Ya se sabe. Cuando un equipo de
fútbol no mete goles en la portería contraria se cesa al entrenador, y cuando un
tren descarrila, la culpa es del maquinista. Es lo clásico. Siempre
tiene que existir un chivo expiatorio que cargue con las culpas ajenas. Se sabía que Diario
de Teruel pasaba un mal momento económico. Eso sucede, también, en el resto
de la prensa. Pero las causas hay que buscarlas en varios frentes: disminución de
la publicidad, cansancio de los lectores, discrepancias con la línea editorial,
etcétera. Diario de Teruel cumplía la
misión de acercar a los lectores las cosas que sucedían en esa provincia, si es
que sucedía algo, y servía de soporte a la publicación de anuncios oficiales. A
mi entender, José María López Juderías
cumplía su labor directiva con dignidad y aseo desde 2012, cuando sustituyó a Carlos Hernández. Pero algunos grupos
políticos, en este caso PP y Aragón Existe, “quieren
controlar el medio público de comunicación provincial para difundir sus
mensajes partidistas”, en palabras textuales de la “Redacción” plasmadas ayer, 30 de enero, en sus páginas.
Nadie se ha atrevido a firmar el texto. Eso se llama cobardía. El Partido
Popular y Aragón Existe desean, por lo que se desprende, convertir Diario de Teruel, asociado a Prensa Ibérica (que tiene una tirada de
5.000 ejemplares diarios y es de ámbito generalista) en lo más parecido al
antiguo “Lucha” de la Prensa del Movimiento. Tampoco vive Clemente Pamplona Blasco. Lo malo para
quienes pretenden controlar la línea editorial de ese diario es que ya no hay previstos
pantanos por inaugurar, ni fuentes que lleven agua a las remotas aldeas, ni planes
de colonización o de extensión agraria. El hecho de cesar a Chema López
Juderías de la dirección y de la nómina de ese diario con la excusa chapucera
de acumulación de pérdidas económicas en ejercicios anteriores, y sin analizar las
verdaderas causas que han llevado a esa situación, al parecer caótica, se me
antoja como extravagante, oportunista y carente de rigor. La culpa de los descarrilamientos
de trenes no hay que buscarla en la falta de profesionalidad en los maquinistas
sino en el deficiente estado de las vías y en su incorrecto mantenimiento. Desde
este modesto blog (que no lee casi
nadie) deseo animar a Chema a que no
desespere por esa la falta de consideración. A mí me echaron de algunos sitios y
cada fracaso me dio fuerzas para no reblar. ¡Ánimo, Chema! El tiempo siempre pone cada cosa en su sitio.Te podrán despojar de despacho pero no de dignidad, que te sobra a raudales. Y eso te honra como profesional de la Información y como persona. Por mi parte siempre
encontrarás un amigo incondicional, aunque personalmente no te conozca.