jueves, 29 de diciembre de 2011

El salario del miedo


Congelar el salario mínimo interprofesional en 641’40 euros mensuales, algo impensable desde su creación en 1980, equivale a condenar a la miseria más vergonzosa a una gran parte de la población española. El ciudadano no puede arruinarse a costa de un Estado. Si la primera medida de austeridad del nuevo Gobierno consiste en frenar el poder adquisitivo de los más desfavorecidos, apaga y vámonos. El “voto del miedo” favorable a la derecha, ejercido por una gran parte de las capas más bajas de la sociedad y expresado en las urnas el pasado día 20 de noviembre, se ha convertido en un bumerán de difícil acomodo. La crisis de enorme calado que padecemos los españoles, aunque unos más que otros, que comenzó con la quiebra de Lehman Brothers, con un agujero de 400.000 millones de dólares, que siguió con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y que se agudizó con la conjunción de la tremenda avaricia de los bancos, por un lado; y de las malas artes de determinadas cajas de ahorro manejadas por políticos desaprensivos y determinados obispados más dispuestos a “pastorear” al becerro de oro que a los creyentes de su Iglesia, por otro; ha sido el cóctel deletéreo de nuestro empobrecimiento galopante. En este sentido, Xavier Vidal-Folch, comenta hoy en “El País” que “Montoro enfrenta el toro de disciplinar a los demás ministerios. Guindos deberá inspirar toda la política económica, dar confianza al exterior, y resolver un problema de imagen”. Y líneas más abajo sigue recordándonos Vidal-Folch que “mucho chisgarabís minimiza su paso –el de De Guindos- por Lehman Brothers (del que el interesado dijo que había sido una ‘apasionante aventura’), como algo fugaz: pero estuvo ahí un quinquenio, de 2004 a 2009, primero, como asesor internacional y, luego, como presidente ejecutivo de la filial ibérica”. En fín, ya veremos dentro de unos meses adónde nos conducen estos dos conductores de trenecillo de tiovivo.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Trabajar para el inglés


Juan Carlos Escudier comenta en “Público” que “en vista de que muchos niños dudan entre pedir sus juguetes a los Reyes o a su yerno, que va sobrado, Zarzuela tiene previsto hoy dar cuenta de cómo se distribuye la asignación anual al jefe del Estado y a su familia que se incluye en los Presupuestos del Estado”. Bueno, ya no es hoy cuando La Zarzuela va a dar cuenta del desglose de esos 8’5 millones de euros. Ahora avisan que será mañana. Sin duda, la festividad de los Santos Inocentes ha podido influir en esa demora en la rendición de cuentas. Tal asignación, que no es moco de pavo, no incluye otras partidas –sigue contando Escudier- provenientes del Ministerio de la Presidencia, de Exteriores, “además de las contribuciones que Interior, Defensa y Hacienda realizan para el sostenimiento del Cuarto Militar del Rey, la Guardia Real y para cubrir los gastos de seguridad y coches oficiales, cuya cuantía se desconoce”. En suma, una pasta gansa a la que contribuimos todos los españoles. Aquí no vale decir: “yo no colaboro”. Se paga con los impuestos y punto pelota. Ese “trágala” me recuerda cuando, en la época más oscura de la posguerra, al nacional-catolicismo local, encarnado en el liliputiense arzobispo Doménech, en el falangista y gobernador civil Baeza, en el alcalde hortera Gómez Laguna y en un ramillete de meapilas de diverso pelaje, les dio por organizar por las calles de Zaragoza un Rosario de Cristal, que todavía perdura, a base de faroles barrocos y vitrinas multicolores con carabelas colombinas, columnas pilaristas y maquetas diversas de enorme fragilidad y construidas con muchísima paciencia. Pues bien, al Grupo Remolachero, al Sindicato Vertical del Azúcar, al presidente del Grupo Ebro, Mariano Lozano Colás, nacido en Daroca, o a todos ellos de forma mancomunada, se les ocurrió que debían colaborar a tan pía procesión con una maqueta acristalada propia representando no recuerdo qué. Y para costear la peana rodante, la maqueta y un rabo de cursiladas, a los trabajadores de todas las azucareras, sin haberles preguntado si querían o no colaborar, les detrajeron una cantidad de sus modestas nóminas. Es lo que yo doy en llamar “trabajar para el inglés”.

martes, 27 de diciembre de 2011

Las hojas amarillas


Un tal Willy Ubide se ha encontrado en un contenedor de basura de Neguri la historia reciente de España en imágenes. Alguien había tirado las fotografías de la realeza quizás porque se estaban poniendo de color sepia. Ubide, que se las ha llevado a casa para verlas despacio, ya ha declarado que “las fotografías que encontré en el contenedor azul –color borbónico- tienen el valor de los bonos basura”. Son hojas amarillas que crujen cuando se pisan. Son como paisajes robados de los veraneos de Alfonso XIII y su familia en San Sebastián, antes de que la ciudad de Santander le regalase al Rey para su uso y disfrute el Palacio de La Magdalena; de la boda de Juan de Borbón en Roma; y del actual Jefe del Estado junto a su fallecido hermano Alfonso siendo niños. El hecho de que alguien de la burguesía de Neguri haya tirado las fotos reales al basurero azul da idea de cómo se valora en España la Monarquía. Este es un país veleta, donde los mismos ciudadanos que mandaron al exilio a Isabel II en 1868, llenaron las calles de Madrid de gallardetes para recibir entre vítores la llegada de Alfonso XII en 1874; y donde gran parte de los ciudadanos que llenaban la Plaza de Oriente en septiembre de 1975 para aplaudir al general Franco tras los últimos fusilamientos y el consiguiente enfado de Europa, o que hacían aspavientos de vergonzoso vasallaje ante el féretro del dictador en el Salón de Columnas del Palacio Real un 21 de noviembre, daban el triunfo, con una mayoría absoluta hasta ahora nunca superada, al Partido Socialista en octubre de 1982. Pero a lo que iba, moreno. La monarquía parlamentaria plasmada en la Constitución y encarnada en la persona de Juan Carlos I ha hecho un papel aceptable en España durante los últimos 36 años. Pero ahora, este mismo país veleta, que se ha escorado a la derecha de forma alarmante, por miedo a la presión de la crisis económica y el desempleo galopante que se le vienen encima al común de los ciudadanos sin visos de mejora, ha pintado de azul, además de los contenedores de papel, el mapa de España. Y esos mismos ciudadanos, que ya no pueden ni con su alma, contemplan atónitos cómo el yerno del Rey (el yerno perfecto) y su consorte, o sea, los duques de Palma de Mallorca, presuntamente, se han dedicado a evadir capitales, falsificar facturas y enriquecerse de forma zafia. ¿Con qué dinero se compró y se decoró con todo lujo el palacete de Pedralbes? ¿La infanta estaba al corriente de los tejemanejes de su esposo? Tal vez sea así, pero yo no me lo creo. Para el común de la ciudadanía, cuya paciencia parece similar a la de los corderos, el “choriceo” era algo que se consideraba relacionado con la clase política, más pendiente de su bienestar personal y de aprobar leyes en su beneficio que de servir a aquellos que representan. Y en ese cambalache de toma y daca, “donde el que no llora no mama y el que no mama es un gil”, la Casa Real quedaba fuera de cualquier tipo de sospecha. Pero el ciudadano común, que además de no poder ya ni con su alma está a punto de la desesperación, se ha puesto de perfil frente a la Monarquía de la misma manera que se ha puesto de perfil frente a la vida. El tal Willy Ubide se ha encontrado con las imágenes de una España que no queremos y se las ha llevado a casa quizás para esconderlas, por aquello de que la ropa sucia es mejor lavarla en casa.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Sobran reportajes previos


Observé con detalle cada frase del mensaje de Navidad del Rey. Me pareció ponderado. Lo que ya no comprendo es la necesidad de ese reportaje previo que hizo Televisión Española sobre la Familia Real. ¿Tan inseguros estamos todavía los españoles sobre la forma de Estado? A mi entender, no es preciso sacar el incensario monárquico a pasear cada dos por tres en un Estado de Derecho. Para esos menesteres rayanos en la plebeyez más cómica ya disponemos de ciertos “plumillas” impresentables que se pasan la vida calificando de “Viejo Rey” a Juan de Borbón y Battenberg, el español exiliado que pretendió unirse a los sublevados contra la Segunda República. (El 1 de agosto de 1936 cruzó la frontera española por Dancharinea escoltado por un grupo de navarros monárquicos. Pasó con la identidad falsa de “Juan López” y trabajador del Hotel “La Perla” de Pamplona, etcétera.). A estas alturas de la democracia, los españoles no necesitamos en modo alguno “cursillitos” en los que se elogie machaconamente la figura de Juan Carlos I. En este país ya nos conocemos todos y somos conscientes de lo que hay. Y lo que hay es una Monarquía Parlamentaria en la que el Rey cumple con su papel de Jefe del Estado del modo que mejor sabe hacerlo. Ojalá pudiéramos decir lo mismo de la clase política, más pendiente de los intereses de partido que del servicio a los ciudadanos que un día confiaron en ellos, cuya habilidad consiste en saber instalarse en los primeros puestos de las listas electorales para, de esa manera, asegurarse el corto futuro de cada legislatura confiando en la aritmética. Las soberanas decisiones que tomarán más tarde en los centros de poder dependerán más del toma y daca que de otras consideraciones. Como decía, los ciudadanos no necesitamos que Televisión Española nos “venda” las virtudes de la Corona, como si fuese un espacio de “tele-tienda”. Me considero republicano, pero respeto a las personas, tengan sangre azul o sangre colorada, por su labor. (“Por sus obras los conoceréis”. Mateo 7,15-20). Y el trabajo del Rey desde el mismo día de su coronación es impecable. Al César lo que es del César.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Y mañana Navidad


Señala hoy Manuel Vicent en El País que “la derecha lo tiene todo a favor, Dios, el dinero, el Boletín Oficial del Estado y el miedo del ciudadano atenazado por la crisis económica. En esta partida de naipes la derecha tiene además la última carta en la manga: consiste en que los pobres desean ser ricos, los obreros sueñan con ser burgueses y al final hasta los más rojos quieren ir de vacaciones a Cancún o a Punta Cana”. Ante ese panorama, la izquierda está obligada a cambiar el “chip” si quiere volver a gobernar. Da lo mismo si los partidarios de Chacón se suben a la chepa de los partidarios de Rubalcaba, o viceversa. La supuesta “batalla del PSOE” que se avecina en febrero no interesa a casi ningún ciudadano, todos más pendientes de los ajustes de Luis de Guindos en lo económico y de Fátima Báñez en lo laboral, que van a caer sobre las cabezas del común de los españolitos como un diluvio de hiel y vinagre de muy mal acomodo. Rajoy, por otro lado, piensa sacar el látigo de trece colas, una por cada ministerio, cuando regrese de Pontevedra tras haber cenado el capón de Villalba, para fustigar a los catalanes de CiU que “se declararon en rebeldía” en el Hemiciclo con su rotundo “no” al entonces aspirante a presidente del Gobierno, ignorando que también sería el “superministro” coordinador de Economía, Hacienda y los Grandes Expresos Europeos. Rajoy se va a convertir, a este paso, además de presidente del Gobierno, en el abad mitrado al que todos los “mandamases” de las Comunidades Autónomas pintadas de azul turquesa deben obediencia absoluta. Y mientras, Madrid se engalana para recibir a la nueva alcaldesa Botella no sabemos si vestida de faralaes. “¡Vaya un marío con suerte/ y una mujer bien plantá, / es una vara de nardos/ con la carita lavá!”. Feliz Nochebuena a los felices pocos de vosotros, mis queridísimos lectores.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Mal empezamos


El pasado 28 de noviembre se colocaba un busto de don Manuel Azaña Díaz, realizado por Evaristo Bellotti y donado por Izquierda Republicana, en la sala más noble del edificio del Congreso de los Diputados (detrás de la Puerta de los Leones) y frente a otro busto de Isabel II. Pues bien, el busto del que fuese presidente de la II República ya ha sido movido de su sitio sólo tres semanas después de su colocación. Ese busto de Azaña es como un armatoste de gran valor sentimental pero que estorba en todos los sitios. De momento ha ido a ocupar el lugar de otra estatua, la de Ernest Lluch. Me temo que esa no será su última ubicación. Aquel frío 28 de noviembre, día de san Honesto, José Bono manifestó a los presentes al acto que cambiar la ubicación de la escultura equivaldría “deshonrar la memoria de la Libertad”. Pero el rodillo del PP comienza a funcionar como era previsible. Por un lado, se arrinconan los bustos de quien fuese Jefe del Estado y de un exministro de Sanidad asesinado por ETA; por otro, se permite que UPyD pueda tener grupo propio sin reunir las condiciones para ello, al tiempo que se le niega a Amaiur; Rajoy no contesta a las preguntas de los periodistas el día de su toma de posesión; consigue colocar a Ana Botella en la Alcaldía de Madrid sin haber sido la cabeza de lista hace sólo siete meses; nombra ministro a Agricultura a Arias Cañete, el mismo contertulio que desvariaba tiempo atrás en “El gato al agua” de la cadena de Julio Ariza y que, siendo ministro con Aznar, expresara en noviembre de 2000 la desafortunada frase: “el trasvase del Ebro se hará por cojones”. Queda claro: UPyD, esa “marca blanca” de la derecha pura y dura tiene grupo propio “por cojones”; Azaña se quita de la vista en el Congreso “por cojones”; Amaiur se queda en el “gallinero” del Grupo Mixto “por cojones”; Rajoy se hace el mudo ante las preguntas de la prensa “por cojones”; se piensa nombrar a Ana Botella alcaldesa de Madrid “por cojones”; y el trasvase del Ebro se hará, según sostuvo Arias Cañete, “por cojones”. Da la sensación, no sé qué opinarán ustedes, de que el nuevo equipo Ejecutivo hubiese jurado ayer el cargo poniendo la mano derecha sobre el “Diccionario secreto” de Camilo José Cela.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Demandas variopintas


En las extensas listas de paro en Aragón se encuentran profesionales en demanda de empleo de lo más variopinto. Ente ellas, un mayordomo, un consignatario de buques y cuatro marineros de pesca de altura. El consignatario y los cuatro pescadores lo tienen bastante crudo en nuestra región. De momento no hay mar y por el Ebro sólo circula el barquito de Belloch en los meses de verano, que va de puente a puente como en el juego de la oca. El caso del mayordomo es distinto. Sólo deberá tener paciencia y esperar al próximo día 22, a que se cante la lotería por los niños de san Ildefonso. Le sugiero al mayordomo cesante que ese día, o sea, mañana, se ponga el transistor cerca de la oreja y, al igual que hacen los empleados bancarios en busca de pasivo, esté al loro de lo que pueda ocurrir. Si el posible afortunado está cerca, poder atrapar la mosca por el rabo. Nunca se sabe. Personalmente me gustaría disponer de un mayordomo para que me hiciera esas faenas tan monótonas del hogar. Lo que ocurre es que mi sueldo no llega para poder disponer de un maestresala en nómina; y que, además de ello, en el improbable caso de tenerlo algún día, correría el riesgo de que a éste le diera por afiliarse a la UGT o a CC.OO. y me lo maliciasen. No hay nada peor que tener en casa personal de servicio maliciado por los sindicatos de ramo, sector actividades diversas. Podría ocurrir que me encontrara una tarde viendo por la televisión un programa sobre el apareamiento de las tortugas marinas de carapacho liso y, cuando menos me lo esperara, apareciera en la puerta del cuarto de estar el personal de servicio con una pancarta reivindicativa y una bandera colorada lanzando soflamas contra los abusos patronales y la tardanza en la firma del convenio colectivo. En consecuencia, pienso que es mejor que no me toque la lotería el día de san Demetrio, o como dicen los chupatintas: el 22 de los corrientes. Ya decía Julio Camba hace más de setenta años que “nuestra lotería es una lotería exclusiva para millonarios, ya que sólo un millonario puede invertir dos mil pesetas en un negocio tan aleatorio”. Y tenía razón.

Rajoy ya es presidente


Ya ha jurado su cargo Mariano Rajoy. Ahora sólo falta conocer el nombre de los ministros y la asignación de sus carteras. He visto el acto por la tele y me han llamado la atención varias cosas. Una de ellas ha sido la tranquilidad de Rajoy en todo momento. Otra, las caras serias de los asistentes al acto. Al Rey le he encontrado más serio de lo habitual. Comprendo que el país pasa por momentos económicos graves y que la sombra de 5 millones de desempleados lo cubre todo como un nubarrón. Otra cosa que he detectado es lo mal que le sienta el traje cruzado que don Juan Carlos ha utilizado para el importante acto. El Rey es persona que viste bien y al que le sienta la ropa como un guante. Pero esta vez no ha sido así. O, al menos, a mí me lo ha parecido. Ahora sólo toca esperar la lista del Gabinete. Hay nervios a flor de piel por parte de algunos políticos. La solución, esta tarde.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Hablar por boca de ganso


Hace pocos días, el diario “La Razón” venía a decir en portada que todos los españoles estábamos con el Rey. Vamos a ver: punto primero, ese periódico no puede hablar en boca de todos los ciudadanos. Punto segundo, en lo que a mí respecta, declaro que sólo estoy con el Estado de Derecho. Como dice “Escolar.net” hoy, “por cierta confusión interesada, llamamos “Casa Real” a una familia y nombramos a esas personas por su poco humilde morada; con “la Zarzuela” o “la Corona”, como exculpatorias metáforas. Así, cuando aparece una oveja negra en el palacio, siempre hay algún pelota dispuesto a argumentar aquello de ‘no confundir a la institución con las personas’. (…) La infanta Cristina, séptima en la línea de sucesión, era vocal del Instituto Nóos y copropietaria de una de las empresas que hoy investiga el juzgado”. Un fraile agustino solía argumentar en la aplicación de los correspondientes castigos, cuando algún alumno suyo era colaborador necesario para alguna chiquillada de otro condiscípulo, que “tanto peca el que mata como el que tira de la pata”. El fraile agustino, sin duda, se refería a lo que en Aragón se llama matacía, esa “ceremonia mondonguera” existente en los pueblos el día de la matanza del cerdo. La solución de mandar a la infanta y a su marido a Washington para evitar males mayores –dicen que la distancia es el olvido- se me antoja como una solución patética. El español nunca olvida y raramente perdona. Es por una pura cuestión genética. ¿Acaso los ciudadanos olvidaron en 1931 que Alfonso XIII se hubiese puesto al lado de Miguel Primo de Rivera en 1923? Sí, ya sé que existió el Pacto de San Sebastián. También sé que Juan de Borbón cruzó la frontera en un vano intento de ponerse al lado de las tropas rebeldes, y que al rey Juan Carlos lo catapultó al escenario de la Historia el general Franco. Aquella apuesta de un dictador por el nieto de un rey que había perdido su corona al abandonar España, salió bien como pudo haber salido mal. Es posible que a día de hoy gran parte de los ciudadanos estén a favor de la Monarquía Parlamentaria como forma de Estado. Pero ello no significa en modo alguno que el ciudadano, que paga impuestos y sufre una crisis económica tremenda derivada de la avaricia bancaria y de la corrupción política en algunas Comunidades Autónomas, deba hacer borrón y cuenta nueva sobre determinados actos de algunos miembros de la Casa Real si, como queda por demostrar en los Tribunales de Justicia, incurriesen en desafuero.

viernes, 16 de diciembre de 2011

El Museo de Cera


Me parece justo y elegante que, por un lado, las familias de 64 fusilados navarros hayan recibido de manos del ministro Jáuregui los correspondientes “Certificados de reparación”; por otro, que el Gobierno socialista, en su último Consejo de Ministros, haya indultado a Miguel Montes Neiro, el preso más antiguo de España sin delitos de sangre. Se acaba el año y se ha armado el belén. A Urdangarín ya lo han cambiado de ubicación en el madrileño Museo de Cera. Le han sacado del entorno de la Casa Real para colocarlo junto a deportistas de postín. Así empezó su concuñado Marichalar. Primero lo medio taparon detrás del burladero de cuadrillas, como si fuese Camará, para más tarde abandonar el “ruedo” por la puerta de toriles y sin hacer apenas ruido. Como dijo Joaquín Rodríguez, Cagancho, en Almagro la tarde-noche del 26 de agosto de 1927 en el cuartelillo de la guardia civil:”Azí es la vida. Yo quería quedar bien, pero lo que no pue zé, no pue zé”. Urdangarín parece ser que presuntamente ayudó a “perfilar el tema” en demasiados lugares a base de aplicar el “rincón de Ordóñez” con soltura y devoción de novicia. Es difícil sobrevivir a las propias insuficiencias. El que sí merecería tener un lugar de honor en el Museo de Cera es Manuel Jalón Corominas, inventor de la fregona y de las jeringuillas desechables, que acaba de morir en Zaragoza. Gracias a Manuel Jalón, muchas mujeres dejaron de trabajar arrodilladas, que no es poco. Curiosamente, hoy la Reina se ha reunido con las Asociaciones de Damas de los Ejércitos y de la Guardia Civil. Supongo que se tratará de esas señoras que se ponen las pellejinas en las mesas petitorias el día de la “banderita” y que asisten a los desfiles militares en tribuna habilitada. Es una pena que no se encuentre entre ese ramillete de gentiles damas la Virgen del Pilar en carne mortal, capitana de las tropas aragonesas. Perdonen, pero como el horno no está para bollos ni el país para soportar a más nutridas representaciones de pícnicas cortesanas genuflexas, tonterías las justas.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Más allá de la sandez


A mí esas cosas de que una médium, Anne Germain, que es incapaz de aprender español después de llevar tanto tiempo por estos pagos contactando a los vivos con los muertos, me produce una especie de insulto a la inteligencia. Anne Germain, al parecer, es diestra en saber cómo piensan aquellos que ya no tienen el cerebro operativo por la sencilla razón de estar criando malvas. En su programa “Más allá de la vida”, promovido por una cadena de televisión empachante, la señora Germain clava sus ojos en la persona que tiene enfrente e intenta aturdirla con un “espiritual encuentro”. Y todo iba aparentemente bien en ese juego paranormal entre la “lista” que se lo lleva crudo y el sansirolé que se presta a sus raras prácticas elucubrantes, hasta que la médium se sentó frente a Santiago Segura. Éste aclararía, más tarde, que la mediadora entre la vida y la muerte “no había dado una”. Los ciudadanos españoles llevamos en nuestros genes las tremendas consecuencias de la Contrarreforma y ello perjudica más que beneficia. Favorece, cómo no, a los administradores del misterio, a los chamanes y a los hechiceros de la tribu a las órdenes de Ratzinger. Como señalaba Antonio Gala en su artículo semanal “Dedicado a Tobías” (“Los administradores del Misterio”, 1987), “las religiones desencadenan la creencia en aterradoras fuerzas sobrenaturales, y luego quieren monopolizarlas, cada una de ellas como única verdadera”. Ya sólo faltaría que esa cadena de televisión, que además de empachante carece de los más elementales principios éticos (como quedó demostrado la noche que llevó a su programa “La Noria” a la madre de El Cuco a cambio de 10.000 euros), llevara a su programa “Más allá de la vida” a la duquesa Franco para que se comunicara con su padre, el general golpista que reposa en Cuelgamuros .Eso sí que tendría tirón. Recuperaría la audiencia y la publicidad perdida, y compensaría para muchos televidentes las tediosas tardes que ofrecen Jorge Javier Vázquez y ese vergonzoso ramillete de huelebraguetas de la más baja calaña.

martes, 13 de diciembre de 2011

Cochambre


El hecho de que se hayan detectado staphylococcus áureus y especies de salmonella en un 1 y 0,5%, respectivamente, de los lotes examinados en los zumos de naranja, además de que el 43% de las muestras hayan superado los límites de enterobacterias establecidos por la legislación y el 12% el límite de microorganismos aeróbicos mesófilos en 190 lotes de naranja exprimida en diferentes bares y en el mismo día por científicos de la Universidad de Valencia, es como para echarse a temblar. Si eso sucede con los zumos de naranjas, ¿qué ocurriría si se hiciera un análisis a fondo de tapas sobre mostradores, estado de los aseos y controles sobre manipulación de alimentos? Este es un país de servicios donde cualquier ciudadano, sin ser profesional del medio, abre un bar de barrio al punto de la mañana y cierra la persiana a las mil y monas, cuando decide marcharse el último borracho. No da ni siquiera tiempo para que pueda ventilarse el local debidamente. Como mucho, un escaso barrido. ¿Algún inspector de Sanidad visita esos establecimientos? En teoría, sí. Sólo en teoría. Alguien podrá pensar que no se debe extremar la dureza de las inspecciones en los negocios familiares dada la crisis económica y el paro galopante. Los pequeños bares, en los que además de servir bebidas se habilitan máquinas tragaperras, dan de comer a muchas familias. Eso es cierto. Pero tanto un Ayuntamiento, que ingresa el IBI correspondiente por cada negocio abierto en su ciudad, como una Comunidad Autónoma, que ingresa una cantidad importante en sus arcas por autorizar el uso de máquinas tragaperras, al tener transferido el juego, deberían anteponer el cumplimiento de las normas en cuestiones de higiene y salud pública a la simple recaudación y el acto cínico de mirar para otro lado.

domingo, 11 de diciembre de 2011

La España de Magdalena Álvarez


Que el Rey no tiene nada que ver con las actividades privadas de su yerno Urdangarín es evidente. Nadie está diciendo lo contrario y si alguien lo hiciera, mentiría como un bellaco. Pero hay algo que no me cuadra en eso de la “Operación Babel”. En una conversación telefónica con la agencia Efe, el duque consorte de Palma “lamentó el perjuicio que las informaciones y comentarios que se vierten sobre su persona están causando a la imagen de su familia y de la Casa del Rey”. Nadie, tampoco Urdangarín, es culpable mientras no sea juzgado y consten pruebas de su culpabilidad. De momento no está ni siquiera imputado. Por lo tanto, el ciudadano Urdangarín está en su derecho de defender su honorabilidad y su inocencia. Pero también es cierto que el juez José Castro entiende que Urdangarín presuntamente facturó a través del Instituto Nóos y un enmarañado de empresas más de 16 millones de euros y que cerca del cuarenta por ciento fue dinero público. ¿Qué quiero decir con ello? Pues, sencillamente, que si se probase en los tribunales de Justicia esos presuntos delitos, Urdangarín, además de haber causado un enorme perjuicio a la Corona, también lo habría causado a todos los ciudadanos. Pese a lo que un día dijera una ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, que “el dinero público no es de nadie”, todos sabemos que el dinero público es de todos los ciudadanos y que sirve para hacer universidades, escuelas, hospitales, carreteras y pagar las pensiones de los jubilados. Y también, cómo no, para satisfacer al céntimo la asignación anual que el Estado concede a la Casa Real, que no es moco de pavo. Las informaciones y comentarios que estos días se vierten en la persona de Iñaki Urdangarín, duque consorte de Palma de Mallorca, están causando perjuicio, como bien se señala en la escueta nota de agencias, a la familia y a la Casa del Rey. Pero además, y eso es lo más grave, a la idea que los europeos tienen de España y de los españoles. Los ciudadanos merecemos salir del profundo agujero en el que nos sumió la dictadura de Franco durante casi cuarenta años, cuando Europa comenzaba en los Pirineos. Hay complejos difícilmente superables en buena parte de la ciudadanía que todavía perduran pese al cambio político plasmado en la Constitución. Estar en Europa no sólo consiste en disponer del euro para las transacciones o poder moverse libremente al amparo del Acuerdo de Schengen. Estar en Europa significa mantener una imagen de dignidad y respeto de cara al exterior, sin tener al gobernador del Banco de España en la cárcel, como sucedió con Mariano Rubio, o a un delincuente al mando de la Guardia Civil, como sucedió con Luis Roldán. Y si les digo la verdad, las informaciones y comentarios sobre el presunto enriquecimiento con dineros públicos de un miembro de la Familia Real no ayudan a lograr esas aspiraciones con las que todos los ciudadanos soñamos.

"Operación Babel"


Listado de empresas que pagaron al Instituto Nóos: Gobierno Balear, 2.600.000 euros; Generalidad Valenciana, 1.948.204; Ayuntamiento de Valencia, 1.571.330; Volkswagen Audi España, 1.286.549; Telefónica, 703.852; SGAE, 750.000; BBVA, 502.021; Mixta África, 445.440; Lobby Comunicación, 371.200; Abarca Sports; 290.000; Repsol YPF,237.800; Mutua Intercomarcal, 232.000; Gecsa Formación, 213.438; Villarreal, 690.000; Seat Sport, 127.600; Fundació Esade, 122.528; JCM Technologies,121.567; Aguas de Valencia, 116.000; Fundación Privada Abertis, 116.000; Lottusse S.A. Unipersonal, 110170; Meliá Hoteles, 105.640; Parex Morteros, S.A.U.,89.320; Ayuntamiento de Mataró, 86.351; Aceros Bergara, 81.418; Arcelormittal España, 81.200; Grupo Tavex, 76.377; Club de vela Boreas, 75.495; Generalidad de Cataluña, 75.425; Consell de Co-legis d’Infermeres i Infermers de Cataluña, 75.400; Joyería Tous, 69.020; Franco Austral, 65.633; Octagon Esedos, 60.900; Adecco Iberia, 58.000; Caja de Ahorros y M. de.P.de Baleares, 58.000; Mindshare Spain, 58.000; Toyota España, 58.000; Valencia,C.F., 58.000; Ernesto Ventos, 55.680; Gas Natural, 55.680; Valero Rivera Asesoramiento Deportivo 53.360; Oliol, 52.200; Pernod Ricard España, 52.200; Seeliger y Conde, 48.720; Fundació Privada Bioregio de Catalunya, 48.180; Nissan Iberia, 46.400; Café Rovi, 44.080; Altadis, 43.500; Miguel Torres, 41760; Associació Barcelona Aeronáutica i de l’Espai, 34.800; Timberland España, 34.800; Europcar Ib., 32.828; Cepsa, 30.446; Pricewaterhouse Coopers, 30.160; Intermalla, 29.353; Bancaja, 29.000; Editorial Bosch, 29.000; Fundación Bancaja, 29.000; Teamup Consultoría Estratégica, 28.768; Abacus, Soc.Coop. Catalana Limitada, 28.679; Azahar Valley Golf Valencia, 27.187; Inversiones Valentum SLU, 27.187; La Baronía Golf Valencia Resort, 27.187; Valencia Beach Golf Resort, 27.187; V.T.S 21, S.L., 26.450; Ayuntamiento de Alcalá, 26.132; Visuales Ibérica, 24.950; Johan Cruyff Academics Internacional, 23.336; Santa María Katedrala Fundazioa, 23.200; Freixenet, 20.880; DKV Seguros y Reaseguros, 18.031; Banco Santander, 18.000; Col-legi Oficial d’Infermeres de Girona, 17.400; Col-legi Oficial d’Infermeres de Lleida, 17.400; Fundació Privada Joventut,17.400; Riegos Iberia Regaber, 17.400; Agency Sports & Entertainment, 17.383; Citricus On Line, 14.500; Music & Sons, 14.500; Industria de Diseño Textil, 13.920; Marset Iluminación, 13.920; Toys Centre, 12.042; Fyd 2001, 12.360; Ayuntamiento de Barcelona, 11.999; Diputación de Barcelona, 11.600; Iberdrola, 11.600; Ayuntamiento de Alcalá de Henares, 10.800; Digec, 10.457; Centro Internacional de Cultura Contemporánea, 10.440; Nationale-Nedernanden Vida Compañía de Seguros, 8.700; Piélago, SCP, 8.700; Manufacturas de la Piel, 7.668; Ayuntamiento de La Galera, 7.500; Fed. Cooperatives Treball de Catalunya, 6.960; Summa Comunicació, 6.960; Zazomedia, 6.577; Sara Lee Household and Body Care España, 6.092; Tallers para persones amb discapacitat psíquica de Cataluña, 5.900; Deloitte & Touche, 5.800; Advanced Leisure services, 5.220; Sociedad Rectora de la Bolsa, 5.000; Amgen, 4.640; Gestión del Conocimiento, S.A., 4.640.

(Fuente: diario El Mundo)

viernes, 9 de diciembre de 2011

Indultos de vergüenza


El pasado 26 de noviembre, el Gobierno indultaba a Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado del Banco Santander, tras haber sido condenado por el Tribunal Supremo por presentar una denuncia falsa de estafa y alzamiento de bienes contra Pedro Olavaria, Luis y José Ignacio Romero y Modesto González Mestre, siendo presidente de Banesto, a los que reclamó una deuda de 600 millones de pesetas (de hace 17 años) por las empresas del grupo Harry Walker, a las que representaban. El juez Pascual Estevill (más tarde encarcelado por prevaricación) dictó prisión preventiva para los encausados. Aquella decisión, considerada injusta por el Tribunal Supremo, fue el estopín que apartó a Estevill de la carrera judicial y lo condujo directamente a prisión en 1996. Una vez archivada la causa, Rafael Pérez Escolar y los empresarios injustamente procesados presentaron una querella contra Sáenz y otros ejecutivos de Banesto. Pese a que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña archivase la causa, en 2006 el Tribunal Supremo anuló tal resolución. En diciembre de 2009, la Audiencia Provincial de Barcelona condenó a seis meses de prisión y la inhabilitación para ejercer funciones de banquero. Sáenz pidió el indulto al Tribunal Supremo y fue rechazada su petición aunque tenía el apoyo de la Fiscalía. Hasta que el Consejo de Ministros, con el beneplácito del PP, y tras haber sufrido un descalabro histórico en las elecciones generales celebradas seis días antes, se llenó de mierda. Es posible que ese indulto, no entendible por el común de los ciudadanos, haya sido el último despropósito político de José Luis Rodríguez Zapatero antes de su salida de La Moncloa, o al menos eso creía yo. Pero no ha sido así. A medida que se acerca el final del mandato de este político a la violeta, como posiblemente hubiese sido definido por José Cadalso, mayores son los estampidos producidos por los tiros de fogueo de su ineficacia. No contento con haber dejado a los españoles boquiabiertos con la desfachatez del indulto a Alfredo Sáenz (un tipo que gana cerca de 9 millones de euros al año en el banco que preside Botín), ese mismo Consejo de Ministros, con una desfachatez supina y que insulta a la inteligencia, acaba de indultar a dos de los condenados por el “fraude del azúcar”. Así, el BOE publicaba ayer jueves dos reales decretos por los que se indultaba a Guillermo D’Aubarede Paya y a Fernando Pérez López, también condenados por el Tribunal Supremo por el fraude cometido entre los años 1996 y 1999 por el Grupo Ebro. Junto a otros diez cooperadores necesarios sobre los que no sé nada, les condenó el TS a pagar 27’6 millones de euros y a tres años y medio de prisión para cada uno de ellos. El indulto, en este caso parcial, consiste en que se quedan con dos años de cárcel cada uno (por lo que no tendrán que ingresar entre rejas) y una rebaja de la multa hasta los 79.000 euros (cuando el TS había dictado más de 8’8 millones para cada uno). El director técnico del Grupo Ebro y el director comercial de Ebro Agrícolas, respectivamente, se han salvado del marrón. No así otro, Nicolás Bautista, exdirector general de Ebro Agrícolas. ¿La razón? Que se la pregunten al maestro armero. Ambos ejecutivos simulaban movimientos internos de azúcar entre las diversas fábricas del grupo Ebro, pero que, en realidad, se destinaban a la exportación sin pagar aranceles. Visto lo visto, no les quepa la menor duda de que el “caso Urdangarín”, en el supuesto de que finalmente exista condena, será coser y cantar, es decir, indulto inmediato y aquí no ha pasado nada. Ya comentó el rey que “eso son cosas de Iñaki”. Hombre, serán cosas de su yerno, pero que afectan, ¡y de qué manera!, a los ciudadanos que pagamos tremendos impuestos para el mantenimiento de la Corona. La cárcel se “inventó” para los incautos, para los indocumentados y para los ciudadanos que no tienen padrino. Yo, que pertenezco a este último grupo de ciudadanos, tenía entendido que España era un Estado de Derecho. Y no es así del todo. Yo, que pertenezco a este último grupo de ciudadanos, digo, pensaba que España era una democracia parlamentaria. Tampoco es así. Resulta que es España es una oligarquía de partidos. A los políticos se les elige en vergonzosas listas cerradas que ellos mismos “cocinan” en las sedes de sus partidos. Yo, incauto de mí, rumiaba que Montes Neiro, que desertó del Ejército en 1976 (con Arias Navarro), debería salir de prisión por haber cumplido 61 años y estar enfermo de cuidado. Si bien desde entonces ha acumulado otras condenas, que todo hay que decirlo, no tiene delitos de sangre. Solicitó en diversas ocasiones el indulto, pero fue como clamar en el desierto. Aquí algo habrá que cambiar si queremos que España funcione.

martes, 6 de diciembre de 2011

Aguinaldo


Dicen los comerciantes que los pedidos de las cestas de Navidad se retrasan. La forma de aguinaldo más conocida era la de barrenderos, serenos, porteros, basureros y todo un rol de asistentes periféricos cuando llamaban al timbre de las puertas felicitando la Navidad mediante la entrega de una estampita con ripios alusivos a su profesión. Pero porteros casi no quedan en las comunidades de vecinos. Los barrenderos y los basureros son de contrata municipal y apenas conocen a nadie del entorno en el que desarrollan su trabajo, y los serenos con su chuzo y su gorrilla desaparecieron en la bruma de la noche morada. Incluso la paga de Navidad, que comenzó siendo un bien fungible en forma de aguinaldo que algunos empresarios entregaban a los trabajadores por acallar su mala conciencia de unas nóminas de hambre, desapareció el día que la paga extra se reguló por ley. Ahora los comerciantes se quejan de que las cestas de Navidad se retrasan; los taxistas, de la disminución de las bajadas de bandera; los hosteleros, de la ausencia de reservas de habitaciones y de la pérdida de clientes derivada de la ley que prohíbe fumar; los párrocos, por la escasez de feligresía en los actos litúrgicos; etcétera. El “eguinand”, palabra celta de la que deriva “aguinaldo”, con la que se designaba el regalo de Año Nuevo, está de capa caída. El bisiesto 2012 pinta mal, muy mal. Pero el futuro presidente del Gobierno, poniendo el esparadrapo en previsión de la herida, ya ha dicho que “hará lo que tenga que hacer”, que viene a decir: “yo me llamo Mariano y me acuesto a las ocho”. Y todos los ciudadanos, advirtiendo el asomo de la pata de la raposa, tocamos madera, nos vienen a las mientes una posible bilocación de Aznar y el vaticinio de Mateo, 16.27. Y se nos afloja el vientre. La siniestra profecía de Mateo (“Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre… etcétera”) se queda corta ante los infaustos agüeros de este pánfilo de muchos credos, Mariano Rajoy, que lo cuenta todo sin decir nada a mayor gloria de Ángela Merkel. A grandes males, grandes remedios. Rajoy entiende, desde su silencio elocuente, que el mejor remedio para el paralítico es que salga de paseo.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Todos de puente


Los españoles han dado el “placet” mediante las urnas a Mariano Rajoy para que “haga lo que tiene que hacer” y se han marchado de puente, de un largo puente camino de no sabemos dónde. Y Mariano Rajoy, que debe leer por las noches El Apocalipsis, donde se cuentan esas cosas sobre el chirriar de dientes, las siete trompetas, el Armagedón y la necesidad de mantenerse en la fe (en este caso, en la fe ciega en un Gobierno en crisálida) para soportar las angustias que están por llegar. Al regreso del largo puente, ya veremos. Como nos recordaba Amparo Estrada el pasado sábado en “Público”,” los activos tóxicos en la banca española se elevan a 176.000 millones de euros, de los que 118.000 millones no están provisionados (sic). (…) Hay que tener en cuenta que a los bancos y cajas españoles les vencen 120.000 millones de euros en deuda el año que viene.” En mi opinión, hubiese quedado mejor haber escrito “aprovisionados”, pero bueno, eso sólo es un detalle insignificante con la que está cayendo. Por otro lado, la “Ley Sinde”, donde se ha dado marcha atrás a última hora, por ser una ley impopular, es la patata caliente que el Gobierno en funciones (el Gobierno-mariposa) le ha dejado pendiente al presidente electo para que se moje. Sobre el “caso Urdangarín” van a saltar chispas. Hacienda cifra en 16 millones de euros los cobros irregulares. Son muchas las empresas a investigar: Nóos Consultoría Estratégica SL, Aizoon SL, Virtual Strategies SL, Intuit Innovation Lab SL, Shiriaimasu SL… Todo muy raro y desmedido para un país decaído moralmente y arruinado como es el nuestro. Pero, vamos a ver: en el supuesto de que ya existan datos y pruebas suficientes en la mano, como así parece, ¿a qué esperan los jueces para incoar expediente contra el yerno del rey? El articulo 56.3 de la Constitución Española señala que "la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad”. Ello está asumido por todos los españoles desde el día 6 de diciembre de 1978. Pero las personas de Iñaki Urdangarín y de la Infanta Cristina, como las del resto de todos los ciudadanos, están sujeta a los Tribunales de Justicia. Por tanto, no entiendo esa demora legal en la aplicación de los procedimientos judiciales, si es que existen indicios de desafuero, en el ámbito de un Estado de Derecho. Antes de analizar la forma de sacar los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos (procurando no molestar demasiado a los franquistas de nuevo cuño, porque los que quedan de viejo cuño ya son demasiado viejos); antes de gastarse, como aquí se han gastado, 417.000 euros en colgar un cuadro donde quedan retratados 34 políticos de la democracia, en las paredes de un Senado que no sirve para nada; antes de permitir los vergonzosos derroches por parte de politicastros regionales que han dejado vacías las arcas de las Autonomías; antes de permitir fisuras en partidas destinadas a Educación y a Sanidad a costa de mantener, por ejemplo y como ha sucedido en Cataluña, una red “diplomática” que cuesta 32’8 millones de euros al año (la delegación de Cataluña en Nueva York, por citar alguna de esas delegaciones, abrió sus puertas en 2009 con José Montilla. Su sede se encuentra en el piso 26 del número 1 del Rockefeller Plaza, un edificio en el corazón de Manhattan, en el que el alquiler de cada metro cuadrado se paga a precio de oro); antes de todo ello, digo, se debería pensar en los 5 millones de parados, en los desastres derivados de una burbuja inmobiliaria permitida por los gobiernos del PP y del PSOE, y en la desvergüenza de unos bancos y cajas de ahorro avariciosos hasta la grosería a los que no se les quiso poner freno. Nos hemos convertido en el hazmerreír de Europa y si no somos más tontos, no será precisamente por falta de entrenamiento. ¡Hala, vámonos de puente y que salga el sol por Antequera!

viernes, 2 de diciembre de 2011

Antonio Mingote


Me congratula conocer que a don Antonio Mingote le ha concedido el Rey el título nobiliario de marqués de Daroca, que hasta la fecha, al menos que yo sepa, sólo era el nombre de un vino tinto de garnacha de “elegíaca rusticidad, sorprendente por su potencia domada por unos taninos justos y una fresca acidez”, según reza la nota de cata, y elaborado por la Cooperativa Santo Tomás de Aquino. Lo que no entiendo es el porqué precisamente marqués de Daroca. Podría haberlo sido de Sitges, donde nació casualmente, o de Teruel, donde vivió parte de su infancia y juventud. De Daroca era su padre, el maestro Mingote, autor del “Himno a la Virgen de Atocha”. Su madre, de Batea, Tarragona, ciudad de vinos con gran cuerpo. ¡Ay, Batea! De Batea regresaba el torero Miguel Peropadre, Cinco Villas, tras torear en Maella, donde le habían hecho un homenaje, cuando murió en la carretera. Había tomado la alternativa como matador de toros el 11 de octubre de 1972 en la Plaza de Toros de Zaragoza, con Paquirri como maestro de ceremonia y Dámaso González de testigo; los toros, de Diego Puerta, otro que acaba de marcharse para siempre, cortando dos orejas a su segundo. En fín, creo que marcho por otros derroteros. Al margen de su faceta de dibujante y de guionista, Antonio Mingote escribió dos novelas, “Las palmeras de cartón” y “Adelita en su desván”. En cierta ocasión dijo, refiriéndose a la paz, que “todos quieren la paz, y para asegurarla, fabrican más armas que nunca”. Sólo he hablado con él en dos ocasiones. Una, a raíz de una conferencia que dio hace años en el Ateneo de Zaragoza. A la salida le pedí un autógrafo y, muy serio y tras mirarme de arriba abajo, me hizo un dibujo con una maceta y una flor, sin dedicatoria. Lo guardo como un tesoro. La segunda vez fui yo el que le abordó por la calle, en Madrid, muy cerca del Círculo de Bellas Artes. Le estreché la mano y siguió su camino. Eso fue todo. Antonio Mingote es un caudal viviente que debemos conservar. Mi enhorabuena para el señor marqués.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Juicio al rey Baltasar


Está claro que no se puede ir a ver un espectáculo de tracas, mascletás y fuegos artificiales y, esa misma noche, acercarse al Juzgado de Guardia para presentar una denuncia contra el ayuntamiento local por haberle producido una cierta sordera la quema de pólvora a una espectadora. Es un riesgo permitido. Eso viene a cuento con una noticia publicada hoy en “El País”, donde se da cuenta de que “un juzgado de Huelva se declara incompetente para juzgar al rey Baltasar por lesiones”. Por lo que se desprende de la noticia, durante la cabalgata de Reyes de 2010 el rey mago de color lanzaba caramelos desde su carroza a los niños que permanecían boquiabiertos ante el singular acontecimiento. Y uno de aquellos caramelos, por mor de la mala suerte, fue a darle en un ojo a una mujer que presenciaba la cabalgata, dejándoselo a la virulé. El juez, en su auto, señala entre otras cosas, que “Baltasar es una persona extranjera, sobre la que no se tiene jurisdicción en España, y de la que él (el juez) se considera fiel seguidor”. El juicio quedó sobreseído. Lo que ya no sabemos es cómo quedó el ojo de la señora, es decir, si necesitó echarse durante unos días unas gotas de colirio o si necesitó de parche como Ana de Éboli, la princesa tuerta de La Alcarria. Ana de Mendoza instigó el asesinato de Juan de Escobedo y la señora onubense pretendió empapelar al rey mago Baltasar, cuyo nombre desconozco, pero que tal vez se trate de un inmigrante temporero que trabaja cuando puede recogiendo cerezas en Jerte. En cualquiera de los casos, nadie estira la pata ni se queda tuerto por recibir un golpe de caramelo, salvo que se trate de un “adoquín” de Calatayud. De haber sido así, hasta hubiese sido posible que la señora se quedase en el sitio y hasta cerrase los ojos, los tres.

martes, 29 de noviembre de 2011

José Bono


José Bono, cuando se refiere al PSC y a Chacón, dice una cosa mientras con la cabeza hace gestos de señalar lo contrario. Así, cuando cuenta que el PSOE no debe tener vergüenza de gritar “¡Viva España!” da la sensación de que el partido al que él pertenece no tiene vergüenza cuando pretende mandar a España un lugar de mal acomodo. Él y su partido político sabrán, digo yo que sabrán, en qué lugar han puesto a España en el concierto internacional durante sus años de mandato. Personalmente estoy convencido de que en los últimos ocho años han colocado al país patas arriba y en las más altas cimas de la miseria. Pero posiblemente José Bono, que estuvo esos ocho años y más rebozado en el merengue del disparate, piense otra cosa distinta a la mía. Todo es cuestión del cristal con que se mira. El “¡viva España!” queda muy acertado, por ejemplo, en el fragor de los actos patrióticos, como la izada de una bandera de considerables dimensiones en la madrileña Plaza de Colón entre cornetas, tambores, un rabo de autoridades civiles y militares, la presencia real, etcétera. También queda muy atinado gritar un sonoro ¡viva el Real Zaragoza! para animar al equipo maño cuando se está dentro del campo de La Romareda contemplando cómo gana al Barcelona por dos goles a cero, algo absolutamente impensable; y el “¡viva Sevilla y olé!”, cuando tomamos un fino “La Ina” en la “Caracolá de Lebrija” o en un tablado flamenco de la calle Sierpes. Pero si se nos ocurre ir por la calle gritando “¡viva España!” sin apocamiento alguno y ondeando banderas al viento, los transeúntes seguro que echarán a correr a casa alarmados para hacer las maletas e intentar llegar a la frontera de Francia, en la creencia de que ha habido un golpe de Estado. O sea, debemos ser patrióticos pero sin pasarnos. Ni se debe gritar “¡viva los novios!” en un entierro ni elevar la voz para clamar “voto a Chápiro” en medio de una procesión del Corpus. En España lo que hay que gritar es “¡fuera los corruptos!”, por ver si alguien, civil o militar, de derechas o de izquierdas, de la realeza o del sector lacayo, interno o mediopensionista, con título nobiliario o sin título que valga, se da por aludido, se avergüenza de ser un chorizo de tomo y lomo, devuelve lo trincado y desaparece entre la polvareda, como cuentan que ocurrió cuando perdimos a don Beltrán. España empezará a vivir, y se podrá gritar “¡viva España!” sin avergonzarnos, cuando a los mangantes se los trague el sumidero de la letrina.

lunes, 28 de noviembre de 2011

El miedo de los pobres


En un espléndido artículo en “El País”, “Los nuevos pobres”, Jordi Soler, donde compara la sociedad irlandesa con la española, viene a decir entre otras muchas cosas, dos de ellas que pueden servir para hacernos reflexionar: una, que “la crisis ha acabado con el espejismo, se ha llevado a la España de ficción, al país donde todos éramos ricos, y nos ha dejado instalados en la España de verdad”; y, dos, que “la clave de la España que viene está ahí, en el ciudadano común que ya no será el mismo, que ha pasado en unos cuantos meses de nuevo rico a nuevo pobre y que ya desde ahora, porque no le queda otro remedio, vigilará con lupa la gestión de sus diputados, de su alcalde y de su presidente, y estos funcionarios, con semejante vigilancia, no podrán conducirse como lo hacían antes, tendrán que irse con cuidado…”. Muchos ciudadanos estiman que esa mayoría absoluta concedida el pasado día 20 de noviembre al Partido Popular, aunque en sí sólo represente el 30 % del monto total de las opciones electorales, ha sido la consecuencia directa del miedo de los pobres. El próximo futuro no es nada alentador. Santiago Niño Becerra, el catedrático de Economía que en 2006 ya vaticinó la crisis, declaraba a “XLSemanal” ayer domingo que, ante una deuda de 300.000 millones, una tasa de desempleo del 21 por ciento y una tendencia del PIB en decrecimiento, “tal y como hemos vivido, no volveremos a vivir nunca más, (…) al Gobierno no le doy más de un año. Antes habrá de nuevo elecciones”. Esperar para ver.

sábado, 26 de noviembre de 2011

La voz de su amo



Las últimas recomendaciones de Aznar, según nos recuerda hoy Cristina L. Schlichting en “La Razón”, consisten en que Rajoy “haga lo que tiene que hacer”, es decir, “recortes brutales, flexibilizar el mercado laboral, recuperar el turismo y la construcción, restablecer el equilibrio financiero, reactivar el crédito y, si sigue los pasos indicados por el ex presidente, reconfigurar el sistema de pensiones hasta que las cuentas le cuadren incluso a Pepe Barea”. Esta señora, al referirse con familiaridad al señor Barea Tejeiro llamándole Pepe, da la sensación de que el economista estuviera sentado a mesa y mantel con ella todos los días. No lo creo. Esta señora resulta, además de repelente, bastante confianzuda. En cierta ocasión, cuando hacía un programa insufrible en la Cope por las tardes, escuché cómo en una entrevista a Paloma O’Shea arrancaba con el tuteo, pero al comprobar que la marquesa de O’Shea le respondía con un elegante y frío tratamiento de “usted” marcando distancias, la locutora se vio obligada a rectificar. Al tuteo se puede llegar con el tiempo y por el rodaje del apego, pero nunca de arranque ni de sopetón. Pues, bueno, hay determinadas cosas que Rajoy no debería hacer, otras que debería meditar antes de tomar decisiones y algunas que son ineludibles si quiere que España funcione. A mi entender, debería respetar el Pacto de Toledo (aprobado por el pleno del Congreso de los Diputados el 6 de abril de 1995) y no meterse en el jardín de la reactivación del ladrillo. La liberación del suelo fue un grave error del gobierno de Aznar, donde apareció una falsa e insostenible euforia económica que se extendió como una metástasis. A nadie se le escapa que con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria en 2008 estalló la crisis financiera que ahora arrastramos. De aquellos polvos vienen estos lodos; es decir, más de cinco millones de parados, unos bancos que tienen asentados en sus libros unos bienes inmuebles sobrevalorados, unas cajas de ahorro que necesitan hacer fusiones frías para poder ser operativas; unos juzgados asfixiados por un alud diario de lanzamientos a morosos, etcétera. El turismo funciona bien y no hace falta que lo recupere, de acuerdo con los últimos datos. Los recortes brutales en el Estado del Bienestar sólo pueden conducir a algaradas callejeras, al aumento de la inseguridad ciudadana y al empobrecimiento de buena parte de la sociedad civil. José María Aznar, que “desde miradores como la John Hopkings University de Washington, tiene el panorama mundial en la punta de los dedos” -según Cristina L. Schlichting-, haría bien en no marear la perdiz y en dejarse de aconsejar a Mariano Rajoy, que en pocos días va a tener la responsabilidad del nuevo Gobierno. También tenía, supongo, el panorama mundial en la punta de los dedos cuando se hizo la foto de las Azores. Si quiere mandar, que se presente a las elecciones y las gane. ¡Ya vale, hombre, ya vale…!

viernes, 25 de noviembre de 2011

Sobre medallas y condecoraciones


El Rey de España acaba de conceder el Toisón de Oro a Nicolás Sarkozy, pese a ser de ascendencia húngara y judía, para que pueda lucirlo en las recepciones oficiales, bodas, bautizos, comuniones y demás eventos sencillos, no sabemos si cuando se viste de frac en calidad de presidente de la República Francesa o como copríncipe de Andorra. Personalmente entiendo que el Toisón le hubiese quedado mejor en el cuello a la que fue su rival, Ségolène Royal. Ahora, en absoluta reciprocidad, Sarkozy debería entregar al Rey de España lo que fuere menester, que la Gran Cruz de la Legión de Honor en su máxima categoría ya la ostenta. Los intercambios de collares y medallas entre jefes de Estado quedan bien en diplomacia. Por cierto, Sarkozy tuvo un padre que en eso de los intercambios fue un maestro. Quiero decir, en el intercambio de apellidos. Don Nicolás Sarkozy, padre del presidente actual, nacido en Budapest en 1928, ya disponía de título nobiliario, concedido nada menos que en 1628 a un antepasado suyo por el emperador Fernando II de Bohemia y Hungría, al haberse distinguido en la guerra contra los turcos. En eso le llevaba ventaja al rey Juan Carlos, cuya instauración monárquica se produjo en 1978, a la muerte de Franco. Pero, como decía, en 1948, tras muchas peripecias personales, don Nicolás llega a Marsella, cambia de nombre y afrancesa su apellido, Nagybócsai Sárközy Pál, por el de Paul Sarkozy de Nagy-Bocsa. A mi me da la sensación, y perdonen la posible falta de respeto hacia la Corona por considerarme republicano además de aragonés, de que el Toisón de Oro hubiese quedado también más lucido en el fino cuello de la exmodelo y cantante Carla Bruni, o de su anterior mujer, Cécilia Ciganer Albéniz, nieta del compositor Isaac Albéniz y prima de Alberto Ruiz- Gallardón. Por cierto, el padre de Cècilia se apellidaba Chouganov, pero se lo cambió por el de Ciganer para reflejar su origen étnico. “Ciganer” en moldavo, de donde procedía, significa gitano. En fin, eso de cambiarse de nombre es común entre las monjas de clausura; lo hizo Felipe González en el Congreso de Suresnes, cuando los afectos a Llopis le conocía como Isidoro; los masones y hasta el Obispo de Roma. Los más cursis, los nuevos ricos y los de “mucho visón y poco jamón” suelen añadir a su López, Pérez o García un convoy de apellidos rimbombantes, que esa es otra. Pero a lo que iba, lo malo de recibir el Toisón es que sólo es prestado y a la muerte del receptor, sus herederos deben devolverlo a la Corona de España sin excusa ni pretexto. A mí me parece una buena medida que el collar de marras, con el vellocino de la mitología griega y el carnero de Gedeón deba retornar tarde o temprano a las manos de la persona que lo concedió, o sea, al rey de España. Así se evitan situaciones comprometidas, como la de aquel ferroviario al que el ministro de turno le concedió la Medalla del Trabajo, en su categoría de Oro. Una vez en sus manos, al empleado de la Renfe no se le ocurrió cosa mejor que llevar la medalla a un joyero de Madrid para que se la tasase. Cuando el joyero le comunicó al laureado “productor” que la medalla en cuestión no era de oro sino de caca de vaca, éste pilló tal rebote que presentó una denuncia en el juzgado de guardia. El caso quedó sobreseído. Según la sentencia: “lo de oro era sólo un decir…”

jueves, 24 de noviembre de 2011

Rumiando el viento


Mariano Rajoy está convencido, y muchos españoles también, de que los votos del pasado 20 de diciembre a favor del Partido Popular fueron el antojo de la inmensa mayoría de los ciudadanos. Pero “Publico” nos recuerda que no fue así, o sea, que el partido ganador por mayoría absoluta sólo fue el resultado de la voluntad del 30 % de los votantes. Por lo tanto, un 70% no votó, votó en blanco o prefirió hacerlo a otra alternativa democrática, pero que el sistema D'Hondt, que es el intríngulis del sistema matemático para repartos proporcionales, determinó el resultado final. Y, ahora, el conjunto de los españoles a callar y a acatar las leyes que salgan del Parlamento. Cuatro años pueden llegar a ser excesivamente largos cuando el conjunto de los ciudadanos, como parece, va a perder progresivamente buena parte de los logros alcanzados a fuer de lucha para conseguir eso que se ha dado en llamar Estado del Bienestar. El que también está callado como un muerto es Iñaki Urdangarín. Ahora todo apunta a que también está implicado su hermano Miguel, que presuntamente facturó servicios profesionales al Instituto Nóos entre 2004 y 2005, y en 2006 recibió cobros de De Goes Center for Stakeholder Management SL., empresa que desvió fondos a Belice. Uf, demasiado enredo para el juez José Castro. El yerno del rey ya comunicó hace dos semanas en Washington a la agencia Efe que defenderá su honorabilidad y su inocencia. Esperemos que así sea. De momento es inocente, mientras no se demuestre lo contrario. Pero recuerdo a quien corresponda que no está el horno para bollos ni los tiempos como para quedarnos arrebatados viendo fotogramas de la película “Sissi emperatriz”, o las fotos palaciegas que proporciona la revista “Hola”. Las películas austriacas no molan por estos pagos, la crisis se nos come por los pies, existe millón y medio de parados que no cobran ningún tipo de subsidio y, además de todo ello, los ciudadanos empezamos a rumiar el viento y a estar hartos de tanta desfachatez y de tanto galán pulido atildado con banda de “paternina”.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Comunidades devastadas


Según parece, Mariano Rajoy se ha encontrado con las Comunidades Autónomas hechas unos zorros. Cospedal está hecha un lío con lo que está apareciendo en Castilla-La Mancha. Y así todo. No pasa día sin que afloren de los cajones institucionales facturas sin pagar y deudas hospitalarias a tutiplén. A este paso, Mariano Rajoy, una vez que las Cámaras lo aclamen presidente del Gobierno, debería sacar adelante una primera ley donde se cree la Dirección General para la Reconstrucción de Comunidades Autónomas Devastadas, fijándose en aquella otra de 1938, cuando se instauró el Servicio Nacional de Regiones Devastadas y Reparaciones, cuya misión no era cosa distinta que la reconstrucción en las zonas "liberadas" y que formó parte de la estructura del Ministerio de la Gobernación, donde curiosamente también se encontraba Correos. En aquellos años belicosos se encargó su dirección a José Moreno Torres, conde de Santa Marta de Babio, que posteriormente sería alcalde de Madrid entre 1946 y 1952, y ente los años 60 y 70 director general del monopolio estatal de Tabacalera. Pero habrá que tener sumo cuidado con el nombramiento para ese posible nuevo cargo, es decir, que no cueste más la salsa que los caracoles, no vaya a ocurrir que ese nuevo director general, en lugar de sanear las arcas autonómicas como sería el deseo de todos los ciudadanos, se lleve hasta los tapices de las catedrales para forrar tresillos. Que por estos pagos se comienza por aceptar unos trajes y nunca se sabe en qué puede terminar la cosa. De hecho ya hay constancia de que, cuando aparece en la puerta de casa un “Suzuki Swift”, nadie pregunta de dónde ha salido. Por eso, conviene que la nueva Dirección General para la Reconstrucción de las Comunidades Autónomas Devastadas no recaiga en persona alguna proveniente del “clan de Valladolid”, que tienen mucho peligro.

La cruda realidad


Una buena parte de los ciudadanos ha tomado nota, al fín, de que este país se mueve al borde de un cantil escabroso. Y con más temor de hincar el pico en el abismo que deseos de castigar a lo que entienden como pésimos gestores de la cosa pública, esos ciudadanos optaron por conceder su voto mayoritariamente a un partido de derechas que predicaba tener la fórmula magistral en su mano, como el charlatán que ofrece un crecepelo en el que no confía, para salir de la crisis. Pero la Bolsa sigue bajando y la deuda soberana ha entrado en un tobogán de famélicos. Pese a todo ello, el español, aún consciente de que lo peor está por llegar (reforma del mercado de trabajo, pérdida de derechos conseguidos a fuerza de lucha briosa, pérdida de becas, agujeros en la Sanidad, amenazas de que España pueda entrar en zona de rescate, presión de los mercados, falta de crédito, etcétera); y sabedor de la aparente ignorancia de Rajoy, cuando afirma que no sabe cómo está la economía española ni dice una sola palabra sobre cómo hay que acabar con el fraude fiscal, o de dónde piensa recortar sin subir los impuestos, ha hecho una apuesta al “todo o nada” y que salga el sol por Antequera. El Partido Popular tiene, porque así lo ha querido el pueblo soberano, mayoría absoluta en las dos Cámaras, pero también detenta un poder casi absoluto en Ayuntamientos, Diputaciones Provinciales y Comunidades Autónomas. España se ha pintado de azul. La entrada de Amaiur en el Parlamento y el posible error de Mariano Rajoy (que desea entrevistarse con todos los partidos políticos excepto con esos advenedizos vascos, aún a sabiendas de que es una coalición legal) en nada ayudará, supongo, a facilitar las cosas. Si a esto añadimos las previsibles movilizaciones obreras que se avecinan, encauzadas por unos sindicatos cabreados y a punto de la descomposición; el posible “regalo navideño” de la Alcaldía de Madrid a Ana Botella por todo el morro; y, cómo no, la alargada sombra de la presunta corrupción de un miembro de la Familia Real (si hacemos caso de que el juez sospecha que Urdangarín y su socio se quedaron con 5 millones de euros); el desencanto está servido. Como suele decir Rajoy: “vamos a ser serios”. Pero Iñaki Gabilondo sostiene que “al votar -como hicimos el pasado día 20- ya no estamos eligiendo al partido que designará un presidente, sino a un siervo que obedecerá las órdenes de un general que habla alemán”. Ahora sólo falta esperar a que, como dice Rosell, “Rajoy cuente la cruda realidad”. Esperemos que no lo haga por capítulos, como si se tratase del culebrón “Amar en tiempos revueltos”, ¡que ya vale la anguila!

martes, 22 de noviembre de 2011

Viejos


Me entero de que la Ley 4/88 de la Generalidad Valenciana regula el juego y las apuestas y los limita a locales previamente autorizados. Lo veo correcto. Lo que ya encuentro fuera de lugar es que unos policías irrumpan, al más puro estilo de Eliot Ness en el Chicago de la Ley Seca, en un local destinado a ancianos y levante acta por “descubrir” que unos “viejos ociosos” se juegan unos céntimos de euro a esa “lotería” a base de cartulinas, fichas y un saquito que nos compraban el día de Reyes nuestros padres para matar en familia las horas de tedio. En una Comunidad, la valenciana, donde la sombra del caso Gürtel (esa presunta red de corrupción política vinculada al Partido Popular) lo impregna todo, produce risa que los ciudadanos de una peña de la tercera edad de Sagunto se enfrenten a una multa de hasta 600.000 euros por apostar entre 10 y 20 céntimos a un bingo infantil y al juego de la baraja. La Consejería de Economía, Hacienda y Empleo, encargada ahora de tramitar el procedimiento, debe ignorar, según se desprende de esta sinrazón, que con el dinero que recaudan esos ochentones se paga el local, la oficina y el bar. Me desanima considerar que nos estamos cargando el Estado de Bienestar a fuer de poner palos en el eje de la noria de la vida. El anciano tiene los mismos temores que ese perro que se orina en la alfombra y teme el enfado de su dueño cuando lo descubra. Sin embargo, devolverá el previsible cachete con un lametón. Al viejo, por regla general, que intenta no molestar demasiado, le superan situaciones que no entiende. A este paso, día llegará no tardando mucho en el que habrá que mandar al Estado a la mierda.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Ussía y la sinrazón


En su artículo de hoy en “La Razón”, Alfonso Ussía tiene un párrafo que es a todas luces de juzgado de guardia. No se puede afirmar lo que no se puede demostrar e Ildefonso Ussía Muñoz-Seca, hijo de los condes de los Gaitanes y sobrino del militar golpista Jaime Milans del Bosch Ussía no puede demostrar lo que sintetiza en pocas palabras en su artículo “Lupi and Dí”. Voy con el párrafo al que hago referencia: “En marzo de 2004 no se celebraron unas elecciones generales libres y soberanas, sino la confirmación de un golpe de Estado que fue consecuencia de una extrañísima y todavía no aclarada masacre terrorista. No se respetó el silencio reflexivo del día previo y Rubalcaba nos advirtió a los españoles que no éramos merecedores de un Gobierno que mentía. Manda narices. De aquel día surgió el desastre que hoy arrastramos”. Vamos a ver si somos serios. El Gobierno presidido por Aznar mintió, se empecinó en contar a los españoles vía televisión que el atentado terrorista de los trenes madrileños era cosa de ETA. Pero tanto Aznar como su ministro del Interior, Acebes, sabían de primera mano (disponían de las Fuerzas de Seguridad del Estado y de toda la información de los servicios del CESID) que los cerca de 200 muertos y los incontables heridos de aquella masacre en el amanecer de un 11 de marzo eran consecuencia directa de ataques de una célula de Al Qaeda. Y mientras los medios internacionales y algunos medios nacionales achacaban el atentado al terrorismo de origen islamista, Aznar, Acebes y el resto de aquel Gobierno, primaron la autoría de la banda terrorista vasca incluso cuando la investigación fue sumando pruebas en su contra. Y todo ello en vísperas de las elecciones legislativas del 14 de marzo de 2004, en las que el PP se jugaba la continuidad en un Gobierno que se presumía iba a dirigir Mariano Rajoy. Pero el PP perdió las elecciones y la causa no fue cosa distinta que aquel cúmulo de mentiras mantenidas frente a la evidencia, y que no perdonaron los ciudadanos a la hora de votar. En la sentencia del día 31 de octubre de 2007, se resolvía por los magistrados que ninguna prueba apuntaba hacia la organización terrorista vasca, tras un juicio largo y complejo donde “declararon 307 testigos y se practicaron pericias con más de cien peritos” (ver “No destruirán nuestra libertad”, Javier Gómez Bermúdez. Pág. 145. Ed. Planeta, 2010). ¿De qué golpe de Estado escribe Ussía? ¿Qué desastre arrastramos los españoles desde aquel día? Para este “plumilla” de la caverna, desde entonces, a los ciudadanos que dimos el triunfo a los socialistas del modo más democrático nos ha quedado el “estigma” de una especie de “pecado original” de difícil perdón por parte de los que llegan ahora, también del modo más democrático, con aplastante mayoría absoluta. En fín, sin ánimo revanchista, las Historia pondrá cada cosa en su sitio. Un área cristalino donde los hijos de nuestros hijos podrán leer sin fisuras que, en España, el último intento de golpe de Estado lo procuró un grupo de descerebrados nostálgicos del franquismo, entre los que figuraba un teniente general patriotero que sacó los tanques a la calle en Valencia la tarde-noche del 23 de febrero de 1981. Y que ese militar, ya fallecido, era su tío por parte de madre.

sábado, 19 de noviembre de 2011

PSOE, cautivo y desarmado


Un tal Javier Ferrer, vicepresidente de Confemetal, es decir, de la patronal del Metal, ha declarado a la agencia Efe el pasado día 17 de noviembre, por un lado, que hay que recuperar la figura del “aprendiz” y que éste cobre la mitad del salario mínimo interprofesional (641,4 euros al mes); por otro, que los salarios deben estar conformados de acuerdo con la productividad y que “en una situación como la actual subir los sueldos es suicida y costaría puestos de trabajo”. Ferrer, que parece haber aterrizado desde otro planeta, también planteaba la reducción de bajas laborales, que estima exageradamente en el 22 %, como alternativa al presunto copago de los medicamentos contemplado en los planes a desarrollar y todavía ocultos (en evitación de restar votos de pensionistas), en un previsible gobierno de Mariano Rajoy. Hombre, si el obrero no está enfermo tampoco necesitará medicinas. Al tal Ferrer sólo le ha faltado decir que en el supuesto de que un obrero deba acudir a un quirófano, lo haga en periodo vacacional. Ese tal Javier Ferrer lo que pretende es, además de desacreditar a la sanidad pública en beneficio de las mutuas privadas de accidentes, abaratar los costes de producción a fuerza de utilizar a los aprendices, a esos “chicos para todo” de la época del franquismo, con salarios de novela de Émile Zola o de Maxence van der Meersch. Es la única fórmula que se le ocurre a este insensato para bajar la preocupante cifra de paro juvenil. Según este pillastre, no hace falta que los chicos estudien formación profesional y estén cualificados para vivir con una cierta dignidad. Para barrer el taller, llevar el carretillo y subirse al andamio, con dos brazos y dos piernas van que chutan. Si están en nómina, se acabó el paro juvenil. Si trabajan gratis, mejor. Hay que darlo todo en “socorro” del empresario. Ya saben, mañana todos a votar para que España sea azul y para que vuele la gaviota. Seguro que disminuirá el paro con el nuevo Gobierno, si presta atención y pone en práctica las sugerencias de la CEOE, dando el plácet a una nueva “lista de Schindler” soñada por ciertos marrulleros.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Café para todos


Va a resultar difícil que Pilar Urbano conmocione a los ciudadanos con su nuevo libro “El precio del trono”. Sí, ya sabemos que los libros hay que sacarlos al mercado en Navidad, que es cuando se compran para regalo. La antigua colaboradora de Encarna Sánchez, de ABC, de Telecinco con Carmen Tomás, (sí, esa que ahora desbarra en “El gato al agua”), la misma señora que en la actualidad colabora en El Mundo y en Época, cuenta, según leo en “República de las ideas.com”, que “el Rey se casó con Sofía sin enamoramiento”, que Felipe habló con ella la víspera de su boda, que Franco fue un examinador de Juan Carlos, que “Letizia tiene la misión de aproximar al príncipe al pueblo”, y que Juan Carlos “aprendió de Franco a escuchar, a mirar y a callar”. Pues muy bien. Hombre, Franco escuchaba poco, veía a su alrededor francmasones y callaba con silencios elocuentes. ¡Que se lo pregunte Urbano a quiénes fueron ministros! Cuando aparecía en casa de alguno de ellos un motorista a una hora intempestiva, malo. Pilar Urbano, esa mujer del Opus Dei, con la aparición de su libro “La reina muy cerca” (Planeta, 2008) plasmó en su libro unas supuestas declaraciones de la reina Sofía en contra de la eutanasia, el aborto y el matrimonio entre homosexuales que no se correspondían exactamente con lo que la Reina, al parecer, había manifestado. Bueno, de cualquier manera, las polémicas suscitadas y las montañas de volúmenes apilados a la entrada de los grandes almacenes ayudan lo suyo a vender ejemplares casi al peso, como si fuesen garbanzos de Fuentesaúco. Pero hay una cosa que habría que aclarar, lo de Letizia. Yo entiendo que fue como un forúnculo en el trasero del monarca y que, a toro pasado, conviene que se diga, en este caso por Urbano, que tiene una misión concreta al margen de dar hijos al Heredero. Nada menos que “aproximar al príncipe al pueblo”. Eso no se lo cree nadie en su sano juicio. A mi entender, el que más ha aproximado la Casa Real al pueblo ha sido Iñaki Urdangarín y no precisamente por sus excelsas virtudes sino por su cerco judicial, por mucho que “Hola” recoja su particular versión, es decir, el comunicado que decidió enviar el pasado viernes a la agencia Efe declarando su inocencia.

¿A quién beneficia?


Me entero de que unas religiosas de clausura, las monjas clarisas de Monzón, elaboran diversos tipos de dulces y que con determinados productos navideños ya “han dado el salto” al mercado nacional. El Corte Inglés, que no da puntada sin hilo, ya ha encargado 2.800 tabletas de turrón de chocolate con almendras para comercializarlo en todas sus tiendas. En principio, nada que objetar. De trata de un toma y daca. Seguro que si el producto es de buena calidad se venderá “como rosquillas”. En este sentido, la abadesa, sor Alegría, ha manifestado a los medios informativos que “todo lo recaudado irá destinado para mantener el monasterio”. Sí, todo apunta hacia un interés muy desinteresado. Pero hay algo que habría que analizar en este mercadeo. Me explico. Es un hecho cierto que el Estado español es el que mejor trata a la Iglesia Católica. Como nos recordaba Fernando González Urbaneja en un suelto (“Los acuerdos Iglesia-Estado”, 20 minutos.es, 14.11.2005), al afirmar que “el régimen de Franco salió del ostracismo internacional con ayuda del Vaticano. (…) Que Franco fuera generoso con la Iglesia católica era lógico, de agradecido; la jerarquía católica bendijo su régimen y le apoyó hasta los años finales, hasta que mostró grietas evidentes.(…) La Transición se hizo también con apoyo eclesial. El sermón de Tarancón comprometió a la Iglesia con el cambio de régimen y la democracia. De manera que la ratificación del Concordato, suscrita en enero de 1979 por Marcelino Oreja y el cardenal Villot tenía lógica y respondía a intereses recíprocos.(…) Los socialistas hicieron otro tanto durante la etapa de González. Pero las relaciones entre Iglesia y Estado empezaron a agrietarse, entre otras razones por la pérdida de influencia del clero y por el desarrollo de un estado laico, acorde con la Constitución. Con el PP –gobierno Aznar- la Iglesia recuperó maniobra y oportunidad para ganar posiciones”. Bueno, dejémoslo ahí. Pero, ¿adónde pretendo llegar aireando estos trapos? Pues, sencillamente, al apartado económico de aquellos lejanos Acuerdos firmados el 3 de enero de 1979, que sustituían a otros de 1953 negociados desde la acuciante necesidad de reconocimiento internacional de la España franquista. Como nos recordaba el profesor Santiago Castellá (profesor de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona), “en el terreno fiscal se excluye a la Iglesia de impuestos sobre la renta (IRPF) y sobre el consumo (IVA), de pagar contribuciones urbanas por sus edificios (incluidas las residencias de sacerdotes, locales de oficinas, seminarios, conventos, y edificios de culto), de pagar impuestos reales sobre la renta y el patrimonio, además de estar totalmente exenta del impuesto por donaciones y sucesiones (siendo deducibles del IRPF los bienes donados a la Iglesia)”. En consecuencia, en sus transacciones comerciales entre las monjitas de Monzón (vendedor) y El Corte Inglés (comprador) no puede aplicarse el IVA correspondiente en sus facturaciones donde, como se sabe, el que vende cobra y el que compra paga. Por tratarse, en este caso, de un negocio entre la Iglesia Católica y una sociedad anónima, deberemos hacernos la pregunta en latín: ¿quo prodis?

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Sirvientas diplomadas


Me entero de que una academia de Zaragoza imparte un curso de 310 horas para conseguir una diplomatura no oficial como “Empleada de Hogar”. Es decir, que aquella habanera de la Menegilda, de “La Gran Vía”, en la que se cantaba “¡Pobre chica, la que tiene que servir!” está ya lejos de la realidad. La zarzuela madrileña en un acto y cinco cuadros, con música de Federico Chueca y Joaquín Valverde y letra de Felipe Pérez González, nada tiene que ver con la actual obligación de la parte contratante de tener en nómica y con los seguros sociales actualizados a la parte contratada. Algo similar a lo que acontece en la película “Una noche en la ópera”, cuando Groucho Marx se dispone a fichar al tenor Ricardo Baroni (Zeppo) y se entrevista con su representante (Harpo), para discutir el contrato. De ahora en adelante, el amo de casa que requiera los servicios internos o mediopensionistas de una sirvienta rumana, ecuatoriana, o de la parte de Burriana, eso sí, diplomada, le hará pasar al salón con amabilidad y una sonrisa de oreja a oreja, le invitará a sentarse frente a la chimenea y, una vez acomodados, el amo de casa comenzará a dejar claros a la aspirante a sirvienta los puntos del contrato: “Haga el favor de poner atención en la primera cláusula, señora, porque es muy importante. Dice que… la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte… etcétera”. Y la sirvienta diplomada, aparentemente muy atenta a las indicaciones del amo de casa, estará pensando en otra cosa. Más o menos: “Cuando yo vine aquí, / lo primero que hacer o aprendí, / fue a fregar, a barrer, a guisar, / a planchar y a coser…/ pero que estas cosas, / no me hacían prosperar, / consulté con mi conciencia, / y al punto me dijo, / ¡aprende a sisar!...” Y el amo de casa, impertérrito, proseguirá leyendo: “Dice ahora… la parte contratante de la segunda parte será considerada como la parte contratante de la segunda parte”. Pero en ese punto del contrato, la diplomada aspirante al cargo de sirvienta contratada dará un respingo en el asiento y le señalará al amo de casa contratante: “Eso si que no me gusta nada. Nunca segundas partes fueron buenas. Escuche: ¿por qué no hacemos que la primera parte de la segunda parte contratante sea la segunda parte de la primera parte?”. Y, entonces, la parte contratante de la primera parte y de la segunda parte, sin saber qué responder a la sirvienta diplomada aspirante, se encogerá de hombros. Al final, la parte contratante terminará pagando a la parte contratada, diplomada o no, una cantidad exigua y con dinero negro. Hay crisis y eso son lentejas…