jueves, 31 de mayo de 2012

Pavana para una economía difunta



En su artículo, “La pócima y la ambrosia”, Antonio Valdecantos cuenta hoy a los lectores de “El País” que “por razones fáciles de comprender, al súbdito atemorizado se le han quitado las ganas de imaginar cómo será el porvenir y lo único que acierta a sospechar es que después de la crisis vendrá más crisis todavía, hasta que el cuerpo se acostumbre a la estrechez y el tiempo haga olvidar que las cosas fueron alguna vez de otro modo”. Es posible que haya llegado la hora del rescate. La vicepresidenta del Gobierno ha volado a Estados Unidos para reunirse con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, y con el secretario norteamericano del Tesoro Timothy Geithner  para contarles la milonga de austeridad y las reformas estructurales del gobierno Rajoy. Pero Lagarde, que sustituyó en el cargo al rocambolesco Dominique Strauss-Kahn,  que a su vez había sustituido a Rodrigo Rato (que abandonó su cargo “como alma que lleva el diablo” antes del final de su mandato, un 28 de junio de 2007) podría ahora hacer oídos sordos a las “frases-papilla” de una vicepresidenta del Gobierno de España que no permite, tampoco  Rajoy y el resto del Gobierno, que se abra una seria investigación política en el Congreso de los Diputados (con luz y taquígrafos) sobre Rodrigo Rato y su pésima gestión en Bankia, y que tampoco consienten  de ninguna de las maneras que dé públicas explicaciones el gobernador del Banco de España, el “supervisor Mafo”, a quien la Derecha utiliza como chivo expiatorio de una mala gestión ajena y al que se señala como “autor” de todos los males en ese sindiós bancario. Supongo que Soraya Sáenz de Santamaría estará informada  de que existe un informe  interno del FMI  (de 10 de enero de 2011) donde se realizaba una crítica a la actuación de ese Organismo entre 2004 y 2007, período en el que hubo tres directores gerentes, entre los cuales se incluye Rodrigo Rato. El informe señalaba que se vivió en una burbuja de optimismo mientras se gestaba la mayor crisis financiera desde la Gran Depresión. A Geithner ignoro qué moto pretenderá “venderle” la vicepresidenta. Ya nos enteraremos, aunque bien pensado no estaría muy seguro de ello. En el Gobierno Rajoy es un secretismo cualquier nimiedad. Fue secreto hasta su programa político para llegar a La Moncloa. Tanto fue así, que los españoles suponíamos que desvelaría su plan después de las elecciones andaluzas. Tampoco. Los ciudadanos hemos descubierto estupefactos que no tenía tal plan y que Rajoy está gobernando a golpe de palos de ciego. Y esas cosas Europa también las conoce, y no se le escapan a Lagarde ni a Geithner ni a Merkel ni a  Hollande ni al sursum corda. Un dato: la Secretaría de Estado de Defensa del anterior Gobierno socialista presidido por Rodríguez Zapatero tenía prevista la mayor desclasificación de documentos secretos militares, nada menos que 10.000 informes de entre 1936 y 1968. La noticia (en “El País” y en la “Cadena Ser”) databa del 6 de diciembre de 2011. Dicha desclasificación, en palabras de Carmen Chacón, no suponía una amenaza para el Estado ni vulneraba la intimidad de los involucrados. Pero pocos días después, el 20 de diciembre, los socialistas perdían las elecciones. Ahora, el nuevo ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha rechazado tal desclasificación al entender que “no tendría otro interés que provocar  ruido mediático. Y yo no creo que estén las cosas para ruidos mediáticos. Una cosa hoy en día mal contada puede generarnos problemas con socios”. Entre esas cosa, ¿quién sabe?, estarían tal vez  los negocios de Instalaza, (Zaragoza, 1943), que desarrolló la tecnología registrada como [sD]2 (que en inglés representa auto-destrucción + auto-desactivación) y donde Pedro Morenés prestó sus servicios como representante y consejero. Esa factoría,  además de otra, Explosiones Alavesas (Expal), fabricó y vendió las terribles bombas de racimo MAT-120 como granadas de mortero, (prohibidas en Consejo de Ministros el 11 de julio de 2008 y la posterior Convención de Oslo de 3 de diciembre de ese mismo año). Unas bombas fabricadas en España en 2007 y que todavía fueron utilizadas por Muamar el Gadafi en Misrata contra poblaciones civiles en 2011, aunque posteriormente Hillary Clinton lo haya negado.

miércoles, 30 de mayo de 2012

A Zaragoza o al charco



Se cuenta que un baturro iba camino de Zaragoza con tal empeño que no cesaba de repetir: “Llegaré, quiera Dios o no”. Pero Dios, harto de tanta soberbia, lo convirtió en rana. Pasando un tiempo, lo devolvió a su estado natural pensando que aquél había enmendado su falta. Cuando alguien le preguntó hacia donde iba, él respondió: “a Zaragoza o al charco”. Juan Alberto Belloch, alcalde de Zaragoza, sale ahora anunciando que “se revisará el uso de todos los inmuebles exentos de IVA”. Sin duda debe referirse a los inmuebles de los partidos políticos y de los sindicatos. Los inmuebles propiedad del Estado están exentos; y los propiedades pertenecientes a la Iglesia Católica son “intocables” mientras esté en vigor el Concordato de 1979. Ya no saben estos derrochadores de la cosa pública de dónde sacar “cash” para seguir viviendo como “nuevos ricos” (como ese Trimalcion de la obra de Petronio) unidos al cordón umbilical de un alcalde que se mantiene hilvanado a la poltrona  con el frágil apoyo de IU y de Chunta Aragonesista, ¡menudas dos patas para un banco!, en un vano intento de poder hacer frente al Plan de Pago a Proveedores. ¿Cuánto se debe todavía de la Expo? ¿Cómo se piensa sufragar el despropósito del tranvía? Por otro lado, en 315 municipios aragoneses no hubo ningún nacimiento en el último año. ¿Para qué se hicieron polideportivos y centros culturales en cada uno de esos pueblos? José Ángel Biel, presidente del PAR (otro que tal baila), le comentaba a Rajoy en su último encuentro en  La Moncloa que no desea que se anexionen pequeños municipios. ¿Alguien entiende algo? Por otro lado, el Gobierno, en boca del ministro De Guindos, entiende que ve “bien” la fusión de Ibercaja Banco; Banco Grupo Cajatrés (formado en “fusión fría” por Caja Inmaculada, Caja Círculo de Burgos y Caja Badajoz) y Liberbank (banco constituido por el Grupo Cajastur, Banco CCM, Caja de Extremadura y Caja Cantabria). El presidente de la entidad resultante será Amado Franco, actual responsable de Ibercaja. Si el Gobierno dice que lo ve “bien”, habrá que echarse a temblar. Al optometrista oficial del Gobierno últimamente le crecen los enanos. Rajoy, ante la gravedad de nuestra situación económica, tiene la obligación ineludible de contarles a los ciudadanos qué está sucediendo. Se puede ir a Zaragoza o al charco. Y se puede ir, también, hacia delante (como había prometido en la Oposición aunque sin enseñar las cartas, cuando decía en el Congreso que el problema era  Rodríguez Zapatero) o hacia atrás, jugando de farol, a la espera de que “Le Tricheur à l'as de carreau” que tenemos enfrente, o sea, Merkel, nos deje sin plumas y cacareando, como al gallo de Morón.

lunes, 28 de mayo de 2012

Tobogán de desahuciados



Dice una noticia de prensa que “los niños comen mejor gracias a sus abuelos”. Hombre, teniendo en cuenta que en este país ya existe la friolera de 700.000 parados de larga duración que no cobran ningún tipo de seguro de desempleo ni de pensión asistencial la cosa está clara. No es que los nietos coman mejor en casa de los abuelos. Lo que sucede es que si los abuelos no existieran, los nietos y los padres de éstos buscarían hierba por los ribazos para echarla a la cazuela. El Gobierno, en su cúmulo habitual de desaciertos y palos de ciego históricos, ha preferido salir en ayuda de Bankia con una cuantía desembolsada de todavía no sabemos cuánto (al desconocer su verdadero agujero financiero, y que ya veremos lo que cuenta José Ignacio Goirigolzarri el día de san Pedro a los accionista en la junta general), que mejorar el nivel de vida de los ciudadanos. Se ha arruinado un pueblo a costa de unos gángsteres y ya existen casos dramáticos de familias enteras que se han quedado sin vivienda, que moran apretados en casa de los abuelos del modo que Dios les dio a entender, es decir, con la exigua pensión de jubilación de un pobre anciano. Se han previsto recortes en Sanidad y en Educación en los Presupuestos Generales del Estado por dar prioridad absoluta al rescate de una entidad bancaria fallida, cuyas acciones pueden descender a 0’30 euros en poco tiempo. Pero Rajoy, que inexplicablemente entiende que “no hay culpables en Bankia”, ya ha manifestado que rechaza una comisión de investigación parlamentaria sobre esa entidad. Por otro lado, Gorigolzarri, cuya misión no consiste en buscar esos “culpables”, entiende que las ayudas a Bankia no son tales, sino capital. Sí, naturalmente. Ese “banco malo”, que hoy ha llegado a registrar caídas en Bolsa de un 30 %, se convierte en estatal y, por tanto, los 500 euros por ciudadano que (de momento) cuesta la operación financiera nos los comeremos con patatas. Nadie sabe cómo se ha pasado de 4.500 millones a 23.000. Mejor dicho, nadie sabe nada. Hoy leo en “Cinco Días” que “la Fiscalía General del Estado ha trasladado a la Fiscalía Anticorrupción una denuncia presentada contra el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y su antecesor en el cargo, Jaime Caruana, así como contra los directivos de las cajas intervenidas, por no frenar el riesgo que acumulaba el sector financiero con su exposición al ladrillo. ¡A buenas horas, mangas verdes! Pero -sigue contando “Cinco Días”- la  Asociación de Inspectores del Banco de España, con fecha 25 de mayo de 2006, ya advertía al entonces ministro de Economía, Pedro Solbes, de la existencia de ‘motivos suficientes para la preocupación’ por la exposición de los bancos al sector inmobiliario y el riesgo de que los errores acabaran siendo transferidos a la sociedad en conjunto”. Como así está sucediendo ahora. Unos bancos, que en su conjunto valen menos de lo que valía el Banco Santander hace un año, no dan créditos a las pymes por su necesidad de tener que provisionar por culpa del ladrillo; otros, como es el caso de Bankia, todavía no sabemos dónde tiene su verdadero fondo. De momento, la  prima de riesgo (que mide nuestra solvencia en el exterior) ha cerrado hoy en 511 puntos. Mal asunto.

domingo, 27 de mayo de 2012

Quien se pica, ajos come



A Javier Krahe le ha citado a juicio para el próximo martes la Audiencia Provincial de Madrid por un  corto en el que se explica paso a paso la receta para cocinar un cristo crucificado, aderezado con mantequilla y hierbas aromáticas. Todo parte de una entrevista en 2004,  en el programa de Canal Plus  Lo más plus”,  donde se emitió el corto "10 comentarios" (de Javier Krahe y Enrique Seseña) producido en 1977, y que molestó a Jesús de Polanco, propietario de la cadena. Como hoy describe el diario El País, “El Centro Jurídico Tomás Moro pesentó (sic) una querella criminal por escarnio de las creencias religiosas invocando el artículo 525 del Código Penal, que establece una pena de ocho a doce meses para aquellos que ‘ofendan los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa’. El centro Tomás Moro, que se manifiesta en defensa de ‘la dignidad de la persona, de la familia y de los derechos humanos’, asegura que esta es la primera vez que se aplica el artículo 525, que algunos juristas consideran algo parecido a una ley antiblasfemia encubierta”. En efecto, la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, así lo establece. Sin embargo, a mi entender, el citado artículo 525 del Código Penal entra en un evidente encontronazo con el artículo 20 de la Constitución Española, donde se reconocen y protegen los derechos “a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción”. Por tanto, Javier Krahe o cualquier otro ciudadano de este país está en su soberano derecho de expresar su opinión como le venga en gana. Ya conocen el viejo refrán: “quien se pica, ajos come y, si le pica, que se rasque”. A mí me molestan, y mucho, las necedades que lanza a la rosa de los vientos un día sí y al otro también el actual obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Plà. Y no pasa nada.

jueves, 24 de mayo de 2012

La colonia de Gibraltar




Lo que está sucediendo entre el Reino de España y la colonia de Gibraltar no pasa de ser un rifirrafe barriobajero de la más baja ralea. Tú me mojas la oreja y yo te doy un empujón. O rozamos las bandas de estribor de los barquitos patrulleros como si se tratase de dos machos cabríos luchando por el dominio sobre la hembra. Fabián Picardo, que así se llama el gobernador del peñasco, debería ser consciente de que a los españoles ya nos clarea la raspa por la gazuza y, como sucedía en la posguerra, acostumbramos a comer sardinas frescas y, también, sardinas en salazón, esas que se exponen en un tabal en forma de rueda en las tiendas de ultramarinos de los pueblos del interior, cuando tenemos prohibido por causa de la crisis económica, tal y  como sucede ahora, poder hincarle el diente al “rosbif”, al “sunday roast” y al “yorkshire pudding”.  Qué más quisiéramos nosotros que por estos pagos lloviese con la frecuencia que lo hace en Gales y que tuviésemos unos prados verdes donde rumiasen vaquiñas mansas, “las vacas más buenas mozas de fondo color canela y manchas de mariposa”, como reza el tango argentino, en Los Monegros o en Las Bardenas Reales. Pero como casi no llueve, hay que salir a faenar  todas las noches por los  mares que casi nos circundan para que los Hijos de Carlos Albo no cierren la persiana, como ya lo hizo Bernardo Alfageme con sus conservas Miau, y nos sigan proveyendo, tanto a los habitantes de Calatayud como a los de Mansilla de las Mulas, de latas de sardinas picantonas, que son una delicia para el paladar. Nos consta que hubo un Tratado de Utrecht hace tres siglos y que el primer Borbón instalado en España, Felipe V, concedió el Peñón de Gibraltar a los ingleses  como si ese trozo de España fuese suyo;  ¡qué digo!, como si regalar el Peñón de Gibraltar por parte de un rey de España fuere lo mismo que conceder el collar del Toisón de Oro a Sarkozy. Y, claro, ahora no lo sueltan y, para más “inri”, han convertido la colonia inglesa en un paraíso fiscal. ¡Chupa del frasco, Carrasco! Pero las aguas son españolas, los barcos llevan matrícula de Cádiz y las sardinas pertenecen a los marineros que las saben pescar. Todo lo demás son cuentos para asustar a sietemesinos.

martes, 22 de mayo de 2012

El quid de la cuestión




Esperanza Aguirre debe tener dotes de profeta. Ya adelanta que habrá pitadas desde el graderío contra la Bandera, contra el Himno Nacional y contra el príncipe de Asturias. Aguirre preferiría, y así lo ha declarado a una emisora, que el partido de fútbol del próximo viernes, o sea, la final de la Copa del Rey entre el Athletic de Bilbao y el F.C. Barcelona se llevase a cabo a puerta cerrada, o se suspendiera o se jugara en otro lugar, pongamos por caso los cerros de Úbeda o en Babia, en evitación de que se pudieran cumplir sus malos augurios. A Aguirre,  por lo que se desprende de sus declaraciones, le gusta poner el  esparadrapo sobre la piel antes de que se produzca la herida. Tiene razón en una cosa de las que dijo en una emisora: "Los ultrajes a la Bandera o al Himno son delito en el Código Penal” aquí y en Francia. Tampoco ha descubierto el Mediterráneo. En cualquier caso, Aguirre puede decir lo que le venga en gana en un Estado de Derecho donde existe, como no podría ser de otra manera,  libertad de opinión y expresión, derechos fundamentales contemplados en la Constitución Española en su artículo 20 y, también, en el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.  En síntesis, todo queda resumido en la famosa frase de Voltaire: “Podré no estar de acuerdo contigo, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”. Pues bien, a mi entender, en el supuesto de que durante el partido de fútbol  se produjeran silbidos contra el príncipe de Asturias estaría dentro del “guión” de cierto grupo de catalanes y vascos separatistas asistentes al encuentro y no habría que rasgarse las vestiduras por ello. Cualquier ciudadano tiene derecho a sentirse secesionista y a denostar aquello que rechaza. ¡Faltaría más! Aunque a primera vista parezca cruel, esa supuesta “incomodidad” para quienes se encuentran a gusto “dentro del rebaño” entra en el sueldo del Heredero. No todo su “trabajo” se va a reducir a soltar discursos, a acudir a ejercicios militares, o inaugurar factorías casi siempre condenadas al fracaso. Dicho de otra manera, lo que a Esperanza Aguirre le molesta en realidad, quizás me equivoque, no es que se puedan escuchar chiflidos durante la interpretación del Himno Nacional sino que se puedan producir esos chiflidos contra Felipe de Borbón en unos momentos, los actuales, tan delicados para el futuro de la Corona. Según Jaime Peñafiel, los españoles, en general aunque cada vez menos, no se consideran monárquicos sino “juancarlistas”. El futuro en España es incierto, el ciudadano vive achicharrado por los impuestos y es conocedor de que la forma de Estado se metió de matute en una Constitución  en su día consensuada desde el miedo. Ese es el quid de la cuestión.

lunes, 21 de mayo de 2012

Mejor hacerse el sueco



Los propietarios de restaurantes están que bufan porque Ikea, además de vender estanterías y ese tipo de muebles de llevar  desarmados e instalar en la propia casa, sirve albóndigas con confitura de arándanos, o con patatas, por el módico precio de un euro. Yo no entiendo por qué demonios se enfadan los hosteleros. El problema, de haberlo, es de fácil solución. Consiste en que los restaurantes vendan estanterías y, de paso, bocadillos de rabas al precio que los suecos practican con las albóndigas. A mi entender, lo malo de desplazarse hasta Ikea no es la distancia en la que se encuentra el almacén con respecto a nuestro domicilio, que también, sino la aventura que supone llevarse uno al domicilio un “kit” con unas tablas envueltas en plásticos y bridas que hay que montar más tarde con la ayuda de un papel de instrucciones de montaje donde está todo escrito en sueco. Parece sencillo el montaje de una simple mesa de ordenador, pero no lo es. Los tornillos de cabeza hexagonal vienen justos dentro de una bolsita, donde se acompaña una  pequeña llave “Allen” en forma de zeta para  apretar esos tornillos en unos agujeritos que ya vienen perforados en la madera. El caso es que al final del ensamblaje siempre sobra un tornillo, o falta un agujero, pero no le concedemos importancia hasta darnos cuenta que algo falla en el funcionamiento de un cajón o en la colocación de una pata. Entonces, vuelta a desenroscar y a empezar de nuevo. Y, así, toda la tarde de domingo. El bricolaje resulta fácil para los “manitas”,  que son capaces de ir a “Leroy Merlin” a comprar cuatro cosillas de nada y después cambian la grifería del cuarto de baño en el tiempo que cuesta  hacer una fabada. Pero, ¡ay, amigo, si tienes la osadía de comprar un “kit” de Ikea y pretendes montar en casa algo que parece tan simple como poner un cuadro en la pared! Estás copado. Por eso, es mejor acercarse hasta Ikea como el que decide ir de excursión, sólo para degustar albóndigas con confitura o papas, o codillos asados, que tampoco son mancos. Los hosteleros deberían entenderlo, en vez de enfadarse como la mona de Gibraltar. Menos mal que los responsables de Ikea se hacen los suecos, que si no…  

domingo, 20 de mayo de 2012

Réquiem por unos pueblos



Sonido de acordeón al otro lado de la puerta de la inmunda taberna llena de espantos, humo y rumor de gente escéptica y resignada. La vida en la mar se ha puesto imposible. El Gobierno dice, como un microsurco desgastado, que todo se va a arreglar, pero la realidad es diferente. En la calle, una moto de pequeña cilindrada desbarata el sosiego. En la barra del cuchitril, un anciano con facciones de suela de zapato trinca chacolí mientras observa callado cómo unos vecinos de mesa juegan a la garrafina. En las calles sueltas y brunas, la pena negra trocada en noche violeta ocupa los soportales con el capuz tétrico de la tribulación. Puntean nueve campanadas en el reloj de la iglesia. Todas las horas hieren, la última mata. No existe prisa por llegar a mañana. El desierto, ahí, es de agua,  de náufragos y de rumores silentes. Junto a la estufa de leña, Pedro Mari tienta en el acordeón el  zorzico “Neura maitia jeiki” con más pena que gloria. El anciano lía un cigarro de “ideales” con los ojos hundidos en el colodrillo. Un vapor de cabotaje hace sonar su chiflo cuando pasa cerca del Monte Ratón. El chirimiri parece que no moja, pero cala los huesos. El Gobierno dice que todo se va a arreglar, que siempre que llueve, escampa. Son farsas remachadas miles de veces en esos partes leídos por un locutor virtual que dan comienzo después de escuchar un clarín de órdenes que inmortaliza a los “gloriosos caídos por Dios y por España”. A los “gloriosos caídos”,  pero sólo de uno de los lados. La corneta  recuerda dos veces al día, en cada parte radiado, la hora que marca el reloj de la Puerta del Sol. El orto aparecerá dentro de unas horas por el sitio de costumbre.

sábado, 19 de mayo de 2012

A "peñón" fijo


A mi entender carece de importancia si la reina consorte, Sofía de Grecia, ha asistido o no a la cena ofrecida por la reina de Inglaterra con motivo del LX aniversario de su coronación. Cuenta la prensa que el Gobierno le ha “impedido” su asistencia al evento por dos motivos; es decir,  por la anunciada visita de los  condes de Essex a  Gibraltar, y por los problemas existentes entre la colonia inglesa y los pesqueros españoles de la zona de Algeciras. A mi entender, los condes de Essex pueden visitar Gibraltar cuando les venga en gana, dado que Gibraltar es una colonia inglesa desde 1713. De igual manera, los reyes de España pueden visitar cuando lo estimen oportuno las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que son españolas, además de  porque así lo quieren hoy sus habitantes,  porque Ceuta decidió serlo en 1640 y porque Melilla fue reconstruida prácticamente de la nada por los españoles en 1497. Lo que sucede es que los reyes de España no visitan esas Ciudades Autónomas, entre otras cosas,  por no “incomodar” al rey de Marruecos. Al año que viene se cumplirá el tercer centenario del Tratado de Utrecht, firmado por un Borbón, Felipe V, el 13 de julio de 1713 y donde, en su artículo X, se hacía una cesión de Gibraltar por parte del Rey Católico a la Corona de Gran Bretaña de “la plena y entera propiedad de la ciudad y castillos de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortalezas que le pertenecen, dando la dicha propiedad absolutamente para que la tenga y goce con entero derecho y para siempre, sin excepción ni impedimento alguno”. Un Tratado que había sido firmado unos días antes, el 1 de julio, actuando como plenipotenciarios el duque de Osuna y el marqués de Monteleón por parte de España, y el obispo de Bristol y el conde de Strafford por parte británica, que casi ponía fin a una Guerra de Sucesión (oficialmente terminó en 1714) que había durado 13 años y que, definitivamente, reconocía al nieto de Luis XIV y María Teresa de Austria (hija de Felipe IV) como “rey de España y de sus Indias”, tras la renuncia a sus derechos al trono de Francia y la cesión de los Países Bajos españoles al emperador Carlos VI, pretendiente austriaco al trono español desde la muerte del último rey de la Casa de Austria, Carlos II el Hechizado, su tío abuelo, sin  descendencia. A título personal, quiero pensar que a la reina de España no le ha importado demasiado el “impedimento” del Gobierno a su asistencia a unos actos en los que iba a tener sitio entre Gustavo de Suecia y Beatriz de Holanda. Isabel II había decidido no contar con la presencia del exrey Constantino de Grecia ni de su consorte, exiliados en Londres desde que cometieron el error de apoyar a los coroneles en su país, con el resultado de una sonora patada en su soberano trasero. Los reyes sin corona, por regla general, no son otra cosa que unos ciudadanos de a pie que suelen vivir del cuento allí donde se encuentran.

miércoles, 16 de mayo de 2012

San Isidro




Ayer, con motivo de la festividad de san Isidro, en Madrid hubo diversos actos lúdicos de ambiente popular. También hubo un acto oficial con un claro fervorín patriótico, consistente en el hipnótico acto ceremonial del izado de una bandera española de dimensiones desproporcionadas (21 por14 metros) en la Plaza de Colón y en una parada militar, con banda de música incluida, que interpretaba letárgicas piezas armoniosas. Unos actos marciales que estuvieron presididos por la alcaldesa Botella, arropada por jefe del Estado Mayor de la Defensa, por diversos concejales del PP y por un tal David Ortega, en representación de UPyD. Pero 24 horas más tarde, determinada prensa de la derechona más rancia, haciendo referencia al acto “oficial”, acusa a la Izquierda su falta de asistencia con titulares de este tenor: “La Izquierda desprecia el izado de la bandera en Colón”. ¡Ándele, hombre, ándele! Que yo sepa, las fiestas populares, y la de san Isidro lo es, son para que los ciudadanos que así lo deseen se puedan acercar hasta a la tradicional Pradera situada en el populoso barrio de Carabanchel para vestirse de chulapos, bailar el chotis, beber “agua del santo zahorí”, degustar rosquilla, que las hay tontas, listas, de “la tía Javiera” y de “Fuenlabrada”, torraos,  gallinejas y garrapiñadas, adquirir botijos, “coloraos”, de Alcorcón, o amarillos, de Ocaña, y pitos de cristal; y, además de ello, poder participar en verbenas y montar en tiovivos, como ya quedó reflejado en un cuadro de Goya pintado en 1788 y, también, en el relato “Mayo y los isidros”, de don Benito Pérez Galdós. Si otros se lo pasan bien viendo izar banderas descomunales, recibiendo chutes de amor patriótico en vena y contemplando absurdas paradas militares, o yendo a misas oficiadas por Rouco Varela en la Real Colegiata de San Isidro, allá ellos con sus arrebatos piadosos y sus fogosidades marciales.  Para gustos están los colores. Pero, de eso, a decir que la Izquierda desprecia el izado de la bandera, va un abismo.

martes, 15 de mayo de 2012

No era Hollande




¡Vaya susto¡ Se me ocurre abrir el periódico de hoy al filo del desayuno y me topo de frente con una foto que me hace pegar un brinco sobre el asiento. No puede ser. Pero si ayer… En fin, así, a primera vista, observo una foto en la que me parece ver a Alberto Ruiz-Gallardón junto a Hollande. No, no era Hollande. Menos mal que santa Lucía me conserva la vista. Se trataba de Antonio del Castillo, padre de Marta, la pobre chica sevillana asesinada por la banda del Cuco, a quien Ruiz-Gallardón  dejaba claro por qué la prisión permanente revisable sólo se aplicará para los delitos de terrorismo. Bueno, es que Del Castillo y Hollande (que hoy es investido presidente de Francia) se dan un cierto aire. No cabe duda de que ahora Ruiz-Gallardón deberá recibir al padre de Mari Luz, Juan José Cortés, un predicador evangélico que ya ha aparecido en muchos debates televisivos y ha sido asesor del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Sevilla. Y digo que deberá recibirle porque Cortés es muy picajoso y se “mosquea” con gran facilidad. A Juan José Cortés lo recibió en mayo de 2008, o sea, dos meses después de que apareciera el cadáver de su hija, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en La Moncloa, y éste se comprometió a revisar el código penal; una promesa que, según Cortés, “nunca se cumplió”. Posteriormente sería recibido por Alfredo Pérez Rubalcaba, siendo ministro del Interior. Pero no debió salir muy satisfecho con aquellas entrevistas, se cambió de bando tras darse de baja en el PSOE en 2010. Posteriormente anunció contactos con UPyD en Huelva para presentarse a las primarias de esta formación como posible candidato a la Alcaldía.  Más tarde, tras ser recibido  por Mariano Rajoy y  Javier Arenas en la sede de Génova, hasta abrigó la esperanza de que su nombre pudiera aparecer en las listas del PP para el Congreso de los Diputados. Finalmente, el PP anunció que Cortés sería asesor del PP en temas de Justicia para trabajar en una posible reforma del Código Penal. Entonces, Cortés dejó claro que pensaba realizar este trabajo sin afiliarse al partido. Pero más tarde se afilió. En septiembre de 2011, Cortés y otros cuatro miembros de su familia fueron detenidos por herir con una escopeta de caza a un familiar. A los pocos días salió en libertad con cargos por lesiones, amenazas y daños. Se limitó a decir a los periodistas: “No me explico qué ha podido pasar, mi cabeza está confusa, pero tengo el total y absoluto respaldo de mi partido”. Menos mal que no era Hollande el hombre de la foto de ayer, con la que estaba cayendo en España.

Estamos de ofertas



Es curioso, como España ya no puede fabricar bombas de racimo en Instalaza y como no se exportan botijos ni castañuelas en madera de boj ni anís “Manolete”, el ministro Morenés se ha marchado hasta  Arabia Saudita en un intento de vender a los árabes 250 carros de combate  Leopard 2E”, un derivado del “Leopard 2A6” desarrollado conjuntamente por industrias de España y Alemania. En 1998, el gobierno español llegó a un acuerdo para contratar 219 carros de combate Leopard 2E, 16 vehículos de recuperación Leopard 2ER (Búfalo) y 4 vehículos de entrenamiento. El contratista principal fue Santa Bárbara Sistemas, empresa ubicada en Sevilla, y el presupuesto anduvo por los 1.939,4 millones de euros (incluyendo ayuda logística, cursos de aprendizaje para instructores e ingenieros, simuladores de conducción, mantenimiento, etc.). Las entregas del primer lote comenzaron en el año 2004 y concluyeron en 2008. En la actualidad, el Ejercito español dispone de 327 “Leopard 2”; 108 “Leopard 2A4” (que fueron adquiridos del inventario alemán en 1995); 219 “Leopard 2E” y 16 “Leopard 2ER” de recuperación fabricados en España con licencia alemana. Morenés, consciente de que, al precio que está la gasolina, esos carros de combate sólo se ponen en marcha con motivo del desfile el Día de las Fuerzas Armadas, espera que los árabes, además de adquirir lujosos apartamentos en la Costa del Sol, nos compren material de guerra, por si las moscas. Con un poco de suerte, ya que a los árabes les sobran petrodólares, también podrían adquirir el portaaviones “Príncipe de Asturias”, de poco uso táctico y cuyo mantenimiento cuesta a todos los españoles más de 30 millones de euros anuales. Todo es cuestión de que Morenés se lo proponga y haga ofertas de dos por uno, como en el Eroski. Hombre, conscientes de que portaaviones sólo disponemos de uno, se puede incluir en el mismo lote el uso y disfrute durante siglo y medio del aeropuerto de Castellón, muy mejorado estéticamente desde que Juan Ripollés instaló en la rotonda de entrada la efigie en bronce de Carlos Fabra. Sólo faltan las pirámides y alguna tienda de recuerdos, pero todo se andará.

lunes, 14 de mayo de 2012

El Apocalipsis, según Krugman




Yo no sé si “el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de Dios Padre con sus ángeles y dará a cada uno conforme sus obras”, como se cuenta en Mateo 16.27,  pero sí conozco los vaticinios del Premio Nobel de Economía Paul Krugman y sus advertencias en un “post” publicado este pasado fin de semana, tal y cómo señala “El País”. Según Krugman, “es muy posible” que Grecia abandone el euro el próximo mes. En caso de que se cumpla esta posibilidad, cundiría el pánico entre el resto de la periferia”. En España todavía no cunde el pánico, pero cunde la miseria y la desesperación de muchos ciudadanos hartos de que haya tanto imbécil suelto aplicando “fórmulas magistrales” para salvar a la Patria. Cuando aparecen esos “salvadores” hay que echarse a temblar. No puede apretarse más el cinturón el que ya asoma la raspa. Y no se pueden seguir pidiendo esfuerzos a quienes sólo disponen de la calle para echar a correr sin mirar hacia atrás. La prima de riesgo (el diferencial que se exige a la rentabilidad del bono a 10 años sobre su equivalente alemán) en España ha tocado hoy los 490 puntos y el Ibex 35 ha perdido el 2’66%, mínimo desde marzo de 2009. Ante este escalofriante panorama, el presidente del Gobierno no puede seguir escondiendo la cabeza como el avestruz. Tiene la obligación inexcusable de explicar a todos los españoles hacia adónde se dirigen, tanto él como su Gobierno, con su política de austeridad y recortes como única medida para salir de la crisis. En nuestro país se sigue sin crear empleo, las empresas no disponen de créditos para acometer nuevas y modernas andaduras, la banca necesita importantes ayudas públicas para aprovisionarse como consecuencia de su avaricia sobre el ladrillo, etcétera. Está bien que De Guindos hable con Juncker en Bruselas y le informe de que  “España ha hecho todo lo que estaba en su mano” y pretenda hacerle entender que “la respuesta a la crisis tiene que ser por parte de todos los países de la Unión”. Pero los españoles no olvidamos que Rajoy dijo en el Congreso de los Diputados, estando todavía en la Oposición, que él tenía un plan, que disponía de los medios necesarios para salir de la crisis y que el problema era Rodríguez Zapatero. Pero nunca explicó ese plan. Y cuando llegó al poder, con mayoría absoluta, hizo todo lo contrario de lo que había prometido antes. Krugman entiende que no se puede salir de la crisis a base únicamente de austeridad y recortes, que es la “receta” que está aplicando Rajoy todos los viernes en cada Consejo de Ministros.

Bodas de "hojalata"



Leo hoy en “El Periódico de Aragón” una entrevista que Nuria Navarro le hace a Jaime Peñafiel a tumba abierta. De toda esa “desgarradora” entrevista, Jaime Peñafiel recuerda la tarde del 22 de noviembre de 1975, cuando entró en el despacho del Rey, proclamado sólo unas horas antes en el Congreso de los Diputados, y se encontró con la siguiente escena: “Entré en el despacho y me encontré a don Juan Carlos limpiando cámaras fotográficas con una bayeta y a la Reina sentada en una sillita leyendo telegramas. Durante las dos horas que estuve allí, el teléfono no sonó ni una sola vez y nadie llamó a su puerta. Los monárquicos estaban con don Juan; la derecha, en la capilla ardiente de Franco, y la izquierda, celebrando la muerte del dictador.” Hoy, 14 de mayo, se cumplen las Bodas de Oro de los reyes de España. No hay celebraciones oficiales, ni sellos y monedas conmemorativas. Nada. Parece como si este país se hubiera paralizado ante la gravedad de nuestra situación económica. La prima de riesgo supera los 476 puntos; el paro laboral aumenta implacable; el movimiento 15-M se está convirtiendo en un divieso en el trasero de Rajoy de muy difícil acomodo; el gobernador del Banco de España se ha transmutado para el PP en el chivo expiatorio de los males de Bankia, en el mono al que hay que dar leña… ¡Vaya lío! Curiosamente, aquel 14 de mayo de 1962 también coincidió en lunes. El novio llevaba uniforme de teniente de Infantería, la novia, un diseño de Juan Dessés. Boda en Atenas por dos ritos: el primero, católico, en la catedral de San Dionisio, el segundo, ortodoxo, una hora más tarde, en la catedral de Santa María. Luego, banquete en los jardines del Palacio Real. Menú: cóctel de bogavante, suprema de ave con verduras y salsa de estragón, foie-gras en gelatina, frutas variadas, helado de moka y una tarta nupcial, de cuatro pisos. Le siguió la luna de miel alrededor del mundo. En la prensa española apenas varias líneas en faldón de páginas interiores  por expreso deseo de Franco. Todo tiende a la estratificación. ¿También la Monarquía?

domingo, 13 de mayo de 2012

La derechona




La derechona actúa como lo ha hecho siempre. Teme aquello que no controla. El movimiento 15-M es a todas luces pacífico, pero se mueve y reivindica, y eso molesta a un Gobierno, el presidido por Mariano Rajoy, que no sabe por dónde tirar. Está dando palos de ciego en economía, en cultura, en sanidad, en cuestiones laborales, etc., y su ingenuidad en la gobernanza y su vacío de criterio en su programa político hace suponer a los miembros de ese Gobierno que desalojando la Puerta del Sol de madrugada, sin luz y taquígrafos; es decir, cuando la televisión ( y me refiero a la “Sexta” y su programa “Al rojo vivo”) baja la guardia por una simple cuestión de horario y sueño de los espectadores, soluciona lo que entiende como  contrariedades sobrevenidas. La derechona de siempre, que ha recortado dinero en cuestiones tan esenciales como sanidad y educación, que ha congelado salarios de funcionarios y pensionistas, que ha puesto a los trabajadores a los pies de los caballos de una insensata Patronal, que sólo dedica fondos públicos a una Banca culpable de nuestras desgracias y al mantenimiento del bienestar de ciertos políticos que viven del cuento, que mantiene en su puesto a un gobernador del Banco de España que no se entera de nada, que sólo ha salvado de sus brutales recortes a la Iglesia Católica, ha tratado esta pasada madrugada a los más de treinta mil ciudadanos que permanecían de forma sosegada en el centro de Madrid como si fueran meretrices callejeras en periodo de Cuaresma. Y a eso no hay derecho. Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en Madrid, no ha sabido estar a la altura de las circunstancias de cara a unos ciudadanos sensibles ante los acontecimientos y paralizados ante tanta irracionalidad. El Gobierno que preside Mariano Rajoy nos ha convertido a todos los españoles en sospechosos de no sabemos qué. Y en esta libertad vigilada,  cuando los ciudadanos nos reunimos, ora para celebrar, ora para reivindicar, siempre aparece el centurión mandado por el búnker y su toque de queda. Como decía Michel Rocard, “de las crisis hay que salir pronto y eso sólo puede hacerse con un paso hacia delante o un paso hacia atrás. Lo peor es quedarse quieto creyendo que uno está andando cuando lo que se mueve es todo lo demás”.

sábado, 12 de mayo de 2012

Bandos


Leo un artículo en “La Gaceta”, “En peores plazas hemos toreado”, firmado por Javier Torres, referido a los españoles que vivieron  la posguerra e hicieron filas con la cartilla de racionamiento en mano en un intento desesperado de poder llevarse algo a la boca. Han pasado setenta años y aquella situación en nada es comparable con la “crisis” económica de ahora. De todo el artículo, me quedo con un párrafo referido a un bando hecho público por el entonces gobernador civil de Madrid. Dice así: “Teniendo en cuenta las circunstancias especiales que concurren en la capital y los peligros que para la salud pública representa la presencia y aglomeración de mendigos en las inmediaciones de servicios públicos, toda clase de espectáculos, cafés y bares, he tenido a bien disponer la prohibición rigurosa del ejercicio de la mendicidad”. Aunque Javier Torres no cita su nombre, supongo que se habrá querido referir a Luis Alarcón de la Lastra, marqués de Rende y conde de Gálvez. Es igual. El dato no tiene demasiada importancia. Lo que sí la tiene es el bando en cuestión. El hecho de prohibir la mendicidad, alegando “peligro para la salud pública” la presencia de mendigos por las calles en el ámbito de un país donde no había nada de nada, y menos aún para aquellos españoles que no se “habían distinguido” en el bando ganador de una guerra civil, me produce urticaria y quemazón. Es, no sé, como si un empresario despidiera a un obrero sin ningún tipo de indemnización y, a continuación, denunciase a éste para que se le aplicase con todo rigor, pongamos por caso, la obsoleta “Ley de Vagos y Maleantes” de 1933. Los ramalazos fascistóides todavía hoy están presentes, mal que nos pese. Recuerden cuando Ana Botella, en 2010, siendo teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Madrid relacionó la suciedad del entorno del barrio de Chueca con los indigentes y grafiteros, a los que  acusó de impedir la limpieza de las calles. Algo parecido sucederá dentro de poco con los “sin papeles” y desde el Estado de la negación de la cartilla sanitaria. El Gobierno le lanzará la “patata caliente” del problema a las organizaciones no gubernamentales o al maestro armero. Hasta puede que aparezca algún delegado del Gobierno en Madrid ordenando a las autoridades bajo su mando pegar bandos en las paredes de las calles donde se prohíba  terminantemente estar enfermo y se obligue a ir a toser a los alrededores la Casa de Campo, donde no se les escuche, como sugiere Cristina Cifuentes para los indignados del 15-M cada vez que pretendan manifestarse en libertad. La Puerta del Sol es, por lo que se ve, lugar para el esparcimiento de los ciudadanos que llegan de provincias dispuestos a pisar el “kilómetro cero” sin mancharse los zapatos y para los trileros y carteristas de pequeña cilindrada. Los de gran cilindrada ya disponen de entidades de crédito enmoquetadas y con aire acondicionado, que siempre ha habido clases.

viernes, 11 de mayo de 2012

Los Berrio-Otxoa



Ayer fallecía en Vitoria Juan María Urdangarín Berrio-Ochoa, padre del duque consorte de Palma de Mallorca. Casado con la belga Claire Liebaert y padre de siete hijos, Urdangarín era pariente lejano por parte materna de san Valentín de Berrio-Ochoa y Aristi (Elorrio, Vizcaya, 1827-Hải Dương, Indochina, 1861), beatificado en 1905 y elevado a los altares en 1988. De hecho, el primogénito de Iñaki Urdangarín fue bautizado como Juan Valentín en honor al santo pariente. Recuerdo que durante mi infancia mi madre se carteaba con una señora de Bilbao y que, en cada carta recibida, siempre le adjuntaba una estampita del entonces beato Valentín de Berrio-Ochoa. Aquella estampita tenía en la parte inferior izquierda un taladrado redondo, similar al que se le hace a los folios para ser archivados, donde se guardaba un pedacito de tela roja supuestamente perteneciente al beato, cubierto por un  celofán del mismo tamaño por ambos lados del papel. Sin exagerar, llegué a tener un montón de aquellas estampas, todas iguales, donde se imploraban oraciones con miras a conseguir que el entonces beato y misionero dominico, nacido en el palacio de Arriola de Elorrio el 14 de febrero de 1827, fuese finalmente canonizado. Valentín de Berrio-Ochoa había sido decapitado en 1861 en Tonquín siendo obispo titular de Centuria y coadjutor del nuevo vicario apostólico, Melchor García Sampedro, al que sucedería tras el martirio de éste el 28 de julio de 1858. Años más tarde, vía Manila, fueron trasladados a España los restos de este santo y actualmente reposan en la iglesia parroquial de su pueblo natal. En la actualidad está considerado como segundo patrón de la Diócesis de Bilbao, después de san Ignacio de Loyola, que lo es de forma oficial desde el 2 de noviembre de 1949  y de acuerdo con la Bula de Pío XII “Quo commmodius”. La Virgen de Begoña, pese a lo que algunos vascos entienden, no es patrona de la Diócesis de Bilbao sino del Señorío de Vizcaya desde el 18 de junio de 1738, fecha en la que las Juntas Generales la declararon  Patrona principal del Señorío. Como dato curioso, (según “Linajes y…”, de J. Kerexeta) “en la Fogueración de 1796 aparece el nombre de Berrio-Otxoa, por haberse casado Joan de Otxoa, de Bergara (Gipuzkoa), con la Señora de la Torre, Juana de Berrio; y, siguiendo la costumbre relativamente frecuente de la época, Joan unió su apellido al del Solar de su señora, dando así origen al apellido Berrio-Otxoa”.

jueves, 10 de mayo de 2012

Cristina Cifuentes



A Cristina Cifuentes no le gusta el movimiento 15-M. A mí no me gusta Cristina Cifuentes. Empate. Hace dos semanas acudió de incógnito a una asamblea de esa organización para ver lo que se cocía en las asambleas. Ha dicho que “le gusta ver las cosas sobre el terreno y suele ir a los sitios sin avisar”.Hombre, tampoco es que sea muy conocida por el ciudadano de a pie esa dama de pitiminí, como me consta que tampoco lo fueron sus antecesoras en el cargo, o sea, María Dolores Carrión, Amparo Valcarce y Soledad Mestre, en este orden. A mi entender, al delegado del Gobierno, ya lo sea en Madrid,  en Murcia, en Aragón o en cualquier otro reino de taífas del alfoz hispano, se le debe comunicar por escrito  cualquier  manifestación pacífica que se pretenda hacer como protesta y en defensa de los derechos perdidos. Y la obligación del delegado del Gobierno, la obligación de la señora Cifuentes, una vez avisado o avisada en tiempo y forma, es la de tomar la debida nota del acto previsto, por un lado; y asegurar que no se produzcan desórdenes públicos, por otro. Y ahí termina su misión. Un delegado del Gobierno no debe mandar un “ejército” de policías con cámaras fotográficas incrustadas en sus cascos, o en sus partes pudendas, que me da lo mismo dónde, para amedrentar a unos manifestantes a los que les ampara el derecho a protestar. ¡Faltaría más! Un delegado del Gobierno no debe, tampoco, contar entre sus atribuciones la de poder decidir  cómo y por dónde ha de de transcurrir tal manifestación pacífica, entendida siempre como un derecho contemplado en nuestra Constitución. Cristina Cifuentes, por tanto, no debe considerar si una manifestación pacífica de ciudadanos en un Estado de Derecho sólo debe autorizarse si se celebra  en los Monegros, en Babia, o en Casa de Campo, como esta delegada del Gobierno pretende hacer para intentar solapar un problema que tiene el Gobierno de Mariano Rajoy. Esas cosas, y otras peores, ya lo creo, las hacían determinados políticos de la Dictadura con la vergonzosa cuestión de las chabolas. La actual alcaldesa de Madrid, Botella, siendo teniente de alcalde de la Villa, se permitió decir que el barrio de Chueca olía mal por causa de los vagabundos, que dejaban las aceras llenas de inmundicias. Pues bien, a la Casa de Campo le invito a que vaya la señora Cifuentes, que siempre se aprende algo.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Aquel señor de traje oscuro



Una vez le preguntaron a miss Sevilla: “¿Qué opina usted del tsunami?”, y ella, cuyo nombre ignoro, respondió: “Es muy bueno, pero a mí me gusta más el tiramisú”. Al ministro Wert le queda mucho trabajo por delante, pese a ser el ministro peor valorado en las encuestas. Algo parecido ocurrió durante un convite en un pueblo, cuyo nombre evitaré, con motivo de la fiesta de san Isidro. Allí se encontraba un ramillete de fuerzas vivas, es decir, alcalde, farmacéutico, sargento de la Guardia Civil, médico, veterinario, cura párroco, sobrestante de la Renfe, etcétera, dispuestos a hincarle el diente a unos canapés. En un momento dado, el farmacéutico se dirigió a un señor magro de carnes y traje oscuro que fumaba “caldo”, con la pretensión de servirle un poco de vermú como simple excusa para “romper el hielo” y entablar conversación. El señor del traje oscuro, que no se reía aunque le hicieran cosquillas, rehusó el ofrecimiento de aquel boticario con propensión a la dipsomanía,  haciéndole un gesto negativo con un dedo de la mano. El boticario, cursillista de cristiandad, coleccionista de chapas de refresco y consumidor compulsivo de pastillas “Koki”, de mentol-penicilina, se quedó asombrado ante el aparente desaire de aquel señor de traje oscuro que, cuando alguien le preguntaba por la hora, contestaba solemne aquello de “las catorce treinta y dos” o, simplemente, “los treinta y dos”, después de sacar del bolsillo de su chaleco y mirar con fijeza un “Roskopf “ unido mediante mosquetón de seguridad a una cadena de oro de Mannheim. El boticario se echó un trago de vermú cerrando un paréntesis con el dedo meñique. Y tras llevarse a la boca una “gilda”, el boticario le preguntó: “¿Es usted abstemio?, a lo que el señor de traje oscuro le respondió circunspecto, como si le diese la hora: “No señor, soy el jefe de la estación”. El boticario, que no acababa de comprender cómo había podido suceder el desastre de Fukushima, se lo comentó al señor del traje oscuro: “No entiendo cómo se metió tanta agua en Japón teniendo allí la muralla china”. Pero el señor del traje oscuro frunció las cejas, volvió a mirar el reloj y comprobó que ya eran “los cuarenta y siete”. Se enjugó los labios con un poco de agua de seltz, lió un cigarro de “ideales” y se marchó solo, sin el sobrestante, que ahora se entretenía en cantar “Mi triguito limpio” a unas señoras pícnicas y carmesíes, muertas de risa y sentadas en un diván con las piernas abiertas a las tres menos cuarto.

martes, 8 de mayo de 2012

Pobre barquito velero


España dispone de un portaaviones, el “Príncipe de Asturias”, que tiene 30 años de servicios y cuesta a los españoles 30 millones de euros anuales. Los planes de recortes también llegan a Defensa. El Gobierno acordó el año pasado incluirlo en una operación en Libia pero fallaron los radares. En suma, el portaaviones sólo sirve para la guerra de Gila. Algo parecido le ocurrió al submarino “Mistral”, que se encuentra en la base de Cartagena para que los turistas le hagan fotos, o al “Siroco”, inmovilizado a la espera de confirmar su venta a Tailandia. Ante tal situación, los españoles no estamos preparados ni para defender el islote de Perejil. “Pobre barquito velero, / a la deriva en el mar, / sin el soplo de un “te quiero", / pobre barquito velero/ que no puede navegar”. Ya sólo faltaría que a las balas de los fusiles les ataran una cuerda para poderlas recuperar después de cada disparo. Claro, luego lee uno los artículos de Chicharro en “República.com” y el lector se lleva la sensación de que con los “tomahawk” en nuestras fragatas F-100 y en los futuros submarinos S-80, estamos preparados para la guerra de las galaxias. Y de eso, nada. Menos aún desde que a Trillo le hicieron embajador en Estados Unidos tras sopesar en la balanza su victoria en la “Operación Romeo-Sierra” y su patinazo en septiembre de 2003, cuando pidió a las tropas de El Salvador en plena formación gritar ¡Viva Honduras! En España hubo una empresa dedicada a fabricar material bélico, más tarde prohibido. Se llamaba Instalaza y allí trabajó el actual ministro de Defensa. Éste, por tanto, debe saber por qué se fue a pique. Fabricaba bombas de racimo, mucho más letal que las bombas mariposa fabricadas años antes por los nazis. Las bombas de racimo, muchas de ellas fabricadas en Zaragoza, fueron usadas por Rusia en Chechenia, por el Reino Unido en Kosovo e Irak, por Israel en el Líbano en el año 2006 y en Gaza en 2009. También Estados Unidos utilizó estas bombas en Afganistán, Kosovo, Laos e Irak. La empresa española en cuestión se fue a pique como consecuencia de su prohibición a partir de 2008, cuando más de 100 países, además de Greenpeace, se comprometieron a no emplear estas armas, bajo ninguna circunstancia. España, a mi entender, debería priorizar los recursos. No es de recibo, por ejemplo, que en Castilla y León se dediquen actualmente más de 300.000 euros a lecciones infantiles sobre caza cuando en muchas escuelas públicas de esa Comunidad no disponen de calefacción por falta de dinero.

lunes, 7 de mayo de 2012

Por la puente que está seco


Un  conocido periodista de las revistas de la bragueta preguntó a Rafael Spottorno recientemente sobre si la Casa Real iba a celebrar de alguna manera el próximo día 14 las bodas de oro de los reyes. Y el jefe de la Casa del Rey, al parecer, se limitó a responder que “la efeméride es puente”. Bueno, la efeméride es puente en Madrid pero no lo es en el resto de España. A mi entender, Spottorno ha intentado salirse por la tangente ante la “envenenada” pregunta. Y ha respondido que la efeméride es puente como podía haber manifestado que el Pisuerga pasa por Venta de Baños o que manzanas traigo. España no está para eventos, la Monarquía no pasa por su mejor momento y la economía de aquí puede desencadenar una mascletá que ríanse ustedes de las que se llevan por Valencia. Por un lado, Rajoy pretende inyectar dinero público, dinero de todos, para sanear determinada banca, es decir, el embrollo de Rato y de Fernández Norniella, el amigo de Juan José Lucas que en su día sustituyó a Manuel Guasch, el amigo de De la Rosa, el de Torras, en Ebro, tras su fusión con la Compañía de Industrias Agrícolas, después de haber sustituido al notario Enrique Gabarró…uff, qué lío. Y ahora Bankia lanza bengalas de auxilio mientras hace aguas lentamente, como el Titánic, pero sin música en cubierta amenizando la malaventura. Pero la mascletá puede ser consecuencia de otro hundimiento, el de la Bolsa, por el efecto acción- reacción sobre un Ibex 35 en su peor momento y con la vista extranjera puesta en posibles movimientos corporativos y OPAS hostiles sobre bancos y eléctricas, dada su actual depreciación. En suma, creo que no hay mucho que celebrar salvo el triunfo de Hollande en Francia. Las bodas de oro de los reyes, que en 1962 sólo ocuparon varias líneas en el conjunto de la prensa española por expreso deseo de Franco, caen en puente y eso desluce mucho, más aún cuando bajo el puente apenas discurre agua.

domingo, 6 de mayo de 2012

El punto muerto


En economía, el punto muerto viene a coincidir con la fecha, dentro de cada ejercicio económico, en la que los costes totales de producción igualan a los ingresos totales por ventas. Ello viene a cuento con el coste para los españoles del llamado Estado del Bienestar. Se estima que el contribuyente medio en España trabaja un total de 124 días al año exclusivamente para el Estado, es decir, que el 5 de mayo es cuando se produce su punto muerto. Hasta entonces, por tanto, se trabaja para el inglés. Eso, suponiendo que no suban el IVA, el IBI, el IRPF, las cotizaciones a la Seguridad Social, se establezca el “medicamentazo” y  escale sin piedad el resto de los impuestos y tasas. En ese caso, el punto muerto corre hacia adelante en el calendario a velocidad de vértigo. En honor a la verdad es cierto que cada día afloran más ciudadanos que reciben del Estado sin haber aportado nada. Por ejemplo, los beneficiarios de las pensiones no contributivas, que por desgracia son legión. Los más pesimistas, entre los que yo me encuentro, entienden que el punto muerto de los españoles cada año se está acercando más a la fecha de la conmemoración de los fieles difuntos, que es el 2 de noviembre. Menos mal que una luz se ha abierto en el horizonte y que un fulgor ya se vislumbra al final del oscuro túnel. Al fin nos hemos enterado de que Rodríguez Zapatero, que aprendió economía en dos tardes gracias a Jordi Sevilla, además de ser consejero de Estado vitalicio, publicará un libro sobre economía allá por el otoño, rondando el Halloween. Estoy seguro de que el libro en cuestión ayudará a sacar a Rajoy de su laberinto y de que el punto muerto de los españoles retrocederá en el calendario de forma espectacular. Ya no será necesario que De Guindos intente vender la moto a Mario Draghi, responsable del Banco Central Europeo, como hizo días pasados en la cena del palacio de Pedralbes junto a Fernández Ordóñez, Rodrigo Rato, Fernández Norniella, Arturo Fernández, Esperanza Aguirre  y el resto de  protagonistas del último sainete bancario.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Sembrar vientos

Refiriéndose a la inestabilidad económica en España, Raphael Minder, corresponsal en España y Portugal para “The International Herald Tribune”, cree que “la crisis de confianza de España es también palpable fronteras adentro, con un consumo en caída libre, el crédito desaparecido y una sociedad, ya de por sí ya muy dada a la flagelación, que vio cómo su esplendor económico tenía pies de barro”, según señala hoy en “El País” Amanda Mars. Fuera de España, la cosa está que arde. Hace sólo unas semanas, Cristina Fernández lograba del Senado argentino la expropiación del 51% de las acciones de YPF propiedad de Repsol. Evo Morales anunciaba ayer la expropiación de TDE, filial boliviana de Red Eléctrica de España. ¿Habrá efecto dominó en los negocios españoles en América Latina? Ya veremos. Según se puede leer en “Cinco Días”, “los inversores extranjeros huyen de España y el nivel de desconfianza se agrava. Los inversores españoles se llevaron al extranjero 13.000 millones de euros en febrero, según el Banco de España, [es decir, el 1’2 % del PIB] la mayor fuga de capitales nacionales desde que estalló la crisis de la deuda”. Para mí que no se lo han llevado nada, simplemente lo han dejado fuera para evadir impuestos. Y mientras todas esas cosas acontecen, Soraya Sáenz de Santamaría pide al PSOE que se calle, como si en una democracia se pudiese silenciar al partido mayoritario en la Oposición. Esos ramalazos fascistóides e intempestivos puestos en boca de la vicepresidenta del Gobierno ponen de manifiesto cómo se las gasta la gente de la gaviota. Algo, por otro lado, que a muchos, entre los que yo me incluyo, no nos pilla de sorpresa. Y para colmo de despropósitos, los abogados de Urdangarín pretenden, al parecer, pactar con el fiscal los delitos investigados en la pieza del caso Palma Arena sobre el Instituto Nóos y devolver la cantidad presuntamente malversada (¿de cuánto dinero hablamos?) y aceptar una pena de prisión a todas luces ridícula para evitar el ingreso en la cárcel de su patrocinado. Hemos sembrado vientos y ahora recogemos tempestades.