miércoles, 30 de junio de 2010

Toquemos madera

Manuel Fraga ha manifestado en recientes declaraciones a Europa Press que “el Estatuto catalán no vale”. Es una opinión respetable. Nada que objetar. El anciano político, sin embargo, ha meado fuera del tiesto al gritar ¡Viva España! Eso no estaba previsto en el guión de la entrevista. Sorpresa de los presentes. Lo canta Manolo Escobar: “Entre flores, fandanguillos y alegría, nació mi España, la tierra del amor”. ¡Esta es la España Negra, estúpido! Vamos, que Fraga, en un cortocircuito de neuronas cerebrales ha sentido ese sublime ardor místico-patriótico a mitad de camino entre el pasodoble “España cañí”, la pose con el meyba de Palomares, un trufado con el principio de la letra del himno de la Guardia Civil («Viva España, Viva el Rey, Viva el Orden y la Ley, Viva la Guardia Civil»); el organigrama de la revolución pendiente; y la otra mitad de camino, con los recuerdos de Puerto Hurraco, de la potenciación de los Paradores Nacionales; el v.º b.º de un sórdido Consejo de Ministros a la ejecución de Julián Grimau, al que el Dinosaurio de Villalba denominó “ese caballerete”; la voladura del diario “Madrid”; los sucesos de Vitoria; la fundación de un club político denominado GODSA; los hechos de Montejurra...Uf, voy a tomar aliento, que su biografía son los Episodios Nacionales encontrados junto a los papiros del Mar Muerto. Demasiado para Gálvez. Al grito de ¡Viva España! lo normal es sentirnos orgullosos y responder :¡Viva! Pero, dicho por Fraga y sin venir a cuento es como para tocar madera. Es como el ¡Muera la inteligencia! de Millán Astray en Salamanca; como el ¡Arriba España! del regeneracionista Macías Picavea; como el ¡Viva Cristo Rey! en los pasillos universitarios durante el franquismo, con inmediata refriega de hostias; como el ¡Detente bala, el Sagrado Corazón de Jesús está conmigo!, etcétera. Fraga lleva el Estado en la cabeza. Repito, habrá que tocar madera, abrazar las cruzadas del rezo del santo rosario en familia y encomendarnos al padre Peyton.

martes, 29 de junio de 2010

Tertsch, ¿de qué vas?

No sé a ustedes, pero a mí me gustaría saber la razón por la que el columnista habitual de ABC, Hermann Tertsch, la tiene tomada con Carme Chacón. Hoy, en “La anomalía como sistema”, Tertsch arremete sin piedad contra la ministra de Defensa desde el mismo comienzo de su escrito. Vean: “No fuimos pocos los españoles, civiles y militares, que reaccionamos con perplejidad ante el nombramiento en su día como ministra de Defensa de una política socialista, Carmen Chacón, que sólo había destacado por su sectarismo, su pacifismo antimilitarista y el nacionalismo catalán que con tanto celo practican los charnegos”. Que yo sepa, Chacón, hija de madre catalana y padre andaluz, nació en Esplugas de Llobregat. El hecho de que alguien, como es el caso de Tertsch, la defina como charnega ( del catalán xarnego) no debería nadie tenérselo en cuenta para nada. Tertsch lo escribe en tono despectivo, aludiendo a su padre, que llegó en su día a Cataluña, como tantos otros, para crear riqueza. ¿Qué hubiera sido de Cataluña sin aquellos “charnegos” llegados a Cataluña, a Bilbao, o a cualquier otro lugar de España como consecuencia del Plan de Estabilización? La llegada masiva de trabajadores del medio rural a determinados puntos geográficos durante los años 60 para trabajar en sus fábricas sucedió en Barcelona, pero también en Galdácano. Además, ¡qué habla!, si este tipo es madrileño, hijo de padre austriaco y madre guipuzcoana. ¿Cómo habría que llamarle? Se puede discrepar del Gobierno de Rodríguez Zapatero. Yo también lo hago cuando lo entiendo oportuno. Es una de las bondades de la Democracia el hecho de poder decir o escribir lo que se piensa al amparo del artículo 20 de la Constitución Española. De hecho, hubiese sido impensable, mejor dicho, una temeridad, haber podido discrepar abiertamente en un medio de comunicación sobre Carrero Blanco. Y Tertsch, este nostálgico del búnker, lo sabe. Pero este periodista de la caverna, otrora militante del Partido Comunista de Euskadi y ahora escorado a la derecha más retrógrada, no tiene derecho a escribir, como ha publicado ABC en el artículo al que hago referencia, que “se eligió –refiriéndose a Rodríguez Zapatero- al animal equivocado para cuidar a las gallinas”; y que “ahora parece que existe un inmenso interés por quitar a Ejército y Guardia Civil el lema de Todo por la Patria”. En una entrevista concedida a Daniel Muñagorri poco después de su salida de El País, Tertsch declaraba: “Zapatero considera a ETA y al nacionalismo vasco, violento o no, parte de los aliados en su universo sentimental”. Mejor no sigo. No merece la pena dedicar una línea más a este lerdo.

domingo, 27 de junio de 2010

El bebedor de absenta

No está en mi ánimo hacer referencia a Ángel Fernández de Soto, aquel amigo de Picasso en su juventud barcelonesa de «Els quatre Gats». Aquello perteneció a su “periodo azul”. Yo lo que desearía es hacer referencia directa a otro “periodo azul”, el periodo actual del nuevo Felipe González después de su metamorfosis complicada. El abogado laboralista y defensor de muchas causas perdidas en su Sevilla natal, el amigo de Guerra y de Chaves, el viejo Isidoro de su “periodo rojo”, el Mesías Prometido en el Congreso de Suresnes del 74, el amigo de Willy Brand, de Mitterrand y de Olof Palme, la Esperanza Española para Bruno Pittermann, el tipo alegre de la chaqueta de pana responsable del secuestro de “El Correo de Andalucía” un 19 de octubre. Pues vean, después de su eclosión de la crisálida, aquel Adalid de Empresas Descabelladas se ha transformado en un individuo aburguesado que habla ex cathedra, al que Anson considera la admiración personificada; la Patronal, la banqueta donde apoyar sus raras tesis sobre el empleo; y a determinados periodistas, (los mismos que todos conocemos con nombres y apellidos y que le maltrataron con saña durante los peores momentos de su ultimo mandato) en el Sursum Corda. Yo no sé si a este moderno sabio Kalikatres le han procurado un bebedizo de absenta que le ha trastocado buena parte de los chips de su hipotálamo, o si ha tomado el sol de forma inadecuada en Marruecos. El caso es que parece otro tipo disparejo de aquel que se nos presentaba ojeroso y alicaído como consecuencia de los casos GAL y de Filesa, Malesa y Time-Export; o sea, en el epicentro de un socialismo de Puerto Hurraco donde los lectores ávidos y avisados no conseguíamos despejar la incógnita del Señor X, aunque intuíamos el resultado final de aquella complicada ecuación. En suma, el responsable directo de una época negra como la sotana de un cura en la que los problemas, según Pedro Jota, “se amontonaban como racimos de uvas”. Pues bien, este moderno bebedor de absenta, o simplemente afectado por un golpe de calor en las telillas de sus meninges, cuenta ahora qué recetas se deben aplicar para que los empresarios ganen el suficiente dinero con las reformas en el mercado de trabajo. Este tipo ya no se acuerda de la guerra sucia y del uso incontrolado de los fondos reservados. Felipe demuestra tener memoria selectiva. Contra los lapsus de memoria los neurólogos recomiendan disminuir la toma de glucosa. Yo le aplicaría, casi mejor que una chichonera infantil, o que un castoreño de picador, el uso de un salacot de la época victoriana. Todo es cuestión de acercarse una tarde por cualquier tienda de “Coronel Tapiocca” y aprovechar las formidables ofertas.

miércoles, 23 de junio de 2010

Tararí, que te vi

Para mí que los socialistas, a fuer de desatinos y rectificaciones, ya están percibiendo en el fragor de su delírium trémens nada menos que las trompetas de Jericó. Rodríguez Zapatero, como no podía sacar a la palestra a Zulem Gherslem, el único ser que podría descubrir el auténtico nombre de dios oculto en una lapida por su profundo conocimiento de la cábala, se quedaba inmóvil en su asiento a la espera de poder escuchar, después de seis horas de Pleno, la contestación a un representante del PP por parte de Manuel Chaves. Tal representante, el señor Matarí, preguntó al vicepresidente tercero si el Gobierno se planteaba la disolución del Ayuntamiento de El Ejido, a lo que Chaves contestó: “Muchas gracias, señor Tararí”, entre las risas de los presentes. O sea, tararí que te vi, tralará, tralará. En el Hemiciclo ya sólo falta que ensaye la Banda del Empastre entre el cachondeo de los padres de la Patria y el deseo de marear la perdiz. El señor Matarí, que parece diputado aficionado a las emociones fuertes y que no consiente que se haga cachondeo con su apellido, más próximo al matarile, rile, rile, que a clarín que suena y que anuncia el primer toro, tuvo que soportar el desternillamiento generalizado, tanto de su grupo como del contrario. Ignoro si el señor Matarí tiene elegante estampa, si viste con elegantes trajes chillones o si, por el contrario, semeja a un director espiritual escolapio. Del señor Chaves conocemos algo más. Se le han pegado algo de hechuras de los duques de Montpensier a la hora de adornar sus expresiones. Esas cosas suceden cuando se ha caminado a diario durante muchos años seguidos por los pasillos del Palacio de San Telmo.

viernes, 18 de junio de 2010

Mantener los dogmas

En “Gobiernos al sol”, Ignacio Escolar, en Público, hace referencia al jefe del Ejecutivo, a Rajoy y a los dos jarrones chinos que, según cuenta, “andan con su ego de gira: con el agrio Aznar, aquel que decía que el milagro económico era él y que parece buscar que España quiebre para que así la historia le reivindique; o con Felipe y su pico de oro, al que se le agradece el optimismo, pero que se podía ahorrar esas recetas de Coca-cola que tan chispeantes suenan y que él, cuando pudo, no aplicó”. En fin, nos ha mirado el tuerto. Tenemos un presidente del Gobierno al que le crecen los enanos; un jefe de la Oposición que parece estatua de sal y aplica el principio de “cuanto peor, mejor”; y unos jarrones chinos que parecen adquiridos en el “todo a cien” de la esquina. Estos días se comenta en la prensa diaria que El risueño de la Ceja prevé hacer crisis de Gobierno uno de estos días. Ya se hacen quinielas: éste sale, ese se queda, al de más allá le ofrezco la cartera de no sé qué... Y entre todas esas cábalas siempre aparece Leire Pajín, la nueva edición de Carmen García Bloise en versión corregida y aumentada. Le falta exilio pero le sobra labia. Pero bueno, ¿es que cualquiera puede ser ministro? Como secretaria de Organización del PSOE no dudo que ejerza su papel con aseo, como lo continúa ejerciendo José Blanco en la sombra. Pero, bicefalias aparte, un ministerio es otra cosa. Además, ¿ministra de qué? Como decía Ortega, ese filósofo al que parece que lo hubiese descubierto José María Carrascal una tarde de esplín, abriendo un cajón y confundiéndolo con una estrafalaria corbata, “cada cual tiene, quiera o no, que justificar ante sí mismo su empleo”. Manuel Martín Ferrand, que no tiene un pelo de tonto, ya nos viene aclarando que “la selección de personal no es, por lo que llevamos visto, la mejor habilidad de Zapatero”. Para mí que se está acabando el tiempo de los políticos y que ahora llega la fase de los nuevos profetas, que ya no creen en Dios pero que siguen manteniendo los dogmas a toda costa.

miércoles, 16 de junio de 2010

Cuestión de sensibilidades

La Roja no ha estado a la altura de las circunstancias frente a Suiza en un partido del que todos esperábamos salir triunfantes aunque fuera por la mínima. Curiosamente, con motivo del Mundial de Fútbol y a pesar del tremendo paro existente, en España se han disparado las compras de televisores de plasma. Cuenta la prensa que los príncipes de Asturias estuvieron muy identificados con el equipo español en Durban. Nada que objetar. Pero, a mi entender, los príncipes equivocaron su destino. No era Sudáfrica donde se les esperaba, o donde yo hubiese preferido que estuvieran presentes. Además, a los aficionados al deporte rey les traían al pairo los desplazamientos principescos. Lo que de verdad les interesaba a los ciudadanos corrientes, ensimismados frente a la caja tonta, era conocer qué emociones les iban a deparar Iker Casillas; Sergio Ramos, Piqué, Puyol, etcétera. Es decir, los once de la Roja. El sitio de los príncipes estaba en Asturias, donde un puñado de españoles continúan atenazados por el estupor de haberlo perdido todo con los estragos de unas lluvias torrenciales. Hasta militares de la UME han tenido que ayudar en el rescate de personas ante el desbordamiento del río Nalón y los cortes en carreteras y en las vías de FEVE. Yo no sé si existe un protocolo de prioridades en la Casa Real. Tampoco me interesa demasiado conocer el dato. Pero los príncipes de Asturias hubiesen hecho lo que muchos esperábamos de ellos cambiando su itinerario. Es una cuestión de sensibilidades. También, y no es moco de pavo, nos habría salido más barato. Los ciudadanos pueden estar donde lo deseen y cuando lo deseen, que para eso son libres. El Heredero de la Corona de España, en cambio, ha de estar presente donde debe estar. Ese deber entra en su sueldo.

lunes, 14 de junio de 2010

Esperando el deus ex máchina

Como en la tragedia griega, en esta desventura nacional todos los ciudadanos esperamos que aparezca el deus ex máchina, el απò μηχαν θεóς que nos saque del atolladero. Resulta necesario que la actual situación de zozobra se resuelva pronto y bien. Va siendo hora de que aparezca el héroe que nos ilumine. De ninguna manera son los sindicatos, que han apurado hasta dos días antes del próximo Consejo de Ministros, el del miércoles, para calentar los cascos de los trabajadores, de los parados, de los pensionistas y de los funcionarios públicos para amenazar a Rodríguez Zapatero con una huelga general. A los sindicatos, como a las viejas ollas, les falta presión. Los sindicatos mayoritarios, CC.OO. y UGT, ajenos a cuanto acontecía en los tajos de las pymes y demostrando magnífico acomodo con las decisiones de La Moncloa hasta hace muy pocos días, saltan ahora de su asiento como si estuviesen dotados de un resorte eyector y hacen un amago grotesco de morder la mano de un “patrón” que les ha estado soltando dinero sin cuento.

Había un torero de postín que, cada vez que llegaba a la estación de Atocha procedente de Andalucía, cuando pisaba el andén y se encontraba junto a la locomotora, coincidía con un resoplido de vapor que lo ocultaba en una densa nube blanca. Entonces el torero, muy enfadado, haciendo aspavientos con los brazos y mirando hacia la máquina, le decía a gritos: “¡Esos cojones, en el Despeñaperros!”. Pues bien, a los sindicatos mayoritarios les ha sucedido algo parecido. Hasta hace poco, Méndez y Toxo sólo osaban levantar la voz a Mafo, Gobernador del Banco de España, cuando éste recomendaba que se hiciera la oportuna reforma laboral. Pues bien, ahora los sindicatos se desmarcan del Poder Ejecutivo justo cuando es el Parlamento Europeo, y no Fernández Ordóñez, el que exige por la brava al Gobierno de España que se tomen medidas urgentes; cuando Felipe González destaca la determinación del Consejo de Ministros de decidirse a tomar tan antipática medida, como último recurso ante la falta de capacidad de Patronal y Sindicatos para acercar posturas; y, además de todo ello, cuando Merkel considera que España puede acudir al mecanismo de estabilización del euro.

En estos difíciles momentos para el futuro de España, nos encontramos con un José María Aznar criticando la política de España desde la prensa extranjera; con un Mariano Rajoy, impasible y silente, haciendo las cuentas de “la lechera” tras conocer las últimas encuestas; y, como ya he afirmado, a unos sindicatos “haciéndole la cama” a Rodríguez Zapatero. Los nuevos patrioteros, aquellos que piensan que “cuanto peor, mejor”, brotan como setas en un pinar. Se multiplican de la noche a la mañana. Unos, desde el púlpito; otros, desde una vergonzosa prensa amarilla de hechuras golpista; los de más acá, a través las ondas hertzianas de emisoras eméticas; y, los de más allá, generando desconfianza a la rosa de los vientos. Y en medio de este laberinto estamos presentes nosotros, los españoles sencillos, que sin ningún afán de protagonismo, y sin otra aspiración que no sea la de poder llevar el dinero de una nómina a casa todos los meses, esperamos que todo se solucione de la mejor manera posible. La verdad, no nos queda otra.

sábado, 12 de junio de 2010

Cuestión de educación

Vengo de contemplar en la Lonja de Zaragoza una espléndida exposición sobre Modernismo catalán. Sobre la "Renaixença". He salido entusiasmado y he llegado a casa entre jarros de agua. Por cierto, había un público estupendo, con avidez de conocer un periodo irrepetible. También, otro público de cuadra. Una niña no dejaba de molestar a todo el mundo y se acercaba hasta las pinturas de forma alarmante. Cuando los encargados de la guarda y custodia de esas joyas artísticas intentaron llamarle la atención de forma educadísima, el padre de la criatura les increpaba, se enfadaba con ellos de forma grosera y les decía que a los niños había que dejarles en libertad, etcétera. Y así, varias veces. Yo no sé qué forma de educar tienen algunos padres. O, mejor dicho, no sé que nos deparará el futuro con buena parte de los niños de hoy, maleducados por culpa de unos ascendientes que en su vida recibieron algún tipo de instrucción. Son los mismos tipos que cuando van de vacaciones molestan a los vecinos de rellano en el apartamento; los que desprecian a la mujer con actitudes machistas; los que levantan la voz de madrugada en las terrazas; los que dejan la basura en el campo para que otros la recojan; los que insultan con la mayor impunidad al primero que se les pone por delante en la carretera; los que dan por supuesto que la democracia consiste en poder tachar de “mangantes” a todos los ciudadanos que ostentan cargos públicos o que, simplemente, ejercen de funcionarios. Son, en suma, unos energúmenos adocenados a los que habría que echarles de comer aparte. Respeto es el reconocimiento de que algo o alguien tiene valor. Y falta de respeto es la desconsideración hacia los demás por egocentrismo, soberbia o falta de valores. Cuando se acude a un museo es de sentido común saber qué se busca en su interior.

viernes, 11 de junio de 2010

Jamón, jamón

Leo en la prensa local que la producción de jamones de denominación de origen Teruel se encuentra en uno de los peores momentos de su historia. No me extraña. Con la que está cayendo, aquí vamos todos a tener que tomar bodrio, es decir, sopa de convento. El jamón, esa vianda rica en vitamina “J”, ya sólo la vemos en fotografía. El glorioso pernil aparecerá en nuestras ensoñaciones de la misma manera que Carpanta fantaseaba con un pollo asado. Era como una fijación del común de los mortales en los años previos al Plan de Estabilización del 59 y a los posteriores polígonos de desarrollo industrial. Arburúa nos quitó las cartillas de racionamiento el año 53, pero no nos dio ni un celemín para acercarnos hasta un comercio de ultramarinos y poder despacharnos con cuarto y mitad de pata de cerdo en salazón. Lo más que podíamos llevar a casa era alguna sardina rancia, que el atildado tendero extraía del tabal de madera como si arrancase las teclas de un viejo piano, o los radios de la rueda de una tartana del Lejano Oeste. El jamón de Teruel era otra cosa. Los nutriólogos importantes, Grande Covián, Floyd Dubois, Karrer, contaban que el pernil formaba parte de la dieta mediterránea. Sobre las sardinas no decía nadie nada favorable, ni sobre los barbos del Ebro ni sobre las madrillas del Huerva ni sobre el mejillón-cebra... Las virtudes de aquellos sabios eran para el jamón ibérico, con propiedades parecidas al aceite de oliva, con la mitad de sus grasas insaturada, etcétera. Como no se arregle pronto el drama del paro en España, habrá que pedirle a Rodríguez Zapatero que deje de mirarse en el ombligo de la Europa del euro y proyecte sus cejas y su mirada sobre la FAO, antes de que la chaqueta nos venga grande. En el Génesis se habla de los siete años de vacas gordas y los siete de vacas flacas. Este país, si Dios no lo remedia, pronto se parecerá a la Etiopía de Haile Selassie. Lo malo es que ya no podremos contar con Michael Jackson para que nos cante “We are the world”. Jamón, jamón, ay, menos mal que nos queda Bigas Luna.

miércoles, 9 de junio de 2010

Nosotros, los Pérez

Cuentan que Pérez es el tercer apellido más común en España, después de García y de López. Ello viene a cuento de un libro que acaba de aparecer en el mercado: “La historia secreta del Ratón Pérez”, de José Manuel Pedrosa, profesor de la Universidad de Alcalá de Henares. Un ratoncito al que ningún niño llegó a ver físicamente, aunque a todos nosotros nos pusiera un regalo bajo la almohada cada vez que se nos caía un diente de leche. Los ratones ocuparon mucho sitio en nuestros cerebros infantiles. No había un “tebeo” en el que no apareciera un ratoncito dentro de las viñetas haciendo de las suyas. Incluso los presos aparecían rodeados de unos ratones muy simpáticos, compañeros de celda. Los dibujos de animales de nuestra infancia fueron como compinches de largas y lluviosas tardes de domingo. Personalmente recuerdo con nostalgia la imagen de Roenueces, aquel simpático conejo creado por Francisco López Rubio para el suplemento de “Gente Menuda”, en las páginas de Blanco y Negro. Mis abuelos guardaban todos los ejemplares, que aparecían semanalmente, y los encuadernaban para mi madre. Por cierto, un 17 de julio de 1932, un niño de 13 años dibujó en Teruel a «Roenueces», y lo envió a ese suplemento infantil. Estaba firmado por Ángel Antonio Mingote Barrachina. Conservo en casa uno de aquellos tomos de “Gente Menuda” mucho más estrecho de lo habitual y perteneciente a 1936, con firmas de Elena Fortún, Gloria de la Prada, Aurelia Ramos y Celia Machón. Es fácil de entender a qué se debieron las magras hechuras de aquel libro. Termina a mediados de julio, con el inicio de la Guerra Civil. Y en mitad de la contienda, en 1938, aparecería en escena de nuevo el apellido Pérez en forma de muñeca, ideada por Leonor Coello de Portugal y que haría furor en las décadas siguientes. Las madres enviaban fotografías de sus hijas con un muñeco entre los brazos para concursar en los Jueves de Mariquita, donde se premiaba a la niña más vistosa y fiel a su pequeña amiga en el vestuario. De hecho, llegó a tener hasta 400 complementos, por ejemplo los sombreros siempre eran encargados a la sombrerera Rosario Torrijos, de las más prestigiosas de Madrid. En suma, el apellido Pérez abrió las puertas a los primeros turistas que llegaron a nuestras costas en busca de sol y playa. Los Tres Sudamericanos, con su “Me lo dijo Pérez”, afirmaban que un tal Pérez estuvo en Mallorca y vino encantado de todas las cosas que vio por allí.

lunes, 7 de junio de 2010

Honra sin barcos

El Gobierno me recuerda a esa señora que, muerto su marido y considerando su exigua pensión de viudedad, decide vender el viejo “mercedes” a fin de exonerar los gastos de mantenimiento. En este país, el ministro Solbes ya decidió vender hace sólo unos meses parte del oro del Banco de España. Ahora, el Ministerio de Defensa, por evidente falta de dinero, ha decidido poner en venta varios buques de la Armada. Como dijo don Casto Méndez Núñez, “más vale honra sin barcos, que barcos sin honra”. Y aquí, no tardando mucho, nos vamos a quedar como la espina andalusí, con la honra en “presenten armas” pero sin marinería que cante el día del Carmen aquello de “Salve, reina de los mares...”, ya que a la ministra Chacón no le agradan los honores militares en el Corpus de Toledo ni al Cristo de la Legión. Hernán Cortés, durante su conquista de Méjico, prefirió quemar las naves. Esas cosas ya no se pueden llevar a cabo sin permiso de Elena Espinosa, ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. La ministra Chacón, que es más práctica que el autor de la noche triste, prefiere vender las naves aunque sea a la República de Burundi que, aunque carece de mar, intuye que pueden dar juego de cara al turismo en el lago Tanganica, siempre que se utilicen como “golondrinas” y naveguen a barlovento con canciones de Julio Iglesias. De momento empezarán por dos, que ya tienen veintiocho años: “Dragonera” y “Conejera”. Esta última participó con brillante éxito en 2002 durante la “Operación Romeo-Sierra”, es decir, en el incidente del islote de Perejil. No resultó dañada, al no verse obligada a entrar en el fiero y desigual combate que intuía Federico Trillo, el ministro que la noche anterior acababa de leer “Trafalgar”, de Benito Pérez Galdós: “Desde que salimos de Cádiz, dice Malaspina, las tropas ya tenían el presentimiento de ese gran desastre...”. Para la ministra Chacón la vida de un barco de guerra es equivalente a la vida útil de un caballo. Eso quiere decir que al portaviones “Príncipe de Asturias” le quedan dos telediarios. Esta ministra se ha convertido en el moderno coronel Tappioca, que es como el coronel Custer pero sin Caballo Loco al que vencer en los valles de Yellowstone. Por estos pagos se comienza vendiendo guardacostas a países del Tercer Mundo y se terminan adjudicando los fusiles de asalto “cetme” para el tiro a diana en los barracones de feria. A la ministra Chacón, a una mala, siempre le quedarán los soldaditos de plomo de nuestra infancia para ordenar: “Capitán, mande firmes”, a las tropas que pase revista sobre la mesa del comedor.

jueves, 3 de junio de 2010

Dipsómanos purpurados

Desconocía que el Vaticano es el país europeo donde más vino se consume, o sea, una media de 66 litros por persona y año, seguido de las Islas Norfolk, en medio del Océano Pacífico, donde sus 1.800 habitantes consumen más vino en el año que los franceses o los italianos. Aún suponiendo que en los dominios del Papa se celebren muchas misas todos los días la cifra me parece alarmante. Por lo que se desprende de esos datos, el lema publicitario “bebe con moderación, es tu responsabilidad” se lo pasa la Curia por el arco del triunfo. Ahora voy comprendiendo por qué el embajador español Francisco Vázquez siempre está eufórico y encantado de haberse conocido. Y la razón por la que Paloma Gómez Borrero hace tantos viajes aéreos en compañía del Obispo de Roma con sonrisas de oreja a oreja. Gonzalo Puente Ojea, en cambio, debía ser abstemio. Tal vez por esa razón aseguraba que “la Iglesia hoy en día es un enemigo público”. Hombre, tanto como eso no creo, pero hay ejemplos de quiénes no saben beber, o desconocen cómo mear lo bebido, y empiezan trincando tintorro en “El gato al agua” por las noches y terminan garabateando amarillismo a la mañana siguiente en “La Gaceta de los Negocios”. Echarse a la andorga la cosecha completa de Toro, de Jumilla, de Rioja, del Somontano y de las Rías Baixas, sin contar el acopio en las bodegas vaticanas del “Málaga Virgen”, del “Federico Paternina” y del “Julián Chivite”, equivale todo ello a dejarnos a los españoles sólo con el vino de pasto, ese que tan mal nos cae en la oficina de las tripas, que nos las avinagra y nos deja todo el día hechos unos zorros. Lo de las Islas Norfolk es diferente. Está en la antípoda, entre ruinas de penales, acantilados insalvables y esqueletos de galeotes víctimas de las salvajadas de los comandantes Morisset y Price. De alguna forma tienen que soportar el aburrimiento. Supongo que algo parecido le estará sucediendo al pobre José Manuel Parada en “Supervivientes”, en Cayo Bolaños, entre Beatriz Trapote, que echa a perder el pescado, y un tal Mora, que es de abrigo.

miércoles, 2 de junio de 2010

Rectificaciones casi a diario

No pasa un día sin que el Gobierno se vea obligado a rectificar lo que dice el día anterior. Ahora le ha tocado el turno a Carme Chacón. Ayer, sin ir mas lejos, el ex presidente Felipe González decía que «rectificar es de sabios, y de necios hacerlo a diario». El nuevo reglamento de honores militares, que sustituye al aprobado por los socialistas en 1984, suprime las misas en actos militares oficiales, los honores al Cristo de la Buena Muerte y el toque de “presenten armas” al Santísimo en los actos procesionales. Pese a ello, leo en La Razón que “el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, ha dicho hoy en Talavera de la Reina que ha conversado con la ministra y que ésta se ha comprometido a que los cadetes –refiriéndose a los actos solemnes del Corpus en Toledo-- vayan con su uniforme de gala, con el sable correspondiente, que es lo que se hace en estos casos importantes, y que presenten armas al Santísimo”. ¿En qué quedamos? Estoy seguro que llegará la festividad de la Virgen del Carmen y Chacón volverá a hacer otra excepción, como la de ahora en Toledo, en los actos marineros de la Armada. Todos sabemos por la Constitución que su artículo 16 señala que España es un Estado aconfesional. Y en su artículo 16.3 queda aclarado que ninguna confesión tendrá carácter estatal. En resumidas cuentas, el Gobierno debería pensar lo que dice. Decir algo hoy para tener que ser corregido mañana, o hacer unas declaraciones por determinado ministro para que diez minutos más tarde deban ser rectificadas por otro ministro, produce en el ciudadano de a pie sensación de desgobierno e intranquilidad. Cuando a alguien se le adjetiva como necio (del lat. nescĭus) en modo alguno se le insulta. Simplemente le decimos que no sabe.