miércoles, 31 de agosto de 2011

Basta de hacer "el chorras"


Resulta que el periódico “La Razón” ha encargado una encuesta a la firma NC Report sobre la elegancia. Y el resultado ha sido sorprendente. ¿Saben ustedes quiénes son las personas más elegantes de España? Asómbrense: Felipe de Borbón y Letizia Ortiz. La encuesta dicen que es muy seria. El tamaño de la muestra ha consistido en 600 llamadas telefónicas entre el pasado 19 y 24 de agosto a mayores de 18 años (para un nivel de confianza del 95,45%(2sigmas), y para P=Q, el error es del 4,08%). No salgo de mi asombro. Y cuenta este medio informativo, cortesano hasta la grosería, que “la prensa internacional ha fijado el estilo de la princesa como un referente en el mundo de la moda y se ha hecho eco de los ‘duelos’ de elegancia que ha mantenido con Rania de Jordania y Carla Bruni”. En este país, la plebeyez lo ocupa todo. Da igual que una inmensa legión de españoles rebusquen restos de comida entre las basuras de los supermercados; que millón y medio de ciudadanos no tengan ningún ingreso familiar; que una juventud muy bien preparada esté desesperada por su incierto futuro; que las Autonomías estén arruinando España; que la deuda soberana se nos coma por los pies; y que, además de todo ello, el Ejecutivo se pasen el día dando palos de ciego en su misión de gobernar. Antonio Cañizares, en su artículo de hoy en ese diario de la caverna, “Superación del laicismo”, cuenta que “para construir la paz es preciso estar muy atentos para no caer en esa mentalidad que tan amplia como poderosamente está actuando en nuestro mundo inspirada por el laicismo ideológico, totalitario y excluyente. Mentalidad o ideología que lleva gradualmente, de forma más o menos consciente, a la restricción de la libertad religiosa hasta promover un desprecio o ignorancia de lo religioso, relegando la fe a la esfera de lo privado y oponiéndose a su expresión pública”. ¡Arrea…! ¿Cree Cañizares que en España hay restricción de la libertad de culto? ¿Entiende Cañizares que en España los poderes públicos se oponen a la expresión religiosa? Él sabe que no es así. Entonces, ¿por qué lo escribe? Su posición es la de un auténtico cínico. Naturalmente que la fe debe reducirse a la esfera de lo privado, salvo que este clérigo fundamentalista pretenda que los españoles todos volvamos al trágala del nacional-catolicismo de la época más oscura de nuestra historia reciente. La Iglesia Católica no pasa por un buen momento en España, pese a que las luces, las bambalinas, el chachachá de cruces, escapularios, rosarios y cancioncillas pastoriles, así como el espectáculo circense ofrecido por Kiko Argüello y la gente del Opus Dei en su exitosa recluta internacional de una muchachada alienada para asistir, con viajes y estancias casi pagados durante los últimos eventos papales en Madrid, haya presentado un espejismo televisivo salvaje de lo contrario. Cañizares debería envainarse la afilada pluma si no tiene nada coherente que exponer en sus escritos. Y el periódico “La Razón! debería dejarse de encargar encuestas ridículas sobre cuestiones absurdas. Ser elegante, por otro lado, no significa únicamente ir bien vestido. Para ello sólo hace falta dinero, aunque sea del contribuyente. La elegancia es otra cosa. Decía Balzac que “el bruto se cubre, el rico se adorna, el fatuo se disfraza, el elegante se viste”. Yo añadiría que el elegante es el que sabe estar en su sitio sin que se note ni aflore el pelo de la dehesa.

lunes, 29 de agosto de 2011

Bazofia para hospicianos


Ha hablado González Pons y lo ha hecho a los oyentes de la COPE. Por un lado, pide un esfuerzo para que los impuestos de los ricos "no los acabe pagando, como siempre, la clase media"; por otro, ha dejado claro algo que todos presumíamos como evidente: “El PP no llevará en su programa el impuesto a los ricos”. ¿Entiende alguien este galimatías? ¿Acaso se cree González Pons que los ricos (léase Emilio Botín, Juan Roig, la Casa de Alba, Amancio Ortega, Entrecanales, Esther Koplowitz, Rosalía Mera, Rafael del Pino o el propio rey Juan Carlos) están dispuestos, así, por las buenas, hacer un esfuerzo al estilo de las grandes fortunas de Francia? Rotundamente no. Una cosa es predicar y otra dar trigo. Por otro lado, el ministro de Trabajo e Inmigración declara que “agosto es un mes malo para el empleo”. Yo flipo. ¿Qué pasa en España? ¿Acaso todo el personal contratado por temporada en el sector de Servicios y los eventuales contratados para la recogida de fruta en el campo no están dados de alta por los respectivos empresarios en la Seguridad Social? Valeriano Gómez debería explicarse mejor si quiere hacerse entender. Este señor no sabe ni por dónde le sopla el viento. Decir, como ha dicho, que “es un error mirar más al Parlamento y al Boletín Oficial del Estado, que al diálogo social” es como para que le lleven con grilletes directamente a “La cárcel de papel” de “La Codorniz”. ¿Dónde quiere Gómez que miremos los españoles? Si las leyes se “cocinan” en el Congreso de los Diputados y sus “estofados” aparecen expuestos en la vitrina expositora del BOE, que recientemente no es cosa distinta a un menú a base de bazofia para hospicianos mediopensionistas, ya me contará el pinche de cocina y exsindicalista Valeriano Gómez, dónde carajo está el diálogo social, ese que (según el experto de Arroyo de Ojanco, que el día de la huelga general de 2010 estuvo presente en la cabecera de la manifestación en Madrid contra la reforma laboral) hay que mirar. Uno y otro, Pons y Gómez, me recuerdan el conocido chiste del conductor de la moto, que era ciego, y del paquete, que era tartamudo y tardaba en señalar la curva.

domingo, 28 de agosto de 2011

Rubalcaba teme a la Izquierda


Comenta Carnicero que “la familia es el soporte último de la crisis: siempre se puede añadir un puñado de garbanzos al puchero para los hijos y para los nietos; la pensión del abuelo se estira cuando se contrae el trabajo del resto de la familia”. España está inmersa en la despedida de Zapatero, que viene a ser como el adiós de los ruedos de Antonio Chenel, con retiradas y apariciones, que no hicieron otra cosa que prolongar su declive. Zapatero se marcha en noviembre y, como a todo expresidente del Gobierno que lo desee, se le abrirán de par en par las puertas del Consejo de Estado, donde se volverá a encontrar con María Teresa Fernández de la Vega. Pero, antes de todo ello, Zapatero piensa dejarlo todo “atado y bien atado”, con la segunda modificación de la Constitución impuesta ahora por Merkel y con unas “soluciones” al paro juvenil de agárrate que hay curva. Dice Valeriano Gómez que “mejor un trabajo temporal que un parado”. Hombre, no sé. Si se refiere a trabajos temporales dignos, nada que objetar. Pero si se refiere a salarios de hambre y vasallaje, no. A Zapatero le quedan todavía por delante ocho cumbres en el exterior antes de abandonar la Moncloa. Ya veremos qué medicinas receta Merkel para nuestra enfermedad, ya rayana en el desahucio. En septiembre se abrirá la casa natal de Fraga en Villalba, convertida en una fundación. Y Rajoy aparece hoy en las páginas “XLSemanal” de pantalón corto y muy relajado, en compañía de Elvira, su mujer. Entre otras cosas, Rajoy, ante la pregunta de Virginia Drake: “¿Hay alguna cosa que le saque de quicio?”, responde: “ Hay una cosa que no soporto: el maltrato a las personas y, sobre todo, a los niños, porque están indefensos. (…) Tampoco me gusta nada la gente que pelotea al de encima y es inmisericorde con el que tiene debajo”. A Rajoy se le ve sereno y feliz. Me alegro. Este país necesita un líder político que no dé palos de ciego ahora que estamos descubriendo la otra cara de ese Jano llamado Pérez Rubalcaba. Sabe que el PSOE tiene perdida la cita con las urnas el próximo 20 de noviembre y que la derrota electoral puede ser de libro. Y pretende, para hacer más dulce su derrota, que esa pérdida de votos de ciudadanos desencantados no vaya a las listas de I.U. ni a UPyD, de Rosa Díez. José Blanco, ha dicho este domingo en Mislata (Valencia) que el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno incluirá una "subida de los impuestos a los ricos" en su programa electoral. Lo que nadie entiende es cómo se traducirá esa subida anunciada cuando, en el último Consejo de Ministros, en el de anteayer, se renunció a la creación de un impuesto especial sobre las grandes fortunas. Decir una cosa y hacer la contraria es, como diría Cela, como meneársela con goma higiénica.

viernes, 26 de agosto de 2011

Imiten a Kent Rusli


Ahora resulta que los churros españoles se han puesto de moda en Yakarta. Kent Rusli, que así se llama el churrero, pasó unas vacaciones en nuestro país y se aficionó a comer churros en Madrid. Lo que no entiendo es cómo los españoles en paro no caen en la cuenta de que hay que sacar billete de avión a la isla de Java, en vez de ir de vacaciones a Benidorm. Para montar una churrería como las que ponen por aquí en las ferias sólo hay que hacerse con una barraca de madera, muchas luces de reclamo y alguna musiquilla de Manolo Escobar que ponga el ambiente necesario. El éxito está asegurado. Si alguien lo duda, que se lo pregunten al tal Kent Rusli que, como acabo de leer en la prensa diaria, “ya planea extender el negocio de lo que allí llaman donut español al resto de las islas de ese país de 245 millones de habitantes”. Yo comprendo que cualquier muchacho español esté desmotivado en España sólo con pensar que, de acuerdo con las nuevas medidas adoptadas por el Gobierno de Rodríguez Zapatero en el último Consejo de Ministros, podría ser aprendiz hasta los 30 años de edad. Un Gobierno fuerte con los débiles y débil con los fuertes, como se ha podido comprobar con la renuncia a la creación de un impuesto especial sobre las grandes fortunas. No queda más remedio, en consecuencia, que tomar un avión de bajo coste, marchar a Yakarta y montar la barraca churrera. Vale más abrir horizontes lejanos que permanecer aquí sentado los lunes al sol. Más adelante, si el ánimo no decae, ya se estudiarán nuevas fórmulas para abrir mercados en Asia. Se comenzó con el “chupa-chups” en China y se puede continuar exportando nuestra sabiduría culinaria al grito de “¡rico parisién!”, fabricando rosquillas de anís para venderlas al detall o instalando en cada esquina un chiscón de asar castañas. Lo que sea. Todo menos quedarse en este país escuchando las sandeces de un Gobierno que ha perdido la aguja de marear y que sólo rectifica su errático rumbo cuando se lo ordena Merkel. Un Gobierno, en fin, que nos hace sentir vergüenza ajena a los ciudadanos por sus lamentables palos de ciego, más acabado que el cachalote varado en la playa de Zarautz.

jueves, 25 de agosto de 2011

El negocio es el negocio


Personalmente he dejado de entrar en determinados establecimientos hosteleros por la sencilla razón de no encontrarme a gusto entre niños corriendo entre las mesas, padres elevando el tono de voz al hablar con sus amigos, etcétera. Una cafetería del centro de la ciudad en modo alguno puede ser comparable a un chiringuito playero, donde todo vale. En ese sentido, comprendo a la bilbaína cafetería “Style” (Colón de Larreátegui, 13) y a que sus responsables en el negocio hayan optado por “filtrar” la entrada a sus clientes, ampliando la conocida muletilla en la entrada que avisa: “reservado el derecho de admisión a los menores, solos o acompañados”. Se supone que tal aviso está a la vista de los clientes y, a mi entender, es una manera de controlar el negocio. La pela es la pela. Con tal reserva, los hosteleros están en su derecho de obligar a marcharse a aquellos “clientes” que molestan al resto una vez ya dentro, por su notorio estado de embriaguez, porque acostumbran a marcharse sin pagar la consumición, por su insufrible falta de aseo, por molestar con frases groseras, etcétera. Con tales medidas, de ninguna manera se discrimina por razón de raza, sexo o religión, que sería inconstitucional y objeto de inmediata denuncia. Aunque bien mirado, el cartel de “reservado el derecho de admisión”, debería ser sustituido por otro que dijera “reservado el derecho de expulsión”. La razón es que, una vez que el “cliente” no deseado ya está a pie de barra o sentado en una mesa, no sirve que sea admitido, por estar dentro, sino que lo que se impone es ser invitado a abandonar el establecimiento de inmediato. Como señalaba en una entrevista Ángel Gago (Secretario General Ejecutivo de la Federación de Hostelería del País Vasco) ante las críticas de Hirukide (Federación de Asociaciones de Familias Numerosas de Euzkadi), “también me puedo sentir ofendido con padres que tienen a los hijos en situación semisalvaje, corriendo por las mesas, pegando gritos y tirando vasos, y que piensan que un establecimiento hostelero es un parque infantil de juegos”. A mi entender, las cafeterías de Bilbao y las cafeterías del resto de España deberían copiar el cartel de “Style” en sus respectivos negocios, aunque corregido y aumentado, en los que más o menos pudiera leerse: “Reservado el derecho de admisión a los menores, solos o acompañados. A los padres, si dicen ser de profesión, sin que nadie se lo pregunte, técnicos culturales, (que marean a la gente, ejerciendo el mismo efecto que el anís); si pretenden entrar a tomarse en la barra, o en mesa de interior, un ‘corto de café con una nube de leche’, o una ‘clara’, que sólo conocen de qué se trata aquellos que viven en Madrid y las ciudades dormitorio de su entorno, si osan entrar en el establecimiento vestidos con pantalón pirata, chancletas, gorra de visera con el anuncio de ‘John Deere’, ‘mariconera’ en el cinto, camiseta en la que esté plasmado el eslogan ‘I love N.Y.’ y lleven el palillo en la boca. A las madres, si sufren de verborragia contando las tragedias de la tele, o si piden en barra unos tenedores y unos platos para comerse el brazo gitano de la madre Rafols que compraron en una gasolinera; o si levantan la voz llamando a sus hijos a voces sin que éstos le hagan caso, o si beben a morro agua mineral y comen pipas de girasol de forma compulsiva”. Son pautas necesarias para que el negocio funcione y para que los clientes de ley se encuentren cómodos y sigan creyendo que, como el güisqui se bebe en vaso, por esa razón es vasodilatador.




miércoles, 24 de agosto de 2011

Mayor Oreja


¡Para haberse matado! Mayor Oreja ya no está en edad de darse palizones en bicicleta ni de pedalear por los riscos de El Escorial con las zapatas de los frenos desgastadas o la sirga del freno delantero muy tensada, que a la postre produce los mismos resultados, o sea, un hostión seguro. Bajar pedaleando a calzón quitado una cuesta en el monte Abantos, cerca del Valle de los Caídos, o descender sin frenos la pendiente de la Barbilla, en el término municipal de Ateca (pueblo que muchos españoles conocen por aparecer de forma sistemática en los crucigramas de Pedro Ocón de Oro), puede ser un anticipo a que el cura te lea la recomendación del alma y te moje por aspersión de hisopo dentro del pijama de madera. El eurodiputado del PP Jaime Mayor Oreja, sobrino de Marcelino Oreja Aguirre, marqués de Oreja desde el año pasado, posee en su currículo, entre otras cosas, una entrevista con Enrique Clemente (“La Voz de Galicia”, 14 de octubre de 2007) en la que, por ejemplo, critica duramente la Ley de la Memoria Histórica y se niega a condenar el franquismo. A la pregunta de Clemente: “Entonces, dejando al margen la Ley de la Memoria Histórica, ¿no considera pertinente condenar el franquismo?”, Oreja responde: “No, por muchas razones. ¿Por qué voy a tener que condenar yo el franquismo si hubo muchas familias que lo vivieron con naturalidad y normalidad? En mi tierra vasca hubo unos mitos infinitos. (…) Algunos dicen que las persecuciones en los pueblos vascos fueron terribles, pero no debieron serlo tanto cuando todos los guardias civiles gallegos pedían ir al País Vasco. Era una situación de extraordinaria placidez”. Bueno, dejémoslo ahí. Lo que hace falta ahora es que Jaime Mayor se reponga de su traumatismo y que, una vez repuesto de sus heridas y con aires renovados, pueda colaborar con Pío Moa y Joaquín Alonso Hernández, A.M.G.D., (vaya, ya apareció la larga sombra de la Compañía de Jesús y el recuerdo de don Ramón Pérez de Ayala) en la confección de una cuidada edición, revisada y puesta al día, de nuestra Historia de España.

martes, 23 de agosto de 2011

Venenos y dosis


El arresto de la auxiliar de cocina, Zoubida E.H, no sé por qué, me ha hecho gracia. Sí, soy consciente de que de ninguna de las maneras se debe atentar contra la salud pública, ni tendría ninguna gracia que alguien lo pretendiese. Lo que sucede, y que me perdonen los meapilas, es que me ha venido a la cabeza un viejo chiste de unas monjitas, de unos ladrones que pretendían robar en el convento, y de las posteriores declaraciones de la madre superiora del convento al oficial de la comisaría. Ella insistía en que “nos querían envenenar”, ante el asombro del funcionario. Bueno, hasta aquí. No puedo seguir contando el chascarrillo so pena de tener que buscar de inmediato una catedral para confesarme con el canónigo penitenciario de retén. Se ha marchado el Obispo de Roma a ese país de sólo 44 hectáreas pero queda entre nosotros Kiko Argüello moviendo la fe de los jóvenes en la plaza de la Cibeles y Rouco Varela haciendo la digestión de toda una semana de espectáculo integrista. Todavía no se sabe qué diablos era lo que echaba en los pucheros la tal Zoubida E.H en el restaurante Chef Rubio de Ampuriabrava. Sólo se sabe que echaba unos polvos (con perdón) de color verde a la cazuela de los guisos. ¡Quién sabe! Tal vez se tratara de perejil molido y deshidratado y nada pueda probarse en su contra. Con el veneno ya se sabe, lo malo no es su grado de toxicidad sino la dosis administrada. Y, al menos que a mí me conste, todavía no ha aparecido ningún comensal de ese restaurante con un episodio de fuertes dolores de barriga ni tampoco yéndose de vareta. Para mí que la ayudante de cocina Zoubida E.H. añadía a los guisos especias típicas de su país, que tampoco sé cuál es, de la misma manera que Celedonio, el barman que prepara un “Cóctel Rosa”, en el bar de copas “Luna Brava” que hay cerca de mi casa, le añade al vaso mezclador, además de la ginebra seca, el vermú Noilly Prat, la granadina, el hielo, el zumo de limón y dos golpes de absenta (también llamada “el hada verde”). Nadie se queja cuando se lo echa al coleto. La absenta, prohibida durante mucho tiempo en toda Europa excepto España y Portugal, y cuyo ingrediente principal es el ajenjo, contiene tuyonas, un principio activo que en dosis excesivas produce alucinaciones y daños cerebrales. Por eso afirmaba que lo malo no es el veneno en sí, sino la dosis. A Zoubida E.H. habría que empezar por preguntarle qué es lo que añade a los guisos. Cada maestrillo tiene su librillo.

domingo, 21 de agosto de 2011

Vergonzosa sumisión


Pues nada, moreno, que lo de ayer tarde en Cuatro Vientos me recordó el final de la película “Guantanamera”; ya saben, cuando la repentina muerte de Yoyita provoca el viaje de Cándido, Gina y su marido Adolfo, funcionario del Estado, para transportar el cuerpo de Yoyita siguiendo un nuevo plan estatal diseñado para ahorrar dinero en el traslado de los fallecidos. Y al final, cuando Adolfo pretende largar un mítin infumable desde un altillo, comienza a diluviar, y los presentes huyen en estampida. Ayer en Cuatro Vientos, digo, uno de los cuatro ventolines, no sabría decirles cuál de ellos, pero malo, malo, capaz de doblar los cadáveres, se llevó por delante el solideo papal, los capelos cardenalicios, parte de las pompas y engreimientos, la cruz de las JMJ, varias carpas portátiles, no sé cuántas tocas de monjas dulces y silentes y más de un bisoñé del caballero con entrada preferente, al que le había tocado la chochona en la tómbola de las vanidades. El Obispo de Roma no pudo continuar con su discurso sobre “la cultura relativista dominante”, que tiene tela, entre rayos, centellas y más de cuarenta grados de temperatura. Ya lo dijo un aficionado taurino sentado en el fondo de la andanada: "¡Chiquillo, qué calor tiene que hacer en la barrera de sombra con lo que sale de sol!". Hoy el Papa regresará a ese pequeño país de 44 hectáreas y que, curiosamante, tiene como lengua oficial el latín, que comenzó su existencia en 1929 por los Pactos de Letrán, firmados por Pietro Gasparri, en representación de la Santa Sede, y Benito Mussolini, primer ministro italiano, en representación del rey Víctor Manuel III, durante el pontificado de Pío XI. Cinco días, una eternidad, que han dado para muchas bendiciones apostólicas, muchas confesiones bajo el cielo de El Retiro, muchos actos protocolarios de alfombra roja, incienso, púrpura y vasallaje, mucho grito de “¡viva Cristo Rey!” y demasiados porrazos indiscriminados a la población civil, a la soberanía que reside en el Pueblo, por parte de unos policías que nos hicieron recordar a los que ya tenemos muchos años las duras actuaciones de los “grises” en la peor época franquista, o en el opaco Chile de Pinochet. Los católicos de toda condición, incluidos los seguidores del iluminado Kiko Argüello y del arrebatado Escrivá de Balaguer, están en su derecho de rezar por los pecadores, de condenar el aborto y los matrimonios del mismo sexo, de salir a la calle ondeando banderas victoriosas al paso alegre de la paz, de llenar plazas y de cantar letrillas pastoriles al estilo de María Ostiz. Todo ello muy respetable en su conjunto. Pero los ciudadanos hartos, que ya somos legión, y los españoles en general, gobernados desde hace más de siete años por un sansirolé que sólo sabe dar palos de ciego en el BOE, y que no acertamos a comprender ese excesivo gasto suntuario que supone una tragedia para un país al borde del cantil, como es la actual situación de España, también estamos en el derecho soberano de manifestar nuestra protesta, tanto frente al gasto que supone la visita de Benedicto XVI como a la contemplación estupefacta de la vergonzosa sumisión de Reyes y miembros del Gobierno hacia el obispo de Roma, dentro del ámbito de un Estado aconfesional. ¿Protocolo y honores para un jefe de Estado en visita a España? La respuesta es sí, como no podría ser de otra manera. Pero vergonzosa sumisión: rotundamente no. ¡Qué dirán de nosotros en Europa!

sábado, 20 de agosto de 2011

Esperando el "milagro" Bertone


De acuerdo, la visita del Papa merece respeto por parte de la población civil española. En este sentido, nada que objetar. Pero, como señala Carlos Carnicero en su particular “Bitácora para náufragos de la izquierda”, también muy respetable, “muchos católicos pueden tener la tentación de sentirse ofendidos por la actitud de algunos manifestantes laicos. Y muchos ciudadanos estamos molestos con la actitud injerencista (sic) de la Iglesia Católica tratando de imponer su moral sexual y de otros ámbitos a la sociedad civil. Si no conjugamos el respeto de la Iglesia al poder civil y de los ciudadanos a las prácticas religiosas que se soportan en el ámbito privado y particular, la repetición de confrontaciones ocurridas en nuestra historia puede ser algo más que un mal sueño. Todos tenemos la obligación de impedir que la violencia de raíz religiosa se imponga en nuestras vidas”. Como nos recuerda Juan G.Bedoya hoy en “El País”, “la jerarquía romana está empeñada en hacer creer que, sin las raíces cristianas, Europa sería un continente peor. Incluso intentó que la Constitución de la UE asumiera esa idea. (…) La historia del papado es un rosario de despropósitos e intolerancias contra la modernidad. Vio en Mussolini “un hombre providencial” (Pío XI); el dictador Franco fue procesionado (sic) bajo palio como cruzado salvador de la Cristiandad; una parte del episcopado execró de la Constitución de 1978 por “pecadora y atea” (primado Marcelo González), y en la Francia del XIX, la Iglesia romana prefirió al sangriento Napoleón III que a los liberales”. Pero lo más gracioso de todo es la posición del Gobierno, absolutamente desnortado. El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, en el almuerzo que mantuvo ayer con Trinidad Jiménez, el director adjunto de su Gabinete y coordinador del viaje papal Carlos García Andoin, el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, y el nuncio Renzo Fratini, pidió “ayuda pastoral” para que se acelere el final de la banda terrorista ETA. O sea, esa baza que necesita el candidato Pérez Rubalcaba como si se tratase de una necesaria transfusión de sangre, antes de que termine el mandato de Zapatero. Decapitar a la ya muy débil banda de pistoleros vascos, que a todas luces es una simple cuestión de tiempo, podría servir -o al menos eso cree Rubalcaba- para acortar distancias en esa “tremenda estadística” sobre la intención actual del voto ciudadano. Y ETA ya lo ha dejado bien claro: dejar de exigir el impuesto revolucionario equivale a que el Estado les entregue 4 millones de euros anuales a la banda. Pero Rajoy ha dicho que el hecho de que la banda haya dejado de matar no significa que esté inoperante.Yo también lo considero así. La bicha está durmiente y puede despertar de su letargo cuando se reorganice. En tal situación, tanto Bertone como Fratini sólo podrían calamar, a lo sumo, las tensiones en las diócesis de Bilbao y de San Sebastián, donde Iceta y Munilla se las ven y se las desean para controlar las voces críticas de los curas nacionalistas ante lo que entienden como una “involución” auspiciada desde Madrid por Rouco Varela. Ambos son los sucesores de “un tal Blázquez”, y eso gusta. Asurmendi, en Álava, se va defendiendo. Jáuregui sabe, como lo sabemos todos, que ETA nació en un seminario y confía que termine si el clero ayuda. A mi entender, y que me perdone el ministro de la Presidencia, suponer que el fin de la banda lo puede conseguir el “milagro” de un funcionario del Cielo, por muy Bertone que se llame el mediador, equivaldría a un razonamiento de niño de párvulos.

miércoles, 17 de agosto de 2011

El Circo Vaticano


“¡Pasen y vean! A la gentil señorita le acaba de tocar una chochona. Niño, déjame pasar!”. Hoy La Razón regalaba con la compra del periódico una bandera del Vaticano, Bono dice que se marcha pero que no se marcha y Rubalcaba nos sorprende ahora con algo que todos sabíamos: sobran las diputaciones provinciales y todo lo que conllevan. Pero, claro, uno se pregunta que, si de verdad sobran como institución, es decir, como ayuntamiento de los ayuntamientos provinciales, ¿por qué razón no las suprimieron los socialistas durante estos últimos siete años? Pretender quitarlas ahora, cuando casi todas ellas están en manos del PP se me antoja como una pataleta infantil inexplicable del candidato. Naturalmente que sobran las diputaciones provinciales y, también, esas divisiones territoriales en raras comarcas y con unas denominaciones absurdas, que sólo han servido para recolocar a unos irredentos y domesticados vividores de la cosa pública, lameculos y estómagos agradecidos, sumisos hasta la grosería con el cacique que los nombró para el cargo. Ahora Rajoy no quiere que desaparezcan las diputaciones provinciales. Es evidente. Y mañana llega a Madrid el Papa, que es el nuevo “mister Marshall” dispuesto a ofrecer a los creyentes un cielo en parcelas. Y los creyentes, esa legión de iluminados que ya ocupan todos los espacios madrileños, como la mosca negra o el mejillón-cebra, sacan sus guitarras, sus cantimploras y, también, esas seis toneladas de rosarios que ya se han vendido para el evento. “Americanos,/ te recibimos con alegría…”. Un evento donde no saldrá Pepe Isbert al balcón, como en Villar del Río, pero donde todos los asistentes descubrirán sus anhelos ocultos. Y Ana Botella, ¿cómo no?, pone ejemplos estúpidos; y Ruiz Gallardón comenta en ABC que “la JMJ va a ser un factor generador de empleo”. Sí, tan generador de empleo como las olimpiadas de 2012 con la “ayuda” del príncipe de Mónaco; o las de 2016… Se va a disfrazar Madrid de carpa de circo, van a aparecer los Reyes en escena (cosa que ocurre poco en los últimos tiempos) y Rouco Varela será el maestro de ceremonias. Yo no sé qué harán nuestros gobernantes el día que nos visite la Merkel.

martes, 16 de agosto de 2011

Cuernos


Vamos a ver si somos serios, que no toda la culpa de los desgarrones y de las cornadas las tiene el toro enano Ratón, al que ya tildan de asesino. “Más cornadas da el hambre”, dijo el torero del barrio de la Alfalfa, Manuel García Cuesta, más conocido como Espartero, que en mayo de 1894 encontró la muerte en Madrid frente al miura Perdigón en la enfermería de Las Ventas.”Ocho caballos llevaba el coche del Espartero…”. En este país de charanga y pandereta, aunque parezca ficción, dan cornadas hasta las estatuas. Vean: el pasado día catorce dos jóvenes peregrinos, que viajaron a Navarra antes de participar en la Jornada Mundial de la Juventud, resultaron heridos de la forma más absurda. Uno de los jóvenes resultó 'corneado' por el monumento al Encierro. Según leía con estupor en la prensa del día siguiente, parece ser que “el peregrino se emocionó tanto haciéndose fotos que se resbaló y se clavó un cuerno de uno de los toros de bronce que simulan el emblemático acto sanferminero. Al ver la sangre de su compañero, otro de los jóvenes se desmayó y ambos tuvieron que ser trasladados al Complejo Hospitalario de Navarra”. Esperemos que estos días de éxtasis general y arrobamiento multitudinario en el mundillo del “orgullo católico” ante la llegada de Benedicto XVI no den suelta por las calles de Madrid a ese “rol de cornudos” convenientemente clasificado por Camilo José Cela. Los gañafones que tiran al aire los astados con chancletas, visera y pantalón pirata en días de asueto son de abrigo. No digamos nada del “cornudo juanillo” que, como decía don Camilo, “pone la mano y sólo la cierra cuando le dicen que Dios le ampare”, o del “cornudo ñora”, ese que “sufre prurito de ano que se le agudiza con el rijo de la cónyuge cachonda. Es especie de mucha risa, sobre todo cuando se la corre a garrotazos por los desmontes y las afueras de los cementerios”. El toro Ratón no hace otra cosa que divertir al personal en fiestas por la parte de Valencia. Con ese fin se le contrata. Si puede, clava el cuerno. Es su naturaleza.

sábado, 13 de agosto de 2011

Agosto


Pronto se conmemorará el 75 aniversario de un trágico episodio histórico que debería avergonzarnos, el asesinato de Federico García Lorca. Hace dos años se rebuscó en Alfacar no sabemos qué. En aquel sainete triste, como nos recuerda hoy Ángel Munárriz en el diario “Público”, sólo aparecieron dos roñosas latas de atún y una de coca-cola. ¿Quién habrá perdonado a sus asesinos? ¿Tal vez Rouco Varela a título póstumo? ¿El canónigo penitencial de la catedral de Granada? En esta España cañí existen dos tipos de bufones: los que llenan espacios televisivos de la bragueta horas y horas, y aquellos que en el nombre de Dios y con epilépticos conceptos sobre las cosas más simples son capaces, hoy todavía, de transformar cualquier nimiedad humana en la más maligna superchería. Por esas fechas de aniversario de muerte, llegará el Papa a España para tener un encuentro con la juventud y cinco con la Familia Real de un Estado aconfesional. Programa oficial: los Reyes recibirán al Papa el jueves 18 en el Pabellón de Estado de Barajas; el viernes, el Papa irá a La Zarzuela para mantener un encuentro privado con el Rey, el Heredero y sus respectivas consortes; el sábado, el Heredero y su consorte acudirán a una vigilia; y, finalmente, el domingo, los Reyes irán a una misa y más tarde despedirán a Benedicto XVI en Barajas. ¡Menos mal que estamos en un Estado aconfesional! España va de ferias. Estamos abrumados por el espectáculo que cada día nos ofrecen los mercados, el hambre cunde en nuestro país y todavía nos quedan ganas de ir al circo. En “Dedicado a Tobías”, Antonio Gala, refiriéndose al circo, dejó escrito: “entretanto el payaso nos distrae con una inocencia simulada: una inocencia demasiado grande para ser verdadera, que deja al descubierto, por torpeza, los trucos de los demás artistas, y acaba por burlarse del maestro de ceremonias que gobierna la escena. (..) No hay milagros: hay sólo habilidad, ensayos y unas luces bien puestas. Si un día hubo un milagro, no se repitió nunca; el milagro no tiene día siguiente, sesión siguiente: el milagro es debut y despedida. Todo consiste en un vértigo, en un escamoteo, en no dejarnos tiempo para reflexionar…”. El concepto de “orden moral del mundo” -ya lo dijo Nietzsche- lo ponen aquellos que abusan del nombre de Dios; y el Papa, según parece, es quien determina el valor de las cosas de este mundo y, también, del otro mundo. El próximo día 18 me acordaré de García Lorca, de dos banderilleros y de un maestro cojo. Y veré el circo papal por televisión con la esperanza de poder zambullirme en un espeso caldo de mansedumbre, recibir la bendición “urbi et orbe” y poder beneficiarme de las indulgencias prometidas. A la postre, ácratas, anarquistas y cristianos venimos de la misma procedencia, cumplimos un papel, somos dignos de conmiseración y tenemos cinco dedos en cada mano, como la emperatriz Carlota y como la princesa Ortiz.

jueves, 11 de agosto de 2011

Morir matando


Comenta Guillermo Dupuy en un artículo, que a mi entender no tiene desperdicio, que “la Comunidad Valenciana –por no hablar del Ayuntamiento de Valencia– es una de las instituciones públicas de nuestro país que más y a mayor velocidad se ha endeudado y una de las principales corresponsables de las elevadísimas primas de riesgo que está pagando la deuda española”. El caso Gürtel, al parecer, sólo es un árbol dentro del bosque. “La politización de las cajas de ahorros –sigue contando Dupuy- ha terminado por arruinar a una de las otrora más prosperas entidades financieras de nuestro país, como era la Caja de Ahorros del Mediterráneo. Sólo dos días antes de su intervención por parte del Banco de España, la entidad financiera alicantina tuvo que renovar un préstamo de 200 millones al Gobierno valenciano, que, desde 2006, ya era el destinatario de tres de cada cuatro euros de las operaciones de crédito, aval o garantía que la entidad había realizado con las instituciones públicas de la Comunidad”. Y aquí no pasa nada. Ahí tenemos a Camps, máximo responsable de ese sindiós, acusado en los Tribunales de Justicia, agarrado a su posición de aforado como la lapa al malecón, con uso de coche oficial a su albedrío, secretaria con cargo al contribuyente y un sueldo vitalicio. Y todavía dice Rajoy que Camps tiene mucho futuro político. La Comunidad Valenciana, rumbosa donde las haya, dispone de cuatro canales públicos de televisión. Uno de ellos, Canal 9, o Canal Nou, que igual da decir leche que caldo de teta, arrastra una deuda que sobrepasa los 1.500 millones de euros. Y esa cadena de televisión también está implicada en el caso Gürtel, tras haber habido diversos contratos irregulares por la visita del Papa a Valencia, según informes de la Unidad de Auxilio Judicial. Pedro García Gimeno, director general de RTVV en aquel momento, presuntamente recibió varios regalos de ‘Orange Market’ y dimitió por "motivos personales". Pedro García Gimeno no se había caído de un guindo, sino que ya había sido jefe de prensa con Eduardo Zaplana y es de suponer que conocía “el paño”, o sea, los resortes del Poder, el trasvase del Ebro y su relación directa con una burbuja inmobiliaria desaforada en todo el litoral mediterráneo, etcétera. Pero la burbuja se pinchó, Zaplana fue fichado por Alierta y el suma y los desafueros sin cuento fueron el principio de una orgía política de incalculables dimensiones. Pero la memoria es persistente. Rajoy, en una cena multitudinaria celebrada en la Plaza de Toros de Valencia un viernes de principios de septiembre de 2009, y en clara alusión al caso Gürtel, dijo sentirse “orgulloso de Camps y de Barberá” y rechazó “apoyar los disparates del Gobierno, que dilapida la economía de los españoles”. ¡Qué malo es hablar de cuerdas en casa del ahorcado! Fue la misma noche serena en la que Rita Barberá se “venía arriba” como José Tomás en las plazas de toros, no como José Tomás, el sastre de los trajes, que se suele “venir abajo”, y pedía insistentemente la dimisión de la vicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega, por lo que entendía como “cacería despreciable” en el presunto tema de unas escuchas, de la que también se sintió “víctima”. Nada, esto es el mundo al revés. Como nos contó Augusto Monterroso: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”. También las hemerotecas, para desgracia del pusilánime Mariano Rajoy y de esa pandilla de reyezuelos que intentan morir matando.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Osos pardos


Yo no sabía que los osos pardos paseaban por los senderos con el diario “La Razón” debajo de la garra ni que se comían a los turistas. También desconocía que, el pasado verano, los osos cántabros se habían tragado a más de 459 incautos senderistas con olor a sudor mientras admiraban un paisaje pintoresco. ¡Qué barbaridad! Estoy consternado. Esos datos estadísticos, para mí hasta ahora desconocidos, me han llegado de la mano de Alfonso Ussía. De cualquier manera, a mí el tema de los osos pardos me produce un miedo insuperable desde que de niño iba a la escuela y el maestro de entonces, don Rogelio Ramírez de la Piscina, se empeñó en cierta ocasión en contarnos lo que le ocurriese a don Favila, hijo predilecto de don Pelayo, en el año 737 d. C. Hay varias versiones. Unos historiadores precisan que a don Favila se lo zampó un oso con muy mala leche; otros, mantienen la teoría de que lo asesinó su cuñado Alfonso, dotado de muy malas intenciones, (los cuñados, ya se sabe) para hacerse con el Reino de Asturias tras casarse con Ermesinda, hija de don Pelayo y hermana del difunto Favila, al que otros en la corte llamaban Fafila en un alarde gratuito de dar por retambufa al malogrado Heredero. Pero Alfonso Ussía está convencido, y así lo expresa en su trabajo de hoy en la última página de “El Mundo”, que “comerse a un senderista sudado, con pantalón corto, chancletas, camiseta negra sobaquera con la imagen del ‘Ché Guevara’, mochila y el diario ‘El País’ enrollado en su interior, es mortal de necesidad para los osos más sensibles de la cordillera”. Puede ser. Yo, en cambio, utilizo “La Razón” para envolver bocadillos. No sé si un día me intoxicaré con la última página. Es lo que tienen las tintas.

martes, 9 de agosto de 2011

Miedo


Señala hoy en el diario “Público” Marco Schwartz que “la compra de bonos de España e Italia –refiriéndose al Banco Central Europeo- se ha hecho con la condición de que ambos países aceleren unas reformas de clara inspiración neoliberal, que incluyen recortes sociales, privatizaciones, tijeretazos en la inversión pública y muy pocas exigencias a los grandes capitales”.Y se cuenta que en España lo peor está por venir y que llegará a partir de septiembre. Las bolsas se desploman, los Sindicatos se atrincheran esperando acontecimientos, la Patronal echa gasolina al fuego, los indignados perciben que su colosal esfuerzo está resultando inútil, los nacional-católicos esperan la llegada del Papa a Madrid para desplegar las banderas del resentimiento, la Oposición no ayuda lo necesario en este urgente “boca a boca” nacional y el Gobierno lanza un SOS desesperado a la CEOE para que adquiera deuda pública, poniendo como ejemplo a los italianos. Pero el sentido de Estado que fomentan Salgado y Blanco por la radio es una cosa y la inspiración neoliberal en lo que respecta a las grandes fortunas, o a tener que anticipar el pago a cuenta del Impuesto de Sociedades, es otra. Cuando se trata de apuntalar el crecimiento del país mediante la aplicación de fórmulas magistrales de boticario, sin conocer su posología ni tener muy claras unas posibles reacciones adversas, los españoles con capacidad económica bastante prefieren fijarse en los remedios caseros de siempre, que no suelen curar pero que tampoco perjudican. El miedo es libre.

lunes, 8 de agosto de 2011

Nuevos rostros


¡Uff… qué susto! Al ver su foto en los papeles junto a la de Alberto Aza, por un momento pensé que habían nombrado a Nacho Villa jefe de la Casa del Rey. Pero no, era la foto de Rafael Spottorno. Nada, que hoy me he levantado de la cama un poco espeso. ¡Menos mal! Después de haber desayunado algo de fuste, ya he caído en la cuenta de que Nacho Villa va a ser, sino lo es ya, el nuevo director general de la televisión regional de Castilla-La Mancha por la merced de María Dolores de Cospedal, que se ha quitado de encima a Jordi García Candau para que otro aire carde y añada un nuevo tinte “La Carmela” y unas mechas en tonos cercanos al natural a la melena de las ondas hertzianas. “Una luz de jacinto me ilumina la mano/ al escribir tu nombre de tinta y cabellera/ y en la neutra ceniza de mi verso quisiera/ silbo de luz y arcilla de caliente verano”. Son los primeros versos de un soneto, “A Carmela, la peruana”, escritos por Federico García Lorca, que nada tienen que ver con Nacho Villa pero que añado gustoso a mis lectores en un vano intento de seguir cardando ese pelo de la dehesa, que brota como el plumero que siempre acaba apercibiéndonos de quien señala negro cuando pretende expresar blanco. A De Cospedal se le ve el plumero, anda como bola sin manija y busca el olor a sacristía y alcanfor en la persona de Nacho Villa, al que ya había confundido yo esta mañana con Spottorno por mi poca fijación en los rostros. El caso de Spottorno es distinto. Llegará a La Zarzuela en septiembre para comerse más de un marrón y, lagarto, lagarto, tal vez tener que bailar con la más fea la pieza más larga. A Nacho Villa, por el contrario, le esperan días de reafirmación en sus cuatro pilares. O sea, sus obsesiones sobre la ley del aborto, el matrimonio homosexual, la legalización de la eutanasia, y la ley de la Memoria Histórica. Ya no serán necesarias ni Radio María ni Popular TV. Con Nacho Villa en la corte de María Dolores de Cospedal y en el supuesto de que a Juan Antonio Martínez Camino se le proponga que esté al frente de los informativos, ya nadie podrá decir que la televisión que se hace en España resulta aburrida.

domingo, 7 de agosto de 2011

Dormirse friendo huevos


La noticia tiene su gracia, una vez que ya conocemos que no ha tenido mayores consecuencias. Un muchacho un tanto empanado, por decirlo en argot cheli, tras una noche de marcha palillera pretendió freír huevos y se quedó dormido frente a la sartén. Eso aconteció ayer, sobre las diez de la mañana, en el populoso barrio zaragozano de Las Delicias. De inmediato me vino a la cabeza Ibrahim Ferrer y el conjunto cubano Buena Vista Social Club entonando aquello de “El cuarto de Tula, / le cogió candela. / Se quedó dormida/ y no apagó la vela. / ¡Ay, mamá! ¿Qué pasó?”. El barrio de Las Delicias, en que yo pasé parte de mi juventud, se ha hecho enorme y multicultural. Es el nuevo Chinatown, o sea, el lugar preferido por todos los inmigrantes llegados de los países de Oriente. Controlan la hostelería y los bazares de ropa y de “todo a cien”, y no sabemos cuándo duermen. Sin embargo, que yo sepa, todavía no se ha dado el caso de que un chino se haya quedado dormido friendo unos huevos. Claro, tampoco es lo mismo controlar un establecimiento que aguantar toda una noche bailando la pachanga. Las Delicias, ese barrio de La Cachimba zaragozano donde no pasa día sin que se forme la corredera, pasó de tener como faro de referencia para el transeúnte el “bar Agustín”, en la calle Pedro de Luna, donde se conocía el difícil oficio de tirar cerveza de barril y donde se comían las mejores sardinas en salmuera con ajillos y vinagre, a convertirse en lo más parecido a O.K.Corral con el sheriff de vacaciones. Pero a lo que iba, el muchacho se quedó dormido frente a la sartén por falta de concentración en su quehacer, con el resultado de que casi prende fuego al piso y de que tuvieran que acudir los bomberos y las ambulancias moviendo tabas en evitación de males mayores. Recuerden el incendio de Santander, que sobrevino -según me contó una señora que tomaba el té en el Club de Tenis con mucha distinción- cuando un caballero mutilado echó una cerilla encendida dentro de una escupidera en la que había restos de formol, que había utilizado el portero de la casa para untarse con un algodón sobre las plantas de los pies en un vano intento de disipar un desagradable olor que le venía de antiguo. El caballero mutilado, que se llamaba Higinio Velarde, salió ileso, como ahora el muchacho de los huevos fritos, pero le había entrado el vapor por todos los agujeros del cuerpo, que eran los siete naturales mas dos de la metralla, y cuando se vio dentro de la ambulancia camino de Valdecilla le preguntó al chofer con sana alegría si le permitiría contarle un chascarrillo.

sábado, 6 de agosto de 2011

Plebeyismo


En su artículo “Democracia morbosa”, ya Ortega en 1916 dejaba escrito que “conviene que vayamos preparando la revolución contra el plebeyismo, el más insufrible de los tiranos”. Ahora el candidato Rubalcaba anda de bureo.Y ya ha viajado a Soria para estar cerca del ciudadano de a pie. Prefiere el contacto directo con la gente que los mítines de partido en plazas de toros. Reducir la forma de acción a veces obra milagros. Así, cuando el rejoneador, tras lograr piruetas con el caballo de auténtica belleza, se apea de la cabalgadura para estoquear a ese toro bravo que no acaba de rodar por el albero tras haber recibido el preceptivo rejón de muerte, se acerca aún más si cabe a esa afición que todavía espera deleitarse con varios capotazos de postín antes de que al toro le recete el acero. Es la cercanía, tanto del político con el ciudadano a pie de calle, como del rejoneador con el astado a pie de arena, lo que iguala por abajo. El ciudadano con vocación de acendrado plebeyo -y así lo entendía Ortega entonces, refiriéndose al hombre de pueblo- tiene una rara capacidad admirativa. Las revistas gráficas se “inventaron” para que la plebe pudiese igualarse por abajo con reyes, príncipes y la alta y distante burguesía. ¿Imaginan de dónde copiaban nuestras abuelas los patrones de la moda de París? Sin duda, puesto que casi no se viajaba, de las revistas “Blanco y Negro” y de “La Esfera”. Y en tiempos actuales, el hecho de poder observar mediante fotografías a todo color el interior de los salones de esa “sociedad intocable”, sus vestidos, sus poses, sus frases-papilla muy bien estudiadas y el conjunto de sus niños, todos muy rubios por el milagro de la camomila, sirve para que la mujer de un jornalero, o la de un empleado de “Transfesa”, pueda soñar despierta con la cabeza bajo el tedioso secador de la peluquería. Si un día alguno de esos personajes como de otro mundo aparecidos en las sobadas revistas de actualidad, que para ellos constituyen fotos de su particular álbum familiar pese a no conocerlos, llega a su ciudad, de inmediato buscan hueco en una céntrica calle con mucha antelación para percibirlos de cerca y poder comentar más tarde a sus convecinos que es como aparece en televisión, aunque algo más delgado. El personaje en cuestión es lo de menos. Da igual que se trate de Letizia Ortiz que de Kiko Matamoros; de Belén Esteban, que de la duquesa de Alba; de Amador Mohedano, que de Jorge Javier Vázquez. Para la plebe, con hambruna de sueños y que desconoce alcurnias, blasones y demás zarandajas, lo interesante es el personaje llegado a su ciudad “en carne mortal”, o a la arena de esa hortera playa mediterránea donde el curioso pasa unos días de agosto en un apartamento alquilado. Y le seduce tanto más el personaje en función de las veces que lo contempla en televisión en sesiones de tarde y noche, o que aparece en “Hola” o “Diez Minutos” de forma machacona. También la geografía tiene su importancia en las actitudes de esos curiosos plebeyos. Doy por hecho que la boda de la infanta Elena con Jaime Marichalar hubiese tenido diferente tratamiento popular, también informativo, de haberse celebrado en Bilbao en vez de en Sevilla. Ese insufrible tirano, la plebeyez, ahonda más sus tentáculos en el Sur, como sucede con la cerveza “Cruzcampo”. Desconozco la razón, aunque la intuyo.

jueves, 4 de agosto de 2011

Dos reflexiones


Es conveniente que los españoles nos fijemos en dos reflexiones importantes ante la situación alarmante creada en España por los vaivenes de los mercados internacionales. Una, la de Santiago Carrillo en el diario “El País”; otra, la de Pablo Sebastián en “República.com”. Empezaré por la última: “Zapatero no sabe que hacer, Rubalcaba menos aún y Rajoy tampoco, porque imaginamos que si el líder del PP tiene en su poder alguna fórmula para salir del atolladero –al margen de la cantinela de las elecciones y del cambio de Gobierno- no dudaría en ofrecerla por el bien de España y por el suyo propio. Porque Rajoy corre el riesgo real de presidir un país en quiebra y con una revuelta social sin precedentes si gana las elecciones como parece y todo sigue como va”. Ahora, las declaraciones de Carrillo: “De golpe, el porvenir que se ofrece a los ciudadanos -refiriéndose a los españoles- es la liquidación del Estado de bienestar, la sanidad pública gratuita, la educación pública, las pensiones, el derecho al descanso. Es decir la vuelta a las condiciones de vida del siglo XIX anulando el progreso alcanzado en más de 100 años de lucha y que han sido la base de la democracia moderna. Y por el momento, un desempleo brutal que afecta ya gravemente también a aquellos que aún tienen un trabajo que conservar cediendo a las exigencias de los empresarios; la puesta en cuestión de progresos como la negociación colectiva, la reducción de salarios; la precariedad de los empleos; la disminución del sueldo de los funcionarios y la reducción de su número; y los desahucios; la falta de crédito para las empresas, etcétera. Todo esto es la causa de que la indignación cunda incluso dentro de los partidos que se disputan el poder y hace que el 15-M no sea más que la superficie de un oculto iceberg, que puede hacerse insostenible”. En fin, la prensa hace su papel, como no podría ser de otra manera. Y se ha convertido en ese termómetro que se aplica a los lectores para conocer su grado de ansiedad ante la incertidumbre. Los lectores, últimos destinatarios de esos esfuerzos periodísticos, conocen las líneas editoriales del “producto” que cada mañana adquieren en el quiosco con intención de informarse. Y en prensa, por desdicha para el lector, no todo lo que el ciudadano se lleva a casa al punto de la mañana, le informa. Por desventura, digo, en demasiadas ocasiones, cierta prensa -y estoy refiriéndome a determinados periódicos de butacón de casino de pueblo- deforma la realidad hasta convertirla en un espejo defectuoso que sólo alimenta el resentimiento. Y ya advierto a los posibles lectores de mi modesto “blog” que “El País” de ninguna de las maneras entra en ese retozo sórdido. Si algo se me enseñó de niño fue que nunca se debe hacer leña del árbol caído. Mal está lo que mal parece. Y reconozco que mal está, por ejemplo, que la ministra Salgado pretenda gastar durante las próximas navidades 638.750 euros "para el suministro y distribución domiciliaria de los lotes de Navidad para empleados, en la Comunidad de Madrid y la provincia de Burgos", como el pasado martes se anunciaba en el BOE, destinados los empleados de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre y la Real Casa de la Moneda, dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda. Pero mal está, también, que González Pons exija ahora “que se acometan reformas profundas o que se adelanten las elecciones generales”, contempladas para 20 de noviembre, considerando, y son palabras textuales del vicesecretario de comunicación del PP, que “España no está para desperdiciar tres meses hasta noviembre mientras paga un interés altísimo por su deuda y sufre los ataques de los especuladores internacionales”. Y de ser como Pons desea, ¿acaso tiene Rajoy en su poder el “bálsamo de Fierabrás” para disipar nuestros males? Mire, Pons: por favor, no me haga usted reír, que se me despeina el bigote.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Marear la perdiz


Vamos a ver, José Luis Rodríguez Zapatero se arrugó ante el susto que le supuso ayer la escalada de la prima de riesgo. Por la mañana decidió llamar por teléfono a Rajoy, a Durán Lleida y al resto de los portavoces parlamentarios, a Pérez Rubalcaba y a Durao Barroso. Pero cinco horas más tarde, el presidente se echaba el muerto a la espalda y decidía poner rumbo a Doñana. Una de dos, o la situación e los mercados internacionales no era tan grave, o Zapatero ya había tomado la decisión de marcharse de veraneo aunque cayesen chuzos de punta en pleno ferragosto. Hoy ha tenido que regresar a Madrid ante el negro panorama. “España –dijo ayer- no puede tomar decisiones unilaterales, porque es una crisis mundial que tiene que ver con el conjunto de la Unión Europea y con la inestabilidad política en Estados Unidos”. Hoy la tormenta de los mercados arrecia. El diferencial de la prima de riesgo respecto al bono alemán vuelve a los 410 puntos y la Bolsa se hunde y sigue sin tocar fondo. Ante tal situación de emergencia, me vienen a la cabeza el poema de Lope de Vega, “¡Pobre barquilla mía, / entre peñascos rota, / sin velas desvelada, / y entre las olas sola! / ¿Adónde vas perdida?/ ¿Adónde, di, te engolfas?/ Que no hay deseos cuerdos/ con esperanzas locas.” Si en España ya se han adoptado las decisiones necesarias y se han emprendido las reformas imprescindibles, como dice Zapatero, ¿qué falla? Nuestro país es vulnerable al tiburoneo internacional y la decisión de señalar las elecciones generales con casi cuatro meses de adelanto por parte del Presidente no ha ayudado a mantener la calma. Pensar ahora que el problema español sólo es consecuencia de la mala situación económica de los Estados Unidos y de Italia; y que la escalada de la prima de riesgo en España –como afirma José Blanco- es “algo transitorio” y que se deriva de “convulsiones” internacionales, es intentar marear la perdiz. Una vez escuchado con estupor lo contado por José Blanco, que habla como si fuese el inventor de la pólvora, ¿qué podría suponer para el ministro de Fomento el rescate de nuestro país, si se cumplen los barruntos de “The Daily Telegraph”? Aquí, como podemos comprobar por las declaraciones de este prócer lucense, ni están todos los que son ni son todos los que están. A mi entender, y ante tan infausta situación nacional, ni el Rey ni el Gobierno ni la Oposición deberían disfrutar vacaciones. Nadie que recibe un sueldo y unas regalías sin cuento a costa del esfuerzo ciudadano debe llamarse andana ni adoptar la postura del avestruz. Hacerlo, demuestra a las claras una manifiesta incapacidad para el ejercicio del cargo.

martes, 2 de agosto de 2011

De vergüenza


Que no cunda el pánico. Se dispara el precio de las sardinas pero bajan el tomate, los plátanos y las chirlas. Menos mal que Miguel Ángel Revilla ya no se ve obligado a tener que ir taxi a La Moncloa con la consabida caja de bocartes, o con un tabal de sardinas en salmuera del tamaño de una rueda de “land-rover”. El pobre Revilla, ese moderno pobre Valbuena como brotado de aquel sainete de Arniches, supongo que se distraerá ahora intentando pescar con muergo panchitos y momas en el puerto de Maliaño, (donde otrora estuviera anclado el barco-prisión “Alfonso Pérez” con su padre y mi abuelo a bordo) con un sencillo aparejo de Godofredo, esa tienduca de efectos navales del Paseo de Pereda. A este paso, con la que está cayendo sobre nuestras cabezas, nos vamos a quedar como la espina de santa Lucía. La prima de riesgo española supera los 403 puntos básicos, la Bolsa se va niveles de junio de 2010 y las pensiones “todoterreno” lo aguantan todo, verbigracia, matrimonios de mediana edad y el conjunto sus churumbeles que están viviendo de la pensión de uno de los abuelos, que tiene más de ochenta años y se ve obligado a salvaguardar a todo ese rabo de parientes con apenas 1.010 euros. Y encima, ese pedúnculo de parientes se mosquea porque no puede ir a la playa este verano con el transistor, la mariconera y la sombrilla. Somos unos insensatos. Cáritas, por ejemplo, conoce problemas desesperantes. Y yo me pregunto que cuándo tocaremos fondo. Los datos estadísticos son una cosa y la miseria cotidiana es otra. Mantener a tres generaciones con una ridícula pensión debe de ser lo más parecido a ese infierno del que nos habla un papa, Benedicto XVI, pero que no tiene empacho en saberse responsable de un gasto de más de 100 millones de euros en sólo cinco días de estancia en una España cañí que se hunde como un soldadito de plomo en un estanque. Dice la prensa que Rodríguez Zapatero retrasa sus vacaciones en Doñana. Por mí, puede irse a Alaska sin abrigo. Lo cierto, lo más patético, es que se ha empobrecido un pueblo a costa de un Estado y no me consuela que el jefe de este Estado abatido y corrupto, o sea, el Rey, veranee en Marivent, o que la Reina ejerza en Mallorca de abuela. No hay tiempo para chorradas ni que para que el Pueblo, al que la Constitución señala como Soberano, ejerza de plebeyo vocacional ante tanta maldita injusticia. No está en mi ánimo que en España se produzca una revolución con un baño de sangre. Y menos todavía que pueda llegar un golpe de Estado entendido como cruzada. Me considero demócrata y respeto el resultado de las urnas. Pero los ciudadanos que constituimos ese cacareado Pueblo Soberano, al menos en el papel, tenemos derecho a vivir con dignidad, a conservar el puesto de trabajo y a que no se nos considere “últimos responsables” de los errores derivados de una Banca que vendió “bonos-basura” como el que vende un peine, de unas Cajas de Ahorro ahogadas en manos de reyezuelos autonómicos ni de unos ciudadanos egoístas que, una vez conseguido el poder del escaño mediante listas cerradas, sólo miran por sus intereses particulares. El caso de Camps, sin ir más lejos, es vergonzoso. Acusado por cohecho impropio, dimite como presidente de la Comunidad Valenciana, pero continúa cobrando un sueldo vitalicio del Estado, sigue siendo una persona aforada y dispone de coche oficial y secretaria particular por cuenta del contribuyente. Así no saldremos a flote en este país ni con la ayuda de la FAO. Y, créanme, Mariano Rajoy no es la solución a nuestros problemas, sino parte de la causa.

lunes, 1 de agosto de 2011

Confesionarios


Dentro de pocos días, el Parque del Retiro se llenará de confesionarios blancos en forma de veleros, para que los jóvenes que acudan a ver al Papa puedan confesarse, sacramentarse a tope y quedar más limpios que la patena de la Capilla Sixtina, en treinta idiomas diferentes. La Jornada Mundial de la Juventud, de cinco días de duración, será como la Contrarreforma frente a los indignados del 15-M. Los indignados pedían al Gobierno y al Parlamento que cambiaran ciertas leyes retrógradas. Los jóvenes de esta Contrarreforma sonreirán al paseante, se colocarán vistosos escapularios, ondearán banderas victoriosas al paso alegre de la paz y jalearán guitarra en ristre aquellas canciones tan tiernas que otrora nos ofreciera María Ostiz en la pequeña pantalla cada sábado después de cenar, junto a Franz Johan, Gustavo Re y la perrita Marilyn; o sea, “Un pueblo es”, “Aleluya del silencio”, “No sabes cómo sufrí”, etcétera. Unas canciones, más edulcoradas que las gaseosa de sobre “El tigre”, que producían un raro orgarmo masoquista a unos tipos que leían “Camino” antes de acostarse y que hacían el amor a la luz de la lamparilla de la Virgen y con el sólo deseo de procrear hasta el infinito. Los indignados del 15-M montaron tiendas de campaña en la Puerta del Sol hasta el día en el que se dieron cuenta de que habían llegado al final de la utopía y se habían topado de frente con un muro de papel pintado, como Jim Carrey en “El Show de Truman”. Los curas de la Jornada papal, podrán absolver pecados mortales en cadena y en diversas lenguas en esos aerodinámicos confesionarios vanguardistas y de color blanco que un carpintero de Ávila, Emilio Úbeda, ha fabricado con celeridad para el evento ratzingerino. Según este artesano abulense que, además de colocar sus confesionarios a partir del próximo día 8 de agosto, también opina, ya ha comentado a los medios que “se espera que el Papa confiese a 20 jóvenes el 20 de agosto”. No sé que tendrá el número 20, pero se ha puesto de moda. Personalmente pediría al alcalde Ruiz Gallardón que dejase los confesionarios instalados en los jardines del Retiro hasta pasado el 20-N, para que Dios nos pille confesados. Los confesionarios del Parque del Retiro serán como las tiendas de campaña de los indignados del 15-M, pero donde se limpiará y se dará esplendor a las almas de los jóvenes asistentes sin tener que opinar en asambleas ni morir en la folla del sistema. Esos cojones vaticanos, en Somalia.