martes, 31 de mayo de 2011

Juan Alberto Belloch


En España hemos pasado de la crisis de Perejil a la crisis del pepino. Son cosas que debería tener en cuenta Juan Alberto Belloch, suponiendo que llegue a gobernar el Ayuntamiento de Zaragoza con la ayuda del tripartito, que es como un tándem con tres juegos de pedales, cuando ponga en marcha su ansiada Exponabo. Belloch es un hombre de recursos. Siendo ministro, unió Justicia e Interior en una única cartera. Y si le hubiesen dejado estoy seguro que hubiese reunido en uno el resto de los ministerios a fin de lograr tener mucho más poder, mejor dicho, el poder único. Pero, ¿qué piensa ofrecer ahora a la Chunta Aragonesista para que tal agrupación regionalista le permita continuar en el cargo? El trinomio PSOE-IU-CHA, que es el principio del empezose, podría terminar a muy corto plazo con el final del acabose, como decía Mafalda y como cuentan que aconteció con el rosario de la aurora. Pero como Belloch (que sabe de leyes, de bicicletas y de tranvías, aunque no demuestre un gran fervorín en rezar a coros letanías lauretanas y trisagios ni en andar estaciones) no sabe la que le espera si se coaliga con Juan Martín, Carmelo Asensio, Leticia Crespo y el resto de la banda del botijo, trataré de explicar a grandes trazos lo que he leído sobre el rosario de la aurora en la web “Sección Femenina”: “Parece ser que a principios del siglo XX era costumbre realizar el rosario a estas inhumanas horas por la zona de San Francisco el Grande recorriendo las calles cercanas a esta iglesia. En uno de estos rosarios se encontraron dos grupos de fieles avanzado por la misma y estrecha calle en sentidos opuestos. Ambas pías facciones reclamaban que el grupo opuesto dejase expedito el camino invocando su derecho de antigüedad sin que la caridad cristiana y la humildad asomasen en ninguno de ellos. El resto, puede imaginarse. Acabaron a farolazos con intervención de las fuerzas de seguridad”. En fin, Belloch, si consigue mantener su sillón en la alcaldía se ahorrará la vergüenza de tener que dar muchas explicaciones al popular Eloy Suárez, candidato más votado, que exigiría hacer una auditoría interna al día siguiente de ocupar el despacho de la plaza del Pilar. Belloch es conocedor de que el Ayuntamiento de Zaragoza se encuentra en una situación económica calamitosa y le conviene que nadie mire debajo de las alfombras.

lunes, 30 de mayo de 2011

Descarrilados


También es mala suerte. Resulta que en Aragón, donde nunca pasan cosas importantes, donde nada de lo que acontece por estos pagos sale en los medios de comunicación, donde una de nuestras provincias ha tenido que utilizar el eslogan de “Teruel existe” para que los políticos de la Corte sepan que hay vida al sur de Zaragoza, en Aragón, digo, nos acaba de mirar el tuerto. Hoy tenía prevista su visita a la capital del Ebro el jurado que deberá elegir la Capital Europea de la Cultura de 2016. Pues nada, hoy, precisamente hoy, descarrila un tren “Avant” en Calatayud y se bloquea durante varias horas el tráfico del “Ave” Madrid-Barcelona, para que lleguen con varias horas de retraso cuatro de esos miembros del jurado encabezados por el austríaco Manfred Gaulhofer. Ya veremos cómo cierran sus impresiones tras el descarrilamiento del tren en Calatayud y el asunto de los pepinos envenenados en plena efervescencia. Por lo pronto, cuando lleguen al Ayuntamiento de Zaragoza se encontrarán con los acampados del Movimiento 15-M reflexionando o abriendo turno de palabra delante de la puerta. Zaragoza, más que capital de la Cultura es la capital de un desierto. Los apoyos políticos, empresariales y sociales para la candidatura a Capital Europea de la Cultura quedan muy bien sobre el papel, pero nuestra región, mal gobernada dentro y peor valorada fuera, cuenta con una capital de provincia, la única existente hoy en España, que no dispone todavía con ferrocarril directo con Madrid. Y nuestro grito ante la injusticia se pierde como el ruido de un disparo de escopeta entre los cerros del desierto de Monegros. A este paso, día llegará en el que las enciclopedias señalarán a Teruel sólo como mera referencia de refriegas de combates entre hermanos en la última guerra civil y como territorio donde antaño se explotaron minas de carbón. Y eso da mucha pena. Pretendemos dar de tejas para afuera una impresión distinta a nuestra propia realidad. Nos hemos convertido en lo más parecido a aquellos tipos carpetovetónicos de pan pringado que, para hacer ver que veraneaban en San Sebastián, cerraban las celosías de sus ventanas durante todo el verano y procuraban no salir de casa.

domingo, 29 de mayo de 2011

Fiambres, embutidos y todo eso


Leo en El País que “el Consejo de Ministros ha aprobado hoy (por ayer) la creación de una comisión de expertos que en un plazo de cinco meses deberá decidir qué hacer en el Valle de los Caídos y sobre todo, si los restos de Franco deben permanecer o no en el mausoleo para que pueda convertirse en un lugar de memoria y reconciliación”. Esto es algo parecido a lo que sucedía en la posguerra cuando, al carecer de frigoríficos, guardábamos la comida en la fresquera. Llegaba un momento en el que, al estar atenazados por la duda de si las albóndigas sobrantes del día anterior eran todavía aptas para el consumo sin sufrir un tremendo sarpullido, se las dejábamos oler a todos los miembros de la familia para que opinasen si éstas, las albóndigas, se podían comer todavía o había que tirarlas al cubo de la basura. Había disparidad de criterios. Unos decían que todavía eran comestibles, sin duda atenazados por la hambruna calagurritana. Otros, los más hipocondríacos, que había que deshacerse de ellas. Al final se las comían y hasta untaban pan en la salsa a la voz de “¡que sea lo que Dios quiera!”. Pues bien, con Franco sucede algo parecido. La comisión de expertos tiene cinco meses por delante para olisquear el “fiambre” del dictador y decidir qué se hace con sus restos. Curiosamente sobre el otro “fiambre”, el de José Antonio Primo de Rivera, no se dice nada, pese a estar enterrado con idénticos honores delante del altar mayor. Parece ser que entre morir en una cama del Hospital de La Paz y ser fusilado en la prisión de Alicante la cosa cambia. A Virgilio Zapatero, a José González-Trevijano, al monje benedictino Hilari Raguer i Suñer, al arzobispo emérito Fernando Sebastián Aguilar, entre otros, corresponderá ahora saber diferenciar entre un fiambre de un embutido, si deben exhumar los cuerpos de Franco y de José Antonio, o sólo el de Franco. Me temo que finalmente lo dejarán donde reposa, en esa fresquera de la Historia, para no herir susceptibilidades en el búnker y, como decían aquellos familiares de la posguerra frente a la cazuela de albóndigas en dudoso estado de conservación: “¡que sea lo que Dios quiera!”.

viernes, 27 de mayo de 2011

Juan Ignacio Zoido


Veo correcto que el recién elegido como nuevo alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, haya anunciado que desea adoptar nuevas medidas cuando tome posesión de su cargo. Yo me había alegrado, suponiendo que iba a desmontar las “setas” de la Encarnación antes de que se cayesen solas, que camino llevan, o que iba a regular el tráfico de bicicletas por las calles estrechas, esas del estilo de Puente y Pellón o de los Hermanos Álvarez Quintero, en evitación de que un ciclista pudiese llevarse a un peatón por delante, pongamos por caso, cuando saliera de cambiar el agua del radiador de la oficina de las tripas en la “bodeguita Romero”. Pero no. Lo que Juan Ignacio Zoido pretende es cambiar los azulejos de una calle que Alfredo Sánchez Monteseirín le dedicó a la actriz Pilar Bardem en 2009, y ponerle otros azulejos, no sabemos dónde, a Antonio Burgos. Hombre, está claro que Antonio Burgos no sólo merece una calle en Sevilla sino que, si por mi fuese, ya le habría colocado una estatua como la de doña Cayetana, no en los Jardines de Cristina, que es un buen sitio, sino en el centro de la Plaza Nueva; y otra en Cádiz, que es La Habana con más salero; y otra en La Habana, que es Cádiz con más negritos. Pero quitarle a Pilar Bardem su calle de Sevilla tampoco es de recibo. De acuerdo que la cruza Cardenal Bueno Monreal y que le sigue a Felipe II, que fueron dos autoridades de mucho peso, pero se contrarresta con las próximas de José Saramago, el que dijo aquello de que "Dios es el silencio del universo, y el ser humano, el grito que da sentido a ese silencio"; y la de Malvaloca, que “era por toas sus esquinas una flamencona de vaya por Dios”. O sea, que Juan Ignacio Zoido debería sopesar los pros y los contras de su decisión antes de quitar los azulejos a Pilar Bardem, aunque naciese en Sevilla por casualidad. Pilar Bardem pertenece al club de la ceja de la misma manera que Estrellita Castro fue afecta al cenáculo del caracolillo. Juan Ignacio Zoido ha leído el “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías” y se ha puesto a recitar: “¡Que no quiero verla!/ Que mi recuerdo se quema. / ¡Avisad a los jazmines/ con su blancura pequeña!”. Y en eso está.

jueves, 26 de mayo de 2011

Ferraz, o la Sala de Cabildos del Zócalo


Los militantes de base desean un congreso extraordinario y el presidente Rodríguez Zapatero y la mayoría de los barones del partido prefieren unas primarias. Pero eso de las primarias a los militantes de a pie, a los del “tú pega carteles, paga la cuota y sé bueno”, se les antoja que es cosa de los americanos y que en España lo que se estila es la reunión de pastores frente a la oveja muerta. Los barones del partido suelen ser esos reyezuelos autonómicos con poder bastante para derrochar hasta límites insospechados en el ámbito de sus territorios; que se enrocan para seguir presentes en sus respectivos cortijos, donde crean y suprimen empresas públicas de escaso rendimiento; que intervienen en las cajas de ahorro; y que ofrecen puentes donde no existe río. Pero las bases, que hasta ahora fueron sus necesarios corifeos, se han dado cuenta del tremendo batacazo en las municipales y autonómicas del pasado domingo, e intuyen que tal derrota sólo es el preámbulo de lo que está por llegar dentro de unos meses, o sea con las generales. El PSOE está descompuesto y no existe fórmula magistral que alivie sus males. Chacón anunciaba esta mañana que no irá a las primarias. Y su aparente abatimiento era como si estuviese anunciando a los televidentes: “Españoles, el PSOE ha muerto”. Algo similar a lo que hizo Arias en la madrugada del 20 de noviembre de 1975 cuando anunció a los insomnes españoles la muerte de Franco. Los pucheritos de Chacón y los pucheritos de Arias eran de alguna manera como los pucheritos del niño travieso que espera un severo castigo por sus malas notas de clase. Pero no se preocupen, que el PSOE no ha muerto. Ha quedado exánime y se repucha en tablas como los toros muy heridos que aún lanzan tremendos gañafones. Los que acaban de morir por mor de la afición son los componentes de la ejecutiva de ese partido, quienes desde el pasado domingo se reúnen en Ferraz para arropar a Zapatero. Ferraz ahora, a mi entender, es lo más parecido a la Sala de Cabildos del Zócalo, en Ciudad de México, donde en 1945 se arropaba a Diego Martínez Barrio o a José Giral desde un Gobierno en el Exilio. Los socialistas necesitarán hacer la larga travesía del desierto pero con nuevas caras al frente. Los ciudadanos no les han dado la espalda el pasado domingo. Simplemente no les han votado. No existen votantes de izquierdas y votantes de derechas. El voto es del ciudadano, personal e intransferible, y cada cuatro años se lo presta al partido que entiende resolverá mejor sus problemas. Ahora es el partido socialista y aquellos que conforman su ejecutiva los que tienen un tremendo problema. Pero, curiosamente, aquí nadie dimite. Ni Rubalcaba ni Chacón están habilitados para ocupar la plaza de secretario general ni tampoco para ser aspirantes a la presidencia del Gobierno. Ambos, tanto el jefe de los guardias como la jefa de los soldados, han sido parte del problema y están obligados a acompañar a Rodríguez Zapatero en su destierro político. Comprendo que la travesía del desierto es dura. No les neguemos el agua.

martes, 24 de mayo de 2011

Terminar lo empezado


Señala Ignacio Escolar en "Público" que “se equivocan en el PSOE quienes creen que la solución a esta debacle pasa por evitar el debate interno y descafeinar las primarias. (…) El divorcio entre el PSOE y sus votantes es tan grande que su única salida es una refundación: un nuevo rumbo, no sólo una nueva cara”. Ahora llegan los desafíos en el Parlamento. El acostumbrado “¡y tú más!”. La Derecha saca pecho. Sáenz de Santamaría invita a Zapatero que se someta a una moción de confianza. ¿No sería mejor que el PP lanzara el órdago de una moción de censura? No se atreven. Conocen sus debilidades para “adelantar los deseados acontecimientos” y su posible falta de apoyo en el Congreso de los Diputados les frena su aparente subidón de adrenalina con ese tapete ciano con el que acaban de cubrir España. El Gobierno Zapatero, y eso lo dice hasta el “Financial Times” necesita los diez meses que le quedan por delante para concluir las transformaciones necesarias. Ese diario insiste en que el PP, “en lugar de pedir elecciones, lo que debería hacer es apoyar al Gobierno en sus reformas”. Pero los conservadores no ayudan. Tienen un lema obsesivo: “cuanto peor, mejor”. Y así no vamos bien. La vía muerta nunca conduce a la siguiente estación de destino.

lunes, 23 de mayo de 2011

Final de ciclo


Lo sucedido ayer en España lo anunciaban las encuestas. No hubo sorpresas. El Partido Popular ha tapizado de azul una Piel de Toro sobre la que vuela majestuoso el albatros neoliberal. Extremadura y Castilla-La Mancha también han dado un golpe de timón. Me viene ahora a la cabeza, sin saber muy bien por qué, don Benito Pérez Galdós y sus Episodios Nacionales. Concretamente “Trafalgar”, ahí donde se cuenta: “Desde que salimos de Cádiz-dijo Malaspina- Churruca tenía el presentimiento de este gran desastre...” La democracia mide sus fuerzas en las urnas y el bipartidismo ya no existe, al menos de momento. Ahora las preguntas que nos hacemos los españoles son las siguiente: ¿Para cuándo las generales? ¿Es necesario mantener la agonía del enfermo Zapatero? ¿Resolverá dentro de diez meses Rajoy los males de este país? Las dos primeras preguntas son irrelevantes. Da igual. La tercera es más peliaguda de remediar. Es difícil encontrar la medicina necesaria con cinco millones de ciudadanos desempleados. Las ideas keynesianas que expone la Derecha en todos sus discursos, sugiere una relación inversa entre inflación y empleo. A mi entender, el voto dado ayer al partido conservador es como un cheque en blanco a sus dirigentes para hacer ajustes de caballo: el copago sanitario, las inyecciones de dinero del contribuyente a las pymes (aún a sabiendas de antemano que éstas ni crearán empleo ni invertirán en I+D+i); la facilidad para despedir trabajadores con menores indemnizaciones amparándose, las más de las veces, en balances de resultados miserablemente amañados y poniendo como ejemplo el “sistema americano”, sin saber en qué consiste; la práctica de convenios colectivos de miseria; etcétera. Por otro lado, el Gobierno que, presumiblemente, salga de las urnas, aplicará las políticas macroeconómicas recomendadas por los ideólogos neoliberales, es decir, políticas monetarias y fiscales restrictivas, liberación del comercio, privatizaciones públicas (que ya quedan pocas), y desregularización de determinadas reglas que inhiben la actividad económica. Los voceros de la Derecha suelen aprovecharse de la incultura de muchos ciudadanos, que a pesar de todo le vota sin pararse a leer la letra impresa de los programas políticos, para invitarles a hacerse planes de pensiones por si “acaso” quiebra la Seguridad Social; a suscribir, también, seguros de atención hospitalaria privados, por si “acaso” un día ingresan en un hospital y se ven abocados a permanecer en un pasillo entre corrientes de aire y sábanas sucias; y seguros del hogar, por si “acaso” los maleantes (que, curiosamente, para ellos siempre son individuos del Este europeo) entran en sus casas y se las destrozan; etcétera. Esos voceros, los que están en contra de una muerte digna, los que justifican los 10.000 millones de euros que recibe la Iglesia Católica por lavar sus conciencias, los que desprecian la enseñanza que se recibe en los colegios públicos, los que ven como un crimen execrable la decisión individual de toda mujer a la hora de interrumpir el embarazo, los que anteponen escrúpulos de conciencia a los ensayos clínicos sobre células madre, los que no comprenden las bodas entre parejas del mismo sexo; los que anteponen las homilías dominicales a la Ley, esos voceros, digo, son los que está detrás del telón del teatro patrio, entre bambalinas, esperando a que transcurran diez meses para el asalto final al poder omnímodo. Y lo obtendrán. Seguro que sí. Se admiten apuestas.

viernes, 20 de mayo de 2011

La peineta


La Derecha en campaña electoral puede hacer los mítines que le venga en gana siempre que haya gente que escuche lo que prometen. Incluso Rajoy ha dicho, sin que nadie se lo haya tenido en cuenta, que los “pepiños” florecen por doquier. Él sabrá a qué se refiere. Lo que no es admisible de ninguna de las maneras, lo que produce rubor a los demócratas, es que Federico Trillo-Figueroa, actual responsable de Justicia del PP, el mismo que ordenó el asalto a la isla de Perejil como si hiciese la guerra de Gila, el responsable supremo en la vergonzosa falsificación de las autopsias de los fallecidos en el “Yakovlev 42” cuando ocupaba la cartera de Defensa, se ha permitido ahora hacer una peineta a un grupo de ciudadanos indignados con lo que significa el bipartidismo, a la salida de un acto electoral junto a Francisco Camps. Trillo-Figueroa, hijo de un gobernador civil franquista y miembro del Opus Dei, se ha cubierto de gloria. La peineta, ese gesto obsceno propio de mafiosos y barriobajeros le ha cubierto de gloria. El imputado por el caso “Gürtel” y ese personaje de opereta y sacristía, son dos patas del mismo banco. Ambos se pasan la Democracia por el forro de los cataplines y su aparente euforia pone de manifiesto una gran inseguridad. Rajoy dice que se apunta al movimiento del 15-M y Trillo hace la peineta con el dedo corazón a quienes están hundidos en el pozo de la desesperanza. Y ese señor dice ser miembro numerario del selecto grupúsculo de los fieles seguidores de Escrivá de Balaguer. Pues vale. A mi entender, Mariano Rajoy debería haberlo cesado de inmediato. Pero el aspirante a convertirse en el nuevo inquilino de La Moncloa tiene anchas tragaderas o, sencillamente, no se entera de nada. Utiliza la suerte de don Tancredo. Todo su mérito consiste en quedarse quieto a la salida de chiqueros subido en un pedestal esperando que el toro no le embista. Como Fernán Gómez en la película “El inquilino”, o la conocida descripción que hizo don Pío Baroja de un ambiente madrileño de pobreza, miseria y sordidez en su novela “La busca”.

miércoles, 18 de mayo de 2011

A tumba abierta


Estamos a cuatro días de las elecciones municipales y autonómicas. Señala Carnicero en su bitácora, y a mi entender señala bien, que “los ciudadanos no sólo no se sienten representados por los partidos tradicionales sino que empiezan a pensar que son un problema de la democracia. Los jóvenes se han dado cuenta de que su carrera universitaria no ha servido para nada; los desempleados de larga duración intuyen que nunca se podrán recolocar, salvo que acepten salarios de miseria; los hipotecados son conscientes de que, aunque un juzgado proceda al lanzamiento de su casa y se queden con los muebles en medio de la calle, seguirán siendo deudores durante varias décadas de la entidad de crédito que les dejó sin piso y que, más tarde, intentará revender a otro pardillo que acepte otra escandalosa hipoteca con “suelo” de cemento armado; a los jubilados les asusta la propuesta lanzada por la derecha sobre su pretensión del copago sanitario; y las listas de espera en los hospitales son escandalosas. Frente a ellos, permanecen quietos como estatuas los partidos políticos que detentan poder y que les miran como si fuesen leprosos. “El poder –sigue diciendo Carnicero- tiene un acido corrosivo de la memoria. Quienes lo alcanzan y se suben a un coche oficial, se olvidan de que existe el metro y los trenes de cercanías. El universo en que habitan está contaminado por la insensibilidad: y, de repente, un día sienten que están llamados a hacer su voluntad, olvidando sus compromisos y sus promesas; se instalan en la nube de los elegidos y observan a los mortales cómo si fuéramos hormigas”. Ante ese sindiós imperante, acaba de aparecer el movimiento ¡Democracia real,Ya!, que es como un grano en culo en el seno de los poderes Ejecutivo y Legislativo. Y al PSOE, esa media naranja que junto a la otra media del PP conforman un todo, se le rompen de pronto los esquemas. Se dan cuenta de que los ciudadanos están descontentos y comienzan a despertar de su larga modorra. Y con un cinismo indescriptible, pretenden conseguir para su partido político el voto de los desesperados. ¡Hace falta ser sinvergüenzas! La madrileña Puerta del Sol, la barcelonesa Plaza de Cataluña, o la zaragozana Plaza del Pilar, son una muestra viva de que el desafecto por los partidos ya no está controlado por el miedo. No hay nada que perder cuando nada se tiene. Por unas municipales salió de España un nefasto Alfonso XIII que se puso bajo el palio del golpista Miguel Primo de Rivera. No hay que olvidar la historia. Otras municipales, las del próximo domingo, pueden ser el comienzo de algo todavía sólo hilvanado, o en trance de ser larva, y que ya comienza a tomar cuerpo. Desde luego que no se van a venir al suelo los palos del sombrajo del corrupto “establishment”. La metamorfosis será complicada, pero al final confiamos en que aparecerá la mariposa.

La pluma


Es bien conocida la antipatía personal que supuestamente existió, por un lado, entre quién a lo largo de su dilatada existencia ocupó fugazmente plaza de médico en el balneario de Cestona, ofició de panadero en Madrid y escribió novelas insuperables; y, por otro, el considerado como padre del Modernismo. Me refiero al español Pío Baroja y al nicaragüense Félix Rubén García Sarmiento, más conocido por el pseudónimo de Rubén Darío. Quizás Unamuno y Baroja, ambos vascos, fueron los escritores de la Generación del 98 que menos entusiasmo tuvieron por la obra del autor de “Azul”. Se cuenta que Darío habría dicho de Baroja: "Es un escritor de mucha miga, Baroja: se nota que ha sido panadero", y este último habría contraatacado con la frase: "También Darío es escritor de mucha pluma: se nota que es indio". Y ahí quería yo llegar, al asunto de la pluma. Determinada prensa de la Derecha lleva ya varios días dando la tabarra con la pluma municipal, o sea, con la pluma del Ayuntamiento de Onteniente. Un asunto sin importancia, que a todos nos ha ocurrido alguna vez por despiste, mueve ríos de tinta en la derechona más rancia con la única finalidad de “acusar” al ministro José Blanco de cleptómano. José Blanco, en calidad de ministro de Fomento, visitó oficialmente en noviembre pasado la ciudad de Onteniente para poder firmar un acuerdo donde se interesaba la restauración de un pórtico del Palacio de la Villa. Después de firmar en el Libro de Honor del Ayuntamiento, de forma instintiva y sin malicia alguna, se guardó la pluma “montblanc” en el bolsillo interior de su americana. Es caso es que el pasado día 9 de mayo José Blanco volvió a esa ciudad y a nadie le consta que la alcaldesa del PP, Lina Insa Rico, le pidiera al ministro la devolución de la pluma en cuestión, valorada en 300 euros. Pero, claro, a una semana de las elecciones autonómicas y municipales, queda bien que el PP y la prensa de la caverna acusen solapadamente al ministro José Blanco de cleptómano irredento. Precisamente los políticos valencianos… ¡Mandan huevos!

martes, 17 de mayo de 2011

Sobre un dibujo de García Lorca


Un dibujo de Federico García Lorca, “Autorretrato en Nueva York”, que salió a la puja en pasado 12 de mayo en la casa Alcalá Subastas, de Madrid, se ha quedado sin comprador. Según leo en ABC, “el dibujo de tinta sobre papel, fechado entre 1929 y 1931, apareció en la primera edición en habla hispana del poemario «Poeta en Nueva York» y desde 1947 formaba parte de la colección familiar del compositor Juan Vicente Lecuna. Se acompañaba en el mismo lote una carta mecanografiada por José Bergamín en 1947 en la que explicaba que Lorca le había entregado el dibujo en 1936. A mi entender, pese a que el precio de salida era abultado (60.000 euros), el Estado debería haberlo adquirido. Por un lado, un dibujo de Federico García Lorca es algo irrepetible, tan irrepetible, pongamos por caso, como el “Libro de los gorriones” de Gustavo Adolfo Bécquer. Y ese libro sí está donde le corresponde. Por otro lado, España, que por fortuna es hoy un Estado democrático y de derecho, tiene una deuda histórica irreparable con el poeta granadino. En el dibujo en cuestión, (y vuelvo a trasladar a mi blog lo que señala ABC al respecto) “aparecen representados los rascacielos de Nueva York que, en lugar de ventanas, presentan números y letras del abecedario y que Mario Hernández, estudioso de la obra de Lorca, relaciona con el poema «Nueva York. Oficina y denuncia». Por su parte, Helen Oppenheimer, experta en obra gráfica del poeta, apunta que las cuatro bestias fantásticas recreadas por el poeta en este dibujo simbolizan la opresión de las minorías de color en Estados Unidos”.

Me causa tristeza comprobar cómo el Gobierno que preside Rodríguez Zapatero, que a lo largo de un dilatado mandato de casi ocho años no tuvo el menor empacho en derrochar el dinero del contribuyente en peregrinas actuaciones que causaron estupor en el común de los mortales, que entregó lo que no está escrito a catalanes, vascos y canarios a cambio de poder seguir teniendo los apoyos necesarios en el Congreso, y que nos mintió con los cuatro millones de dólares entregados a unos piratas somalíes en el rescate del Alakrana. Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, no quiero que alguno se vaya de rositas, que aquí cuando algo no interese que se ventile, se “clasifica”, como sucede en Estados Unidos con el tema de los ovnis. ¡Joder, luz y taquígrafos! Pues bien, a nadie se le escapa que, la sentencia de la Audiencia Nacional que condenó a 439 años de prisión a los dos piratas somalíes Cabdullahi Cabduwily, alias 'Abdu Willy', y Raageggesey Hassan Aji, asegura "sin duda alguna", que "no ha sido la empresa armadora sino organismos públicos vinculados al Gobierno español quienes han satisfecho la cantidad que se ha abonado por la liberación de los tripulantes y el propio pesquero". El magistrado reclamó en tres oficios datos al Servicio de Información de la Policía, a la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil y al CNI. Las contestaciones ofrecidas sólo permitieron averiguar que la empresa armadora del buque atunero "no realizó ningún pago". Los servicios de inteligencia se limitaron a indicar que "no era posible legalmente informar sobre lo solicitado" ya que la cuestión había sido declarada clasificada por el Consejo de Ministros. Pues bien, una vez puestos los puntos sobre las íes en el feo asunto el Alakrana, sobre el que supuestamente se ha mentido de lo lindo, este Gobierno, digo, ha sido cicatero a la hora de pujar por el dibujo de Lorca. La ministra de Cultura, por lo que se desprende de esa vergonzosa falta de interés en la subasta del dibujo de Lorca por falta de puja, está muy ocupada con la Ley Sinde. Tan ocupada, que la Biblioteca Nacional se quedará huérfana de algo que nos pertenece por entero a todos los españoles. La Ley Sinde, en cambio, sólo trata de amparar a la depredadora SGAE. Esa es la diferencia.

lunes, 16 de mayo de 2011

Todo a punto


A cada cartero de España que se preste a ello se le hace entrega de 6 céntimos de euro por cada carta de propaganda electoral que inserte en los buzones de los domicilios particulares, o sea, 9,98 antiguas pesetas. ¿Quién paga tal dispendio? Por supuesto, los españoles. Mientras, “González y Aznar -como cuenta El País en su edición de hoy-, reunidos ayer en el Ayuntamiento de Madrid para recibir la medalla de oro de la capital, escenificaron su visión diferente de España”. Mal fecha la de hoy, 16 de mayo, para el recuerdo. Dicen que no hay quinto malo. Que se lo cuenten a Joselito Gómez con aquel toro de Ortega. El quinto. Sí, sí hay quinto malo. Bailador, negro, pequeño, con poder y burriciego. Ojo con los burriciegos, que por las plazas de toros se asoman ahora los líderes de todos los pelajes pidiendo el voto para su partido, algunos a la desesperada, como esos rezos que la madre asustada pide al santo de su devoción para que cure la tos ferina de su niño pequeño. Si se cura, la madre promete entregar un ex voto. Si les damos el voto a los políticos, éstos nos ofrecen puente donde no hay río y el ex voto se traduce luego en ese “ahí te quiero ver, morena”, que de lo dicho, nada de nada. Aquí ya no se conforman los aspirantes a conseguir ayuntamientos, sino que intentan cambiar el rumbo político de las comunidades autónomas. Castilla-La Mancha y Andalucía casi están en el bote de Cospedal y de Arenas; Asturias, depende de la sombra de Álvarez Cascos, que es alargada. Aragón parece que se salva, si el PSOE se ayuda en su S.O.S de la CHA e IU, para hacer un pan como unas hostias con un tripartito, o de la bisagra de costumbre si saca los votos suficientes; quiero decir, de esa charnela del PAR que “funciona” de aquellas maneras desde que José Ángel Biel se agarró a su silloncito oficial hace “tropecientos” años con parecida fuerza a la del mejillón-cebra en las paredes de la presa de Mequinenza. En Castilla-León, más de lo mismo. En Cantabria podrá seguir Revilla de presidente, como exigencia necesaria para que pueda gobernar el PSOE. Etcétera. Todo un revoltillo de amenidades. De lo que no hay duda es que la propaganda electoral, esa de la que el cartero se lleva 6 céntimos de euro, la mando directamente a la papelera. Esos céntimos habría que dárselos, supongo, al ciudadano que sufre el envío de tanto papel inútil en el buzón de su casa. Las promesas de los políticos en época de campaña es lo más parecido a esas promesas que el marinero hace a su amor de cada puerto.

sábado, 14 de mayo de 2011

Urinarios


Juan Alberto Belloch no deja de sorprenderme. Ahora resulta que piensa hacer un convenio con determinados establecimientos hosteleros de Zaragoza para que puedan facilitar el acceso a sus urinarios sin que el poseedor del apretón tenga que tomar consumición obligatoria. La contrapartida parece ser que consistirá en que, aquellos establecimientos que suscriban el convenio, deberán disponer de una placa de aviso en la entrada y se beneficiarán de una reducción municipal en las tasas de agua. ¿Qué les parece la idea? Me hubiese gustado saber, de haber vivido hoy, qué opinaría sobre el particular José Antonio Garmendia, autor de “La taberna del Trágala”, por donde aparecían personajes como el Beni, el Cojo Peroche, el Loqui de Triana, que le pedía al señorito don Joaquín que le diera otra “patá”, que aquella le había sabido a poco; o Eduardo Balbontín, que al contemplar el mar dijo; “Ojú la que ha tenío que caer esta noche…”. Es importante que existan urinarios públicos en todos los sitios para los que vamos flojos en el grifo de la minga. Tengo un conocido que siempre hablaba mal de los curas hasta el día que descubrió los urinarios que existen en una de las puertas que dan al Ebro, dentro de la basílica de El Pilar. Desde entonces suele hacer visitas a la Pilarica varias veces al día y con mucha devoción. No sé si rezará en el camarín de la Virgen, o en la hornacina de san Pancracio, pero sí me consta que exonera la vejiga y sale del recinto sagrado con cara complaciente, como la que pintan a san Tarsicio. Cuenta Garmendia en ”La taberna del Trágala” que “una noche fueron el Beni y el Cojo Peroche a un cine de verano de la Alameda de Hércules, uno de los muchos que por aquel entonces proliferaban en Sevilla, cines de pipas de girasol, de higos chumbos, y de esmerado servicio de nevería. Proyectaban, como siempre, una película del Oeste, una película de indios, como le llamaban a todas las de Yon Vaine y Gari Cupe. La tal película de tiros era de tiros en cantidad. En medio de una batalla campal entre los buenos y los malos, con tantísimos disparos que el cine olía a pólvora, ese Cojo que se levanta de su silla de enea. Y con aquella voz, dificultosa e inconfundible como su cojera, va y le dice al compadre: --Beni, yo me voy a mear. Cúbreme”.

Corral de comedias


Ahora resulta que la Delegación del Gobierno en Madrid autoriza la manifestación que los ateos tenían programado para el pasado Jueves Santo. Y la autoriza para mañana, 13 de mayo. No sé por qué me ha venido a la cabeza la cancioncilla aquella de “El 13 de mayo la Virgen María / bajó de los cielos a Coya de Iría./ Ave, Ave, Ave María...” Y es que uno, aunque con los años se escore peligrosamente hacia el influjo que ejercen los librepensadores, no puede olvidar lo que aprendió de niño en la ya lejana época del nacional-catolicismo, cuando Franco entraba en las catedrales bajo palio y los obispos alargaban el brazo a la romana con el roquete de encajes sobre la púrpura y el solideo tapándoles el colodrillo, que es por donde se escapa si no se tapona debidamente esa fe que nos conduce a creer en lo que no vemos. Mañana, día en el que la Iglesia Católica celebra las apariciones de Fátima a unos pastorcillos, por la céntrica calle madrileña de Lavapiés, perteneciente al popular barrio de Embajadores, procesionarán ateos, librepensadores y artistas a la violeta para manifestar su falta de creencias, que también merecen respeto. Lo que sucede es que, algunos, por no creer, ya no creen ni en ellos. Curiosamente por esas céntricas calles donde estuvo asentada la judería hasta 1492, circularon más tarde los castizos “manolos” y “manolas” debido a que con el nombre de Manuel se bautizaron muchos judíos para poder permanecer en España. Y aquellos “manolos” de Lavapiés rivalizaron con los “chulapos” de Malasaña, lo que motivó los más diversos argumentos para el desarrollo de nuestras más entrañables zarzuelas. En el Lavapiés de hoy prima eso que se ha dado en llamar multiculturalidad, donde todo está bien visto, desde el año nuevo chino hasta el ramadán. Queda claro, por tanto, que ni a okupas, chinos, o musulmanes les importará lo más mínimo que por sus calles circulen ateos, librepensadores y hasta fans de Pilar Bardem, o de Willy Toledo, ese nuevo “crack” de la cultura cutre de corrala. Por estos pagos, católicos, librepensadores, ateos, judíos, musulmanes, budistas, taoístas y confucionistas terminaremos todos sucumbiendo en el enredo, debido a que el FMI nos ha metido en el mismo saco que Grecia, Irlanda y Portugal; a que determinados países ricos estudian modificar el actual Tratado de Schengen; y, también, a la galopada imparable de la xenofobia en Europa. Ya nada transmite magnetismo, elasticidad ni aplomo en este corral de comedias aunque nos hisopen con agüita de Coya de Iría. Vamos, seguro oiga.
--------------------------------------------------------------------------------

N. del A.- Este post fue publicado el pasado día 12 en su sección habitual “A la intemperie”. Por causas difíciles de entender; es decir, por problemas técnicos en Google, desapareció misteriosamente para asombro del autor del trabajo a las pocas horas de ver la luz. Pero, curiosamente, al restablecerse el servicio tampoco apareció en las pantallas. Hoy, 14 de mayo, lo vuelvo a publicar en la confianza de que aparezca.


--------------------------------------------------------------------------------

miércoles, 11 de mayo de 2011

Corcuera


Lo sucedido el pasado día 6 en la Feria de Abril, cuando José Luis Corcuera quiso entrar al Real por el sitio que lo hacen los coches oficiales y los taxis, cuando ni iba en coche oficial ni había tomado un coche de alquiler, pone de manifiesto los malos modos de un electricista afiliado a la UGT y en su día aupado a ministro y del que sólo nos acordamos los ciudadanos cuando nos viene a la cabeza el tenebroso tema del GAL por el que tuvo que dimitir en 1993, y la Ley Corcuera, o sea, de la Ley de la Patada en la Puerta. Pero, ¿quién se acuerda hoy de Corcuera? Les digo la verdad: si no se hubiera muerto Manolo Caracol y viera a semejante personaje intentando entrar por la brava a una caseta para tomar unos rebujitos, pensaría que se trataba de su hermano gemelo, o de un cantante de ese arte que en el Sur llaman “jondo”, a punto de la apoplejía, que llega tarde a su cita y corre dispuesto a sentarse en una silla de enea frente a un catavinos de Fino La Ina, para arrancarse por fandanguillos y soleares al estilo del Niño de Pradoluengo. Manuel Torre, recordado con cariño hace sólo un par de días por José Luis Montoya en su columna de ABC de Sevilla por haberle sido colocado un azulejo en la puerta de su casa, dijo que “tó lo que tiene soníos negros tiene duende”. Estaba en lo cierto. Pero en el caso del electricista Corcuera la cosa cambia. En Corcuera, todo lo que tiene sonidos negros huele a la alargada sombra de Lasa, Zabala, Santi Brouard y Segundo Marey. El uso indebido de dinero por parte de su ministerio debería haberle avergonzado por los siglos de los siglos, amén. Pero no. Corcuera llega ahora al Real de la Feria y le dice al policía local que él no tiene intención de enseñar papeles. ¿Se acuerdan de “mienmano”? Pues otro que tal baila. El “yo sí te estoy amenazando y no me voy a identificar”, espetado por Corcuera levantando la voz a un policía local que sólo hacía su trabajo, me recuerda el archiconocido “usted no sabe con quién está hablando”, que lanzaba el cavernícola del búnker de fino bigotillo al primero que se cruzaba en su camino. En fin, no merece más comentarios el talante de este sujeto. Faltó un tris para que Luis Roldán le sustituyera en el Ministerio del Interior. Apaga y vámonos.

lunes, 9 de mayo de 2011

Déjense de pamplinas


Berto Romero, en su blog, nos recuerda el chiste del humorista Vergara aparecido en Público el pasado día 3 en su viñeta. En ella, unos ancianos escuchaban estupefactos en la tele: “el presidente Obama aseguró que la muerte de Bin Laden hace del mundo un lugar más seguro y declaró la alerta máxima en todo el país, ante posibles represalias terroristas”. El histerismo colectivo norteamericano ya produce risa a este lado del Atlántico. Los “guardianes del mundo” son capaces de decir una cosa y afirmar la contraria simultáneamente ante el estupor generalizado de unos europeos que vamos de vuelta y que sabemos que los americanos siempre se meten en fregados fuera de su territorio, para que los “daños colaterales” sean nulos en Kansas, en Oregón y en Ohio, por citar sólo a tres Estados de entre cincuenta. Pero los europeos lo que deseamos es ver la foto de Bin Laden muerto para asegurarnos de que no nos mienten, como lo hicieron cuando dieron la vuelta al mundo con la foto de aquel pavo horneado, con una grandiosidad sólo comparable con los pollos aparecidos en los sueños de Carpanta, y que nos enseñó Bush hijo en una bandeja durante una visita a sus tropas destacadas en Iraq. Resultó que aquel pavo era de plástico. O el tema de las fotografías de los cormoranes untados de petróleo, en tiempos de Bush padre, que también dieron la vuelta al mundo, cuando se demostró que era un montaje para asustar a sietemesinos. O el tema del primer viaje a la Luna en el Apolo 11, que no lo tengo muy claro todavía, o sea, que siempre hedió a montaje de la NASA. Sibrel argumenta que fue una farsa, que el fraude fue realizado debido a que existía la percepción de que si los Estados Unidos ponían un hombre en la Luna antes que la Unión Soviética, esto significaría la primera gran victoria en la Guerra Fría. Bueno, si les digo la verdad, aunque viéramos la foto de Ben Laden muerto, muchos europeos seguiríamos pensando que se trataría de un nuevo montaje. Desde el terrible suceso de las bombas de Palomares, donde se afirmó desde aquí y desde allá que “no pasaba nada”, que “no había existido peligro alguno”, lo único que los americanos y Fraga consiguieron fue que se vendieran más bañadores “meyba” en un país, el nuestro, donde los primeros turistas se aficionaban al sol achicharrante, a las tomas de jarras de sangría a la caída de la tarde y a conocer la música de Manolo Escobar cuando abordaban “golondrinas” con la piel acangrejada por su afición al sol sin la oportuna protección de “nivea”.

sábado, 7 de mayo de 2011

Sur, pabellón y almacén...


En su artículo de hoy, “Yo no soy Sur” el maestro Antonio Burgos hace un espléndido elogio de la cerveza Cruzcampo, la del dibujo de Gambrinus. Es la cerveza que más se consume en Sevilla. De ello puedo dar fe. Dice Burgos que “los sevillanos mueren y matan por la Cruzcampo”. Hombre, tampoco hay que exagerar. Es cierto que la fundaron en 1904 Roberto y Tomás Osborne Cuezala, pertenecientes a la saga de los Osborne, tomando su nombre de un templete, La Cruz del Campo, situado en los descampados sevillanos, pero en la actualidad la cerveza Cruzcampo forma parte de la multinacional holandesa Heineken Internacional, que a su vez se la compró a Guinness en el año 2000.Una cosa son nuestros deseos y otra la realidad. Yo le aseguro a usted, señor Burgos, que no moriría ni mataría por una multinacional, qué quiere que le diga… Nuestra cerveza, La Zaragozana, data de 1900 y hoy continúa siendo española. Aún a sabiendas de que es la más vendida en la hostelería aragonesa, que da muchos puestos de trabajo y que está fabricada por auténticos maestros cerveceros, tampoco moriría ni mataría por ella. Heineken, la actual dueña de Cruzcampo, es una compañía holandesa establecida en 1864, es decir, tres años antes de que se fundase el Condado de Osborne, uno de los 105 condados del Estado de Kansas, y cinco años antes de que Pío IX concediese el título de conde de Osborne a Juan Nicolás Osborne Böhl de Faber. O sea, lo de antes puede seguir siendo lo de ahora, o no. Por poner un ejemplo: yo llevo leyendo el diario ABC desde niño. Siempre estuvo en casa, además de algún periódico local. Es más, conservo la revista “Blanco y Negro” desde su fundación, cuando ya la compraba mi bisabuelo, hasta los años sesenta del siglo XX. Se supone, en consecuencia, que ABC tiene que ser algo muy entrañable para mí. Pues nada de eso. Rotundamente no. Una cosa es el ABC que siempre estuvo en mi casa y en el que yo colaboré (presumo de haber sido el único columnista diario) en su edición de Aragón entre 1991 y 1993, cuando era de la familia Luca de Tena, y otra bien distinta el ABC que hace Vocento. ¿Es peor ahora? No. Sencillamente es distinta. Pues con la cerveza sucede lo mismo. Comprendo el romanticismo de Antonio Burgos. Su afición por esa cervecita que vio siempre en las barras de bar y que bebió allí donde se encontraba. En el Sur. Perdón, en Andalucía la Baja. En su Sevilla querida. ¿Aquella cervecita es la misma que la de ahora? Si en su cuerpo, o sea, en color, en sabor y en aroma, pero no en su espíritu. Caería mejor al estómago si no fuese holandesa.

jueves, 5 de mayo de 2011

La guerra del café


Desde que al ciudadano le ha dado por adquirir esas endiabladas cafeteras que funcionan con cápsulas, el mundo ha entrado en una nueva guerra: la guerra del café. De niño recuerdo que en casa utilizaban un molinillo y todas las mañanas se ponía agua a hervir y, cuando burbujeaba, se le echaba el café recién molido y algo de raíz deshidratada, tostada y molida de achicoria que ya se había mezclado sobre media hoja de periódico del día anterior. La achicoria le daba al café un cierto sabor amargo y contaban que ayudaba a vaciar la vesícula biliar y facilitaba la digestión. No sé por qué, recuerdo también que casi siempre aquella página de periódico coincidía con las esquelas mortuorias. Luis Carandell, en su “Celtiberia Show”, mostraba una fotografía con la imagen de la pizarra de un bar en un pueblo de Andalucía, donde podía leerse: "café, 10 pesetas; café-café, 15 pesetas; y, café por la gloria de mi madre, 25 pesetas". Esto viene a cuento con el acuerdo que hizo en su día Philips Senseo con la marca “Marcilla”, de Sara Lee, para comercializar una moderna cafetera con pastillas monodosis. No contentos con los resultados de su explotación, que es fabuloso, han osado entrar en guerra con la suiza Nestlé que fabrica las cápsulas “Nespresso”. El resultado es que Senseo-Lee fabrica unas cápsulas compatibles con la que elabora la suiza, aunque a un precio más asequible para el consumidor. Al final, lo de siempre, llegará un producto de “marca blanca” y terminará con las actuales cafeteras. Eso ya pasó con las cintas de impresora, con las imitaciones de botes de cacao y con todo lo que se mueve. Los plagios están a la orden del día y es difícil luchar contra ellos. Yo sigo echando en falta aquel café de puchero, el de toda la vida, que se colaba con una manguera y que olía de manera gloriosa. Supongo que la tinta de las esquelas de la prensa en conjunción con el vapor del puchero le añadía al café recién molido más coloración y hasta las visitas, cuando las había, lo agradecían. No cabe duda de que en esta España cañí, empobrecida ayer y arruinada y disgregada hoy, como dice Manuel Martín Ferrand, las apariencias siempre alcanzan jerarquía de realidad. En este Reino de España vivimos más del fasto que de la eficacia. Hemos pasado del fasto del Café de Chinitas lorquiano al descarado plagio al estilo chino en las cápsulas de café y hasta en la forma de hacer castañuelas y botijos. Ignoro quién es hoy más torero y más gitano, como contó Lorca que dijo Paquiro a su hermano, si los de Senseo y Lee o los de Nescafé. Para mí que van de tiburoneo en la captación de mercado. ¡Allá se arreglen! Por cierto, ya que ha sido nombrado, diré que aquel Café de Chinitas fue un cafetín cantante de Málaga de pequeñas dimensiones, con seis palcos a los lados, que operó como burdel en demasiadas ocasiones y que terminó siendo cerrado por escándalo público en 1937, coincidiendo con el avance imparable de los sublevados y con la consiguiente implantación carpetovetónica casi vitalicia del nacional-catolicismo.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Antihéroes necesarios


El mundo que entendemos por civilizado se está quedando sin enemigos a los que borrar del mapa. Primero eliminó a Madmoud Hassan Usein, sobre el que se pensaba que disponía de armas químicas; ahora, aunque carezco de pruebas contundentes que lo confirmen, han puesto fin a la vida de Osama Ben Laden. Ya sólo queda en el tablero de los antihéroes del momento Muamar el Gadafi, que se resiste a que la OTAN le dé jaque mate. Lo que ya no entiendo es que a la captura y muerte súbita de Ben Laden en Pakistán la hayan denominado “Operación Gerónimo”, (así, con ‘g’, como el sillón en la RAE de Soledad Puértolas) en recuerdo de aquel jefe piel roja hostigado desde su juventud por los poderosos invasosores de un territorio que nunca les perteneció, en esa incesante crónica de la infamia. No pasa nada. Cuando Gadafi muera en combate o ponga pies en polvorosa, los norteamericanos y sus aliados en Europa buscarán a otro antihéroe al que combatir para dar salida a las armas estancadas y, ya de paso, contentar a los fabricantes de esas máquinas de muerte que siempre aúpan a la Casa Blanca al que, más tarde y desde el Despacho Oval, les puede dar de comer y hasta hacerlos multimillonarios. Cuando no exista un antihéroe al que liquidar y una población civil sufriente por eso que en la milicia se denomina como “daños colaterales”, se inventará un nuevo personaje con aspecto de monstruo genocida. La foto de las Azores, por ejemplo, no fue cosa distinta a un juego de rol entre el primer ministro inglés Tony Blair y un George W. Bush que en 2001 había rechazado de plano el Protocolo de Kyoto, que promovió una acción urgente en Iraq tras el desastre de las Torres Gemelas convencido de que, además de disponer de unas armas biológicas que nunca se encontraron, financiaba terroristas, cuando todos sabemos sin ningún género de dudas de que los recursos petrolíferos iraquíes eran el motivo real. Conviene recordar que el 14 de diciembre de 2008, durante una visita sorpresa a Iraq, un reportero de televisión, Muntadar al-Zeidi, le lanzó dos zapatos y lo insultó con las siguientes palabras: “¡Toma tu beso de despedida, pedazo de perro!”. En la cultura árabe arrojar los zapatos está considerado como una de las mayores ofensas. Bush más tarde bromeó “Era una talla 43”. Ya veremos con qué bromas nos sale Obama el día que Pakistán tome represalias. Ben Laden estaba desarmado cuando lo mataron. El mundo está en alerta ante la amenaza de Al Qaeda. Me gustaría saber si José María Aznar tiene algo que decir al respecto. La foto de las Azores se está quedando sepia y con ese expresidente del Gobierno de España, que está pero que no está, que hace callar a Rajoy cuando él habla, y que cuando habla en el extranjero parece que estuviera en posesión de la cuerda de trenzado, los demócratas vamos listos. O, al menos, a mí me lo parece.

lunes, 2 de mayo de 2011

Nostalgia del teleclub


El municipio de Rueda de Jalón, en la provincia de Zaragoza, dispone de un local municipal que en la época de Franco se utilizó como “teleclub” y previamente de casino, donde los vecinos podían acudir a ver la única televisión existente en España. Con el tiempo, como consecuencia del Plan de Estabilización que posibilitó el “boom” económico de los años 60, los ciudadanos se incorporaron a las nuevas tecnologías. Hubo un respiro social con la apertura de la espita de la emigración, la creación de polos industriales de desarrollo, el éxodo del campo a las ciudades y, sobre todo, la contención de una inflación que había galopado desde el 12’8 por ciento en 1958 hasta situarse en el 2’4 por ciento en 1960. Esa bonanza económica logró que el ciudadano tuviera acceso a la motorización, a disponer de nuevos electrodomésticos y a poder incorporar en sus casas un monitor de televisión que les conectara con el resto del mundo. Como consecuencia de ello, esos locales públicos denominados “teleclubes” dejaron de tener sentido. El Ayuntamiento de Rueda de Jalón, con una población censada que no sobrepasa en la actualidad los 360 vecinos, decidió en enero de 2010 alquilar ese local fuera de uso a Gloria Ruiz para que explotase un bar, único en la localidad, en el que los vecinos pudiesen tomar unas cañas de cerveza y echar alguna partida de guiñote. Pero el local en cuestión estaba es un estado lamentable y Gloria Ruiz se vio en la necesidad de tener que acometer unos arreglos elementales, tales como quitar humedades, aplicar una mano de pintura y cambiar unas pantallas de luz. El problema llegó cuando Gloria Ruiz solicitó al Ayuntamiento que le abonase las correspondientes facturas, por un montante de 2.392 euros. Según consta en el escrito redactado por la secretaria municipal al dictado del alcalde Bernardo Lario, del PP, para hacer efectiva dicha suma eran necesarias dos condiciones: una, presentar la correspondiente factura del trabajo realizado; y, dos, que se volviese a colocar la fotografía del Rey, que fue retirada por la arrendataria de la pared del local sin pedir permiso. La señora Ruiz ha dado contestación a la carta oficial, donde señala que ni en el contrato ni en los pliegos de condiciones administrativas ni técnicas se especifica que tenga que mantener el retrato, que ha cumplido con sus obligaciones, por lo que no entiende el carácter de la exigencia que ha impugnado. Añade que, a su juicio, ha visto lesionados sus derechos a la libertad ideológica y de expresión y al de intimidad. En consecuencia, reclama que se declare nulo el condicionamiento y que se proceda con carácter inmediato al abono de la factura. Según Bernardo Lario, a los vecinos no les ha sentado bien la retirada de la foto, no porque en la imagen aparezca el Rey, sino porque “ha cambiado las cosas”. Es necesario aclarar que en esa foto de la discordia aparece un Juan Carlos I con treinta y cinco años menos y que sustituyó a otra del mismo tamaño en la que aparecía Francisco Franco. Lo que desconozco es si la foto de Franco sustituida en el teleclub hace ya más de treinta años, presidirá desde entonces el salón del domicilio de Bernardo Lario junto a la bandera con el águila rampante, también sustituida por aquellas fechas en el ayuntamiento que ahora preside. Qué malo es cambiar las cosas aunque sea para bien, ¿verdad, Lario?