jueves, 30 de diciembre de 2010

Pesadilla economicista

En un excelente trabajo periodístico publicado hoy en El Plural.com bajo el título “Marginalidad, un camino sin retorno”, Carlos Carnicero, en un alarde de sensibilidad que comparto y que debería hacernos reflexionar a todos los españoles, pone de manifiesto lo que se esconde detrás de un “homeless”, de un vagabundo. Todo comienza, y así lo expresa, “cuando un padre de familia se queda en el paro, su compañera también, comienzan a beber, se produce el divorcio y el final es dormir debajo de unos cartones de por vida. (…) La frontera de los cincuenta años –excepto en profesiones muy especializadas- es una barrera sin retorno para quien se introduce en el desempleo”. Un poco más adelante, Carnicero analiza de forma descarnada lo que está aconteciendo en estos momentos: “La reforma del mercado laboral ha significado más precariedad, abaratamiento del despido, sin modificar los sistemas de formación profesional y sin garantizar para nada un crecimiento del empleo: en síntesis, pérdida de derechos del trabajador sin ningún compromiso de los empresarios. Las subidas de las tarifas eléctricas, del gas y del ferrocarril, incluso de cercanías, revela una falta de sensibilidad de un gobierno que ha sustituido el concepto de redistribución de la riqueza por la aplicación del precio al valor de las cosas según los parámetros puramente economicistas. La anunciada reforma de las pensiones coincide en el tiempo con ERES de decenas de miles de personas que se van a jubilar anticipadamente con un cargo importante a los fondos del Estado, para facilitar la viabilidad de grandes empresas, incluidas las cajas de ahorro privatizadas”(…) “Porque además, son estos personajes que ganan estas cantidades de dinero (refiriéndose a Francisco González, al presidente de Iberdrola, a Botín, etcétera) los que encabezan la manifestación para la reducción de los sueldos, el abaratamiento del despido y la prolongación de la vida laboral. En su osadía está su impunidad, porque una sociedad anestesiada ha aceptado como inevitable lo que es impresentable”. (…) “La respuesta tradicional es que las empresas privadas pueden hacer con su dinero lo que quieran. No es cierto. No se trata de un valor contable sino de un principio ético”. (…) “En su osadía está su impunidad, porque una sociedad anestesiada ha aceptado como inevitable lo que es impresentable”. La exposición de Carnicero es mucho más larga. Pero dejémoslo ahí. No la toquemos más, que así es la rosa.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

La metáfora de Sebastián

¿Qué quieren que les diga? A mí, personalmente, la postura neoliberal adoptada por el Gobierno no me ha cogido de sorpresa. Este gobierno tiene de socialista lo mismo que yo de obispo auxiliar. Lo del puño y la rosa es una metáfora que no llegamos a descifrar. Pero, bueno, Zetapé nos tiene a todos cogidos por el BOE, que es como trincarnos por la rosa de la entrepierna con el puño metafórico y no destraba por más que vociferemos. Y para terminar de adornar un mandato desastroso, llega el ministro de Industria, un tal Sebastián, y nos informa que la tremenda subida de la luz, eso que él llama Tarifa de Último Recurso, no tiene importancia, que “su coste equivale a poco más que a la toma de un café por persona al mes”. Y se ha quedado tan ancho. Este Miguel Sebastián nos toma a los españoles por tontos del haba. Por ahí no paso. Tonto él, cuando sacó una revista con la foto de una señora a Ruiz Gallardón en televisión dando por hecho que con esas malas artes ganaría la Alcaldía de Madrid. Este Gobierno, con Sebastián incluido, huele a podrido desde hace mucho tiempo. Su postura neoliberal de última hora, su puesta en escena en la triste salida del armario, obligado o no por Europa, que me da igual, le condena al purgatorio de la oposición hasta que reine en España la infanta Leonor, si es que llega a reinar. Este Sebastián, que todavía me debe una bombilla de bajo consumo, ha dicho para calmar nuestros alborotados ánimos, que “se da por concluido el proceso de revisión de costes hasta 2013”. ¿Ustedes se lo creen? Cuando dice 2013, ha querido decir que no habrá nuevas subidas tarifarias hasta mitad del año que ahora comienza. Pero, claro, lo dice en alegoría, como hace Zetapé con el puño, la rosa y el juego de la sucesión. “Sólo lo sabe mi mujer y otro”, ha dicho tajante. Esas cosas las debe tener apuntadas en el cuaderno rojo, donde dejó anotado cómo ganar ahora una guerra que perdió su abuelo hace tres cuartos de siglo. Paso de este soñador de batallas imposibles. A mí, como si se la pica un pollo…

martes, 28 de diciembre de 2010

Cartas desde su celda

Parece que me estuviese refiriendo a la obra literaria de Bécquer. Pero no es así. Los políticos españoles se ponen muy nerviosos cada vez que el The Wall Street Journal cuenta alguna noticia sobre España, sobre todo si tal noticia se refiere a temas económicos. A mí no me causa ninguna impresión que desde el exterior, sobre todo desde el otro lado del Charco, se vea a nuestro país con una lente desenfocada. A veces aciertan en el diagnóstico. Otras veces patinan como si estuvieran bailando el fox-trot sobre una pista de hielo. Hoy martes, ese diario publica una carta facilitada por Arnaldo Otegi desde la cárcel bajo el título de «Grupo vasco hace oferta de paz». Que yo sepa, ETA tiene sobre sus espaldas 829 asesinatos en sus 42 años de existencia. Otegi señala en su comunicado, entre otras cosas, que «se encuentra preparada para abandonar la violencia y seguir una estrategia pacífica para crear un estado independiente vasco». En ese sentido, Pérez Rubalcaba ha estado firme en sus declaraciones: “el alto el fuego de 2006 demostró que la tregua no vale porque, al mismo tiempo que se negociaba con el Gobierno, se cometió el brutal atentado de la T-4, en el que murieron dos personas”. A mi entender no sirve el propósito de enmienda, aunque sea consciente de que por algo habrá que empezar. Y lo primero para ese comienzo pasa por la necesidad de llevar a cabo el cumplimiento íntegro de las penas impuestas en los tribunales de Justicia. No se les puede devolver la vida a casi un millar de inocentes, y el “arrepentimiento” de los miembros de la banda terrorista no debe constituir motivo suficiente como para que se puedan producir extrañamientos ni indultos para sus responsables con asesinatos probados por gracia especial del Consejo de Ministros. Eso significaría un insulto para los demócratas que sustentamos este Gobierno con nuestros impuestos y somos respetuosos con el Código Penal y el resto de las leyes emanadas desde el Congreso de los Diputados. Los terroristas, como primera medida deben entregar las armas de inmediato. Como segunda, respetar la Constitución Española. No sirven ni las treguas ni las negociaciones con el Gobierno. En un Estado de derecho no se puede negociar con asesinos. El Estado dispone de los medios necesarios para detenerlos y entregarlos a la justicia sin más contemplaciones. Tampoco puede admitirse que The Wall Street Journal “aclare” a sus lectores que “ETA es un grupo vasco, que defiende una lengua y cultura prelatinas y ofrece la paz al Gobierno español”. Contado de esa manera tan desafortunada, los norteamericanos, a los que les viene justo saber dónde se encuentra España en el globo terráqueo, como bien señala al respecto Libertad Digital, pueden pensar que tal grupo de asesinos vascos “son el Orfeón Donostiarra o el Athletic de Bilbao”.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Turrón o guirlache

Comenta Heraldo de Aragón que “el PSOE hace suyo el discurso del Rey para asegurar que avala las reformas de Zapatero”. Me parece que la noticia hubiera sido más exacta cambiando el orden de los protagonistas. A mi entender, ha sido el Rey el que ha hecho suyo el mensaje del PSOE para avalar las reformas del Presidente, como no podía ser de otra manera. Sin pretender dármelas de adivino, ¡ojala lo fuese!, mi personal olfato sobre el momento presente me informa de que tal discurso real, (elaborado a la medida de un Jefe de Estado, con unos poderes exiguos contemplados en la Constitución Española, por un Ejecutivo sin brújula y en evidente estado de descomposición) fue el “trágala” de la fórmula magistral lograda en la rebotica de La Moncloa para que el Rey pudiese salir airoso del brete, por encima del deseo de buena voluntad hacia los españoles sobre lo que ya se anticipa como un “feliz” año peor. Y esa fórmula magistral, para que surgiera el efecto deseado, sólo la podía concebir un químico, o sea, Pérez Rubalcaba. El mensaje navideño tuvo, como sucede con todos los específicos de laboratorio, determinados efectos secundarios. Tales efectos no fueron otros distintos que una irritación de la Izquierda (la Izquierda real, no esos neoliberales del puño y la rosa) por el apoyo del Rey a los recortes sociales.

En ese mismo diario (páginas 6 y 7) Jesús Morales entrevista a Manuel Pizarro, otro que tal baila, desertor del Congreso de los Diputados, donde aclara su “diagnóstico” sobre la salud de España con el aplomo de Gregorio Marañón. Por cierto, Marañón decía que el mejor diagnóstico consistía en sentarse en una silla junto al enfermo y observar su aspecto anímico. Pizarro, que yo sepa, dejó el escaño del Congreso hace diez meses. También el Comité Ejecutivo del PP en Madrid por deseos de Esperanza Aguirre. El número dos de Rajoy en las pasadas elecciones permanece desde entonces sentado en el sillón de uno de los despachos más grandes del mundo, donde estudia la manera de ver cómo puede coger el toro por los cuernos. Pero no el toro de España, ese toro negro de Domecq que está plantado, desafiante, en los oteros junto a las carreteras. O sea, ese toro negro y astifino que algunos patrioteros llevan plasmados en las banderas nacionales que venden los chinos y que acabará matándonos en el embroque. El “fichaje estrella” no es torero de postín ni lleva traje de luces montera ni se arriesga a que un bovino le pueda hacer un siete en la taleguilla. Observa el desarrollo de la lidia en la barrera de sombra y jamás se le pasó por la cabeza ser espontáneo y lanzarse arena del redondel a pecho descubierto. El nieto del guardia civil (que no llevaba montera sino tricornio) que fuera nombrado gobernador civil de Teruel en 1947 y que se encargó de la represión del maquis en la zona; el hijo del que fuera procurador en Cortes por el Tercio Familiar durante la época franquista (que tampoco llevaba montera ni tricornio sino chaquetilla blanca), convertido ahora en presidente del Consejo Social de la Universidad Autónoma de Madrid, espera paciente a la puerta de su enorme despacho para ver pasar el cadáver de su enemigo, es decir, la nueva convocatoria de los españoles a las urnas, el cantado triunfo de Rajoy por goleada y la consiguiente pregunta tan española sobre “que hay de lo mío”. La historia siempre se repite. Y él lo sabe.

sábado, 25 de diciembre de 2010

¿Será eso la Ley Sinde?

La noticia es escueta: “La Guardia Civil se ha incautado de 1.500 trajes de pastorcillo falsificados que, aprovechando las fiestas navideñas, estaban siendo vendidos en un polígono industrial del municipio madrileño de Fuenlabrada”. Me atenazan las dudas. Vamos a ver: ¿Cómo sabe la Guardia Civil qué trajes de pastorcillos son falsificaciones? Suponiendo que alguien sepa contestar esa pregunta, ¿en qué se nota la falsificación? ¿Acaso los trajes de los pastores tienen que estar confeccionados en La Alpujarra, en el alcarreño Solanillo del Extremo, o en el municipio leonés de Mansilla de las Mulas? ¿Estamos seguros de que las albarcas de Revilla se fabricaron en Cantabria? ¿Nos consta a los españoles que la toga del juez de Calatayud es del sastre zaragozano “Pedraza”, o del madrileño “Gavilanes”? ¿Y si estuviese hilvanada en Guangzhou, o en Changsha? ¡Menudo problema! De ahora en adelante la Guardia Civil deberá estar más atenta a las etiquetas de las mantas de cuadros de los pastores de ovejas que a los reglamentos de vías pecuarias, la ley de Montes, o los controles sobre las servidumbres de saca de agua y abrevadero. Lo importante es que los zurrones sean de Ubrique, que chalecos y calzones se hayan fabricado en Sabadell, que los calzoncillos sean de la marca “Cañamares”, que los zapatos procedan de Elche y que las mantas vengan de Palencia. Sobre el bastón, o el palo de peregrino, no hay todavía nada legislado pero se presume que deberán ser de madera de castaño, o de fresno, curvados, de una sola pieza y de procedencia nacional. Las varas de avellano se recogerán en octubre, una vez hayan perdido la savia y siempre en cuarto menguante (si no es así, no tienen la flexibilidad debida y se pudren con rapidez) y sólo se utilizarán para cantar villancicos navideños al estilo de cómo lo hace Miguel Ángel Revilla en Cantabria, para sacudir estopa a los mozos desmadrados durante los encierros de San Fermín, o para labores de colchonero. Todos deberán ser de procedencia nacional y extraídos de cañadas reales. A aquellos pastores que vistiesen trajes de pastorcillo, zurrones y bastones de procedencia china se les pondrá en manos de SGAE para que la ministra González-Sinde les aplique la “Ley Sinde” sobre pastoreo y tráfico de cedés piratas con el máximo rigor por los más altos y severos organismos.

viernes, 24 de diciembre de 2010

El villancico de Revilla

Ahora que se nos ha muerto Labordeta y que los aragoneses desean cambiar el rimbombante himno de Aragón por aquello otro de “Habrá un día en que todos, al levantar la vista…etcétera”, nos aparece otro nuevo cantautor, Miguel Ángel Revilla, dispuesto a hacer himno oficial de Cantabria eso de “Con albarcas vienen…con albarcas van”, como ya nos ha demostrado a todos los españoles con su videoblog personal. Miguel Ángel Revilla lo mismo sirve para un roto que para un descosido. En vista de que ni con las cajas de bocartes que envía en taxi a La Moncloa consigue que Zetapé le haga el AVE Madrid-Santander, se ha puesto los zuecos de madera, se ha apoyado en una vara de avellano y acompañado por Benito Díaz, que es como el Manolico el Corto de Cantabria, se ha echado al monte para demostrarnos que la Navidad ha llegado y que cantar aunque sea desde Carmona, como decía el padre Laburu, equivale a rezar dos veces. Ahora sólo falta que hable con la ministra González-Sinde para que le reconozca los derechos de autor, aunque se trate de un tema tradicional con más años encima que el caballo de Espartero. Ya saben, se comienza cantando villancicos y pasando la gorra y se termina haciendo de telonero para los conciertos en directo de La Cabra Mecánica, o los mítines en directo de la Liebre Eléctrica. Todo se andará, si la vara de avellano no se rompe.

martes, 21 de diciembre de 2010

Añoranzas y fastidio

Al referirse a la Navidad, Rosa Montero señala en El País: “Por un lado, se incrementa la añoranza de los que ya no están; por otro, los que sí que están pueden ser un fastidio, como esos familiares a los que durante el año nunca ves, porque no los soportas, y cuya agresividad ahora tienes que aguantar en largos banquetes”. Estoy de acuerdo con su manera de pensar. Las cenas de Nochebuena en familia resultan agobiantes para quienes, como a mí me sucede, preferimos la tranquilidad de un trozo de tortilla de patata, un vasito de vino, a ser posible “Julián Chivite” de crianza, y algo de fruta. Y más tarde un poco de televisión y a dormir, lo más tarde a las once y media de la noche. A Rosa Montero me parece que le sucede algo parecido. No es de recibo tener que “pasarlo bien” por una simple razón de calendario, o sea, el día que toca. No digamos nada si tras una pesadísima cena, a esos parientes insoportables les da por querer jugar al guiñote con tal de no irse a casa y con la excusa de que “es pronto todavía”. Dan las dos de la madrugada, los ojos se me cierran de sueño y ellos, esos seres insufribles, frescos como lechugas, continúan como en el “Cara al sol”, impasible el ademán. Recuerdas “La Nochebuena de 1836”, de Mariano José de Larra: “El número 24 me es fatal…etcétera”. Ya no sabes qué hacer, si ir a dormir y dejar a todos ellos con el libro de las 40 hojas sobre el tapete verde, o ponerte a escribir en el ordenador un artículo de costumbres. Es lo que tienen estas fechas.

lunes, 20 de diciembre de 2010

¡Si don Natalio levantara la cabeza...!

A José Reyes Fernández, profesor del Instituto “Menéndez Tolosa” de La Línea de la Concepción se le va a caer el pelo por nombrar la cuerda en casa del ahorcado. A mi me consta que los profesores de Secundaria lo están pasando mal por culpa de alumnos maleducados, amenazantes e irrespetuosos contra los que nada serio se puede hacer. Algunos de esos alumnos, grandes como el Coloso de Rodas y con los cerebros de mosquitos, se aprovechan de su minoría de edad, es decir, de no haber alcanzado los 18 años, para poner en jaque a toda la junta directiva de determinados institutos de Bachillerato. Sé que existen profesores con baja médica por depresión, por la impotencia que les produce trabajar en la enseñanza frente a un puñado de insensatos que rompen la clase un día sí y otro también. Lo que desconocía era que un profesor con dos décadas de experiencia podía tener un expediente abierto en su centro de enseñanza por hablar del clima andaluz y de su bonanza para la cura de jamones. Tanto es así que una familia musulmana acaba de denunciar al profesor Reyes en una comisaría de La Línea por, según se desprende de la delación, “cuestionar sus creencias”, o sea, por haber manifestado en clase los beneficios del clima de Trevélez (Granada) para la cura de jamones. La Junta de Andalucía defiende al docente, como no podía ser de otra manera.

Los jamones de Trevélez, muy afamados, formaron parte de la vida cotidiana de alguien que fue ministro de Instrucción Pública durante el periodo de Allendesalazar, en 1919. Me refiero a don Natalio Rivas Santiago, amigo que fuese de mi abuelo materno. En un espléndido trabajo de Jesús Roberto Balboa Garnica, éste relata que don Natalio conocía muy bien a sus paisanos y que en cada pueblo tenía su representante, que le garantizaba los votos para el Congreso. Así, en Albuñol, en Órgiva y Ugíjar (cabezas de partido) disponía de un cacique al que se sometían los votos de su ámbito. En ese sentido, comenta Balboa: “Cuando su oponente político es fuerte, lejos de combatirlo, le da un cargo en el pueblo y asunto zanjado”. “Pero en Madrid –sigue diciendo Balboa—la vida política era de otra manera y don Natalio tenía las llaves de casi todas las residencias políticas de la Villa. Y las llaves no eran otras que los jamones de Trevélez. Era muy habitual que don Natalio contara con una amplia bodega de jamones que regalaba con muy buen criterio y con mejor tino a aquellos que podían serle de alguna utilidad; luego se convertía en algo habitual que esas personas siguieran recibiendo los magníficos jamones de Trevélez. Todo el mundo en Madrid conocía de las excelencias de los perniles de don Natalio y nunca faltaban en su casa de la calle Velázquez, 19, etcétera”. ¡Si don Natalio levantara la cabeza…!

sábado, 18 de diciembre de 2010

Estado de la Indecencia

Manuel Martín Ferrand, al referirse a la afición que tienen nuestros políticos a usar el coche oficial, señala: “Lo del coche oficial, que suele ser tildado de «perejil del loro», no es baladí. Es un síntoma claro de abuso de autoridad. Salvo en actos oficiales de gran ringorrango protocolario, no encuentro más de un centenar de personas en toda la Nación que justifiquen, por su cargo y función, un coche de alto nivel atendido por los conductores suficientes para completar la disponibilidad diaria y sin límites horarios. Todo lo demás es exceso”. Entiendo que tiene razón. En España, con la que está cayendo, el “perejil del loro” es tan habitual como tomar unos churros con el café. En este Estado de la Indecencia todo vale. Pero lo malo, lo peor de todo, es que el ciudadano contempla ese “ringorrango protocolario” como algo normal, de la misma manera que encuentra normal que concejales y familiares de éstos ocupen “por todo el papo” los mejores palcos en los teatros municipales y los lugares privilegiados en estadios o salas de música. Cuando el ciudadano encuentra normal aquello que a todas luces es un tremendo disparate y un abuso irritante, algo empieza a oler a podrido en nuestra sociedad. Lo que sucede es que, acostumbrados a oler lo pútrido, hemos acostumbrado a nuestras narices a esas pestilencias y no nos importa seguir oliéndolas. Es lo que les sucede a los habitantes próximos a una fábrica de papel. Por ejemplo, lo que sucedía en Tolosa hace treinta años. Martín Ferrand, añade en su artículo que “si un concejal no puede viajar en su propio automóvil, esto no necesita reformas. Se requiere una revolución”. Yo también lo considero así.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Instituciones deshilachadas

El viejo profesor Timoteo Gavilanes me comentaba ayer que la felicitación navideña de la Casa Real de este año dice poco. En ella aparecen dos niñas, las hijas de los príncipes de Asturias, con mucha camomila en el pelo, sana dentadura y unos retales de cretona tapándoles el cuello. Bueno, pues muy bien. Nada que objetar. Lo que ya no sé es qué opinarán al respecto los receptores de tal felicitación. Timoteo se alegra de que la nueva ortografía sobre tratamientos reales, al ser adjetivos, no necesiten que se escriban con mayúsculas, salvo en la “canela fina” de Anson y en el “Libro de Estilo de ABC” publicado durante la etapa decadente de los Luca de Tena, donde todavía se la cogían con papel de fumar. Los de Vocento continúan con esa práctica de respeto, conocedores del talante de los destinatarios finales de ese diario. El año termina mal, como Pachorras en Pastriz, o como Cagancho en Almagro. Se nos deshilachan las instituciones del Estado con la pertinaz crisis provocada por unos bancos avariciosos y la modorra instalada en la gobernanza, que obliga a que el 20 % de los jóvenes no puedan emanciparse y que Cáritas se encuentre desbordada ante las demandas de ayuda. El asesino de Olot parece que ya se encuentra “más tranquilo” tras haber ajustado cuentas y Carmen Cervera empieza a perder la paciencia respecto a la prórroga de su colección de pinturas cedida al Estado, sabedora de que el 15 de febrero termina la prórroga. González-Sinde, presidenta del Patronato del Museo Thyssen, no sabe, no contesta, lo está pensando… La ministra Chacón continúa sin dar fecha a la salida de las tropas españolas en Afganistán. “Capitán, mande firmes”. Chacón, sumisa como una doncella con cofia, hará lo que le ordenen los Estados Unidos, si hacemos caso a las filtraciones de Wikileaks. Mi viajo amigo Timoteo sabe que los actuales ministros admiten patadas en el culo y encima dan las gracias. Les falta casta.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Bebedores de absenta

Un viejo amigo profesor de Historia me contó tomando café en un cuchitril de medio pelo que Cristóbal Colón, una vez que hubo puesto pie en La Española, pilló a un indio por banda y le recetó un coitus a tergo a la pompeyana magistral. Aunque el profesor comprendiese, y así me lo hizo notar, que no era una forma muy ortodoxa de cristianizar infieles en el nombre de la Corona de Castilla, tampoco dejó de ser una forma de ilustrar al que no sabe, que siempre es una importante obra de misericordia si nos atenemos al pie de la letra con lo que se aclaraba en el “Ripalda”. Sobre la conquista de América se han escrito barbaridades que producen escalofríos. Basta con leer la “Brevísima relación de la destrucción de las Indias”, de Fray Bartolomé de las Casas. Pero, al margen de estas intrínsecas apreciaciones del profesor Timoteo Gavilanes, destaco por si sirve de utilidad que el pedagogo en cuestión abusaba del absenta, del griego ἀψίνθιον, ese anisado que según cuentan produce alucinaciones y que bebían en el barcelonés Bar Marsella, en el Raval, Hemingway, Picasso y Dalí. Timoteo Gavilanes me informó de que “después del primer vaso, uno ve las cosas como le gustaría que fuesen. Después del segundo, uno ve las cosas que no existen. Finalmente, uno acaba viendo las cosas tal y como son, y eso es lo más horrible que puede ocurrir”. De cualquiera de las maneras, este profesor no estaba del todo seguro que la conquista de América hubiese sido como nos la contaron en el bachillerato. Según Timoteo Gavilanes, modificaron el guión y lo adornaron con orlas patrióticas para un mejor entendimiento de los educandos y a mayor gloria de España, madrastra de 22 naciones. ¿Beberá absenta Zetapé? Que alguien de su entorno se lo pregunte. Si la respuesta es afirmativa, muchos españoles entenderemos al fin el motivo de ese sindiós que irradia La Moncloa a la rosa de los vientos.

martes, 14 de diciembre de 2010

Ni se muere ni cenamos

El embajador de Marruecos en España, Ahmadu Uld Suilem, se ha debido perder en su camino hacia Madrid. Digo yo que aprovechará para llegar a España junto a los Reyes Magos en la madrugada del 5 de enero, de sopetón y entre dromedarios, para repartir en la cabalgata caramelos a los niños que hayan sido buenos y sacado excelentes notas en el colegio de curas. Porque el carbón ya no lo proporciona nadie al precio que se ha puesto. Si les digo la verdad, nunca supe la razón de amenazar con castigar a los niños traviesos de mi infancia con briquetas de carbón. Sería por su color negro. Tampoco entendí aquello del “hombre del saco” ni lo del “ratoncito Pérez”. El caso es que los niños de ahora ya no desean recibir juguetes sino juegos para el ordenador. Sus arterias deben tener el color de las angulas de tanto sedentarismo mirando a la pantalla. En mi época de niño, como no había casi de nada, nos distraíamos con cualquier cosa: unas chapas de botellines, unas pistolillas que apañábamos con dos pinzas de tender ropa, o con los juegos reunidos “Jeyper”, que mataron muchas tediosas tardes domingueras de invierno. Al señor embajador de Marruecos, ex dirigente del Frente Polisario, se le concedió el plácet en abril pasado. Y nunca más se supo. Del anterior, Omar Azziman, tampoco se sabe nada desde que tomó las de Villadiego. ¿Se los habrá llevado el hombre del saco? Sí que es raro, sí… El caso es que Moratinos también está desaparecido y la señora Jiménez está muy preocupada por los manantiales de agua que abastecen a la ciudad de Melilla. Se ha agarrado al botijo, como hizo Marcelino Iglesias con el Ebro, y no lo suelta. Teme que corten el suministro. Nunca se sabe. Se empieza por bravuconadas y se termina con otra Marcha Verde. El conflicto de la isla de Perejil lo ganó la presencia naval española y el Segundo Tercio de la Legión de Ceuta, echando de ese lugar al único tipo que permanecía entre los apriscos cuidando unas cabras. Y aún así hubo que concederle el 19 de octubre de 2010 la Gran Cruz de la Orden de Carlos III a Driss Jettou, es decir, al ministro del Interior marroquí y máximo responsable de las fuerzas auxiliares y de los gendarmes que “invadieron” aquel islote. La Gran Cruz fue como el regalo del ratoncito Pérez, o sea, de Zetapé, a un pájaro de cuidado por haberse dejado ganar la guerra del abuelo Cebolleta.

sábado, 11 de diciembre de 2010

La subdelegada es culpable

Delfín Rodríguez, comentarista en El Correo de Zamora, tiene su gracia. Está muy alarmado por la cantidad de robos que se producen en esa provincia ante la aparente indiferencia de la subdelegada del Gobierno. El señor Rodríguez hace referencia a los “ladrones de uña negra”, esos amigos de lo ajeno de poca monta. Según cuenta, “Los que desvalijaron los cepillos y veladoras de la iglesia del barrio de San Isidro, en Benavente, son unos cafres. Rompieron una vidriera para acceder al templo. Con lo fácil que hubiera sido asistir a misa y luego, acabado el oficio, esconderse en un confesionario para realizar la sustracción sin daño alguno. Al día siguiente podían haber confesado, recibir la absolución, salir de la misma forma y aquí paz y en el cielo gloria”. Tiene razón. Lo que no dice don Delfín es que para que les sean perdonados los “pecados” es “conditio sine qua non” devolver lo robado. En otra referencia, don Delfín expone a los lectores el nefando pecado que supone la codicia de los bienes ajenos de una señora en el interior de un supermercado: “Días pasados, en una gran superficie zamorana, sorprendieron a una mujer de buen ver y buen vestir con un cargamento de latas de bonito. No quiero decir que las feas sean más ladronas, sino que iba arreglada como una señora que no pasa penuria alguna. Pues bien, en su descargo alegó que el hambre acuciaba a sus hijos”. Y para redondear su argumentación, don Delfín pone la guinda de color a su pastel literario: “Comprendo a la ladrona, pero tampoco es que fuera una ladrona de estricta necesidad. Si lo hubiera sido, hubiera cogido del estante caballa o sardinas para no resultar onerosa al centro y poder volver a robar otro día con la garantía de que sería bien vista. Pero así, no. Los del centro pensarán que es una ladrona demasiado exquisita como para hacer la vista gorda”. Estoy de acuerdo con don Delfín. Preferir latas de bonito del Norte a latas de caballa de la parte de Marruecos es de gustos refinados, conque el pecado es mucho más mortal y merecedor de mayores penas en el infierno. Se puede ser ladrón, pero no ladrón con gustos refinados y de paladares exquisitos. A menos que el ladrón lo sea de guante blanco, o de “uña blanca”. Entonces la cosa cambia. Queda claro que la subdelegada del Gobierno debe dimitir de inmediato, por el bien de Zamora y por la honra de la estatua de Viriato.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Gobierno cupleteril

Cuenta Hermann Tertsch en su artículo de hoy en ABC, “Gentucismo”, lo siguiente: “En una comida en la sede del ministerio que tan sabiamente dirige, doña Pajín presentó el 17 de noviembre a su nuevo fichaje, compañera de mil fiestas, a un grupo de diputados y senadores. Alguien debió ser tan descortés como para recordarle a Pajín la regla administrativa que no cumple su amiga que, si a alguien pudiera interesar, se llama Nuria Espí de Navas. La respuesta fue contundente. Doña Leire en estado puro: «Sólo faltaría que la ministra no pueda nombrar a quien le salga de los cojones». No cabe duda de que a la ministra Pajín se le ha visto el pelo de la dehesa. Primero: a la ministra de Sanidad, por su condición de mujer, no le puede salir nada de los testículos por razones obvias. Segundo: en la cartera de Sanidad que tiene asignada por decisión de Zetapé existe una Secretaría de Estado de Igualdad conducida por Bibiana Aído. No sé qué le habrá parecido a la ex ministra la actitud machista de su inmediata superior. Tercero: haría falta conocer ahora si la tal Nuria Espí, o sea, la compañera de fiestas de la ministra Pajín, según Tertsch, está capacitada para el puesto político que ésta desea asignarle a dedo, por salirle de las gónadas, mejor dicho, los invictos rusticanos. De cualquier manera, en España se lleva demasiado tiempo colocando a los amiguetes de los políticos en todos los despachos con moqueta. Ya nada sorprende. Y todos esos puestos de libre designación han sido nominados por los cojones de su “padrino”. Pero, en cualquier caso, resulta un poco raro “pretender atar a la vaca por los cojones”, ya que la frase en sí denota desacierto. De la misma manera, que la señora Pajín pretenda asignar un despachito oficial a una amiga de fiestas, si hacemos caso al señor Tertsch, no deja de ser un signo más de la descomposición de este gobierno cupleteril.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Se impone la cordura

No me cabe la menor duda de que tal como se ve venir, o tal y como lo pronostica “El País”, en los próximos comicios “va a recibir el PSOE el peor batacazo de su historia”. Para hacer este pronóstico no hace falta ser un lince, sino aplicar el sentido común. Según los últimos sondeos de opinión, “sólo un 42% de quienes le votaron en 2008 estaría dispuesto a hacerlo ahora”. Pero eso no quiere decir que ese “voto a la desesperada” deba ir forzosamente al PP. Cabe la posibilidad de que pueda aumentar el voto en blanco, es decir, ni para Y ni para Z. Sería una “desventura” para la joven democracia española, pero también sería una posición coherente por parte del ciudadano harto. Al PP, no cabe duda, le va a venir muy bien que un PSOE casi descompuesto le resuelva el merengue de las difíciles papeletas sociales que ha tenido que acometer forzado desde el exterior e, incluso, la guinda amarga que aguarda para el próximo 28 de enero. Sin embargo, el ciudadano corriente deberá pensar, antes de acercarse a las urnas en los próximos comicios, en manos de quiénes piensa poner el nuevo Gobierno de España. Votar es, además de un deber ciudadano, un acto de responsabilidad. Los trasvases de votos, en estos momentos de dificultad en la gobernanza, no resuelven por sí solos unos problemas de gran calado donde se exige el consenso de todos los partidos políticos por higiene democrática. Aquí no existe ni la prodigiosa fórmula de Fierabrás ni los milagros de Caná de Galilea para convertir el agua en vino, en este caso, nuestra miseria en riqueza. De momento, a Rajoy se le ha jaleado hoy “¡Presidente! ¡Presidente!” a su llegada al Congreso, y con motivo del día de la Constitución, con el mismo timbre de voz y con la misma rabia en el cuerpo, por los descendientes directos de unos personajillos de la caverna que hace 35 años gritaban a Arias Navarro: “¡Mantequilla! ¡Mantequilla!”. En aquellos años no existía ni teléfono móvil ni el “mob”. Ahora sí. Pero no cabe duda de que se trata de los mismos perros con distinto collar. No me extraña que el presidente del Gobierno no haya descartado una posible prórroga del estado de alarma ante tanto primo de “zumosol” y tanto patriotero salvador campando a sus anchas a pesar de la lluvia.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Todo sale mal

Mientras el Gobierno decretaba el estado de alarma por culpa de los controladores aéreos y los militarizaba, cuando en Marruecos se prepara una marcha para la “liberación” de Ceuta y Melilla de imprevisibles consecuencias para nuestro país; cuando en el extranjero se critica la ausencia de Zapatero en la XX Cumbre Iberoamericana celebrada en Mar del Plata. Cuando al Rey se le obligaba a “poner el turbo” y a firmar el Real Decreto-ley 13/2010 de 3 de diciembre desde la Embajada Española en Buenos Aires; cuando los españoles seguimos sonrojados por las revelaciones de WIkiLeaks sobre los indignos comportamientos del Ejecutivo español y de la Fiscalía del Estado respecto al “caso Couso” y a los presos de Guantánamo; cuando no se ha producido reacción alguna por parte del Gobierno de España ante los sombríos sucesos de El Aaiún; cuando Gaspar Zarrías se ha ido de la lengua, insinuando que el PP está detrás de la huelga y el consiguiente caos aéreo; cuando parece que nos hubiera mirado el tuerto, digo, Rajoy, en Lanzarote, tras haberse quedado en tierra como el Capitán Araña, se ha limitado a decir a los periodistas: “no voy a entrar en juicios de valor”. Es decir, para Rajoy aquí no pasa nada. Sigue en Babia, quieto en el sillón y esperando a que se descomponga el cadáver, como los buitres con respecto a la carroña. ¿Los lectores entienden algo? Yo no entiendo nada. Pero, vamos a ver, ¿dónde está Rubalcaba? ¿Y José Blanco? Para Pablo Sebastián, en República.es, “el ocaso de Zapatero nos lleva a un gran desastre nacional que solo tiene arreglo con la salida del poder de este personaje y la urgente convocatoria de elecciones generales. O de lo contrario con una moción interna del PSOE contra Zapatero, al estilo del ‘impechtman’ americano, que fuerce desde el corazón de este partido la salida inmediata de este lamentable personaje del palacio de la Moncloa donde no está en condiciones de permanecer ni un minuto más”. Para Ignacio Camacho, en ABC, “el Gobierno no halla un minuto de respiro, sitiado por un torrente de problemas que va arrollando la vida nacional como un aluvión turbulento. Al presidente le ha abandonado la suerte y está en estado de colapso político. En plena descomposición de poder, no hay hora en que no se encuentre ante un apuro. (…) No sólo sale mal todo lo que puede salir mal, sino incluso lo que prometía acabar bien.” Isaac Rosa, en Público, señala: “El próximo susto que nos espera ya tiene fecha, si es que por el camino no nos cae otro imprevisto: 28 de enero. Ese día el gobierno, pase lo que pase, presentará en Consejo de Ministros la reforma de las pensiones, acortando el plazo para que partidos y agentes sociales acuerden en el Pacto de Toledo su contenido.” Lo dejo aquí. Mejor no seguir dándole leña al mono, que es de goma.

viernes, 3 de diciembre de 2010

En el puré de la noche

Cuenta Juan José Millás que “un ojo abierto a las cuatro de la mañana, observando las sombras del techo, es como un grumo insoluble del día en medio del puré de la noche”. A media España la noche se nos antoja interminable. Cuesta conciliar el sueño. Y cuando parece que nos envuelve un raro sopor y cerramos los ojos, pasa una ambulancia por la calzada con sonido de sirenas y moviendo tabas. Los enfermos empeoran por la noche, cuando se serena el cuerpo y sólo se escucha el sonido de la respiración. La política mal ejercida y las circunstancias económicas adversas constituyen un bebedizo desmoralizante. Vuelven a subir los impuestos sobre el tabaco. Ya ni fumar se va a poder para matar el gusanillo del hambre. La señora Salgado, fina como la hoja de culantrillo y fría como la hoja de un bisturí, se ha propuesto que vivamos todos en la asepsia, pero sin gastar mucha agua del grifo, sin echar por el sumidero mucha espuma de jabón de tajo, sin humos y sin dinero en el bolsillo. Pero la señora Salgado no se atreve, al menos de momento, incrementar las tasas sobre el alcohol, de la misma manera que su jefe, Zetapé, no quiere mentar a la bicha del vecino incómodo. Para la señora Salgado no existe ni la cirrosis hepática ni la tragedia que supone que llegue a casa un marido borracho un día sí y otro también. A la señora Salgado lo que le preocupa es que el ciudadano fume y pueda quemar el tresillo, o socarrar ese tapiz con un ciervo pintado sobre verdes montañas que trajo el padre de familia cuando se licenció, y después de haber servido como cabo furriel en Regulares. En España, donde con los Austrias no se ponía el sol, desde que se hizo europea apenas se hace de día. Las noches resultan demasiado largas y tediosas; y las sombras del techo, más que un grumo insoluble, parecen almas en pena. Ya no quedan deseos ni para el fornicio jacarandoso. Es como si la señora Salgado nos hubiese cercenado las vergüenzas y el tubo de escape de la boca, por donde sacábamos el humo del cigarrillo, en silencio y sin ánimo de molestar.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Más medidas de ahorro

Menos mal que el Gobierno, al fin, ha caído en la cuenta de que había que liberar tanto a las pymes como a los autónomos de ese maldito pago obligatorio a las Cámaras de Comercio, esa rémora de finales del siglo XIX que vino a sustituir a las organizaciones gremiales. Cuando el horno no está para bollos ni funciona el aparato de los sindicatos verticales por rama de actividad, o sea, aquella ley franquista de 26 de enero de 1940 sobre Unidad Sindical y bajo el mando de FET y de las JONS, resultaba paradójico que siguiera en activo en 2010 el pago obligatorio a esa especie de “sindicato amarillo” que sólo representa hoy a determinados intereses empresariales. Curiosamente, en tiempos de Suárez se reconvirtió el Sindicato Vertical en la Administración Institucional de Servicios Socioprofesionales (AISS), que ostentó la propiedad o gestión del llamado Patrimonio Sindical Acumulado. Fue una manera de recolocar sin hacer ruido en calidad de “funcionarios bis” a unos tipos hasta entonces encuadrados dentro de la más recalcitrante caverna hasta su definitivo retiro, con la ventaja añadida para aquellos “estómagos agradecidos” de no tener que sufrir el ineludible concurso oposición. Aparecían atomizados en todos los despachos. Los conocí diligenciando licencias de pesca; trapicheando vergonzosamente con las plazas veraniegas de las residencias de “Educación y Descanso”; en mostradores oficiales, para indicar la ventanilla oportuna al despistado ciudadano que necesitaba un certificado, o presentar una diligencia; etcétera. Pues bien, desaparecidos los sindicatos verticales y a punto de irse al garete las obsoletas Cámaras de Comercio por reducir su financiación, el Gobierno debería ahora poner fin a las diputaciones provinciales como ya viene sucediendo en comunidades autónomas uniprovinciales, donde éstas no existen porque sus competencias son asumidas por la propia comunidad autónoma. El Estado, con esa supresión, se ahorraría mucho dinero. Por otro lado, el plan de comarcalización en España (entendidas las comarcas como un municipio de municipios) es otra duplicidad innecesaria y costosísima. Significa crear “metástasis” de despachos y coches oficiales dentro de la actual vertebración autonómica contemplada en la Constitución. También significaría un considerable ahorro público. En suma, parece importante que el Gobierno tome medidas prudentes en tiempos de crisis. Pero, como bien señala Manuel Martín Ferrand hoy en ABC refiriéndose al Gobierno: “sigue sin ofrecer un plan integral, un programa que vaya mucho más allá de lo previsto en la Ley de Presupuestos, con el que buscar soluciones duraderas. (…) El común denominador de las nuevas medidas gubernamentales, con excepción de la que se refiere a la Cámara de Comercio, (…) reside en el aumento de ingresos para el Estado. Incluso con la privatización —la venta— de porciones de algunos aeropuertos y de las loterías, (…) aunque privatizar sin liberalizar al mismo tiempo es vender las joyas de la abuelita”.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Cuidado con los rateros

La funeraria Baumgardner de Los Ángeles no tiene desperdicio. Ahora pretende subastar el próximo 16 de diciembre la caja de pino que contuvo el cadáver de Lee Harben Oswald, presunto asesino de John F. Kennedy, hasta octubre de 1981. Y pone un precio de salida de 1.000 dólares. Como dijo Belmonte: “hay gente pa’tó”. Otro día veremos, no tardando mucho, otra subasta con el revólver de Jack Ruby, un liguero de Marina, la mujer de Oswald, o el traje de la primera comunión de James Files, al parecer el único autor confeso, quién afirmó años más tarde haber dado muerte al trigésimo quinto presidente de Estados Unidos. A este lado del Atlántico a algunos “gorriones de canalera” les preocupa más la filtración de documentos diplomáticos de Wikileaks. Para Aznar son “unos cotilleos”. Para mí se trata de cierta información, de la mucha que existe, comprada por determinados periódicos. De investigación periodística, nada. Pero sí, seguro que son unos simples “cotilleos”, ya que los mensajes serios suelen ir cifrados. Sin embargo, esos datos conocidos están poniendo muy nerviosos a De la Vega, al Fiscal General del Estado, a Moratinos, a ciertos jueces y, como dicen los cursis, a un largo etcétera. De momento España no está en condiciones de pujar por el ataúd de Oswald, salvo que al descuido, la ministra de Economía le “chorice” la cartera al primer jubilado que haya cobrado la pensión en el banco y se pare en un escaparate de la Gran Vía. No en la “Gran Vía” de la zarzuela de Chueca y Valverde, donde se canta eso de “soy el rata primero, y yo el segundo, y yo el tercero…”, sino en la flamante y centenaria Gran Vía madrileña, la embellecida por Gallardón. Ya se dice por la Citi que “España pronto será insolvente”. Conque, ¡ojo a la cartera!