sábado, 30 de septiembre de 2023

La fonte que mana y corre

 

Parece normal que algo tan simple como una fuente provoque la ira de los vecinos cuando se intenta quitar, más aún cuando el cambio climático está produciendo trastornos. Así, leo en el diario El Progreso que los lucenses piden al Ayuntamiento que no desaparezca una fuente en la plaza de Santo Domingo presente desde hace 170 años. En esa misma plaza llegó a haber hasta cuatro fuentes, la más antigua de ellas, la fuente de la Piña, que data de 1853 y fue trasladada al claustro de la Catedral. Los mascarones, por donde salía el agua de boca, fueron depositados en el Museo Provincial. Otras de las fuentes eran conocidas como la fuente de la Vecindad y la fuente de la Concha, respectivamente. Esta última, situada junto al convento de las agustinas fue cambiada por otra en 1990, de mármol y con mascarón en forma de león. Menos mal que todavía se conserva la fuente de San Fernando delante del cuartel del mismo nombre y que el Consistorio ya tenía pensado su traslado junto a la iglesia de San Froilán. El cuartel de San Fernando data de 1779, siendo rey Carlos III y ministro de la Guerra el conde de Ricla, Ambrosio de Funes Villalpando y Abarca de Bolea. En la actualidad, ese cuartel se convertirá en Museo de la Romanización, donde un estudio reciente mantiene que para su logro será necesaria una inversión de 12 millones de euros. Albergará 15.000 piezas arqueológicas repartidas por distintos almacenes que necesitan ser catalogadas, organizadas y puestas en valor. 

 

viernes, 29 de septiembre de 2023

Ya veremos en qué queda la cosa

 


El actual Gobierno en funciones está metido en un laberinto de difícil salida. Sólo tiene dos opciones: o pactar con Just para poder rebañar los votos que le faltan y conseguir el triunfo de Sánchez, o ir a nuevas elecciones generales. A mi entender, el actual presidente en funciones no ha acertado con su elenco de asesores en nómina, que son legión. Debería haber contratado al comisario Maigret, que siempre daba en el clavo aún encontrándose de vacaciones, como sucede en la novela “Maigret se divierte”, en la que el famoso comisario resuelve el difícil caso de un cadáver aparecido en el armario de Jave, un médico prestigioso, mientras Maigret se encontraba de vacaciones por recomendación de su médico Pardon. El PSOE tiene muchos cadáveres en su armario: Guerra, González, Leguina…, que ahora pareciera que hubiesen virado hacia posiciones más conservadoras. Es difícil saber envejecer, algo inevitable. El PSOE “sector renovado”, que ganó la batalla a  Rodolfo Llopis en Suresnes en 1974 durante el XIII Congreso, está marchito y su rosa se ha ajado como el rostro de las viejas vedetes de cafetines  provincianos. ¿Quién se acuerda hoy de Carmen de Lirio, Ivette René o Mary Mistral, que un día fueron dueñas de El Paralelo? Por ironías del destino, Llopis no consiguió el acta de senador por la provincia de Alicante en 1977 y volvió a Francia, muriendo en 1983 en Albi. El día que al hacer el nudo de la corbata descubres que en el cuello asoman antiestéticas bandas de platisma es preferible echarte a un lado y dedicarte a otra cosa, por ejemplo pasear al perro; eso sí, siempre evitando ir de danzarina de Eritrea presentando libros donde vomitas rencor.

 

 

jueves, 28 de septiembre de 2023

Las náuseas

 



Lo sucedido hoy en la entrada de la Aljafería pone de manifiesto cómo anda el aceite de nuestro candil. La tensión entre la presidenta de las Cortes de Aragón, Marta Fernández (Vox) y la ministra Irene Montero es evidente. Pero, aún  así, lo menos que puede hacer la presidenta de los aragoneses en la Cámara territorial es no dejarnos a todos en evidencia. La mano no se le debe negar ni a nuestro peor enemigo. Es una grosería de baja estofa. Esa señora, por decirlo de alguna manera, Marta Fernández, ostenta su importante representación institucional como condición impuesta en su día para que el aspirante a presidir la DGA, Jorge Azcón Navarro, del Partido Popular, pudiese alzarse con el santo y con la peana en un territorio, el nuestro, que por desgracia pinta muy poco en el conjunto del organigrama del Estado por su escasa densidad de población, si consideramos que la mitad de ella está concentrada en Zaragoza. Tanto la ministra en funciones, Irene Montero, como la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez Pam, asistían a una jornada bajo el nombre 'La garantía efectiva de los Derechos Sexuales y Reproductivos en Europa', organizado por el Gobierno de España con motivo de la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea. Pero no pasa nada. Cada uno queda por lo que es. Marta Fernández, negacionista de las vacunas del covid 19 que tantas vidas se llevó por delante, del cambio climático, de sus publicaciones en las redes sociales más tarde borradas por ella sobre comentarios negativos en lo que respecta a la violencia de género, y autora de la frase “Montero solo sabe arrodillarse para medrar”, ha quedado como Cagancho en Almagro o, mejor aún, como una chulapa de rancio sainete decimonónico. Pero, ya digo, su actitud grosera y de absoluta falta de consideración y respeto tanto a la ministra en funciones como a la secretaria de Estado de Igualdad apenas trascenderá en los medios, algo que siempre produce alivio a quienes sentimos vergüenza ajena. Menos mal que el Gobierno de España está centrado en otras cosas de más enjundia. Eso sí, a mi entender, esos paletos que hacen de su incultura su credo, incapaces de condenar los crímenes del franquismo y convertidos en políticos a la violeta en mor de la afición nostálgica, deberían hacérselo mirar. No merecen mi consideración ni mi respeto. Digo más, a la actual presidenta de las Cortes de Aragón deberían cesarla de inmediato por higiene democrática antes de que nos devore la piojera.

 

lunes, 25 de septiembre de 2023

Cipreses

 


Sancedo es una pequeña pedanía leonesa bilingüe (castellano y pachuelo) de algo más de 500 habitantes, en el partido judicial de Ponferrada. De ese lugar de El Bierzo no estaría hoy escribiendo indignado si no fuese por la barbaridad cometida en su cementerio, asunto del que los responsables municipales dicen “no saber nada”. No me extraña el desconocimiento de sus ediles, posiblemente absortos en la contemplación de la cascada del Torrestío, en la cercana Babia, y echando al coleto un trago de vino prieto picudo. De no ser así, no se explica. Sancedo, anteriormente llamado Salcedo, según aparece en la Carta Puebla de San Andrés de 1336, hacía referencia al sauce. No se sabe cómo, pero le cambiaron una letra al topónimo ya en el siglo XVI tal vez  por aversión localista al leño leonés. Resulta que en el cementerio de Sancedo a alguien se le ocurrió talar tres cipreses bicentenarios, sanos y sin ningún peligro, por la peregrina razón de que ensuciaban algunas sepulturas. En contrapartida a ese dislate propio de sansirolés bueno será reconocer que en Villafranca del Bierzo se conserva, esperemos que por mucho tiempo, un enorme ciprés en el Convento de la Anunciada. Tiene 400 años y fue plantado por María (monja clarisa) hija del V  marqués de Villafranca, Pedro Álvarez de Toledo Osorio, con ocasión de la llegada de las reliquias de san Lorenzo de Brindis, solo comparable en belleza aunque no en edad al ciprés existente en el claustro románico del Monasterio de Santo Domingo de Silos, plantado en 1882, al que dedicaron versos Gerardo Diego, Miguel de Unamuno, Antonio Machado y Rafael Alberti. Ese árbol estuvo a punto de morir en 1990 por exceso de cuidados, es decir, de riegos. Hasta que Juan Tuset, ingeniero agrónomo, dio en el quid al señalar con acierto que “se había plantado césped a su alrededor, y que el agua de la zona, altamente caliza, estaba provocando una altísima acumulación de carbonato cálcico en sus raíces. Al disminuir la llegada del oxígeno, literalmente el agua lo estaba asfixiando. Debilitado, también empezaba a sufrir la acción de los hongos en sus ramas”. Así comienza Gerardo Diego su magnífico soneto: Enhiesto surtidor de sombra y sueño / que acongojas el cielo con tu lanza. / Chorro que a las estrellas casi alcanza / devanado a sí mismo en loco empeño…”. Se cuenta que las termitas evitan su madera y que no está sujeta a pudrición, al igual que sucede con la madera de castaño. Quizás por esa razón permanezcan en pie tanto tiempo los hórreos. Por cierto, el hórreo más antiguo de España, del siglo XVII, se encuentra en Las Bodas, pedanía de Boñar, y en la actualidad pertenece a la Diputación Provincial de León desde 2015 por donación de los hijos de Eduardo Cendán y Casilda González.

 

sábado, 23 de septiembre de 2023

La talentosa Pérez Forniés

 


En la última comparecencia de Claudia Pérez Forniés en las Cortes de Aragón, la titular de la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades manifestó sin despeinarse que “se mantendrán las escuelas con tres alumnos” en el medio rural. Que eso lo asegure una doctora en Economía es como para mear y no echar gota. Demagogia pura y dura. En ese sentido, Tomás Guitarte, del movimiento ciudadano Teruel Existe, mucho más pragmático que la consejera del PP, puso de relieve que ello es consecuencia directa de “la falta de planificación de las rutas de transporte escolar”. Claudia Pérez Forniés debería ser más juiciosa en sus planteamientos por la sencilla razón de que el dinero público no debe malgastarse de una forma tan inconsciente y caprichosa. Mantener una escuela rural con tres alumnos es, por poner un simple ejemplo, como pretender hacer un polideportivo en Salcedillo, en la provincia de Teruel, que tiene 11 habitantes. No debe confundirse con  Salcedillo, en Palencia, que posee 16 habitantes; con Galindo-Salcedillo, en Vizcaya, que tiene 180; o con Borleña-Salcedillo, en Cantabria, donde hay censados 104 vecinos. Digo eso por evitar que la talentosa Claudia Pérez Forniés pueda hacerse un lío y confundir los orzuelos con los defectos del paisaje, o las arvejas con las castañas de Indias. Las primeras se pueden guisar y comer aunque produzcan flatulencias; las segundas, ayudan en la medida de lo posible al tratamiento de las hemorroides mediante baños de asiento.

 

martes, 19 de septiembre de 2023

El desierto aragonés

 


La Comunidad Autónoma de Aragón, con 47.697 kilómetros cuadrados de extensión, cuenta con 731 municipios y una población aproximada de 1.353.000 habitantes, de los que casi 700.000 residen en Zaragoza. De todos esos  ayuntamientos, 542  tienen una población inferior a 500 habitantes como consecuencia de los movimientos migratorios. Calatayud (Zaragoza) es el municipio de mayor población (20.000 habitantes, aproximadamente) y el de menor, Salcedillo (Teruel) con 11 habitantes. Pero todos, ya sean grandes o pequeños, tiene sus historias que contar y algo por lo que presumir. Por ejemplo, Barrachina  conserva un rebollo milenario; Lituénigo cultiva hortensias que cuidan con mimo; Munébrega  presume de haber sido cuna de 13 obispos; en San Esteban de Litera se produce la mejor miel de Aragón; Farlete enseña a los visitantes las cuevas que escondían al bandido Cucaracha; Jaraba posee aguas curativas; Loarre mantiene muy cuidado  su castillo; Pujorosa posee dos semáforos, uno en cada sentido, para que puedan circular vehículos y carromatos en ambas direcciones de forma intermitente. Hasta ese pueblo marchaban unos carboneros cuando trasladaron en 1863 a Gustavo Adolfo Bécquer desde Tarazona hasta el por entonces desamortizado Monasterio de Veruela a lomos de una mula. Como digo, cada pueblo tiene una o varias historias que contar. Casi todos han perdido población pero no brillo. Recomiendo visitarlos sin prisa, hacer fotografías, manchar de polvo los zapatos, hablar con sus gentes y tomar notas. Como decía Venancia, una anciana de Pozondón, el día que unos parientes la llevaron a ver por primera vez el mar, “viajeando se dislustra una mucho”.

 

lunes, 18 de septiembre de 2023

Los "neorrurales"

 


Me entero por Diario de Teruel que una plataforma, la “Revuelta de la España vaciada”, está dispuesta a pedir soluciones al problema de la vivienda en los pueblos. ¿Y a qué organismo público se las piensa a reclamar? A mi entender, en los pueblos lo que sobran son casas vacías y lo que faltan son familias con niños en edad escolar. La despoblación rural tiene otros problemas más acuciantes, como la falta de agencias bancarias, de farmacias, de médicos, de abacerías, de arreglo de carreteras infames, de trenes con parada allí donde hay apeadero…, por señalar algunos ejemplos. Pero manifestar que hay problemas de vivienda es un vano intento de marear la perdiz. Cosa distinta es que los vecinos de esos lugares apartados deseen ayudas para amejoramiento de fachadas, alcantarillado, o que aspiren a tener un local digno donde poder reunirse. Para la consecución de esas aspiraciones, los respectivos alcaldes, elegidos por los ciudadanos, deben insistir en la medida de lo posible en las diputaciones provinciales, encargadas de velar por esos acondicionamientos. Los parques de viviendas públicas, si acaso, deberían acometerse en las periferias de las grandes ciudades, donde el problema es acuciante y los alquileres desorbitados. Alguien dijo, y dijo bien, que  “pueblo chico, infierno grande”. En general, la gente de los pueblos es buena. Pero como escribió Juan Ángel Gozalo (Diario de Burgos, 8/11/21) “también existe gente refractaria a conjugar verbos como acordar, pactar, ceder, conciliar o convenir. Están permanentemente abonados a lo mío, mío y lo de los demás a medias. Compran tiestos y reclaman jardineras. Y así es imposible llegar, aunque se ceda, a consensos. (…)  Es la herencia envenenada de tiempos grises en los que las diferencias y los largos y costosos pleitos, no pocas veces, tuvieron un epílogo grabado a garrotazos o marcado con pólvora”. Menos mal que el caciquismo es una minoría que va en franca decadencia. La aparición de los “neorrurales”, la mayoría de ellos recién jubilados, es otro fenómeno que habría que analizar.

 

viernes, 15 de septiembre de 2023

¡Basta de llorar!

 

Estamos hartos de escuchar que es difícil encontrar camareros para las terrazas de verano. Hoy leo en El Correo de Zamora que “los viticultores toresanos recurren a la tecnología ante las dificultades de encontrar vendimiadores y el enorme coste que supone la recogida a mano”. En una entrevistada por ese diario a una tal Laura García, ésta señala que “hace décadas, estudiantes y parados tenían durante estos días la posibilidad de llevarse un sueldo con la campaña de la recolección de la uva, pero hoy apenas hay gente para desempeñar este trabajo”. Lo que haría falta saber es el horario de trabajo, las condiciones laborales y las cantidades que se ingresan en nómina por ejercer esos sacrificados trabajos. Me consta que en el país vecino del norte sí acuden trabajadores españoles para la recolección. Según leí en el diario El País el pasado 3 de agosto, “España vuelve a enviar a 15.000 temporeros para vendimiar en Francia por un mínimo de 11,5 euros la hora”, dejando claro que la campaña dura entre 20 y 25 días para la recogida temprana; que si los temporeros continúan con la vendimia tardía la campaña puede prolongarse hasta los 50 días; que la jornada máxima legal es de 35 horas semanales;  quesi los temporeros superan esta jornada e hicieran entre 35 y 43 horas semanales, la retribución se incrementa un 25% (14,4 euros); y que si sobrepasan las 43 horas de trabajo a la semana, la retribución mínima por hora será de 17,28 euros. Además de todo ello, la legislación francesa incluye una exoneración de cotizaciones sociales de la parte del empleado, con lo que esto puede suponer un incremento salarial del 12,25%, sin perder derechos de protección. ¿Cómo está la situación en España? ¿Dónde estriba  la dificultad para no encontrar temporeros?  Está claro que mano de obra sí hay para desempeñar ese duro trabajo, pero hay que pagarlo. Los agricultores españoles, siempre llorones e insatisfechos, desean lo que las amas de casa cuando se acercan al mercado para hacer la compra: "pescadilla gorda que pese poco". ¡Basta ya de ir de mártires por la vida! No se puede presumir de europeo solo para aparar la mano y recibir subvenciones de Bruselas.