárzuza, Mariló para sus íntimos, le siguen
renovando contrato en el programa “La
Mañana de la 1”
de una televisión estatal que pagamos todos los ciudadanos a través de nuestros
impuestos.
Navíos reales
La imagen que nos ofrece el
Diario de Cádiz de la Reina,
con motivo de la entrega de la
Bandera de Combate al navío “Juan Carlos I” en el muelle
gaditano, es una imagen de soledad por mucho que la Reina estuviese arropada por
el ministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor de la Armada. Es tradición en la Armada asignar con el
nombre del monarca reinante uno de sus barcos de guerra, tradición que se
cumple aunque no siempre, desde la llegada a España del primer Borbón, Felipe
V, en 1700. “De entonces a ahora, como
bien nos recuerda hoy Diario de Cádiz, le han precedido los navíos Real Felipe,
construido en los astilleros de Guarnizo (Santander) en 1732, el Real Carlos,
en los astilleros de La
Habana en 1787; el Fernando VII, botado en Ferrol en 1791
[aquí hay un error], el Isabel II, en La Carraca en 1892, el
crucero Alfonso XII, realizado en los astilleros de Ferrol en 1892, el
acorazado Alfonso XIII en 1913 y ahora el buque de proyección estratégica
LHD Juan Carlos I”. Y quiero aprovechar la información de Diario de Cádiz para
recordar que el “Real Príncipe” fue el primer navío español con tres puentes, desplazaba 1965 toneladas y poseía 114
cañones. Tras duras batallas fue desguazado en Cartagena en 1750. El navío
“Real Carlos”, en honor de Carlos IV, fue botado el 4 de noviembre de 1787. El
8 de abril de 1799 zarpó de Ferrol una escuadra compuesta por el "Real Carlos", "Argonauta", "Monarca", "San Agustín", "Castilla", además de dos fragatas y
un bergantín. Llevaba 2.000 soldados de
tropa de desembarco al mando del general Ricardo O'Farril. El objetivo de esta
escuadra era reunirse con otra francesa y desembarcar en Irlanda para promover
una rebelión de los irlandeses contra los ingleses. El 2 de julio, los británicos realizaron un
ataque a los buques españoles con una escuadra al mando del contralmirante
Berkeley. En 1800 participó en la batalla de Brión En 1801, y en aguas del Estrecho,
participó en el rescate de la escuadra francesa que previamente había combatido
contra los británicos en Algeciras. El “Real Carlos” navegaba con otros buques
españoles en dos líneas paralelas cuando, de noche, el navío británico “Superb”
de 74, que navegaba sin luces, disparó al “Real Carlos”, alcanzando varios
tiros al “Hermenegildo” que navegaba a babor del “Real Carlos”, ocasionando por
confusión el cañoneo de ambos buques hasta que explosionaron al comunicarse las
llamas, muriendo la mayoría de las dos tripulaciones, casi 1.700 hombres. La
adquisición del navío “Fernando VII” fue todo un fiasco. Ya he dicho líneas más
arriba que aquí había un error de ese periódico. Me consta que fue botado en 1813
con el nombre de “Lybek” y más tarde comprado de segunda mano y en muy mal
estado por España en 1817. Al zarpar rumbo a nuestro país, llegó a Cádiz el 27
de febrero de aquel año y fue rebautizado como “Numancia”. Más tarde pasó al
astillero de La Carraca,
siendo desguazado en 1823 sin haber
navegado ni un solo día. El “Isabel II”, mejor dicho, el “Reina doña Isabel II”
fue uno de los últimos navíos de vela. Disponía de 86 cañones y era similar a
otro, el “Rey don Francisco de Asís”, de 84. Ambos se realizaron con los planos
de otro, el “Soberano”. El coste de cada uno de ellos fue de 4.975.000 reales
de vellón. El primero de ellos entró en servicio en 1852; y el segundo, al año
siguiente. El primero de ellos bombardeó la costa de África en 1860. Ese mismo
año se pondría la quilla de un nuevo navío de vela de 100 cañones, que debía
llamarse “Príncipe Alfonso”, paralizándose la obra al advertirse que se trataba
de un proyecto totalmente obsoleto, para convertirlo en la fragata blindada y
de hélice que posteriormente se llamaría “Sagunto”. En 1870 ya estaban dados de
baja ambos navíos. El “Alfonso XII” fue hundido en Mariel tras ser perseguido
por la escuadra estadounidense el 5 de julio de 1898. Y, finalmente, el
acorazado “Alfonso XIII”, más tarde llamado “España”, tuvo un final
rocambolesco al chocar contra una mina “sembrada” por el minador “Júpiter” y hundirse en la bahía de Santander poco
después de las 7 de la mañana del 30 de abril de 1937.
miércoles, 18 de septiembre de 2013
Gustavo Alcalde
Las organizaciones políticas CHA
e IU, los sindicatos CGT y OSTA y la asociación 15M, todos juntos en unión,
entregarán el próximo viernes un escrito al delegado del Gobierno en Aragón,
Gustavo Alcalde, pidiéndole su dimisión por haber permitido actos fascistas en
Zaragoza. Según el diario Heraldo de Aragón, los hechos son los siguientes: en
el pasado mes de enero, el Movimiento Social Republicano realizó una campaña en
diversos barrios zaragozanos en la que se colgaban carteles xenófobos; en
febrero, tuvo lugar la III
edición de las Jornadas Antiglobalización en la que participaron dirigentes de
ultra derecha nacionales e internacionales y, por si ello fuera poco, uno de
los representantes se reunió ese mes con el líder del partido neonazi griego
Amanecer Dorado, Nikolaos Machaloliakos; en marzo, se autorizó un mitin de
Falange Española de las JONS en un centro cívico del barrio de Delicias, donde
un energúmeno golpeó a un inmigrante al grito de "y tú qué miras,
negro de mierda";
en mayo, Falange Española fue autorizada a concentrarse en la Plaza del Pilar contra el
aborto; en junio aparecieron pintadas
con esvásticas y lemas como "seig heil" en el barrio de San José
durante la manifestación del orgullo gay; y, finalmente, el pasado 21 de ese
mes se permitió por parte de la Delegación del Gobierno
otra manifestación
en la que se exhibieron banderas con simbología neonazi. Veamos: sabido es que
en España existen grupos involucionistas y que algunos de esos grupos, por
ejemplo Falange Española, protagonizaron trágicos episodios durante la pasada
Guerra Civil. Y conocido es, también, que a partir de los 80, los llamados
“skins neonazis” encontraron en el fútbol un
ámbito donde proyectar su violencia. Pero hubo otros ámbitos de
actuación de esos grupos minoritarios en las últimas décadas. Así, por ejemplo,
el 13 de noviembre de 1992, un grupo de skins neonazis se trasladó desde Madrid
hasta Aravaca para atacar a ciudadanos de color; asesinando a Lucrecia Pérez
Matos; al día siguiente, otro grupo mató a golpes en Majadahonda al marroquí Hassan
el Yahaqui; el 5 de octubre de 1991, otro grupo de skins neonazis asesinó en
Barcelona a Juan José Rescalvo e hirió de gravedad a cuatro mendigos y un
transexual, etcétera. Pero, al margen de esos sonrojantes hechos dolosos, en
España existe libertad de expresión, de manifestación y de reunión pacífica y
sin armas tal y como está contemplada en los artículos 20, 21 y 22 de la Constitución
Española y, por consiguiente, no necesitan autorización ni
comunicación previa a la autoridad. Pero del mantenimiento del orden público de
esas reuniones y/o manifestaciones serán responsabilidad de sus organizadores.
Sólo se dará cuenta a la autoridad en el caso de que tales manifestaciones, o
reuniones, se celebrasen en lugares de tránsito público y, debido a esa
circunstancia, se impidiese el normal desenvolvimiento ciudadano. Gustavo
Alcalde, por tanto, se limitó en todos los casos descritos por la prensa
aragonesa a respetar la
Constitución, tanto en enero, como en febrero, en marzo… y en
el resto de los meses del año, como era su deber. Estaría bueno que se
prohibiese un partido de fútbol porque un energúmeno vociferara contra el
árbitro. Las organizaciones políticas, los sindicatos y esa asociación concreta,
que se “escandalizan” viendo ondear en determinados actos banderas de Falange,
deberían caer en la cuenta de que ellos, a la menor ocasión que se les brinda,
ondean la bandera tricolor. Y no pasa nada. Gustavo Alcalde Sánchez,
bilbilitano de nación, médico de profesión y político por devoción, que tomó el
testigo del doctor en Derecho Javier Fernández López, es una persona que merece
todos mis respetos y que ejerce el mandato encomendado por el Gobierno de
España de forma ejemplar. Nada más que añadir.
martes, 17 de septiembre de 2013
Hatajo de mangantes
Hoy, martes, la reina Sofía
entrega en Cádiz la bandera de combate al buque de proyección estratégica "Juan Carlos I", una vez que Cataluña se
negase a que en Barcelona tuviese lugar esa ceremonia. Y mañana, miércoles, llegará
a Madrid Guillermo, el nuevo rey de los Países Bajos, acompañado de Máxima, su
consorte. Será una visita oficial de sólo unas horas. Qué quieren que les diga.
Tanto la entrega de la bandera de combate hoy, como la llegada de los reyes
holandeses mañana, son cuestiones que sólo interesan a las revistas de papel
couché que se hojean en las peluquerías y donde doy por hecho que se destacará
la deslumbrante belleza de las reales consortes del nuevo rey y del príncipe de
Asturias. Dice Peñafiel que “mientras Letizia es fría, distante, de agresiva
mirada y mandona; Máxima es la máxima expresión de la naturalidad, de
espontánea y fácil sonrisa, hedonista, vital, mira con ojos vivos, inmensamente
inteligente y divertida”. Como diría José Plá, ¿y todo eso, quién lo paga? Supongo
que los mismos que pagamos los langostinos de Sanlúcar de Barrameda que Borbolla y su comparsa se
metieron entre pecho y espalda en París, durante los 80, siendo éste presidente
de la Junta de
Andalucía, a bordo de un “bateau-mouche” por el Sena; los mismos que corrimos
con los gastos de aquel concejal de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, que presuntamente
pagó una mariscada el 22 de abril de 2008, durante la European Seafood
Exposition de Bruselas, el mismo día que la comitiva de Mercasevilla llegaba a la
capital de Bélgica. Se sabe que él y otros seis (cinco miembros de la cúpula
directiva de Mercasevilla y dos mayoristas de pescados) se acercaron hasta el
restaurante “La Bergerie
-Mare Nostrum”, situado a 7’4 kilómetros de distancia. Según afirmaba Libertad
Digital (21 abril, 2013), “tras la gran comilona, ni siquiera fueron a visitar
la feria, motivo del gasto de dinero público de viajar a Bruselas tan amplia
comitiva. Se subieron al furgón alquilado y se fueron a Brujas, donde
habían reservado las habitaciones, concretamente en el hotel NH. El resto del
viaje consistió en acudir dos horas al recinto ferial el miércoles 23 de abril
al mediodía, vuelta a Brujas para pasear por uno de sus canales en barca y
desplazamiento a Gante para conocer la ciudad y cenar en el restaurante
“Brasserie Pakhuis”, especializado en ostras, otro ágape que costó 539,50
euros. En esa ocasión pagó el mayorista José María Morillo”. Por cierto, la
factura de “Bergerie- Mare Nostrum” misteriosamente desapareció. Y ahora nos
enteramos de que UGT pagó una mariscada de 2.047 euros en 2009 durante una
comida navideña de 20 dirigentes de ese sindicato (a 100 euros por cubierto)
con cargo a una ayuda anual que le concedió la antigua Consejería de Empleo para “sufragar costes de los representantes
del sindicato en procesos de
negociación colectiva”; y así todo. Pero eso no importa. Aquí lo que interesa
al Gobierno es el factor corrector de las pensiones, a las que se les ha puesto
suelo, como a las hipotecas de los bancos, en función de la esperanza de vida.
Ya no se tendrá en cuenta el IPC. Hay que cuidar el factor de sostenibilidad,
según la ministra Báñez, que aún no es consciente de que muchas familias
“sobreviven” con la ayuda que prestan los abuelos a sus descendientes con
prestaciones agotadas y sin visos de poder encontrar trabajo, mediante la
entrega desinteresada de su exigua pensión. El hartazgo de langostinos de unos
miserables, llámense miembros de la
Patronal, políticos o sindicalistas, no es más que una gota
de agua en este océano de despropósitos. Arruinar al pueblo a costa de un
Estado parece algo “normal” en un país manejado por una oligarquía de partidos
que, según se desprende, no tiene otra aspiración política que la de cambiar la
sangre azul que representa la Monarquía Parlamentaria
por el ácido úrico de no sabemos qué otra forma de Estado que destila un hatajo
de mangantes.
domingo, 15 de septiembre de 2013
Autopista de facilidades
Ya sabemos que en España el
trabajo es un bien escaso, pero existen anuncios de ofertas de lo más
pintorescas. Así, en Murcia, apareció días pasados una oferta de trabajo en un
portal de empleo (“Infojobs”) que pone
en evidencia cómo comienzan a asomar los primeros brotes verdes en los sobacos
y en las ingles de la ministra Fátima
Báñez de la Blanca Paloma
y de los Grandes Expresos Europeos. Pero a lo que iba, moreno. Reza el anuncio:
“Se busca repartidor de bollería en Murcia. Requisitos: licenciado en
Empresariales, dispuesto a comenzar la jornada laboral a las 4 de la mañana de
lunes a sábado, con carné de conducir y una antigüedad superior a dos años.
Sueldo: entre 12.000 y 15.000 euros brutos anuales”. Pues nada, según leo, para
esa oferta se han presentado más de 600 candidatos. Soy consciente de que
estamos pasando por la peor crisis económica desde la Guerra Civil, como bien
señala Iñigo de Barrón hoy en El País,
donde sigue informando de que “Este tsunami se traduce en seis millones de
parados, recortes brutales en la inversión pública en sanidad, educación y
servicios sociales; una caída del crédito bruto en 350.000 millones, (nunca en
toda la serie histórica del Banco de España, que arranca en 1995, se había
registrado un ritmo de caída igual); una deuda pública del 92,4% del PIB, la
desaparición de millones de empresas y la transformación radical del sistema
financiero. La banca (sobre todo el sector de cajas) ha recibido ayudas de
capital de 61.366 millones, que ascienden a 167.460 millones si se incluyen los
apoyos en avales, liquidez, el banco malo y la protección ante morosos”. Ante
este panorama desolador, en el que la
CEOE propone un día sí y otro también seguir dando vueltas a
la misma tuerca contra los pocos trabajadores
que van quedando, su presidente, Juan Rosell, con un cinismo impresionante, se permitió
cuestionar los datos de la EPA,
o sea, que durante 2012 no hubo una caída del 1’4% y una destrucción de 850.000
puestos de trabajo. Y Arturo Fernández, su mano derecha, llegó a decir en la Cadena Ser en noviembre de
2011: “No es verdad que queramos despedir. Lo que más nos gusta a los
empresarios es contratar, pero para ello se nos tiene que poner una autopista
de facilidades”. Pero la realidad es que dos años más tarde de esas indecentes
declaraciones; es decir, en febrero de 2013, Arturo Fernández, presidente de la
patronal madrileña y propietario del grupo hostelero Arturo Campoblanco, se
sabe que tenía unas deudas de nueve millones de euros con las arcas públicas.
De estos, más de cuatro millones de euros correspondían a deudas con la Seguridad Social
y Hacienda, y el resto a incumplimientos de contratos con entes públicos. El
grueso se lo llevaba Turespaña, que tenía una deuda acumulada de 3,1 millones
de euros. Adeudaba otro millón de euros a Ifema, la empresa que preside Álvarez
del Manzano y que tan rumboso aparecía días pasados por Buenos Aires junto a la
alcaldesa Botella, mientras ésta vendía humo olímpico, o café con leche, o sabe
Dios qué. Y este es el paisaje que podemos observar en España, donde la Patronal desea la
construcción de una “autopista de facilidades” en beneficio propio, y donde en
Murcia, a este paso, habrá que opositar a notarías para poder optar al puesto
de repartidor de cruasanes en un motocarro por carreteras secundarias.
sábado, 14 de septiembre de 2013
Terrence Burns, el especialista
Ya se conoce el autor del
discurso olímpico de Ana Botella. Se trata de Terrence Burns, lo escribió en
Londres, es norteamericano y dice ser especialista en discursos olímpicos. Pues
el bueno de Terrence se ha lucido. Para mí que ser especialista en discursos
olímpicos es como ser probador de escabeches, o probador de bidés. Ahora me
gustaría saber cuánto cobró el especialista por escribir aquello de “relaxing
cup of café con leche” que dijo Botella en Buenos Aires sin despeinarse una
ceja. Eso, en todo caso, debería haberlo dicho Alberto Ruiz-Gallardón, que,
además de tener las cejas muy pobladas, es el verdadero artífice del faraónico
gasto madrileño que ahora deberemos pagar todos, o sea, los madrileños y los
que somos de provincias, que algo de ese gasto olímpico habrá corrido por
cuenta de los Presupuestos Generales del Estado, en esa ensoñación más propia
de Luis II de Baviera que de unos españoles a los que nos clarea la raspa de
tanta sopa de conventos. Pero aquí, según parecer, nadie es responsable de
nada, nadie dimite de su cargo político ni nadie se avergüenza de hacer el
ridículo más espantoso. Lo del Hilton lo pagará el maestro armero, como los
“yintonis”, los vuelos, los cócteles y el resto de las gabelas, que fueron
abundantes. “Tengo miedo al avión / también tengo miedo al barco, / por eso
quiero saber lo que debo hacer / pa’cruzar el charco. / Será maravilloso /
viajar a Buenos Aires/ sin necesidad de tomar el barco o el avión / sólo
caminando en bicicleta o autostop…”. El especialista en discursos olímpicos, el
señor Burns, se olvidó tomar el “Fosglutén" o confundió esa toma con
otra de “Laxén Busto” y la cagó del todo. Esas cosas no hubieran pasado de
haber hecho el discurso Pedro Arriola, el marido de Celia Villalobos, que para
eso es sobrino de Juan Ramón Jiménez y en su día supo dar en el clavo cuando le
escribió a Aznar aquello de “¡Váyase señor González!”. Pero no, Ana Botella
prefirió encargar su discurso olímpico a un anglosajón y los resultados no
pudieron ser más catastróficos. Tampoco hubiera fracasado Botella de haber
encargado el discurso a García Margallo que, como dice lo que se le ocurre
aunque no sea de su competencia, igual hubiese producido risa en el comité
olímpico y hasta nos hubiese beneficiado. Nunca se sabe. Pero el discurso de
Terrence Burns en boca de Ana Botella ha sido como el corte de la mayonesa en
un examen culinario. Vamos, un desastre que sólo beneficiará a Esperanza
Aguirre, que permanece silente y expectante sobre una rama del madroño a la
espera de acontecimientos, es decir, a echarle a Botella un pulso por la Alcaldía.
viernes, 13 de septiembre de 2013
Viernes, 13
Hoy es viernes, 13, día de mala
suerte en las cultura anglosajona. El 13 de octubre de 1307 un grupo de
templarios fue llevado ante la
Inquisición por orden de Felipe IV de Francia sin que pusiera
impedimento alguno el papa Clemente V, que ya había decretado la bula
“Pastorales praeminen” donde se animaba a perseguir a los templarios en todos
los territorios católicos. Ese sería el principio del fin de la Orden del Temple. El último
gran maestre, Jacques de Molayos, emplazó antes de morir en la hoguera en 1314
tanto al Papa como al Rey francés ante el tribunal de Dios: “A ti, Clemente, dentro de cuarenta días, y a ti, Felipe,
dentro de este año”. El Papa murió a los treinta días en Roquemaure-sur-Rhone,
un 20 de abril; y el Rey capeto en Fontainebleau, antes
de cumplirse un año, es decir, el 29 de noviembre. Cinco años antes de aquel
“emplazamiento” de Jacques de Molayos, es decir, en 1309, el papa Clemente V
había trasladado la sede papal a Avignon, que aunque ahora es territorio
francés por aquel entonces pertenecía al Reino de Nápoles. Las siniestras
profecías de san Malaquías al hacer referencia a este papa lo define como “De fasciis Aquitanicis”. Y dicho eso,
pisemos en el suelo. El diario “El Mundo” cuenta que “mientras la juez Alaya
investiga si el PSOE de Sevilla usó facturas falsas para financiarse, Griñán se
hace senador sin el voto de Susana Díaz”. En este sentido, comenta Pilar Díez
en “Libertad Digital” que “ha estado rápido el pájaro. Ha saltado del
burladero del escaño del parlamento de Andalucía al del Senado sin pisar tierra
para que Alaya no le cazase entremedias”. En fin, así están las cosas. Ya
saben, viernes con sol no llega a domingo.
jueves, 12 de septiembre de 2013
Plaza Mayor
Hoy he pegado un brinco al leer
en ABC de Sevilla un titular. Era el titular de un artículo de Antonio Burgos,
mi maestro. Ahí es nada “Soy racista”. Luego, una vez que lo he leído, ya más
sosegado, he comprendido que Burgos tiene razón sobre los “untos en la manteca
colorá”. Pero esas cosas suceden en Sevilla, en Valencia y en Madrid, que es la
capital de España y que está regida por una alcaldesa que sabe decir en inglés
macarrónico “relaxing cup of café con leche in the Plaza Mayor”. Aquí todos
tenemos que relajarnos y mirar las cosas desde otra perspectiva. Lo de Buenos
Aires y los tropecientos invitados a saltar El Charco a gastos pagados con
cargo al maestro armero ya lo asentarán los Mas Altos y Severos Organismos en
sus libros de teneduría. La alcaldesa Botella debería darse una vuelta por la Plaza Mayor de Madrid todas las
mañanas para que viese “in situ” cómo
deambula por sus alrededores una legión de parados sin esperanza, manteros
llegados en patera y moritos de la morería: “Ay, mora, morita, mora, / morita
de Tetuán…/ La luna enamora al río, / al río, al río, / y las estrellas al
olivar”. Aquí se unta la manteca colorá en el café con leche con y sin IVA. Lo del
Madrid olímpico ha salido mal (ahora todos buscan al gafe), el gasto sideral
del exalcalde Ruiz-Gallardón ya está
hecho y, como recuerdo de lo que pudo haber sido y no fue, siempre quedará La Peineta, que es un campo
de fútbol que sugiere la peineta de carey que se pone en la cabeza De Cospedal
en Toledo el día del Corpus. La otra Peineta, o sea, el campo de fútbol,
también es de “carey” por la pasta gansa que ha costado a los ciudadanos
madrileños. Lo de dar con el gafe que aguachinó la fiesta de Buenos Aires no es
del todo difícil. Sólo habría que releer las listas de embarque de los aviones,
de los apuntes de “yintonis” en el Hilton, etc. Yo me inclino por Álvarez del Manzano, que fue
inspector técnico de Timbre del Estado y ahora preside la Junta Rectora del IFEMA, pero
no me hagan mucho caso. Lo del timbre es lo de menos. Lo importante es la
bicicleta, a la que le faltan radios, el piñón, el manillar, el sillín y hasta
una rueda. Pero no pasa nada. Como dijo Santiago Amón, “en España no cabe un
tonto más”. Pero no pasa nada, y si pasa, ¿qué pasa? “¡Rico parisién!”
lunes, 9 de septiembre de 2013
El nefasto Ruiz-Gallardón
En un editorial de El País de hoy
se comenta que tal y como entiende el
Consejo de Estado (órgano consultivo), “la reforma de la ley del aborto y su
propuesta de suprimir la indicación por malformación congénita del feto, tiende
más bien a contentar a sectores extremistas del PP que a la sociedad en su
conjunto. La prisión permanente revisable refleja un autoritarismo penal que
puede llegar a confundir la justicia con la venganza”. Ruiz-Gallardón, el peor
ministro de Justicia de los últimos tiempos, se equivocó con la nueva
aplicación de las tasas judiciales, que favorecen a los más pudientes y
perjudican al resto de ciudadanos. Y ahora se equivocará llevando a unas
Cámaras con mayoría absoluta de su partido y donde existe una vergonzosa
disciplina de voto (digo vergonzosa porque los diputados se deben a los
votantes que confiaron en ellos y no a los partidos-pesebre que los colocaron
en las listas electorales) su propuesta de modificación de la Ley del Aborto, así como la
prisión permanente revisable para determinados supuestos de delitos A
Ruiz-Gallardón le sale la vena fascistoide y, al igual que utiliza un baremo la Iglesia Católica para señalar
qué pecados son veniales o mortales, este ministro, digo, pretende separar a
los ciudadanos entre conversos e inicuos en función de los criterios de no
sabemos quién. Unos, los conversos, a los que se les pueden revisar los casos y
acortar las penas en su día impuestas por los Tribunales de Justicia; y otros,
los inicuos, sin redención posible. Sigue contando El País, a mi entender con
acertado criterio, que “un gobernante prudente y sensato no debería echar en
saco roto los dictámenes preceptivos aunque no vinculantes de los órganos
consultivos del Estado y pensárselo dos veces antes de poner en marcha una
medida sobre la que aquellos hayan constatado su falta de justificación e
incluso su posible inconstitucionalidad”. Lo peor que sucede en la actual
Derecha española es que engloba a todo un amplio espectro, que va desde los más
moderados, donde personalmente incluiría a Mariano Rajoy, hasta aquellos
militantes que siguen instalados en la nostalgia del franquismo, al estilo del dos
veces exministro de Franco y falangista José Utrera Molina, suegro del actual
ministro de Justicia, que se permitió escribir en su biografía “Sin cambiar de
Bandera” (Ed. Planeta): “Franco nunca fue totalitario, yo soy testigo”; o del
alcalde de Beade, Senén Pousa, en Orense; o del alcalde de Moraleja de Enmedio,
en Madrid, que “no se dio cuenta” de que en la calle se cantaba el “Cara al Sol”
durante el desfile de carrozas y se colocaba la bandera preconstitucional en el
balcón del Ayuntamiento durante las fiestas patronales; o de Manuel González
Capón, otro alcalde del PP, en este caso de Baralla (municipios lucense de Los
Ancares que abarca 32 aldeas) que hizo apología fascista en otra fiesta local y
dijo que
“las víctimas del franquismo se lo merecían”, etcétera. Ruiz-Gallardón
debería dejar el Gobierno por vergüenza
torera. No le queda otra a un ministro, en este caso Ruiz-Gallardón, cuando
pretende que el ciudadano comulgue con ruedas de molino.
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