martes, 29 de agosto de 2023

El pobre Genarín

 

Todos los ciudadanos de León saben quien fue Genarín (Genaro Blanco Blanco) aficionado a la bebida y que a principios del siglo XX murió atropellado por un camión de basuras. En su recuerdo, cada año se lleva a cabo una procesión laica en su memoria en la anochecida del Jueves Santo. Genarín se crió en el hospicio de León, era de baja estatura, de pelo arrubiado y tuvo una vida muy ajetreada. El 29 de marzo de 1929 (mañana del Viernes Santo), a los 67 años, fue atropellado en la carretera de los Cubos. Según la noticia publicada por el diario La Democracia, un camión de limpieza municipal conducido por José María Sáez del Canto, al tomar la curva del Espolón frente a Puerta Castillo con exceso de velocidad perdió la dirección del vehículo y se estrelló contra la muralla, atropellando a Genarín, que quedó aprisionado entre el camión y el muro.​ Unos guardias custodiaron su cadáver hasta que el juez de Instrucción ordenó su levantamiento y la detención del conductor, que ingresó en la cárcel. ​Genarín fue enterrado al día siguiente en el cementerio civil de León, en una sepultura identificada con el número 26 de la segunda fila. Su vida se convirtió en una leyenda, hasta el punto que un grupo de amigos (Francisco Pérez Herrero, mecánico dentista, Luis Rico, aristócrata, Nicolás Pérez, árbitro de fútbol, y un tal Eulogio, alias El Gafas, taxista) decidieron hacer la parodia de procesionarle por las calles de León coincidiendo con el Jueves Santo de aquel año, 1930. Desde entonces se celebra Semana Santa la misma parodia procesional organizada por la Cofradía de Nuestro Padre Genarín. En 1957 se prohibió el “entierro” y no se recuperó hasta 1978. Posteriormente apareció el libro “El Entierro de Genarín. Evangelio apócrifo del último heterodoxo español “ de Julio Llamazares con éxito de ventas, y en 2009 se proyectó en las salas la película “Bendito Canalla, la verdadera historia de Genarín” en adaptación libre de la novela citada que había sido presentada en el Festival de Cine de Gijón el año anterior. Quien se adentre en el Barrio Húmedo podrá ver una calle estrecha, la calle Don Gutierre, (también conocida como calle Apalpacoños por razones que otro día explicaré) tras bajar 22 escalones, que arranca de la plaza del Grano, donde existe una placa en honor a Genarín por sus frecuentes visitas.

 

lunes, 28 de agosto de 2023

El ojo que ves no es...

 


 

Tenía entendido que el ojo de boticario era un armarito ovalado (cordialera) donde se guardaban los productos de más valor para llevar a cabo determinadas fórmulas magistrales en las oficinas de Farmacia. Pero hoy, leyendo un foro del Centro Virtual Cervantes, he descubierto algo que no sabía. Rosa Vélez, en ese foro, señala que “en la farmacia de hoy, no existe ya el ‘ojo del boticario’, auténtica lente gran angular que consistía en una gran redoma llena de agua coloreada de azul, verde o rojo, posiblemente con sulfato de cobre, azul de metileno, violeta de genciana o permanganato, y que se colocaba estratégicamente en el mostrador, permitiendo al boticario ver desde la rebotica quien entraba en la farmacia. Este artilugio dio origen a la frase que dice que algo había sentado ‘como pedrada en ojo de boticario’ y que se refiere a que este antecedente de la videocámara en circuito cerrado era destino frecuente de la puntería de los traviesos chavales que sus tirachinas trataban de acertarle”. No debe confundirse con “pedrada en ojo de vicario”. En Toledo existe (o existía) en el callejón del vicario, un  pequeño cuadro en una hornacina que representa una cabeza femenina de perfil mirando al suelo, donde los chavales iban a lanzarle pedradas en un intento de atinar en el único ojo que aparece en la imagen. La calle en cuestión está situada enfrente de la Puerta Llana de la catedral. Ese callejón se denominaba calle Cárcel del Vicario desde el siglo XV, y antes de ello, Adarve de Atocha y más tarde, calle de la Cárcel del Arzobispo. La cárcel ya existía en 1380 y era atendida en principio por la cofradía de san Pedro Advincula y, posteriormente, por Carmelitas Descalzos. A comienzos del siglo XX fue morada de un alguacil de apellido Torres, que asustaba a los niños por su manera de vestir, con una capa negra y tapándose la cara con un sombrero de ala ancha. De cualquier manera no sé qué es peor, si toparte con un boticario con un parche de hule en un ojo despachando aspirinas, o con un vicario con bonete de cuatro picos sobre la cabeza ocultando el esquile de la tonsura por el frío y húmedo claustro de la catedral de Lugo. No sé, como digo, nunca lo había pensado.

 

sábado, 26 de agosto de 2023

Barcas varadas

 


Leo que los hosteleros se quejan al Gobierno por el escaso margen económico que dejan las estancias del Imserso. No sé, nunca he viajado por ese sistema ni tengo intención de hacerlo. Recuerdo cuando una pareja de ancianos que yo conocía, corta de recursos, consiguió pasar unos días en la parte de Murcia, no recuerdo dónde, y regresaron felices, más que por el trato recibido, porque habían tenido la suerte de poder contemplar “dos mares dentro de uno”. Se referían a que habían visto el Mar Menor, al sur de Valencia, la albufera española de mayor extensión  que sirvió de inspiración para las mejores novelas costumbristas de Vicente Blasco Ibáñez, y que actualmente sufre las consecuencias de malas prácticas medioambientales, algo que el novelista nunca pudo prever que sucediera en sus mejores tiempos, mientras descansaba en su casa de la playa de la Malvarrosa, y antes de que, según leí en la biografía publicada por la fundación que lleva su nombre, escrita por José L. León Roca, “su memoria fuese borrada, sus libros prohibidos, su familia perseguida y sus bienes incautados. Las obras realizadas hasta ese momento en el mausoleo fueron destruidas y el solar donde se asentaba, en un lugar privilegiado del Cementerio municipal, fue utilizado años más tarde para construir el crematorio. A pesar de todo ello, sus restos se conservaron, y reposan en la actualidad en un nicho ordinario, casi anónimo, en el cementerio civil de Valencia”. Murió en Menton (Francia) en 1928, un día antes de cumplir 61 años. Y allí permanecieron sus restos hasta que se trasladaron a España en 1933. Fue entonces cuando los valencianos se echaron a la calle para recibir en procesión cívica, encabezada por el gobierno de la República, su féretro,  llevado a hombros por los pescadores del Grao. Junto a la playa de la Malvarrosa se encuentra el barrio del Cabanyal, donde todavía existen muchas casas que sirvieron de morada a marineros pintados por Sorolla.

 

viernes, 25 de agosto de 2023

Llevapaellas

 


El cerebro de los españoles siempre está en ebullición y no pasa día sin que se patenten adminículos curiosos y de utilidad discutible. Lo último, inventado por una arrocería de Chiclana, es una tapa de cartón de diversas tallas para trasladar paellas a domicilios particulares sin que el arroz se reblandezca en el trayecto. Cuentan que fabrican  60.000 unidades de llevapaellas al año, que se exportan en cajas de cincuenta unidades, que se pueden personalizar con el nombre del establecimiento y que ya se exportan a Inglaterra, Suiza y Portugal. Quién sabe. El tiempo dirá si los llevapaellas tienen el éxito esperado en todo el mundo, o si lograrán detentar la importancia del botijo o de las castañuelas, que no sirven para comer pero animan las jotas aragonesas en fiestas patronales, cuando los ayuntamientos invitan a “comidas de hermandad” a las personas de la tercera edad en grandes y destartalados pabellones. Tampoco sabernos todavía si el invento del llevapaellas será suficiente para el amejoramiento de ciertas seudopaellas hechas en cazuela donde los ingredientes principales, además del arroz, lo constituyen el chorizo, trozos de huevo duro, olivas troceadas, cebolla, guisantes, algún pimiento morrón y caldo de tetrabrik. No es lo mismo arroz en paella que arroz con cosas. El inventor del llevapaellas quizás no ha caído en la cuenta de que en Europa no saben hacer paellas, de la misma manera que no cuajan bien las tortillas de patatas. Normal. No entran en su cultura culinaria, como no entra en la nuestra el “fish and chips”  inglés, o el “sauerbraten”  alemán.  Cosa diferente es que durante sus viajes a España en vacaciones, los turistas de otros países prueben la paella valenciana y les guste, así como la sangría, el gazpacho, el calimocho, o el vino tinto peleón. Si hoy viviese el doctor Franz de Copenhague se haría millonario.

 

lunes, 21 de agosto de 2023

Las calores

 



Cada día, al escuchar al “hombre o la mujer del tiempo”, siento envidia por los montañeses, a los que ahora llaman cántabros, cuando descubro que en Santander las máximas rondan los 26 grados de máxima, mientras que en Zaragoza, donde yo resido, las máximas se aproximan o sobrepasan a los 40 grados. Dicen que todo es cuestión de acostumbrarse. Puede, pero yo no me acostumbro. Quizás me adiestre en el difícil arte de la contemplación el día que el paisaje del desierto de los Monegros se parezca a la Vega del Pas observado desde el puerto de la Braguía, con Villacarriedo al fondo, cosa que veo difícil. Un día, leyendo un artículo de opinión de Manuel Montes Cleries (El Siglo XXI, 8 de agosto de 2022) descubrí que existe el calor, la calor, los calores y las calores. Cuenta: “En mi infancia no había frigoríficos. Había que recurrir al botijo o a la fresquera. Como mucho podíamos adquirir cerveza fría o tinto con gaseosa en la taberna de la esquina. El tío de los helados asomaba por la calle con una bicicleta en cuyo portamantas cabalgaba una heladora llena de helado de ‘mantecado’. En un aparatillo cuadrado introducía una galleta y una capa más o menos gruesa en función de nuestra aportación económica. La más fina, dos gordas; el completo, una peseta”. Yo también me acuerdo de aquellos tiempos. No sé mucha Física ni conozco en profundidad el principio de la Termodinámica, pero sí percibo cuando aquí no hay quien pare. No queda otra que la resignación, cerrar bien ventanas y persianas, beber tragos de botijo y sentarte en un sillón a leer, al menos en mi caso, novelas del comisario  Maigret. Aquel tipo de los helados –recuerdo- siempre se ponía una chaquetilla blanca para servir los cortes de mantecado helado que portaba en un  bidón forrado de corcho. Un día el heladero desapareció de nuestras vidas, como el estañador, el afilador, el pielero y el chatarrero que pesaban el género con una vieja romana. Ninguno de ellos recibió la Medalla del Trabajo con colgajo azul y en su modalidad de ‘bronce’, que era la que se concedía a los obreros distinguidos durante la dictadura franquista. Algunos se la merecieron, no se vaya a creer usted…

 

sábado, 19 de agosto de 2023

Estepaís

 

 

Me entero por un profesor de Secundaria que en los institutos se estudia Historia de España a partir de 1812; donde, a partir de la Constitución de Cádiz, se entiende la idea de España como nación. Con la llegada de la dinastía borbónica,  Felipe V metió a los españoles en una absurda Guerra de Sucesión y ese monarca llegado de Francia por el testamento de Carlos II se puso al frente por primera vez del Reino de España’  Hasta entonces no había existido ese término. Pero una cosa es la fundación del reino, y otra la de un estado-nación español tal y como lo entendemos hoy en día. Pero fue, también, el origen de los nacionalismos periféricos. Lo que ya no sé es cuando España (tierra de conejos) dejó de llamarse de tal manera para adoptar el nombre de “Estepaís”. ¿Con la Transición? ¿Al morirse Franco? Es algo que no termino de asimilar. Sabemos que en la “Revista Española”  (número 51.- 30 de abril de 1833. Firmado por Fígaro) aparece un  artículo extenso de Mariano José de Larra titulado “En este país” donde se hace referencia al entonces nuevo vocablo político:

«En este país...», ésta es la frase que todos repetimos a porfía, frase que sirve de clave para toda clase de explicaciones, cualquiera que sea la cosa que a nuestros ojos choque en mal sentido. «¿Qué quiere usted?» -decimos-, «¡en este país!» Cualquier acontecimiento desagradable que nos suceda, creemos explicarle perfectamente con la frasecilla: «¡Cosas de este país!», que con vanidad pronunciamos y sin pudor alguno repetimos.

El día en el que España se partió en dos, no sé cuándo, apareció el término “Estepaís” en referencia a un Estado atrasado, el nuestro, manejado por unos reyes, una burguesía y un clero distantes del pueblo llano que lo ocupaba, que vegetaba en la ignorancia y que por aquello de que “entre todos la mataron y ella sola se murió” convirtieron a los españoles en los herederos directos de don Periquito. Aquí, en esta oligarquía de partidos, sólo se tiene la obligación de pagar abultados impuestos sin contrapartidas razonables y el derecho al pataleo. En “Estepaís” nos dimos una Constitución basada en el miedo, donde cuarenta años después los políticos de las listas cerradas no supieron, o no quisieron, adaptarla a la realidad.

 

Un curioso pregón

 

Ayer, 18 de agosto, comenzaron por la tarde las fiestas en honor de Agustín de Hipona en la ciudad zamorana de Toro. En su programa de fiestas aparece un pregón de su alcalde, Rafael González Franco, donde se señala  textualmente:

“En nombre de Dios todopoderoso y de su Santa Madre la Santísima la Virgen del Canto, Patrona de Toro y de su Tierra; del glorioso San Agustín, titular de estas Ferias; y del Concejo de esta muy Noble, Antigua y Leal Ciudad deToro, por el presente Pregón MANDO: Que se dé principio a las tradicionales Ferias y Fiestas de San Agustín. Que los feriantes que a ellas acudan sean atendidos y ayudados como corresponde a la natural hidalguía de los vecinos de estas tierras. Que sean libres los caminos, puertas y puentes, sin que sea cobrado derecho de peaje ni rodaje. Que sean libres las fuentes y abrevaderos para ellos y sus ganados. Que se corran toros y que se queme pólvora. Que haya música y comparsas de a pie y de a caballo para que les sea grata la estancia a estas tierras. Así de ha de hacer para gloria de esta muy Noble, Antigua y Leal Ciudad de Toro. A 18 del mes de agosto".

En tiempos esplendorosos por esa plaza pasaron Rafael Molina 'Lagartijo', Salvador Sánchez 'Frascuelo', Manuel García 'El Espartero', Antonio Reverte, Manuel Granero, José García 'El Algabeño', los hermanos 'Gallos', Antonio Ordóñez y Antonio Chenel 'Antoñete'. Con el tiempo y la desidia, la plaza, construida en 1828, se fue deteriorando hasta no ser ni la sombra de lo que había sido. Pero en 2008 fue declarada Bien de Interés Cultural en la modalidad de Monumentos, junto a otro lugar emblemático: el Teatro Latorre. Se reconstruyó y volvió a lucir en todo su esplendor la tercera plaza de toros más antigua de Castilla y León, por detrás de Béjar (1711) y Segovia (1805). Leyendo con detenimiento el Programa de las Fiestas toresanas me ha llamado la atención la corrida prevista para el domingo, 20, a las 18 horas con morlacos de Gregorio Garzón para los diestros Curro Díaz, Cayetano y Manuel Diosleguarde. Este último apellido está relacionado, como tantos otros, con pobladores romanos, musulmanes o medievales, como les contaba ayer, por tierras de Ciudad Rodrigo. Los más frecuentes son -si hacemos caso al pintor y experto en tradiciones Carlos García Medina- los de la romanización, sobre todo aquellos pueblos que comienzan por “Villar” , tras la llegada  a Castilla de los foramontanos durante la Edad Media. Algunos nombres de pueblos, como Barba de Puerco, cambiaron su nombre, en este caso por Puerto Seguro. Respecto a los gentilicios, los nombres a veces resultan complejos:. Así, a los habitantes de Ciudad Rodrigo se les conoce como mirobriguenses, ya que en época romana esa ciudad se conocía como Miróbriga Augusta. En el caso de Diosleguarde se hace referencia a un lugar inhóspito donde a sus habitantes se les conoce como jabalíes. Diosleguarde es un pequeño pueblo salmantino de 120 habitantes donde nació Manuel Sánchez, que adoptó el nombre artístico de su pueblo. Tras tomar la alternativa el 23 de julio de 2022 en la feria de Santander, el 29 de agosto de ese año, en Cuéllar, sufrió una grave cogida de 25 centímetros en el muslo derecho del segundo de su lote. Fue operado en esa plaza y más tarde pasó al Hospital Clínico de Valladolid  donde volvió a ser operado y allí permaneció hasta su recuperación. El próximo día 20 lidiará en Toro, como decía, y el día 23, en Guijuelo (Salamanca). Le deseo suerte.